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Pier Vittorio Aureli

Appropiation, subdivision, abstraction: a political history of the urban grid.

Log 44. 2018

Tema. La grilla como dispositivo o mecanismo de subdivisión de tierra asociado al régimen de


propiedad, base del capitalismo

Grid: grilla, red, cuadricula

Resumen

Apropiación, subdivisión, abstracción: una historia política de la trama urbana.


Vemos, entendemos y construimos nuestro mundo inscribiéndolo con cuadrículas. Si bien la
cuadrícula ha sido ampliamente discutida como figura formal, funcional y cultural, su significado
político sigue siendo opaco.

La posibilidad de definir la grilla no como una forma sino como un aparato espacial.

La cuadrícula como aparato espacial consolida la apropiación de la tierra a través de la subdivisión.

El objetivo compartido de organizar el espacio de vida colectiva a través de una clara subdivisión
de la propiedad de la tierra.

Resalte su vínculo crucial con la organización de la posesión de la tierra.

La cuadrícula abstraía la relación entre el hombre y el hombre y entre el hombre y la tierra en una
forma legible y mensurable cuya antítesis de la naturaleza era inmediatamente reconocible.

Este sistema altamente artificial finalmente naturalizó la posesión de la tierra hasta el punto de
que ahora damos por sentado que el mundo urbano es una inmensa red de líneas que divide la
tierra en innumerables recintos interiores y exteriores.

Como fuerza social, la abstracción es, por lo tanto, el mecanismo que transforma la retícula de un
orden trazado inicialmente en el suelo a un aparato cuyo impacto ordenador inviste y orienta la
totalidad de las relaciones humanas.

1. Subdivisión

El acto de subdividir el espacio con líneas rectilíneas coincidió con el paulatino inicio de la vida
sedentaria.

El aumento de la vida sedentaria está relacionado con el desarrollo de la agricultura, que condujo a
aumentos de la productividad y a la necesidad de almacenar el excedente de producción.

Define la forma de casa rectangular como una “caja de almacenaje” cuya función es contener de
forma ordenada su contenido.
Es en este proceso de subdivisión interna de la casa donde tiene lugar una temprana encarnación
de la retícula como aparato subdivisor.

La construcción y mantenimiento de este sistema hidráulico rectilíneo condujo a lo que los


arqueólogos llamaron la revolución urbana, que requirió una agencia a gran escala para la cual la
subdivisión de la tierra en campos pronto se convirtió en una unidad de medida fundamental.

Sistema de regularidad geométrica que permitía a una autoridad centralizada relacionar la


extensión de las parcelas de tierra con las cantidades de trabajo y producto.

La subdivisión rectilínea como principio general marca el surgimiento de sociedades caracterizadas


por una fuerte tendencia hacia la unificación política y la acumulación económica.

2. Colonización (Egipto y Grecia)

En el antiguo Egipto, los funcionarios del faraón tendían una cuerda medida sobre la tierra para
trazar áreas para construir presas, graneros, templos y, lo más importante, para parcelar el suelo
cuando resurgiera de la inundación seadonal del Nilo. Inventado no por el bien de los agricultores
sino para reevaluar los tributos de los campesinos al faraón después del diluvio.

La explicación de Hetorodus sobre sus orígenes nos recuerda cómo medir e imponer un orden
inteligible a la tierra está vinculado con la capacidad de cuantificarla y asignarle un valor
económico.

Así, en el urbanismo egipcio, la subdivisión rectangular fue fundamental para definir una forma
que integraría la fuerza laboral y el hogar como un todo coherente, una especie de fábrica social en
la que no sólo el trabajo sino la vida misma están rígidamente disciplinadas.

Por esta razón, yo diría que los asentamientos obreros planificados en el antiguo Egipto pueden
verse como una encarnación temprana de un urbanismo que podemos definir como colonial. La
palabra colonia proviene del latín colere, que significa cultivar.

Una colonia es una forma de apropiación civil de tierras movilizadas por un estado para expandir
su poder político y económico. La regularidad de forma que caracteriza los asentamientos
coloniales es una consecuencia del hecho de que la apropiación colonial –el origen de muchas
formaciones estatales– requiere planificación antes de la construcción.

La historia de la apropiación colonial (…) coincide con la historia de la cuadrícula. La cuadrícula


proporciona una plantilla espacial para coordinar operaciones de planificación a diferentes escalas,
desde la unidad doméstica hasta el asentamiento y la división eficiente de la tierra.

