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FUNGICIDAS ECOLÓGICOS

Azufre: se utiliza para prevenir y curar el hongo Oidio y otros hongos de desarrollo externo.
También mata ácaros.

Cobre: se emplea en forma de Sulfato de Cobre (Caldo Bordelés) o como Oxicloruro de Cobre. Es
un fungicida preventivo, básicamente contra Mildiu y algo contra Botritis. En Agricultura Ecológica
se puede usar en caso de necesitad el Cobre, pero con un límite de 8 kg por hectárea y año,
posiblemente en el futuro se prohíba

Vinagre de sidra de manzana: se usa en el control de manchas foliares, mildius, roñas o cancros.
También es muy eficaz contra la mancha negra del rosal (Diplocarpon rosae).
Preparación: mezclamos tres cucharaditas de vinagre (al 5%) en cuatro litros de agua.

Aplicamos por la mañana en las plantas afectadas, rociando completamente el haz y envés.

Bicarbonato de sodio: se utiliza en el tratamiento de antracnosis, tizones, manchas foliares,


mildius polvosos y, en general, como funguicida en todas las hortalizas.
Preparación: mezclamos una cucharada de bicarbonato y 2,5 cucharadas de aceite vegetal por
cada cuatro litros de agua. Batimos la solución y le añadimos media cucharadita de jabón de pasta.
Se aplica cada cinco o siete días.

Cebolla: se emplea para el control de roña del manzano (venturia inaequalis), mildiú de las
cucurbitáceas (calabaza, pepino, sandia, melón, chayote) (pseudoperonospora cubensis).
Preparación: cogemos un manojo de cebolletas picadas y las echamos en un recipiente de vidrio,
añadimos un litro de agua hirviendo, dejamos enfriar, colamos y aplicamos dos o tres veces por
semana.

Maíz y ajo: se usa para prevenir infecciones provocadas por todo tipo de hongos.
Preparación: licuamos un manojo de hojas de maíz, hojas de parrilla (clematis vitalba) y una buena
cantidad de hojas (las que asemejan papel) de ajo. Incorporamos agua hasta obtener una solución
no viscosa. Dejamos que repose alrededor de una hora, colamos y aplicamos.

Saúco (sambucus nigra): se emplea en el tratamiento de manchas negras y mildius.


Preparación: hervimos 250 gramos de hojas de saúco en medito litro de agua durante 30 minutos,
sin dejar de remover. Colamos y añadimos una solución compuesta por una cucharada de jabón de
pasta disuelta en medio litro de agua aplicando preferentemente por la mañana.

Aceite de ajo: se usa para controlar manchas foliares y mildius.


Preparación: mezclamos 85 gramos de dientes de ajo machacados con 28 gramos de aceite
mineral. Dejamos en reposo durante 24 horas y colamos. Luego, mezclamos una cucharadita de
emulsión de pescado con medio litro de agua, y añadimos una cucharada de jabón de pasta.
Finalmente, combinamos el aceite de ajo con la solución de emulsión de pescado. Si la
mantenemos en un recipiente hermético puede aguantar varios meses. Para aplicar el preparado,
debemos mezclar dos cucharadas de solución con un litro de agua.

Peróxido de hidrógeno o agua oxigenada: este compuesto evita que las esporas se adhieren a
los tejidos de la planta. No causa daño a las plantas pero, con todo, debemos evitar utilizarla en
plantas recién trasplantadas o en semillas recién germinadas.
Se usa en la prevención de infecciones por hongos y bacterias.
Aplicación: el peróxido de hidrógeno al 3% se aplica directamente sobre el haz y envés de las
hojas; una vez por semana en el verano y dos veces por semana en invierno.

Leche: se emplea para combatir los mildius de las cucurbitáceas, asteráceas, etc.
Preparación: mezclamos medio litro de leche con medio litro de agua. Se aplica cada 3 o 4 días
ante el primer signo de enfermedad o, también se usa como método preventivo.

Jaramao o Rabano picante (armoracia rustica): se utiliza para prevenir cualquier infeccion

fungal.
Preparación: picamos finamente una taza de rábanos, y los mezclamos con medio litro de agua.
Dejamos reposar 24 horas y colamos. Después, añadimos a la mezcla medio litro de agua y
aplicamos.

Control de Plagas

Existen numerosos remedios caseros que combaten, de forma eficaz, las plagas que dañan tus
plantas sin los efectos perjudiciales de los pesticidas de origen químico es utilizando lo que tienes.

Insecticida de saúco (Sambucus nigra): si queremos acabar con áfidos, mosquitas, escarabajos,
larvas, gusanos y otros insectos blancos tenemos que hervir a fuego lento 220 gramos de hojas en
medio litro de agua durante 30 minutos.

Después, colamos y mezclamos con una cucharadita de jabón de pasta. Las hojas de saúco
también tienen propiedades funguicidas por lo que se utiliza en el control del mildiu.

Aceite de ajo: combate áfidos, saltamontes, ácaros y moscas blancas. Además, es un repelente
para los conejos. Por su contenido en azufre, también actúa como bactericida y funguicida
preventivo.
Preparación: molemos 85 gramos de ajo con 30 gramos de aceite vegetal. Dejamos reposar unas
24 horas. Colamos y mezclamos con una cucharadita de emulsión de pescado, una cucharadita de
jabón de pasta y medio litro de agua. Si queremos prolongar la duración de la mezcla durante
varios meses, sólo tenemos que guardarla en un recipiente de vidrio.

