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Libro Honduras Literaria de Rómulo E Duron
Libro Honduras Literaria de Rómulo E Duron
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HONDURAS LITERARIA
COLECCIÓN
TEGUCIGALPA
Tipografía Nacional .—Tercera. A v e n i d a E . , Número 42.
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HONDURAS LITERARIA
COLECCIÓN
DJÍ
RÓMULÜ K. DURÓN
"izESCRITORES EN VERSO
TEGUCIGALPA
Tipografia Nacional.—Tercera Avenida E . — N ú m e r o 42
1899
J O S É TRINIDAD R E Y E S
Septiembre 29 de 1850.
JOSÉ TRINII AD REYES II
HONDURAS
Abril 16 de 1850.
A J . TRINIDAD CABANAS
Tegucigalpa.
SONETO
Os presentará la tierra,
En los paisajes más bellos,
Sus verdores,
Donde veréis la becerra
Paciendo y gozando, en ellos,
Sus amores.
¡ Oh bosque solitario,
Alegre en otro tiempo,
Do la bella Prisila
Condujo tantas veces sus corderos !
(* ) Pastorela de R u b e n i a .
T. II. — 2
18 HONDURAS LITERARIA
VILLANCICO
Una tortolilla,
Sencilla y sin par.
Que puso su nido
Cerca del Portal,
Viendo á media noche
Mucha claridad,
Creyó que era el día
Y empezó á cantar.
FRAGMENTO DE LA PASTORELA
DE OLIMPIA
ACTO SEGUNDO
ESCENA IV
CUANDO
Todavía no llegaban
Los días de este recreo,
Y ya sólo del paseo
JOSÉ TRINIDAD REYES 25
Aumento de población
Y muy buenos casamientos.
¡Cuántos irán muy contentos
Su fortuna ponderando!
Y cuántos habrá llorando
Porque se acabó el bureo:
Lloran todos el paseo,
Pero por sus culpas, cuándo!
PASTORELA DE ELISA
PERSONAJES
ACTO PRIMERO
ESCENA I
ARNALDO ( SOlo )
ESCENA II
ARNALDO, LUCILA
ESCENA III
ARNALDO
Y a sé lo que es metacarpo;
Al instante conocí
La estructura de las manos.
Tengo talento, no hay duda;
Mas ¡ caramba ! que ahora acato
Que el tener un esqueleto
Me es del todo necesario.
¿ En dónde hallaré unos huesos ?
Los traeré del Campo-Santo;
Mas temo que me acometan
Calenturas y catarros;
No faltarán quienes digan
Que yo la peste les causo,
Porque sen medio salvajes
Todos estos mis hermanos,
Y me matarán las viejas
A maldiciones y rayos:
Pero, ¿ qué es lo que yo tengo ?
¿ Estaré yo excomulgado ?
Allá viene otra mujer
A causarme nuevo atraso.
E S C E N A IV
ARNALDO Y REBECA
ESCENA V
ARNALDO
ESCENA VI
ARNALDO Y BATILO
ACTO SEGUNDO
ESCENA I
Es no tener aneurismas
Ni afecciones en el hígado,
No decir que eres nerviosa
Ni que te falta apetito,
Pues si das en estos temas
Y a la ruina te predigo:
No olvides este consejo.
Rebeca. Por lo que toca á Batilo,
Habrá ido á que Melania
De venir le dé el permiso.
Elisa. ¿Por fin, se casa?
Lucila. Y muy luego;
Y a están los preparativos.
Elisa. Quién sabe cuál de los dos
Irá en esto más perdido.
Rebeca. Por cierto que yo la suerte
A Melania no le envidio.
Elisa. ¿ Y por qué ?
Rebeca. Porque en los campos
Venir á tener marido
Es para tener un amo,
Que á veces es comedido;
En las ciudades es ganga
Casarse, que allí es preciso
Que haga el ánimo el varón
Y que prepare el bolsillo:
Antojos á cada paso,
A la moda los vestidos,
Y tres ó cuatro nodrizas
A un tiempo, s i tienen hijos;
Mas callemos, que ya llegan;
Su voz muy cerca percibo.
ESCENA II
ESCENA III
E S C E N A IV
LOS MISMOS
La acompañaba un anciano
De venerable presencia,
Que con respeto de esposo
Le daba la mano diestra;
Los pies iban sin sandalias,
A l hombro una alforja lleva,
Trasluciéndose en el rostro
Una admirable paciencia;
Conocí por las señales
Que la joven está cerca
De dar á luz un muchacho,
Que será lindo como ella;
Y o que jamás en mi vida
Viera tamaña belleza,
Ni modales tan graciosos,
Ni tan profunda modestia,
Y olvidando que á Belén
Había ido de carrera,
Sin pensarlo fui siguiendo
Los pasos de la doncella.
Rebeca. Eso mismo hiciera yo.
Elisa. Y lo hubiera hecho cualquiera.
Batilo. La relación va á lo largo;
Danos un trago, Rebeca.
Rebeca. Con sólo alargar el brazo
Puedes beber cuanto quieras. (Bebe Batilo)
Medea. En la primera posada
Tocan, llaman á la puerta,
Y un hombre de ronca voz
Y de mirada siniestra,
Advirtiendo que eran pobres,
Les dice con aspereza:
" A otra parte los mendigos,
Que aquí sólo el oro reina:
Para gente de esa traza
En este mesón no hay pieza;"
A l punto echa los cerrojos
Y otra súplica no espera.
Lucila. Mas díme: ¿no reparó
De la joven la belleza ?
Arnaldo. Ignoras que la codicia,
Que tamaños ojos pela
4 6 HONDURAS LITERARIA
Pertenecer indicaban
A la soberbia grandeza;
Mas, de compasión, no dieron
Ni la más ligera seña,
Y , lejos de esto, aplaudieron
Del portero la respuesta.
Elisa. ¿ Cómo Jehová, siendo justo,
Tan grande orgullo tolera ?
¿ Por qué secreto misterio
Permite su Providencia
Que el vicio á la virtud huelle,
Y á la humildad la soberbia ?
Lucila. La joven debe tener
Muy crecida recompensa;
Si ahora la humilla el orgullo
De los grandes de la tierra,
Vendrá un día en que la ensalce
De Jehová la mano diestra,
Sobre esos hombres altivos
Que tan crueles le desprecian.
Mcdea. Con resignación pasmosa,
Y sin mostrar impaciencia,
Uno al otro consolándose,
Partieron á la tercera;
Llegan, y con timidez
En la puerta hacen la seña.
"¿ Qué buscáis aquí ? les dicen;
Esta posada no alberga
Más que á la gente de lujo,
De gran tono y etiqueta;
Personas de vuestro traje
A este hospicio no penetran;
Un arrabal os conviene;
Dejad cuanto antes la puerta;
Mirad que estáis estorbando
A las damas que se acercan."
Y sin mirar del esposo
La humildad ni la modestia,
A cuyo favor á todos
Inspiraba reverencia,
De un empujón los arroja
De los umbrales afuera;
4 8 HONDURAS LITERARIA
ESCENA V
C O R O
D Ú O
A Belén, etc.
A Belén, etc.
ESCENA VI
LOS DICHOS
Ofrezcamos tributos
A nuestro Rey.
Rebeca. ( Ofrece) Este perrillo faldero,
Que yo he criado en mi cabana
Y que doquier me acompaña,
Os doy con amor sincero:
En jugar es zalamero,
Halagando se hace miel;
Le puse por nombre, Fiel,
Porque lo es en realidad;
Y o , pues, de fidelidad
Un emblema os doy en él.
Medea. (Ofrece) Señora, á vuestro hijo, un loro
Es lo que ofrece Medea,
Por que en él su afecto vea,
Siendo todo su tesoro;
Su pluma es de verde y oro,
Y es un hablador sin tasa;
Pues cuando salga de casa
En creciendo el bello niño,
Le oirás decir con cariño:
¿Quién pasa, loro? Quién pasa?
( Cantan y bailan.
Ante el triste portalejo
Donde expuesto al hielo está
El que da vida á la tierra,
Bailad, zagales, bailad.
Todos. Allí postrados todos
Ante sus pies,
Ofrezcamos tributos
A nuestro Rey.
ESCENA VII
LOS DICHOS
De mansedumbre tal,
Que lágrimas vertiendo
Caminas al altar.
FRAGMENTO
D E LA P A S T O R E L A DE ¡VIICOL
ACTO SEGUNDO
ESCENA ÚLTIMA
C O R O
Llegad, pastorcillos,
Y atentos mirad:
¡ Es todo un prodigio !
¡ Es una deidad !
Una naranja
De piel dorada,
Una granada
Grata en sabor.
Una manzana,
Un duraznillo,
Este membrillo
De suave olor.
Esta guayaba,
Que es perulera;
Toma esta pera,
Este mamey;
Mira qué linda
La granadilla;
Una anonilla
Como una miel.
C O R O
D Ú O
Nosotros ya le vimos,
Y su belleza es tal,
Que en la naturaleza
Nada le igualará.
Venid, etc.
Venid, etc.
Venid, etc.
No tienen hermosura
Mayor, pero ni igual,
Ni la tierra en sus flores,
Ni en sus aguas el mar.
HONDURAS Ll'tÉKARTA
Venid, etc.
Al través de los velos
Del traje corporal,
Trasluce el alma indicios
De su sér divinal.
Venid, etc.
Aunque es el Rey del orbe
Y Dios de majestad,
De rústicos aldeanos
Se deja visitar.
Venid, etc.
El más humilde puede
Besar su planta real;.
De pastores y reyes
Admite la igualdad.
CORO
Venid con los pastores,
Los que nos escucháis;
Venid á ver las glorias
Del cielo, en un portal.
A u n en tu frente no había
El dolor puesto su sello;
T u rostro, candido y bello,
Sólo expresaba el placer.
Ni sintió tu blando seno
Del amor la ardiente mano,
Ni en su dominio tirano
T ú te viste nunca arder.
68 HONDURAS LITERARIA
A h ! Si el destino te hubiera
Para tu mal conservado,
¡ Oh, cuánto hubieras llorado
En funeral lobreguez!
Mas fueron breves tus días
Pasados en la inocencia,
Y bajo su dulce influencia
Feneciste en tu niñez.
T ú te enlazabas al cuello
De tu madre cariñosa,
Sin presentir temerosa
La hora postrera y fatal;
Sin agitarse tu mente
Frenética, agonizante,
Aguardando aquel instante
Tan temido del mortal.
1847.
Su planta es ligera
Cual aura fugaz,
Si quiere en la danza
Su garbo mostrar.
Su acento adormece
A l raudo huracán;
Enfrena y halaga
Las iras del mar.
¡ Oh, candida virgen !
¡ Oh, ingrata beldad !
