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Universidad Nacional de La Plata

Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación


Pedagogía de la Diversidad - 2023
Yoselin K. Rodríguez L. 122590/8 Cursada con examen final
Martínez Damonte, Dolores 127423/9 Cursada con examen final
de San Miguel, Camila 116707/5 Cursada con examen final

Evaluación Parcial

En el presente corto “Cuerdas” (2011) vemos la historia de un niño, Nicolas, que


tiene una discapacidad que suponemos imposibilita su movimiento y el habla por lo
que está en una silla de ruedas. (0:18) Nicolas es trasladado a un orfanato provincial
en un ínterin ya que el plan es llevarlo a un lugar “mejor para su condición” según lo
hablado por dos mujeres de las cuales no vemos sus caras. Allí conoce a María,
una niña curiosa, quién decide hacerse amiga de él y que quiere -desde su
inocencia- hacer que él camine y hable como todos los niños que están ahí, ya que
Nicolas es el único con una discapacidad. (01:33) A María no le importa mucho y
decide jugar con él mediante cuerdas en sus extremidades, como si no existiera
ninguna diferencia entre ambos. Para todos los niños esto es raro y María es muy
extraña. Al final (08:46) Nicolas muere, pero María se queda con el recuerdo y
cariño de su amigo, así que en el futuro el orfanato se convierte en un Centro de
Educación Especial donde María trabaja.

Teniendo presente esto, nos interesa poder resaltar la idea que señala Del Águila
(2013) sobre la mirada del modelo médico de la discapacidad donde se “pone
énfasis en el individuo y en sus deficiencias particulares —que no se pueden
cambiar—“(pp. 47). Es decir, establece a la discapacidad como cualquier tipo de
disminución funcional originada en el individuo y que afectan su desenvolvimiento.
Esto motivado a que, en el corto, al inicio, (00:22) vemos indicios de esta mirada
cuando las dos mujeres a quienes no podemos verle las caras hablan de que
Nicolas no podría estar en un lugar así ya que su condición no se lo permite, y a su
vez, cuando (00:53) la maestra lo lleva al aula y menciona “ha llegado un niño un
poco especial”, lo que hace énfasis en su diferencia. Nos llama la atención que en
ningún momento menciona su nombre, sino solo eso y sabemos el nombre de
Nicolas por la libreta de informes, pero no porque se le nombra al inicio, sino que él
solo está allí invisibilizado, hasta que María lo ve.

Es importante resaltar que, así como señala Del Águila (2013), esta idea no viene
de algo propio, sino que responde a prejuicios previos que han sido heredados, y
que responden a mecanismos inconscientes en personas que no han tenido
contacto directo o cercano con alguna persona con discapacidad. Esto en el corto lo
vemos (01:46) con María que aun cuando lo ve desde su inocencia de niños,
entiende que Nicolas tiene algo y debe curarse de eso, ya que no puede andar y
hablar como todo el mundo. Señala que es algo muy fácil de hacer y que ella le
enseñara, es por ello que cuando (07:38) no ve a Nicolas en su silla piensa que él
ya se curó y que ella “lo arregló”.

A su vez, es interesante resaltar como el orfanato municipal (entendiendo por esto


como algo perteneciente o a cargo del Estado) no está adecuado para un niño como
Nicolas. Resaltándolo al inicio (00:22) cuando indican que su estadía es solo
momentánea hasta que logren tener un espacio en un lugar “más adecuado para
él”. Esto como lo vimos en Cobeñas (2020) las personas con discapacidad son
quienes tienen el derecho a estos espacios educativos, y no las escuelas las que
decidan quienes deben estar y quienes no. Entender esto nos permite romper con el
paradigma médico antes mencionado, y entender la diversidad desde el paradigma
social que refiere a la discapacidad como un efecto de las barreras que la sociedad
impone sobre las personas con diferentes características. Se piensa en Nicolas en
un espacio excluido y segregado para él, en cuanto a su propia condición, donde
pueda estar con otros como él. De esta manera, no se potencia una mirada diversa
e inclusiva, sino que se abre el espacio educativo para excluir y diferenciar.