La parrilla colonial griega estuvo influenciada por el principio de isonomía, es decir, igualdad de los
ciudadanos ante la ley, que se tradujo espacialmente en la distribución equitativa de la tenencia de
la tierra entre cada hogar. Además, en las ciudades coloniales griegas vemos el comienzo de una
estrategia de subdivisión en la que el espacio público en forma de calle o sendero se utiliza como
forma de dar forma regular a la propiedad privada. Las poleis griegas se organizaron en torno a la
distinción entre espacios públicos y privados. La geometría de la cuadrícula en una ciudad
planificada muestra cómo los intereses públicos y privados –polis y oikos- ya no están en oposición
sino que se vuelven mutuamente dependientes.

La cuadrícula de calles que se cruzan se convierte en el medio más eficaz de división del suelo.

La organización de la polis subvierte ligeramente el orden isonómico de la red al diferenciar el uso


del suelo según las clases sociales.

Hippodamus desafía la naturaleza isonómica de la red. En su teoría, el principio de subdivisión


refleja inmediatamente la relación entre agrupación social y propiedad de la tierra y, por tanto,
define las relaciones de poder entre los ciudadanos.

Esta situación inevitablemente establece una jerarquía que altera el orden aparentemente
igualitario de la red.

Hipódamo adoptó el rigor geométrico de la cuadrícula para objetivar las diferencias sociales,
arraigándolas en la forma en que se subdivide y distribuye la tierra.

3. Res Privata (Roma)

Los romanos organizaron la cuadrícula en torno al cruce de dos ejes principales, el cardo y el
decumano. De esta manera, contrarrestaron la isotropía del gris con la fuerte lógica centralizadora
de la cruz, figura querida por los romanos porque evocaba el poder del centro.

método de centuriación de subdivisión basado en la delimitación del terreno en cuadrados


regulares conocidos como centuria (710 por 710 metros)

Fuertes relaciones entre la guerra y la agricultura.

Así, el objetivo principal de la centuriación era controlar eficientemente la tierra y formar una clase
de terratenientes, por pequeñas que fueran sus parcelas.

La versión romana aplicó casi sistemáticamente la misma cuadrícula en diferentes territorios.

La centuriación implicó un estudio cuidadoso de la tierra.

Una vez designada como res, la tierra se entendía principalmente en términos de su valor
patrimonial.

La retícula de la centuriación romana, con su lógica extensiva potencialmente infinita.

El despliegue de la cuadrícula es, por tanto, el ejemplo más claro de cómo la geometría apoyó la
propiedad al permitir no sólo la ordenada subdivisión de la tierra en parcelas mensurables, sino
también la abstracción de la tierra en valor monetario.

La propiedad como marco jurídico.

4. Ocupación civil (bastidas de Francia)


La geometría es el vínculo crucial entre la tierra y el dinero. Además de facilitar la venta y la
tributación de la propiedad privada, la regularidad de la red ayudó a acelerar la construcción y
prevenir conflictos entre los colonos.

Las bastidas, al igual que las ciudades coloniales romanas, fueron el resultado de un tipo urbano
repetible lo suficientemente flexible como para permitir a las autoridades locales introducir ajustes
ad hoc.

Las Bastides demostraron ser una forma eficiente de urbanización porque su forma simple
requería una inversión mínima por parte de los fundadores, quienes dejarían la construcción a los
habitantes. Por esta razón, las ciudades se convirtieron en un precedente fundamental (y tal vez
una fuente directa) para el urbanismo colonial en América y Asia, donde la velocidad y la eficiencia
en el establecimiento de una ciudad se convirtieron en un objetivo crucial.

Las principales fuentes de la Ley de Indias, el cuerpo de leyes dictadas por la Corona española en
1573 para las posesiones americanas y filipinas del imperio.

La ley era una suma de los principios de planificación de la antigua Roma y el Renacimiento; su
ímpetu racionalizador ciertamente estuvo informado por la tradición de las bastidas
estandarizadas.

Un factor del éxito de las bastidas fue su mínima planificación.

