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La morbilidad de la esclerosis múltiple (EM) se refiere a la frecuencia de casos de la


enfermedad en una población específica en un período de tiempo determinado. La
morbilidad de la esclerosis múltiple varía según la región geográfica y puede influir en
factores como la genética, la edad, el género y otros factores ambientales. La esclerosis
múltiple es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que afecta a la mielina, la
capa aislante que rodea las fibras nerviosas. Los síntomas pueden variar ampliamente y
pueden incluir problemas de movilidad, fatiga, problemas de visión, entre otros.
La morbilidad de la esclerosis múltiple se expresa generalmente en términos de tasas de
incidencia y prevalencia. La tasa de incidencia se refiere al número de nuevos casos de la
enfermedad que se presentan en una población durante un período específico, generalmente
por cada 100.000 personas-año. La prevalencia, por otro lado, representa el número total de
casos existentes en una población en un momento dado. Es importante señalar que la
esclerosis múltiple afecta con mayor frecuencia a adultos jóvenes, y las mujeres tienen una
mayor predisposición a desarrollar la enfermedad en comparación con los hombres.
La mortalidad en la esclerosis múltiple puede estar relacionada con complicaciones como
infecciones graves, problemas respiratorios, complicaciones cardíacas o efectos secundarios
de ciertos tratamientos. Las personas con EM deben trabajar de cerca con sus médicos para
gestionar la enfermedad y abordar cualquier problema de salud adicional que pueda surgir.
Aproximadamente 45 por ciento de las personas con esclerosis múltiple no se ven
gravemente afectadas por la enfermedad (OMS, 2023).
La mayoría de las personas que viven con esclerosis múltiple sufrirán una cierta progresión
de la enfermedad. Para ayudar a determinar tu pronóstico personal, sería útil comprender
los factores de riesgo que pueden indicar una mayor probabilidad de desarrollar una forma
grave de la afección. Ciertos factores indican un riesgo mayor para síntomas más graves,
incluyendo los siguientes:
-Tienes más de 40 años cuando los síntomas iniciaron.
-Tus síntomas iniciales afectan muchas partes de tu cuerpo.
-Tus síntomas iniciales afectan el funcionamiento mental, el control urinario o el control
motriz.
Es importante destacar que la mayoría de las personas con esclerosis múltiple tienen una
calidad de vida relativamente normal y pueden llevar vidas activas y productivas. Los
pronósticos y la experiencia de la enfermedad pueden variar ampliamente de una persona a
otra.
Prevalencia e incidencia: La prevalencia de la esclerosis múltiple varía según la región
geográfica. En general, se ha observado que la prevalencia es más alta en regiones alejadas
del ecuador.
La incidencia es la tasa de nuevos casos diagnosticados en un período de tiempo específico
y también varía según la ubicación geográfica.
Tasas por género y edad: La esclerosis múltiple afecta a las mujeres con más frecuencia que
a los hombres. El inicio de la enfermedad suele ocurrir en adultos jóvenes, generalmente
entre los 20 y 40 años, aunque puede afectar a personas de cualquier edad.
Razones y proporciones: La razón de género en la esclerosis múltiple se expresa combinada
como una proporción, indicando cuántas mujeres tienen la enfermedad en comparación con
los hombres. Las razones geográficas y étnicas también pueden ser relevantes, ya que la
incidencia de la esclerosis múltiple puede variar en diferentes grupos poblacionales (Clinic
Barcelona, 2019).

BROTE Y EPIDEMIA

Brote de Esclerosis Múltiple: En la EM, el término brote se utiliza para describir la


