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Real Decreto Ley 28/2020, de 22 de septiembre, de trabajo a distancia.

El trabajo a distancia es entendido como aquel trabajo que se realiza fuera de los
establecimientos y centros habituales de la empresa y del que el teletrabajo es una
subespecie que implica la prestación de servicios con nuevas tecnologías.
La ley distingue:
- El trabajo a distancia: es cuando la actividad laboral se realiza desde el domicilio
o el lugar elegido por el trabajador con carácter regular. No hay supervisión
empresarial en el ejercicio del mismo. Es lo que tradicionalmente conocemos
como trabajo a domicilio.
- Teletrabajo: Es el trabajo a distancia realizado exclusivamente o de manera
prevalente por medios y sistemas informáticos o telemáticos; sí hay supervisión y
control empresarial a través del despliegue de medios que hay que realizar para
poder desarrollar la actividad laboral (video conferencia, video chat, video
llamada, plataformas virtuales…)
- Trabajo presencial: es aquel trabajo que se presta en el centro de trabajo o el lugar
que elija la empresa.
Este Real Decreto es de aplicación y regula aquellas relaciones laborales que se
desarrollen a distancia “con carácter regular”, y entendemos la regularidad si la
actividad laboral se realiza a distancia un mínimo del 30% de la jornada en un período
de referencia de tres meses, o el porcentaje proporcional en función de la duración del
contrato.
En términos generales la regulación del trabajo a distancia se caracteriza por su
carácter voluntario ( con la formalización por escrito de un acuerdo, antes o después
de la contratación, pero siempre previo al inicio de la actividad a distancia) y
reversible (se podrá ejercer el derecho a la reversibilidad del trabajo a distancia por
cualquiera de las partes) y por su principio de igualdad de trato en las condiciones
profesionales respecto a otros trabajadores que están presenciales en la empresa.
Para llevar a cabo el trabajo a distancia o teletrabajo será necesario firmar un acuerdo
con el trabajador que vaya a trabajar a distancia al menos el 30% de la jornada semanal
durante un período de referencia de tres meses, estando la empresa obligada a pagar
los gastos en los que pueda incurrir el empleado por esta situación, de tal forma que
el desarrollo del trabajo a distancia ha de estar sufragado o compensado por la
empresa y no podrá suponer la asunción por parte del trabajador de los gastos
relacionados con los equipos, herramientas y medios vinculados al desarrollo de su
actividad laboral. Serán los convenios colectivos los encargados de establecer los
mecanismos de abono de las correspondientes compensaciones por los gastos
correspondientes.
El Teletrabajo como subespecie del trabajo a distancia, es una forma de organización
o de realización del trabajo utilizando las tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) en el marco de un contrato o relación laboral en la que también

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podría realizarse en los locales de la empresa, pero principalmente se ejecuta fuera de
éstos.
El trabajo a distancia, en su concepción clásica de trabajo a domicilio como aquel que
se realiza fuera del centro de trabajo habitual y sin control directo por parte de la
empresa y vinculado a sectores y ámbitos geográficos muy concretos, se ve hoy día,
muy superado por la realidad de un nuevo marco de relaciones laborales en las que
tiene un impacto severo las nuevas tecnologías. En la actualidad, y debido a la
pandemia mundial que estamos viviendo por la Covid-19, lo que realmente existe,
más que un trabajo a domicilio, es un trabajo remoto y flexible que permite que el
trabajador realice su actividad en nuevos entornos que no requieren de la presencia
del trabajador en el centro de trabajo. La virtualización de las relaciones laborales ha
provocado una deslocalización de la persona trabajadora de un lugar y tiempo
concretos, instalándose el teletrabajo en nuestro país como respuesta a las medidas de
contención de la pandemia en un contexto legal caracterizado por la casi total ausencia
de regulación específica. La generalización del teletrabajo en España para frenar la
expansión de la pandemia requiere de una normativa en la que se enmarquen una serie
de derechos que satisfagan los principios de carácter voluntario, reversible y el
principio de igualdad de trato en las condiciones profesionales, en especial, la
retribución, incluyendo la compensación de gastos que suponga el ejercicio del
teletrabajo; promoción y formación profesional; estabilidad, tiempos máximos de
trabajo y mínimos de descanso, igualdad de oportunidades, distribución flexible del
tiempo de trabajo, y protección en cuanto aspectos preventivos relacionados con la
fatiga física y mental, el uso de pantallas de visualización de datos y riesgo de
aislamiento social.
El acuerdo de trabajo a distancia habrá de formalizarse por escrito en el contrato
inicial o posteriormente, pero siempre antes de iniciar el trabajo a distancia. Se
entregará una copia del acuerdo a los representantes de los trabajadores y al Servicio
Público de Empleo (SEPE).

CONTENIDO ESENCIAL DEL ACUERDO DE TRABAJO A DISTANCIA


(ATD):
 Inventariado de todos los medios que exija el desarrollo de la actividad, incluidos
consumibles y muebles, así como la vida útil o período máximo para la renovación
de éstos.
 Enumeración de gastos que pudiera tener el trabajad@r y compensación de éstos
 Horario de trabajo y disponibilidad
 Porcentaje de trabajo presencial y de trabajo a distancia
 Centro de trabajo al que se está adscrito
 Lugar de trabajo a distancia elegido
 Duración y tiempos de preaviso para la reversibilidad del acuerdo
 Medios de control empresarial
 Procedimientos a seguir en el caso de encontrarse con dificultades técnicas que
impidan el trabajo.
 Instrucciones dictadas por la empresa en materia de protección de datos

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 Instrucciones distadas por la empresa en materia de seguridad de la información
 Duración del acuerdo de trabajo a distancia.

