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TRABAJO PRACTICO Nª 3
Fecha de presentación:02/05/2023
El reflejo de succión
Succionar es una de las actividades fundamentales para la supervivencia del recién
nacido, que le permite no sólo alimentarse, sino también encontrar placer y consuelo.
El reflejo de succión es un reflejo arcaico e innato básico. Sin duda, es uno de los más
esperados por la nueva mamá, cuyo instinto de protección empieza desde su
capacidad para alimentar al recién nacido dándole el pecho.
El reflejo de succión sirve para poner en marcha el mecanismo que da inicio a la subida
de la leche, que se produce entre 24 y 72 horas después del parto. Mientras tanto, el
bebé succiona el calostro, una sustancia que le nutre y le sacia antes de que la mamá
produzca la leche.
Además, el recién nacido y la mamá empiezan a forjar su vínculo indisoluble a partir
de la succión. Un todo, un equipo y un amor que no hará sino aumentar día tras día.
El reflejo de prensión
El recién nacido tiende a coger inmediatamente cualquier objeto que se le ponga en la
mano; basta con rozarle la manita para que, rápidamente, apriete el dedo o el objeto
que le ha rozado. Esta capacidad solo dura un tiempo muy breve, aunque sí
permanece vivo en el niño el instinto de agarrarse.
El reflejo de prensión resulta muy gratificante para los papás, puesto que ver cómo su
pequeñín, que acaba de nacer, agarra su dedo con la manita representa una de las
primeras formas de contacto. Sin duda, un momento enternecedor y maravilloso, que
la mamá y el papá atesorarán siempre.
El reflejo de Moro
Cuando un estímulo repentino modifica el tono muscular del recién nacido o cuando
el niño, apoyado sobre la palma de la mano, se le deja suelto un instante, tiene la
sensación de "caerse" y adopta una posición típica: abre los brazos, flexiona la cabeza
hacia atrás y eleva las piernas uniendo las plantas de los pies.
El reflejo de marcha automática
Sostenido por debajo de las axilas, mientras toca una superficie con los pies, el recién
nacido mueve las piernas como si intentase caminar. Estos movimientos son el
"recuerdo" de cómo pataleaba en el útero materno, para hacerse espacio o cambiar de
posición.
Este reflejo puede resultar sorprendente para quien no tenga referencias, ya que
parece increíble que el recién nacido pueda dar pasos nada más nacer, y que, sin
embargo, no empiece a caminar hasta el año, aproximadamente.
El reflejo de Babinski
Aparece cuando se acaricia la planta del pie del recién nacido. El dedo gordo del pie
del bebé se dirige hacia la parte superior y los otros dedos se abren en abanico.
Desaparece al año, aproximadamente.
El reflejo de Galant
Este reflejo también se conoce como respuesta de curvatura del tronco.
Para que se manifieste este reflejo, se coloca al bebé boca abajo sobre la mano y se
roza con el dedo los dos lados de la columna, hacia un lado y al otro.
El bebé responde curvando la columna hacia el lado estimulado. Este reflejo
desaparece alrededor del año de vida.
El reflejo abdominal
Se trata de un reflejo muy parecido al reflejo de Galant, que hemos explicado
anteriomente. Sin embargo, en este caso, se estimula el abdomen a los lados del
ombligo.
El reflejo de Landau
Cuando se deja suspendido al bebé cabeza abajo, el tronco se extiende. Este reflejo
Video
https://www.youtube.com/watch?v=P1HwI8gmpC0
Guía de actividades.
1- Una vez leído el material realiza un cuadro lo más lo sintético posible con el
nombre del reflejo, sus características y si es primario o secundario.