SER COACH EN LA VIDA

SER coach no es solamente un título que obtenemos al completar la carrera de coaching.

SER coach va más allá del nombre, más allá de atravesar los pasos para la certificación, va más
allá de lo que podemos ver y aprender desde la consciencia.
SER coach es un estado del SER en donde se conjugan una serie de características, formas,
valores, entrega personal, vivencias, aprendizajes que tienen un inicio y que nunca terminan
dado que se siguen puliendo, revisando, entrenando, autoevaluando.
A modo de guía, queremos compartirles claves que a nuestro juicio forman parte de la esencia
de SER COACH:

SER HUMILDE:
La humildad, por definición, es lo contrario al ego, a la arrogancia, a creer que me lo sé todo.
En el terreno del coaching y desde el rol del coach, es lo opuesto a creer que el éxito de una
sesión se debe a mi accionar. Desde la humildad, el foco está en confiar en el proceso en sí
mismo, y la humildad tiene que ver con ponerme al servicio del otro para acompañarlo en el
camino de la transformación personal. Coach y coachee, se encuentran en el mismo nivel de
humanidad y desde ese lugar puedo empatizar con el otro, aprender, tener compasión,
comprender y tener una mirada amorosa.

“Procura ser tan grande que todos quieran alcanzarte, y tan humilde que todos quieran estar
contigo” Mahatma Gandhi.

SER APRENDIZ:
Ser aprendiz es una declaración personal. Ser aprendiz es tener la capacidad de alimentarse de
todas las situaciones y personas que se nos presentan. El camino del aprendizaje, desde esta
mirada del coaching ontológico, nunca termina. El Ser coach implica que el aprendizaje es
permanente y continuo. En primer lugar, me pongo en actitud de aprendiz antes de coachear.
Y también aprendo de las propias experiencias y de las distintas realidades que me traen los
coachees. Un proceso de reflexión posterior a cada sesión, en donde puedo pensar y analizar
de forma introspectiva, en soledad y silencio, en un encuentro sincero conmigo mismo, sobre
la posibilidad de que alguna de las creencias o situaciones que trajo el coachee, pueden tener
que ver conmigo y con mi realidad, es parte de seguir creciendo y evolucionando como ser
humano.

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Y para poder aprender, necesito declararme ignorante frente a cada situación que trae el
coachee a las sesiones. La declaración de ignorancia nos muestra vulnerables y humildes frente
al coachee, genera un clima de confianza y coloca el foco de atención en aquello que el coachee
trae, más que el saber del coach.

“Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano”

Isaac Newton.

“La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia”

Sócrates.

SER VULNERABLE:
Ser un coach vulnerable es ser auténtico, es mostrarme tal cual soy, sin necesidad de máscaras
en la cuales ocultarme para parecer perfecto. Lejos de la perfección que puede separarme de
un otro, lejos de levantar un muro de frialdad entre el coach y el coachee, la vulnerabilidad nos
acerca y permite mostrarnos tal cual somos, e invita al coachee a que haga lo propio, en un
contexto de seguridad y contención. Ser vulnerable me muestra humano. Aceptar como somos
y abrazarnos a nosotros mismos en la totalidad de lo que somos, es muestra de nuestra
vulnerabilidad.

“La honestidad y la transparencia te hacen vulnerable.

De cualquier forma sé honesto y transparente”
Teresa de Calcuta

ESTAR PRESENTE DESDE EL AMOR:

Sostener a otro desde el amor, es poder conectarse con el coachee, generar empatía, estar para
otro desde todo mi ser. La presencia amorosa es tener una mirada compasiva que se hace visible
con nuestros actos y nuestras palabras. No es necesario tener contacto físico, va mucho más
allá. Implica estar presente desde el amor. Este tipo de presencia se puede lograr incluso a la
distancia, sin necesidad de estar físicamente en un mismo lugar. La presencia amorosa es la
capacidad de estar genuinamente presentes, para otros y para nosotros mismos, sin planes, ni
opiniones, ni expectativas. Es una presencia plena, compasiva y gentil.

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 “Y es que el amor no necesita ser entendido, simplemente necesita ser demostrado”
Paulo Coelho

GENERAR CONFIANZA:
Una de las habilidades que el coach necesita desarrollar es la de generar la confianza suficiente
con el coachee para que éste pueda abrir su corazón y su mente en el espacio de sesiones. Desde
ya, consideremos deseable que esto se realice en el menor tiempo posible desde que comienza
la relación con el coachee. La confianza es el pilar sobre el que se construyen las relaciones.
La coherencia entre lo que hacemos, decimos y cómo lo hacemos es lo que nos hace confiables
frente a otro. Mostrar interés, presencia y escucha frente al coachee hace que se pueda generar
el ambiente propicio para que las cosas sucedan. A lo largo del proceso, reconocer las acciones
del coachee que lo acerquen a su meta, que el coach lo felicite por los logros obtenidos, fruto
del aprendizaje durante el recorrido de este camino, genera también una relación de confianza
entre ambos.

