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1 ROTH, J., Epistolario inédito, El Acantilado, Barcelona, 2009. Carta a S. ZWEIG, Francfort
23/X/1930 y Paris, Febrero de 1930.
2 Véase PATOCKA, J., Ensayos heréticos sobre la filosofía de la historia, Península, Barcelona,
33.
mundo actual (1931) –ampliadas tras su muerte en 1945 –en donde hace
coincidir la crisis de Europa con la crise de l´esprit, una identidad europea que
el continente pierde por el embelesamiento y eterno mirar atrás, quedando presa
del pasado.
4 VALÉRY, P., “Notas sobre la grandeza y decadencia de Europa”, en Miradas al mundo actual,
p. 29 y 30.
5 VALÉRY, P., “Notas sobre la grandeza y decadencia de Europa”, en Miradas al mundo actual,
p.30.
6 “En los campos de muerte y de batalla de la guerra civil española se peleó por última vez, con
sentido revolucionario, por la libertad, la solidaridad y la humanidad: aun hoy las canciones que
se cantaron en aquella lucha son, para la joven generación, los únicos destellos que han quedado
de una revolución posible. Era el fin de una época histórica y lo terrible del periodo siguiente se
anunciaba en la simultaneidad de la guerra civil en España y de los procesos de Moscú”, en H.
MARCUSE, Cultura y sociedad, trad. Garzón Valdés y E. Bulygin, Sur, Buenos Aires, 1968, p. 10
intervención adelantaban el suicidio del viejo continente. Un futuro repleto de
incertidumbre, inestabilidad y riesgo.
……………..
La obra de Stefan Zweig narra los estados de ánimo de Europa desde 1900
a 1942, año de su muerte, incapaz de resistir como la sinrazón y la destrucción se
apoderaban del viejo continente. La Gran Guerra supuso el gran impacto para
las conciencias europeas, el primer conflicto generalizado desde las guerras napo-
leónicas, que llevó a una gran eclosión del pacifismo, con grandes
manifestaciones en la literatura de la época - desde el éxito arrollador de Berta
von Suttner con Abajo las armas, Romain Rolland, Au dessus de la mêlée, etc, -
y, a la vez, el pesimismo de comprobar que la Paz de Versalles no había
solucionado los problemas que debía afrontar. El odio se quedó como algo
latente:
“en la idea de que sólo el éxito importa en nuestro mundo; que todo
empleo de la fuerza, y ante todo la guerra, representa una actividad
no sólo permitida, sino incluso deseable, siempre que redunde en
provecho de la patria.”8
7
ZWEIG, S., “El pensamiento europeo en su desarrollo histórico”, (1932), en Tiempo y Mundo, Ed.
Juventud, Barcelona, 1959, p.206.
8
ZWEIG, S., “La historiografía del mañana”, conferencia dada en Norteamérica antes del inicio de la II
Guerra Mundial, en Tiempo y Mundo, p. 193.
Ese era el peligro. Pero la historia se gesta antes. Stefan Zweig es un
arquetipo de ese mundo en orden, elitista, individual y burgués que simboliza la
Viena del emperador Francisco José, del Imperio de los Hagsburgo, de una
ciudad que irradia cultura ante al resto del mundo. Judío, perteneciente a una
acaudalada familia, Doctor en Filosofía con una tesis acerca de Hipólito Taine,
habla cinco idiomas, traductor de los simbolistas franceses, libretista de operas a
la muerte de su gran amigo Hugo von Hoffmanstal escribirá el libreto para La
mujer silenciosa de R. Strauss. Representante genuino de esa minoría judía
compuesta casi toda por judíos asimilados que de sinagoga, innovadora,
mercantil e ilustrada que constituía la elite de la sociedad austriaca del
novecientos. Esa edad de la seguridad, de la confianza, y que también lo es de la
hipocresía
“Se nos debía inculcar la tendencia a respetar en todas partes lo
existente como perfecto; la opinión del maestro, como infalible; la
palabra del padre, como incontestable; las instituciones del Estado,
como las valederas para todo y para siempre”9.
Los sueños de paz de la vieja Europa saltan por los aires. La paz de
Versalles va a dejar una Alemania herida, rota, resentida y, con ella, a los viejos
territorios del Imperio. El nacionalismo irredento establecerá esa
sobreidentificación con el pueblo oprimido, la exaltación irracional de la patria,
el destino de la nación o el mito de la pureza. El terreno está abonado para las
doctrinas pangermanistas que derivarán en la gestación del nacionalsocialismo
de Adolf Hitler.