¡ A y ! fija en mi pecho
T u dulce mirar,
Y ponle la mano,
Y entonces verás
Que á tí solamente
Rendido amará.
Di me, ¿ no le sientes
Por tí palpitar ?
¡ Oh ! di, ¿ no te mueve
Su acerbo penar ?
Sí, Elvira; te adoro !
Y nunca jamás
T u angélica imagen
Se me olvidará.
Que tú eres mi gloria,
Mi hurí celestial,
Mi vida, mi cielo,
Mi felicidad !
1847.
JUSTO PÉREZ
JUSTO PÉREZ
1853-
AUSENTE
SAFICOS
PASÓ LA PRIMAVERA
Pasó la primavera
Que con fragantes flores
Alegre me brindaba
Sus plácidos olores.
JUSTO PÉREZ 8l
Entonces en el prado
Sus delicias gozaba,
Con la beldad divina
A quien mi pecho amaba.
Aquel árbol frondoso
Que en el llano se ve,
Testigo una y mil veces
De nuestra dicha fué.
Allí, con grande gozo,
De flores mil tejía
Coronas que á las sienes
De mi amada ceñía.
Recuerdo de sus labios
La encantadora risa;
Recuerdo su cabello,
Que ondeaba con la brisa.
Recuerdo, en fin, que entonces
Nuestro placer divino
No era, como hoy, turbado
Por el fatal destino.
Destino que me roba
Mis plácidos amores,
Cual el otoño arranca
De su jardín las flores.
Á UNA NIÑA
UN SUEÑO
En medio de la noche
Y o miro en mis ensueños
A la beldad divina
Que fuera mi recreo.
A su lado respiro
El placer y el contento,
Olvido mis pesares
Reclinado en su seno.
En su angélico rostro
No veo ya aquel ceño
Que fuera cruel presagio
De mi agudo tormento.
MI ESPERANZA
Á UNA ROSA
10 de marzo de 1854.
TEODORO AGUILUZ
TEODORO AGUILUZ
Febrero de 1862.
Á LA INDEPENDENCIA
DE CENTRO-AMÉRICA
Y en once lustros,
Mil patrios coros,
Cantan canoros
El bello anual;
Que hoy conmemora,
Gloriosa, ufana,
La americana
Patria central.
15 de septiembre de 1875.
9 6 HONDURAS LITERARIA
EN LA MUERTE
DEL ILUSTRE PATRIOTA DON VICTORIANO CASTELLANOS
En su garganta
Descargó fiera
Ea hoz certera;
Y fementida
Dejó sin vida
Al hombre providente, que en febrero
Heroico supo darla á un pueblo entero!
Tornando en bien;
Y que al Edén
Que has prometido
A l escogido,
Eleves, gloriosa, el alma del grande hombre
Que llenó el mundo de inmortal renombre !
Diciembre de 1862.
LOS BICHOS
S O N E T O
A " E L AMERICANO"
S O N E T O
OVILLEJO
EN EL ÁLBUM NACIONAL
EL DÍA QUINCE DE SEPTIEMBRE DEL AÑO DE 1877
A P O S T R O F E
El de haber mancillado
Y enlutado
La virgen Libertad.
de San Salvador.
A HONDURAS
i
¡ Salud patria de amores, de luz y de poesía !
Mi mente en sus ensueños feliz siempre te vio;
Mi pecho palpitante de amor, en su agonía
Por tí blando suspiro, por tí siempre lanzó !
II
III
IV
( * ) E l ferrocarril i n t e r o c e á n i c o ,
T . 11. —.8
JEREMIAS CISNEROS
JEREMÍAS CISNEROS
LA CONQUISTA
i
Aquí, sobre las cumbres del Congolón gigante,
Domínase, á lo lejos, el vasto litoral
De un pueblo generoso, de vida exuberante,
Do tuvo el primer templo la patria libertad.
II
III
IV
DESENCANTO
i
Cómo pasan, cuan veloces
Se deslizan en la esfera
Del recóndito infinito
Nuestras horas placenteras;
Esas horas bendecidas
Que, á medida que se alejan,
Tras el prisma del pasado
Fulgurosas reverberan;
A l revés de las de luto
Horas lívidas y negras
Que, con paso perezoso,
Un anciano—el tiempo—lleva
Siempre rauda la ventura,
La desdicha siempre lenta;
Las sonrisas muy fugaces,
Las lágrimas duraderas
JEREMÍAS CISNEROS 127
II
— Sentimientos y creencias
Del alma, las concepciones
Esplendorosas y excelsas;—
Ea pasión, desatentada
Con todo lo que la enfrena,
Eo hace el blanco de sus iras,
De su escarnio ó de su befa !!!
III
La destrucción y la muerte
Todo lo amargan siniestras,
La catástrofe imprevista
Surge, y el pánico siembra.
El crimen triunfa; temblando
Vive oculta la inocencia;
Se ve la honradez proscrita,
La ruindad se recompensa !
Cuál es la ley de la vida ?
De la moral cuál la regla ?-
¿ Se cree posible una justa
Tardía palingenesia ?
Por todas partes al hombre
Oprime una fuerza ciega
Contra la cual reacciona
Siempre en balde su flaqueza.
La súplica fervorosa,
La inverecunda blasfemia,
La sacrilega amenaza
De una rebelión proterva;
La oración que se levanta,
Cual hostia, de la conciencia,
La imprecación más impía,
La plegaria más intensa
Son lo mismo; nada alcanzan,
No consiguen que esa fuerza,
Inpasible, inexorable,
Se desvíe ó retroceda.
Existe el mal. Permanente,
Terrible, fatal, sin tregua,
Azota al mundo, envidioso
De que la paz prevalezca.
Cual un poder que contrasta
La acción de la Providencia,
Labrando la desventura
De la humanidad no cesa.
Se dice que nada existe
Sin la voluntad suprema;
Que la hoja débil del árbol,
Sin su permiso, no tiembla,
Y no se ve que eso entraña
Aterrador un dilema:—
JEREMÍAS CISNEROS
IV
Gracias, 1897.
I32 HONDURAS LITERARIA
AL TRABAJO
Á DON FRANCISCO U L L O A M A T A
Gracias, 189...
JEREMÍAS CISNEROS Í37
CANTARES
De la ruin hipocresía
T ú ni yo somos esclavos;
La franqueza es nuestro lema,
La hidalguía nuestro lábaro.
HONDURAS LITERARIA
La vanidad es un dueño
Mal consejero, muy malo;
Por no querer sufrir mucho,
Suele sufrir demasiado.
188...
A,
Gracias, 1897.
JOAQUIN DIAZ
JOAQUÍN DÍAZ
Á MANUEL
ROSARIO.
LA MORENA Y LA RUBIA
De la zona tropical
Tiene la morena el fuego;
Tiene la rubia el sosiego
De la neblina glacial:
Es la blanca pedernal
Que necesita de frote
Para que la chispa brote;
La morena, enamorada,
Más que chispa es llamarada
Puesta al aura que la flote.
Y es un alma angelical
Que levanta el pensamiento,
Dominando el sentimiento;
Un espíritu en un lirio;
Es el placer del martirio,
Y es el dolor del contento.
De la sublime poesía;
Pero es blanca, como fría,
¿ Cuál de las dos es mejor:
La hermosura del amor,
O el amor de la hermosura ?
¿ El arte de la escultura
O de ese arte el esplendor ?
EN LA URNA SEPULCRAL
DE MI HIJA LUISA FRANCISCA, MUERTA A LOS 18 D Í A S D E NACIDA
POR UN AMIGO
SOLEDAD
i LA SEÑORITA
SOLEDAD GONZÁLEZ
En un cielo vaporoso
Una centella fugaz
Lloviendo gotas de fuego
En campo primaveral,
Así te vieron los ojos,
Eos que te vieron cruzar
Sobre este limpio horizonte,
Bellísima Soledad.
1887.
SACRIFICIO
Y o sé lo que es la tristeza.
Siento en el pecho la brasa
Con ese fuego que abrasa
Y consume la aflicción;
Siento la herida profunda
Del puñal envenenado,
Siento el pecho desgarrado
Y partido el corazón.
L E Y E N D A TEGUCIGALPENSE
Iw\ L E O N A ' 1 1
(* ) N o m b r e ele un paseo al N o r t e de T e g u c i g a l p a .
l62 HONDURAS LITERARIA
Á TRUJILLO
DESDE LA MONTAÑA
EL SOLDADO
Se ha rendido pesaroso,
Noble mano, generoso
Le extiendo con hidalguía:
La arrogante valentía
Siempre arrastra admiración,
Y noble es mi corazón
Para albergar tiranía.
Orgulloso y satisfecho
Vuelvo á la paz y al sosiego,
Donde se levanta el fuego
De mi amor y mi derecho,
Llevando oculto en el pecho
Ese mágico placer,
De haber cumplido un deber
Como patriota y honrado:
Recompensa del soldado
Que tuvo gloria en vencer.
Agosto de 1886.
JUAN RAMÓN REYES
JUAN RAMÓN REYES
EN LA ISLA DE AMAPALA
1880.
i DELINA
Á MERCEDES
II
III
IV
¡SOLO!
( EN E L A N T I G U O CEMENTERIO DE GUATEMALA )
1867.
LA FLOR DE LA AMISTAD
1878.
La corona inmaculada
De la madre de familia.
Amantes y cuidadosos
Sorprendí tus ojos fijos
Sobre las rubias cabezas
De tus inocentes hijos.
Entonces envié á tu seno,
Ligada con tu memoria,
La flor de mi amistad pura
Como fin de nuestra historia.
II
A MI MADRE
EN SU CUMPLEAÑOS
4 de abril de 1883.
GUADALUPE GALLARDO
GUADALUPE GALLARDO
i
Cercado de dos colinas
Y dos alegres riachuelos,
Más blanco que una paloma,
Existe un humilde pueblo
Do nunca se ve una nube
En su purísimo cielo,
Ni se escucha más ruido
Que el apacible gorjeo
Del alegre paj arillo,
O del céfiro risueño,
En el cáliz de las flores,
El enamorado beso.
II •
¡ Danlí! T u nombre sencillo,
Para mí de encantos lleno,
Grabado indeleblemente
En la memoria le llevo
¡ Danlí ! Mágico sonido
Que cual talismán de un genio
En mi mente reproduce,
Con su dulcísimo eco,
Las imágenes dormidas
De mi pasado en el lienzo.
¡ Cuánto dice al alma mía
Su cariñoso recuerdo,
Al corazón cuánto dice,
Cuánto dice al pensamiento !
Allí mi niñez, mi infancia,
Del mundo al dolor ajeno,
Cuando pasaron fugaces
Con su armonioso aleteo,
Como alegres golondrinas
Que presienten el invierno,
Por un instante mi vida
Cariñosas adurmieron
¿ Por qué tan rápido pasa
Aquel instante supremo ?