El aspecto definitorio es la forma en que su subdivisión regular ocultaba la asimetría de poder


detrás de su creación. La igualdad sugerida por estas cuadrículas urbanas parece ser cierta sólo
cuando las cuadrículas se consideran desde un punto de vista morfológico. La distribución regular
de la propiedad no fue el resultado de un acuerdo local entre los colonos sino la marca del control
soberano de la negociación social y espacial. En su aparente uniformidad, las cuadrículas a
menudo articulan formas sutiles de jerarquía espacial.

La desigualdad dentro de la red también se logró fácilmente zonificando diferentes sectores para
diferentes usos, haciendo que algunas áreas fueran más valiosas que otras.

La ubicación de plazas y edificios públicos introduce jerarquías en el orden isotrópico de la


cuadrícula.

En el Plan Ideal de la ciudad (1650) la población se mantiene fuera. podrían trabajar

El orden geométrico de la cuadrícula fue fundamental para fomentar la segregación y la


desigualdad en las ciudades coloniales. en la ciudad, pero se les mantuvo afuera para evitar la
amenaza de revueltas.

Sin embargo, la raíz de la desigualdad no era la red en sí, sino el marco legal que imponía, que se
centraba en el principio de propiedad privada.

5. Guerra legal

El arma definitiva de la conquista de América por parte de los colonizadores europeos no fue la
guerra sino el lawfare: la imposición de la propiedad de la tierra definida por la ley frente a la
posesión de la tierra definida por la costumbre. El concepto moderno de propiedad surgió de los
modos coloniales de apropiación.

sacerdote jesuista

Este plan urbano, con su forma simétrica y su gran ciudad común en el centro, debía ser la
realización de la Civitate Dei en la tierra. La cuadrícula inglesa fue la principal herramienta para la
apropiación de tierras bajo la disciplina de propiedad individual.

La colonización española y portuguesa estuvo supeditada al deber de convertir a los nativos al


cristianismo, la colonización inglesa estuvo motivada por la idea de poblar un territorio mejorando
su productividad. La construcción del paisaje americano como una cuadrícula ordenada de campos
cultivados fue un “paisaje imaginario” fundamental que tanto los colonizadores británicos como,
más tarde, los colonizadores estadounidenses blancos proyectaron sobre la tierra que se
apropiaron violentamente de las poblaciones nativas.

Tal aparato jurídico sólo podría apoyarse representando a América del Norte como un amplio
“espacio vacío” poblado por pueblos indígenas que, en palabras de Locke, no conocían ningún
cercamiento. Es aquí donde entendemos plenamente cómo los británicos impusieron una red de
límites a la tierra para legalizar el robo de tierras a las comunidades indígenas.

Muros y límites

Densa red de límites que demarcan áreas de posesión, acceso y traspaso junto con reglas para
derechos de uso, ocupación y circulación.

La frontera que encierra la tierra como propiedad no es simplemente un elemento físico, sino
también la encarnación de un derecho legal “abstracto” con el poder de excluir y que es mucho
más fuerte que cualquier barrera física.

Límites, más simbólicos que funcionales.

Como proceso legalizado, el acto contundente de apropiación condujo a un aumento de los


levantamientos topográficos y las representaciones cartográficas en las que la cartografía científica
reemplazó la representación más idealizada y pictográfica de la tierra. Estos mapas territoriales se
convirtieron en la condición previa para conocer la propia tierra. Esta visión catastral del mundo
rural pronto se tradujo en un paisaje en el que los límites de propiedad tomaron la forma de una
cuadrícula que lo abarcaba todo, formada por cercas, arbustos, canales e hileras de árboles.

El cercamiento y la colonización son ambos parte del mismo proceso de apropiación para la
monetización de la propiedad territorial.

Mientras que los asentamientos coloniales tradicionales –incluidas las primeras ciudades
coloniales en las Américas– eran asentamientos finitos rodeados de tierra para cultivo, la
colonización de Occidente por parte de los Estados Unidos transformó la cuadrícula en una
extensión potencialmente infinita de los derechos de propiedad, una cuadrícula que todavía
subyace a la estructura prevaleciente. Tendencia estadounidense hacia la disposición
geométricamente regular de caminos y campos. El origen de esta cuadrícula fue la Ordenanza de
Tierras de 1785, que estableció un sistema estandarizado a través del cual los colonos podían
comprar títulos legales de tierras de cultivo.

Este sistema fue una adaptación de la propuesta de Thomas Jefferson de parcelar el territorio
occidental en cuadrados. La cuadrícula inicial de Jefferson subdividió la tierra en lo que él llamó
cientos (una unidad de 10 por 10 millas que abarcaba 100 millas cuadradas). En su visión, el
centenar también estaba formado por 100 personas y sus familias, que formarían un municipio
autónomo.

