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LIBERTAD DE

PENSAMIENTO
Integrantes:
 Diana Leticia Portillo Aparicio
 Erika Regina Hernández Reina
 Laura Raquel Pérez Cedillos
La libertad de pensamiento

Derecho a la libertad de pensamiento, también conocido


como libertad ideológica, es el derecho que tiene el
individuo a no ser perseguido sancionado o molestado por
sus pensamientos, opiniones o creencias.
Este derecho tiene carácter absoluto, a diferencia de la libertad de
expresión la libertad de pensamiento no precisa regulación alguna,
bastando con la exigencia de su respeto por individuos y poderes
públicos, su reconocimiento está históricamente ligado al de la
libertad religiosa como libertad de conciencia para luego
generalizarse en la libertad de opinión.
La libertad de pensamiento

La libertad ideológica y la libertad religiosa son dos


manifestaciones históricas de una libertad más amplia,
implícita en la Constitución, que es la libertad de
pensamiento, es decir, el derecho de todas las personas a
mantener todo tipo de pensamientos, opiniones,
convicciones o creencias sobre cualquier aspecto de la
realidad o de la vida humana.
En el sentido más restringido del término, la libertad
ideológica se refiere a las ideas sobre la organización de la
sociedad (por ejemplo, el socialismo marxista o el
anarquismo) y la libertad religiosa se remite a las creencias
sobre el origen y sentido del universo y de la vida humana,
o sobre la existencia de uno o varios seres superiores o de
carácter sobrenatural.
Con la llegada de las revoluciones burguesas, como
respuesta a esta represión previa de los Estados
autoritarios, las constituciones liberales reconocen en sus
articulados las libertades ideológica y religiosa.
No obstante, la complejidad del mundo postmoderno obliga,
a mi juicio, a interpretar estas libertades en sentido
expansivo para incorporar todo tipo de creencias o
pensamientos, incluso aquellos que se consideran de menor
importancia, puesto que la atribución de importancia a una
creencia subjetiva depende, lógicamente, de las propias
creencias subjetivas que tenga cada persona.
La libertad de pensamiento tiene dos dimensiones:

-Una faceta interna a la persona: el derecho a sostener en


la esfera íntima o mental cualesquiera creencias u opiniones.

-Una faceta externa a la persona: el derecho a


comportarse conforme a estas creencias o valores (agere
licere). La dimensión externa y organizada de la libertad
religiosa en el seno de una
La libertad ideológica/ de pensamiento, es una de las
libertades que forman parte del elenco del derecho a la
libertad.
La declaración universal de los derechos humanos, Art. 18 dice :

“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión;


este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el
de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin
limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

.
Este articulo garantiza la libertad ideológica de los individuos y
comunidades sin más limitación en sus manifestaciones que la
necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la
ley, nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología religión
o creencia ni discriminado por razón de opinión.
Por libertad de pensamiento entendemos:

 Es el derecho de las personas a tener unas ideas, creencias o convicciones


propias.
 Incluye el derecho a adquirir, desarrollar y expresar las ideas, creencias o
convicciones que uno tiene, de manera libre, como se regula en el Art. 2 de
la constitución salvadoreña.
Artículos de la constitución de El Salvador que regulan la libertad.

 Art. 2.- Toda persona tiene derecho a la vida, a la integridad física y moral, a la libertad,
a la seguridad, al trabajo, a la propiedad y posesión, y a ser protegida en la
conservación y defensa de los mismos.

Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.

Se establece la indemnización, conforme a la ley, por daños de carácter moral.


 Art. 6.- Toda persona puede expresar y difundir libremente sus pensamientos
siempre que no subvierta el orden público, ni lesione la moral, el honor, ni la
vida privada de los demás. El ejercicio de este derecho no estará sujeto a
previo examen, censura ni caución; pero los que haciendo uso de él infrinjan
las leyes, responderán por el delito que cometan.
Se reconoce el derecho de respuesta como una protección a los derechos y
garantías fundamentales de la persona.
En ningún caso podrá secuestrarse, como instrumentos de delito, la imprenta,
sus accesorios o cualquier otro medio destinado a la difusión del pensamiento.