¿ Por qué la cárcel no rompe
De este miserable cuerpo,
Y sigue el alma su ruta
GUADALUPE GALLARDO
III
Y el horizonte contemplo,
O me baño en los cristales
De tus tímidos riachuelos,
Que en todo encuentro el halago
Cariñoso de otro tiempo,
En tanto que siempre escucho
El apacible gorjeo
Del alegre pajarillo,
O del céfiro risueño,
En el cáliz de las flores,
El enamorado beso.
IGNORANCIA EN EL IDIOMA
SIÉNTATE AL PIANO
Guatemala.
200 HONDURAS LITERARIA
II
III
IV
Guatemala.
Á TÍ
Si la virginal sonrisa
Que guarda tu linda boca
Alguien á salir la invoca
De su regia habitación,
Con su manto de perfumes
Se reclina en los umbrales
De perlas y de corales,
Como mágica ilusión.
Á MI QUERIDO AMIGO
LEOPOLDO IDIÁQUEZ
Guatemala. — 1 8 8 4 .
TODOS S E AMAN
EN LA MUERTE DE MI PADRE
1877.
¡GRACIAS!
Á LA SEÑORITA
Tegucigalpa. — 1 8 8 6 .
EN EL ÁLBUM DE OTILIA
Trujillo: 1890.
MANUEL MOLINA VIJIL
MANUEL MOLINA VIJIL
Guatemala: 1 8 7 3 .
M A N U E L MOLINA VIJIL 217
EN T I E R R A
Á MARÍA
TE
TEMOR
EL BESO
ÚLTIMA VEZ
POESÍA
RECITADA POR SU A U T O R EN EL B A I L E DEDICADO A L DOCTOR M A R C O A. SOTO
EL 6 DE F E B R E R O DE 1881
No bastaba el desconsuelo
De su eterno padecer,
Y la hicieron en su duelo
Posar la frente en el suelo
Y sus cadenas lamer.
II
III
Á MARCO A. SOTO
EL, 2 7 DE AGOSTO DE 1881
En feliz arrobamiento
Contempla mi ánima oscura
Reunida aquí la hermosura
Y aquí reunido el talento.
Aquélla, del sentimiento
Los gratos fulgores toma,
Entre sus labios asoma
La dulce miel del cariño,
Y tiene el alma de armiño
Y el corazón de paloma.
( *) J. J. Palma.
( ** ) S a l v a d o r Barrutia.
224 HONDURAS LITERARIA
En sagrada comunión
Están en este momento
Ea idea y el sentimiento,
El alma y el corazón
Palpita aquí de emoción
Risueña la sociedad;
Hay algo de inmensidad
Que en nuestras frentes fulgura:
Es la luz vivida y pura
Del Sol de la Eibertad.
De la flor en la ambrosía,
Del ave en el duce canto,
En el estrellado manto
Y en el luminar del día,
No encuentro tanta poesía,
Ni alientan mi inspiración,
Como la dulce expresión
De un pueblo que victorea
Ea libertad de la idea,
Ea independencia de acción.
Á MARÍA
EN LA INAUGURACIÓN
D E LA BIBLIOTECA NACIONAL, E L 2 7 D E A G O S T O D E 1880
¡ ADIÓS !
Guatemala.
¡ SUFRO POR E L L A !
TÚ
1 DOLOR !
EN M E M O R I A DEL GENERAL DON M I G U E L G A R C I A GRANADOS
E X - P R E S I D E N T E DE L A REPUBLICA DE GUATEMALA
E l h é r o e m u e r e ; su fama, n u n c a .
Y o le conocí ya anciano;
Le conocí cuando había
La edad con su mano fría
Teñido el cabello en cano;
Cuando temblaba su mano
De una pluma con el peso;
Pero su vigor, ileso
El corazón aun guardaba,
Porque Dios le destinaba
Para apóstol del progreso.
Y a su energía enervada
Por su edad y la clemencia,
De la pública existencia
Pasó á la vida privada;
Pero dejó asegurada
En un varón de alma fuerte
De sus hermanos la suerte
¡ Seis años después sentía
Sobre su frente sombría
El ósculo de la muerte !
LA L I B E R T A D (
Ama el i n o c e n t e niño
L o q u e c o m p r e n d e r no sabe;
S u h e r m o s o p l u m a j e el a v e
Y su b l a n c u r a el armiño;
A m a c o n puro cariño
A su d o n c e l la b e l d a d ;
L a líquida inmensidad
E l pez de brillante escama;
S u s perfecciones Dios ama
Y el h o m b r e , l a libertad.
Y o la vi desfalleciente,
Ante Dios puesta de hinojos,
Con lágrimas en los ojos,
Con espinas en la frente;
Encadenada y doliente,
Cubrir de luto su faz;
Y por un héroe falaz,
Por más de un apóstol falso,
Pasar del trono al cadalso
Envilecida jamás !
En su honda melancolía
Devora su pena á solas,
Como devoran las olas
El rayo del medio día;
Ella en su misma agonía
Su santa misión pregona,
Y tiene cuando perdona,
Como sultana ó cautiva,
Por todo cetro la oliva,
Un triángulo por corona.
De la América señora,
Es en Bolívar altiva;
En Washington progresiva
Como en Dincoln redentora;
En Barrundia pensadora;
En Darrazábal afán
De alejarse del titán
Que le impusiera sus leyes;
Festiva en el Padre Reyes
Y mártir en Morazán.
T u v o su aurora inmortal
Tras una noche de horrores,
Y llenó de resplandores
Esta América Central.
La patria alegre y jovial
Pobló de himnos el espacio;
El sol tuvo por topacio
En su corona de estrellas,
Por alfombra flores bellas
Y el limpio azul por palacio.
246 HONDURAS LITERARIA
¡ Dolorosa diferencia
Que arranca llanto del alma !
Y tú en el destierro, Palma,
En pos de la independencia.
T ú pasas ¡ ay ! la existencia
Como el pájaro perdido
Que busca en extraño nido,
De su cantar al arrullo,
E l dulce calor del suyo
Por la inclemencia destruido.
M A N U E L MOLINA VIJIL 247
¡ Infeliz ! En tu semblante
La sonrisa jugar veo;
¿ En dónde está, Prometeo,
T u corazón palpitante ?
¿ Qué se hizo tu fe constante ?
Tus lágrimas ¿ qué se han hecho ?
¿ O sonríes á despecho
De tus eternos agravios,
Dando esa miel á tus labios
Mientras desgarras el pecho ?
Entonces, en el exceso
De tu ardiente inspiración,
Profetizabas la unión,
Santificando el progreso.
Dios te escuche y guarde ileso
De esta patria el alto honor;
Que ella al brindarte, cantor,
Su inmarcesible laurel,
Dos cosas te ofrece en él:
Su admiración y su amor.
Recógelo ! Es merecido,
Y colócalo en tu seno;
Que endulce un poco el veneno
Que el español te ha ofrecido,
Para que un día querido,
De tu patria, á los fulgores
De su libertad, implores
Olvido de penas tantas,
Eo coloques á sus plantas
Como una ofrenda de amores.
15 de septiembre de 1 8 7 9 .
M A N U E L MOLINA VIJIL
EN LA M U E R T E
DE M A R Í A ENCARNACIÓN VALLE
Á MARÍA
Á MI AMIGO J. J. PALMA.
¡ Cuál creía
Que Dios mismo protegía,
Con su providencia santa,
Tal ventura, dicha tanta;
Y que, al mirarla sonriente
Y viéndome satisfecho,
Me daba un abrazo estrecho
Y me besaba en la frente !
Y que á solas,
Juguete vil de las olas,
A divisar ya no alcanza
Las playas de'la esperanza;
Y que en el postrer afán
En que sus fuerzas se agotan,
Su cuerpo débil azotan
Las alas del huracán.
Tegucigalpa: 5 de diciembre de 1 8 8 1 .
DESEOS
EN UN B A I L E
No vayas al paseo,
Ni al templo del Señor:
Tengo celos del mundo,
Tengo celos de Dios !
PALMA
El ánima se estremece,
Y sus laureles ofrece
El bardo á su soberana.
II
III
Y se alza sacramentada
La diosa de la ventura !
Ella con su mano pura
Nos brinda su comunión;
Ella deja á la ilusión
Poner sus prismas en juego,
Y con sus labios de fuego
Besarnos el corazón.
Septiembre de 1880.
JOSEFA CARRASCO
^ ^ ^ ^ "
JOSEFA CARRASCO
Doquiera, exuberantes,
L,lenas de gracia y de frescor, convidan
JOSEFA CARRASCO
INSPIRACIÓN
F R A G M E N T O S
Perdido en el espacio;
Cuando en hermosa filigrana de oro
La rósea nube borda de topacio
E l regio monumento,
Del crepúsculo bello en el momento;
Cuando se alza soberbio en el Oriente
Esplendoroso el sol de la mañana,
Y cuando al declinar en Occidente
Con pompa soberana
Las montañas y prados tornasola,
Bañando el cielo de carmínea grana;
Cuando el lirio despliega su corola
Mecido por las auras,
Al beso de la tarde,
De su gracia y perfume haciendo alarde;
¿ Cuál es el alma que palpita en todo
Y domina ese todo en el momento ?...
En la esfera común no se percibe:
Tiene su trono allá en el firmamento !
¡ Si llegara á tocar en mi delirio
Ese mágico altar del pensamiento,
Do el genio deposita sus laureles
Y la dulce emoción del sentimiento;
Pudiera entonces de fulgor divino
Bañar la senda que mis plantas huella,
Trocar esta ignorancia que me ofusca
Por la radiosa lumbre de una estrella !
Á LA JUVENTUD HONDURENA
Despertóse el espíritu,
Sacudiendo el crespón de las tinieblas
De la ignorancia adusta,
Y risueña y augusta
Da primera alborada de un gran día
Decoró el horizonte,
Benéfica, esplendente,
Haciendo á un pueblo todo
Alzar del polvo la humillada frente.
Y el don inestimable,
Cual bienhechora enseña,
Muestras de tu radiosa inteligencia,
De tus grandes ideales,
Tus bellas ilusiones,
T u ardiente corazón, pura conciencia.
¡ Oh, noble juventud ! urna sagrada
Donde la patria su esperanza guarda,
Anhelosa, valiente, entusiasmada,
Marcha, marcha adelante,
A ceñir del talento y de la gloria
La preciada corona
Con que la fama en este siglo heroico
La virtud y la ciencia galardona.
ILUSIÓN
EN EL CAMPO
INÉDITA.
Santa Bárbara.
Á Mi DISTINGUIDO AMIGO
LIC. DON A L B E R T O MEMBRENO
INÉDITO
ADIÓS
AL LAGO D ED YOJOA
1886
LA AURORA
SUEÑOS
T . II — 1 9
CARLOS ALBERTO UCLÉS
Á CONCHA MATHEU.
