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TEMA 3: LOS MODELOS DE DERECHO COMPARADO.

LOS MODELOS DE LOS PAÍSES


MIEMBROS DE LA UNIÓN EUROPEA. OTROS MODELOS RELEVANTES.

La Unión Europea nació como una unidad económica (Bélgica, Holanda, Luxemburgo,
Alemania, Italia y Francia) en el Tratado de Roma (1957). La Unión Europea como tal surge tras
el Tratado de Maastricht (1992) y se empieza a regular como una unidad sociopolítica, que va
más allá de la unión económica y monetaria. Se planteó la posibilidad de estructurar un
derecho común en materia de libertad de conciencia. Sin embargo, esta propuesta no cuajó y
se perdió la oportunidad de introducir en el tratado la libertad de conciencia, ya que chocaba
con el principio de identidad de cada Estado.

El derecho de libertad de conciencia tiene dos dimensiones: individual y colectiva (colectivos


religiosos donde se integran los individuos para hacer efectivos sus derechos fundamentales).
En este último ámbito es donde se plantean más problemas.

Hay dos regulaciones:


- La regulación propia de cada Estado.
- El Derecho de la Unión Europea.

Los modelos que coexisten en los países miembros de la UE son bastante diversos, pero todos
tienen como raíz común el cristianismo, el judaísmo (históricamente) y el islamismo (realidad
social actual debido a la fuerte inmigración en Europa). Podemos distinguir dos grupos:

Democracias europeas tradicionales. Están formadas por los 15 países que integraron la UE
desde el momento de unión política en el Tratado de Maastricht. Se incluyen en este grupo
España y Portugal por su avanzado estado de democracia. Distinguimos dos tipos de modelos:

Modelos de Iglesia de Estado. Responden a este modelo Inglaterra, Suecia, Finlandia,


Dinamarca y, con muchas cautelas, Grecia. Este modelo se caracteriza porque hay una iglesia
privilegiada. El Estado legisla todo el contenido de la regulación de la Iglesia, excepto los
aspectos espirituales. No hay separación ni neutralidad jurídica entre Iglesia y Estado. Sin
embargo, estos estados difieren entre sí respecto a la pureza del modelo:

- Los países nórdicos, Suecia, Finlandia y Dinamarca , son estados sociales y


democráticos de derecho, muy evolucionados. El Estado se implica directamente en el
bienestar de sus ciudadanos y el ordenamiento del Estado procura que se defienda el
derecho de libertad de conciencia. Estos países tienen una clara tendencia a
convertirse en estados laicos. Este movimiento ya se ha producido en Suecia y en
Finlandia, donde ha habido dos reformas constitucionales a partir del año 2000, que
han supuesto cierto reconocimiento a la posibilidad de que sean los órganos de la
Iglesia los que legislen y se han recortado sensiblemente algunos de los privilegios de
la Iglesia principal.

- En Inglaterra, la Reina es la Jefa Suprema de la Iglesia anglicana y el Parlamento regula


el derecho de la Iglesia anglicana. El poder civil siempre ha reconocido el derecho de
las personas a seguir su propia libertad religiosa. Todas las demás religiones que
forman parte de la Iglesia anglicana tienen una condición inferior. También se está
produciendo la evolución hacia el Estado laico. Dentro de Reino Unido, Gales e Irlanda
del Norte ya tienen una religión separada del Estado.

CONCLUSIÓN: El derecho de libertad de conciencia (individual) está plenamente garantizado en los


modelos de Iglesia de Estado. El derecho de libertad de conciencia (colectivo) sigue un camino hacia
la laicidad.
- En Dinamarca, por el contrario, la Iglesia nacional sigue siendo regulada en su totalidad
por el Parlamento.

- En Grecia hay una religión dominante: la religión ortodoxa griega. El propio


ordenamiento del Estado le da poder para que se autorregule, salvo en el nivel
superior (patriarcado). El resto de las iglesias son consideradas sujetos privados y para
su creación deben ser reconocidas por la Iglesia ortodoxa. De todos estos países,
Grecia es el que más problemas plantea, puesto que no parece seguir un camino hacia
la laicidad.

