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L. II.

El pueblo de Dios
Liber II
De populo Dei (cc. 204-746)

Introducción
CIC 1917

* Hasta 1983 la Iglesia siguió un esquema clá sico, que


tenía su inspiració n en el derecho romano: las personas, las
cosas y los procesos (Gayo).

* Y así, el esquema del primer Có digo de la Iglesia que-


dó dividido en las siguientes partes (cc. 1-2414):

I. Normas generales (1-86).


II. Las personas (87-725)
– Los clé rigos.
– Los clé rigos.
– Los laicos (682-683).
III. Las cosas (726-1551)
– Los sacramentos.
– Los lugares y tiempos sagrados.
– El culto divino.
– El magisterio de la Iglesia.
– Los beneficios.
– Los bienes temporales de la Iglesia.
IV. Los procesos (1552-2194):
– Los juicios.
– Las causas de beatificació n.
– Tramitació n de algunos asuntos.
V. Los delitos y las penas (2195-2414):
– Los delitos.
– Las penas.
– Las penas contra cada uno de los delitos.

* Una primera impresió n de este esquema nos lleva a


las siguientes conclusiones:

– la realidad de «pueblo» no existe en este esquema;


– «los laicos» prá cticamente no cuentan en la Iglesia
(cc. 682-683);
– la figura central es el «sacerdote» y no el «fiel»;
– «cará cter apologé tico» y no pastoral de esta codifica-
ció n (muchos cá nones está n dedicados a la autori-
dad);

Lumen gentium - Iter redaccional

* Teniendo este esquema de fondo, comenzaron los


trabajos conciliares. Al principio todo está determinado por
la mentalidad de la é poca, despué s poco a poco irá cambian-
do.
De Ecclesia - 1962 (AS I/IV, 12-120)
I. Naturaleza de la Iglesia militante.
II. Miembros de la Iglesia militante y necesidad de la
misma para la salvació n.
III. El episcopado como grado supremo del sacramento
del orden y del sacerdocio.
IV. Los obispos residenciales.
V. Los estados de perfecció n evangé lica.
VI. Los seglares.
VII. El magisterio de la Iglesia.
VIII. La autoridad y la obediencia en la Iglesia.
IX. Las relaciones entre la Iglesia y el Estado.
X. Obligació n que tiene la Iglesia de anunciar el Evange-
lio a todos los pueblos y en toda la tierra.
XI. El ecumenismo.
XII. La bienaventurada Virgen María, Madre de Dios y
Madre de los hombres.

* Antes de hablar de las distintas categorías que for-


man la Iglesia, los padres ponen de relieve la necesidad de
presentar a la Iglesia como un «pueblo»:

1 Pedro 2, 9-10
Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación
santa, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las haza-
ñas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz
maravillosa. Antes erais «no pueblo», ahora sois «pueblo de
Dios», antes erais «no compadecidos», ahora sois «compadeci-
dos».

* Al presentar a la Iglesia como «pueblo» recobra toda


su importancia la figura del «bautizado» y el «sacerdocio co-
mú n» en el que se fundamenta:

Apocalipsis 5, 9-10
Y entonaron un cántico nuevo: «Eres digno de tomar el libro y
de abrir sus sellos, porque fuiste degollado, y con tu sangre has
comprado para Dios, hombres de toda tribu, lengua, pueblo y
nación; has hecho de ellos reyes y sacerdotes para nuestro Dios,
y reinarán sobre la tierra».

* Este sacerdocio comú n había quedado relegado a un


segundo plano en el Concilio de Trento, debido al enfrenta-
miento con Lutero:

Philips, G.
La Iglesia y su misterio I, 177
El ataque de Lutero contra el sacerdocio jerárquico en nombre
del sacerdocio de todos ha tenido como consecuencia que los
teólogos católicos se hayan esforzado cabalmente en poner el
acento sobre la jerarquía y hayan guardado, por desgracia, un
silencio demasiado reservado a propósito del sacerdocio co-
mún.
* Este debate conciliar, que estamos recordando, refle-
ja la igualdad de todos los miembros en la Iglesia —igualdad
que es anterior a la distinció n jerarquía-fieles— y contribuye,
así mismo, a superar una comprensió n excesivamente cleri-
calizada de la misma.

* Lo mismo que hemos comentado sobre el tema del


sacerdocio comú n de los fieles se puede decir sobre el tema
de los carismas. Cf. CDF, Carta Iuvenescit Ecclesia (15-V-
2016), sobre la relació n entre dones jerá rquicos y carismá ti-
cos para la vida y misió n de la Iglesia.

