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El derecho a la libertad religiosa 14/02/2022

Hay tres derechos fundamentales que no deben de ser confundidos entre sí: La libertad religiosa, la
libertad de pensamiento y la libertad de conciencia.

En un principio, se defiende que estos derechos sean superiores al derecho a la vida. Pero según un autor
italiano, vienen a expresar las facetas más íntimas e identificativas de las personas (su modo de ver el
mundo): “¿Si a uno le privan de su modo de ver el mundo, de qué le sirve la vida?”. Las tres libertades
tienen suficientes características para poder diferenciarlas en base tres criterios:

 La relación con la Verdad


 La elección del Bien y del Mal (moral)
 La relación con un ser trascendente (Dios).

No las podemos definir como autónomas e independientes, porque todas protegen una misma realidad.
Las tres protegen el ámbito de racionalidad primaria de la persona, su capacidad de querer y manifestarse
públicamente.

Libertad religiosa

Cuando hablamos de derechos fundamentales o si afirmamos que la libertad religiosa es un principio


fundamental del Estado, si decimos que es un Estado de libertad religiosa, asumimos que el derecho
pertenece a la persona (como el resto de los derechos fundamentales inherentes a su persona) antes de que
el Estado la otorgue por la condición de ser ciudadano.

Su objeto es la fe como acto y la práctica de la religión como consecuencia de ese acto de fe y, por tanto,
toda manifestación publica o privada.

Tiene dos dimensiones:

 Interna: Acto de fe
 Externa: Protección del acto de fe en sus manifestaciones externas

Libertad de pensamiento/ideológica

Cuando hablamos de libertad ideológica, su objeto es el conjunto de ideas, el pensamiento


filosófico/político: Es la concepción que cada hombre tiene del mundo, la vida y su libertad
(Cosmovisión). Ejemplo: Las concepciones no fideístas (ateísmo, agnosticismo, etc.) se encuentran
protegidas por la libertad ideológica y no tanto por la religiosa (no es cuestión de fe, sino de visión); sin
embargo, ambas ofrecen una visión completa del mundo. Se reconoce en los artículos 16 y 20 (protege
sus distintas formas) de la CE y no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.

Su ámbito abarca dos dimensiones:

 Interna: Representar la realidad que


 Externa: Poder actuar con arreglo a mis propias creencias sin sufrir castigo, sanción, indemérito
o injerencias por parte de los poderes públicos.

Libertad de conciencia

Su objeto es el juicio de moralidad y la actuación en conciencia en base a ese juicio. Nadie puede aplicar
el juicio de conciencia a otro individuo, ya que es un derecho intransferible. La CE garantiza este derecho
de forma indirecta, aunque se recurre a la interpretación del TC sobre el artículo 10.2, que afirma que la
libertad de conciencia se encuentra en el artículo 16.

En este artículo se establecen dos ámbitos:

 Interna: formar libremente la conciencia


 Externa: derecho a obrar imperativamente de acuerdo con la propia conciencia

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