Intenta introducir el sistema decimal.

La red resultante fue un sistema integral que fusionó el orden geométrico, la topografía y el valor
financiero en un aparato eficiente.

Jefferson adoptó una unidad de medida terrestre sin precedentes, la milla geográfica, que se
derivaba de la navegación marítima. Semejante operación implicó la proyección del “vacío” del
mar sobre un territorio que ya estaba vacío. Alineaciones con la cuadrícula global de longitud y
latitud que le darían a la cuadrícula del estudio la “objetividad” de un hecho científico.

Ordenanza de Tierras de 1785. La cuadrícula rectilínea siguió siendo el principio básico de su


organización.

Esta implacable abstracción fue producto de una campaña de encuestas que distaba mucho de ser
pacífica. El equipo topográfico encontró resistencia por parte de los nativos que entendieron que el
simple acto del topógrafo de dejar marcas en el suelo y en los árboles era también el acto mismo
de despojarlos de sus tierras.

El objetivo principal del gobierno es pagar la deuda nacional mediante la venta de tierras. La
ordenanza territorial de 1785 demuestra que la urbanización de un territorio no consistía
principalmente en circulación sino en el acto violento de apropiación y la consolidación de esa
apropiación mediante la subdivisión.

La red juega un papel ambivalente en la urbanización. Al principio su geometría es


ostensiblemente artificial, lo que deja claro que no es nada más que un orden natural.

La misión política de Grid es llevar la civilización a una tierra imaginada como poblada por personas
incapaces de tal dominio espacial. Además de imponer la idea de propiedad, la red fue una
herramienta ideológica utilizada para impresionar y abrumar a las poblaciones indígenas con el
poder ilimitado del colonizador para dominar la tierra. Pero cuando las cuadrículas se convirtieron
en la regla de los asentamientos coloniales, esta aparente geometría se volvió tan ubicua que
parecía casi natural, ocultando así su verdadera instrumentalidad en la mercantilización de la
tierra.

6. Urbanización

Cerda definió la urbanización como “un vasto océano arremolinado de personas, de cosas, de
intereses de todo tipo, de mil elementos diversos”.

Cerda propuso ampliar Barcelona a través de una cuadrícula de manzanas de 133 por 133 metros
que permitiría una distribución uniforme de servicios y vías por toda la ciudad.
Ordenar el espacio urbano como un tapiz potencialmente ilimitado de viviendas, lugares de
trabajo y servicios públicos vinculados por rutas de circulación eficientes que constituyó el núcleo
del urbanismo de Cerdá. Para él, este modelo podría extenderse más allá de la idea de la ciudad
como un artefacto urbano finito y convertirse en una nueva entidad que no fuera ni ciudad ni
campo.

Diferencia entre los términos civitas y urbs

El concepto de intervia de Cerda, una plantilla espacial que incluía tanto manzana como calle.

La cuadrícula uniforme no pretendía facilitar la subdivisión de la propiedad sino integrar los


intereses públicos y privados en un aparato gubernamental coherente y legible. Uso extensivo de
estadísticas.

La construcción de ciudades ya no se centra en una forma específica. De hecho, la plantilla siempre


presente de la cuadrícula se convierte en el dispositivo espacial necesario para reducir las
decisiones formales tanto como sea posible. En los esquemas y diagramas de Cerda la retícula lo
rige todo, desde la planificación hasta los detalles arquitectónicos.

Para Cerda, la red era una forma de distribuir equitativamente capital y recursos, pero en realidad
se utilizaba para subdividir el terreno de una manera que ayudaba a los promotores y propietarios
a capitalizar la construcción de un nuevo plan.

La trama urbana contemporánea es la imposición de un régimen total de propiedad.

7. Circulación y propiedad

Inicio 1685 / Kahn 1952

En ambos casos el territorio urbano se reduce a cuadrículas esquemáticas. El concepto de


diagrama es clave para entender estas representaciones del territorio urbano y la cuadrícula. El
diagrama se entiende aquí –como en Michel Foucault, Gilles Deleuze y Felix Guattari- como una
máquina que produce directamente los efectos del poder, no como una representación sintética de
concepto y forma.