exacerbación de los síntomas o la aparición de nuevos síntomas que persisten durante al
menos 24 horas y que no se pueden atribuir a otras causas.
Los criterios para identificar un brote de EM incluyen la presencia de nuevos síntomas
neurológicos o la exacerbación de los síntomas existentes, y estas manifestaciones deben
durar un período específico para ser considerados un brote.
Epidemia de esclerosis múltiple: La esclerosis múltiple no se propaga de persona a persona
como lo haría una infección, por lo que el término epidemia no se utiliza combinado en el
contexto de la EM. Sin embargo, a veces se pueden observar patrones geográficos o
poblacionales interesantes que pueden sugerir la presencia de factores ambientales o
genéticos en ciertas áreas.
En resumen, para identificar un brote de esclerosis múltiple, se presta atención a los
cambios en los síntomas neurológicos que cumplen con ciertos criterios de duración y
características. Por otro lado, el término "epidemia" se aplica con más frecuencia a
enfermedades infecciosas que se propagan de persona a persona.
Los brotes de esclerosis múltiple se asocian con empeoramiento de los síntomas o de la
discapacidad, tanto en fases avanzadas de la enfermedad como en estadios precoces. No
hace mucho se ha constatado el impacto de los brotes en la evolución enfermedad a largo
plazo, ya que hay una generación de pacientes en edad avanzada en los cuales se ha
comprobado este fenómeno. No obstante, se sigue estudiando, ya que la relación entre
brotes de esclerosis múltiple y la evolución de la condición a largo plazo no se comprende
en su totalidad (Medical News Today, 2019).
Los brotes de esclerosis múltiple se definen como episodios de déficit neurológico
asociados a inflamación que destruye la capa de mielina que protege los tejidos nerviosos.
Tienen una duración mínima de 24 horas sin que la persona experimente fiebre ni padezca
infección.
Los brotes son extremadamente importantes en diferentes aspectos de la esclerosis
múltiple:
-Diagnóstico
-Pronóstico
-Tratamiento
-En el año siguiente al diagnóstico, la media de brotes de esclerosis múltiple es de uno en
doce meses.

La frecuencia de los brotes puede aumentar por:


-Infección
-Estrés
-Tres meses después de haber dado a luz
-Los brotes de esclerosis múltiple tienen una presentación relativamente súbita (en varias
horas o días) de aparición de nuevos síntomas o empeoramiento de los ya existentes.

Todos los síntomas pueden asociarse con un brote, pero los que lo indican con mayor
frecuencia son los siguientes:
-Fatiga
-Mareos
-Pérdida del equilibrio y la coordinación
-Síntomas visuales
-Debilidad en una extremidad
-Áreas entumecidas
--Hormigueo y agujetas o dolor
Falta de memoria y concentración
-Dificultad para moverse
Transcurrido un tiempo (que suelen ser semanas, pero es diferente en cada caso), los
síntomas suelen ir remitiendo y empezará a recuperarse. A veces los síntomas de un brote
desaparecen por completo, pero en otros casos no lo hacen del todo (OMS, 2023).

