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CONTENIDOS

BÁSICOS
DE
EDUCACIÓN
CIUDADANA
2023
Presentación1
Aspirar a desempeñarse en el Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires significa tomar
responsabilidades que son de importancia para la vida pública. El ingreso a uno de los poderes del Estado,
implica asumir el compromiso de respetar y hacer efectivos los Derechos Humanos, la Constitución Nacional,
el Estado de Derecho y las leyes en general. La tarea de cada agente influye en el acceso a la justicia por parte
de los ciudadanos y ciudadanas, la igualdad, la no discriminación, y de esta manera modifica aspectos
sustantivos de la vida de quienes habitan la Provincia.
El resultado de la tarea judicial impacta directamente en la existencia de los ciudadanos y ciudadanas
que están implicados en las causas que se tramitan, en las que se ponen en juego la libertad, el patrimonio,
los vínculos familiares, los aspectos relacionados con el trabajo, entre otros.
Indirectamente, la calidad de la tarea contribuye a la realización de la justicia y consecuentemente
de la paz social. Por ello es importante conocer el funcionamiento del sistema legal y judicial para que cada
agente sea consciente de las consecuencias de su accionar y pueda encarar la tarea que les sea encomendada
con la profesionalidad necesaria para transformar cada acto en una contribución a la justicia.
Este material se propone como un aporte para la preparación al ingreso al Poder Judicial de la
Provincia de Buenos Aires, y refleja los contenidos mínimos necesarios del área Derecho para poder
desempeñarse en dicha tarea. Les invitamos a leerlo atentamente como parte de un aprendizaje responsable.
El texto ha sido redactado de un modo que, sin eliminar contenidos que son de importancia, pueda
ser accesible a un lenguaje de común comprensión para la generalidad de la ciudadanía. Cabe recordar que
en el presente módulo se desarrollan conceptos que son técnicos, lo cual posee cierta complejidad y requiere
de la concentración del lector o lectora. De todos modos, al final del texto figura un Glosario con definiciones
muy breves de algunos de los conceptos manejados a los largo del módulo.
El mismo fue esquematizado bajo un enfoque de autoaprendizaje: la presentación de definiciones
concretas y sencillas tienden a facilitar la comprensión del contenido desarrollado.
Los objetivos generales propuestos son:
 Lograr que los y las postulantes adquieran nociones básicas acerca de los principios que rigen
nuestro ordenamiento jurídico como también de las instituciones que componen nuestro Estado, tanto
en el ámbitonacional como el provincial y, puntualmente, todos aquellos organismos que intervienen
en la actividad jurisdiccional de nuestra provincia.
 Lograr que los y las postulantes conozcan la reglamentación que rige el desempeño de quienes
componen el Poder Judicial Provincial, como así también las relaciones laborales que los y las
vinculan.
El objetivo específico propuesto en cada eje temático es la interpretación del concepto general del
tema tratado, las pautas que lo caracterizan y, finalmente, la comprensión de la dinámica que se establece
entre los componentes del contenido abordado.
Como se adelantara, el material fue desarrollado en ejes temáticos vinculados al perfil esperable en
las personas aspirantes.
El primer eje contiene los conocimientos básicos respecto de las notas distintivas que marcan
nuestro orden constitucional tanto nacional como provincial.
Las disposiciones e instituciones constitucionales fueron abordadas bajo el esquema en que
clásicamente se divide nuestra Carta Magna, haciendo una breve reseña acerca de los principios contenidos
en el Preámbulo para luego desarrollar cada una de las normas que componen la Parte Dogmática y
finalmente concluir con las instituciones que se regulan en la Parte Orgánica.
Inmediatamente después se desarrollan las nociones generales que rigen la organización judicial
provincial.
De seguido, la seriación de los ejes temáticos responde al desarrollo de los distintos fueros en los
que se divide y estructura la administración de justicia en nuestra provincia (Fuero Civil y Comercial, Fuero
Laboral, Fuero de Familia, Fuero Penal, Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Fuero Contencioso
Administrativo). Se fijan las características propias de cada uno, los principios que los rigen, su integración y
los procesos llevados a cabo en cada uno.

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El presente documento ha sido elaborado con empleo de lenguaje género sensitivo, procurando tanto el uso de conceptos y
expresiones neutras como la expresa utilización del género femenino en los casos pertinentes. De este modo se cumplen los
estándares establecidos para la no discriminación en razón del lenguaje.

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Luego se destina un eje temático a la Justicia de Paz Letrada, con una breve reseña histórica de sus
orígenes, en principio, y luego la exposición de su actual competencia, integración y funcionamiento.
Finalmente, el último eje trata sobre el Ministerio Público Provincial, dándose una introducción de
sus características para luego profundizar acerca de la composición, funcionamiento y competencia.

