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DOMINGO 7 DE MARZO DE 2004 No.

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“En busca del abuelo...”¨ ◆ Marcela Tostado Gutiérrez ◆


En diciembre de 2003 el Programa de 85 páginas de este libro se debe, en dor, al bohemio y al poeta /.../ El tiem- dos. El libro de Salvador Rojas, que a
Apoyo a las Culturas Municipales y gran parte, al cariño y entusiasmo de po se detiene y tu huella queda”. continuación presentamos, es un ejem-
Comunitarias (PACMyC), Morelos, las nietas del autor: Carolina Rojas Sin duda la memoria histórica de los plo de cómo la tradición y la memoria
editó el libro Relatos y leyendas de Dirzo y Raquel Rojas Gómez: “abuelo pueblos deriva del apego a sus tradi- se nutren del afecto y de la revalora-
Tepoztlán, escrito en 1933 por Sal- –señalan- te buscamos entre las letras ciones, de la necesidad de preservar ción de lo propio, del intento por com-
vador Rojas Rodríguez. La reedición de tus escritos, encontrando en ellas una identidad propia, pero también del prender nuestras raíces.
de los amenos textos que integran las al cronista, al historiador, al recopila- amor a la familia, a nuestros antepasa- Pasa a la página II

Plaza Principal de Tepoztlán. Foto de Hugo Brehemen. Circa 1920. Fototeca INAH
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II
En busca...
Viene de la página I

El autor

Todo parece indicar que Salvador Rojas Rodríguez


nació en Tepoztlán en 1898. Posiblemente sus pri-
meros años de vida transcurrieron en compañía de
su familia en la ciudad de Cuernavaca, y con ella
emigra poco después a la Ciudad de México hu-
yendo de la inseguridad generada por la Revolución

Carolina Rojas Durzo y Raquel Rojas Gómez, nietas del autor y promotoras de la publicación de este libro.