9
ZWEIG, S., El mundo de ayer, Editorial Juventud, Barcelona, 1968, p. 38
10
ZWEIG, S., El mundo de ayer, ed. cit.,p.144.
Europa no va a ser la misma después de Versalles, aquel jardín vienés -
símbolo de un orden natural y de un mundo caracterizado por la armonía - va a
ser destrozado por la inestabilidad y una brutalidad permanente. Nadie está
seguro de nada. El viejo orden ha sucumbido. Zweig tendrá que luchar contra tres
elementos: la preocupación por su obra, el odio que genera la guerra e incluso
algunos de sus contemporáneos.
De ahí la tarea urgente de recuperar la identidad europea, luchar por esa
vieja aspiración que son los Estados Unidos de Europa, defender el patrimonio
de la cultura europea y
“preservar, una vez más, ante la faz del mundo la libertad del idioma
alemán, que en Alemania comenzaba a hallarse ya sujeto a
servidumbre“11.
11
ZWEIG, S., “La Viena de ayer”, en Tiempo y Mundo, ed. cit.,p.98.
12
LE RIDER, J., Modernité viennoise et crises de l´identité, PUF, Paris, 2ª, 1994.
13
MAGRIS,C., Il mito absburgico nella letteratura austriaca moderna, Einaudi, 2ª,Turín, 1988, p.
292; El mito habsbúrgico en la literatura austriaca moderna, trad. de Guillermo Fernández, UNAM,
México, 1998, especialmente los capítulos Finis Austriae y El mundo de ayer, un mito de hoy, pp. 273-
477.
14
MUSIL, R., Diarios, vol. I, Edicions Alfons El Magnanim, Valencia, 1994. p. 401 y 478.
“... estaba inmunizado contra el contagio del entusiasmo patriotero
(...) Lo más triste de aquél delirio era que la mayoría de aquellos
hombres hablaban con sinceridad (...) Al fin, todo el mundo supo de
memoria la letanía del odio (...) Resuelto a esquivar aquella
peligrosa psicosis de masas, me trasladé semanas después a un
suburbio de las afueras, para iniciar, en medio de la guerra, mi
guerra personal: la lucha contra la momentánea pasión de las masas
que estaba destruyendo la razón.”15
15
ZWEIG, S., “La Viena de ayer”, Tiempo y Mundo, pp.168, 170, 171 y 175.
16
LAFAYE, J. J., Nostalgias Europeas, Editorial Juventud, Barcelona, 1995, p. 68.
otros. Uno de estos hombres es ... Romain Rolland. Él ha consolado
a millares de hombres, ha levantado a innumerables caídos y ha
impulsado con su idealismo la voluntad de unión, la tendencia a la
compasión y la posibilidad de una concepción de las cosas más
elevada, no en un país, sino en todos los países. Y porque lo ha hecho
precisamente en la hora más terrible que ha conocido nuestra
época”17.
17
ZWEIG, S., “Romain Rolland”, conferencia pronunciada en Berlín, Enero 1926. En Legado de Europa,
ed. cit.,104-105.
18
MAGRIS, C., “La indecencia de los signos”, en H. von HOFMANNSTHAL, Carta de Lord Chandos,
Colegio de Arquitectos, Murcia, 1981, pp.10-12.
de cadáveres? Es el naufragio de su ideal europeo. Mientras, la conciencia del
mundo calla.
Vuelve a Viena, no quedan vestigios de su vida anterior, ni sus colecciones,
ni su biblioteca, ni sus amigos. Todo ha perecido. La Viena galante, prisionera del
simbolismo y de la cultura francesa yace, como su Emperador Francisco José, en
la cripta de los capuchinos. Marcha a Inglaterra y se refugia en Bath, la II guerra
mundial ha estallado. Incapaz de soportarlo, vencido, derrotado su ideal de esa
Pan-Europa, escribe poco y empieza a pensar en sus deseos de morir. No es
indolente, es impotente. La idea del suicidio se va haciendo cada vez más fuerte.
El pasado está destruido, el presente es la muerte y el futuro es improbable
construirlo sobre millones de cadáveres.