Modelos de Estado Laico. Se caracterizan por:

1. La neutralidad del Estado hacia todas las confesiones religiosas.


2. La separación entre iglesias y Estado.
3. La posibilidad de colaboración del Estado con los colectivos religiosos en aquellas materias
necesarias para que el individuo pueda realizar plenamente sus derechos fundamentales.
4. Reconocimiento de la autonomía jurídica de las confesiones religiosas.
Hablamos de laicidad en sentido amplio porque se produce una quiebra en el aspecto colectivo
del modelo de Estado laico, ya que siempre hay algunas iglesias con ciertos privilegios, por ser
la religión histórica de estos estados.

- Francia es el único país que sigue estrictamente su condición de “República laica”.


Establece en su tratamiento constitucional que el Estado no coopera con los colectivos
religiosos ni siquiera en función de los individuos. Todo el derecho religioso sigue el
derecho común del Estado y considera que el principio de igualdad está por encima de
libertad. Francia no firma acuerdos con las confesiones religiosas. Excepción: en
Alsacia, Lorena y la región de Mosela, por ser territorios en pugna con Alemania, sigue
rigiendo un concordato de la época de napoleón.

El creciente cambio que se produjo en la realidad francesa como consecuencia de la


inmigración provocó que en el año 2003 Francia crease una comisión de reflexión
sobre la aplicación del principio de laicidad en Francia. El resultado de esta comisión
fue el Informe STASI, que insta a defender en Francia una laicidad que sea
intransigente con los principios de la República y respetuosa con todas las confesiones
religiosas. La laicidad francesa descansa sobre tres pilares: libertad de conciencia,
igualdad de todas las confesiones y neutralidad del poder político. Se prohíbe el burka
en espacios públicos.

Hay otros cinco Estados donde se puede hablar de una laicidad en sentido amplio. Sus textos
constitucionales corresponden a un modelo laico pero la realidad social no se corresponde en
muchos aspectos. Podemos diferenciar dos grupos:

- Por una parte, están Holanda e Irlanda. Se aproximan más a la laicidad plena porque
en estos países no se subvenciona, con carácter general, a ninguna religión y no han
suscrito acuerdos de cooperación con los colectivos religiosos. Ambas constituciones
reconocen la autonomía jurídica plena de las confesiones religiosas. Todas tienen la
calificación de personas jurídicas privadas. Sin embargo, en el plano sociológico, en
Irlanda domina plenamente la religión católica. Esta tiene mayoritariamente el
dominio de la educación y los hospitales, lo que, indirectamente hace que estén
subvencionados por el Estado.
En Holanda, se permite que calvinismo y catolicismo puedan crear sus propios organismos de
carácter político, cultural, social…que también reciben indirectamente subvenciones del
Estado.

Es importante reseñar, que el derecho holandés, tiene una de las legislaciones más
progresistas en materia de libertad de conciencia: reconoce la eutanasia, el matrimonio
homosexual, la adopción por parejas homosexuales…Está prohibido el burka en espacios
públicos.

- Por otra parte, Italia, España y Portugal. Los principios constitucionales son el
personalismo, libertad de conciencia, etc. Las iglesias están separadas del Estado.
Tienen autonomía jurídica propia. Sin embargo, durante mucho tiempo estos países
han sido tradicionalmente confesionales. En consecuencia, todavía existen en ellos
algunas reminiscencias de esa confesionalidad. La diferencia importante respecto
Irlanda y Holanda es que las sociedades de estos países están mucho más
secularizadas que las anteriores. Esta secularización va en aumento. Esto facilita
notablemente la evolución hacia una laicidad plena.

En Portugal, a partir de una nueva Ley de libertad religiosa de 2011 hay una igual
protección hacia todas las confesiones, que anteriormente estaban discriminadas en
comparación con la Iglesia Católica.

Italia tiene el inconveniente del Vaticano, que es centro neurálgico de la Iglesia


Católica, lo que influye notablemente en el camino de Italia hacia una emancipación de
las creencias religiosas. En sus artículos 7 y 8 la Constitución obliga a que el Estado
coopere con las confesiones religiosas mediante acuerdos (bilateralidad).