La cuadrícula no es sólo una forma; también es una abstracción de las relaciones sociales como
relaciones de propiedad. La red urbana abstrae la ciudad como una composición de propiedades, y
todo lo que existe dentro de la red tiene que obedecer a las relaciones de poder asimétricas que
implica la propiedad, impuesta por la ley. Las líneas interesantes de la red urbana no tienen como
objetivo la circulación sino la apropiación, subdivisión y abstracción de la tierra para convertirla en
propiedad. Esto significa que se puede argumentar que la urbanización no es otra cosa que la
realización del espacio como un diagrama de propiedad “legal”.

8. La grilla y la isla

En su libro El Nomos de la Tierra, Carl Schmitt sostiene que cuando la Tierra ya no se entendía
como una idea mítica sino que se percibía científicamente como un globo, aquellos que querían
apropiarse del mundo comenzaron a trazar líneas a escala global. Estas líneas fueron
fundamentales en la subdivisión del mundo por parte de las potencias europeas en un gran
dominio geográfico de norte, sur, este y oeste. La red de meridianos y paralelos a través de los
cuales el mundo se hizo científicamente inteligible eran líneas trazadas no sólo como un sistema de
orientación geográfica sino también como una vasta subdivisión geográfica de tierra por conquistar
y explotar. La exploración geográfica y la representación cartográfica que reforzaron estas líneas
constituyen la escala última de la apropiación colonial. La idea misma de apropiación colonial
continúa reproduciéndose en las innumerables líneas que aún subdividen el mundo en infinitos
recintos: los campos, calles, plazas, casas y habitaciones que habitamos actualmente.

La red urbana es, por tanto, un aparato que sigue siendo resiliente, no por su racionalidad
inherente, como todavía creen muchos planificadores y arquitectos, sino porque sirve muy bien a
la lógica propietaria de la propiedad basada en el principio de subdivisión.

La pregunta es qué principio espacial de asentamiento puede desafiar la hegemonía de la red


urbana y permitir formas de tenencia de la tierra en las que la confrontación y la negociación entre
comunidades no queden subsumidas dentro de un marco urbano totalizador, sino reconocidas
como el principio de coexistencia.

No necesitamos rechazar la red por completo, sólo imaginar cómo su lógica puede ser
gradualmente erosionada y modificada por un nomos diferente. En este sentido, una posible figura
contracolonial que desafía la ubicuidad topológica de la red es la “isla”, una forma de asentamiento
finito cuya relación con el todo nunca está definida de manera rígida sino siempre abierta a la
confrontación y la negociación.

La grilla conforma lo local con lo global.

Las tramas de la grilla son un lugar de contención.

La grilla es un sistema abstracto impulsado por la regla cuantificadora de la geometría.

La grilla reduce un territorio a un sistema totalizador de relaciones medidas según las


oportunidades económicas.

versión original

We see, understand, and construct our world by inscribing it with grids. While the grid has been
amply discussed as a formal, functional, and cultural figure, its political significance remains
opaque.

The possibility of defining the grid not as a form but as a spatial apparatus.

The grid as a spatial apparatus consolidates land appropriation through subdivision.

The shared goal to organize the space of collective living through a clear subdivision of land
ownership.

Highlight its crucial link to the organization of land possession.

The grid abstracted the relationship between man and man and between man and land into a
readable and measurable form whose antithesis to nature was immediately recognizable.
This highly artificial system ultimately naturalized the possession of land to the point that we now
take for granted that the urban world is an immense grid of lines that parcels the earth into myriad
indoor and outdoor enclosures.

As a social force, abstraction is therefore the mechanism that transforms the grid from an order
first traced o the ground to an apparatus whose ordering impact invests in and orients the totality
of human relationships.

1. Subdivision

The act of subdividing space with rectilinear lines coincided with the gradual beginning of
sedentary life.

The rise of sedentary life is connected to the development of agriculture, which led to increases in
productivity and a need to store the surplus production.

Defines the rectangular house form as a “warebox” whose function is to contain its content in an
orderly manner.

It is in this process of internal subdivision of the house thar an early incarnation of the grid as a
subdividing apparatus takes place.

The making and maintenance of this rectilinear hydraulic system led to what archeologists called
the urban revolution, required a large scale agency for which the subdivision of land into fields
soon became fundamental unit of measure.

System of geometric regularity that allowed a centralized authority to relate the extension of plots
of land to quantities of labor and product.