“También he perdido mi verdadera patria, la que elegí por un
impulso de mi corazón, Europa, desde que por segunda vez se
arruinó en una guerra fratricida. Sin quererlo, fui testigo de la
derrota más horrible que ha sufrido la razón y del triunfo más
inaudito que ha alcanzado la brutalidad en el curso de la Historia.”19
19
ZWEIG, S., El mundo de ayer, ed. cit., Prefacio, p. 7.
20
LAFAYE, J. J., Cfr., p. 181.
Añoranzas, aflicciones, pesares. Nostalgia de la nostalgia. Rehúye la reali-
dad. No sabe qué hacer, sin problemas económicos pero sin Friederike qué es su
seguridad, su afecto... Viaja. Su conferencia “La Viena de antaño “tiene un éxito
clamoroso en Buenos Aires. Los diarios hablan de la tragedia cotidiana y él narra
la enfermedad de su tiempo; esta conferencia finaliza así: “En la lucha gigantesca
que hoy conmueve nuestro viejo mundo se decide también el destino de esta
cultura, y no necesito decir de qué parte se inclinan nuestros más fervientes
deseos”. Corre apesadumbrado el año 1940. Desconfía de su literatura y lo
expresa reconociendo su desengaño:
21
LAFAYE, J. J., Cfr., p.185 y 186, cursivas mías.
“No te preocupes por el mundo. No puedes cambiarlo ni mejorarlo.
Cuídate exclusivamente de ti, salva lo que se pueda salvar de ti
mismo. Construye, mientras los otros destruyen. Procura ser
sensato para ti en medio de la universal insensatez. Aíslate.
Constrúyete un mundo propio “22.
La muerte como el único modo de triunfar sobre el espíritu del mundo que
asola Europa. Llama a sus amigos más queridos, se despide con un lacónico “Me
place oírte “. Y escribe “¡Ojalá vivan ellos para ver la aurora después de que
acabe la larga noche!”. Esta nietzscheana invocación manifiesta su derrota ante
ese tiempo de desolación. La razón cansada. La razón desterrada. La razón
aniquilada. Toma su dosis de veneno y Lotte Altman, su mujer, hará lo mismo.
Su suicidio no es algo súbito, sino la constatación final de ese lento fracaso que
han sido los últimos veinte años de su vida. Duros años en los que ha asistido a
como su ideal ético y estético de una Humanidad guiada por la paz y la exaltación
de la conciencia europea agoniza. El mundo de ayer ha sido destruido.
22
ZWEIG, S., “Montaigne”, en Legado de Europa, Ed. Juventud, Madrid, 1968, p. 53.
23
ZWEIG, S., “Montaigne”, en Legado de Europa, p. 50.
se desarrolló en el viejo continente. Y la soledad en la que hombres y mujeres se
hallaron.
5. DIAGNÓSTICOS
5.1 EL HEROÍSMO DE LA RAZÓN
La obra póstuma de Husserl, La Crisis de las ciencias europeas y la
fenomenología transcendental24, cuyo período de elaboración se remonta a las
célebres conferencias de Viena y Praga, celebradas en Mayo y Noviembre de 1935,
motivadas por el impacto que causó a nuestro autor el congreso celebrado en
Praga sobre “la crisis de la Democracia”25 en 1934; ha despertado gran interés por
la nueva perspectiva que adquiere la Fenomenología, al situar en primer término,
el acontecer histórico y el sentido de la existencia del hombre contemporáneo.
• Como expresión de la crisis de finales del siglo XIX y principios del siglo
XX. Como un replanteamiento de los logros de la ciencia, de lo que ha
hecho hasta ese momento; y de cómo afronta una serie de problemas a los
24
HUSSERL, E., Die Krisis der europäischen Wissenschaften und die transzendentale Phänomenologie,
Einleitung in die Phänomenologische Philosophie, Editado por W. Biemel, Husserliana VI, Martinus
Nijhoff, La Haya, 1969. Existe una traducción española, sin los anexos, de Jacobo Muñoz y Salvador Mas,
La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología transcendental, Editorial Crítica, Barcelona 1991.
Resultan claves para este planteamiento SAN MARTÍN, J., La fenomenología de Husserl como utopía de
la razón, Anthropos, Barcelona, 1987; Ensayos sobre Ortega, UNED, Madrid, 1994; Para una filosofía de
Europa, Biblioteca Nueva, Madrid, 2007; LANDGREBE, L., Fenomenología e historia, Monte Ávila,
Caracas, 1975; DÍAZ ÁLVAREZ, J., Husserl y la historia. Hacia la función práctica de la fenomenología,
UNED, Madrid, 2003.
