Está en la página 1de 4

SEMANA DEL 01 AL 05 DE MAYO DE 2017

DEVOCIONAL 1

¡Gracias te damos Dios!

Salmo 75:1

“Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos, pues cercano está tu


nombre; los hombres cuentan tus maravillas”.

Cuando éramos pequeñas siempre que recibíamos un regalo o un


favor, nuestros padres nos enseñaron a decir “gracias”, ¿lo
recuerdas? Y si eres mamá te aseguro que también se lo enseñas a
tus hijos.

La actitud de agradecimiento va más allá del hecho de recibir un


favor, la actitud de agradecimiento debe permanecer aun cuando no
recibimos lo que esperábamos o creímos merecer.

Damos gracias a Dios cuando tenemos éxito en nuestro trabajo, por


la salud de nuestros familiares, por la provisión económica, por los
afectos que nos rodean, por infinidad de favores recibidos. ¿Pero
qué hay de lo no recibimos? o ¿Qué pasa cuando no te va bien en el
trabajo o cuando estas desempleada? ¿Seguimos siendo
agradecidas?

La gratitud es una actitud continua: agradezco a Dios por lo que


tengo, por su mano que me bendice, pero también, agradezco a Dios
por lo que no me da, que bien sabe él, que no necesito por ahora.
Agradezco a Dios por los afectos que están cerca de mí, pero
también agradezco por lo que ya no están, y fueron importantes en
mi vida. Agradezco a Dios porque él es merecedor de gratitud. Mi
lista de gratitudes y por contar las maravillas de Dios es
inmensamente larga.
¿Y tú, que tienes que agradecer a Dios en este día? Haz una lista y
compártela con nosotras, queremos unirnos contigo en gratitud a
Dios. Gracias.
DEVOCIONAL 2

¡Búscalo y llámalo!

Isaías 55:6

“Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo; llámenlo ahora


mientras está cerca.”

El Rey David pasaba tiempo en el campo pastoreando ovejas, desde


niño hasta su juventud temprana, el permanecía por días fuera de su
hogar llevando a las ovejas a alimentarse y ser nutridas en los
campos de Belén. Seguramente era su tiempo favorito. David
aprendió a buscar a Dios en sus momentos de soledad, donde su
única compañía era Dios mismo.

¿Cuál es tu tiempo preferido para buscar el rostro de Dios? ¿En qué


momento del día te apartas para escuchar su voz o para llamarle?

La búsqueda del rostro de Dios, nos lleva a conocer a Dios mismo, a


conocer lo que hay en su corazón para nosotros, él nos da de su paz
en su presencia, de su fortaleza en medio de las tentaciones, de su
dirección para tomar decisiones acertadas, pero también, podemos
hallarle en los momentos en que la soledad nos inunda, en los
tiempos en que necesitamos un buen amigo para desahogarnos,
para recibir un buen y sabio consejo.

Buscar y llamar a Dios es lo que sostiene nuestra fe, Él está


esperando que a cualquier hora del día le dediques tiempo para
bendecirte, atenderte, llenarte y mostrarse a ti, que aprendas a
escuchar Su voz, que seas enseñada por Él, y que conozcas Su
voluntad para tu vida.
David, hizo de la búsqueda de Dios parte de su vida. Haz de Dios
parte de tu vida, búscale y llámale porque Él está cercano para
dejarse encontrar por ti.

También podría gustarte