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las fuentes hispánicas

de los derechos humanos

l. Introducción

~: puel.:le,; de fo. oomun'.dad hispánidi., e;to es !O(, qie nacieron del me;ti:roje
ccltutal !'Jrp-antxiiollc, y !o:, oriur.dos de la misma Península lbdca, rolemos
ad."tlitir rin delnre el origen forfoeo de l? proteu:ión :ie k4 dere<lio, l:un-.anos.
l:1.sl, e, .:omtt, en:ormar en libro;: de :i:.u:to:.:, ob!igarotia mer:.ei~n a las m-:ilu-
cioní:5 fran.cl:$;; y noro.:arne,r1Cana wrr.o los orieulw revdadore'> de lo:; derechru
.fuudarr.em:ales de la persona& Pue2 bíer., en esw !ir.eas, procur.uc.1.1os aportar
.a.!gunas ideas en otro sentido, aspi:i:ando a rcsc:u.u los verdaderos orígenes de esa
ptotección ;;. los más dernenu.íes arribuitis de la pmona hcman:a. Ll. idea no e;
novedos;,, p~ d mismo profo:sot levaggi seí'üdó ene origen al eroibit sobre d
(.trecho de autoeetenLi.n.ación de les p•:teblos:

A.mes ,:¡m lo b.icien el ilmninisrr,o, un;; cra<lici.Jn :.uJrwal tná., ar1cigu.a, en


occidenre en gene.mi y en Espafía en partlcular, l'.<>lllO es la q:.ie ;;:: apoya eu fa
cst.olá.."tica tomi.,,a yah.ahfa a,-'innado, y fundámt.m:á<do er. el or:den nan.11.-al de
m;igeu divino, cl derecho 1. la autódetermi.wl.ción, que d libera!lsmo deriv;;.ba
i del principio .;k la Sóbermia del pw:hlo, E! dere<:l::.o eta e! mismo; lo que
!.
cunbfaba era S\I fur:v:.t:ame.nc:.,ciór: :eórica, y la5 con.secuencias que .se podia..ri
despreuder de una y omi premi¼ü, Sj bien es cierw que las ideas rw::.onalísta:1
influyeron en el peusamienm y en la acción di; !ti$ hispanoameriauos en fa_

* Profuo:" Tmtl.v ctt Der«ho fo=.ad.or:,u :lublioo, Gni>MN.;,;hc N1d<>;W de Ji Mitar=-


Univet.idad c~céli""- d.: Santa Fe; ~ r e Mjurw;, :1,: Dero;h,:,,g P.um~nos, C'::úv.:uiJad
Cm:-5hr.n Ar¡;emin:L

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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Femar,t/o 0km Santa Cruz

III. El nacimiento del derecho internacional: el derecho


internacional de los derechos humanos

Demro de esta Hispanidad que someramente intentamos de1cribir, seña-


lamos que también le cupo el alto honoi de haber dado origen al derecho
internacional en los clausaos de la Universidad de Salamanca pues, como
lo reconoce ampliamente la docuina4 fue el insigne Francisco de Vitoria el
auténtico padre y creador.
En este sentido, Le-vaggi recuerda que Yiwria fue ~un estudioso de la
am:igúedad clásica, a la vez que restaurador de la filosofía escoHsrica. De su
fecunda doctrina, irradiada por toda Europa, sobresale la relativa a la comu-
nidad internacio11al, expuesta en la Universidad de Salamanca". Má.5 adelante
también refiere que

fundó el derecho de gemes (imernacional) en el De;echo Narural, que re-


gulaba las relaciones de la comunidad de naciones, no solarnente cristianas,
sino también infieles, ya que en todos los hombres, baurizados o no, esmba
impresa la Ley NaturaL Principios namrales del derecho de gentes eran !os
de viajar y establecerse libremente en un territorio, d del libre 60mercio, !a
!iberrad de bs mares, el de elección de ciu<hdanfa, el 2e integridad física, el
de libre predicación del evangelio [ ... ].'

La referencia al derecho imernaciona! resulrn obligada, por su esaecha


vinculación con el nacimiento y desarrollo de los derechos fundamentales del
hombre. En la actualidad, la defensa de los derechos humanos se da principal-
mente con el auge de los sistemas imemadonalcs ele proteccién. Es decir, que
r::.o solo enconuac11os instrumentos internacionales que reconocen los derechos
fundamentales, sino que rambién insürnyen sistemas jurisdiccionales para
ganmtizar su ejercicio, E! sisrema imeramericano de derechos humanos es un-..
clara muestu de ello, formado y consolidado en 511 plerúmd de eje:ci.cio (con
la aceptación de la jurisdicción de la Corte 1.teramericana) principalmente
por países iberoamericanos.

4. Cfr. Les:aggi, A: Man.un.{ de hisror-ia .. . , 1, p. 161; Jiménez de Asua, L.: El pmsamiento ju-
l"i.dico .. ., pp. 28-29; Can<?,do Trindade, A. A.: A hurn.an6:Jpíio .. ., p. 119; Pmor Ridru~jo, J.
A.: Curso de derecho in~rnacionafpúhlico•. ,, P- 617; Seara V:izc;uez, M.: Derecho in=aáonal
público•.. , p. 29 y Ohra Sa.m:a. CIU.2, F.: Comunidad irm,--,,,uion.,:il... , pp, 20, 23, 27 y%.
5. Levaggi, A.: Mamu,! de hi<toria ... , 1, p. 113.