25
Husserl había mandado a este congreso un texto solicitado por los organizadores con el título “La misión
de la filosofía en nuestro tiempo”; tanto sus conferencias de Viena sobre “La Filosofía en la crisis de la
humanidad europea” como la de Praga acerca de “La crisis de las ciencias europeas y la Psicología”, forman
ese testamento político de Husserl que es la primera parte de la Krisis.
26
HUSSERL, E., Krisis, III, § 73, p. 269.
cuales no puede responder tanto por los métodos y concepción filosófica
que constituyen su paradigma, como por un cambio de perspectiva en
cuanto a los fines perseguidos.
27
HUSSERL, E., Krisis, I, § 2, p. 3-4. Subrayado mío.
28
Esta cuestión la abordé en “Crisis de las ciencias, Lebenswelt y Teoría crítica”, Daimon, Revista de
Filosofía, nº 16, Murcia, 1998.
“La decadencia de Europa en la alienación (Entfremdung) de su propio sentido
racional de la vida, el hundimiento en la hostilidad y en la barbarie.” 2) “o el
renacimiento de Europa desde el espíritu de la filosofía mediante un heroísmo de
la razón que venza definitivamente sobre el Naturalismo”29.
29
HUSSERL, E., Krisis, Texto complementario III, p. 347- 48.
30
HUSSERL, E., Krisis, Texto complementario III, p. 346.
31
HUSSERL, E., Krisis, “ “ III, p. 336.
32
HUSSERL, E., Krisis, I, § 7, p. 15.
33
HUSSERL, E., Krisis, Texto complementario III, p. 336.
efectos y reacciones de la revolución bolchevique y que asiste al advenimiento del
nazismo al poder. Husserl sufre como judío los efectos de la victoria del
nacionalsocialismo (“acusado de haber <talmudizado> las ideas del <ario>
Platón”34), exclusión de la lista de profesores, no puede participar en congresos,
autorización para abandonar Alemania, etc.). Husserl morirá en 1938, a los 79
años, habiendo diagnosticado los síntomas, motivos y causas de la crisis. La crisis
refleja todo un período histórico y se convierte en “una crisis del humanismo
europeo mismo en toda la significación de su vida cultural”35
34
LÖWITH, K.: Mi vida en Alemania antes y después de 1933, Visor, La balsa de la medusa 61, Madrid,
1992, p. 48. Narra sus relaciones con Husserl y su maestro Heidegger, teniendo como trasfondo el auge del
nazismo y sus consecuencias para la comunidad académica.
35
HUSSERL, E.: Krisis, I, § 5, p. 10.
36
FELLMANN, F., Fenomenología y Expresionismo, Trad. Müller del Castillo, Ed. Alfa, Barcelona, 1984,
p. 99. Tesis contraria en Díaz Álvarez, op. cit.,
37
Véase mi artículo citado para la relación/recepción de Husserl con la primera generación de la Escuela
de Frankfurt y la contraposición teoría tradicional/teoría crítica.
las teorías con grandes pretensiones universalistas; como protectora - “sin
privilegio alguno” - de esa racionalidad crítica e intérprete del mundo de la
vida38. El filósofo como arconte, como “funcionario de la humanidad”.
38
HABERMAS, J.: Conciencia moral y acción comunicativa, Trad. Ramón García Cotarelo, Península,
Barcelona, 1985, pp. 11-29.
39
HUSSERL, E., Krisis, Beilage XXVIII, pp. 512-13.
40
HUSSERL, E., Krisis, Beilage, XXIX, p. 516.
en la que nos hallamos… La situación del hombre se modifica si
tomamos conciencia de ella”41
41
PATOCKA, J., Platón y Europa, Península, Barcelona, 1991, p. 9
42
PATOCKA, J., Platón y Europa, p. 14, citando La resurrección d´un Etat: souvenirs et reflexions 1914-
1918. Y añade Patocka la conclusión de Masarik: “Tal vez la guerra mundial no sólo marque el final
definitivo del antiguo régimen, sino también el cierre del período de transición de las revoluciones”.