A esta mirada, María es un poco diferente -aun cuando como señalamos tiene
algunos prejuicios inconscientes- y se hace amiga de Nicolas. (02:39) Ella en vez de
ver alguna barrera para jugar con él, ve oportunidades, y decide adaptar los
diferentes juegos que todos los demás juegan, para poder compartir con Nicolas. Lo
logra usando cuerdas en las extremidades de él y moviéndolas, sin embargo, esto
no solo ayuda a que María pueda jugar con él, sino que hace que Nicolas se sienta
parte de. Por ejemplo, (06:06) en la escena donde ella pone música y lo carga para
bailar, y nos adentramos en lo que Nicolas está imaginando y es que está bailando
como cualquiera. Efectivamente, es lo que ambos hacen, pero para hacerlo posible
se necesitaba de un otro. Un otro como María que permita apoyar e incluir, sin
embargo, esto también hace que haya exclusión y segregación hacia María, ya que
para todos ella es extraña por jugar a la pelota con cuerdas, o por hacer que Nicolas
salte la soga moviendo su silla de ruedas.

No sabríamos decir (09:00) si el Centro de Educación Especial en el que termina


trabajando María en el futuro se basa en una educación inclusiva, pero si vemos
como de un pre juicio instaurado por el modelo médico y rehabilitador que tiene de
niña, crece con la idea de poder ayudar a otros. De esta manera, y como señala
Palacios y Bariffi (2007):

“El modelo anterior se centra en la rehabilitación o normalización de las


personas con discapacidad, mientras que el modelo bajo análisis
aboga por la rehabilitación o normalización de una sociedad, pensada
y diseñada para hacer frente a las necesidades de todas las personas.
En términos generales, el tratamiento social del que son objeto las
personas con discapacidad se basa en la búsqueda de la inclusión a
través de la igualdad de oportunidades” (pp. 23).

Nos da la idea de que María al conocer a Nicolas pudo comprender miradas, ideas y
reflexiones en torno a la educación inclusiva como derecho humano para todos por
igual.

b) Recuperen al menos dos fragmentos de la película Crip Camp que puedan


colaborar en la profundización de una interpretación desde el movimiento
social de personas con discapacidad del corto “Cuerdas”.

En la película Crip Camp (2020) vemos cómo se va conformando el movimiento


social de personas con discapacidad en pro de derechos como transporte accesible,
educación inclusiva, etc. motivado a la exclusión e invisibilidad de políticas públicas
en pro de las personas con discapacidad. Esto es logrado por la organización de las
mismas personas con discapacidad, quienes luchan, marchan y hablan sobre sus
vivencias y los diferentes obstáculos que la sociedad les impone. Una sociedad
basada en el modelo médico y rehabilitador hacia las personas con discapacidad y
sobre todo capacitista, entendiendo por esta definición como “la categorización
médica de las personas con discapacidad como deficientes y minusválidas.
Conduce al objetivo de rehabilitarlas e, incluso, de prevenir su nacimiento, e ignora
por completo el acomodo vivencial de las personas con discapacidad en la
diversidad de sus propias formas de vida” (Toboso, 2017: 2). Una contracara de
esta idea, lo vemos por ejemplo en Crip Camp (2020) cuando en el campamento
todos los espacios son accesibles y si no lo son, se cuenta con ayuda, no solo entre
ellos mismos sino de guías, pero que no están allí en son de curar o rehabilitar, sino
que son apoyos a la autosuficiencia de cada uno. Todos somos iguales en ese
espacio, y, por lo tanto, todos vamos a necesitar del otro en algún momento tal
como señala Vite Hernández (2020):
“Se trata entonces de hacer ajustes, no de que los cuerpos se adapten
a las normas, sino que esas normas se adapten a los cuerpos, que
hagan ajustes, debilitar la pared, aflojar requisitos, salir de la rutina o
comodidad que sólo es para unos cuerpos” (pp. 22).
En el caso de Crip Camp (2020) y de Cuerdas (2011) ambos son cuerpos con sus
fragilidades, pero eso no debería imposibilitar el desarrollo, los espacios, ni los
derechos. Deben ser el espacio para repensar prácticas, como en el caso de María,
quién al momento de tener el contacto con Nicolas, comienza a entender miles de
cuestiones en cuanto al cuerpo, la ayuda, la autosuficiencia, etc. Que no inhiben la
existencia de él, sino que busca la manera de hacerlo parte. Por otro lado, Crip
Camp era el espacio que encontraron todos los que iban allí para sentirse parte y
para habitar el mundo como es y cómo ellos son. No tienen que habituarse al
espacio, sino que estaba dado para ellos. Esos “pequeños” factores van
motorizando cambios, no solo en personas sino en ideas y espacios, como es luego
en la película la conformación del movimiento por la lucha de derechos para las
personas con discapacidad, y en el caso del corto, en la creación de un espacio
diverso.
A su vez en Crip Camp (2020) y en Cuerdas (2011) veíamos que los espacios del
Estado y públicos aun cuando en sus políticas contemplan a “todos”, eso
efectivamente no era así. En el Orfanato Municipal no había accesibilidad aun
cuando se supone que es un espacio público que debe incluir a todos, y en Crip
Camp se mostraban múltiples espacios que no estaban pensados para la inclusión,
como el transporte, escuelas, etc. Mostrando a su vez que los espacios destinados
para personas con discapacidad eran lúgubres, sucios, y anti humanos: “Cuando la
causa de la discapacidad no está en el individuo y en sus limitaciones, sino en el
entorno, esto es, en los errores de diseño, son la sociedad y el Estado los que al fin
de cuentas “crean” la discapacidad entendida como la imposibilidad de hacer las
cosas” (Del Águila, 2013: 47). En ambos espacios, son las limitaciones de
construcción realizadas las que limitan la inserción, así como otros aspectos y
variantes que ya tienen que ver con pensar desde la inclusión y disponen una
diferenciación entre “los que pueden y los que no”. Desde esta idea, el movimiento
de personas con discapacidad ha luchado para justamente revertir esta
diferenciación y los sentidos negativos asociados a la discapacidad y construir una
identidad positiva, entendiendo a la discapacidad como una categoría social y
política que implica prácticas de las regulaciones por la posibilidad de elección, la
potenciación y sus derechos (Cobeñas, 2020).