De Ecclesia - 1963 (AS II/I, 215-281)


I. De Ecclesiae mysterio.
II. De constitutione hierarchica Ecclesiae et in specie de
Episcopatu.
III. De Populo Dei et speciatim de laicis.
IV. De vocatione ad sanctitatem in Ecclesia.

* Los Padres conciliares agradecen este nuevo Schema


y solicitan que la categoría «pueblo de Dios» aparezca desli-
gada de los laicos y en la introducció n, antes de hablar de la
jerarquía.

* Se acepta tambié n que hay dos formas de participar


en el sacerdocio de Cristo: el de los fieles y el de los ministros
ordenados. Se subraya que uno y otro está n orientados uno al
otro y que ambos participan de los tria munera Christi.
* Con las nuevas aportaciones de los Padres se configu-
ra el Schema definitivo que viene a continuació n. Las ú ltimas
aportaciones hacen que el Schema pase de 4 a 8 capítulos.

De Ecclesia - 1964 (AS III/I, 158-377)


I. De Ecclesiae mysterio.
II. De populo Dei.
III. De constitutione hierarchica Ecclesiae et in specie de
Episcopatu.
IV. De laicis.
V. De universali vocatione ad sanctitatem in Ecclesia.
VI. De religiosis.
VII. De indole eschatologica Ecclesiae peregrinantis eius-
que unione cum Ecclesia coelesti.
VIII. De beata Maria Virgine Deipara in mysterio Christi
et Ecclesiae.

* Después de las aportaciones de los Padres, la Consti-


tució n queda dividida en ocho capítulos y el apartado sobre
el «pueblo de Dios» queda situado en la parte introductoria.

* Es precisamente en este cap. II donde se fija definiti-


vamente la distinció n «sacerdocio ministerial» – «sacerdocio
comú n de los fieles», documentá ndose aú n má s esta distin-
ció n en las Escrituras y en la tradició n de la Iglesia (LG 10).
* Todas estas aportaciones llevan al texto definitivo de
la constitució n Lumen gentium, tal y como nosotros lo cono-
cemos.

Const. Lumen gentium (21-XI-1964)


I. De Ecclesiae mysterio.
II. De populo Dei.
III. De constitutione hierarchica Ecclesiae et in specie de
Episcopatu.
IV. De laicis.
V. De universali vocatione ad sanctitatem in Ecclesia.
VI. De religiosis.
VII. De indole eschatologica Ecclesiae peregrinantis eius-
que unione cum Ecclesia coelesti.
VIII. De beata Maria Virgine Deipara in mysterio Christi
et Ecclesiae.

* La Constitució n Lumen gentium y los diez principios


directivos emanados del Sínodo de 1967 sirvieron de punto
de partida para los trabajos de revisió n de Có digo.

Sobre la providencia de Dios

* 28 oct 1958: Juan XXIII - Papa.

* 25 ene 1959: Juan XXIII - Sínodo, Concilio, CIC.


* 11 oct 1962: Concilio - Inauguració n.

* 3 jun 1963: Juan XXIII (†).

* 21 jun 1963: Pablo VI - Adelante Concilio.

CIC 1983

I. Normas generales (1-203)

II. El pueblo de Dios (204-746)


P. I. Los fieles cristianos (204-329):
T. I. Derechos y deberes de todos los fieles (208-
223).
T. II. Derechos y deberes de los laicos (224-231).
T. III. Ministros sagrados o clérigos (232-293).
T. IV. Prelaturas personales (294-297).
T. V. Asociaciones de fieles (298-329).
P. II. La constitució n jerá rquica de la Iglesia (330-572):
S. I. La suprema autoridad de la Iglesia (330-367).
S. II. Las Iglesias particulares y sus agrupaciones (368
-572).
P. III. Los institutos de vida consagrada y SVA (573-746).
S. I. Institutos de vida consagrada (573-730).
S. II. Sociedades de vida apostó lica (731-746).

III. Función de enseñar (747-833)


IV. Función de santificar (834-1253)
P. I. Los sacramentos (840-1165).
P. II. Los demá s actos de culto (1166-1204).
P. III. Lugares y tiempos sagrados (1205-1253).

V. Bienes temporales de la Iglesia (1254-1310)

VI. Sanciones penales en la Iglesia (1311-1399)


P. I. Delitos y penas en general (1311-1363).
P. II. Cada uno de los delitos y las penas establecidas para
ellos (1364-1399).