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TÍTULO 1: NOCIONES GENERALES DE DERECHO CONSTITUCIONAL
ARGENTINO
Concepto
En líneas generales, puede afirmarse que el Derecho Constitucional es la rama del derecho público
que tiene por objeto de estudio todo lo relativo a la organización política y jurídica del Estado, como
también la declaración de las libertades y derechos, tanto individuales como colectivos de las personas
que lo componen, y las instituciones que garantizan el ejercicio de tales derechos, estén o no previstos
en un texto constitucional.

Constitución
En sentido jurídico, la Constitución es la ley suprema o conjunto de normas fundamentales que
fijan y regulan la organización de un Estado.
Esta norma fundamental es establecida por la Nación misma que la crea; entendiendo en este caso a
la Nación como la comunidad o pueblo que comparte características culturales comunes y busca
organizarse como un Estado para ordenar la convivencia social.
El respeto a las costumbres y tradiciones de la comunidad es lo que garantiza y da legitimidad a la
Constitución.
Esta idea de Nación es la que se desprende de las manifestaciones contenidas en el preámbulo de
nuestra Constitución, al declarar: “Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina reunidos en
Congreso General Constituyente…ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la
Nación Argentina”.
La Constitución como instrumento fundamental y supremo busca fijar los límites del poder que el
pueblo delega a los gobernantes en el acto de su elección.
La Constitución reconoce además, las libertades y derechos tanto individuales como colectivos de las
personas que integran la comunidad, asegurándoles al mismo tiempo instrumentos o garantías que
hacen posible el ejercicio y goce de tales facultades.

Constitución Nacional
El 1 de mayo de 1853 fue sancionada la Constitución de la Nación Argentina que estableció la forma
representativa y republicana de gobierno así como la organización federal de Estado en términos
territoriales. Al momento de su sanción, la Provincia de Buenos Aires no integraba la Confederación
que juró la Constitución. La Provincia de Buenos Aires se sumó a la Confederación Luego de la batalla de
Cepeda, donde los ejércitos al mando de Justo José de Urquiza derrotaron al ejército de Buenos Aires. Así,
ambas partes suscribieron el Pacto de San José de Flores, el 11 de noviembre de 1859.
En el marco de dicho acuerdo, la Provincia de Buenos Aires convino su incorporación a la
Confederación, previo convocar una convención provincial para revisar la Constitución sancionada en
1853. Una vez hechas las recomendaciones por parte de la convención provincial y aceptada estas por la
convención nacional, el 23 de septiembre de 1860, se sancionó el texto constitucional definitivo. Por tal
razón, se suele hacer referencia a la “Constitución histórica de 1853/60”.
Esta misma Constitución, con las reformas llevadas a cabo en los años 1866, 1898, 1949, 1957, 1972
y 1994, es la que nos rige hoy en día.

Partes de la Constitución
El texto constitucional argentino tiene un preámbulo, una parte primera o “parte dogmática”, una
parte segunda o “parte orgánica" y por último, una parte de disposiciones transitorias.
El Preámbulo contiene y condensa las decisiones políticas fundamentales, las pautas del régimen, los
fines y objetivos, los valores y principios propugnados, el esquema del plan o programa propuesto por el
poder constituyente. Es bajo los principios y objetivos generales que fija el Preámbulo que la
Constitución Nacional debe ser interpretada por los funcionarios judiciales.
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Luego, encontramos una primera parte, denominada dogmática, en la que lo largo de dos capítulos
(entre el art. 1 al 43) se ubican disposiciones constitucionales que fijan declaraciones, reconocen
derechos y establecen garantías para la ciudadanía.
En una segunda parte denominada parte orgánica, organizada en cuatro secciones que van desde el
art. 44 al 129. Allí aparecen regulados los órganos de gobierno o al decir del propio texto constitucional,
las autoridades de la Nación.

Características
Como se advierte de lo señalado hasta el momento, las disposiciones constitucionales se
encuentran plasmadas de manera escrita en un solo texto o instrumento, lo que lleva a determinar
que nuestra Carta Magna responde al esquema de una constitución escrita o “formal”.
Por otra parte, el hecho de que para su reforma total o parcial sea necesario convocar a una
convención (tal como se dispone en su art. 30), le da el carácter de rígida, pues solamente es siguiendo
ese mecanismo que la Constitución puede ser modificada. Al tratarse de nuestra ley más fundamental,
el reformar la Constitución requiere de un procedimiento más exigente que para la sanción del resto de
las normas legales. De este modo, el Congreso Nacional no puede modificar la Constitución: solamente
puede hacerlo una Convención General Constituyente formada especialmente para asumir esa tarea.

