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Medios de comunicación de masas :

Crónica

Estefanía Portillo, Bielka Beriguete, Paula Gallego y Ángela Bejarano.


¿Qué son los medios masivos de comunicación?
Los medios masivos de comunicación o medios de
comunicación masiva (mass media, en inglés) son aquellos
canales o instrumentos que permiten transmitir un mensaje a
una enorme cantidad de personas de forma simultánea.
Incluye, entre otras tecnologías, la imprenta, la radio, el cine,
la televisión e Internet.
La Crónica
Una crónica periodística es un texto narrativo del género
periodístico, es decir, una narración escrita con fines
documentales, para abordar un aspecto de la realidad que el
periodista considera de interés noticioso. En ella se cuentan
hechos de distinta naturaleza, ya sea que los haya presenciado el
periodista o que los haya recompuesto mediante la investigación,
y que pueden abarcar un lapso de tiempo muy distendido: días,
semanas o años.
Conflicto Israel-Palestina
Tal y como vimos cuando se produjo la invasión de la Federación de Rusia a Ucrania, con el estallido de la última guerra entre Israel y
Palestina el mundo occidental ha vuelto a dejar claro qué se puede opinar sobre los conflictos internacionales. Si en los primeros meses
después de febrero de 2022 una oleada de rusofobia recorrió el planeta, ahora asistimos a un nuevo episodio de censura que pretende
acallar las voces que están denunciando los crímenes de guerra del Estado de Israel en la Franja de Gaza. El hecho de que Rusia
agrediera a Ucrania fue utilizado, tanto por Estados Unidos de América (EEUU) como por la Unión Europea (UE), para justificar toda
defensa al pueblo ucraniano, incluyendo el envío de armas. Pero también sirvió para amparar acciones que suponían un boicot a la
cultura e identidad rusas. Además del proceso de “desrusificación” iniciado por las autoridades ucranianas, en Europa, entre otras cosas,
se cancelaron conciertos de música de compositores rusos, en algunas universidades se suspendió la enseñanza de grandes clásicos de
la literatura universal como Dostoievski [...]Si las guerras dejan escenarios de confrontación que hacen la convivencia entre distintos
grupos nacionales todavía más difícil de lo que era antes, azuzar este tipo de reacciones en otros países consigue llevar la polarización
política a terceras sociedades, persiguiendo a ciudadanos que puedan respaldar una lectura de los asuntos internacionales distinta a la
impuesta por los instrumentos de propaganda bélica occidental. Esto es, precisamente, lo que estamos presenciando en estos
primeros días de guerra entre Israel y Palestina. Lo paradójico e incoherente del relato estadounidense y europeo se demuestra por el
mayúsculo contraste entre la respuesta dada a la guerra en Ucrania y a la guerra en Palestina. El pueblo ucraniano, víctima de los
ataques rusos, tenía derecho a defenderse. Europa debía ayudarlo por una cuestión de principios, nos decían. Sin embargo, maravillas
de la geopolítica, si el pueblo agredido es el palestino, el discurso de la ayuda y los principios brilla por su ausencia. El ataque de Hamás
ha permitido que el Estado de Israel, de hecho, pase de verdugo del pueblo palestino a víctima, con carta blanca para seguir
perpetrando todo tipo de crímenes de guerra. Israel alega su “derecho a la defensa” por el ataque del 7 de octubre, aunque este
derecho implique de facto bombardear, desplazar o castigar sin agua ni electricidad ni comida a la población civil, en lo que ya muchos
consideran la crónica de un genocidio anunciado que, para vergüenza de la humanidad, se retransmitirá en directo con el beneplácito
o el silencio cobarde de las democracias occidentales”

20/11/23
CRÓNICA DEPORTIVA
Ser cronista del Madrid es uno de los mejores y los peores oficios. Por una parte, te permite convertirte en el escribano de los
reyes del fútbol, actores de un imperio que niega el sino de todo imperio: la decadencia. Por otra, te frustra porque reduce los
argumentos a la nada y se mofa de la razón. La conclusión es la misma que Neruda sacaba para el amor: el Madrid no se
comprende si se mira, el Madrid se comprende si se siente, en Kiev como en Cardiff, en Lisboa como en Amsterdam,
ciudades donde ha dejado su huella, sea con el destino de su parte hasta para la desdicha ajena, sea por el trazo que un artista
pinta sobre el escorzo de un delantero. El corazón tiene razones que la razón no entiende y es el único que puede explicar al
Madrid de las 13 Champions, al campeón de los 13 latidos. [Narración y estadísticas (3-1)]
El número 13 no asusta al Madrid, porque no hay 12 más 1 para quien sabe, tan ufano y ególatra como seguro y
arrebatador, del amor que le profesa el destino. El Liverpool no piensa lo mismo, sumadas todas sus desdichas, la lesión de
Salah y los errores infantiles de Karius, hasta componer su via crucis en Kiev. Quienes abrazan la fe blanca se imantan de
tanta autoestima, sienten que pueden caminar solos, a diferencia de lo que cantan los hinchas de los reds. Cuando observaron la
candidez de su portero en contraposición al remate de Bale, como el vuelo invertido de un águila imperial, comprendieron lo
incomprensible, y es que la victoria es como el amor correspondido: basta un instante para ser eterno.

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