POBLACION EXPUESTA

La población expuesta se refiere a aquellas personas que han estado expuestas a factores de
riesgo que se sospecha que están relacionados con el desarrollo de la esclerosis múltiple.
Los factores de riesgo para la EM incluyen predisposición genética, factores ambientales
como la ubicación geográfica, la exposición al sol y posiblemente infecciones virales. Por
ejemplo, si se está investigando la relación entre la falta de vitamina D y el riesgo de
esclerosis múltiple, la población expuesta quedará aquellas personas con bajos niveles de
vitamina D.
Población Susceptible: La población susceptible se refiere a aquellas personas que tienen
una mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad debido a factores genéticos,
ambientales u otros. En el caso de la EM, la susceptibilidad genética es un factor
importante. Algunas personas pueden tener una predisposición genética que las hace más
propensas a desarrollar esclerosis múltiple en respuesta a ciertos factores de riesgo.
Población en Riesgo: La población en riesgo incluye a aquellos individuos que están en
riesgo de desarrollar la enfermedad durante un período de tiempo específico. Es una
combinación de personas expuestas y susceptibles. Por ejemplo, si se está estudiando la
incidencia de la esclerosis múltiple en una población específica, la población en riesgo
estaría compuesta por aquellos con factores de riesgo conocidos y una susceptibilidad
genética (Medi graphic, 2012).
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de tener esclerosis múltiple:
-Edad. La esclerosis múltiple puede presentarse a cualquier edad, pero su aparición suele
ocurrir entre los 20 y 40 años. Sin embargo, pueden verse afectadas personas de menor y
mayor edad.
-Sexo. Las mujeres tienen de 2 a 3 veces más probabilidades que los hombres de presentar
esclerosis múltiple recurrente-remitente.
-Antecedentes familiares. Si uno de tus padres o hermanos tuvo esclerosis múltiple, el
riesgo de que tengas la enfermedad es mayor.
-Determinadas infecciones. Diversos virus se asocian a la esclerosis múltiple, entre ellos, el
de Epstein-Barr, el cual provoca la mononucleosis infecciosa.
-Raza. Las personas de piel blanca, en especial las de descendencia de Europa del norte,
corren un mayor riesgo de tener esclerosis múltiple. Las personas de descendencia asiática,
africana o indígena estadounidense corren el menor riesgo. En un estudio reciente, se señala
que la cantidad de jóvenes adultos hispanos y de piel negra con esclerosis múltiple puede
ser mayor de lo que se pensaba.
-Clima. La esclerosis múltiple es más frecuente en países con climas templados, entre ellos,
Canadá, los estados del norte de los Estados Unidos, Nueva Zelanda, el sureste de Australia
y Europa. El mes de nacimiento también puede afectar las probabilidades de desarrollar
esclerosis múltiple, ya que la exposición al sol cuando la madre está embarazada parece
disminuir el desarrollo posterior de esclerosis múltiple en estos niños.
-Vitamina D. Tener niveles bajos de vitamina D y una baja exposición a la luz solar se
relaciona con un mayor riesgo de esclerosis múltiple.
-Genética. Se ha demostrado la relación de un gen del cromosoma 6p21 con la esclerosis
múltiple.
-Obesidad. Se encontró una relación entre la obesidad y la esclerosis múltiple en mujeres.
Esto se da, sobre todo, en la obesidad infantil y adolescente femenina.
-Determinadas enfermedades autoinmunitarias. Corres un riesgo levemente mayor de
desarrollar esclerosis múltiple si tienes otros trastornos autoinmunitarios, como enfermedad
tiroidea, anemia perniciosa, psoriasis, diabetes tipo 1 o enfermedad inflamatoria intestinal.
-Fumar. Los fumadores que presentan un síntoma inicial que podría indicar esclerosis
múltiple tienen más probabilidades que los no fumadores de presentar un segundo evento
que confirme la esclerosis múltiple recurrente-remitente (Medical News Today, 2019).

INTERVENCION DE ENFERMERIA

¿Qué?
La enfermería de atención para las personas con esclerosis múltiple (EM) se centra en
abordar las necesidades físicas, emocionales y sociales de los pacientes. Aquí hay algunas
intervenciones de enfermería que pueden ser relevantes para personas con EM:
Educación del Paciente: Proporcionar información completa sobre la EM, sus síntomas, el
curso de la enfermedad y las opciones de tratamiento disponibles. Esto incluye educación
sobre medicamentos, terapias y estrategias de manejo de síntomas.
Manejo de Síntomas: Colaborar con el equipo de atención médica para abordar los
síntomas específicos del paciente, como la fatiga, la debilidad, los problemas de movilidad
y el dolor. Proporcionar estrategias para conservar la energía y mejorar la calidad de vida.
Apoyo Psicológico: Brindar apoyo emocional y psicológico, ya que la EM puede tener un
impacto significativo en la salud mental y el bienestar emocional. Facilitar el acceso a
servicios de apoyo psicológico, como terapia individual o grupal (Clinic Barcelona, 2019).
Manejo del Estrés: Enseñar técnicas de manejo del estrés y estrategias de afrontamiento
para ayudar al paciente a manejar el impacto emocional de la enfermedad.
Promoción de la Movilidad y el Ejercicio: Colaborar en la planificación y ejecución de
programas de ejercicio adaptados a las capacidades individuales del paciente, con el
objetivo de mantener o mejorar la movilidad y la fuerza.
Cuidado de la Piel: Educar sobre el cuidado de la piel y la prevención de úlceras por
presión, especialmente en personas con movilidad reducida.
Monitorización de la Fatiga: Evaluar y monitorear la fatiga del paciente, y colaborar en la
planificación de actividades diarias para gestionar la fatiga de manera efectiva.
Apoyo a la Autonomía: Fomentar la independencia y la autonomía del paciente en la
medida de lo posible, adaptando el entorno y proporcionando dispositivos de asistencia
según sea necesario.
Coordinación del Cuidado: Trabajar en estrecha colaboración con el equipo
interdisciplinario, que puede incluir médicos, fisioterapeutas (Clinic Barcelona, 2019).