Poder Constituyente
La convención que señala el art. 30 CN refiere a la Convención General Constituyente, que es la
encargada de llevar a cabo el Poder Constituyente; es decir la voluntad del pueblo que se plasma en el
nuevo texto constitucional. Sólo el Poder Constituyente puede dictar una constitución o reformar la
existente.
En el caso de sancionarse una constitución nueva se dice que el Poder Constituyente es “originario”;
y en el supuesto de que la convención tenga por objeto reformar una ya existente este Poder Constituyente es
“derivado”.
El Poder Constituyente se diferencia de los Poderes Constituidos –como el Poder Ejecutivo, el
Poder Legislativo y el Poder Judicial- en que éstos encuentran su origen y son regulados por el texto de
la Constitución dictada por el Poder Constituyente.

Supremacía Constitucional
En varios pasajes nos referimos a la Constitución como la Norma Fundamental, la Ley Suprema

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o la Carta Magna. Todas estas denominaciones tienen su origen en la histórica pretensión del Derecho
Constitucional de marcar la jerarquía superior y autoridad del texto constitucional por sobre las
restantes normas que imperan en un Estado. Es decir, en remarcar la superioridad de la Constitución
sobre el conjunto de normas que conforman el orden jurídico, y sobre los elementos que integran el
Estado.
El carácter de fundamental aparece desde el momento en que la Constitución es el
instrumento fundacional del Estado. En este enfoque toda norma y toda institución deriva de los
principios contenidos en sus disposiciones. Por ende, no pueden ser contrarios a lo que la Constitución
establezca
El carácter supremo de la Constitución Nacional significa que no se reconoce otra norma por encima
de ella. Todas las demás leyes están subordinadas al texto constitucional. En tal sentido, el art. 31 de la
Constitución expresamente declara que: “esta Constitución, las leyes de la Nación que en su
consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras, son la ley suprema
de la Nación y las autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse a ella”.
Pero con la reforma realizada a la constitución en el año 1994, la Convención General Constituyente
reunida en ese momento le otorgó jerarquía constitucional a un conjunto de tratados y declaraciones
internacionales de derechos humanos, expresamente previstos en el art. 75 inc. 22, entre los cuales se
encuentran: la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración Americana de Derechos y
Deberes del Hombre, y una importante diversidad de tratados que adquieren el nombre de pactos y
convenciones, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Actualmente se sostiene que la máxima jerarquía legal dentro de nuestro cuerpo normativo está dado
por lo que se denomina el “Bloque de Constitucionalidad”, el cual está conformado por la Constitución
y por los tratados de derechos humanos a los que se les ha otorgado una jerarquía similar a nuestra Ley
Suprema.
El art. 75 inc. 22 de la Constitución también prevé un mecanismo para poder incorporar nuevos
tratados internacionales de derechos humanos a este “Bloque de Constitucionalidad” y compartir la
jerarquía constitucional con el resto de las normas que componen dicho bloque. De esta manera, luego
de 1994 se han incorporado tres instrumentos internacionales más. Todos estos tratados rigen “en las
condiciones de su vigencia”. A los tratados mencionados de tipo general2, se le suman otros de
naturaleza específica3 incluidos en el inciso mencionado, y tres que se agregaron con posterioridad4
mediante el mecanismo impuesto por dicho artículo, todos los cuales también “rigen en las condiciones
de su vigencia”5 y gozan de jerarquía constitucional.
Pero hay más tratados de derechos humanos6, muchos de los cuales no han sido incorporados
al “Bloque de Constitucionalidad”, así como tam bién hay tratados sobre otros temas, entre ellos
los de integración o los concordatos con la Santa Sede (que son los tratados celebrados con el Vaticano).
Según nuestra Carta Magna, todos ellos poseen una jerarquía superior a las leyes (supralegal) pero
inferior a la Constitución (infraconstitucional).

Niña.
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Es decir, tal como efectivamente rigen “en el ámbito internacional y considerando particularmente su efectiva aplicación
jurisprudencial por los tribunales internacionales competentes para su interpretación y aplicación”, según doctrina de la CSJN en
el caso “Giroldi” (07-04-1995).
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La Nación Argentina ha ratificado entre otros: la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura; el Protocolo
Adicional I a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a Derechos Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo
de San Salvador”, el Protocolo Adicional II a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a Abolición de la Pena de
Muerte “Protocolo de Asunción”; la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer; la
Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Personas con Discapacidad; la
Convención sobre los Derechos de los Trabajadores y las Trabajadoras Migrantes y sus Familias; y la Convención Internacional para
la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.

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Jerarquía de las normas en el Ordenamiento Jurídico Argentino
Según la Constitución Nacional (en adelante CN), luego de la reforma del año 1994, existen cinco
niveles dentro del orden jerárquico normativo, tal como lo muestra el cuadro que se muestra a
continuación.