El resto de estados de la Unión Europea que están insertados en esta categoría, tienen una
clara tendencia hacia la pluriconfesionalidad, que implica la existencia de una valoración de lo
religioso, no en función del individuo, sino porque conviene a los intereses del Estado. Sin
embargo, las constituciones de estos estados admiten la libertad de conciencia del individuo
en toda su amplitud, pero en el aspecto colectivo existe una evidente discriminación. A las
confesiones religiosas con mayor arraigo en esos Estados se les concede una posición jurídica
privilegiada respecto a las demás. Son Alemania, Luxemburgo, Austria y Bélgica.

En los tres primeros países, las confesiones religiosas con más presencia social e histórica son
protestantes y católicas, que tienen categoría de personas jurídico-públicas (corporaciones de
derecho público). Actúan con importantes contenidos, como el de percibir impuestos.

Alemania y Bélgica son los dos únicos países de la UE donde existe una equiparación jurídica a
nivel constitucional de las asociaciones filosóficas con las confesiones religiosas reconocidas.
En Bélgica se reconoce el matrimonio homosexual, la adopción de estos matrimonios y la
transexualidad. Prohíbe el uso del burka en los espacios públicos.

CONCLUSIÓN:
- Ámbito individual plenamente reconocido.
- Ámbito colectivo, no se da la plena autonomía por razones de tradición, cultura, etc.,
que derivan en privilegios. Posible violación del principio de igualdad en su aspecto
negativo de prohibición de la discriminación.
- Llama la atención que en los Estados más progresistas (Francia, Holanda, Bélgica) en
materia de derechos individuales han prohibido el burka en espacios públicos. El
motivo es la preocupación que se ha generado a raíz del terrorismo.
- Si comparamos estos modelos con los de iglesia de Estado, las diferencias entre unos y
otros no son tan evidentes. La única diferencia se halla en la autonomía jurídica de las
instituciones religiosas.

Estados de la ampliación europea.


Son los 13 países que se incorporaron posteriormente y que en su mayoría se conocen como
países del Este o países del Telón de Acero. La ampliación se produce entre
2004 y 2006. El proceso de integración europea se vio afectado por la caída del muro de Berlín.
Tuvo como consecuencia la ampliación de la UE hacia la parte oriental. Estos nuevos estados
se habían estado durante casi 50 años bajo el dominio soviético, que había producido la
implantación de determinados principios relacionados con el modelo de exclusividad
materialista: el monismo ideológico y jurídico, el dogmatismo excluyente, el colectivismo y una
diferente interpretación del principio de libertad de conciencia como el derecho a librarse de
las creencias religiosas. Estos principios se aplicaron a unos estados que tradicionalmente
habían tenido una concepción ideológica totalmente diferente. Cuando estos estados
recuperan su independencia política, en un primer momento, conservan la postura de laicismo
estricto. Sin embargo, con el transcurso del tiempo comenzaron a surgir los principios
religiosos e ideológicos tradicionales que habían estado sepultados durante mucho tiempo.

Estos países, con vistas a su integración en la UE, se declaran en sus constituciones como
Estados sociales y democráticos de derecho, que garanticen los derechos fundamentales y
ciudadanos y una postura de separación con respecto a los poderes religiosos (estados laicos
en sentido estricto). No obstante, en los últimos 10 años, las constituciones se han
desarrollado en leyes de libertad religiosa que no se parecen a la inicial concepción
constitucional. Estos estados han firmado numerosos acuerdos de cooperación con las
religiones más significativas, que van más allá de lo que exige un estado laico. Por otra parte,
se está observando un mayor intervencionismo del Estado en la vida interna de las
confesiones. Aunque en líneas generales sigue habiendo separación jurídica, la autonomía de
las religiones se ve claramente en peligro por el intervencionismo del Estado.