c) Analicen cuáles son las barreras a la inclusión y los apoyos desplegados en


las escenas de aula en el corto.

En las escenas de aula presentes en el corto de Cuerdas (2011) vemos como


barreras a la inclusión aspectos como diferenciación de espacios en el sentido que
todos los alumnos tenían silla y mesa para trabajar, en cambio a Nicolas solo lo
ubicaban en un espacio y lo dejaban ahí, viendo todo, pero como si no pudiera
participar. Cuando sale al patio, lo dejan en un espacio y es María la que hace el
contacto y posteriormente piensa en todas las estrategias para jugar con él. En lo
poco que vemos en su interacción con la docente no hay un apoyo o abordaje
desde la educación inclusiva, ya que hasta cuando lo introduce no indica su nombre,
sino que señala su diferencia: “Como veis es un poco especial, pero entre todos
tenemos que hacer que se sienta a gusto el tiempo que esté con nosotros” ... Ya
esa expresión marca la diferencia y a su vez, que no es su lugar… En algún
momento, Nicolas se irá, esto no permite la inclusión y por ello como vimos en
Cobeñas (2020): “Tal como destaca el Estudio Temático, las personas con
discapacidad son quienes tienen derecho a que las escuelas se transformen en pos
de una educación inclusiva, y no las escuelas las que pueden decidir a qué alumnos
educar” (pp. 66).
Al tener presente esta diferenciación, ya queda marcado también en los alumnos
que están, quienes toman como extraño (y por lo tanto hay rechazo) a Nicolas, y a
María a su vez por estar con él y hacer cosas diferentes para poder jugar con él. El
salirse de lo “común” y normado por lo social, hace que se marque la distancia entre
ellos y los demás compañeros, quedando María y Nicolás como los excluidos, que
sin embargo no les importa ya que siguen disfrutando de poder jugar y compartir
juntos, de la forma que sea (bailando, jugando fútbol con una cuerda, etc.).
Teniendo esta última idea presente, es destacable también el apoyo que presenta
María a Nicolas por medio de la cuerda, ya que ella lo usa para poder jugar a lo
mismo que los otros con él, sin embargo, el sí logra mover su pie en un momento y
patea el balón, a lo que María celebra y dentro de su pensamiento significa que él
“se está curando” pero a lo que queremos hacer énfasis es a que gracias al apoyo
presentado por María que le demostró a Nicolas que podía hacerlo, él lo intentó y a
su tiempo y forma lograr patear el balón.

D) Sugieran al menos tres estrategias de inclusión, desde las investigaciones


pedagógicas en educación inclusiva, que podrían implementarse en la escuela
del cortometraje “Cuerdas” y justifiquen en qué se basaron para tomar esas
decisiones.