TÚ Y YO
Á MARÍA.
II
III
NOCTURNO
Á c
I
II
III
ÁLBUM
Encender de tu casita
En la dulce soledad
Con tus besos y miradas
El fuego de mi hogar
Y yo te amo, y te lo dice
El reclamo universal;
Cuanto canta y cuanto llora,
Cuanto suspira en su afán.
RECUERDOS
Á JULIA.
Diecisiete primaveras
Notas, perfumes, colores,
T e dan con sus ruiseñores
Y sus rosas tempraneras.
II
¡ Ay ! Y a nunca dudarás
Del amor que me inspiraras
T e amara aunque no me amaras,
Y te amaré mucho más.
A tí volveré rendido
Si tu cariño responde:
Siempre en mi pecho partido
T u dulce imagen se esconde;
Y siempre, tú mi tesoro,
Tú"mi luz y mi contento,
T ú , ángel mío, á quien adoro,
T ú serás mi pensamiento !
Á ADRIANA.
CHABELA
CONCHA
Un pensamiento me pides,
Algún recuerdo de mí:
T e diré que no me olvides,
Que pienso en tí.
3°4 HONDURAS LITERARIA
Á c
II
III
IV
CHINDA
MADRE
MIOSOTIS
SERENATA
Á c
I
Tierras de flores,
Notas suaves,
Que aprendí de las brisas
Y de las aves.
T e contara de Oriente
Cuentos de hadas,
De princesas del Norte
Tristes baladas;
Del Mediodía
Amorosos romances
T e contaría.
II
De quince primaveras
Las ilusiones
T e encantan con sus vivas
Cintilaciones:
Siempre risueño
El ángel de la noche
Vele tu sueño.
T e envuelven de jazmines
Suaves aromas,
Y rumores ignotos
De las palomas;
Y en blando anhelo
Tu mente va soñando
Cosas del cielo.
III
Es tu voz argentina
Voz de sirena,
Que resuena en el alma
Que se enajena;
Porque tu acento
Revela los misterios
Del sentimiento.
Apacible poema
Se lee en tus ojos,
De un Edén que á alcanzarlo
Mueven antojos:
Tórtola herida
Eo traduce en la tarde
Que á amar convida.
De gotas de rocío
Y rayos de luna
Las tintas virginales
T u rostro aduna:
Mayo y abril
Guirnaldas te ciñeron,
Niña gentil.
CARLOS ALBERTO UCLÉS
IV
T e contara un secreto,
Niña adorada,
Mas prefiero ocultarlo
Diciendo nada;
Que eres ajena
Del rimador amante
Siempre á la pena.
Mi violeta te diera,
Toda mi gloria,
Por sólo un pensamiento
De tu memoria:
El bardo errante
A tus plantas es siempre
Fino y constante.
T e contara novelas,
Diera alelíes,
• Y esmeraldas cual ojos
312 HONDURAS LITERARIA
De las huríes,
Por tu mirada
O tu dulce sonrisa
Disimulada.
Á JULIA.
II
III
Un español ha enseñado,
Sin que objetarle se pueda,
Que Gloria es mala moneda
Para ir con ella al mercado.
Y Dumas (viejo) ha observado
Da casta sacerdotal
De ese culto celestial,
Y ha visto avara la diosa
Con la caterva dichosa
Que vive del bello ideal.
En su grandiosa tristeza,
Henry Heine, fuego en el hielo,
Rendido á su desconsuelo,
Desdeñado en su pobreza,
Idealizó una belleza,
Y el desengaño más cruel
Hincó sus garras en él,
Y quien miró el orbe estrecho,
Paralítico en su lecho,
Ahogó su ambición en hiél.
En mi fantasía mora
El triste enlutado espectro
324 HONDURAS LITERARIA
1883.
GONZALO GUARDIOLA 325
FANTASÍA
Julio de 1883.
DESILUSIÓN
Diciembre de 1883.
SI SUPIERAS
Á LA LUNA
Silenciosa confidente
De la infamia y de la gloria,
Libro en blanco de la historia
De la pobre humanidad;
T ú has mirado las orgías
De la fortuna ostentosa,
Y escuchas la silenciosa
Plegaria de la orfandad.
En la bóveda estrellada
Hace siglos que rutila
Suave, plácida y tranquila
Para los hombres tu luz;
Y es la misma tu mirada
Sobre el regio mausoleo,
Que en la huesa donde veo
Por toda enseña una cruz.
LA FELICIDAD
En la ansiedad de la vida,
Siempre vamos con empeño
De las caricias de un sueño
Al árido mundo real;
Y pasa el tiempo volando,
Da vida se va extinguiendo,
Uno tras otro perdiendo
Dos encantos de lo ideal.
Dos'veces me ha parecido
Sobre la tierra encontrarla
Y de hinojos á incensarla
Las dos veces me postré;
Vive mi espíritu incierto
Y al ver brillar una estrella,
Sospecha el alma que en ella
Tal vez hallarla podré.
Un filósofo en Oriente
Lánguido y triste llegó;
Fatigado peregrino
Al pie de fresca palmera
De la noche placentera
En los brazos se durmió.
HIMNO AL SOL
1883.
JOSÉ SANTOS DEL VALLE
J O S É SANTOS DEL VALLE
i
i Qué quieres, Lucila hermosa,
Diviua luz de mis ojos,
Sirena de labios rojos
Y acento fascinador ?
¿ Qué quieres, candida niña,
Dulce encanto de mis horas,
Bella ilusión que coloras
Mis pensamientos de amor ?
II
III
IV
UN RECUERDO Á MARÍA
i
Era de noche cuando vi su rostro
Tan gracioso, modesto y peregrino,
Como del célebre pintor de Urbino
El más perfecto y acabado ideal.
Estaba más radiante y pudoroso
Que el destello primero de la aurora,
Bañado por la luz encantadora
De su dulce mirada celestial.'
II
III
IV
VI
VII
A UN P A J A R I T O ' 0
Pajarillo afortunado,
¿ Qué buscas, di, qué deseas,
Que alegre revoloteas
Junto á mi humilde mansión ?
¿ Vienes del bosque vecino,
Donde dejaste á tu amada,
A visitar mi morada,
Pajarillo juguetón ?
De corrupción y miseria
Está el orbe casi lleno;
Podredumbre, lodo y cieno
Infectan la humanidad.
El error y la mentira,
Da negra envidia y el dolo,
Ocupan el puesto sólo
Del bien y de la verdad.
Se burlan de la justicia,
Del honor y el patriotismo,
Y con bajeza y cinismo
Doblan su frente servil.
No oyen la voz de la patria
Que por su culpa agoniza,
Pues con sardónica risa
Da hieren tiranos mil.
Hipócritas y rastreros,
Venden su honor, su decoro,
354 HONDURAS LITERARIA
Y yo no puedo ¡ infelice !
j Que así mi suerte lo quiere !
Mirar al héroe que muere
Y á su lado combatir;
Dar sepultura á sus huesos,
O morir con mis hermanos
Maldiciendo á los tiranos,
Que es muy glorioso morir.
Yo exhalaré de mi pecho
Notas de suaves congojas,
Como el ruido de esas hojas
Que mece el aura al pasar;
Y tú, como el eco grato
De la fuente que murmura,
Modularás con dulzura
T u voz en blando trinar.
josé SANTOS I EL VALLE
Septiembre de 1892.
CARLOS F. GUTIÉRREZ
CARLOS F. G U T I É R R E Z
Á ELISA.
Y contándoles tú siempre
A los pájaros y flores
Tus placeres, tus dolores,.
Para saberlos yo así;
Podemos vivir sin vernos....
Entrega siempre á la brisa
Tus suspiros, tu sonrisa,
Para que lleguen á mí !
1880.
II
III
EN EL ÁLBUM DE J U L I A
i
Azucena que fenece
Al soplo del cierzo frío,
Nube que se desvanece
Cual la espuma que se mece
Sobre las aguas del río.
II
III
IV
VI
VII
Y sé cuánto se padece
Cuánto en silencio se llora
Y cómo al alma devora
La llama del padecer !
Y sé también cuan felices
Corren las horas dichosas
Si se van cortando rosas
Por la senda del placer !
VIII
IX
RECUERDOS
i
Suefio parece ! mi gentil doncella,
Envuelta en tenue y vaporoso velo,
Salió á su reja, temblorosa y bella,
Como aparece diamantina estrella
En la azulada inmensidad del cielo.
II
III
IV
1883.
CARLOS F. GUTIÉRREZ
GLORIA
Un zorzal en la ribera
Tiernas endechas cantando,
Y sobre el tallo, temblando
Las flores de la pradera;
Y én lánguidos embelesos,
Y en amorosos delirios,
Elenar tu frente de lirios
Y tus mejillas de besos;
1881.
Á J . J . PALMA
1881. ; : :
'"
TRAGUÉ E L ANZUELO
CALDERÓN.
No encuentro la salvación
En tan apurado paso;
¿ Me casaré ?..... No me caso,
Es muy Seria la cuestión !
EN UNA FIESTA
Perdida en el horizonte,
En medio de sutil bruma,
Bañada por blanca espuma,
Se ve una nave cruzar;
La vela le riza el viento,
El humo hacia el cielo sube
Y forma rasgada nube
Color de cielo y de mar.
1880.
.574 HONDURAS LITERARIA
POR; T Í
Diciembre 31 de 1896.
A UN ÁRBOL
POR QUÉ?
RIMA
Mi destrozado pecho,
En el pesar tornándose iracundo,
Maldice la sonrisa
Del ángel bello que otro tiempo amaba !
N i la frescura de apacible brisa,
Ni los encantos de la hermosa Duna
Que antes ansioso con placer buscaba
Y mis afanes y ansiedad calmaba,
Brindarme pueden esperanza alguna.
Y sin placer ni fúlgida esperanza,
¿ Qué es la vida ? Es un páramo desierto
Donde hay dolor sin calma ni bonanza,
Donde sus pasos guía el hombre incierto
Hallando sólo incógnitos pesares
Donde apenas alcanza
A soportar las horas de quebranto
Y donde eternamente,
Con lastimoso llanto,
Tras el reposo corre vanamente !
384 HONDURAS LITERARIA
J A M A S T E OLVIDARE
LA TARDE
No busco, y el camino
Cruzando sigo que trazó mi suerte
En el mundo engañoso
No quiero verte sin ningún consuelo,
No quiero que furioso
El huracán destroce tu existencia
Y vivas como yo en el desconsuelo !
Hija querida ! siempre tu inocencia
Conserva pura, sin mancilla alguna,
Cual la contemplo en tu modesta cuna,
Purpúrea flor de delicada esencia !
MI DESTINO ES SUFRIR
Á LA CIENCIA
San Salvador: 1 8 7 9 .