- Países Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania). Sus constituciones los definen como
Estados Sociales y Democráticos de Derecho, con plena libertad de conciencia
(religiosa e ideológica), igualdad (tanto para grupos como individuos) y una protección
especial de la dignidad humana. Además, se declaran estados laicos y reconocen la
autonomía de las confesiones religiosas.

Existen confesiones religiosas tradicionales, la católica, las protestantes y el islamismo,


que el Estado protege ya que considera que contribuyen al desarrollo individual y
espiritual de los individuos. Realizan una financiación anual, con cargo a los
Presupuestos Generales del Estado.
En este sentido quiebra el estado laico. Además, los tres Estados mantienen acuerdos
de cooperación con estas confesiones religiosas tradicionales. No obstante, dicha
colaboración es más acentuada en Letonia y Lituania. Estonia se mantiene más en la
línea de la laicidad.
- Chequia y Hungría. Hay una cierta tendencia a la pluriconfesionalidad, sobre todo en
Hungría.

La constitución checa, hace especial hincapié en el respeto de los derechos y las


libertades del hombre y del ciudadano. Además, se promulga en la misma fecha de la
constitución una Carta de los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos,
que se une al texto constitucional y considera que estos derechos son inalienables e
irrevocables.

Reconoce la libertad de conciencia y que el Estado no puede estar vinculado a ninguna


religión (hay una separación expresa). Se reconoce, por último, la libertad jurídica de
las confesiones religiosas. En Chequia hay una Ley sobre la libertad religiosa y la
posición de las iglesias (2002) que ofrece un elenco de participación del Estado con las
confesiones religiosas, que se financian con cargo a los Presupuestos del Estado.

La Constitución de Hungría sigue el camino de Chequia, ya que declara los mismos


derechos. Posteriormente, la Ley de conciencia y de religión (1990) garantiza a las
confesiones que contribuyan al funcionamiento de los servicios públicos, un
tratamiento similar a las instituciones estatales en materia económica (las financia).
Además, en 1996 se establece un porcentaje impositivo para financiar también a las
confesiones. Aquí vemos como en el aspecto colectivo, estos estados tienden un poco
a la confesionalidad.
Sin embargo, Hungría tiene problemas en la actualidad porque se está radicalizando su
postura respecto a las religiones no tradicionales. La Ley sobre el Derecho de Libertad
de Conciencia y de Religión y sobre la Situación de las Iglesias (2011) restringe los
derechos y los privilegios de las confesiones religiosas no tradicionales. También ha
reformado su constitución en 2012. En ella se pone de manifiesto como Hungría
camina hacia una restricción de derechos y libertades fundamentales.

- Polonia. La Constitución recoge incluso los derechos de las minorías étnicas y religiosas
(judíos). Establece la imparcialidad del Estado en materia religiosa y la mutua
dependencia entre el Estado y las confesiones religiosas y también coopera con los
colectivas. Polonia es profundamente católica y tiene un tratamiento muy de favor
hacia esta religión, que aparece explícitamente en la Constitución. En consecuencia, ha
firmado muchos acuerdos con la Iglesia Católica en materias como la educación,
financiación, etc. Paralelamente ha firmado acuerdos con religiones distintas a la
católica. Polonia es un Estado muy pactista, ya que colabora mucho con las
confesiones. Tiene una tendencia hacia la pluriconfesionalidad. Sin embargo, este
sistema cooperacionista no es igualitario, ya que es mucho más favorable con la Iglesia
Católica.

- Eslovenia. Camina hacia un Estado confesional. La constitución (2006) reúne las


características propias de un estado laico, sin embargo, la población es en su mayoría
católica. Una ley de libertad religiosa del año 2007 concede derechos importantes a las
confesiones religiosas, fundamentalmente a la Iglesia católica, en materia de
financiación y asistencia religiosa.
- Rumanía y Bulgaria. Tardaron dos años más que el resto de los países del Este en
incorporarse a la UE ya que no cumplían los requisitos debido a la discriminación de
las minorías, por problemas de discriminación a las etnias (gitanas) e identidad sexual.
Hoy en día sigue habiendo una reminiscencia de estos problemas.