Las estrategias que podríamos implementar en la escuela de “Cuerdas” basándonos


en las investigaciones pedagógicas en educación inclusiva vistas en clases, serían
las siguientes:
1. Formación en educación inclusiva. Esto pensado desde la idea que hemos
trabajado a lo largo de la cursada y que vimos en el texto de Del Águila
(2013) sobre los diferentes estereotipos y prejuicios que tenemos hacia la
discapacidad, y que afectan nuestra perspectiva en cuanto a una pedagogía
inclusiva, ya que partimos de creer que la individualización y la diferenciación
es positiva para la persona, cuando en realidad como se señala en Ainscow
(2012) una educación eficaz es aquella que lo es para todos por igual. No se
debe pensar en estrategias y didácticas diferenciadas, sino que se pueden
articular practicas educativas que los incluyan a todos, motivado a que no
solo esto se debe pensar desde la discapacidad, sino que la forma de
aprender no es igual para todos, sin importar su condición. Es por ello, que
una formación para quitar/cambiar estas ideas y poder “avanzar hacia una
perspectiva que procure personalizar la enseñanza por medio de un
compromiso con toda la clase” (Ainscow, 2012: 41) es necesaria para
implementar una verdadera inclusión.
2. Inclusión (en todo el sentido de la palabra). Con este punto queremos
referirnos a lo visto en Cobeñas (2015) sobre uno de los reclamos centrales
del movimiento de personas con discapacidad que es la eliminación de
cualquier tipo de educación segregada y poder desarrollar una educación
inclusiva que parte de la convicción de la efectivización del derecho a la
educación de los grupos excluidos del sistema escolar, de la escuela común
o que son segregados en las escuelas especiales, es decir, poder hacer una
educación común para todos. Por lo tanto, el que estén incluidos en la
escuela común ya es un avance pero que no se queda ahí, sino que no solo
integre, sino que incluya. El poder tener en un aula a un alumno con
discapacidad ya abre la puerta a pensar múltiples cosas, sin embargo, y
como vimos en el texto de Cobeñas (2015) esta inclusión esta limitada a si se
dan las condiciones y dependiendo de la complejidad de la discapacidad.
Teniendo, entonces allí, una limitante y dando paso a la exclusión y
segregación.
3. Participación Activa. En muchos de los casos de alumnos con discapacidad
hay un gran silencio en cuanto a lo que ellos desean y quieren hacer. En el
texto de Cobeñas (2015) vemos reflejado en el analisis de las escuelas y
practicas inclusivas como los especialistas (psicólogos, docentes, maestros
integradores, etc.). Son los que hablan y dan voz a lo que necesitan y deben
vivir estos alumnos, quitándole las oportunidades de expresar su derecho a
una educación como todos, y como establece la ley:
“Las organizaciones de familias y personas con discapacidad denuncian
que profesionales implicados en los procesos de escolarización tienen un
papel predominante y determinante en el diagnóstico de cada alumno/a,
diagnósticos que constituyen el insumo fundamental para la construcción
de los informes que enfatizan las imposibilidades de los sujetos con
discapacidad […] Los/as alumnos/as entrevistados/as de las escuelas
seleccionadas para este informe no tenían conocimiento de sus derechos
a la educación inclusiva como personas con discapacidad” (pp. 25)
Es por ello que una estrategia para la inclusión es mirar y colocar a la persona
con discapacidad como sujeto de derecho, y que puede decidir su participación.
Darle el espacio donde desea aprender y permitirle a su vez que opine, haga y
construya las actividades didácticas que quiere realizar. Nunca limitar su poder
de participación ya que como vimos con Nicolas (5:18) se puede patear un balón
si se tienen los apoyos necesarios.

2) Recuperen una de las imágenes fotográficas que seleccionaron al principio


de la cursada y analícenla considerando las preguntas e ideas que les llevaron
a seleccionarla en ese momento y las preguntas e ideas que les surgen a
partir del tránsito por los ejes y reflexiones desarrollados en la cursada y de
aquellas producidas en el marco de construcción colectiva del parcial.

