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TEMA 10.

EL DESARROLLO EN LA EDAD DE LA EDUCACIÓN


SECUNDARIA (I): ADOLESCENCIA Y JUVENTUD. CAMBIOS QUE
ACOMPAÑAN A LA PUBERTAD. IMPLICACIONES EDUCATIVAS.

1. INTRODUCCIÓN.
2. LA ADOLSCENCIA Y JUVENTUD: CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS.
3. TEORÍAS SOBRE LA ADOLESCENCIA.
3.1. PRINCIPALES TEORÍAS.
3.2. ¿CONTINUIDAD O DISCONTINUIDAD?
4. CAMBIOS QUE ACOMPAÑAN A LA PUBERTAD Y CONSECUENCIAS
PSICOLÓGICAS.
4.1. EL MOTOR DEL CAMBIO.
4.2. CAMBIOS FÍSICOS.
4.3. CAMBIOS EN LA PERSONALIDAD.
4.3.1. IDENTIDAD PERSONAL.
4.3.2. AUTOCONCEPTO.
4.3.3. AUTOESTIMA.
4.3.4. DESARROLLO MORAL.
4.4. CAMBIOS EN LAS RELACIONES SOCIALES.
4.4.1. LAS RELACIONES FAMILIARES.
4.4.2. LAS RELACIONES CON LOS IGUALES.
5. IMPLICACIONES EDUCATIVAS.
6. CONCLUSIÓN.
1. INTRODUCCIÓN.

Actualmente, nuestro sistema educativo está regulado por la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de
diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOMLOE,
en adelante). Está ley establece que la educación secundaria se divide en educación secundaria
obligatoria y educación secundaria postobligatoria. La educación secundaria obligatoria (que junto a
la educación primaria y los ciclos formativos de grado básico constituye la educación básica)
comprende cuatro cursos, que se seguirán ordinariamente entre los doce y los dieciséis años.

Su finalidad es lograr que los alumnos y alumnas adquieran los elementos básicos de la cultura,
especialmente en sus aspectos humanístico, artístico, científico-tecnológico y motriz; desarrollar y
consolidar en ellos los hábitos de estudio y de trabajo; así como hábitos de vida saludables,
preparándolos para su incorporación a estudios posteriores, para su inserción laboral y formarles para
el ejercicio de sus derechos y obligaciones de la vida como ciudadanos.

La educación secundaria postobligatoria comprende el bachillerato, la formación profesional de


grado medio, las enseñanzas artísticas profesionales tanto de música y de danza como de artes
plásticas y diseño de grado medio y las enseñanzas deportivas de grado medio.

De manera general podemos decir que el alumno que cursa estas enseñanzas (aunque el rango de
edad del alumnado en postobligatoria se diversifica y se puede ampliar mucho más) será el que
contemplaremos a la hora de exponer las diferentes características del desarrollo evolutivo en la edad
de la adolescencia y la juventud. Estas características serán de vital importancia para cumplir uno de
los principios educativos que rigen nuestro sistema educativo y que hace referencia a la necesaria
flexibilidad del sistema. “La flexibilidad para adecuar la educación a la diversidad de aptitudes,
intereses, expectativas y necesidades del alumnado, así como a los cambios que experimentan el
alumnado y la sociedad.”

Comenzaremos el tema con una primera aclaración terminológica que nos ayude a situarnos de una
manera certera sobre el concepto de adolescencia, pues somos conscientes de que actualmente es
considerada una construcción cultural y, por tanto, es producto de una interacción entre las
condiciones psicosociales y las imágenes culturales que una sociedad elabora en cada momento
histórico. De ahí la importancia de contextualizar en cada momento histórico las formas de ser
adolescente. Así realizaremos un breve acercamiento teórico terminológico de algunos conceptos
clave para comprender a qué población nos estamos refiriendo en el desarrollo del tema.
2. LA ADOLESCENCIA Y JUVENTUD: CONCEPTOS Y CARACTERÍSTICAS.

Los conceptos pubertad, adolescencia y juventud fueron acordados según la OMS en el informe del
año 2020 “La salud de los jóvenes: un desafío para la sociedad”.

Define la adolescencia como el periodo de transición de la niñez a la edad adulta, que se caracteriza
por: los esfuerzos realizados para alcanzar objetivos vinculados a las expectativas de la corriente
cultural principal y por la aceleración del desarrollo físico, mental, emocional y social.