 Bloque de Constitucionalidad (Constitución Nacional, Declaraciones y Tratados sobre


Derechos Humanos con jerarquía constitucional) enumerados en el art. 75 inc. 22, sumado
a los aprobados por el Congreso Nacional con la mayoría calificada exigida en la manda de
dicho artículo y en las condiciones de su vigencia.
 Otros Tratados, Tratados de Integración y Concordatos, tal como lo disponen el art. 75 inc. 22
párrafo primero e inciso 24 y art. 27 de la Constitución Nacional.
 Leyes de la Nación dictadas por el Congreso y Decretos emitidos por el Poder Ejecutivo Nacional
en orden a lo establecido por los arts. 28 y 99 inc. 2do., 3ro y art. 76 última parte de la
Constitución Nacional.
 Derecho Público Provincial en relación a lo dispuesto por los arts. 31 y 5 de la Constitución
Nacional.
 Derecho Municipal tal como lo establece el art. 123 de la Constitución Nacional.

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Tener en claro las distintas jerarquías de las normas dentro del Derecho argentino es clave, pues
es posible encontrar leyes que puedan contradecir con lo establecido por normas superiores. En este
tipo de casos, suelen presentarse pedido de inconstitucionalidad de las normas que resultan
contradictorias con la Constitución Nacional y es el Poder Judicial el encargado en decidir estos planteos
en cada caso en que se presenten por parte de las posibles personas afectadas. Este control normativo
que ejerce el Poder Judicial para verificar la constitucionalidad o no de las normas es lo que se denomina
control de constitucionalidad y lo puede realizar cualquier juez o jueza de la Nación.
Sin embargo, el Estado argentino no sólo está obligado por sus leyes internas sino también por
el derecho internacional. El derecho internacional es el desarrollado en conjunto con el resto de las
naciones del mundo mediante tratados internacionales sobre la gama más amplia de temas. Pero una
vez que el Estado se obliga con otro mediante un tratado internacional, debe cumplir con lo acordado
para evitar tener que responder o indemnizar a otros Estados.
El Poder Judicial es clave para ejercer esta verificación de las obligaciones, nacionales e
internacionales, a las que el Estado se somete, pues es el nexo entre los actos públicos del Estado y los
ciudadanos particulares. Si algún acto de algún particular o incluso del Estado mismo afecta algún
derecho o alguna garantía establecida en la Constitución o en tratados internacionales, el damnificado o
damnificada puede presentarse ante un tribunal para reclamar por el ejercicio o la vulneración de sus
derechos. De ese modo se garantiza el acceso a la Justicia: uno de los principios más elementales para
acudir a los tribunales y hacer valer la ley en casos concretos.
También es posible que el Estado argentino se obligue internacionalmente mediante la firma de
algún tratado y que ello ponga en contradicción alguna ley interna de nuestro país. Si ello ocurre,
prevalece el tratado internacional por sobre las leyes locales. Pero esto no opera de manera automática
sino que es también función de los tribunales el poder ejercer el control de las normas para ver si se
ajustan al derecho internacional vigente o no. Dado que a los tratados internacionales también se los
puede llamar “convenciones” es que a ese control se lo denomina control de convencionalidad, y a
diferencia del control de constitucionalidad no sólo puede ejercerlo cualquier juez de la Nación sino
también tribunales internacionales. Sólo existe una excepción a esta regla de prevalencia del derecho
internacional sobre el derecho interno y es cuando la norma interna resulte más favorable a los
derechos e intereses de la persona.
En conclusión, podemos decir que las normas deben ser congruentes entre sí, y si hay

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contradicciones entre ellas es el Poder Judicial el encargado de revisarlas en cada caso en concreto y
resolver tal contradicción ejerciendo los controles de constitucionalidad y de convencionalidad.
Es por ello que la Constitución Nacional ya no es suprema en términos absolutos, lo que ha
llevado a parte de la doctrina a decir que los análisis de constitucionalidad ya no resultan suficientes
para medir la legalidad de una norma, sea ésta general o particular, sino que resultan imperiosos en el
actual estado de cosas los análisis de convencionalidad.
El derecho en su conjunto debe ser evaluado desde la perspectiva, normas, instituciones, y
jurisprudencia del derecho internacional de los derechos humanos.