Rectilinear subdivision as a general principle marks the rise of societies characterized by a strong
tendency towards political unification and economic accumulation.

2. Colonization (Egipto y Grecia)

In ancient Egypt, the pharaoh´s officials stretched a measured rope over land to lay out areas for
buildings dams, granaries, temples, and, most important, to parcel out the soil when reemerged
from the Nile´s seadonal flood. Invented not for the sake of the cultivators but for reassessing the
peasants´tributes to the pharaoh after the flood.

Hetorodus´s explanation of its origins reminds us how measuring and imposing an intelligible order
to the land is linked with the ability to quantify land and attach an economic value to it.

In Egyptian urbanism, rectangular subdivision was thus instrumental in defining a form that would
integrate workforce and household as a coherent whole, a kind of social factory in wich not just
work but life itself is rigidly disciplined.
For this reason, I would argue that the planned workers settlements of ancient Egypt can be seen
as an early incarnation of an urbanism that we can define as colonial. Th word colony comes from
the Latin colere, which means cultivate.

A colony is a form of civilian appropriation of land mobilized by a state in order to expand its
political and economic power. The regularity of form that characterizes colonial settlements is a
consequence of the fact that colonial appropriation – the origin of many state formations –
requires planning before construction.

The history of colonial appropriation (…) coincides with the history of the grid. The grid provides a
spatial template for coordinating planning operations at different scales, from household unit to
settlement to the efficient division of land.

The Greek colonial gridiron was influenced by the principle of isonomia, meaning equality of
citizens before the law, which was translated spatially into the even distribution of land tenure to
each household. Moreover, in Greek colonial cities we see the beginning of a strategy of
subdivision in which public space in the form of a street or path is used as a way to give regular
form to private property. Greek poleis were organized around the distinction between public and
private spaces. The geometry of the grid in a planned city shows how public and private interests –
polis and oikos- are no longer in opposition but became mutually dependent.

The grid of intersecting streets becomes the most effective means of land division.

The organization of the polis slightly subverts the isonomic order of the grid by differentiating land
use according to social classes.

Hippodamus challenges the isonomic nature of the grid. In his theory the principle of subdivision
immediately reflects the relationship between social grouping and land ownership an thus defines
power relationships among citizens.

This situation inevitably establishes a hierarchy that disrupts the seemingly egalitarian order of the
grid.

Hippodamus adopted the geometric rigor of the grid in order to objectify social differences,
rooting them in the way land is subdivides and distributed.

3. Res Privata (Roma)

The romans organized the grid around the crossing of two main axes, the cardo and the
decumanus. In this way, they countered the isotropy of the gris with the strong centralizing logic of
the cross, a figure dear to the Romans because it evoked the power of the center.

centuriation method of subdivision based on the delineation of land into regular squares known as
centuria (710 by 710 meters)

strong relationships between war and farming.

Thus the main purpose of centuriation was to efficiently control land and to form a class of
landowners, however small their parcels might be.
The Roman version almost systematically applied the same grid across different territories.

Centuriation involved a careful survey of land.

Once designated as res, land was understood primarily in terms of its patrimonial value.

The grid of Roman centuriation, wich its potentially infinite extensive logic.

The deployment of the grid is thus the clearest example of how geometry supported ownership by
allowing not only the neat subdivision of land as measurable parcels bur also the abstraction of
land into monetary value.

Property as a legal framework.

4. Civilian Occupation (France bastides)

Geometry is the crucial link between land and money. Apart from facilitating the sale and taxation
of private property, the regularity of the grid helped to speed up construction and prevent conflict
among settlers.

The bastides, like roman colonial cities, were the result of a repeatable urban type flexible enough
to allow local authorities to introduce ad hoc adjustments.

Bastides proved to be an efficient form of urbanization because their simple form required minimal
investment from the founders, who would leave building to the inhabitants. For this reason, the
towns became a fundamental precedent (and perhaps a direct source) for colonial urbanisim in the
Americas and in Asia, where speed and efficiency in establishing a city became a crucial goal.

The main sources of the Law of the Indies, the body of laws issued by the Spanish Crown in 1573
for the empire´s American and Philippine possessions.

The law was a summa of ancient Rome and Renaissance planning principles, its rationalizing
impetus was certainly informed by the tradition of the standardized bastides.

A factor to the success of the bastides was their minimal planning.