CONDICIONES ESENCIALES DEL ACUERDO DE TRABAJO A


DISTANCIA.
 EL acuerdo de trabajo a distancia firmado voluntariamente entre ambas partes y
nunca objeto de imposición por parte de la empresa en virtud del art.41 del ET. ha
de regular en todo momento, la entrega e instalación de equipos y medios para el
desarrollo del trabajo; los costes asociados a su uso y mantenimiento, el ejercicio
de acciones formativas, la identidad de acceso, conocimiento de oportunidades de
promoción profesional, instalación de medios de control y vigilancia, correcta
aplicación de medidas de salud y seguridad, limitaciones al acceso del lugar de
trabajo cuando coincida con el domicilio de la persona trabajadora, organización
del tiempo de trabajo, flexibilidad, períodos de disponibilidad y adecuado registro
y vinculación necesaria a un centro de trabajo.
 La negativa de la persona trabajadora a trabajar a distancia, el ejercicio de la
reversibilidad al trabajo presencial y las dificultades para desarrollar la actividad
laboral a distancia de forma adecuada y que estén exclusivamente relacionadas
con el cambio de una prestación presencial a otra que incluya trabajo a distancia,
no serán causas justificadas de la extinción de la relación laboral ni de la
modificación sustancial de las condiciones de trabajo.
 La decisión de trabajar a distancia desde una modalidad de trabajo presencial, será
reversible para la empresa y el trabajador, estableciendo el propio acuerdo o el
convenio colectivo, los términos de la reversibilidad.
 Las personas que desarrollen trabajo a distancia, no podrán sufrir perjuicio ni
modificación en las condiciones pactadas en tiempo de trabajo o retribución
debido a dificultades técnicas u otras no imputables a la persona trabajadora que
eventualmente pudieran producirse en el desempeño de su actividad mediante
teletrabajo.
 Cualquier modificación que haya de realizarse respecto al acuerdo será por
escrito, comunicándolo a los representantes de los trabajadores.
 Los trabajadores a distancia tendrán prioridad para ocupar vacantes de carácter
presencial en la empresa.
 Los mecanismos para pasar de una modalidad de trabajo a otra por concurrencia
de determinadas situaciones familiares y determinadas prioridades, han de
contemplarlos los convenios.
 Derechos de los teletrabajadores:
 Derecho a ser formados para poder prestar la actividad a distancia ( antes y
durante)
 Derecho a la promoción y ascenso en el puesto de trabajo
 Derecho a la dotación suficiente y mantenimiento de medios, equipos, y
herramientas, garantizándose la atención precisa en el caso de tener dificultades
técnicas.
 Derecho al abono y compensación de gastos, que ha de estar sufragado y
compensado por la empresa, nunca por el trabajador.

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 Derecho a la flexibilidad en el horario, de acuerdo con el horario establecido y los
tiempos de disponibilidad, el trabajador puede flexibilizar su horario de trabajo.
 Derecho al adecuado registro de su horario
 Derecho a la prevención de riesgos profesionales, recibiendo una adecuada
protección sobre todo, enfocada a los riesgos psicosociales como fatiga crónica,
síndrome del edificio quemado, gripe del yuppie…, ergonómicos y organizativos,
evaluando los riesgos y garantizando los descansos y la desconexión durante la
jornada. (La evaluación de riesgos sólo alcanzará a la zona habilitada al efecto, y
en el caso de tener que visitar la zona, sería necesario el permiso del trabajador si
se tratara de su domicilio)
 Derecho a la intimidad y a la protección de datos, siempre teniendo en
consideración el principio de idoneidad, necesidad y proporcionalidad de los
medios utilizados.
 Derecho a la desconexión digital ( fuera de su horario de trabajo). La política
interna de la empresa ha de definir las modalidades del ejercicio del derecho a la
desconexión y sensibilización del personal sobre un uso razonable de las
herramientas tecnológicas que evite el riesgo de fatiga informática.
 Derecho al adecuado ejercicio colectivo de sus derechos laborales a través de sus
representantes.
VENTAJAS DEL TRABAJO A DISTANCIA O TELETRABAJO: Podemos
destacar la mayor flexibilidad en la gestión del tiempo de trabajo y descansos; mayor
posibilidad de una autoorganización con consecuencias positivas para la conciliación
de la vida familiar, personal y laboral; reducción de costes en las oficinas y ahorro de
costes en los desplazamientos; productividad y racionalización de horarios; fijación
de población en el territorio, especialmente en zonas rurales; compromiso y
experiencia de la persona empleada; atracción y retención del talento: reducción del
absentismo; reducción de la contaminación al disminuir el número de
desplazamientos y el uso del vehículo privado.
INCONVENIENTES DEL TRABAJO A DISTANCIA O TELETRABAJO:
Podemos destacar, la protección de datos, brechas de seguridad, el tecnoestrés,
horario continuo, la fatiga informática, la conectividad digital permanente, mayor
aislamiento laboral, pérdida de la identidad corporativa, deficiencias en el
intercambio de información entre personas que trabajan presencialmente y aquellas
que lo hacen de manera exclusiva a distancia, dificultades asociadas a la falta de
servicios básicos en el territorio como conectividad digital o servicios para la
conciliación familiar y laboral, o traslado a la persona trabajadora de costes de la
actividad productiva sin compensación alguna, entre otros.

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