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TÍTULO 2: PRIMERA PARTE DE LA CONSTITUCIÓN
Declaraciones, Derechos y Garantías
La primera parte de la Constitución (comúnmente llamada “parte dogmática”) contiene
declaraciones, derechos y garantías para toda la población. Las declaraciones son los principios
fundamentales para la organización del país. Los derechos son reconocimientos por parte del Estado de
potestades inherentes para todos los individuos. Y las garantías son las reglas para asegurar el respeto de
los derechos legalmente reconocidos.
La Constitución así como muchas de las leyes del país establecen derechos y garantías. Una vez
reconocidos estos, el Estado no puede desconocerlos, cercenarlos o desnaturalizarlos creando
excepciones que impidan su cumplimiento. Este límite está fijado en la Constitución en su art. 28, al
señalar que los principios, declaraciones y garantías reconocidos no podrán alterarse mediante el
dictadode leyes que reglamenten su ejercicio.
Así como el Estado no puede limitar de forma injustificada los derechos de la ciudadanía, las
personas tampoco pueden ejercerlos en forma abusiva, de modo que afecte los derechos de otros. Por
ende, no hay derechos absolutos. La Constitución establece esto en su art. 14 diciendo que “Todos los
habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamentan su
ejercicio.”
Todo acto y omisión de autoridades públicas o de particulares que en forma actual o inminente
lesione, restrinja, altere o amenace con arbitrariedad o ilegalidad evidente derechos o garantías
reconocidos por la Constitución, por un tratado o por una ley podrá ser declarado inconstitucional por
cualquier juez, según lo regula el art. 43 CN (véase Acción de Amparo más adelante).

Declaraciones
Las declaraciones aparecen en primer orden. Consisten en grandes principios rectores que dan
el perfil a la organización del Estado Nacional en su faz política, económica, social, cultural y religiosa.
Para dar un ejemplo: una expresión en materia religiosa se encuentra en lo dispuesto por el art.
2 CN al indicar que el: “El Gobierno Federal sostiene el culto Católico Apostólico Romano”. Este artículo
hace referencia al sostén económico que el Estado Nacional presta al culto católico, según lo manifiesta
el art. 2 CN mediante esa declaración.
Una manifestación con claro sentido social surge de lo dispuesto por el art. 15 CN en el que
categóricamente se expresa: “En la Nación Argentina no hay esclavos”. Esta otra declaración establece la
prohibición de la esclavitud y, por ende, fija como principio la libertad física individual.
Otro ejemplo de tales declaraciones, ahora de contenido político, la encontramos en el art.1 CN
al fijarse que: “La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa, republicana y federal”.
Lo cierto en este caso es que la forma de gobierno es “representativa”, pero aquello que se establece con
losconceptos de “republicana y federal” refiere a la forma de Estado, como se verá seguidamente.

 Forma de Gobierno Representativa


Nuestra Constitución adoptó desde un inicio el sistema de gobierno basado en lo que se conoce
como democracia representativa o democracia indirecta. Es decir, la soberanía radica en el pueblo y
este poder soberano es ejercido en forma indirecta por los y las representantes que el pueblo elige a
través del voto en elecciones libres.
En el mismo sentido, el art. 22 CN establece que: “el pueblo no delibera ni gobierna sino por
medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución…”.
Pero luego de la reforma constitucional de 1994, a este sistema indirecto se le incorporó otros
mecanismos como la iniciativa popular (art. 39 CN) y la consulta popular (art 40 CN), de tal manera que
los y las habitantes participan de forma más directa en asuntos de gobierno, reconociéndose
instrumentos y características de lo que se conoce como democracia semidirecta.
 Forma de Estado
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El sistema republicano se caracteriza por la división, la estructura y el control del poder. Para el
logro de tales objetivos se exige la publicidad de los actos de gobierno, la responsabilidad de
funcionarios y funcionarias en el ejercicio de sus tareas específicas, el mandato limitado o la
periodicidad de los cargos públicos y la igualdad de todos los y las habitantes ante la ley. Todas esas
cuestiones son las que caracterizan a un sistema republicano.
En nuestro Estado el ejercicio del poder se encuentra dividido en tres grandes órganos de
gobierno: Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial. Cómo está compuesto cada uno de ellos y
el funcionamiento de cada poder es de lo que trata la segunda parte de la Constitución, o “parte
orgánica”.
Por otra parte, la Constitución Nacional dispuso además que el Estado se organice bajo un
sistema federal; es decir que el ejercicio del poder político sea distribuido a través de todo el territorio
nacional entre las provincias que lo componen. Todas estas provincias a su vez terminan conformando
una misma unidad representada por el Estado Nacional o Federal.
Como se desprende de lo dispuesto por los arts. 5 y 121 CN, el principio general es que las
provincias conservan todo el poder que no delegaron expresamente por la Constitución al Estado
Nacional, y es en el marco de esta reserva que las provincias detentan el poder constituyente pudiendo
de tal manera dictarse su propia Constitución pero con los alcances y limitaciones dispuestas por la
Constitución Nacional. Así, el citado artículo 5 dispone que: “cada provincia dictará para si una
constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y
garantías de la Constitución Nacional; y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal
y la educación primaria…”.
En caso de que alguna de las provincias que componen el Estado Nacional se aparte de aquellos
lineamientos, el mismo texto constitucional prevé la intervención federal como medida para asegurar
este esquema de Estado, conforme lo dispuesto por el art. 6 CN.