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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Fenumd(J Oüra Sama Cmz

Seviila, 20 de junio de 1500.


El Rey e la Reina.
Pedro de Torres, concino de nuestra casa: Ya sabéis como, por nuesuo man-
dado, tenedes en vuestro poder, en secuestración e depósito,
algunos indios de los que fueron uaídos de las Indias e vendidos en esta
cibdad e su arzobispado y en oua.s partes de esta Andalucía por mandado de
nuesuo almirante de las Indias; los cuales ago.r:a Nos mand.a.mos poner en
libem.d; e habemos mandado
al comendador frey Francisco de Bobad.illa que los llevase en su poder a las
dicli.as Indias, e faga dellos lo que le tenemos mandado. Por ende. Nos vos
mandam05 que, luego que em. nuestra cédula viéredes, le dedes e emregue-
des todos les dichos indios que así cenéis en vuestro poder, sin faltar dellos
ninguno, por inveni:.ario e ante escribano público, e t0mad su conocimiemo
de cómo !os recibe de vos; con el cual y con esta nuestra cédula mandamos
que non vos sean pedidos ni demandados oua vez. E non fugade:s ende ,,J.
De Sevilla a veinte días de junio de quinientos años.
Yo ei Rey. Yo la Reyna.
Por mandado del rey e de la reina,Miguel de Almaz.in

Como bien lo señala Rumeu de Armas, "[l]a reina Isabel se hizo eco de una
nueva doctrina que alboreaba por la acción conjunta de los ponú.fices romanos
y los misioneros, llevándola hasm las últimas consecuencias. En un mundo
de oprobio y servidun1bre, ella inclinó la bala.riza por el uiunfu de ia libertad
humana~.~ Así, dicG.o autor resalta que si nos situamos en plen.-o siglo rv, C.'1 una
época donde 1a e.sclavirnd e:staha legalmeme reconocida, la posturn de los reyes
de España~ can sorpre...1.deme y adelantada que no tiene paraldo en el tlempo.
Esra orden real, emitida iuego del e.srudio conespond.ieme a irurancia.s de
Isabel, dando la libenad a los indios resulta de significativa trascendencia en
orden al reconocimiento de la libertad y de !:a dignidad humana. Por om. parte,
como recuerda García Gallo, los indios no solo son libres sino que "se equipaan
a lo,, =allos de Ca5cilla'', prodamándo.se oficialmente ral condición en 1501.7
En este sentido, de Conrrera.-; compara la políriCJ. similu empleada para
América y para las Canarias;

la primera preocupación de los reyes es la cristlani.zación, 'libertad y buen


trato de los indígenas. Prohíben la venra de esclavos .y dan por libres a los
vendidos. De hecho se dio en Canari~ el mismo fenómeno que en América:
la preservación de las razas y su fusión con los conquistadores hasi:a el punto

6. Cfr. Rw:neu de Amw, A.: La p(!litica indi,genim,.. .. En igu:i.l sentido, puede ""'rse Zavala,
S.: Por ki ,enM húpaM ... y Hanke, L: L, lucha por la justicia ..
7. García Gallo, A.: Mam.al de hiswia .. . , p. 711.

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- - - - - - - - - - - - - - Fernandu O!tm Santa Cn,:z

Posreriormeme, ame la necesidad de mano de obra en las islas del ~Nnevo


Mundo" y a fin de regular el uabajo indígena, la Reina insuuye cl gobernador
Ovando, diciendo que los indios

hagan é cumplan como personas libres como lo son , y no como Slervos : é


faced que sean bien tratados los dichos Indios, é los que dellos fueren cristia-
nos mejm que los otros; é non consinrades ni de lugar que ninguna persona
les haga mal ni dafio ni oiro desaguisado alguno: é los unos ni los ouos no
fagades nin fagan ende al por alguna manera, so pena de la mi merced y de
diez mil maravedís para la mi Cámara á cada uno que lo contrario ficiere; y
demás mJndo al horae que les esCT mi Carta mosuare que los emplace y pa-
rezcan ame Mi e,1 la mi Cone do quier que Yo sea del dia que les emplaza¡e,
fasta qui.n.ce dias primeros siguientes , so la dicha pena so la cual mando á
cualquier Escribano público, que pa.ra esto fuere llamado, que dé ende al
que se h mostrare testimonio sinado con su sino, porque yo sepa cómo se
cumple mi mandado,il