¿Cómo?
Educación del Paciente: Proporcionar información detallada sobre la EM, incluyendo los
síntomas, el curso de la enfermedad, opciones de tratamiento y estrategias de autocuidado.
Asegurarse de que el paciente comprende los medicamentos recetados, su administración y
posibles efectos secundarios.
Manejo de Síntomas: Colaborar con el equipo de atención médica para abordar los
síntomas específicos del paciente, como la fatiga, los problemas de movilidad, los
trastornos del sueño y el dolor. Proporcionar estrategias para manejar la fatiga y la
debilidad, como la planificación de actividades y períodos de descanso.
Apoyo Psicológico: Ofrecer apoyo emocional y psicológico para ayudar al paciente a
enfrentar el impacto emocional de la enfermedad. Identificar y abordar problemas
emocionales, como la ansiedad y la depresión, y referir al paciente a profesionales de la
salud mental según sea necesario.
Fomento de la Movilidad: Colaborar con fisioterapeutas para desarrollar programas de
ejercicios específicos que mejoren o mantengan la movilidad y la fuerza del paciente.
Proporcionar estrategias para enfrentar los desafíos de la movilidad, como el uso de ayudas
para la marcha y adaptaciones en el entorno.
Manejo de Problemas de la Vejiga e Intestino: Proporcionar educación sobre técnicas de
manejo de problemas de la vejiga e intestino, que son comunes en la EM. Colaborar con el
paciente para establecer horarios regulares de micción y ofrecerle estrategias para el manejo
de la incontinencia (OMS, 2023).
Promoción de la Salud Mental: Fomentar la participación en actividades sociales y
recreativas para apoyar el bienestar mental y emocional. Facilitar la conexión con grupos de
apoyo y recursos comunitarios para pacientes con EM.
Coordinación del Cuidado: Trabajar en estrecha colaboración con el equipo de atención
médica, incluidos médicos, terapeutas y trabajadores sociales, para coordinar la atención
integral del paciente.
Adaptaciones Ambientales: Evaluar y recomendar adaptaciones en el entorno del paciente
para facilitar la movilidad y mejorar la seguridad en el hogar.
Fomento de la Autocuidado: Capacitar al paciente para que sea proactivo en su propio
cuidado, enseñándole técnicas de autocuidado y promoviendo la independencia siempre
que sea posible.
Seguimiento y Evaluación Continua: Realizar un seguimiento regular del estado del
paciente, evaluar la eficacia de las intervenciones y ajustar el plan de atención según sea
necesario.

¿Quién?
La atención integral a personas con esclerosis múltiple (EM) involucra a diversos
profesionales de la salud, y la enfermería desempeña un papel crucial en el equipo de
atención.
Enfermeros: Los enfermeros desempeñan un papel esencial en la educación del paciente
sobre la EM, sus síntomas, tratamientos y estrategias de manejo. Proporcionan apoyo
emocional y psicológico, reconocen y abordan problemas de salud mental y ayudan a los
pacientes a afrontar los desafíos de vivir con una enfermedad crónica. Colaboran con el
paciente en el manejo de los síntomas diarios, la administración de medicamentos y la
adaptación a cambios en la movilidad.
Médicos: Los neurólogos son los especialistas clave en el diagnóstico y tratamiento de la
esclerosis múltiple. Los enfermeros colaboran con los neurólogos para implementar el plan
de tratamiento y monitorear la progresión de la enfermedad. Participe en la coordinación de
la atención y la comunicación entre el paciente y el equipo médico.
Terapeutas Físicos y Ocupacionales: Los terapeutas físicos trabajan con pacientes para
mejorar o mantener la movilidad, la fuerza y la coordinación. Los terapeutas ocupacionales
ayudan a los pacientes a desarrollar habilidades prácticas para la vida diaria ya adaptarse a
cambios en la función.
Trabajadores Sociales: Los trabajadores sociales brindan apoyo emocional y ayudan a los
pacientes y sus familias a abordar cuestiones sociales, económicas y emocionales
relacionadas con la EM. Facilitan la conexión con recursos comunitarios y programas de
apoyo.
Psicólogos y Psiquiatras: Los profesionales de la salud mental pueden intervenir para
abordar problemas emocionales, como la ansiedad y la depresión, que son comunes en
personas con EM. Los enfermeros colaboran con estos profesionales para proporcionar
apoyo integral al paciente.
Especialistas en Enfermería de Rehabilitación: Estos profesionales pueden trabajar con
pacientes para mejorar la movilidad, la función y la independencia. Colaboran
estrechamente con enfermeros para garantizar una atención integral.
Especialistas en Cuidados Paliativos: Los cuidados paliativos pueden ser beneficiosos en
etapas avanzadas de la enfermedad para mejorar la calidad de vida y brindar apoyo integral
a pacientes y familias. Los enfermeros trabajan en colaboración con equipos de cuidados
paliativos según sea necesario.
Profesionales de la Salud Comunitaria: Enfermeros de atención primaria y otros
profesionales de la salud comunitaria pueden brindar apoyo continuo y monitoreo en
entornos comunitarios. Colaboran con los pacientes para fomentar la autogestión y la
participación activa en su atención.
Farmacéuticos: Los farmacéuticos colaboran con enfermeros para garantizar la
administración adecuada de medicamentos y brindar información sobre posibles
interacciones o efectos secundarios (Medi graphic, 2012).