Rumanía reconoce que los cultos religiosos son autónomos respecto al Estado, pero a
continuación establece el apoyo del Estado hacia estos. La ley de libertad religiosa
(2006) muestra un gran intervencionismo del Estado. Se decanta por una clara
pluriconfesionalidad. El Estado pagará los salarios de la religión ortodoxa. Además,
integra la enseñanza religiosa como una obligación en el ámbito público.

Bulgaria menciona en su constitución a la Iglesia ortodoxa como religión tradicional.


La ley de denominaciones religiosas (2002) también menciona expresamente a esta
religión y reconoce su importante papel. Esta es financiada por los Presupuestos
Generales del Estado, mientras que el resto son personas jurídicas privadas y no
pactan con ellas.

- Eslovaquia. Tiene una mayoría de la Iglesia católica. Su constitución establece los


mismos derechos y libertades que el resto de constituciones. La constitución se
desarrolla mediante la Ley de libertad religiosa y Estatuto jurídico de las iglesias (2007)
que establece los requisitos necesarios para inscribirse en un registro de entidades
religiosas que da derecho a una serie de prerrogativas. Estos requisitos son muy
restrictivos, con el fin de que solo lo puedan cumplir las confesiones religiosas
tradicionales. Los beneficios que se derivan están en relación con el número de fieles.
La religión católica, va menoscabando la neutralidad del Estado: eficacia jurídica del
matrimonio religiosa, enseñanza católica en todos los niveles católicas, acuerdos con la
Iglesia Católica (objeción de conciencia de médicos y enfermeras).

- Malta y Chipre. No son laicos.

La constitución de Malta señala que profesa la religión católica (declaración expresa de


confesionalidad). Le corresponde a la Iglesia señalar lo que es lícito y lo que no es
lícito.
Esta confesionalidad es compatible, a tenor del texto constitucional, con el respeto de
los derechos y libertades fundamentales. Sin embargo, no hay separación ni
neutralidad en el ámbito religioso.

Chipre es una isla integrada por una comunidad griega y una comunidad turca. Hay dos
cámaras legislativas, pero una constitución común. La parte turca no ha entrado en la
UE.
La parte griega sí ha entrado en la UE. Esta constitución establece claramente
privilegios para las dos religiones tradicionales. Este sistema se caracteriza por la
biconfesionalidad. Las religiones están fuertemente institucionalizadas y no se puede
hablar de separación ni de neutralidad.

CONCLUSIÓN: Este grupo de estados, que han entrado recientemente en la UE, van un paso por detrás de
los Estados tradicionales debido al largo período de tiempo que estuvieron bajo el control de la Unión
Soviética, donde no existía un reconocimiento de derechos de la dignidad humana. Como había un sistema
monista, el Estado no permitía una pluralidad de opciones para que el sujeto pudiera formar su conciencia.
Esto influyó en la demora en la secularización de la sociedad. Se puede decir que estos Estados están
viviendo una situación de recuperación de viejas tradiciones. El resultado, por el momento, es una gran
influencia de las religiones tradicionales, que van adquiriendo cada vez más fuerza. En segundo lugar, hay
un mayor intervencionismo del Estado en la vida interna de las religiones. Hay una discriminación
importante de las minorías religiosas.
- Croacia. En su constitución establece la prohibición de incitar al odio étnico y religioso,
como consecuencia de la guerra de los Balcanes. Establece la cooperación del Estado
con los colectivos religiosos. La ley de libertad religiosa (2002) establece un trato de
favor hacia las religiones tradicionales. Tendencia hacia la pluriconfesionalidad.