Dentro de los documentos relevmJtes en esta materia, i:ambién debe tenerse


en c:uema el codic:ilo del testamento de Isabel:

frEM, por cuanto al tiempo que nos foeron concedidas por la Sama Sede
Apostólica las lslas y Tierra Firme del Mar Océano, descubiertas y por des~
cubrir, n1.1em:2. principal imención fue, al úempo que lo suplicamos al Papa
Alejandro Sexto, de buena memoria, que nos hizo la dicha concesión, de
procu,ar de inducir y traer los pueblos de ellas y convertidos a nuescra Sama
fe católica, y enviar a [a.s dichas Islas y Tierra Firme prelados y religiosos y
clérigos y otras per.sonas doctas y i:emernsa., de Dios, para insmllr [a] los
vecinos y moradores de ellas en fa fe católica, y enseñarles r adoctrinar [en]
buenas ccscumDres, y poner en ello la diligencia debida, según más largamente
en las letras de la dicha concesión se comiene, por ende~suplic:o al Kf mi
señor muy afec:tuosarnente, y enca.,_---go y mando a la dicha princesa, mi hija,
y al dicho príncipe, su marido, que así lo hagan y cumphm, r que esre sea su
principal fin, y que en ello pongan mucha diligencia, y no consientan ni den
lugar que los indios, vecinos y moradores de las dichas Indias y Tierra Firme,
ganadas y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas ni bienes, más
manden que sean bien y j us-cameme uaudos, y si algún agravio han recibido

profundamente en las conciencias española. que la aceptan, con ligera, variantes, hasta las
meaos religiosa.o;. No hay nación más reacia que la nu"5rra a admicir la superioridad de unm
pueblos sobrdos orros [... ]".
de Maeztu, R.: Defrrua de L,. hispanidad. . , p. 45.
11. Inmuccione5 dadas por la reina Isabel el 20 de diciembre de 150.3 en Medina dd Campo.

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sus enfermedades, que de los excesivos trabajos, que les dais, incurren y se
os mueren, y, por decir mejor, los macáis por sacar y adquirir oro Clda día?
¡Y qué cuidado tenéis de quien los dotrine, y conozcan a su Dios y creador,
sean bapdzados, oigan misa, guarden las fiesra.s y domingos?
¿Estos no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¡No sois obligados
a amallos como a vosouos mismos? ¿Esto no entendéis~ ¿Esto no sentís?
¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño rnn letárgico dormidos? Tened
por cierto que en el eso.do que estáis no os podéie salvar más que los moros
o wrcos que Clrecen y no quieren la fe de Jesucristo? 16

Como puede leerse, esra.s severas palabras hacia su:; compamora.1 no podían
pasar desapercibid2,.\, sino que fueron el inicio de un nu=o debate y polémica.
Un historiador de la misma Orden de los Predicadores refiere:

[l]a Escuela Teológico-Jurid.ica de Salarnanca, fundada por Francisco de Vitoria


y que continúa vi-va hasta nuestros días tomará como base la defensa de los
derechos humanos individuales y sociales, y pondiá sus raías en el mismo
derecho natur:al El hombre que se define como ser inteligente, libre, social
y políuco, que e.sr:í. orienta.do, o mejor, dirigido por las mismas fuerzas de su
naturaleza inteligente hacia la máY..ima perfección personal y social, encuenua
en el Sermón de Montesinos como una semilla que espera su crecimiento
hasta lograr ios máximos frutos. 17

En realidad, el famoso sermón de Mom:esinos fue elaborado por toda la comu-


nidad dominica, reunidos en consejo: aquellos frailes de La Española, invitaron
a las auwridades de la isla, a los conquistadores y encomenderos, casa por casa,
para que acudieran a dicha celebración donde "se les iba a ofrecer un mensaje
muy conYeniente para todos". 18
Finalizada fa. ceremonia, por lar.arde de ese mismo día, Diego Colón y otras
autoridades fueron a cuestionar el contenido del sermón ante el superior de los
dominicos, fray Pedro de Córdoba. Este le.s respondió que e! mensaje de Montesi-
nos era el pensamiento de coda la comunidad de frailes, cuya misión era predicar
para la salvación de las almas dejando de la.do a todo humano miramiento.
A raíz de esta5 denuncias, el rey Femando convocó en Burgos a los grandes
judscas y teólogos para tratar mejor el tema. Las crónicas de aquellos debates

16. Hemánde. Marrín, R., Serm6n . . , p. í.


17. /dem, p. 10.
18. Ídem, p. 5. Así relata: "[e)¡a por O{!a parte d QianO domjngo de Adviento, Cllil.tro días
anm de la Navidad. Todos consideraban necesario prepararse lo más dipwne.nte posible
p2ra la gran :li.esm., alegría de toda la cristiandad y dfa por excelencia de la familia crisriaoa. El
sup:rior de !a comunidad, fray Pedro de Córdoba, escogió para e:.e s=nón a fray Antonio de
Momesinw y le ==gó ru predicación~.

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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Fernando O/t:ra Sama Cruz:

fundamentales de todos los hombres. Allí, tal como se vio en este trabajo, ha-
llamos documentos oficiales donde se otorga la protección de los indios y se les
reconocen sus derechos. Es claro que esta empresa estuvo realizad.a por hombres
y, corao cal distó mucho de ser perfecta, pero aprecio que el ejemplo hispano,
con sus principios basados en un auténcico humanismo deben ser reconocidos
por justicia y despojados de todo prejuicio.

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