Mexicana. En la capital de la República cursa estu- Don Estanislao fue director de la Escuela Primaria
dios Superiores en la Escuela Nacional de Agricul- de Tepoztlán, director de la Escuela Central de
tura, según certificado escolar de 1913. Cuernavaca (1925), Inspector de Educación y Di-
A la edad de 19 años inicia su vida laboral en el rector General de Educación en el Estado de Mo-
Departamento de Industrias, y seguramente por relos.
motivos de trabajo viaja al norte del país en donde No obstante haberse jubilado en 1934, el padre
reside varios años. Más tarde regresa a Cuernava- de Salvador continuó colaborando con diversas ins-
ca para atender debidamente la precaria salud de tituciones de enseñanza: a la edad de 96 años (un
su primera esposa, con quien había procreado cua- año antes fallecer), aún impartía clases en la escuela
tro hijos: Mario, María del Pilar, Germán y Salva- Primaria Escuadrón 201 en su querido Tepoztlán.
dor. Doña Elisa Martínez fallece poco después en la Para concluir con el árbol genealógico de Salva-
Ciudad de México. dor Rojas (el autor que hoy nos ocupa), debo seña-
Estimulado sin duda por la tradición familiar, al igual lar que fue sobrino del sacerdote Pedro Rojas, inte-
que su abuelo y su padre Salvador Rojas se desem- lectual de vocación y muy querido cura del pueblo
peñó como destacado maestro, en su caso en el de Tepoztlán (1872-1957) y de Mariano Jacobo
Instituto de Educación Superior del Estado de Mo- Rojas, distinguido profesor y lingüista que organizó
relos (hoy Universidad Autónoma del Estado) y en en Tepoztlán la biblioteca pública y un museo de
la Escuela Normal Superior. antigüedades; don Mariano promovió ante el em-
Es notorio el cuidado con el que don Salvador perador Maximiliano y más tarde ante Porfirio Díaz
preparaba sus cátedras: su familia conserva los apun- la conservación y defensa del idioma náhuatl; fue
tes en los que observamos el desarrollo previo de autor del Método práctico para hablar, leer y
los temas que más tarde expondría ante sus alum- escribir la lengua mexicana y dedicó su vida a la
nos. Interesado en la elaboración de materiales di- enseñanza del idioma náhuatl en el Museo Nacional
dácticos, en 1939 presentó un proyecto para el li- de Arqueología, Historia y Etnografía en la Ciudad
bro: Geografía elemental del estado de More- de México. Cargo que desempeñó hasta su muerte,
los, y publicó el Album Geográfico del Estado a los 93 años
de Morelos. Ese mismo año representó al estado Las anteriores referencias nos permiten acercar-
en el 1° Congreso Nacional de Geografía y Explo- nos a la formación intelectual de Salvador Rojas,
raciones Geográficas, en la Ciudad de México. quien en reuniones y tertulias familiares debió ab-
Entre la producción literaria de Salvador Rojas, la sorber, sin duda, ese bagaje cultural sedimentado y
mayoría inédita, destaca una interesante Monogra- enriquecido a lo largo de tres generaciones. Si bien
fía de Cuernavaca. Fue importante también su tra- Salvador no conoció a su abuelo, a través de su
bajo periodístico como articulista en diversos dia- padre y de sus tíos permeó en él la atmósfera inte-
rios del estado. Salvador murió en Cuernavaca en lectual del Tepoztlán de fines del siglo XIX, cuando
1940, a los 42 años de edad. este pueblo recibió el calificativo de “Atenas de
Me parece imprescindible señalar el contexto fa- Morelos” gracias a las acciones emprendidas por
miliar y cultural en que se desenvolvió la infancia y un pequeño pero distinguido grupo de intelectuales
juventud de nuestro autor, porque sin duda éste de- tepoztecos, encabezados por los miembros de la
terminó su vocación literaria: Salvador fue nieto de familia Rojas.
José Guadalupe Rojas (1830-1877) conocido como Salvador nace en este pueblo campesino, en ese
el “Pestalozzi tepozteco”, maestro pionero de la entonces mayoritariamente analfabeta, poblado por
educación pública en este municipio. Inauguró la poco más de cuatro mil habitantes cuya precaria
escuela para adultos “Pedro Baranda”, formó la economía se había visto agravada a lo largo del si-
primera Orquesta Filarmónica de Tepoztlán y más glo XIX por devastadoras epidemias de tifo y vi-
tarde fue nombrado “Visitador General de Instruc- ruela. No obstante, en el seno de esta comunidad
ción Pública en el Estado”; el maestro José Guada- rural empiezan a surgir organizaciones como la “So-
lupe se dedicó entonces a apoyar los planteles edu- ciedad Cihtli” (1885), dedicada al estudio y preser-
cativos e introducir nuevos métodos pedagógicos vación del idioma náhuatl y a editarse periódicos
en el estado de Morelos. como Xocoyotzin” (El menor), “El Mosco”, “La
El padre de Salvador Rojas, Estanilsao Rojas Idea”, “El Grano de Arena”.
(1867-1964) estudió en la ciudad de México en el En la década de 1910, con motivo de la Revolu-
Don Salvador Rojas Rodríguez Autor del libro. Fototeca Colegio de San Joaquín, cuyo rector era el Obispo ción Méxicana, un grupo de tepoztecos emigra a la
histórica del Exconvento. de Cuernavaca Francisco Plancarte y Navarrete. Pasa a la página IV
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III
FAMILIA: CAPRIFOLIACEAE cultivarse para su comercialización.
La especie Sambucus mexicana,
En el estado de Morelos, para calmar
la “tos”, es común, preparar un té,
integrado a base de diversas plantas
El Yauhtli presenta la siguiente sinonimia cientí-
fica Sambucus
Schechtendal&Cham y Sambucus
bipinnata