La imagen elegida al inicio de la cursada fue la de unos jóvenes sentados en al


parecer una institución educativa o biblioteca, sonriendo. Son 4 jóvenes, donde uno
de ellos está en silla de ruedas y los otros no, pero están como sentados en algo
tipo escaleras o nivel para estar a la altura de esta persona. En su momento la elegí
por que me pareció que tenía esta idea estereotipada de la discapacidad (y la
diversidad), donde la persona es igual a todos, y parte de ellos, pero que en el fondo
tal vez no es tan real. En la imagen por lo menos no se ve algún acceso para
personas con silla de ruedas, y a su vez, los demás están como “rebajados” (no de
manera peyorativa sino en cuanto a representación visual) al nivel de la persona con
silla de ruedas.
Habiendo avanzado en la cursada y diferentes textos, la forma en como se
abordaría la imagen va con las ideas de lo que trabajamos en base a las ideas del
cambio de paradigma del modelo médico/rehabilitador al modelo social, donde se
señala que “el fin primordial que se persigue desde este paradigma es normalizar a
las personas con discapacidad, aunque ello implique forjar a la desaparición o el
ocultamiento de la diferencia que la misma discapacidad representa” (Palacios y
Bariffi, 2007: 15). Esto se ve un poco en la imagen al ubicarlos a todos como desde
el mismo lugar, para borrar o eliminar la diferencia de la persona con discapacidad,
y demostrar desde allí una inclusión. Aun así, la imagen demuestra una referencia a
lo diverso ya que también hay personas racializadas, de géneros diferentes, etc. Así
que suponemos que es un reflejo de lo que sería el concepto de diversidad, sin
embargo, como hemos visto en la cursada y ejes trabajados, porque se vea o esté
impresa la idea de integración no significa que hay inclusión.
Otro aspecto que me hace pensar la imagen, es como justamente intenta definir la
palabra “diversidad” teniendo múltiples personas con diferentes características, pero
justamente hace el foco visual o representativo en la persona y no en lo socialmente
discapacitante. Es decir, cuando buscamos en Google discapacidad aparecen por lo
general personas (como esta imagen) en vez de tal vez representar visualmente la
idea del paradigma del modelo social que señala que “no son las limitaciones
individuales las raíces del fenómeno, sino las limitaciones de la sociedad para
prestar servicios apropiados y para asegurar adecuadamente que las necesidades
de las personas con discapacidad sean tenidas en cuenta dentro de la organización
social” (Palacios y Bariffi, 2007: 19). Podría una imagen representar una escalera en
una escuela y ningún tipo de rampa, o una puerta de un centro educativo y una
persona en silla de ruedas que no puede acceder a ella porque no está pensada así.
Sino que lo que se nos muestra son personas sin visión, o sordas, o con síndrome
de Down, sonrientes, integradas o superando los obstáculos que la vida les pone,
desde esta idea de la fragilidad y la autosuficiencia como elementos definitorios y
sumamente instaurados en la practica capacitista. Desde esta perspectiva se debe
elegir y realizar las cosas por uno mismo, desde la autosuficiencia que dicte nuestra
vida para ser fuerte y productiva, y lo que no es así, es frágil porque no va a poder
lograr las cosas y atributos de índole moral, económico y corporal y por lo tanto es
rechazado (Vite Hernández, 2019):
“Entonces, más que convertir la fragilidad en otro ideal regulatorio o de
que, en lugar de ser algo por lo cual avergonzarse funja como orgullo
de lucha política, se trata de que se vuelva un goce en nuestras vidas”
(pp. 20).

3) Elaboren un apartado de conclusiones (no menor a una carilla en su


extensión) que incluya, en lo posible, las ideas principales y algunos
interrogantes propios vinculados al desarrollo del trabajo escrito.