Hojas y raíces de Gordolobo (Conyza bonariensis): sus hojas y raíces tienen propiedades
insecticidas.
Preparación: hervimos una taza de hojas y raíces en un litro de agua, durante media hora. A
continuación, lo tapamos y dejamos reposar unos 10 minutos.

Una vez frío, mezclamos con una cucharadita de jabón de pasta, aplicando por la mañana.

Rábano picante o jaramao (Armoracia rusticana): actúa de forma eficaz contra escarabajos,
orugas, mosca blanca e insectos de cuerpo blando.
Preparación: hervimos 3 litros de agua, le añadimos 2 tazas de pimienta cayena, una porción de
tres centímetros de raíz de rábano picante macerada o molida, dos tazas de hojas de geranio.
Dejamos reposar la mezcla durante una hora para que enfríe; luego colamos y aplicamos.

Hidróxido de calcio o cal hidratada: es un estupendo repelente contra escarabajos, ácaros, etc.
Preparación: necesitamos 140 gramos de hidróxido de calcio por cada 2 litros de agua y una
cucharadita de jabón de pasta. Se aplica dos veces por semana.
Cempasúchil (Calendula officinalis): Repele escarabajos, gusanos e insectos cortadores.
Preparación: molemos una taza de hojas y flores de caléndula, la mezclamos con un litro de agua y
la dejamos reposar durante 24 horas. A continuación, la colamos, la diluimos en 6 litros de agua y,
por último, le añadimos una cucharadita de jabón de pasta sin aroma.

Cáscara de naranja: la naranja, al igual que otros cítricos, contiene pesticidas naturales como la
limonina y el linalol. Estos compuestos se utilizan contra insectos de cuerpo blando como áfidos,
cochinillas, además de como repelente de hormigas corta hojas.
Preparación: hervimos dos tazas de agua con la cáscara de una naranja dentro. Dejamos reposar
durante 24 horas. Colamos y mezclamos con una cucharadita de jabón de castilla.

Chile: eficaz remedio contra insectos blancos. El ají posee un compuesto llamado “capsicina”, el
cual irrita y repele a muchos insectos principalmente de cuerpo blando.
Preparación: mezclamos media taza de ajíes molidos con un litro de agua. Lo dejamos en reposo
durante 24 horas. Colamos y añadimos una cucharadita de jabón de pasta.
Por su poder irritante, debemos tener especial cuidado con los ojos, la piel y las mucosas a la hora
de aplicarlo, es recomendable aplicarlo por la mañana haciéndola dirigida.

Solución de azúcar:

Además de aportar micro nutrientes al suelo constituye un eficaz remedio en la lucha contra los
nematodos.
Preparación: mezclamos media taza de azúcar con 4 litros de agua. Lo removemos hasta disolver
completamente el azúcar.

Se aplica, en el suelo, alrededor de la planta tanto como tratamiento preventivo como curativo.

Hojas de tomate o papa:

Repele escarabajos, mata gusanos y larvas, y actúa como inhibidor del apetito de algunos
insectos.
Preparación: maceramos dos tazas de hojas de tomate o papa, las mezclamos con un litro de agua
y la dejamos reposar toda la noche. A la mañana, colamos la mezcla y añadimos una cucharadita
de jabón de castillo y un litro más de agua. Se aplica tanto en el follaje como en el suelo.

Ajenjo:

Eficaz contra áfidos, orugas, larvas e incluso puede llegar a repeler serpientes.
Preparación: hervimos 250 gramos de hojas de ajenjo en 4 litros de agua durante 30 minutos.
Mezclamos, colamos y dejamos que enfríe. Después añadimos una cucharadita de jabón de
castilla.
Debemos tener especial cuidado con el uso de extractos de ajenjo alrededor de las plantas, ya que
puede entorpecer su crecimiento, no aplicar lo a hortalizas recién trasplantadas.

Té de milenrama (achillea millifolium): se utiliza para combatir áfidos e insectos de cuerpo


blando. Esta planta tiene propiedades insecticidas y fertilizantes.
Preparación: mezclamos una taza de hojas y tallos de la planta con media taza de agua, la
dejamos en reposo durante 24 horas o más. Colamos, mezclamos con cuatro litros de agua,
añadimos media taza de café soluble y una cucharadita de jabón de castilla. Se debe aplicar una o
dos veces por semana. Se usa tanto como método curativo como preventivo.

Precaución
Las aplicaciones se deben realizar durante las primeras horas de la mañana y/o antes de que
anochezca. No debemos aplicarlas a temperaturas superiores a 25 ºC porque las plantas pueden
sufrir quemaduras, provocadas por esas altas temperaturas. Antes de utilizar cualquier preparado,
debemos realizar una prueba en un área pequeña de la planta. Esperar 24 horas para observar
algún efecto negativo y proceder si no observamos ningún daño. Si no hemos obtenido buenos
resultados, no debemos aumentar la dosis de los remedios sin probarlos primero. Es importante
delimitar el área de aplicación y evitar dañar a los enemigos naturales. Debemos proteger las
partes descubiertas de nuestro cuerpo. Algunos de estos ingredientes pueden ser muy irritantes
para los ojos, la piel y mucosas, especialmente el chile.

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