HONDURAS LITERARIA
De la inspiración sentía
Arder el fuego en mi alma,
Y hasta conquistar la palma
Soñaba mi fantasía.
Y en mi deseo anhelante
De imitar su dulce acento,
Dancé mis notas al viento
Entusiasta y delirante;
Ni de mi patria he cantado
La belleza de su suelo,
La limpidez de su cielo
Ni su horizonte rosado:
Y si mi numen tuviera
La sublime inspiración,
Como una humilde ovación
Y o mis cantigas les diera
1876.
MIGUEL RICO GUARDIOLA 409
T E QUIERO
Á RAIMUNDA.
REPULSIÓN
Al influjo pernicioso
De vuestra dicha mentida,
Se deslizaba mi vida
Entre dudas é inquietud.
Indiferente á mis males,
Vuestro veneno aspiraba
Y ya en mi paso no hallaba
Las luces de la virtud.
MIGUEL RICO GUARDIOLA 4II
REALIDAD DE LA VIDA
DOLORA
Un razonamiento tal
Dejóme alegre y gozoso;
Y por la senda del mal
Me hizo correr presuroso.
E l mal se regocijaba,
E l mundo se complacía
Porque el uno me engañaba
Y el otro me seducía.
ANGUSTIAS
II
T u voluntad es única,
Nada resiste á ella,
Testigos son los mares
Que agotas con tu voz.
Si mi destino adverso
Jamás puede mudarse,
Si en hondas agonías
Por siempre he de vivir;
Abrevíame la vida,
Abrevia este martirio
Que pesa inmensamente
Sobre mi débil ser.
III
FATALIDAD
II
III
IV
VI
II
Á MIGUEL A . FORTÍN.
Arrulladoras y tiernas
Eas palomas allí vagan;
Allí se mecen las chorchas
Del limonero en las ramas.
Y esas notas que en la tarde
Se oyen melódicas, vagas,
Son cánticos de los genios
Que alegres pulsan sus arpas.
Eos favonios no murmuran
En la frondosa enramada
Porque se hallan reposando
En las agrestes cañadas.
426 HONDURAS LITERARIA
II
III
IV
Diciembre 2 de 1 8 8 3 .
NOCTURNO
Va el arroyo murmurando,
Entre flores, hechicero;
Está el zorzal montañero
En la ceiba reposando.
II
¡ Es de noche ! El universo
Está en silencio sumido,
Y el corazón dolorido
Batalla con su hado adverso.
Y en la noche ¡ ah desvarío !
Se disipan mis amores
Como el ambiente y las flores ....
¿ Y no lloras, amor mío ?
Diciembre 7 de 1883.
Á ZAREIDA.
II
II
III
IV
Tegucigalpa: agosto 2 0 de 1 8 8 5 .
PROBLEMA
II
Marzo 13 de 1883.
432 HONDURAS LITERARIA
CANTARES
k ZAREIDA.
Gacela hermosa
De los alcores,
Virgen nacida entre niveas flores,
Llena de gracias y de virtud,
Escucha al bardo que canta amores
A los compases
De su laúd.
* *
T ú eres la diosa
De los amores,
T ú eres la reina de las huríes:
Las mariposas te brindan flores,
Melifluos cantos los ruiseñores,
• Suaves perfumes
Los alelíes.
RAMÓN REVES
* **
Meció tu cuna,
Niña inocente,
La fresca brisa de estos pinares,
De los verjeles el suave ambiente;
Y la alumbraron del Sol poniente
Los esplendores
Crepusculares.
II
Son apacibles
Esas miradas,
Castas, honestas,
Suaves, sencillas,
Y en esos labios,
Enamoradas,
Nidos de besos
Hallan las hadas,
Panal de mieles
Das abejillas.
** *
Catorce veces la primavera.
Deidad hermosa del alma mía,
Ha perfumado tu cabellera
Con sus aromas, con su ambrosía
Y con su fresca brisa ligera.
Como la ondina
Del arroyuelo
Eres amante,
Dánguida y tierna,
Y en tus miradas
Encuentro un cielo,
Y tus sonrisas
Calman mi anhelo,
Calman mi ardiente
Pasión eterna;
III
Soy el amigo
De los juglares,
Soy el amante
De las quimeras,
Y me divierto
Con mis cantares;
Y escucho alegre
Las plañideras
Y vagas notas
De los pinares.
1884.
MIGUEL A. FORTÍN
MIGUEL A. FORTÍN
EL ADULADOR
A LN TIRANO.
LA VIDA
RIMAS
II
III
SERENATA
1885
MIGUEI, A. FORTÍN
AL GUACERIQUÉ
II
III
MADRE
Si aprisiona su hermosura
Blanca veste, es semejante
A la estrella rutilante
RÓMULO E. DURON 461
3 de julio de 1892.
4 62 HONDURAS LITERARIA
NIÑEZ Y JUVENTUD
II
Mas pasó la niñez ! Ya los rumores
De la brisa y los cantos de las aves,
De las lagunas las azules flores
Y de las ondas los murmurios suaves;
Las estrellas, la luna, el sol hermoso
Y de las nubes el flotante velo;
Cuanto mi corazón tierno y fogoso
Amaba entonces con ferviente anhelo;
Hoy no despierta en él las emociones
De placer, de entusiasmo y alegría
Que en la edad de las bellas ilusiones
Dichosa hicieron la existencia mía;
Pues ya de la pasión el grato fuego
En mi ardoroso corazón anida,
Y sólo adoro, enajenado y ciego,
Al ser que es hoy la vida de mi vida !
1884.
RÓMULO E. DÜRÓN
REVELACIONES
1889.
CANTO VESPERTINO
FEBRERO
*
¡ Oh, inefable momento !
¿ De qué entonces hablaba nuestro acento ?
¿ Y recuerda de qué habla con las flores
Favonio enamorado, en sus rumores ?
Y o no sé más que en ese instante, sólo
Suspiraba de amor, ajeno al dolo;
Que en tu mirada pura
Bebía yo á torrentes la ventura,
Y que, de la emoción en el exceso,
Se unieron nuestros labios en un beso !
*
¡ Han pasado los días ! ¿ Qué ha quedado
De tanto y tanto amor ?
No se ha borrado
En tu boca rosada y seductora
De ese beso la huella abrasadora,
Y ya amas á un extraño !
¡ Oh inconstancia ! ¡ Oh dolor ! ¡ Oh desengaño !
7 de abril de 1888.
RÓMULO E. DURÓN
T E PERDONO
ESTROFAS
k .
El lago transparente,
Cuyo inmóvil espejo
Copia el disco del sol resplandeciente
Y de la luna el pálido reflejo,
Oculta entre sus aguas silenciosas
Quién sabe cuántas sierpes venenosas !
1886.
RÓMUI.O E. £ URÓN 469
LA VIDA
BALADA.
EXPERIENCIA
II
LA NUBE
ABANICO
En el salón brillante,
Del brazo del poeta iba la bella:
Su límpida pupila centellante
Con el fulgor lucía de una estrella.
En la fiesta no había
Una digna rival de aquella hermosa:
Su voz, arrobadora melodía;
Su noble majestad, la de una diosa.
El poeta, embriagado
Por el ambiente que á la bella envuelve,
Como el ave que el alba ha vislumbrado,
A cantar se resuelve.
Va á cantar su hermosura,
Su gracia espiritual, su tez de nieve,
Su dulce voz, su cabellera oscura,
Su ser todo, que encanta y que conmueve.
RÓMULO E. DDRÓN 471
Entonces se detiene,
Y el abanico toma de la bella:
Pronto á escribir el lápiz se contiene,
Que inquieta y sorprendida le dice ella:
( No lo dudes, lector: fué como indico )
" Mire Usted, no me manche el abanico."
POETISA
JOSEFA CARRASCO
ISAACS
S O N E T O
PATRIA !
*
En un recuerdo encierra nuestros recuerdos todos;
Anhelos, esperanzas, amores é ilusión
Convergen á ella y fúndense en una sola llama,
Cual rayos que se unieran para formar un sol.
*
La Patria es el sagrado lugar donde nacimos,
En donde nuestros ojos abriéronse á la luz,
En donde nuestro pecho latió por vez primera,
Do alzamos la prístina plegaria al cielo azul.
*
Y aquí, en nuestras montañas, vibró por ella un día
Su espada fulgurante Francisco Morazáu,
KÓMULO E¡. DURÓN 475
28 de septiembre de 1895.
A ERNESTINA GALINDO
II
A ROSINDA F1ALL0S
III
IV
A LUZ SEQUEIROS
A LASTENIA
VI
A LOLITA INESTROZA
VII
A M A R Í A G. R E Y E S
EL ARROYUELO
DE RUNEBERG
SI TU ME A M A R A S . . . .
DE DENZA
Á MUNDITA ZÚNIGA.
Si tú me amaras ¡ ah ! yo olvidaría
Mis dudas, mis tormentos y mi llanto;
Y o fuera por tu senda y formaría
De tus áureos ensueños el encanto.
Sobre rosas tus plantas imprimieras
Y te librara de punzantes ramas,
Y sabría morir si lo quisieras,
Si tú me amaras Pero tú no me amas !
21 de noviembre de 1895.
HONDURAS LITERARIA
T H E E , T H E E , ONLY T H E E
DE THOMAS MOORE
*
Mi espíritu á la cumbre quería de la fama
En sus brillantes sueños el vuelo dirigir;
Pero hoy tan sólo existe para él la ardiente llama
Que fué por tí encendida, por tí, sólo por tí !
Cual pasan las riberas del mar ante el navio
Que frente á ellas cruza las olas de zafir
Y á un punto fijo avanza volando sin desvío,
Tal veo mundo y vida pasar, que el amor mío
En pos de tí me lanza, de tí, sólo de tí !
*
Mis alegrías todas en tí tienen su fuente,
Por tí agitan en.mi alma sus alas de carmín;
Y hasta el dolor es dulce para mi pecho ardiente
Si tiene en tí su origen, en tí, tan sólo en tí !
Cual un encanto nunca se rompe si el acento
No vibra, á cuya magia no puede resistir,—
Mi corazón, que altivo resistirá al tormento
Que quiera un día traerle de la desgracia el viento,
Por tí podrá romperse, por tí, sólo por tí !
( D E L " C H I L D E . H A R O L D , " D E L O R D B Y R O N )
II
Y peñascos escarpados
Y de una arcada las ruinas,
Este valle ven do umbrosas
Glorietas forman las viñas.
Pero algo en estas regiones
Tan bellas falta á mi dicha:
Falta que pueda tus manos
Estrechar entre las mías !
III
IV
2 de abril de 1896.
ÜE LORD BYRON
T R A D U C I D A P A R A UN A L B U M F Ú N E B R E
Marzo de 1894.
