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AVIVA TU OBRA EN MEDIO DE LOS TIEMPOS (HABACUC 2:20-3:1-2)

¿Es un juicio de Dios la crisis sanitaria, económica, social causada por el covid 19 y los levantamientos
en Colombia? Muchos piensan que sí, y seguramente no les faltan razones, pero lo cierto es que no
podemos tener la seguridad absoluta por más que argumentemos, esa afirmación sólo la puede realizar y
revelar el Señor. Eso fue lo que hizo con toda nitidez al dar a conocer al profeta Habacuc, que los
caldeos serían instrumentos de un severo juicio de Dios hacia su propio pueblo: Israel.
El profeta entró en conflicto, después de orar y expresar su desconcierto delante de Dios, empezó a
comprender y llegó a hacer una de esas afirmaciones que han quedado grabadas en la memoria del
pueblo de Dios: ¡Aviva tu obra en medios de los tiempos!
Una de las cuestiones que antes de esta crisis nos planteábamos era: ¿Quién y qué puede cambiar la
situación espiritual de Colombia y el mundo? Ahora con el coronavirus se torna todavía más relevante y
necesaria, y debería ser uno de los principales motivos de oración y con el mismo espíritu de Habacuc
decimos: ¡Señor, que esta crisis pueda significar un cambio de actitud espiritual en nuestro país! Y
un cambio de avivamiento en tu pueblo, que somos tu obra.
La oración de Habacuc nos muestra que el avivamiento es una obra de Dios, no es un logro del hombre.
Hay cosas que el pueblo de Dios puede y debe hacer para un avivamiento – el clamar a Dios y suplicar
por Su obra de avivamiento.
La Iglesia aprende cuatro puntos clave de esta situación:
1.- El Señor está en su Santo Templo (2:20)
Nuestro Dios es único. Es un Dios vivo, es Espíritu, invisible, pero activo en la historia.
Es un Dios que nos ha creado, que nos ha amado, que ha hablado. Nuestro Dios habita en Santidad, y
solo en santidad podemos acercarnos a Él. A Él, todos nosotros debemos callar, honrar, reverenciar.
Qué importante es reconocer a Dios, en su Santidad y callar delante de Él.
2.- La grandeza de la oración del siervo del Señor (3:1)
Cuando somos conscientes de Su grandeza, de su majestad, de su perfección, de su bondad.
Entonces oramos, desde una posición de siervos, necesitados de Él, oramos. Nos dirigimos a Él en
oración, y derramamos nuestra alma en su presencia. Tener un Dios que habita en Santidad, es siempre
un motivo de esperanza.
Porque el Señor es quien es, podemos orar con esperanza por nuestro país y el mundo.
3.- El uso de La Palabra del Señor (3:2a)
Qué privilegio tan enorme, el Señor además de la oración nos da su Palabra. Poder oír, escuchar la
Palabra del Señor, es algo único, transformador. ¿Cómo debemos reaccionar ante la Palabra de Dios?
Dependerá de nuestra situación espiritual. Si es la de desobediencia de Dios, como era este momento del
pasaje: Temí.
La Palabra de Dios es una espada de dos filos, penetra hasta los tuétanos, ¿quién la podrá resistir? Todos
los hombres deberían temer la Palabra del Señor, quien no responda, quien ignore su Palabra se enfrenta
a un futuro terrible, peor que la muerte… la segunda muerte.
4.- Clamar con el corazón: Aviva tu obra en medio de los tiempos (3:2b)
No olvides, que el clamor es Aviva TU obra; porque a veces decimos Aviva MI obra.
No hay nada más hermoso, significativo y consolador, que la Obra que el Señor hace.
La historia humana está llena de esperanza porque Dios tiene una obra con propósito para nosotros.
5. Al mismo tiempo, esto debe de ser una oración personal: “Señor, avívame.” A menudo culpamos a
la iglesia por pecado, corrupción, flojera, por no orar, falta de poder espiritual, o lo que sea – y nos
olvidamos que nosotros somos la iglesia. Ora por avivamiento personal y diligentemente, busca en ti
mismo:
· Observa tu conducta – tu andar glorifica al Señor como debería? ¿Qué tal de tu conducta privada, la
cual únicamente ve el Señor?
· Observa tu forma de hablar – ¿Es profana, de maldición, engañosa, o impura? ¿Hablas de Jesús con
otros?
· Observa tu comunión – ¿estás viviendo una vida en crecimiento, permaneciendo con Jesús?

-Qué importante es que dejemos que Dios actúe.


-Qué importante es que oremos para que Dios actúe.
-Qué importante es que escuchemos la Palabra de Dios.
La Obra de Dios tiene que ser revelada por Él, el verdadero conocimiento surge de su Palabra.
La Obra de Dios tiene que ver con su amor y misericordia: de tal manera amó Dios al Mundo…
¿Quién puede cambiar la situación espiritual de Colombia y del mundo?
¡Aviva tu obra en medios de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer!
No te olvides que si eres Hijo de Dios, tú eres la obra de sus manos, y Él la avivará.

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