Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
WH 40K Ciaphas Cain 05 - La Llamada Del Deber - Sandy Mitchell (Caractacus Mott)
WH 40K Ciaphas Cain 05 - La Llamada Del Deber - Sandy Mitchell (Caractacus Mott)
Por una parte, era muy raro que una campaña coordinada
de violencia se extendiera casi simultáneamente por casi
toda la superficie planetaria, sin ninguno de los habituales
signos previos de advertencia, como por ejemplo:
disturbios, protestas o la quema de fotos del gobernador
(3). Más extraño aún era que el planeta en cuestión, al
menos en su mayor parte, era próspero, con una población
poco imaginativa y temerosa del Emperador, con un
gobernador que realmente parecía preocuparse por el
bienestar de sus ciudadanos. También era algo sin apenas
precedentes el hecho de que en respuesta se desplegaran
casi una docena de regimientos de la Guardia Imperial. Esto
significaba que algún alto mando del Estado Mayor del
subsector pensaba que no se podía confiar en las Fuerzas
de Defensa Planetarias para contener la situación si esta
continuaba deteriorándose, lo cual implicaba a su vez que
se dudaba de su lealtad. Puedo asegurarles que solamente
aquel pensamiento fue más que suficiente para hacer que
comenzasen a picarme las palmas de mis manos, de esa
incómoda forma en la que solían hacerlo cuando mi
subconsciente juntaba las piezas y generaba
inconscientemente una imagen que a mi cerebro no le
gustaba nada de nada.
(3) E incluso, en ocasiones, al propio gobernador.
Me encogí de hombros.
Tal vez fue por aquella razón que dirigí mi atención hacia el
paisaje que estábamos sobrevolando, y por primera vez me
fijé en el planeta al que habíamos llegado a proteger. Por los
informes sabía que estábamos acuartelados en la meseta
más alta y desolada de aquel mundo de contrastes, pero al
ver con mis propios ojos desde el aire lo extraño de la
posición de nuestra base, eso nos dejó unas impresiones
respecto al planeta que ningún tipo de informe habría
podido conseguir. Hoarfell era enorme, se extendía muchos
kloms (2) desde el punto de desembarco de la nave de
transporte, con lo que tuvimos la sensación de haber
llegado a cualquier otro planeta del Imperio. Ahora, a
medida que nuestra lanzadera se dirigía hacia el sureste,
por primera vez pude apreciar la magnitud real de la
ciertamente curiosa ubicación de nuestra base de
operaciones.
(3) Tanto es así que la prohibición fue burlada en varias ocasiones por los
civiles, hasta que un “disparo de advertencia” derribó a un vehículo aéreo lleno
de concejales de la ciudad que regresaban de un banquete en las instalaciones
del Gremio de Industriales, aunque afortunadamente no hubo heridos. Tras ese
incidente se seguio la norma a rajatabla y nunca volvió a suceder nada similar.
A medida que ascendíamos, alejándonos de la ciudad, pude
observar el paisaje que la rodeaba: un desierto de nieve y
hielo a través del cual destacaban algunas colinas y
terrenos escarpados en apagados tonos de negro y gris, que
se alzaban hasta atravesar capas de plomizas nubes, por lo
cual resultaba difícil afirmar dónde terminaba la roca y
dónde comenzaban las nubes. En algún lugar, a nuestro
alrededor, estaba el punto más alto del planeta, pero era
imposible discernir cual era de entre las vagas manchas que
veíamos en la distancia, aparte, claro está, del hecho de
que me importaba un pimiento. Súbitamente, con
inesperada brusquedad, el paisaje se desvaneció. Apenas
tuve tiempo de vislumbrar brevemente la cara de un
escarpado acantilado de proporciones bastante asombrosas,
aunque inmediatamente lo dejamos atrás, tragado por la
oscuridad que iba envolviendo el paisaje, y de pronto, el
mundo a nuestro alrededor desapareció para ser sustituido
por una capa de densas nubes.
Asentí.
(2) Los jardines del palacio del gobernador: de manera poco común, se dividían
en un jardín interior, al cual el acceso se limitaba estrictamente a los miembros
de su familia, y otro exterior, abierto a los ciudadanos de la ciudad en festivales
y días festivos.
(3) En muchos lugares a lo largo de sus memorias, Caín afirma haber sido
nativo de un mundo colmena, pero cúal era ese mundo sigue siendo un misterio.
(1) Jurgen había estado sirviendo con el 12ª Artillería de Valhallan cuando fue
asignado al servicio de Caín, por lo que su rango militar era el de artillero en
lugar de soldado o soldado raso entre los regimientos de línea de la Guardia
Imperial.