The defining aspect is the way their regular subdivision concealed the asymmetry of power behind
their making. The equality suggested by these town grids appears to be true only when the grids
are considered form a morphological point of view. The regular distribution of property was not
the result of a local agreement among settlers but the mark of a sovereingn´s control of social and
spatial negotiation. In their apparent uniformity grids often articulate subtle forms of spatial
hierarchy.

Inequality within the grid was also easily achieved by zoning different sectors for different uses,
making some areas more valuable than others.

Tha placement of public squares and buildings introduces hierarchies into the isotropic order of
the grid.

In the Ideal Plan for the city (1650) population is kept outside. They could work
Geometric order of the grid was instrumental in fostering segregation and inequality in colonial
cities. in the town but were kept outside to avoid the threat of revolts.

Yet the root of inequality was not the grid per se, but the legal framework the grid enforced, which
was centered on the principle of private property.

5. Lawfare

The ultimate weapon of conquest in the Americas by European colonizers was not warfare but
lawfare – the imposition of land ownership defined by law against possession of land defined by
custom. The modern concept of property emerged from colonial modes of appropriation.

Jesuist priest

This city plan, with its symmetric form and large town common at the center, was supposed to be
the realization of the Civitate Dei on earth. English grid was the main tool for appropriating land
under the discipline of individual property.

Spanish and Portuguese colonization was contingent on the duty to convert natives to Christianity,
English colonization was motivated by the idea of settling a territory by improving its productivity.
The construction of the American landscape as an orderly grid of cultivated fields was a
fundamental “imaginary landscape” that both British and, later, white American colonizers
projected on the land that they violently appropriated from the native populations.

Such a juridical apparatus could only be supported by representing North America as a wide
“empty space” populated by indigenous people who, in the words of Locke, knew no enclosure. It
is here that we fully understand how the British imposed a grid of boundaries on the land to make
the theft of land from indigenous communities lawful.

Walls and boundaries

Dense network of boundaries demarcating areas of possession, access, and trespass alongside
rules for rights of use, occupancy, and circulation.

The boundary that encloses land as property is no simply a physical element, but also the
embodiment of an “abstract” legal right with the power to exclude that is far stronger than any
physical barrier.

Boundaries, more symbolic than functional.

As a legalized process, the forceful act of appropriation led to a surge in land surveys and
cartographic representations in which scientific mapping replaced the more idealized and
pictographic representation of land. These estate maps became the precondition for knowing one
´s own land. This cadastral vision of the rural world was soon translated into a landscape in which
property lines took the form of an all-encompassing grid of lines made by fences, shrubbery,
canals, and rows of trees.

Enclosure and colonization are both part of the same process of appropriation for the
monetization of landed property.
While traditional colonial gridiron settlements – including early colonial cities in the Americas –
were finite settlements surrounded by land for cultivation, the United States´colonization of the
West transformed the grid into a potentially infinite extension of property rights, a grid that still
underlies the prevailing American tendency toward the geometrically regular disposition of roads
and fields. The origin of this grid was the Land Oridenance of 1785, which established a
standardized system through wich settlers could buy legal title to farmland.

This system was adapted from Thomas Jefferson´s proposal to parcel out the western territory in
squares. Jefferson´s initial grid subdivided land into what he called hundreds – a 10 by 10 – mile
unit enclosing 100 square miles. In his vision, the houndred was also made of 100 individuals and
their families, who would form a self-governing township.

Attempt to introduce the decimal system.

The resulting grid was an all-encompassing system thar coalesced geometrical order, surveying,
and financial value into one efficient apparatus.

Jefferson adopted an unprecedent unit of measure for land, the geographical mile, which was
derived from sea navigation. Such an operation implied the projection of the sea´s “emptiness” on
a territory that was from empty. Alignments with the global grid of longitude and latitude that
would give the survey grid the “objectivity” of a scientific fact.

Lands Ordinance of 1785. The rectilinear grid remained the basic principle of its organization.

This relentless abstraction was the product of a far-from-peaceful survey campaign. The survey
team met resistance from natives who understood how the surveyor´s simple act of leaving marks
on the ground and on the trees was also the very act of dispossessing them of their land.

The government´s primary goal of paying down the national debt through land sales. Land
ordinance of 1785 demonstrates thar urbanization of a territory was not primarily about
circulation but about the violent act of appropriation and the consolidation of that appropriation
through subdivision.