medicinales, que son recomendadas en ◆ Margarita Avilés y Macrina Fuentes ◆


simpsonii Rehocr.
la región, para controlar este proble- El Azumiate, es un arbusto o arbo-
ma. Siempre agregando al té, un poco lito que llega a medir hasta 10 m de
de miel, para formar un rico jarabe SAUCO o SAÚCO altura, las hojas son opuestas y com-
para la tos. Una de las plantas, que puestas por cinco hojuelas grandes,
de rigor forma parte de estos famosos HOMETL con borde finamente aserrado, flores
compuestos, es la flor de Sauco, Sambucus mexicana Presl. Ex DC. agrupadas en la parte terminal de la
En los caminos Morelense, específi- planta, de color blanco cremoso y aro-
camente en los de clima templado, en máticas. Sus frutos son pequeños y
la franja de bosque de encino o sobre negros denominados bayas.
lugares donde hay humedad o corre En el siglo XVII, Gregorio López,
agua; ya sea en barrancas, arroyos y en su obra Tesoro de Medicinas,
caminos, crece el Sauco. Esta espe- menciona el uso del Sauco para el tra-
cie, llama la atención por formar ra- tamiento de almorranas “…las ojas de
mas frondosas que se exponen sobre Sauco verde, y beberlas en agua: y
el resto de la vegetación, y durante el estando el paciente boca abaxo, le
periodo de floración noviembre-mar- bayan poniendo las ojas calientes so-
zo, sobresalen sus hermosos racimos bre las almorranas, y aquellas frías,
de pequeñas flores de color blanco. otras calientes, y hacer esta diligencia
En México, como Sauco se conocen algunas vezes…” para la hidropesía
dos especies: Sambucus mexicana “… ó cohollos de Sauco, tiernos, co-
Presl. Ex DC. y Sambucus nigra L. midos, crudos, o cozidos, purgan hi-
Ambas especies con usos similares. dropesía. …” y en “purgas para dife-
La especie Sambucus nigra, es una rentes humores”
especie introducida en México de Eu- En la medicina tradicional mexicana
ropa, cuenta con amplia información se emplea para resolver diversos pa-
histórica sobre sus usos, aplicaciones decimientos: en problemas respirato-
y mitos. Con los frutos se elaboran vi- rios, digestivos, de la piel, renales,
nos y mermeladas. Se creía que en esta Sambucus nigra L. Plantas Medicinales el Dioscórides Renovado músculo-esqueléticos, odontológicos
planta habitaban deidades bienhecho- y para bajar la temperatura.
ras. Entre las creencias españolas, se des. Con los tallos se elaboran instru- cie es originaria de América boreal y En algunas regiones del país la po-
menciona que la colecta de las flores mentos musicales. occidental, ampliamente distribuida en blación indígena incluye a las flores o
de Sauco, debería realizarse en el día En cuanto a la especie Sambucus México, se cultiva en huertos familia- ramas del Sauco en diferentes cere-
de San Juan o en la víspera para que mexicana, en Morelos, también se le res y se le encuentra silvestre en dife- monias mágico-religiosas para el tra-
tuviera mejores propiedades o virtu- conoce como Azumiate. Esta espe- rentes tipos de vegetación, además, de tamiento de enfermedades tradiciona-
les como el espanto o susto,
En Morelos se emplea en infusión
de las flores para curar la bronquitis,
tos, como expectorante, desconges-
tionar el pecho, como sudorífico y
problemas digestivos. En baños para
el tratamiento de la disipela roja y
blanca (problema infeccioso de la
piel). Macerada y puesta en forma de
emplasto (medicamento externo glu-
tinoso, extendido sobre un pedazo de
tela, que se adhiere a la parte a la
cual se aplica) para quitar el dolor
causado por dientes cariados y en in-
flamaciones musculares.
En los puestos de plantas medicina-
les, el Azumiate, se vende ya sea for-
mando parte de compuestos con otras
plantas para el mismo fin o solo.
Científicamente se ha comprobado
su acción antiespasmódica, relajante
del músculo liso. Sin embargo, esta es-
pecie se ha reportado como laxante,
dándole el toque de planta toxica, por
lo que es conveniente tomar precau-
ción, cuando este se ingiere.
Esta especie forma parte de la co-
lección nacional de plantas medicina-
les del Jardín Etnobotánico.