¿Dónde?
Las intervenciones de enfermería para la esclerosis múltiple (EM) pueden llevarse a cabo
en diferentes entornos de atención, dependiendo de las necesidades y circunstancias del
paciente. Aquí hay algunos lugares clave donde se pueden implementar intervenciones de
enfermería para la EM:
Hospital
Evaluación y diagnóstico: En el hospital, los enfermeros pueden participar en la evaluación
inicial del paciente que presenta síntomas compatibles con la EM. Administración de
Tratamientos: Administrar medicamentos intravenosos o terapias específicas según las
indicaciones médicas.
Educación del Paciente: Proporcionar información al paciente y a la familia sobre el
diagnóstico, tratamiento y manejo de la EM.
Centro de Rehabilitación: Terapia Física y Ocupacional: Colaborar con terapeutas para
ayudar al paciente a mejorar la movilidad, la fuerza y las habilidades para la vida diaria.
Cuidados de Enfermería Especializados: Brindar atención especializada durante las
sesiones de rehabilitación y asegurarse de que las necesidades del paciente estén siendo
atendidas.
Seguimiento y Evaluación: Realizar el seguimiento regular de pacientes con EM para
evaluar el progreso y ajustar el plan de atención según sea necesario.
Administración de Medicamentos: Administrar tratamientos farmacológicos y monitorear
posibles efectos secundarios.
Educación Continua: Proporcionar educación continua sobre la enfermedad y las estrategias
de manejo.
Cuidado en el Hogar: Proporcionar cuidados en el hogar, incluyendo la administración de
medicamentos, control de síntomas y apoyo en las actividades diarias.
Adaptaciones Ambientales: Evaluar y recomendar adaptaciones en el hogar para facilitar la
movilidad y mejorar la seguridad.
Programas de Apoyo: Facilitar la participación del paciente en programas de apoyo
comunitario y grupos de pacientes con EM.
Educación Pública: Contribuir a la educación pública sobre la EM para aumentar la
conciencia y reducir el estigma asociado con la enfermedad.
Adaptaciones Laborales o Educativas: Colaborar con compañeros o instituciones
educativas para implementar adaptaciones que ayuden al paciente a participar de manera
efectiva en su entorno laboral o educativo.
Cuidados paliativos: En etapas avanzadas de la enfermedad, colaborar con equipos de
cuidados paliativos para proporcionar apoyo integral al paciente y a la familia.
Manejo de Síntomas: Abordar los síntomas difíciles y mejorar la calidad de vida.
Centros de Investigación o Clínicas Especializadas en EM:
Participación en Ensayos Clínicos: Colaborar con equipos de investigación y facilitar la
participación de pacientes en ensayos clínicos cuando sea apropiado.
Es importante adaptar las intervenciones de enfermería al entorno específico y las
necesidades individuales del paciente. La coordinación y comunicación efectiva entre el
paciente, la familia y el equipo de atención médica son fundamentales para garantizar una
atención integral y centrada en el paciente (Medical News Today, 2019).