Francisco, Const. ap. Pascite gregem Dei (23-V-2021),


por la que se reforma el L. VI del CIC (cc. 1311-1399).

VII. Los procesos (1400-1752)


P. I. Los juicios en general (1400-1500).
P. II. El juicio contencioso (1501-1670).
P. III. Los procesos especiales (1671-1716).
P. IV. El proceso penal (1717-1731).
P. V. Los recursos administrativos (1732-1752).

Francisco, M. p. Mitis iudex Dominus Iesus (15-VIII-2015),


sobre la reforma del proceso canó nico para las causas de
declaració n de nulidad del matrimonio (cc. 1671-1691).

Liber II - Iter redaccional


* De los siete libros que integran el Có digo, nosotros
nos detenemos especialmente en las diferentes etapas redac-
cionales del L. II.

Schema 1977
* En el Schema preparatorio de 1977, el Libro II ya
aparecía bajo la denominació n De populo Dei, pero la ordena-
ció n de sus contenidos aú n distaba mucho de las ulteriores
disposiciones de los mismos.

* Se percibe en este Schema có mo no se habían asimi-


lado definitivamente en el á mbito de la canonística los con-
ceptos eclesioló gicos conciliares y se seguía aú n un lenguaje
similar al de la anterior codificació n.

* El Libro II aparecía dividido en dos partes:

I. Las personas en general.


– Personas físicas.
– Derechos y deberes.
– Asociaciones.
– Personas jurídicas.
II. Las personas en particular.
– Los ministros sagrados.
– La jerarquía.
– La vida consagrada.
– Los laicos.

* Para los correspondientes praenotanda vé ase Com-


municationes 9 (1977) 237-259; para los cá nones y su exa-
men véase Communicationes 12 (1980) 48-187; 13 (1981)
111-245 y 271-443; 14 (1982) 28-103 y 127-230.

* Las personas físicas y las personas jurídicas pasarían


pronto al Libro I, Normas generales, donde encontrará n su lu-
gar definitivo; mientras que las distintas categorías de fieles
de la segunda parte, siguiendo el CIC 17, permanecerá n aquí
hasta el definitivo Schema - 1982.

Schema 1980
* En este segundo esquema, el croquis del Libro II, De
Populo Dei (cc. 201-705), quedaba configurado de la siguien-
te manera:

I. Sobre los fieles cristianos (201-276):


– Los ministros sagrados o clé rigos (203-268).
– Ds. y deberes de los fieles laicos (269-276).
II. La constitució n jerá rquica de la Iglesia (277-305):
– La suprema autoridad de la Iglesia (277-305).
– Las Iglesias particulares y sus agrupaciones (306
-502).
III. Las asociaciones en la Iglesia (503-705):
– Los institutos de vida consagrada (503-656).
– Las sociedades de vida apostó lica (657-672).
– Otras asociaciones de fieles (673-705).

* El Schema - 1980, a pesar de presentar un tono má s


teoló gico, todavía no situaba adecuadamente a los fieles co-
mo categoría previa a toda diversidad posterior, sino que
agrupaba bajo esta denominació n a clé rigos y laicos respecti-
vamente.

* Viendo esta estructuració n podemos hacer constar


que a la hora de incorporar la doctrina conciliar sobre el
«pueblo de Dios», parece que hubo vacilaciones por parte de
los codificadores; pues se invierte el orden establecido por la
Const. Lumen gentium para volver nuevamente a una visió n
má s jerarquizada de la Iglesia en lo que se refiere a su orde-
namiento canó nico.

* En las dos primeras partes, salvo los dos cá nones in-


troductorios y los siete sobre derechos y deberes de los fieles
laicos, los restantes está n dedicados a los ministros sagrados
y a la jerarquía eclesiá stica.

* Por tanto, a pesar del título general del Libro II, se


aprecia que no existía en ese momento una conciencia clara
sobre el modo de configurar canó nicamente al «pueblo de
Dios», sobre todo en lo que se refiere a los derechos y debe-
res de todos los fieles, así como a los demá s aspectos comu-
nes.
Schema novissimum (1982)
* En este Schema novissimum, el Libro II, De Populo Dei
(cc. 204-746), había sufrido algunas correcciones para supe-
rar las insuficiencias antes señ aladas:

I. Los fieles cristianos (204-329):


– Los derechos y deberes de todos los fieles (208-
223).
– Los derechos y deberes de los laicos (224-231).
– Los ministros sagrados o clé rigos (232-297).
– Las asociaciones de fieles (298-329).
II. La constitució n jerá rquica de la Iglesia (330-576):
– La suprema autoridad de la Iglesia (330-367).
– Las Iglesias particulares y sus agrupaciones (368
-576).
III. Los institutos de vida consagrada y SVA (577-746).