The grid plays an ambivalent role in urbanization. At first its geometry is ostensibly artificial, which
makes clear that it is anything bua a natural order.

Grids political mission to bring civilization to a land imagined as populated by people incapable of
such spatial mastery. In addition to enforcing the idea of property, the grid was a ideological tool
used to impress and overwhelm indigenous populations with the colonizer´s unlimited power to
master the land. But when grids became the rule of colonial settlement, this ostensible geometry
became so ubiquitous as to appear almost natural, therefore hiding its actual instrumentality in the
commodification of land.

6. Urbanization

Cerda defined urbanization as a “vast swirling ocean of persons, of things, on interest of every sort,
of a thousand diverse elements.”

Cerda proposed to expand Barcelona through a grid of 133-by-133 meters blocks tht would allow
for the even distribution of services and roads throughout the city.
Ordering the urban space as a potentially limitless tapestry of housing, workplaces, and public
services linked by efficient circulation routes that constituted the core of Cerda´s urbanism. For
him, this model could extend beyond the idea of the city as a finite urban artifact and become a
new entity that was neither city nor countryside.

Difference between the terms civitas and urbs

Cerda´s concept of intervia, a spatial template that included both block and street.

The uniform grid was not intended to ease property subdivision but to integrate private and public
interests in a coherent and legible governmental apparatus. Extensive use of statistics.

City-making is no longer focused on a specific form. Indeed, the ever-present template of the grid
becomes the spatial device needed to reduce formal decisions as much as possible. In Cerda´s
schemes and diagrams, the grid rules everything, from planning to architectural details.

For Cerda, the grid was a way to equally distribute capital and resources, but in reality, it was used
to subdivide land in a way that helped developers and landowners capitalize on the building of a
new plan.

The contemporary urban grid is the enforcement of a total regime of property.

7. Circulation and property

Home 1685 / Kahn 1952

In both cases the urban territory is reduced to diagrammatic grids. The concept of the diagram is
key to understanding these representations of the urban territory and the grid. Diagram is here
understood – as in Michel Foucault, Gilles Deleuze, and Felix Guattari- as a machine that directly
produces the effects of power, not as a synthetic representation of concept and form.

The grid is not just a form; it is also an abstraction of social relationships as property relationships.
The urban grid abstracts the city as a composition of properties, and everything that exists within
the grid has to obey the asymmetric power relationships that property, enforced by law, implies.
The interesting lines of the urban grid are not for the sake of circulation but for the appropriation,
subdivision, and abstraction of land into property. This means one can argue that urbanization is
nothing other than the realization of space as a diagram of “lawful” property.

8. The grid and the island

In his book The Nomos of the Earth, Carl Schmitt argues that when the earth was no longer
understood as a mythical idea but was scientifically perceived as a globe, those who wanted to
appropriate the world began to trace lines at a global scale. These lines were instrumental in the
European powers´ subdivision of the world into a large geographical domain of north, south, east,
and west. The grid of meridians and parallels through which the world was made scientifically
intelligible were lines traced not only as a systema of geographical orientation but also as a vast
geographical subdivision of land to be conquered and exploited. The geographic exploration and
cartographic representation that reinforced these lines constitute the ultimate scale of colonial
appropriation. The very idea od colonial appropriation continues to reproduce itself in the myriad
lines that still subdivide the world into endless enclosures: the fields, streets, squares, houses, and
rooms we presently inhabit.

The urban grid is thus an apparatus that remains resilient, not because of its inherent rationality, as
many planners and architects still believe, but because it serves so well the proprietary logic of
ownership based on the principle of subdivision.

The question is what spatial principle of settling can challenge the hegemony of the urban grid and
allow for ways of land tenure in wich confrontation and negotiation among communities are not
subsumed within a totalizing urban framework, but acknowledged as the principle of coexistence.

We don’t need to reject the grid altogether, only to imagine how its logic can be gradually eroded
and modified by a different nomos. In this sense, a possible counter-colonial figure that challenges
the topological ubiquity of the grid is the “island”, a finite settlement form whose relationship to
the whole is never rigidly defined but always open to confrontation and negotiation.

The grid conforms the local to the global.

The plots of the grid are a place of containment.

The grid is an abstract system driven by the quantifying rule of geometry.

The grid reduces a territory to a totalizing system of measured relationships according to economic
opportunity.

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