4§4 HONDURAS LITERARIA
MELODÍAS HEBRAICAS
D E L O R D B Y R O N
ELLA
II
LLORAD!
III
SOMBRÍA ESTA MI A L M A
IV
T E VI LLORAR
CAÍSTE AL FIN
VI
*
En vano, en vano busco en mi memoria
Cuáles los días son que me dejaran
Un recuerdo feliz, y me inspiraran
Amor á la existencia, por la gloria
Halagado, y los bienes que la tierra
Dentro su seno encierra:
Jamás vi levantarse un solo día,
Jamás pudo correr un solo instante
En que haya disfrutado de alegría
Sin dolor, y placer sin amargura;
Y siempre hallé que del poder la joya
Cuanto más brilla, tanto más tortura !
*•
Con arte y con encantos, la serpiente
De la campiña se hace inofensiva;
Mas ¿ quién podrá encantar la que, iuclemente,
Se enrosca al corazón ? Ella no escucha
La enseñanza del sabio, persuasiva,
Y armonía no existe, á cuyo acento
Pueda ser engañada;
Mas su aguijón cruel nunca un momento
Cesa de atormentar el alma triste,
A tan duro suplicio condenada !
VII
PASIÓN
D E EUGENIO D E C A S T R O
EL DÍA Y LA NOCHE
DE LONGFELLOW
5 de marzo de 1896.
RÓMUM) E. DURÓN 491
AL MORIR EL DÍA
DE LONGFELLOW
Á JESUSITA MEDINA.
18 de junio de 1895.
ROMULO E. DURÓN 493
EXCELSIOR!
DE LONGFELLOW
16 de marzo de 1896.
DELIA
DE LONGFELLOW
1 6 de febrero de 1 8 9 6 .
ANTE UN ESQUELETO
PARÁFRASIS
*
En ese antro vibraba en otro tiempo
Una lengua ligera, viva y pronta:
Si desdeñó la falsedad; si nunca '
De ella el dardo partió que hiere la honra;
Si antes calló que dar torpe alabanza;
Si las virtudes defendió animosa,
Sin atentar á la concordia noble;
Si de paz y de amor fué siempre su obra;
Entonces esa lengua bienhadada
Por tí hablará con elocuencia ignota,
Cuando de lo infinito y de lo eterno
E l velo impenetrable se descorra !
1892.
LA LEYENDA DE LA TIERRA
DE JEAN RAMEAU*
*
Cuando el Creador, sin lindes surgir hizo el espacio,
Espacio que no puede la mente imaginar,
Un saco echóse al hombro, en que de miles de astros
El ruido resonaba que hacían al chocar.
T. II. — 32
498 HONDURAS LITERARIA
* % *
17 de septiembre de 1899.
JUAN MARÍA CU ELLAR
II
III
IV
Arrullos de paloma,
Rumor de dulces besos,
Y argentino arpegio
Que entona el ruiseñor;
Eso es á mis oídos,
Eso es, amada mía,
Cuando hablas y me nombras,
El eco de tu voz.
VI
VII
VIII
IX
Un jazmín me diste
Que aquí me acompaña
Temblando me dice que ya no me quieres;
¡ Cuánto llora mi alma !
Da brillante estrella
Que juntos amamos
Temblando me dice que ya no me quieres,
Que me has olvidado.
El lindo pañuelo
Que bordaste un día
Temblando me dice que ya no me quieres,
Como tú solías.
Mi doliente pecho
Que tanto te ha amado
Temblando me dice que ya no me quieres,
Y derrama llanto.
CELOS
A ALESKA
II
III
Y en extático embeleso
Nuestras almas embriagadas,
Despertando alborozadas
Al dulce ruido de un beso
Y promesas celestiales,
Y pensamientos divinos,
Y recuerdos peregrinos,
Y esperanzas inmortales;
Y mirar en el porvenir
Un hogar santificado
Por tu amor, y yo á tu lado
Viendo la dicha lucir
IV
DEL LIBRO
S U E Ñ O S D E BODA "
II
III
IV
En espirales
El humo del incienso se elevaba,
Y por los vidrios de color los rayos
Del sol de la mañana descendían
A besar esa frente pudorosa
Donde imprimiera con pasión mis besos...
Allí mi madre,
Mi amada madre, en el umbral te daba
Blanca guirnalda, y te besó en la frente,
Y, feliz, te estrechó con alegría
Y te dio el dulce nombre de hija mía.
Tegucigalpa: 1892.
AL PABELLÓN
CENTRO - A MERICANO
Elévate á la altura.
Desafía altanero los espacios
- Que lo mereces, pabellón hermoso,
Con sólo recordar tu gran pasado.
T ri -33
5*4 HONDURAS LITERARIA
II
T ú me recuerdas ahora,
Ostentando color azul y 1 >lanco,
La enseña con que el año de veintiuno
Hiciste pueblo libre al que era esclavo.
III
Elévate á la altura,
Como otros tiempos dignos te elevaron,
Morazán y sus huestes vencedoras,
De la batalla en los fragosos campos.
IV
Elévate á la altura,
Hermoso pabellón, inmaculado,
Y olvida los ultrajes que te hicieron
Algunos hijos, por desgracia, ingratos.
VI
Álzate, y generoso
Da tu sombra á estos pueblos desgraciados,
A estos cinco jirones de la Patria,
Que han olvidado hasta que son hermanos.
VII
Álzate: la vergüenza
Tal vez haya en sus pechos germinado,
Y , al verse humildes, débiles, pequeños,
Tal vez los junte fraternal abrazo.
VIII
¡ Hermoso pabellón ! ¡ Prenda querida
Que el pecho del patriota pone ufano !
Quiera el cielo que pronto yo te vea
Al centro de la América enlazado.
1689.
J. ANTONIO DOMÍNGUEZ
i
J O S E ANTONIO DOMÍNGUEZ
Si un tiempo la adversidad
Cubrió de luto y horror
Da tierra de nuestro amor,
Negando tu majestad,
Bien prouto, sí, Dibertad,
Volvió tu luz á esplender,
Y la vida al renacer,
T e han vuelto culto á rendir
Dos que aman el porvenir,
Dos que quieren grandes ser !
1890.
JOSÉ ANTONIO DOMÍNGUEZ 521
ESTROFAS
II
CAMAFEOS PATRIOS
FRANCISCO MORAZAN
DESPUÉS DE LA LECTURA
DEL INFIERNO DE D A N T E ALIGHIERI
1892.
IDEALISMO
II
III
IV
Septiembre de 1892.
EL ALMA EN PRIMAVERA
Tegucigalpa: 1894.
P A R A UN CUADRO
INFELICIA
II
De su romanticismo en la neurosis,
¡ Cuántas veces de su arpa gemebunda
Das notas al brotar se entrecortaban
Por el sollozo de una pena oculta !
III
IV
ENCAJE
CIENCIA Y A R T E
*
La juventud es águila potente
Que no ha tendido todavía el vuelo,
Pero que puede remontarse al cielo
Y en lumbre sideral bañar la frente.
Dadle aire, luz y espacio: esto es bastante,
Y la veréis, á impulsos de su anhelo,
Ansiosa y arrogante,
Escalar de improviso
La cúspide escabrosa y dominante
Donde la diosa del saber sus dones
Prodiga á los mortales con su hechizo
De magnas y supremas concepciones:
La ilustración radiosa
Que todo lo esclarece y dignifica;
JOSÉ ANTONIO DOMÍNGUEZ 539
Praxiteles
Y Fidias y Canova,
Modelando en el mármol la figura
Radiosa y soberana
De una Venus helénica que arroba;
Beuveuuto Cellini
JOSE ANTONIO DOMÍNGUEZ
El grau Rossini,
Meyerbeer, Beethoven y Bellini,
Que en sucesión triunfal y polifónica
Inundaron el orbe de armonías
Con sus incomparables sinfonías
Y con su ritmo y su cadencia eufónica.
El arte es la belleza,
Como es la ciencia la verdad. El hombre
Que ambiciona y que busca la grandeza,
Da gloria y el renombre,
Tan sólo en su regazo halla la fuente
En cuyas ondas al bañar la frente
Del negro olvido ha de salvar su nombre !
ucigalpa: n de junio de 1 8 9 4 .
544 HONDURAS LITERARIA
FULGORES
*
¿ En dónde está el pigmeo agigantado
Que pueda embelesado
Contemplar de la gloria los fulgores,
Sin que al instante su radiosa lumbre
Sus ojos no deslumbre
Y de la noche le hunda en los horrores ?
*
Tan solamente al genio, águila humana
Que en escalar se afana
Ea región infinita de la idea,
Ee es dado contemplar por el destino
El resplandor divino
De la gloria, astro-rey que centellea !
1894.
JOSÉ ANTONIO DOMÍNGUEZ 545
LA PERLA
LA GUITARRA
Diciembre de 1894.
JOSÉ ANTONIO DOMÍNGUEZ 549
SIDERAL
FILIGRANA
T ú has alumbrado,
En el espacio azul de mis quimeras,
Mis pasados ensueños de ventura,
Cuando, con santa fe de adolesceute,
Virgen el corazón á la desgracia,
Y sin temer dolores sobre el mundo,
Mi paso adelantaba por la vida,
Presintiendo doquier, ante los ojos,
Da imagen del placer !
T ú has presidido
El despertar dulcísimo y risueño
De mis amadas ilusiones de oro,
Cuando, con ansia delirante y loca,
Buscaba lo que no hallo todavía,
JOSÉ ANTONIO DOMÍNGUEZ 551
A tus fulgores
Has hecho florecer á mi esperanza
Con las flores más bellas y fragantes.
Salpicando de dichas mi camino
Y haciéndome sentir dentro del pecho
Y o no sé qué ternura melodiosa,
Y o no sé qué emoción inexplicable,
Como el beso sutil de hada invisible
Que anuncia el porvenir !
T ú lias contemplado,
) En mis obscuras noches de tormenta,
La fúnebre visita del espectro
Que mata la ilusión y la esperanza
Dejando el corazón yerto y vacío,
Mientras clava su garra el desengaño
Y se amontonan nubes tempestuosas
En el cielo tranquilo del espíritu
Herido del dolor !
Pero tú siempre,
Ora cerca, ora lejos, has brillado
En mi horizonte humilde cou radiosos
Y argentados fulgores, sin que nunca
T e consiga eclipsar el infortunio,
Como si fueras para mi alma triste
La proyección sublime de los cielos
Sobre el erial desierto de la tierra
Sin flores y sin luz !
Blanca y hermosa
Estrella de lo ideal, estrella mía,
No te extingas jamás ! Que tu luz siempre
Vierta su resplandor dentro mi alma !
DE EMILE DE VOS
1896.
FRANCESCA Y PAOLO
t r a d u c i d o l i b r e m e n t e de la v e r s i ó n f r a n c e s a de F. L a m e n n a i s
ÁBREME
— A h ! ¿ quién eres ?