* Este esquema es má s acorde con las enseñ anzas con-


ciliares, ya que en la primera parte quedan situados en lugar
preferente todos los fieles, con los derechos y deberes que les
corresponden a partir de la gracia bautismal. Despué s le si-
guen los laicos y por ú ltimo los clé rigos.

* Así queda configurada jurídicamente la constitució n


del «pueblo de Dios» en tres apartados: fieles - jerarquía -
consagrados. Orden que guarda mayor relació n con la doctri-
na eclesioló gica de la Constitució n Lumen gentium que con la
que presentaba el CIC 17.

* Se percibe, así, que el sujeto fundamental de la vida


eclesial no es el clero, ni la jerarquía, sino el fiel cristiano en
actitud de concreta corresponsabilidad.

* Se aprecia también que sobre la base de una misma y


radical condició n bautismal, se establecen en el interior de la
Iglesia diferentes condiciones jurídicas subjetivas.

Codex Iuris Canonici (1983)


* Después de los ú ltimos retoques al Schema novissi-
mum, el Libro II, De populo Dei (cc. 204-746) aparecerá con
la divisió n definitiva que todos conocemos:

P. I. Los fieles cristianos (204-329):


T. I. Derechos y deberes de todos los fieles (208-
223).
T. II. Derechos y deberes de los laicos (224-231).
T. III. Ministros sagrados o clérigos (232-293).
T. IV. Prelaturas personales (294-297).
T. V. Asociaciones de fieles (298-329).
P. II. La constitució n jerá rquica de la Iglesia (330-572):
S. I. La suprema autoridad de la Iglesia (330-367).
S. II. Las Iglesias particulares y sus agrupaciones (368
-572).
P. III. Los institutos de vida consagrada y SVA (573-746).
S. I. Institutos de vida consagrada (573-730).
S. II. Sociedades de vida apostó lica (731-746).

CCEO 1990

I. Los fieles cristianos: derechos y obligaciones de todos ellos.


II. Las Iglesias «sui iuris» y sus ritos.
III. La suprema autoridad de la Iglesia.
IV. Las Iglesias patriarcales.
V. Las Iglesias arzobispales mayores.
VI. Las Iglesias metropolitanas y de las demás Igle. «sui iuris».
VII. Las eparquías y los obispos.
VIII. Los exarcados y los exarcas.
IX. Las asambleas de jerarcas de varias Iglesias «sui iuris».
X. Los clérigos.
XI. Los laicos.
XII. Los monjes y de los demás religiosos.
XIII. Las asociaciones de fieles.
XIV. La evangelización de los pueblos.
XV. El magisterio eclesiástico.
XVI. El culto divino y los sacramentos.
XVII. Los bautizados acatólicos.
Plena comunión con la Iglesia católica.
XVIII. El ecumenismo.
XIX. Las personas y los actos jurídicos.
XX. Los oficios.
XXI. La potestad de régimen.
XXII. Los recursos contra los decretos administrativos.
XXIII. Los bienes temporales de la Iglesia.
XXIV. Los juicios en general.
XXV. El juicio contencioso.
XXVI. Algunos procesos especiales.
XXVII. Las sanciones penales en la Iglesia.
XXVIII. El procedimiento para imponer las penas.
XXIX. La ley, la costumbre y los actos administrativos.
XXX. La prescripción y del cómputo del tiempo.

Conclusiones

* Del examen detallado de los tres có digos elaborados


hasta ahora en la Iglesia, podemos concluir lo siguiente:

1. El contenido de los có digos se ha ido reduciendo —


CIC 1917, cc. 2414; CIC 1983, 1752; CCEO 1990, 1546—.

2. Los aspectos teoló gicos van ganando el terreno a los


aspectos meramente jurídicos. Basta echar un vistazo a los
diferentes esquemas que hemos presentado para darnos
cuenta de ello, pero este cambio se pone especialmente de re-
lieve cuando nos acercamos a los temas de nuestro curso:
centralidad de la imagen de pueblo de Dios, lugar destacado
de la figura del fiel.

3. Por ú ltimo, podemos decir que el cará cter pastoral


de las legislaciones de la Iglesia va ganando la batalla al ca-
rá cter apologé tico de otras é pocas (cf. ‘cuestió n romana’).

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