Después de la última reforma constitucional y según lo establecido por los artículos 1, 5, 121, 122,
123 y 129 CN, el federalismo argentino reconoce las siguientes descentralizaciones territoriales
del poder político, a saber:
 Gobierno Nacional.
 Gobiernos Provinciales.
 Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
 Gobiernos Municipales.

Derechos
Los Derechos, en el sentido que aquí se los pretende conceptualizar, pueden ser definidos como
las facultades reconocidas a cada persona tanto para hacer como también de elegir abstenerse de
hacerlo., E l l o p e r m i t e q u e p u e d a n s e r e x i g i d o s tanto por parte del Estado como por parte de
terceros el reconocimiento y el disfrute de tales prerrogativas cuando son vulnerados o afectados.
De las disposiciones que componen la parte dogmática, los arts. 14, 14 bis y 33 resultan ser los
más significativos, aunque no los únicos, a la hora de enumerar los derechos reconocidos a cada una de
las personas que forman nuestra sociedad.
Asimismo, el corpus de derechos reconocidos en nuestra Carta Magna se ve enriquecido por
aquellos consagrados en los instrumentos de Derechos Humanos a los cuales se les ha reconocido
jerarquía constitucional o no, de los cuales el Estado argentino forma parte.

Garantías
Finalmente, las garantías integran una serie de procedimientos que aseguran los medios para
hacer efectivo el goce de los derechos. Puntualmente son instrumentos de protección de los derechos
reconocidos por nuestra Constitución.
Podemos citar como garantías procesales básicas: el habeas corpus, el habeas data y el amparo.

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 Habeas Corpus
El habeas corpus -expresión en latín que significa "tengas el cuerpo". Es una garantía
constitucional que ampara la libertad física, corporal o de poder transitar libremente frente a
restricciones arbitrarias y mediante un proceso judicial sumamente rápido.
El hábeas corpus es una garantía porque constituye un medio o instrumento de protección que
defiende derechos y libertades específicas: la libertad física, corporal o de locomoción. Dicha libertad
constituye un bien jurídico de particular jerarquía por referirse a uno de los atributos más preciados y
valorados de la libertad y dignidad de la persona. Si bien el hábeas corpus ya era muy utilizado
judicialmente en nuestro país, a partir de la reforma de 1994 es que nuestra Constitución lo incluyó
expresamente.

Existen varios tipo de Habeas Corpus:


- Reparador: es aquel por el cual se procura la libertad de una persona ilegítimamente detenida;
- Preventivo: tiende a asegurar la libertad frente a la amenaza o posibilidad de privación de ella;
- Restringido: pretende hacer cesar las limitaciones o molestias a la libertad, que sin llegar a
constituir una privación efectiva de ésta, la ponen en peligro (ej. vigilancia excesiva,
seguimientos, restricción para concurrir a determinados sitios, etc.); y
- Correctivo: que resulta de aplicación ante el agravamiento irregular de las condiciones de una
detención legítimamente ordenada.

El pedido de habeas corpus puede ser presentado tanto por la persona afectada, como por
cualquier otra en defensa de ésta. Su tramitación debe ser rápida y expedita, esto es con los plazos
judiciales más abreviados posibles. Ello no quita que el juez o la jueza pidan los informes pertinentes a
cualquier oficina del Estado o cualquier particular, así como los demás elementos que le permitan
verificar la legitimidad o ilegitimidad de la detención o afectación a la libertad física de una persona.
Aunque las garantías judiciales se suspenden durante el Estado de Sitio, el habeas corpus se
mantiene vigente incluso en ese momento para resguardar la libertad de los individuos y evitar
detenciones arbitrarias.
El habeas corpus funciona como una garantía o protección mínima al derecho de la libertad
física, pero si alguna provincia tiene en su propia Constitución o en alguna otra ley provincial alguna
mejor o mayor protección a la libertad de las personas, se aplicará esa mejor garantía.
En nuestra provincia el habeas corpus se encuentra detalladamente regulado en el Código
Procesal Penal (arts. 405 a 420).