Desde que el amo abandonó este sitio
Siempre cerrada se miró esta puerta,
Y hasta que él vuelva seguirá lo mismo.
— ¿ Cómo no me has de abrir, alma del alma,
Si yo soy el cuitado peregrino
Ausente tanto tiempo, que al fin vuelve
Cual ave herida á calentar su nido ?
Ábreme, Berta
1889.
LA ULTIMA ROSA
DE T H O M A S MOORE
1896.
DELIA
D E L O N G F E L L O W
Así es tu recuerdo
Ahora
Que ya descansas ¡ oh, niña !
Duerme en paz, duerme por siempre,
Que vale más alma mía !
1896.
JOSÉ ANTONIO DOMÍNGUEZ 56I
TOQUES
1894.
BELLO IDEAL
1895.
LA MUSA HEROICA
Á UN POETA AMIGO.
TUS OJOS
1895-
FUERZA
1899.
AMOROSA
EL VIOLÍN ROJO
Á UNA ARTISTA.
EL METRO REY
1899.
JOSE ANTONIO DOMÍNGUEZ
SUENO ROJO
MIS VERSOS
1899.
J E S Ú S TORRES COLINDRES
i
MANUEL GUTIÉRREZ NAJERA
II
III
RUBÉN' DARÍO
IV
PASIÓN
A.
CAMPRODÓN.
UMBRA
CANTO
CARTAS Y FLORES
IMPOSIBLE!
Los acentos
De mi lira
Que suspira
Por tu amor,
Sólo encierran
Desencanto,
Triste llanto
De dolor.
Son el eco
Del gemido
De mi herido
Corazón,
Y te llevan
En sus giros
Mis suspiros,
Mi pasión.
Si volvieras
Esos ojos
Sin enojos
Hacia mí,
¡ Cómo fueran
Mis cantares
Sin pesares
Hasta tí !
Si me diese
T u sonrisa
Cual la brisa
59° HONDURAS LITERARIA
Su trescor,
No llevaran
Mis canciones
Impresiones
De dolor.
Pero niegas
Al cuitado
El ansiado
Sonreír,
Y por esto
Sólo debes,
Entre tanto,
Triste llanto
Recibir !
POR S A B E R FUMAR
2i DE MARZO
En un veintiuno de marzo
Por mi daño fui nacido,
Pues bien saben los católicos
Que es día de San Benito.
II
En mi niñez yo gozaba
Cual se goza cuando niño;
Cuando la dulce inocencia
Nos arrulla adormecidos;
III
Hermosísimas mujeres
De mi vida en el camino,
Me atrajeron con sus gracias,
Sus encantos y atractivos.
Si narrar me propusiera
Los dolores que he sufrido,
Un libro de gran volumen
Hacer me fuera preciso.
Un erial es mi existencia,
Es una flor sin rocío,
Es opresora cadena
De dolor y de fastidio
21 de marzo de 1887.
¡ADIÓS!
VIDA Y M U E R T E
CARIDAD
II
III
IV
RIMAS
i
Se escaparon de mi pecho
Muchas veces mis suspiros,
Y volando se marcharon
A tu pecho, ídolo mío.
II
III
IV
E l viento lleva
Para arrastrarla
En todo el campo
Por donde pasa;
Ese es el hombre,
Mujer, que te ama,
II
III
CANTARES
II
ANTES Y AHORA
i
¿ Eres la misma que en tus balcones
Mi voz oías
En otros días,
Cuando impulsado por voz secreta
Te iba diciendo de mi alma inquieta
Las emociones ?
II
i
¿Quién fué? ¿Por qué le canto? Por que es grande!
Su excelso nombre, de preclara gloria,
Brillará en los anales de la Historia
Como en la cumbre del cénit, el sol.
Nada le falta á su inmortal diadema:
Su frente es una antorcha que fulgura;
¿ Quién las cadenas rompe y las tritura ?
Es CAÑAS, del esclavo Redentor !
II
T. II.-39
óio HONDURAS LITERARIA
28 de septiembre de 1894.
1890
VALENTÍN DURÓN
EFUSIONES
i
Yo he visto en tus miradas brilladoras
El fuego de tu alma,
Y he mirado en la seda de tus labios
El ansia de los besos ¡ oh, mi amada !
Y o siento al contemplarte los deseos
Que siente el hombre que en amor se abrasa:
Fundir mi cuerpo con tu cuerpo hermoso
Y también nuestras almas !
II
III
RIMA
i
¿ Y no podrás amarme ? Cuando pienso
Que no calienta el sol las flores bellas
Para hacerlas vivir y den perfumes
Que vuelven hacia él en recompensa
De ese rayo creador, vivificante,
Que lanza de su disco, honda tristeza
Se apodera de mi alma, y me parece
Que las flores, el sol y las estrellas
No debieran vivir, pues ¿ qué sería
Sin su concierto la creación entera,
Si el agua de las fuentes rumorosas
No besara los lirios y azucenas,
Si la luz no abarcara el horizonte
Y todo fuera noche, y los tormentos,
Tanto en el alma humana, como en todo,
Por siempre y sin cesar se sucedieran ?
Si el sacro fuego del amor concluye
O no imperara en la creación entera,
¿ Qué sería del hombre, qué del mundo ?
¿ Qué sería de Dios? Habla ! Contesta !
II
MIS CANTOS
Á TI
NUPCIAS
1890.
ÍNTIMA
FELICIDAD
i
Al nido de las aves se asemeja
T u tierno corazón, mujer amada,
Y el pensamiento mío, ave parece
Que al cielo eleva sus potentes alas;
No encuentra en él lo que afanoso ansia,
Y en tu pecho amoroso todo lo halla.
II
RIMA
ANTE TU IMAGEN
*
Bien lo sabes, yo siempre mis dolores
Los envuelvo en el manto de la dicha;
La dicha que me ofrece tu recuerdo,
La dicha con que sueño y me acaricia !
PARA UN ÁLBUM
RIMA
PARA T Í
EN SU ALBUM
PODER
MIENTRAS LLUEVE
3 de junio de 1896.
LA NOCHE
IMITACIÓN D E YOUNG
1896.
FELIX A. TEJEDA
F É L I X A. T E J E D A
Mayo de 1895.
634 HONDURAS LITERARIA
Á LOLITA INESTROZA
EN SU ALBUM
CADENCIAS
PORTADA
EN UN ALBUM
Á ROSINDA
CONTRASTES
Á MARÍA.
A h ! de las esperanzas
Vestidas de albos colores,
Cuando vuelan y atraviesan
Eos variados horizontes !
Buscan unas imposibles,
Nadan otras en ficciones,
Y cual mariposas fúlgidas,
Son envueltas por la noche;
FÉLIX A. TEJED A 639
*
Así exclamaba, María,
Mi corazón desacorde,
Cuando sólo se encontraba,
Sin recuerdos, ni ilusiones:
Cuando la mano del tedio
Acalló sus pulsaciones
Y como un cadáver vivo,
En un féretro encontróse.
*
Lancé una mirada al mundo
Y fué la mirada torpe,
Porque en nada calmar pudo
La ansiedad de sus dolores.
*
Has sentido las angustias
De los sueños de la noche,
Cuando furias infernales
Nos acometen feroces;
Cuando el puñal homicida
En nuestros pechos se acoge
Y salen del alma gritos
Profundos, desgarradores;
Cuando Duzbel revestido
Con un iris de colores,
Realizando sus conquistas
Es Atila de los hombres;
Cuando flotan en el aire
De los duendes las legiones
Y con manos insolentes
Nuestros párpados descorren,
Y surgiendo de improviso
Mundos de varios colores,
En océanos borrascosos
Se arrojan las ilusiones ?
Así cayó mi esperanza
E n los mares de la noche !
640 HONDURAS LITERARIA
El canto de la tristeza
No tiene dulces acordes:
Conmueve con amarguras,
Se forma con decepciones;
Su desahogo son suspiros
Y el llanto que mudo corre,
Es el rocío que baña
Eos dolientes corazones..
*
En las horas de silencio,
Cuando la quietud insomne,
Reflejos de luz divina
Nos deja ver en el orbe,
A l cielo le he preguntado
El por qué de mis dolores,
Y siempre mudo y sombrío
El cielo no me responde.
*
T ú respiras los perfumes,
Las esencias de las flores,
Y formas de los gorjeos
Tus últimas distracciones.
*
La sonrisa de tus labios,
Es un efluvio de amores,
Una fuente de poesías
Y frescas inspiraciones.
Para tí, lumbre del cielo, •
Los mirajes y arreboles
Que la luz con mano artista
Reproduce en sus primores
FÉLIX A. TEJEDA
*
Y cuando miro tus ojos
Velados por dos crespones
Que sirven de cortinaje
Al ángel de los amores,
El pensamiento importuno,
En sus impulsos veloces,
Quisiera llegar, María,
A tus secretas regiones
Y adivinar tus ensueños,
Tus ensueños interiores:
*
Perdona si ya he vertido
Das notas de mis dolores,
En tu libro consagrado
A recoger ovaciones;
Mas tu bondad es inmensa,
Y creo que las acoges
Con esa dulce ternura
Que en tu corazón escondes.
Tegucigalpa: 9 de febrero de 1 8 9 6 .
JUAN R. VALLADARES
JUAN RAMON VALLADARES
ORGULLO
Á ELLA.
Como el león africano SO}: altivo;
Como el águila audaz soy altanero;
Jamás por lo trivial me desespero,
Y nunca por lo ruin yo me desvivo.
LAS MUJERES
1888.
CARLOS С. BUSTILLO
CARLOS CÁCERES BUSTILLO
4
DESESPE'RACIÓN
lMITACION DE ESPRONCEOA
JOSÉ DE ESPRONCEDA.'
Me gusta un terremoto
Que al mundo, con espanto,
Lo suma en el quebranto
Y lo haga estremecer;
Y luego, de las torres
Y grandes edificios,
Tan sólo los desquicios,
En torno, pueda ver.
Me gusta en el desierto,
Por áridos caminos,
Mirar los peregrinos
Muriendo de hambre y sed;
Y ver sus caravanas
Y pobres cargamentos
CARI,OS CÁ.CERltS BUST!LLO
De huracanados vientos
Despojos tristes ser.
A MI HIJA ELENA
C O R O
II
III
IV
A COLON
EN EL IV C E N T E N A R I O DEL D E S C U B R I M I E N T O UE CENTO-AMERICA
¡Magnánima indigencia
Que tanto más le agranda
Cuanto que lleva el bien común por norte
Y por oculta ley, la Providencia!
A UNA
San Salvador.
J U A N RAMÓN MOLINA
Y o de la humanidad civilizada
Miré el día primero
Deslizarse tranquilo,
Y he conocido el báculo de Homero
Y la calva de Esquilo.
