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3/2/24, 16:38 ENRIQUE PICHÓN RIVIERE

ENRIQUE PICHÓN RIVIERE

FUNCIÓN DE EQUIPO
Juego, deporte y psicología social

Continuamos el diálogo con el Doctor Pichon


Rivière, dispuestos a enfrentar la opinión
pública, es decir, a nuestros lectores, con un
enfoque psico-sociológico del deporte.
Paulatinamente vamos encontrando en el
lenguaje de todos los días; en los lugares
comunes de que nos valemos quienes andamos
en estas cosas por virtud del periodismo o,
simplemente, en razón de nuestra afición.
Afición que comparten los grandes núcleos
humanos que individualizamos como masas de
espectadores. El panorama se va aclarando. De
los conceptos generales, lentamente arribamos
al análisis del jugador y, fundamentalmente, a
la de su función de equipo. No pretendemos
decir cosas nuevas. Lejos de nuestro ánimo en
tono admonitorio. Solamente señalamos los
problemas y también las vías de solución. Sobre
todo porque estamos absolutamente
convencidos de que las situaciones más graves
en torno a los conflictos, o no se ven o no se
tratan con el debido criterio. Y decimos esto
pensando muy en especial en los recientes
episodios de pública notoriedad que se han
desprendido de la actuación del plantel
futbolístico argentino en Suecia. Fueron
muchos los que esperaban "sensacionales
declaraciones" de protagonistas y testigos, más
todas las presunciones rondaban planos
minúsculos e intrascendentes, algunos cuyos
matices entraban decididamente en el terreno
de lo ridículo. Lo real y concreto es que ya
tenemos el material como para establecer un

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cuadro clínico, y operar de inmediato


terapéuticamente. Pero todo esto surgirá del
diálogo, con palabra y pensamiento más
autorizados que el nuestro.

-Bien, doctor Pichon Rivière, hemos llegado al deportista.


-Indudablemente. Ya hemos visto que el deporte es: juego más competición.
Deportista, por ende, es todo aquel que participa del mismo, no solamente
con su habilidad personal y el conocimiento técnico que posea del deporte
que practica, sino con otro agregado que establece, precisamente, la
diferencia entre juego y deporte. O sea que el deportista debe tomar
conciencia y responsabilidad del papel que debe desempeñar dentro del
equipo de que forma parte.
-¿Qué es jugador?
-Creo que la resultante de una serie de elementos que podemos resumir en
tres puntos: 1) factores físicos; 2) factores técnicos; 3) factores psíquicos.
-Le formulé la pregunta porque quisiera que estableciéramos el concepto
apelando a un ejemplo concreto: el fútbol.
-Como muy pocos otros, esto ya lo hemos manifestado: el fútbol pertenece a
los juegos deportivos sociales. Esto se traduce con mayor claridad en lo
siguiente: el jugador quiere y debe ser un co-jugador, con intención de serlo
también respecto de la actuación de sus contrincantes del campo o
adversarios. El equipo contrario nunca habrá de ser un enemigo que
constituya una amenaza permanente, un obstáculo o impedimento que
estorbe. Los compañeros del mismo equipo como los integrantes del equipo
adversario, están presentes unos en otros en base a lo que llamamos esquema
referencial previo de cada uno de los componentes con respecto a
compañeros y adversarios. Por la dinámica de este esquema, y en la medida
en que el mismo es operante, se obtiene un mayor o menor éxito en la labor
realizada.
-¿Qué es lo que determina esa unidad de los equipos contrapuestos?
-No es sólo la paridad en el dominio del juego o de su técnica lo que la
determina. La unidad radica, ante todo, en la conciencia que se adquiere -y
por lo tanto en la voluntad decidida- de luchar contra el adversario para
alcanzar la victoria.
-¿Sería ésa la finalidad?
-La victoria es necesaria a la estructura social del deporte, ya que en él los
equipos se oponen, pero no constituye su finalidad. Esa finalidad consiste
exclusivamente en jugar un buen partido combatiendo lealmente por la
victoria.
-¿Estamos hablando, quizá, de la moral deportiva?
-En cuanto lleguemos al convencimiento que en los deportes el adversario es
al mismo tiempo un compañero, comprendemos perfectamente cuál es la
moral que el deporte debe mantener y, sobre todo, promover.
-Damos por comprendido en ese principio el respeto por los reglamentos...
-Si duda alguna. Y también la aceptación de la disciplina y de todas las
sensaciones eventuales. Pero, por sobre todo, pensamos que debe
mantenerse el juego limpio y el buen humor. Si se quiere mantener el valor
sociológico y pedagógico del deporte, es imprescindible que el aspecto
guarde un nivel alto.
-Volviendo al tema anterior, le diría que el fútbol es, además, un notable
medio de distracción.