NOTA
◆ El contenido
de los artículos
que se publican
es responsabi-
lidad de sus au-
tores.
Archivo fotográfico Fuentes-Avilés
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IV
co Tepoztécatl: el que describe la in- dano está obligado a guardar la iden- poztlán donde se descubrió la manera
En busca... fancia y juventud de dicho héroe; el tificación de su pueblo y la identifica- de fabricar el pulque (página 38). O
Viene de la página II que detalla cómo fue menospreciado ción de un pueblo se justifica por su por ejemplo, basándose en los estu-
por el señor de Cuauhnáhuac idioma, por su religión y por dios del obispo e historiador Fran-
Ciudad de México pero mantiene un durante la celebración de su arte”. cisco Plancarte y Navarrete, señala
estrecho vínculo con su pueblo. Ape- un banquete, debido a El libro que hoy pre- que en Tepoztlán habitaban los tl-
nas concluida la Revolución, miembros su pobre indumen- sentamos responde ahuicas, error generalizado hasta
de estas familias, con quienes segura- taria; el que se re- a esa motivación, hace pocos años, en que nuevos es-
mente Salvador mantuvo contacto, fiere a su mági- a ésa búsqueda tudios sustentan que en el periodo
formaron una organización civil llama- ca colabora- de la identidad postclásico el pueblo fue habitado
da “La Colonia Tepozteca” dedicada ción en las y las raíces de por xochimilcas.
a apoyar el progreso de Tepoztlán. Al obras arqui- los pueblos Sin embargo no debemos aplicar a
finalizar la década de 1920 este grupo tectónicas de México; Salvador Rojas el rigor del análisis his-
editó en México, el periódico “El Te- de la gran sin embargo tóriográfico, porque él no pretendió
pozteco”, dirigido por Mariano Jaco- Tenochtit- la contribu- escribir un texto de esta naturaleza.
bo Rojas. lán; el que ción de Sal- Debemos disfrutar su libro por su ame-
En este contexto cultural se mueve relata su vador Ro- na prosa y por el registro de narracio-
nuestro personaje, Salvador, cuya frag- conversión jas, en el nes orales que escuchó en voz de los
mentada biografía nos invita a seguir al cristianis- caso espe- ancianos del pueblo, y que en ocasio-
investigando, a recuperar su memoria, mo y la des- cífico del nes recrea con su propia inventiva ale-
que también es la del pueblo de Te- trucción del texto que jándose de la versión común de la le-
poztlán, sumándonos así al interés y al ídolo Ome- nos ocupa, yenda, por ejemplo cuando modifica
cariño de sus familiares. tochtli y, fi- debemos ubi- el episodio en que el Tepozteco, “hijo
nalmente, el carla más en el del viento”, colabora con los españo-
Relatos y leyendas de Tepoztlán episodio en que terreno literario les elevando una campana de la cate-
el Tepoztécatl que en el estric- dral metropolitana, mientras que el
Los artículos que integran este libro convence a los lí- tamente historio- autor ubica esta hazaña en la época
fueron escritos en la década de 1920 deres de los seño- gráfico. Debemos prehispánica, señalando que el Tepoz-
y publicados por su autor en 1933, en ríos vecinos para que tomar con cautela la in- técatl ayudó a los mexicas a colocar la
forma de fascículos independientes, adopten la nueva religión formación histórica verti- piedra de los sacrificios en lo alto del
empleando la imprenta familiar de José cristiana. El drama que José Guadalupe Rojas da en el libro de Salva- templo de Huitzilopochtli.
Donaciano Rojas ubicada en la Ciu- narra esta última leyenda dor Rojas, ubicarla en el También encontramos modificacio-
dad de México. se representa aún hoy, en el centro del momento en que éste fue escrito, ya nes en la leyenda que narra la infancia
Concluida la Revolución de 1910, el pueblo de Tepoztlán, cada 8 de sep- que en muchos casos tal información del Tepoztécatl: en este caso Salva-
pueblo de Tepoztlán, abandonado tiembre con motivo de la fiesta de la ha sido descartada por investigacio- dor Rojas señala que la hija del rey lo
como consecuencia de ésta, se va nue- Virgen de La Natividad, patrona del nes realizadas durante las últimas dé- descubre recién nacido, que el rey lo
vamente repoblando y restableciendo pueblo. cadas por profesionales en la materia. protege, y que el dios Ometochtli de-
con gran esfuerzo el ritmo de su vida Salvador Rojas recopila estas leyen- Salvador Rojas señala, por ejemplo, cide enviar al rey de Tepoztlán para