“Cuando la confianza es alta, la comunicación es fácil, instantánea y efectiva.”

Stephen R. Covey

SER CURIOSO:
Ser Coach implica ver con ojos de niño los paisajes que escucha a través de la mirada del
coachee, eso le permite no imponer su visión, sino facilitar a quien está en frente suyo, nuevas
posibilidades de mirar. Implica incorporar una mirada curiosa. La clave no es dar respuestas,
sino explorar con preguntas que salgan desde el tono y la intención de inocencia. Desde esta
mirada curiosa, el coach no juzga, sino que por el contrario, se sorprende a cada paso en el que
acompaña al coachee. Esta curiosidad no sólo se manifiesta en la pregunta, sino en el tono de
voz, la cadencia y por supuesto lo corporal. La curiosidad como actitud que ‘habite’ en el coach.

“Las personas curiosas no se aburren nunca, y su vida es un eterno estudio de la alegría.”

Tony Robbins.

SER FLEXIBLE:
Entender que Ser coach implica cumplir un rol de acompañamiento en el aprendizaje es
comprender que la guía de ese camino es el coachee. Mostrar mi flexibilidad implica saber que
una de mis actitudes debe ser entregarme al proceso de dejarme llevar por los lugares que el
coachee elija, sin juzgar la forma, ni el estilo, ni el camino en sí mismo. Confiar en que el
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coachee tiene todos los recursos para alcanzar lo que busca, es elegir acompañarlo donde él
decida, porque sólo él es el que sabe.

“Ser dócil y ceder es la disciplina de la vida. Lo rígido y endurecido se caerá. Lo blando y

flexible sobrevivirá. “
Lao Tse

SER COMPASIVO:
La compasión implica, además de ponerse en el lugar del otro desde la empatía, decidir estar
presente para un otro cuando esa persona lo necesita y así poder acompañarlo tanto en los
buenos como en los malos momentos. Ser compasivos implica una respuesta emocional frente
a la posibilidad de que un otro nos necesite. Ser un coach compasivo con el coachee implica
acompañar desde la amorosidad y desde la atención plena.
“Si tu compasión no te incluye a ti mismo es incompleta.”
Buda

“El amor y la compasión no son lujos. Si faltaran la humanidad no podría sobrevivir.”

Dalai Lama

TENER ESCUCHA SISTEMICA:

La base de la escucha sistémica consiste en estar conectado como coach con el coachee. En mi
relación con el coachee durante la sesión, no sólo escucho las palabras que trae, sino que hago
un scaneo completo registrando sus tonos de voz, los silencios, los compromisos que trae desde
la manera en la que relata su historia, el modelo representacional que elige para expresarse, sus
emociones. Escucho sus miradas, la postura de su cuerpo, los gestos de su rostro. En lo que
respecta a lo que sucede en ese espacio juntos, me incluyo dentro de esa escucha, si bien el
foco está en el coachee y en su decir, tengo la capacidad de registrar qué me pasa a mí con eso
que trae el coachee a la sesión. La escucha sistémica implica también escuchar lo que ocurre
en el entorno, esto quiere decir estoy atento a las señales que pudieran aparecer dentro y fuera
de la propia conversación, como ruidos externos, sucesos cercanos, etc. Si estoy como coach
conectado con el coachee y con ese momento único de la sesión, escucho las sincronicidades
que ocurren.

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 “No te conviertas en un mero registrador de hechos, intenta penetrar en el misterio de su
origen.”
Ivan Paulov.

SER INTUITIVO:
La intuición no se entiende con la razón, se vive con el corazón. La intuición es un don del cual
gozamos como seres humanos y que todos tenemos la posibilidad y la capacidad de desarrollar.
Es algo que nos atraviesa el cuerpo y el espíritu, algo que nos acerca a un plano trascendental
y que no tiene fundamentación teórica alguna. No se razona, se siente. Durante la conversación
de coaching con el coachee, si estoy presente y conectado, desarrollar la intuición y utilizarla
como recurso significa poder registrar lo que nos pasa en el cuerpo, con las emociones, con las
sensaciones, y devolvérselas al coachee con inocencia y mirada curiosa. El uso de este recurso
debe ser utilizado en forma prudente, a medida que desarrollemos la presencia y conexión con
otro vamos a distinguir de una manera más clara lo que implica intuición. Es algo que va más
allá de la escucha y que involucra un nivel superior de mi estar con un otro. Superior desde lo
que me conecta con algo más allá de mi propia existencia, sino que me hace saber que somos
parte de algo mucho más grande que nosotros, algo que nos hace una pieza de la inmensidad a
lo que llamamos Universo, Eternidad, Divinidad, Vida, Energía, Dios o el nombre con el que
cada uno quiera identificarlo.

“La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos
creado una sociedad que rinde honores al sirviente y ha olvidado el regalo.”
Albert Einstein.

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