 Acción de Amparo
Se trata de una presentación judicial que sirve para hacer efectiva la protección y el goce de los
derechos reconocidos en la Ley Fundamental, siempre que los derechos afectados no sean la libertad
ambulatoria o datos personales. Para esos supuestos es que se encuentran previstos el habeas corpus y
el habeas data, que veremos enseguida.
La acción de amparo es un procedimiento judicial, más breve que los juicios comunes, que
asegura un medio rápido para la protección de los derechos y las libertades constitucionales. Su objetivo
es hacer operativos los contenidos de la libertad previstos en nuestra Carta Magna frente a situaciones
inminentes o que necesitan la inmediata atención de la Justicia. Sin embargo, no todo reclamo judicial
puede tramitarse por la vía de la acción de amparo: el amparo judicial sólo procede si no haya otra vía
judicial más idónea. Por ejemplo: no puede reclamarse la libertad de un individuo detenido
arbitrariamente por la vía del amparo. Para esos casos el habeas corpus es una vía judicial más idónea.
Tampoco puede tramitarse un divorcio o un reclamo indemnizatorio por amparo, por ejemplo, pues se
necesita que todos los reclamos alegados en el juicio deban probarse y el amparo no posee un momento
especial durante el proceso judicial para que las pruebas puedan presentarse: debe hacerse todo al
momento de iniciarlo. Para reclamos así es que proceden los juicios comunes u ordinarios, que es una
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forma más idónea para ejercer el reclamo ante los tribunales.
El amparo fue incorporado como garantía expresa en la Constitución Nacional por la reforma de
1994, en los párrafos 1º y 2º del art. 43 de la Constitución Nacional: "Toda persona puede interponer
acción expedita y rápida de amparo ...".
Es común que erróneamente se la llame “recurso de amparo”, pero no se trata de un recurso
sino de una acción, una acción judicial, es decir de presentar una demanda para iniciar un procedimiento
formal ante la Justicia. El amparo es una acción, que debe ser expedita y rápida, es decir que se
requiere simplicidad y celeridaden su procedimiento.
Frente a una amenaza inminente o actual de un derecho ninguna autoridad puede requerir que
deba hacerse reclamos previos antes de iniciar un amparo judicial, ya que ello afectaría la naturaleza
misma del instituto y del mandamiento constitucional. En suma, el texto constitucional no requiere que
se agote ninguna vía administrativa previa.
Mediante el amparo puede impugnarse no sólo actos u omisiones directamente contrarios a la
Constitución Nacional, sino también aquellos que transgredan normas contenidas en un instrumento
internacional o una ley. Asimismo, el amparo protege los derechos no sólo frente a actos u omisiones
lesivas de autoridades públicas, sino también de particulares.
Esta forma de presentación judicial es frecuentemente utilizada para solicitar la declaración de
inconstitucionalidad de una ley si se la entiende violatoria de la Constitución. El juez o jueza que atienda
ese caso estará habilitado para ejercer el control de constitucionalidad sobre la ley objeto del reclamo y,
si efectivamente la constata como contraria a la Constitución, la declarará inválida para ese caso
concreto, y no podrá ser aplicada.
Originalmente el amparo servía para proteger derechos individuales, por lo que solamente podía
presentarse mediante un reclamo individual. Actualmente el amparo también es reconocido por Nuestra
Constitución para resguardar derechos colectivos (al medio ambiente, derechos de los usuarios, etc.). Es
lo que se le llama “amparo colectivo”. También se ha ampliado la franja de personas legitimadas para
presentar un amparo, al incluir a la persona afectada, al defensor o defensora del pueblo y a las
correspondientes asociaciones registradas (como las asociaciones de consumidores, etc.).

 Habeas Data
El habeas data, es una expresión en latín que significa "tengas el dato". Es un procedimiento
breve y sumario tendiente a conocer los datos que constan en registros o bases de datos, y que incluye
la posibilidad de corregirlos o actualizarlos si son erróneos o están desactualizados. Permite asegurar la
confidencialidad de determinada información y asimismo cancelar aquélla que no debería ser objeto de
registración. Nuestra Constitución prevé esta garantía en el art. 43 y al igual que el amparo o el habeas
corpus fue incluido expresamente gracias a la reforma de 1994.
Los casos en los que puede aplicarse el habeas data es amplio: comprende todo registro, utilice
o no medios informáticos, sea público o privado, en cuyo caso debe tener naturaleza pública, es decir:
estar destinado a dar a conocer los datos, sea con alcance general (a todo el público) o restringido (por
ejemplo: registrode morosos distribuido en entidades financieras.
Además de las hasta aquí desarrolladas, y que denominamos garantías “procesales” en sentido
estricto, nuestra ley fundamental reconoce a los habitantes numerosas garantías que la doctrina denomina
“institucionales”, que se encuentran dispersas en el contenido de los artículos que componen la parte
dogmática. A continuación se reseñan algunas de las más características.