El comienzo de la adolescencia se relaciona generalmente con el inicio de la pubertad, considerada


como un conjunto de modificaciones puramente orgánicas. El final de la adolescencia no está
definido, varía de una cultura a otra en cuanto al logro de la independencia que caracteriza a la edad
adulta.

La OMS considera la juventud como el periodo comprendido entre los 15 y los 24 años. En la
actualidad se ha adoptado por ende la juventud como un periodo global que va desde los 10 años a
los 24, abarcando tanto la adolescencia como la pubertad. La juventud es un proceso que engloba
aspectos como la madurez física, social y psicológica, la educación, la incorporación al trabajo,
autonomía e independencia que pueden conllevar la formación de un nuevo núcleo familiar, así
como la construcción de una identidad propia. Es un concepto que difiere entre países y contextos
socioeconómicos.

Aunque es difícil dar una respuesta unívoca al preguntarnos por cómo son los adolescentes con los
que trabajamos en los centros educativos, en base al estudio de Elzo (2005) destacamos algunas
características que nos permiten entender la etapa y, en el ámbito de la orientación educativa, guiar la
elaboración del POAT de los centros.

 Suelen pasar mucho tiempo solos porque ambos padres trabajan.


 La brecha generacional padre-hijos se ha acortado: no encuentran una imagen diferenciada en sus
padres, descubren en ellos las mismas dudas y conflictos personales.
 Los jóvenes viven en plena revolución tecnológica en el campo de la comunicación y la
información.
 Los adolescentes net son jóvenes sobre informados y saturados por exceso de conexiones. En
momentos determinados puede resultarles difícil diferenciar entre real/virtual y lo importante/no
importante.
 Aparecen nuevas formas de ocio y relación.
 Se desarrollan nuevos modelos de relaciones de género: el igualitarismo es asimilado por los
adolescentes, pero en los chicos las referencias feministas pueden no ser aceptadas entre algunos,
provocando rechazos y pudiendo llegar a ser fuente de agresión.
 La violencia juvenil emerge como un fenómeno cada vez más preocupante. Aunque sigue siendo
mayoritariamente masculina, la violencia adolescente femenina tiene ya consistencia estadística.

3. TEORÍAS SOBRE LA ADOLESCENCIA.


3.1. PRINCIPALES TEORÍAS.

Hall fue el primero en estudiar detenidamente la adolescencia. El adolescente estaba unido a una
etapa de transición con grandes conflictos que le llevarían muy frecuentemente a situaciones de
rebelión y enfrentamientos hacia los demás y hacia él mismo (storm and stress).

Esta visión se vio apoyada por las formulaciones psicoanalíticas de Freud, que la caracterizó como
periodo de grandes tensiones y reactualizaciones de los conflictos infantiles que habían quedado
dormidos durante la etapa de latencia, los cuales toman más complejidad en la adolescencia debido al
cambio de contexto. Su teoría se completó con las aportaciones de su hija Anna Freud, que suponía
que esos cambios del organismo tienen un origen biológico (por los cambios en la producción
glandular).

Sin embargo, no todos los posicionamientos teóricos consideran la adolescencia como un periodo
agitado y tormentoso. Margaret Mead defiende que las crisis adolescentes son un fenómeno cultural
que no necesariamente han de producirse. La adolescencia también ha sido estudiada desde la
perspectiva del aprendizaje social de Bandura, que defiende la continuidad de la evolución del ser
humano, donde lo que es en cada momento la persona dependerá de los aprendizajes previos que
haya ido realizando.

Coleman habla de la teoría focal, que mantiene que la adolescencia es una edad de cierta crisis sin
llegar a lo que afirman Hall y Freud. En esa teoría llega a la conclusión que, durante estos años, los
adolescentes han de hacer frente a nuevos roles, compromisos y conflictos. Las dificultades no
suelen presentarse de forma simultánea, sino secuencialmente, de forma que van siendo afrontados
en distintos momentos.
3.2. ¿CONTINUIDAD O DISCONTINUIDAD?

Tras analizar las diferentes teorías debemos plantearnos si este periodo debe ser considerado como
una continuación de las etapas anteriores o si supone un punto de corte con el pasado. Entre las
teorías que destacan el carácter continuo se encuentra la del aprendizaje social de Bandura, que
afirma que el cúmulo de aprendizajes que la persona adquiere desde su nacimiento la prepara para
resolver los problemas que se encontrará en la adolescencia.

Entre las teorías que postulan la discontinuidad de la adolescencia respecto a las etapas anteriores,
están las que defienden la existencia de estadios del desarrollo. Son teorías que proponen cambios
cualitativos en las personas cada vez que superan un estadio, como las de Freud y Piaget.