(2) El nombre local para los agentes de la ley. Como se ha señalado en otra
parte, la nomenclatura aceptada para tales funcionarios varía ampliamente de
un mundo a otro, y como muchos viajeros experimentados, Caín se refiere a
ellos simplemente como Arbites, a pesar del hecho de que están simplemente
subordinados al Adeptus en lugar de ser verdaderos agentes del mismo. En este
caso, sin embargo, los distingue con toda precisión, como suele hacer cuando se
encuentra con ellos.
(1) El nombre en clave del vehículo personal del Arbiter en Periremunda (Rolling
Justice en el original). Algo teatral, pero por regla general este era un pequeño
mundo bastante aburrido, así que supongo que no se podría culpar a los
justicars por tratar de hacer que un trabajo rutinario de chofer fuera un poco
más interesante.
(1) Un pecio espacial (Spawn of Damnation en el original) que Caín abordó junto
a Astartes del Capítulo de los Recobradores, mientras actuaba como oficial de
enlace de la Guardia Imperial durante la campaña de Viridia.
Tal vez fue eso lo que primero me alertó del leve temblor en
el rococemento debajo de mis pies, como si algo grande y
rápido se estuviera acercando. En cualquier caso, recuerdo
claramente sentir un leve temblor, pero antes de poder
comentarlo con mis compañeros, me di cuenta de que algo
estaba sucediendo la calle.
(2) El armero de los Reclamadores, que parecía haber considerado a Caín como
lo más cercano a un amigo como era posible para cualquier persona ajena a su
Capítulo.
(1) Eso dice él. Recuerdo que estuvo bastante rato con la boca abierta.
(2) En realidad, solo comí dos, y para empezar no eran tan grandes. Y había
gastado mucha energía; limpiar un nido genestealer es realmente agotador.
(2) Caín no está exagerando aquí, Jurgen era un paria, uno de esos individuos
increíblemente raros con la habilidad innata de anular cualquier influencia
psíquica o hechicería a su alrededor. Fue la reacción de Rakel cuando se
conocieron en Gravalax lo que primero me llamó la atención sobre su don.
-No acabo de ver cómo alguien así puede ser útil-, dije
lentamente-. De todos modos, siempre y cuando los
tranquilizantes funcionen no me quejare.
Asentí.
Amberley asintió.
(1) No como tal, pero como la mayoría de mis colegas inquisidores sin duda
estarán de acuerdo, la naturaleza de nuestro trabajo tiende a ponernos en
contacto con una proporción más alta que la media de personas cuya visión de
la galaxia es un tanto poco convencional.
-Ah, ya está.
(1) Una de las Ordenes Minoris, que se separó de la Orden de la Rosa Sagrada
en la última parte del 39M.
Amberley asintió.
(2) En qué punto una mujer menor podría sentirse tentada a decir "ya te lo
dije".
CAPÍTULO VI
Con toda aquella información que digerir, es fácil de
entender que mi viaje de regreso a Hoarfell no fue
precisamente agradable, mi sombrío estado de ánimo no se
había visto aliviado precisamente por el hecho de que,
cuando finalmente abandoné el edificio de los Árbites, me
encontré inmediatamente rodeado por un grupo de idiotas
de las agencias de noticias y chismorreos locales, así como
de civiles agitando periódicos con mi foto en primera página
y haciéndome preguntas de lo más absurdas.
(1) La versión abreviada del catecismo más utilizada por los capellanes de la
Guardia Imperial cuenta con veintidós versículos, ya que los servicios en el
campo de batalla tienden, por obvia necesidad, a ser lo más breves posible.
-Sí y no-, dijo con cautela, y sentí que las palmas de mis
manos comenzaron de nuevo a picarme. A pesar de su
intento de sonar tranquilo, obviamente algo lo perturbaba
seriamente-. Estoy seguro de que le alegrará saber
que tenemos refuerzos en camino-. Bueno, eso era
motivo de optimismo. Vaciló un momento antes de
continuar.
(1) Los depósitos de gas que mantienen el dirigible en el aire, que sestaban
subdivididos en varios compartimentos, celdas, de modo que permanecería en
el aire aun en el improbable caso de que una o más se rompieran
accidentalmente.
-¿Vale así?
-¿Nos vamos?
-¿Entramos?
(1) Muy probablemente así era; El cerebro humano funciona con impulsos
eléctricos diminutos, por lo que es perfectamente posible que el campo de
enmascaramiento del psíquico también afectase a cualquier artilugio electrónico
en la vecindad.