cotidiana. A Salvador Rojas le intere- das en una época propicia: la Revolu- que a la llegada de los españoles el ser devorado por el monstruo de Xo-
saba difundir la historia de ese peque- ción de 1910 ha concluido y los inte- hoy estado de Morelos estaba habita- chicalco, siendo que la leyenda común
ño pueblo cobijado por montañas: “He lectuales mexicanos se suman a la ta- do, entre otros grupos, por los olme- refiere que el rey o señor de Tepoztlán
pensado que al correr de los años tras rea de reconstruir el cas y otomiés. Esta rechazó al Tepoztécatl cuando niño,
los cuales vienen nuevos elementos de país concentrándo- aseveración hoy re- que a éste lo adopta una pareja de
distracción tanto para los niños como se en una nueva cru- sulta insostenible. ancianos y que es a uno de ellos a quien
para los campesinos, y como conse- zada educativa y El libro adolece de pretende devorar el monstruo de Xo-
cuencia lógica el olvido de estas sen- cultural. En estos ciertos errores y chicalco.
cillas narraciones, he querido escribir- años cobra vida el contradicciones, al- La fluida prosa de Salvador Rojas
las para que se conserven”. nacionalismo, que gunos de ellos im- dibuja un pasado idealizado, en que el
Los nueve artículos que integran este encuentra una razón portantes, por ejem- rey de Tepoztlán “hablaba con dulzu-
libro se refieren al pasado prehispáni- y se nutre en el pa- plo, cuando el autor ra y cariño a las gentes de su pueblo”,
co de Tepoztlán. Tras una breve y lite- sado prehispánico. señala que Tepoztlán o bien que los frailes, guiados por los
raria introducción en la que evoca con Tepoztlán no es aje- fue conquistado por más altos ideales, predicaban con “ac-
nostalgia el ambiente campirano y tra- no a este movimien- los españoles des- tos de caridad y misericordia para con
dicional de este pueblo, rico en mitos to, desde México la pués de la conquista el prójimo”. Documentos históricos
y leyendas, el libro nos ofrece un pri- ya mencionada Co- de la gran Tenochti- consignan hechos alejados de esta ver-
mer artículo con información histórica lonia Tepozteca en- tlán (página 43), sión idílica de nuestro autor.
elemental acerca de Tepoztlán; un se- vía recursos para error que corrige Este libro, por tanto, debe disfrutar-
gundo artículo reproduce partes de un apoyar el remosa- Don Mariano Jacobo Rojas. páginas adelante al se como un agradable texto literario,
texto escrito por el ingeniero tepozte- miento del pueblo, ubicar correctamen- cuyo autor escribe como “alivio en
co Francisco Rodríguez en 1895, (pu- prácticamente abandonado. Destaca- te este episodio histórico (página 62). momentos de abatimiento”, probable-
blicado en las memorias del Congreso dos miembros de esa organización, El autor comenta también que Cor- mente apesadumbrado por la muerte
Internacional de Americanistas cele- entre los que destacan Mariano Jaco- tés agregó una “misión de religiosos” de su primera esposa. Disfrutemos con
brado ese año). En este texto el inge- bo Rojas y Enrique Villamil, se dan tam- dominicos a la expedición militar que Raquel y Carolina la búsqueda y el en-
niero Rodríguez (quien en 1894 diri- bién a la tarea de recuperar viejas tra- sometería a los habitantes de Tamoan- cuentro con su abuelo, compartamos
gió el descubrimiento de la pirámide diciones, entre ellas la celebración del chán; sin embargo los frailes domini- su afecto por él, pero no olvidemos la
del Tepozteco) describe el templo y la Carnaval y la presentación del Reto al cos llegaron al norte de Morelos en naturaleza de las fuentes de este texto
pirámide dedicados a Ometochtli en Tepozteco el 8 de septiembre. 1528. En otros capítulos señala que el y el contexto histórico en que fue es-
lo alto del cerro próximo al poblado. Salvador Rojas debió compartir el dios Ometochtli representaba la “em- crito.
El resto de los artículos del libro de entusiasmo cultural del México pos- briaguez”, siendo que como dios del Texto leído durante la presentación del
Salvador Rojas recogen relatos pro- trevolucionario: en un volante escrito pulque se vincula con la fertilidad ve- libro de Salvador Rojas Rodríguez, en el
venientes de la tradición oral, que na- por él y que este libro incluye a mane- getal; o entonces confunde leyenda e Jardín Borda, Cuernavaca, el viernes 19
rran episodios de la vida del mítológi- ra de apéndice, señala: “todo ciuda- historia cuando señala que fue en Te- de diciembre de 2003.

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