En la actualidad, se opta por un punto intermedio y se propone el término “transformación”, de


naturaleza más relativa. Con este término se pretende dar estabilidad y, simultáneamente, cierto
grado de cambio.

4. CAMBIOS QUE ACOMPAÑAN A LA PUBERTAD Y CONSECUENCIAS


PSICOLÓGICAS.
4.1. EL MOTOR DE CAMBIO.

La pubertad constituye un periodo de rápida madurez física en el que se producen cambios


hormonales y corporales, que tienen lugar principalmente durante la adolescencia temprana.

Los factores más importantes que contribuyen el comienzo de la pubertad son:

- La herencia: la pubertad es un mecanismo que viene temporalizado desde nuestra programación


genética.
- Las hormonas; testosterona en el caso de los hombres y andrógenos en el caso de las mujeres.
- Peso y grasa corporal.
4.2. CAMBIOS FÍSICOS.

La pubertad es el proceso que convierte el cuerpo infantil en un cuerpo adulto con madurez sexual y
capacidad de reproducirse. Existen ciertos cambios físicos diferenciados entre los que manifiestan las
chicas y los que manifiestan los chicos.

En las chicas crecen los senos, surge el vello (axilar y púbico), se redondean las caderas y aparece la
menarquía. La pubertad termina entre los 14 y 16 años.

En los chicos crecen los testículos y el pene, aumenta el vello (axilar y púbico), se produce un
cambio en la voz y crece la barba. Termina entre los 16 y 18 años.

Las edades que hemos expuesto son promedios, pero la variedad que se produce es muy grande entre
unos sujetos y otros, por causas de diversa índole. Parece que hay implicadas razones de naturaleza
genética y otras de corte más ambiental como, por ejemplo, la alimentación.

4.3. CAMBIOS EN LA PERSONALIDAD.

4.3.1. IDENTIDAD PERSONAL.

El concepto de identidad está estrechamente vinculado con el autoconcepto, sin embargo, este
último depende en gran medida del desarrollo cognitivo.

El sujeto debe experimentar un sentimiento de integridad personal, de forma que sus acciones
y decisiones sean coherentes y conformen un estilo propio.

Esta identidad va a incluir las normas de los grupos en los que el adolescente se integra, los
valores que interioriza, su ideología personal y los compromisos que asume. Y va a recoger las
experiencias del pasado para dar significado al presente y para dirigir su conducta futura.

El contexto familiar tiene gran influencia en el logro de la identidad, sobre todo en los
siguientes aspectos:

- Los que viven en familias con un estilo educativo democrático tienen más facilidad para
alcanzar el sentimiento de identidad personal.
- Los que viven en climas autoritarios tienen más difícil el logro de la identidad personal,
porque no suelen contar con el necesario apoyo, por lo que suelen tener una identidad
hipotecada.
- Los que viven en familias con un estilo educativo permisivo o indiferente suelen optar por
la solución más fácil, huyendo de adoptar compromisos serios, por lo que se encuentran con
situaciones de difusión de identidad.

4.3.2. AUTOCONCEPTO.

Los cambios físicos propios de la pubertad les obligarán a revisar la imagen que hasta entonces
habían construido, para incluir los nuevos rasgos que empiezan a configurar su nuevo cuerpo de
adulto.

La importancia que adquieren durante estos años las relaciones sociales va a tener su reflejo en los
contenidos del autoconcepto, aunque las simples referencias a vínculos personales más propios de la
niñez van a verse reemplazadas por descripciones de sentimientos personales. En su autoconcepto
van a aparecer las características o habilidades sociales que influyen sobre las relaciones con los
demás.

4.3.3. AUTOESTIMA.

La autoestima va a continuar su proceso de diversificación, incluyendo nuevos aspectos como las


relaciones afectivo-sexuales o la orientación profesional. Además, se termina de desarrollar la
autoestima global. El nivel que cada sujeto presente dependerá de sus competencias y de la
importancia que atribuya a cada dominio.

En este punto hay que señalar importantes diferencias en función del género, ya que para las chicas
el atractivo físico o las habilidades interpersonales son los aspectos que tendrán más influencia en su
autoestima, mientras que para los chicos lo serán las habilidades deportivas o el sentimiento de
eficacia.