(1) Por eso tenemos a los Ordos Hereticus y Malleus. Aunque hay que decir que
algunos de los miembros más radicales de ambos ordos son apenas
distinguibles de sus presas, incluso en su grado de aparente cordura.
(2) Caín está exagerando aquí. Había por lo menos tres centímetros de sobra
alrededor.
-Tú sabrás más sobre eso que yo-, dije, y ella se rio de
nuevo.
Amberley asintió.
(1) Bueno, si vas a interpretar el papel de una niñata rica y mimada, entonces
hazlo bien. Nada convence mejor a la gente de que te sobra el dinero que
permitirte caprichos ridículamente caros.
(2) No hay que decir que eso es únicamente una cuestión de opinión. Algunos
inquisidores creen que el trabajo del Emperador se realiza mejor cargando de
frente como un grox en una cristalería, dejando un rastro de matanza y
destrucción a su paso, mientras que otros prefieren no dejar que los enemigos
de todo lo que es bueno y sagrado se escapen, evitando que sea obvio que van
a por ellos.
-Además, el Shadowlight...
Miré mi cronógrafo.
(1) Comentario que, como cualquiera que haya usado alguno de estas
armaduras puede atestiguar fácilmente, está realmente muy lejos de ser
correcto. Su interior está impregnado de un flatulento olor resultado del sólo el
Emperador sabría cuántos siglos de sudor y otras cosas que prefiero no
comentar. Dicho esto, sigue siendo una mejora importante en muchos lugares,
incluido Hell's Edge.
Activé mi comunicador.
(1) Las estimaciones oscilan entre unos 1.500 y poco más de 3.000. Los
registros de esa época son, comprensiblemente, algo fragmentarios.
Asentí pensativamente.
Zyvan asintió.
(2) El relato de Caín de sus hazañas durante la 13ª Cruzada Negra, aunque
fascinante, no tiene por qué detenernos en este momento.
(3) O quizás precisamente por ellas: todos habían perdido alrededor del quince
por ciento de su dotación inicial (la gran mayoría de las víctimas mortales fueron
inevitables), aunque aquel era un porcentaje notablemente bajo teniendo en
cuenta la naturaleza del enemigo. Sin mencionar el alentador efecto para la
moral que tuvo para los supervivientes de la masacre de Corania el ver a los
tiránidos quebrarse y huir derrotados.
Agité la cabeza.
(2) Sin duda, la anterior mención de Sulla sobre el verde mundo de la muerte se
le había quedado grabada en la mente a Caín.
(2) Una impresión que Jenit Sulla aceptó de buen grado, algo evidente en sus
memorias, por la extensa descripción del noble comportamiento de Caín en esta
acción.
(1) Las milicias de cada meseta tienen sus propios esquemas de colores,
generalmente tan chillones como las modas civiles que Caín había visto antes.
Los Aceralbaterranos, por ejemplo, preferían los uniformes anaranjados con un
patrón de rayas verdes y moradas, mientras que las de Principia Mons parecían
preferir una combinación de rojo brillante y azul iridiscente. Como los tiránidos
generalmente dependen del olor y las vibraciones tanto como de la vista para
detectar a sus presas, esta extraña predilección de colores probablemente
ayudo a que su tasa de bajas no fuera tan grande como hubiera sido contra
cualquier otro enemigo.
(1) Aunque Caín podría contactar con casi cualquier persona del planeta
transmitiendo su señal a través de los equipos vox del Chimera de mando de
Sulla, las hermanas de la Rosa Blanca aparentemente utilizaban su propio
sistema de comunicaciones independiente de la red de la Guardia Imperial. Sólo
cuando los dos sistemas de vox de corto alcance se acercaron, pudo hablar con
ellas directamente.
-Al habla el comisario Ciaphas Caín-, transmití al
instante, moviendo el bolter para derribar un grupo de
hormagantes que habían saltado por encima de las cabezas
de las Hermanas del flanco izquierdo, y que ahora se
dirigían hacia nosotros con pérfidas intenciones. Noté
temeroso la repentina renovación de su espíritu de lucha.
Estaba claro que al menos una criatura de control se
acercaba y eso solo significaba que la marea de la batalla
estaba a punto de cambiar, quizás en cuestión de
segundos-. ¡Detengan su avance y retrocedan! -. La
jefa de la escuadra, para entonces ya habíamos llegado lo
suficientemente cerca como para distinguir a una psicótica
canta de salmos de otra, que se distinguía de las demás por
la espada sierra y la pistola bolter que empuñaba, se giró y
miró en mi dirección. Como la mayoría de sus Hermanas,
despreciaba el uso del casco, a pesar de la locura
manifiesta de tal acción (2), y su rostro afilado era
claramente visible, enmarcado por un peinado poco
favorecedor, muy similar a la mayoría de las mujeres de su
orden. Sus ojos oscuros me miraron fijamente bajo una
franja de pelo negro severamente recortado, que no lograba
ocultar el tatuaje de la flor de lis tatuado en su frente
salpicada de pecas.