43
PATOCKA, J., Platón y Europa, p. 16
Recorre nuestro filósofo el nacimiento y gestación de Europas, la
Antigüedad, Edad Media, sus peculiaridades, pues la reflexión tiene que ir en la
senda que Husserl marcó la crisis de Europa y la reflexión por la herencia de
Europa.
SANMARTIN
Los artículos publicados por Husserl en Japón, en la revista The Kaizo, entre
1922 y 1924, son coetáneos de su Erste Philosophie que recoge estudios sobre
historia de la filosofía, representan una prueba más de que La crisis de las
ciencias europeas y la fenomenología transcendental no fue un estrambote, un
añadido final a la obra del maestro de Friburgo. Nada más lejos de la realidad. El
título de la revista nipona Renovación coincidía con las intenciones de Edmund
Husserl. La necesidad de renovación de problema y método, la renovación como
un problema ético individual; renovación de la ciencia; en definitiva, toda una
declaración de principios que resume en cómo:
44
HUSSERL, E., Renovación del hombre y de la cultura, Cinco ensayos, Introducción de Guillermo de
Hoyos Vásquez y trad. de Agustín Serrano de Haro, pp. I-XXXVI, Anthropos, Barcelona, 2002, p. . Se
recoge parte de Aufsätze und Vortrage (1922-1937), Hua XXVII, pp. 3-94, ed. De Sepp y Nennon,
Kluwer Akademischer Publisher, Dordrecht, 1988.
45
HUSSERL, E., Renovación del hombre y de la cultura, p. 1.
hacer que las cosas cambien, de que algo suceda y para ello tenemos que dar un
“combate moral” al no renunciar a ese ideal ético que se cierne en la decadencia
de Occidente. No hay nadie, para nuestro filósofo. que pueda negar
46
HUSSERL, E., Renovación del hombre y de la cultura, p. 5.
47
HUSSERL, E., Renovación del hombre y de la cultura, p. 12.
48
HUSSERL, E., Renovación del hombre y de la cultura, p. 22.
49
HUSSERL, E., Renovación del hombre y de la cultura, p. 38 y 41.
de la correspondencia del filósofo posterior a la finalización de la guerra podemos
subrayar la profunda huella que ha dejado en el autor de las Investigaciones
Lógicas ya que pone al descubierto “la indescriptible miseria, no sólo moral y
religiosa sino filosófica de la humanidad”50 y además denuncia a
50
Carta a W. Hocking 3/7/1920, cfr. HOYOS VASQUEZ, Introducción a HUSSERL, E., Renovación del
hombre y de la cultura, p. VIII.
51
Carta a Winthop Bell 11/8/1920, Ibid., p. VIII
52
Véase SAN MARTÍN, J., Para una filosofía de Europa. Ensayos de una fenomenología de la historia,
Biblioteca Nueva, Madrid, 2007, especialmente del cap. VII al X, pp. 159-300. Los textos canónicos se
encuentran en el volumen que recoge los textos de gestación de la crisis, Die Krisis der europäischen
Wissenschaften und die transzendentale Phänomenologie, Ergänzungsband. Texte aus dem Nachlass 1934-
1937. Ed. de R. Smid, Kluwer Akademischer Publisher, Dordrecht, 1992; además la Husserl-Cronik de
SCHUMANN
conferencias de Praga y Viena. Es la democracia (otro significado para Europa) lo
que está en peligro.
SEMPRÚN-PATOCKA
Todos se preguntan por ese futuro, e incluso hoy lo hacemos con esta crisis
mundial donde la Unión Europea, el euro, el Estado de Bienestar está en un
retroceso brutal, poniendo fin a las conquistas que desde los años veinte se habían
realizado en el terreno económico, laboral y asistencial. Europa encarna la
memoria del logos, ese diálogo permanente con nuestro pasado desde el origen
de la filosofía y su historia hasta nosotros. Es la autonomía del saber, de un
pensamiento universal que no tiene sólo una perspectiva teórica sino donde la
clave de la ética cívica es necesariamente complementaria.
53
SAN MARTÍN, J., Para una filosofía de Europa, p. 231.
afrontar la nueva misión de la filosofía. Será en el VIII Congreso Internacional,
celebrado en Praga en septiembre de 1934 y presidido por el Dr. Benes, donde
Husserl dará respuesta al tema del Congreso: Misión de la Filosofía.