LECTIO DIVINA DEL MES DE MAYO

LUNES 4 DE MAYO: Debemos tener una relación muy cercana con Jesús. Él se denomina como el
buen pastor, el pastor que cuida de sus ovejas, que no las abandona. Señor cuida de mí, no me
dejes caer en la tentación, ilumíname, regálame la gracia que necesito para ser mejor alma, para
alcanzar la santidad. Sé que sufres cuando sufro, se que te preocupas por mi, por tal motivo, de
pensarlo me da mucha fortaleza para continuar este camino de rosas y espinas. Señor quiero
acércame más a ti, configurarme contigo, y replicar tu ejemplo hacia mi núcleo familiar.

MIERCOLES 6 DE MAYO: Existen dos cosas muy diferentes en cuanto a creer en Jesús y creerle a
Jesús. Y relaciona su creer con el ver, ya que nosotros como cristianos somos la luz del mundo y el
que cree al maestro no está en tinieblas. Jesús quiere que acojamos esta luz, que la abriguemos en
nuestro corazón, para que la proyectemos y la vivamos con los demás. Jesús también nos invita a
no juzgar a los demás, a no criticar a los demás. Más bien vivamos la experiencia de Cristo en
nuestro corazón para que los demás se contagien de tu alegría, que seamos un buen ejemplo y no
seamos criticones. Estamos llamados a vivir en el amor.

VIERNES 8 DE MAYO: En un primer elemento Jesús nos indica que no debemos que se turbe
nuestro corazón. Que, a pesar de todas las vicisitudes diarias, Él está ahí, para acompañarnos,
darnos una voz de aliento, y sobre todo nos da la gracia santificante, que necesitamos tanto para
proseguir en este camino hacia la santidad. Nos solicita más desconfianza en nosotros mismos y
más confianza en Dios. En un segundo elemento, para llegar al cielo debemos pasar por el camino
que es Jesús, por practicar sus enseñanzas, por dejar entrarlo en nuestro corazón y desde allí
dentro comenzar a radiar ese amor hacia afuera, llegando a ser luz para los demás. Por eso señor
Jesús danos la gracia de comenzar esa búsqueda interior, buscándote a ti, para estar contigo y
reconocer que solo tú eres el camino la verdad la vida.

DOMINGO 10 DE MAYO: Jesús nos revela plenamente quien es el Padre mediante sus obras aquí
en la tierra, ya que se conocía solo por los escritos, hasta su llegada. Sin embargo, somos tan
cerrados de mente que no lo vemos, o tenemos una idea distorsionada de Dios. Yo también le
preguntaría a Jesús que me mostrara el padre, porque me parece increíble que Dios sea pura
misericordia como Jesús, que sea tan amoroso como Jesús, que sea tan justo como Jesús. Ahora el
reto es que nosotros nos parezcamos a Jesús, desapareciendo nosotros mismos y confiando más
en EL, pidiendo todos los días la gracia que más estamos necesitando. ¿Nos estamos pareciendo a
Jesús? De igual manera el evangelio nos asegura la vida eterna, porque nos promete una morada
con EL en el cielo. Gracias Señor porque no nos merecemos tanto amor que tú nos das.

LUNES 11 DE MAYO: Aceptar los mandamientos, no es solo cumplirlos, es realmente cuando uno
quiere a su esposa, y permite o se cohíbe de ciertas cosas, pero lo hace por amor, porque quiere
demasiado a esa persona y no quiere hacerle daño, no quiere que se vaya. Solo por amor quiere
Cristo que cumplamos sus mandatos, y que caigamos en una profunda relación de amor con EL.
¿Pero esto es lo que estoy haciendo? ¿Soy un sagrario vivo en donde dejo que Jesús haga su
morada? Tengo que escuchar más al Señor, realizar mis prácticas con devoción, dejar de temer,
confiar y querer. Hay que luchar por estar en gracia. Señor continúa realizando esa morada en mi
corazón, porque cuando moriste en la cruz me demostraste que con tu sangre bendita pagaste mi
entrada al reino de los cielos.
MIERCOLES 13 DE MAYO: Si la hice

JUEVES 14 DE MAYO: ¿Señor tú quieres entregar todo el amor que tienes del padre hacia nosotros,
pero si estamos dispuestos a recibirlo? Realmente estamos dispuestos a compensar ese amor que
tú nos das, o la menos retener ese amor en nuestro corazón, yo creo que no o solo en algunas
ocasiones. Cuando nos das todo el amor y nosotros lo recibimos con alegría, pero ese amor viene
también con sufrimiento y sacrificio, y es allí cuando nos comienza a doler, cuando recuestas tu
cabeza con la corona de espinas en nuestro costado, y es allí donde te queremos apartar. Otro
elemento que hay que considerar es el amor al prójimo, ya que ese es como el final de toda esta
historia de amor, que desemboca en el próximo. Una tarea muy difícil de cumplir. De igual forma si
queremos estar plenos y llenos de felicidad debemos amar a Jesús con todas nuestras fuerzas, y
para eso hay que solicitar la gracia al E.S. para que nos ayude con esa encomienda, todos
queremos experimentar esa felicidad que estamos convencidos que solo tú la puedes dar. Solo tú
puedes hacer que nos enamoremos de ti, muéstranos esa ternura, esa belleza de tu presencia, por
favor inúndanos de amor, mora en mi corazón, muéstrate.

VIERNES 15 DE MAYO: Es por lo que Jesús vino a este mundo, a enseñarnos que nos debemos
amar unos a otros como él nos ha enseñado. Algo muy complicado de imitar, máximo cuando esa
persona no se tiene un vínculo de sangre o familiar. En esta etapa de mi vida no creo que tenga
ese amor tan fuerte al hermano, o al prójimo. Solo tu Señor puede dar esa gracia para que se
genere tal sentimiento. Es tan grande el amor que Jesús nos tiene que aún después de vivir la
pasión, de dar la vida por nosotros, siga amándonos, perdonándonos. Y lo peor de todo esto es
como pagamos al amor que nos tiene, con pecado. Yo quiero ser amigo de Jesús, pero para eso
hay que amar hasta el extremo. Ayúdanos a amar. Comencemos por casa.

LUNES 18 DE MAYO: Jesús nos promete no abandonarnos, que nos va a dejar el paráclito, el
abogado defensor, el Santo Espíritu para que nos dé consuelo y compañía. Cuantas veces pedimos
al E.S. Yo creo que inclusive para nosotros que tenemos algún conocimiento de Dios, se nos olvida
ese hermoso defensor. El E.S. tiene unos dones y unos frutos maravillosos, a parte que está
íntimamente ligado a la santísima María. Como primer elemento nosotros debemos colocar todas
nuestras acciones a Dios. Eso es muchas veces lo que nos sucede, nos preguntamos a nosotros
mismos, a los demás, pero no a Dios. Y sobre todo para decisiones importantes, no solicitamos la
ayuda del Santo Espíritu. ¿Ahora estamos dando testimonio de que tenemos a Jesús en nuestro
corazón, que los demás lo notan? ¿O nosotros mismos hemos experimentado cambios positivos
en nuestra vida? Tenemos que reflexionar sobre eso, porque de nada vale todo el conocimiento,
de nada vale tantas obras, si no tengo amor para dar. Caridad. Hay que hacer un esfuerzo para
mejorar en este punto, pidamos la gracia al Señor para que esto suceda.