Pensando todos los ejes y perspectivas que hemos trabajado a lo largo de la


cursada y con los diferentes autores trabajados en el presente trabajo,
establecemos 3 conclusiones/interrogantes que nos parecen importantes para
seguir profundizando en una educación y mirada inclusiva.
1. ¿Cómo hablar sobre algo/alguien sin hablar por eso/él? Es decir, a la hora de
hacer el análisis del corto Cuerdas (2011) y reflexionar sobre cuestiones como los
prejuicios y estereotipos hacia la discapacidad que se ven en dicho corto, quedan a
veces dudas y cuestiones que no están del todo claras porque no las vemos como si
efectivamente la institución tiene accesibilidad para alguien en silla de ruedas, o si el
Centro de Educación Especial se trata de un lugar para todos y no potencia esta
idea de educación segregada que como vimos en Cobeñas (2015) y en Ainscow
(2012) se parte del ideal de brindar educación a personas con discapacidad en un
lugar exclusivo y apartado de lo común para “brindar algo mejor para ellos” pero en
ese proceso se les niega el acceso a una educación completa, inclusiva y pensada
para todos. Estas cuestiones no visibles en el corto, limitan algunos puntos a
desarrollar y a la vez nos hace preguntarnos si al suponerlas o analizarlas no
estamos hablando erróneamente por ellas, ya que como hemos profundizado, es
algo que se tiende a hacer mucho con personas con discapacidad, al no poder
expresarlo o al expresarlo e invalidarlo, como vimos en Cobeñas (2015):
“Hemos registrado que durante dichos procesos resulta común que
familias, niños, niñas y jóvenes con discapacidad expresen
insistentemente su deseo de no cambiar de grupo o de salir de la escuela
común para ir a escuelas especiales, pero que raramente esas opiniones
son tenidas en cuenta por el equipo de gestión y docente de las escuelas
comunes o especiales” (pp. 23).
2. Los limites están en la sociedad, y el apoyo es necesario. Con respecto a
esto, queremos expresar es que nos parece relevante el paradigma del modelo
social de la discapacidad que establece que lo discapacitante es la sociedad que no
está pensada desde la inclusión, y no poner el foco en el individuo. Se aboga por la
normalización de una sociedad pensada y diseñada para hacer frente a las
necesidades de todas las personas, y para esto se debe buscar la inclusión a traves
de la igualdad de oportunidades (Palacios y Bariffi, 2007). Por lo tanto, poder pensar
espacios que vayan reflexionando en esta mirada y quitando los prejuicios
establecidos por el modelo rehabilitador, nos parecen sumamente importante ya que
permiten pensar la discapacidad como una cuestión de derechos humanos, donde
no solo se incluyen las personas con algún tipo de discapacidad sino de la que
todos somos partes y agentes reproductores de estas miradas, y limitantes. Como
establece, Vite Hernández (2019) la fragilidad es un aspecto de nuestra propia
condición humana, y la autosuficiencia viene dado desde el capacitismo para
rechazar y negativizar los errores, diferencias, y procesos de todos.
3. Formación en educación inclusiva. Siguiendo con la idea anterior, para poder
quitar estas miradas capacitistas y rehabilitadoras, es necesaria la formación y los
espacios inclusivos. Entender la educación inclusiva como un espacio de derecho y
para todos, y no de segregación y exclusión, donde “mejorar la educación inclusiva
significa aprender a como vivir con la diferencia y, en efecto, aprender a cómo
aprender de la diferencia. Por consiguiente, es la voluntad colectiva el elemento mas
importante para que esto se haga realidad” (Ainscow, 2012: 49).
BIBLIOGRAFÍA:

- Ainscow, M. (2012). “Haciendo que las escuelas sean más inclusivas:


lecciones a partir del análisis de la investigación internacional”. Revista de
Educación Inclusiva, Vol. 5, N° 1: ISSN: 1889-4208.
- Cobeñas, P. (2019). “Exclusión Educativa de Personas con Discapacidad: Un
Problema Pedagógico” REICE. Revista Iberoamericana Sobre Calidad,
Eficacia Y Cambio En Educación, 18(1), 65–81.
- Cobeñas, P. (2015). “Buenas prácticas inclusivas en la educación de
personas con discapacidad en la provincia de Buenos Aires y desafíos
pendientes”. Buenos Aires: Asociación por los Derechos Civiles.
- Del Águila, L. (2013). “Estereotipos y prejuicios que afectan a las personas
con discapacidad. Las consecuencias que esto genera para el desarrollo de
políticas públicas inclusivas en cualquier lugar del mundo”. En: Del Águila,
Luis Miguel [et.al.], Discapacidad, Justicio y Estado. Discriminación,
estereotipos y toma de conciencia, Buenos Aires: Infojus. Págs. 45-66.
- Foucault (1999). “Clase del 22 de enero de 1975”. En: Los Anormales.
Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
- Palacios, A. y Bariffi, F. (2007). “La discapacidad como una cuestión de
derechos humanos. Una aproximación a la Convención Internacional sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad”. Ediciones Cinca: Madrid.
Páginas 11- 24.
- Toboso, M. (2017). “Capacitismo”, en R. Lucas Platero, María Rosón y Esther
Ortega (eds.): Barbarismos queer y otras esdrújulas. Barcelona. Ed.
Bellaterra. 2017. Páginas 73-81. ISBN: 978-84-7290-829-1
- Vite Hernández, D. (2019). “La fragilidad como resistencia contracapacitista:
de agencia y experiencia situada” En: Estudios críticos latinoamericanos en
discapacidad. Nómadas, ISSN 0121-7550, ISSN-e 2539-4762, Nº.52,
2020, págs. 13-27.

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