¿Cómo es?
El procedimiento de intervención de enfermería para la esclerosis múltiple (EM) implica
una serie de pasos que se adaptan a las necesidades y circunstancias individuales de cada
paciente.
Evaluación Inicial: Realizar una evaluación exhaustiva del paciente que incluya la
recopilación de información sobre la historia médica, los síntomas funcionales actuales, la
capacidad, el apoyo social y las necesidades específicas. Identificar las preocupaciones y
metas del paciente, así como cualquier factor que pueda afectar su calidad de vida.
Establecimiento de Objetivos: Colaborar con el paciente para establecer metas realistas y
alcanzables en función de sus necesidades y prioridades. Los objetivos pueden incluir
mejorar la movilidad, gestionar la fatiga, abordar problemas emocionales o mejorar la
adherencia al tratamiento.
Desarrollo de un Plan de Cuidados Personalizado: Diseñar un plan de cuidados
individualizado que tenga en cuenta las necesidades físicas, emocionales y sociales del
paciente. Incluir estrategias específicas para el manejo de síntomas, terapias físicas u
ocupacionales, apoyo psicológico y educación continua.
Educación del Paciente: Proporcionar información detallada sobre la EM, sus síntomas, el
tratamiento y las estrategias de manejo. Educar al paciente sobre la importancia de la
adherencia al tratamiento, la actividad física, la dieta saludable y otras prácticas de
autocuidado.
Manejo de Síntomas: Colaborar con el paciente en estrategias para abordar síntomas
específicos, como la fatiga, la debilidad, los problemas de movilidad y el dolor.
Recomendaciones Proporcionar para técnicas de conservación de energía y adaptaciones en
el estilo de vida.
Apoyo Emocional y Psicológico: Brindar apoyo emocional y ayudar al paciente a afrontar
los desafíos emocionales asociados con la enfermedad. Facilitar la conexión con servicios
de salud mental o grupos de apoyo según sea necesario.
Coordinación del Cuidado: Colaborar con otros profesionales de la salud, como médicos,
terapeutas y trabajadores sociales, para coordinar una atención integral. Asegurar una
comunicación efectiva entre los miembros del equipo y el paciente.
Seguimiento y Evaluación Continua: Realizar un seguimiento regular del estado de salud
del paciente y evaluar la eficacia de las intervenciones. Ajustar el plan de cuidados según
sea necesario en función de los cambios en la condición del paciente y sus metas de
atención.
Promoción de la Autogestión: Empoderar al paciente para que participe activamente en su
cuidado y tome decisiones informadas sobre su salud. Fomentar la autogestión a través de
la educación continua y la promoción de la independencia.
Adaptaciones Ambientales: Evaluar el entorno del paciente y recomendar adaptaciones que
mejoren la seguridad y la accesibilidad.
Es fundamental que la intervención de enfermería sea personalizada y centrada en el
paciente, teniendo en cuenta la complejidad de la EM y la variabilidad en las necesidades
individuales. Además, la comunicación abierta y efectiva con el paciente y su familia es
esencial para lograr una atención de calidad.

¿Cuándo?
La frecuencia con la que se mide la intervención de enfermería para la esclerosis múltiple
(EM) puede variar según las necesidades individuales del paciente, la fase de la enfermedad
y la estabilidad de la condición.
Seguimiento Regular: Los enfermeros suelen realizar un seguimiento regular del paciente
con EM para evaluar el progreso, ajustar el plan de cuidados según sea necesario y abordar
cualquier cambio en los síntomas o en la condición del paciente. La frecuencia de
seguimiento puede depender de la gravedad de la enfermedad, las intervenciones necesarias
y la preferencia del paciente.
Evaluación de Cambios en la Condición: Cualquier cambio significativo en la condición del
paciente debe ser evaluado de inmediato. Esto puede incluir nuevos síntomas,
exacerbaciones de los síntomas existentes, cambios en la movilidad u otros problemas de
salud.
Reevaluación ante Cambios en el Tratamiento: Si se realiza un cambio en el plan de
tratamiento, como ajustes en la medicación o la incorporación de nuevas terapias, se puede
requerir una reevaluación más frecuente para determinar la eficacia de las intervenciones.
Educación Continua: La educación continua es clave en el manejo de la EM. Los
enfermeros pueden proporcionar información regular sobre la enfermedad, nuevas
investigaciones, estrategias de manejo y recursos disponibles para el paciente y la familia.
Seguimiento Post-Hospitalización o Eventos Agudos: Después de hospitalizaciones,
exacerbaciones agudas o eventos importantes relacionados con la EM, se puede realizar un
seguimiento más frecuente para garantizar una transición segura y abordar cualquier
complicación (OMS, 2023).
Participación Activa del Paciente: La frecuencia de las intervenciones también puede
depender de la participación activa del paciente en su propio cuidado. Aquellos pacientes
que participen activamente en el manejo de su enfermedad pueden requerir un seguimiento
más regular para apoyar su autonomía y ajustar el plan de cuidados según sea necesario.
Cambios en las Metas de Atención: Si hay cambios en las metas de atención del paciente,
ya sea debido a cambios en la condición de la EM o preferencias personales, se puede
ajustar la frecuencia de las intervenciones de enfermería.