Yo soy hermana de los genios. Ellos,
Con su numen ardiente,
Vuelan también á la región del cielo
A libar con anhelo
En la copa del éter transparente
De la alma luz.
Y o soy el ave noble,
El ave de la gloria,
Que los guerreros rudos
Conducen como nuncio de victoria.
Y o estoy en los escudos
Donde se embotan las espadas fieras,
En los cascos de bronce,
En las sacras banderas.
SONETOS
AL SOL
LA CAÍDA DE LUZBEL
VINO TINTO
EN UN FESTÍN
LA OLA
VIENDO E L MAR
LA SELVA
EL JARDÍN
NERÓN
LA FRAGUA
ANTE EL ESPEJO
A UNA VIRGEN
*
En la vecina y bulliciosa estancia
Mis amigos bebiendo,
Con juvenil franqueza y desenfado
Harán de mí recuerdos:
— Fué un soñador — Qué lástima! — ¡ Tan joven!
— Parece mentira esto !
— Ayer no más hablaba con nosotros
De amores y de versos.
*
En una huesa lúgubre y profunda,
En un hoyo siniestro,
Colocarán, para arrojarle tierra,'
El imponente féretro.
Enterrado seré La comitiva,
" Descanse en paz " diciendo,
Me dejará, me dejará muy solo,
En brazos del misterio.
*
Los días correrán, y lentamente
Se han de podrir mis miembros,
Y he de ser, por la ley de la materia,
Un puñado de cieno.
Mas entre esos despojos miserables,
Entre ese lodo infecto,
Germinará, oh, vida de mi muerte,
Mi amor almo y eterno !
*
No llenará la cuenca de mi cráneo,
La masa del cerebro,
Para mandarte al mundo donde vivas
Dichosa un pensamiento:
Ni el corazón palpitará como antes
En mi podrido pecho,
Para quererte con amor mundano
De la tumba en el seno.
*
Pero cada molécula, cada átomo
De mis informes restos,
Y cada ser que la existencia deba
A mi ser descompuesto,
JUAN RAMÓN MOLINA 699
*
Verás una sombría mariposa,
En las noches de invierno,
Entrar por las ventanas de tu alcoba
A esconderse en tu lecho,
Revoloteando allí Seré yo mismo
Convertido en insecto.
Que llegaré del viejo camposanto
A cubrirte de besos.
*
Y si vaga tu espíritu en los limbos
Del éxtasis supremo,
Oirás entre las sombras de tu estancia
Armonioso aleteo,
Seráfico rumor Será mi alma
Que, desde el alto cielo,
Dlega al triste planeta de los hombres
Para velar tu suefio.
*
Después, cuando tú mueras, una noche
De calma y de silencio,
Arrojaré con las huesosas manos
Da tierra de mi féretro;
Y á la luz de un doliente plenilunio
Contemplarán los muertos,
Con los brazos en cruz y de rodillas,
Orando un esqueleto !
700 HONDURAS LITERARIA
LA HORA FINAL
II
III
IV
LIGEIA
1898.
VERSOS AMOR
NOSTALGIA
FLOR DE TRISTEZA
DE UN POEMA
ACUARELA
VIRGEN CIELO
VUELO DE PALOMAS
ROSA DE PECADO
SENSITIVA
LAS NUBES
ÁGUILAS Y LEONES
LOS VIOLINES
" C a j a s de a l m a s d i f u n t a s . "
MÍSTICA
LA PROFECÍA
MORISCO
k F. T ü R C I O S
Á LOS MATERIALISTAS
SÁLVAME!
EN LA ESCUELA
*
Es el alma una lira
Con clave de sublimes armonías:
El dolor que suspira,
Las locas alegrías,
E l hosanna inmortal de la esperanza,
La maldición ó la ira,
Para todo en sus cuerdas hay acento,
Carcajada ó lamento,
Imprecación valiente ó alabanza.
Qué venga la enseñanza prodigiosa,
Y haga vibrar las notas adormidas.
En cantiga tranquila y sonorosa
La melodía suene,
Y el horizonte de la patria llene.
Qué florezca fecundo el pensamiento,
Qué broten las creaciones
De la idea feliz y el sentimiento,
Qué se rasguen las sombras proditoras,
Y mostremos al mundo por blasones
Los triunfos inmortales del talento !
HONDURAS LITERARIA
RAFFINEMENT
D E A M A D O NERVO, E N F R A N C E S
VERSIÓN
Á VIRGINIA
9 de marzo de 1899.
ERRATAS
Se h a n a d v e r t i d o las s i g u i e n t e s :
E n la p á g i n a 75 se l e e : — " A m i a m i g o Justo P é p e z .
L é a s e : — " A m i a m i g o Justo Pérez.
HONDURAS LITERARIA i
Á La Independencia 9
Honduras ir
Á J. Trinidad Cabanas 13
Soneto.—En la muerte de Macario Lavaqui 14
Invitación para el paseo á La Laguna 15
Versos pastoriles 17
Villancico 18
Fragmento de la pastorela de Olimpia 19
Cuando ! 24
Pastorela de Elisa 27
Fragmento de la pastorela de Micol : 57
CARLOS GUTIÉRREZ.
JUSTO PÉREZ.
TEODORO AGUILUZ.
FRANCISCO VAQUERO.
Á Hondura i"
746 HONDURAS LITERARIA
JEREMIAS CISNEROS.
JOAQUÍN DÍAZ.
Nocturno H7
Ella 150
La morena y la rubia 15 1
RAMÓN ROSA.
A 181
i Solo ! (En el antiguo Cementerio de Guatemala) 183
La flor déla amistad 183
La amapola del olvido 185
Á mi madre en su cumpleaños 187
GUADALUPE GALLARDO.
A Danlí 193
Ignorancia en el idioma 197
Siéntate al piano 198
A la Prima Donna Absoluta, señora Julia T. de Cog 200
A tí .'. 201
A mi querido amigo Leopoldo Idiáquez 204
Todos se aman 205
En la muerte de mi padre 207
¡ Gracias ! 207
En el álbum de Otilia 208
Á mi madre 215
En tierra 217
A María 217
Te amo aún 218
Temor , 219
El beso 219
Ultima vez 219
Poesía recitada por su autor en un baile dedicado al Dr. Soto 221
A Marco A. Soto, el 27 de agosto de 1881 223
A 225
A María • 227
ÍNDICE 747
J O S E F A C A R R AS C O .
C A R L O S A L B E R T O U C L ES .
Deseos 293
Tú y yo 295
Nocturno 295
Álbum 297
Romance 298
Recuerdos 30 0
А С 304
Chinda 3°5
Amor de madre 306
Miosotis 307
Serenata 3°7
Partida, Ausencia, Retorno 312
G O N Z A L O G U A R D I O L A .
Si supieras 326
A la Luna 327
La felicidad 329
Himno al S ol 332
J O S É S A N T OS D E L V A L L E .
A Lucila 339
Un recuerdo á María 343
Á un pajarito 35 2
748 HONDURAS LITERARIA
C A R L O S F. G U T I E R R E Z .
Por tí .• 374
k un árbol 375
Porqué? 377
Rima 377
A D Á N C U E V A S .
L U C I L A E S T R A D A D E P É R E Z .
k la Ciencia 397
Á mi querida hija Amada 39 8
M I G U E L R I C O G U A R D I O L A . t
Á Chepita 407
Te quiero 4°9
Repulsión . 410
Realidad de la vida 4 1 1
Angustias : 4 1 2
Fatalidad 4H
R A M Ó N R E Y E S
Nocturno 472
Cantares....: 43 2
M I G U E L A. F O R T Í N .
I Humillarme ? 44 1
El adulador 442
L,a vida 443
Necesidad 443
Rimas 444
Serenata 445
Ante el retrato de Byron 447
Al Guacerique 449
¡ Jamás ! 45°
Á mi madre 45 1
ÍNDICE 749
ROMULO B. DURON.
La mujer 459
Nifiez y juventud 462
Revelaciones 4¿3
Canto vespertino 464
El 7 de febrero 465
Te perdono 467
Estrofas 468
La vida 469
Pesimismo 469
El abanico 47°
Á la poetisa Josefa Carrasco 471
Á Torge Isaacs 472
Patria! 473
Álbumes 475
El arroyuelo 478
Si tú me amaras 479
Thee, thee, only thee 480
Á orillas del Rhin 481
De Lord Byron 483
Melodías hebraicas 484
Pasión 489
El día y la noche 49°
Al morir el día , 491
Excelsior ! • 493
Delia 494
Ante un esqueleto 495
La Leyenda de la Tierra 497
Intimidades 505
Celos \ 508
Á Aleska 509
Del libro "Sueños de Boda" 512
Al Pabellón Centro-American o 5*3
Á la libertad 519
Estrofas 521
Camafeos patrios 522
Después de la lectura del " Infierno " de Dante Alighieri 524
Idealismo 5 26
El alma en prrmavera 529
Bosquejo 53 2
Infelicia 533
Encaje 537
Ciencia y Arte 538
Fulgores : 544
La Perla 545
La guitarra • 54 6
Sideral : 549
Filigrana 55°
Pensamiento 55 * 2
J E S Ú S T O R R E S C O L I N D R E S .
Camafeos 573
Pasión 57S
Umbra 576
Canto gris 577
Cartas y flores .' 579
Imposible ! 581
¿Qué sentimos? 582
J U L I O C E S A R F O R T Í N .
V A L E N T Í N D U R O N .
F É L I X A. T E J E D A .
La poesia 631
A Lolita Inestroza 634
Cadencias 634
Tras la portada 635
ÍNDICE 751
Á Rosinda 637
Unía última página de "María" 638
Contrastes 6
3 8
J U A N R A M Ó N V A L L A D A R E S .
Brumas 647
Orgullo 650
Las mujeres 6
5°
C A R L O S C A C E R E S B U S T I L L O .
Desesperación 657
Á. mi hija Elena - 66°
D O R O T E O F O N S E C A .
J U A N R A M Ó N M O L I N A .
El águila 6S1
Soneto»... 69'
Después que muera 697
La hora final 7°°
F R O I L A N T U R C I O S .
Nostalgia 7"
Flor de tristeza 7"
De un poema 7 12
Acuarela 7'3
Virgen del cielo 74
r
Alba 7i5
Vuelo de palomas 7 l 6
J E R Ó N I M O J. R E I N A .
Símbolo 7*7
Mística 78
2
La profecía.. 73°
Morisco 733
Á los materialistas 733
Sálvame I 7»
En la escuela 735
Rafñnement 738
Á Virginia 739
N O T A 74i
E R R A T A S 743
Este tomo se empezó á imprimir
el 23 de agosto de 1899, y se
concluyó la impresión el
14 de marzo de
1900)^