4.3.4. DESARROLLO MORAL.

En el modelo propuesto por Kohlberg, las personas progresan a través de una serie de fases hasta
alcanzar los mayores niveles de desarrollo moral. Algunos adolescentes permanecerán en el nivel
preconvencional donde se habían situado en la infancia; sin embargo, la mayoría comenzará antes de
la pubertad a mostrar un razonamiento moral algo más avanzado, situándose en el nivel
convencional.
Ahora los adolescentes desarrollan sus juicios morales basándose en las expectativas del grupo
social, y las razones para seguir las reglas sociales son conseguir la aprobación de los demás y una
opinión favorable hacia su comportamiento como miembro de un colectivo.

4.4. CAMBIOS EN LAS RELACIONES SOCIALES.

4.4.1. LAS RELACIONES FAMILIARES.

La mayoría de los estudios parecen coincidir en señalar este periodo como una etapa de
perturbaciones temporales en las relaciones familiares. Hay diferentes razones que pueden
justificar este cambio en las relaciones familiares:

1) Cambios cognitivos. Estas mejoras intelectuales van a permitir al joven tener una forma
diferente de apreciar las normas familiares, llegando a cuestionarlas. También serán
capaces de presentar argumentos más sólidos y convincentes en sus discusiones familiares.
2) Comienzan a pasar más tiempo con los iguales. Esto les permitirá una mayor experiencia en
las relaciones horizontales o igualatorias que puede llevarlos a desear un tipo de relación
semejante con sus familiares.

Existe además un tópico bastante extendido que considera al adolescente como un individuo
aislado en su mundo y que ha cerrado todos los canales de comunicación con su familia. Sin
embargo, la mayoría de los adolescentes suelen hablar con sus padres temas que les preocupan
excepto algunos que prefieren hablarlos con amigos (drogas o relaciones sexuales).

4.4.2. LAS RELACIONES CON LOS IGUALES.

Las relaciones con los compañeros ganan en importancia, intensidad y estabilidad. El grupo de
iguales se convierte en el contexto de socialización más influyente y las relaciones de amistad
tendrán más estabilidad que en etapas anteriores, sin que el alejamiento físico o temporal de
los amigos suponga el fin de la relación.

Los beneficios de las amistades en esta etapa son abundantes. En primer lugar, destacamos que
es un importante apoyo emocional que puede ayudar a superar altibajos característicos de la
adolescencia (situaciones estresantes, fracaso académico o amoroso, etc). Además,
proporciona apoyo instrumental para la resolución de determinados problemas prácticos, así
como información sobre temas como las relaciones personales, sexualidad, asuntos
académicos, siendo de especial interés la información que los amigos intercambian el uno
sobre el otro, ya que disponer de una perspectiva diferente sobre sí mismos les ayudará a
construir su propia identidad y mejorar su autoconcepto.

5. IMPLICACIONES EDUCATIVAS.

De todo lo anterior, extraemos una serie de conclusiones a tener en cuenta en los proyectos
educativos de los centros para poder responder a las necesidades que presentan los alumnos en esta
etapa.

 Desarrollar expectativas más positivas sobre los adolescentes.


 Comprender los numerosos cambios físicos que experimentan los alumnos.
 Intentar ser modelos de conductas saludables ejemplar para los adolescentes.
 Hablar más efectivamente con los adolescentes sobre la sexualidad.
 Desarrollar actividades dirigidas al alumnado para fomentar un pensamiento reflexivo y crítico
frente a los mensajes que reciben de los medios de comunicación.

En lo relativo al desarrollo socioemocional de los adolescentes podemos aportar como estrategias de


apoyo para mejorar sus competencias las siguientes:

- Dejar que exploren su identidad.


- Entender la importancia de la autonomía y del apego.
- Usar buenas habilidades de comunicación.
- Reforzar la importancia de los iguales en esta etapa.

6. CONCLUSIÓN.

La adolescencia lleva implícita una serie de cambios comportamentales de clara influencia cultural
que debemos tener en cuenta de cara a nuestro trabajo como profesionales de la orientación en los
centros educativos.

Estos cambios pueden provocar situaciones en el contexto escolar y en el extraescolar del alumno
que pueden desestabilizar su integridad personal, su autoconcepto y su autoestima, aspectos clave
para el desarrollo de su personalidad futura. Por tanto, es necesario estar atento a estas situaciones
para que, cuando veamos que puede afectar al alumno, podamos actuar y proponer actividades o
actuaciones que le ayuden a seguir con su proceso de construcción personal de la mejor manera
posible.

De este modo ayudaremos igualmente a los profesores y a las familias, que serán los que puedan
observar de primera mano estos cambios, realizando así una de nuestras funciones establecidas en
nuestro marco normativo.

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