(2) Dado que el uniforme del comisariado tiene una gorra en lugar de un casco,
entiendo que en esta ocasión fue Caín quién no fue capaz de captar la ironía de
su propio comentario.
¡PERIREMUNDA A SALVO!
Saludos,
Benjamín
Sonreí severamente.
(1) Cualquiera que se interese por los detalles puede encontrarlos en las
memorias de Sulla, en las que relata la acción con un nivel de detalle
asombroso.
Keesh asintió.
(2) Claro que tenía nivel de seguridad para haberlos leído, en el caso de que yo
hubiera encontrado alguna razón para entregárselos.
(1) Una costumbre común en muchos de los mundos alrededor del Golfo de
Damocles, en los que los ciudadanos celebran festivales sagrados con
representaciones teatrales no profesionales extraídas de la vida de los santos o
del Emperador, en las que el material devocional acababa inexplicablemente
ligado a la más vulgar de las comedias.
Al menos, para mi intenso alivio, tanto Rakel como Yanbel se
habían quedado atrás, ya que incluso el implacable
optimismo de Amberley se había rendido a la posibilidad de
intentar disfrazar a cualquiera de ellos como si fueran
soldados.
(1) En el momento de escribir este artículo, Caín aún no había visitado ninguno
de los mundos de los tau, pero ciertamente estaba familiarizado con su estilo
arquitectónico desde sus aventuras en Gravalax, y posiblemente por ello
estableció esa analogía, en lugar de ser el producto de varias décadas de
estudio, como podría deducirse de otra manera.
-No-. Negó Amberley con la cabeza-. Ese es el convento.
Nosotros vamos a aterrizar en la pista de aterrizaje
de las FDP.
(4) Lo más probable es que confiaran en que el Emperador los protegiera del
daño; Lo cual, tal y como resultó todo, no dejó de ser una tremenda ironía.
-Iniciando la última maniobra aproximación-, nos
indicó Pontius, un momento antes de detener por completo
nuestro movimiento, y la sensación familiar de vacío en la
boca del estómago combinada con la audible incomodidad
de Jurgen bastaran para informarme de que estábamos
descendiendo verticalmente hacia la pista de aterrizaje. Las
paredes blancas se elevaron en las ventanillas, hasta
bloquear nuestra línea de visión por todos lados, y un
momento después un leve golpe resonó a través del
fuselaje cuando nuestro tren de aterrizaje hizo contacto con
la superficie de la plataforma. Acto seguido Pontius apagó
los motores dando por finalizada la maniobra.
(1) Un equipo de combate reducido en número por las bajas, pero aun así en
condiciones de ser desplegado efectivamente. Los equipos reducidos o
escuadras cortas son comúnmente conocidas por los soldados como
"remanentes", y son una característica común de muchos pelotones de la
Guardia, donde a menudo son poco más que equipos de combate
independientes en todo salvo en el nombre.
Metheius asintió.
-Ya veo-, dije, las piezas comienzan a encajar por fin-. Así
que trató de intervenir, y desde el Ordo Xenos le
dijeron que se lo dejara estar-. Podría pensarse que era
un comentario un tanto temerario por mi parte, pero he
llegado una y otra vez a la conclusión, de que a menudo
pinchar el orgullo de alguien con un comentario inesperado
y directo puede hacer que este revele más de lo que
pretendía.
(1) En ese momento, sólo pensé que tener un héroe célebre en los alrededores
alejaría la atención de mis propias actividades. El efecto que esto tuvo en Killian,
forzándole a mostrar abiertamente su mano, fue simplemente un premio
adicional. Aunque no para Caín, Evidentemente.
Killian se rió.
(1) Los campos de desplazamiento nunca son completamente fiables, por lo que
siempre es aconsejable presentar el perfil de objetivo más bajo posible, incluso
si lleva uno activo.
-¿Cuáles?-, preguntó.
Eglantine suspiró.
(1) Caín puede estar exagerando aquí, pero mis propios recuerdos de aquel
enfrentamiento están demasiado fragmentados para afirmarlo.
Me encogí de hombros.
Sonreí perezosamente.
FIN