 Art. 25.- Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones, sin más límite
que el trazado por la moral y el orden público. Ningún acto religioso servirá
para establecer el estado civil de las personas.
La proyección de la libertad de pensamiento
en el ámbito laboral

Al igual que el resto de los derechos fundamentales más


clásicos, la libertad de pensamiento, aunque ha sido
concebida como un limite al poder estatal, se proyecta
también sobre las relaciones entre particulares y, por
supuesto, se aplica también al ámbito laboral.
Puesto que la libertad de pensamiento en su dimensión
interna es ilimitada, debe entenderse que los trabajadores
pueden albergar en su fuero interno las creencias o
pensamientos que consideren más oportunos, sin sufrir
ningún tipo de represalias por parte de nadie, incluyendo al
empresario. Estas represalias serían consideradas
discriminaciones prohibidas por razón de religión, opinión o
convicciones.
En lo que refiere a la dimensión externa, estas libertades se
ven condicionadas por los derechos fundamentales del
empresario y de los trabajadores y demás personas en
contacto con la empresa, pero también por las obligaciones
contractuales propias de la relación de trabajo y por el
principio de buena fe entre las partes.
Así, por poner un ejemplo extremo, si un trabajador presta
sus servicios en una fábrica de armas, no puede alegar sus
convicciones pacifistas como una excusa para no trabajar.
Esto no quiere decir que no tenga libertad para tener las
ideas que considere oportunas, sino, más bien, que si
considera que estas ideas son incompatibles con su trabajo,
lo lógico sería que no contratase con esa empresa o, si
cambian sus convicciones durante el tracto de la relación
laboral, que dimita de su puesto.
La proyección de la libertad de pensamiento
en el ámbito laboral
En principio, el trabajador es libre para expresar sus ideas
políticas, religiosas o de otra índole, en el ámbito del
trabajo a través de palabras, gestos o símbolos (lo que se
vincula también a la libertad de expresión que se analizará
más adelante). Ahora bien, esta libertad debe ponerse en
consonancia con las exigencias derivadas del vínculo
contractual, fundamentalmente durante la jornada laboral y
en el lugar de trabajo.
Así pues, esta expresión debe ser compatible con el
cumplimiento pleno y de buena fe de las obligaciones
contractuales del trabajador; por ejemplo, no es lo mismo
que el trabajador manifieste libremente cuál es su religión e
incluso hable del tema en conversaciones informales a que
emprenda un proselitismo religioso que altere el
funcionamiento de la organización o que moleste a
compañeros o clientes.
En algunos casos, la exhibición muy ostentosa de símbolos
religiosos puede oponerse a las exigencias de uniformidad o
a la proyección de una imagen de neutralidad por parte de la
organización (en estos casos debe hacerse un juicio de
ponderación). Como se verá más adelante, en las
organizaciones o puestos llamados “de tendencia” puede
haber restricciones adicionales a la libre expresión de las
creencias en el ejercicio de las tareas propias de la
prestación laboral.
Para poder hablar de libertad ideológica, se deben cumplir y respetar una serie de
principios y derechos:

Requisitos:
 

 Conocimiento.
 Acceso a la información.
 Educación.
 Libertad de expresión e información.
 Libertad de enseñanza.
Características de la libertad de pensamiento.

o Todas las personas, tanto individuales como colectivamente consideradas,


tienen este derecho.
 
o El objeto de esta libertad está compuesto por:
 
 Las ideas.
 Los criterios.
 Los sentimientos.
 Las convicciones de las personas.
Características de la libertad de pensamiento.

 
o Los poderes públicos tienen la obligación de:
 Garantizar y proteger la realización efectiva de la
libertad de las personas por medio de las acciones o
medios que sean necesarios.
El derecho a la libertad de pensamiento es conocido también como
libertad ideológica y es uno de los derechos constitucionalizados como
fundamentales, hoy en día la mayoría de los habitantes del mundo
disfruta de la libertad de expresión, mientras que en otras partes las
opiniones son censuradas y las personas son castigadas por expresar
libremente sus ideas, sin embargo, esa libertad de expresión no
siempre viene acompañada de libertad de pensamiento.
 