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-Comparto plenamente la opinión. Este deporte es de los que atraen mayor


cantidad de espectadores, y ello se explica porque el hombre de trabajo es
también hombre de juego. Pensemos, por otra parte, que en los deportes se
despiertan viejas situaciones que están semilatentes. Por eso es que el
deporte constituye una distracción. Especialmente el fútbol.
-Bien, prosigamos. Falta considerar un aspecto vital: el del permanente
contacto del equipo.
-La importancia de que un equipo mantenga un contacto permanente se basa
en la posibilidad de establecer paulatinamente un esquema interno de
coordinación en cada uno de sus integrantes, a fin de que éstos rindan con
máxima eficiencia su función de engranaje de equipo.
-¿Significa esto que deben ajustarse a técnicas preestablecidas?
-No. Los resultados de esa técnica con papeles estudiados de memoria,
generalmente son contraproducentes. Ya conocemos, por otra parte, cuáles
son sus consecuencias. Lo que interesa es la compenetración de los aspectos
positivos de cada uno, para que se capitalicen y se aprovechen en función de
una labor conjunta.
-Creo que eso es lo que los sociólogos llaman esquema referencial.
-Efectivamente. Y es evidente que para lograr en cada integrante del equipo
un esquema referencial que esté de acuerdo a las necesidades del mismo, es
necesario un conocimiento mutuo a través de cierto tiempo, de modo que se
pueda ir modificando en la medida que surjan elementos de roce o
disonancia que impidan un entendimiento mejor.
-¿Y si se trata de formar un equipo para un encuentro imprevisto?
-Cuando un equipo ha operado en esas condiciones que señalamos y deba
enfrentar a otro imprevistamente, estará en condiciones de sobrellevar
convenientemente una competición, aún cuando sus componentes analizados
en forma individual, sean de escasa calidad. Con esto quiero señalar, en buen
romance, que no es la calidad individual lo que solamente se necesita para
formar un equipo con probabilidades de éxito. Lo importante es la
capacidad de coordinación de cada uno de los valores que entran en juego.
Porque el resultado sólo lo dará la suma de esos valores. En la medida en
que la capacidad potencial logra emerger para trocarse en capacidad real, las
posibilidades del resultado final de la labor van en aumento.
-¿Es decir que los valores individuales no se necesitan?
-No; quise decir que no solamente se necesita de valores individuales, sino
la calidad potencial aumenta considerablemente por medio de la
coordinación del equipo. De esta forma se logra el máximo real de
rendimiento en esos valores.
-¿Y en cuanto al clima interno de relaciones?
-Un equipo con tensiones controladas, sin conflictos y sin roces internos,
logra una armonía técnica y moral que redunda en beneficio no sólo del
público y del espectáculo, sino de los propios jugadores que lo componen y
aun de los adversarios.

Enrique Pichón Riviere


(En "Psicología de la vida cotidiana", 1966/67)

Obra facilitada por la Escuela de Psicología Social del Sur – Quilmes (


Argentina)
http://www.geocities.com/Athens/Forum/5396/index.html

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