¿Cuál?
Los resultados esperados de las intervenciones de enfermería para la esclerosis múltiple
(EM) se centran en mejorar la calidad de vida del paciente, maximizar la función
independiente, controlar los síntomas, prevenir complicaciones y proporcionar apoyo
integral. Los resultados pueden variar según las necesidades individuales del paciente y la
etapa de la enfermedad, pero algunos resultados generales pueden incluir:
Mejora en la Calidad de Vida: Reducción de los impactos negativos de la EM en la calidad
de vida del paciente. Mayor participación en actividades diarias y sociales.
Manejo Efectivo de Síntomas: Reducción de la intensidad y frecuencia de los síntomas
como la fatiga, el dolor y la debilidad. Desarrollo de estrategias efectivas para manejar los
síntomas cuando ocurren.
Optimización de la Función Física: Mejora o mantenimiento de la movilidad y la función
física. Desarrollo de estrategias para conservar la energía y mejorar la fuerza y el equilibrio.
Apoyo Emocional y Bienestar Psicológico: Desarrollo de estrategias de afrontamiento
efectivo para abordar los desafíos emocionales asociados con la EM. Reducción de la
ansiedad y la depresión.
Adherencia al Tratamiento: Mejora en la adherencia al plan de tratamiento, incluyendo la
toma regular de medicamentos y la participación en terapias recomendadas.
Promoción de la Autonomía: Mayor autonomía y capacidad para realizar actividades
diarias de forma independiente. Utilización efectiva de ayudas y adaptaciones para
mantener la independencia.
Prevención de complicaciones: Reducción del riesgo de complicaciones, como úlceras por
presión, infecciones del tracto urinario y problemas de la vejiga. Monitoreo y manejo
efectivo de cualquier complicación que pueda surgir.
Participación Activa en la Toma de Decisiones: Participación activa del paciente en la toma
de decisiones sobre su atención y manejo de la EM. Compresión y comunicación efectiva
de las preferencias y metas del paciente.
Educación Continua y Empoderamiento: Mejora de la comprensión del paciente sobre la
EM y su manejo. Empoderamiento del paciente para ser un participante activo en su propio
cuidado.
Coordinación Efectiva del Cuidado: Coordinación eficiente entre los diferentes miembros
del equipo de atención médica para brindar atención integral y centrada en el paciente.
Transiciones de atención suaves, especialmente después de hospitalizaciones o eventos
agudos.

MEDICION Y EVALUACION

Nombre:
Sexo: ____ Edad: ____
SINTOMAS
Fatiga: SI/NO
Tiene familiares que sufran de esclerosis múltiple: SI/NO
Ha notado perdida de su capacidad motora: SI/NO
Padece o ha padecido de estrés en los últimos 12 meses: SI/NO
Ha contraído algún virus en las últimas semanas: SI/NO
Ha permanecido en climas templados últimamente: SI/NO
Fuma: SI/NO
Toma la suficiente vitamina D: SI/NO
Toma algún medicamento: SI/NO Cuál: _______________________________
Siente que ha perdido la vista paulatinamente: SI/NO
Bibliografía

Clinic Barcelona. (2019). Esclerosis Múltiple. España: Universidad de Barcelona.

Medi graphic. (2012). Esclerosis múltiple. UNAM.

Medical News Today. (2019). Esclerosis múltiple: Lo que necesitas saber. New York.

Organizacion Mundial de la Salud. (2023). Esclerosis múltiple. Suiza: OMS.

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