Pero ¿Cómo es esto posible?, ser libre para expresarse supone
necesariamente libertad para pensar, ciertamente hay que reivindicar
la libertad de expresión, pero por ejemplo si lo que se expresa en un
medio de comunicación es un pensamiento que no es propio, que se
ha adquirido sin convicción y sin reflexión personal entonces no se es
libre de pensamiento, por mucho que alguien se dé libre por
expresarse
Por otra parte, muchas ideas y opiniones sobre la realidad o la vida
humana (desde modelos de comportamiento o estilos de vida hasta
consideraciones asociadas al puro ocio) no constituyen “ideologías” en
el sentido más estricto del término pero derivan de la misma libertad de
pensamiento humano. Así, debe considerarse que las represalias
laborales ajenas al interés empresarial y motivadas por opiniones
aparentemente banales como las aficiones, los gustos personales o el
equipo de fútbol, afectan a la libertad de pensamiento.
Ejemplo:

Decidir trabajar a pesar de ser alguien sumamente joven porque no hay dinero en nuestro hogar y
nuestra familia lo necesita, es su decisión y libremente lo ha elegido, pero ciertamente su
pensamiento y acciones están condicionados por un factor económico.
Comúnmente defendemos la libertad de expresión, aunque no
tenemos costumbre de detenernos a considerar si tenemos libertad de
pensamiento, entendiendo a ésta como la oportunidad de tomar una
decisión libre y meditada con la que elijamos nuestros valores sin
condicionamiento cultural, político, social, ni económico.
¿Por qué es así? desde la infancia todo nuestro

contexto social, cultural, político y familiar nos


transmite claramente lo que se espera de nosotros, es
decir, nos van indicando cuál es nuestro sitio, el lugar
que la vida espera que nosotros ocupemos .
Lo habitual es que desde niños las personas que nos cuiden
traten de hacernos partícipes de su manera de pensar, de
manera directa o indirectamente, permitiéndonos contacto
social con las personas que siguen su misma línea de
pensamiento, y no hablando demasiado bien de las personas
que son las que se oponen.
Estamos condicionados por lo que hemos vivido y habitualmente lo
tomamos como punto de partida para construir el resto del mapa que
configura nuestros pensamientos, por ello es difícil opinar o pensar de
una manera distinta a la que estamos acostumbrados, mostrando
acuerdo hacia los que piensan similar o bien mostrando desacuerdo
hacia lo que piensan los otros.
Puede ser que mostremos rechazo y oposición a lo que nos enseñaron y que en contra
de eso nuestras decisiones intenten oponerse de manera sistemática a lo que nos
intentaron transmitir o experimentar, una predisposición positiva a todo lo que
aprendimos, a valorar para construir nuestros pensamientos para tener una base
sólida que apoye nuestras opiniones, habrá que tener una mente abierta, examinar
todos los aspectos, hablar con otros y escuchar, informarse ampliamente, buscar a los
expertos, verificar las fuentes de información y pensar con la mayor libertad posible,
siendo lógicos y realistas para decidir posturas, lo que podemos decir y defender.
En resumen, necesitamos tener mente abierta, voluntad de escuchar,
leer y excavar en busca de la verdad y recursos para la investigación
todo ello, para buscar tener verdaderamente libertad de pensamiento.
¿Cómo se relaciona la libertad de pensamiento con el medio ambiente?

Que sería de la humanidad sin agua dulce o alimentos, bellos paisajes y agua, no hay duda,
dependemos de la naturaleza para vivir, esta puede continuar sin nosotros, pero la vida sin la
naturaleza para el ser humano es imposible, respetar y cuidar la naturaleza es vital y para que
esto suceda la libertad de expresión, de pensamiento y la educación son indispensables, además
gracias a la libertad de expresión y pensamiento los movimientos sociales han podido compartir y
dar a conocer las problemáticas que afronta el planeta, por ejemplo la crisis climática
consecuencia de nuestras acciones irresponsables, resultado de nuestra falta de comprensión
del entorno y de nosotros mismos.
Gracias.

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