FUERA DE LA UE

RUSIA. Es uno de los países más importantes a nivel mundial. Tras el desmantelamiento de la
Unión Soviética, la Constitución de 1993 establece un Estado social de derecho y una
prohibición expresa del monismo ideológico. También prohíbe cualquier propaganda que
incite a la discordia o a la superioridad religiosa. Califica al Estado ruso como un estado laico.
Antes de esta constitución, Gorbachov había promulgado una Ley de libertad religiosa en 1990
que proclamaba la libertad de todos los grupos religiosos. Era una ley muy progresista, que
contó con la negativa de la Iglesia ortodoxa. Esta fue sustituida por la ley de libertad de
conciencia y de asociaciones de 1997. Esta ley quiebra la unidad religiosa y considera a la
Iglesia ortodoxa como religión tradicional de Rusia.
Prohíbe las religiones que atenten contra las tradiciones históricas rusas o que lleven menos
de 15 años en el país. Estas deben registrarse anualmente, con unos requisitos muy
restrictivos, hasta que alcancen los 15 años. Esta es la ley de libertad religiosa más restrictiva
de todo el ámbito europeo. El TEDH ha fallado contra el Estado ruso y ha obligado a inscribir
como religión a dos confesiones religiosas: la iglesia de la cienciología y los testigos cristianos
de Jehová.

DERECHO COMUNITARIO
La Unión Europea, en el artículo F.2 del Tratado de Maastricht establece la obligación de la UE
de garantizar los derechos humanos y las libertades públicas, tomando como punto de
referencia el Convenio Europeo de los Derechos Humanos y las tradiciones constitucionales
comunes a los Estados miembros.

En 1997 en una reunión Intergubernamental en Ámsterdam, se intentó introducir un artículo


sobre la consolidación jurídica de las iglesias en la UE. La propuesta la hizo Alemania,
presionada por las grandes iglesias,
y contó con la oposición de Francia y de Bélgica. El objetivo de estas iglesias era que la UE
declarase que no tiene competencia para legislar sobre las posiciones jurídicas de las
confesiones en los Estados. Esto está fuertemente unido al principio de identidad. La
propuesta no fue incluida en Ámsterdam. Fuera del articulado del Tratado, hay unas
declaraciones anejas que no tienen valor jurídico. La Declaración nº11 establece que la UE
respeta y no prejuzga el estatuto reconocido en virtud del derecho nacional a las iglesias,
asociaciones y comunidades religiosas en los Estados miembros. La UE respeta asimismo el
estatuto de las organizaciones filosóficas y no confesionales.

El Tratado de Ámsterdam recoge en el artículo 6 los principios informadores de la UE: libertad,


democracia, respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales y el Estado de
derecho (principios que son comunes a los Estados miembros).

El Tratado de Niza (2001) no estableció ninguna variación respecto a este tema. En la


conferencia intergubernamental previa se aprobó la Carta de los Derechos Fundamentales de
la UE (2000). Se aprobó sin valor jurídico, que finalmente adquirió con el Tratado de Lisboa de
2009. Este último tuvo importancia porque incluye los valores de la UE, los derechos
fundamentales y se introduce la posición jurídica de las confesiones religiosas.
Valores fundamentales de la UE: respeto a la dignidad humana, libertad, democracia, estado
de derecho, respeto a los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas
pertenecientes a minorías. Estos valores sociales son comunes a todos los Estaos miembros en
una sociedad caracterizada por el pluralismo, la tolerancia, la justicia, la solidaridad y la no
discriminación. Este núcleo se apoya esencialmente en las dos bases esenciales sobre las que
se ha construido la Unión: la democracia como sistema político y el respeto a los derechos
humanos como creencia.

Por lo que respecta a los derechos fundamentales, el Tratado de Lisboa concede valor jurídico
a la Carta de los
Derechos Fundamentales. La Carta tiene como modelos las fuentes internacionales de
derechos fundamentales
(Ej.: Declaración Universal de los Derechos Humanos). Tiene como eje central a la persona, su
dignidad y los derechos que le son inherentes. Las novedades que recoge la Carta son: el
reconocimiento expreso del derecho de objeción de conciencia, cuya regulación se remite a los
Estados miembros y una amplia enumeración de los motivos por los que no puede haber
discriminación (identidad sexual, religión, pertenencia a una menoría).
También establece un respeto a la identidad cultural, religiosa y lingüística.

Es obligatorio que todos los estados de la UE se adhieran al Convenio Europeo de Derechos


Humanos, además de la Unión Europea como tal.

La Unión Europea reconoce la identidad de las religiones y mantendrá un diálogo abierto y


trasparente con ellas.

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