0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
16 vistas1 página
Este documento describe las experiencias oníricas de Asterión en un laberinto infinito donde ve versiones alternativas de sí mismo. Algunos Asteriones tratan de descifrar su destino a través de las paredes o buscan escapar del laberinto, mientras que otro emite potentes bramidos y deambula desgarrando las paredes, en busca de redención. Asterión contempla si desde su posición podría ser Dios, pero también considera que podría haber otro Asterión que lo percibe a él.
Este documento describe las experiencias oníricas de Asterión en un laberinto infinito donde ve versiones alternativas de sí mismo. Algunos Asteriones tratan de descifrar su destino a través de las paredes o buscan escapar del laberinto, mientras que otro emite potentes bramidos y deambula desgarrando las paredes, en busca de redención. Asterión contempla si desde su posición podría ser Dios, pero también considera que podría haber otro Asterión que lo percibe a él.
Este documento describe las experiencias oníricas de Asterión en un laberinto infinito donde ve versiones alternativas de sí mismo. Algunos Asteriones tratan de descifrar su destino a través de las paredes o buscan escapar del laberinto, mientras que otro emite potentes bramidos y deambula desgarrando las paredes, en busca de redención. Asterión contempla si desde su posición podría ser Dios, pero también considera que podría haber otro Asterión que lo percibe a él.
De vez en cuando un intricado lapso de tiempo al azar rapta mi experiencia en las
infinitudes de mi conciencia. Acaece la noche (aparentemente) y veo a un sinfín de Asterión, ninguno igual al otro. A veces veo a uno que es solo un observador del porvenir, cree que nació de la yuxtaposición entre el cielo y la tierra, en esa delgada línea que sus memorias le han dejado ofuscadamente entre ver, algún momento que percibió simbólicamente en el pasado (o futuro, o de otro Asterión, quizás). Otro que trémulo ante la incoherencia de su existencia trata de decodificar el lenguaje de las paredes con el motivo de ver si es que ellas pueden ser un guía sobre como su destino a caído en manos de estos infinitos pasajes, siente que es un cuadro y sus espectadores son estas murallas. De momentos corre para ver si una de estas paredes llega a no alcanzarlo y por fin sea testigo del último recuadro de este sórdido Asterión. Pero hay un Asterión que recurrentemente percibo en un rincón de estas infinitudes, otro de un laberinto aún más grande, siento como sus pisadas flagelan el suelo ocasionando oscilantes retumbares, emite potentes bramidos que se entrecortan en unos tristes sollozos, deambula incesantemente rasgando algunas paredes, al hacerlo unas pesadas gotas resuenan en el suelo generando un eco tortuoso, es como si todas estas señales tuviesen un cometido para su alma, invitando a un redentor o un Dios que se apiade de su existencia… Quizás desde esta posición, Asterión, pienses que puedo ser Dios, hasta yo lo creería, pero de ser así ¿Habría otro Asterión que me percibe?