 La Seguridad Jurídica
La seguridad jurídica implica una actitud de confianza por parte de la población hacia el derecho
vigente, y una razonable previsibilidad sobre su futuro. Es la que permite prever las consecuencias
legales de las acciones de las personas, así como las garantías de orden constitucional de que gozan
tales actos.
Se trata, en definitiva de la confianza en el orden jurídico, la cual se apoya en dos
manifestaciones vertebrales: la protección del individuo frente a los actos arbitrarios y la previsibilidad
(poder anticipar la conducta de otras personas y entre ellas la del Gobierno).
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 Derecho a la Jurisdicción
Es el derecho a la protección judicial está consagrada en el plano internacional en el art. 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica y en el art. 14 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ambos instrumentos con jerarquía constitucional.
Lo que se conoce como “Estado de Derecho” es una comunidad organizada por normas que
rigen la vida de las personas. Y todo Estado de Derecho debe asegurar -como una de sus garantías
fundamentales- la posibilidad cierta y efectiva de acceder a un recurso judicial que sea efectivo contra
cualquier acto que pueda resultar violatorio de sus derechos. Si esta garantía no existiese, podría
afirmarse que se carece de seguridad jurídica, ya que no podría hacerse nada frente a decisiones
arbitrarias por parte del Estado o de otras personas. Una de las funciones esenciales de todo Estado es
reservarse de forma exclusiva el ejercicio del uso de la fuerza, esto es evitar que los particulares hagan
justicia por mano propia. En consecuencia, el Estado debe brindar un adecuado acceso a la Justicia
mediante mecanismos que permitan que sus demandas particulares puedan ser atendidas y revisadas
por un juez o jueza. La inexistencia de tales recursos coloca a las personas en una situación de
indefensión ante el poder estatal, el desamparo y la incertidumbre.
El derecho a la jurisdicción lo tienen todas las personas sean físicas (personas humanas) o
jurídicas (empresas u otras entidades), siempre que cuenten con capacidad legal para para ser parte en
un proceso judicial (como es ser mayores de edad o no estar inhabilitados legalmente en casos de
demencia, por ejemplo). El acceder a la Justicia es un derecho que debe ser ejercido por medio de las
vías legales establecidas.

 Debido proceso
Este derecho se vincula directamente con las garantías que componen lo que se llama el “debido
proceso” legal. El debido proceso es una garantía que permite poder obtener un pronunciamiento justo
por parte de los tribunales judiciales dentro de un plazo razonable, y poder hacer valer esa sentencia
judicial para que sea ejecutada, es decir que se cumpla.
La garantía del debido proceso existe para lograr que los jueces y juezas sean imparciales, que
sean honestos en el llevado de los casos que les tocan (es decir, ser probos), y que sean idóneos, es decir
que estén capacitados para poder asumir la tarea de atender los casos que le tocan. Ninguna de las
partes dentro de ese litigio debe verse beneficiada injustificadamente violando los derechos de la otra.
En toda la duración del juicio, en todos los casos, debe procurarse los mismos derechos para las partes
involucradas, evitando la corrupción del proceso judicial. Cualquier violación del debido proceso permite
que la contraparte pida la inmediata nulidad de todo lo desarrollado en el juicio, lo que equivale volver
todo hacia atrás e iniciar nuevamente el reclamo ante otros jueces, que deberán cuidar por las mismas
garantías, incluyendo el debido proceso del nuevo juicio.
Otros detalles sobre el debido proceso los trataremos en el Título 4.

 Juez o Jueza Natural


Cuando se designa a un juez o jueza para atender un caso ante la Justicia se ponen en juego no
sólo los intereses de los ciudadanos y ciudadanas involucrados/as sino también las garantías
constitucionales de ellos/as. Se trata de una cuestión delicada, pues la designación del juez o jueza es
importante para poder resolver el caso.
La garantía del “juez natural de la causa” implica que las causas judiciales deben ser asignadas
de antemano a un fuero que ya existe y a funcionarios judiciales que ya poseen el cargo de juez o jueza
dentro de ese fuero. Tampoco puede crearse un fuero especial para perjudicar ni para beneficiar a
ninguna de las partes del proceso. Eso asegura la previsibilidad del sistema judicial.
El art. 18 CN establece que: “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo
fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los
jueces designados por la ley antes del hecho de la causa...”.
De allí se desprenden dos prohibiciones diferentes, aunque relacionadas entre sí:
 “ningún habitante podrá ser juzgado por comisiones especiales”.

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 “ni sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa”.
La garantía de tener un “juez (o jueza) natural” se ubica en la segunda prohibición, la cual es
totalmente distinta a la primera (crear comisiones especiales para juzgar determinados hechos).
La garantía del juez o jueza natural se relaciona tanto con la parte dogmática como con la parte
orgánica de nuestra Constitución, en lo que se relaciona con la organización del Poder Judicial y
administración de justicia.
El art. 18 CN ya citado prohíbe los denominados “tribunales de excepción”, es decir aquellos que
son creados luego de los hechos que se juzgan.
El texto constitucional dice que nadie puede ser “sacado de los jueces designados por la ley
antes del hecho de la causa”. Esto indica que el Congreso es el encargado de crear los tribunales que
integran el Poder Judicial de la Nación, además de determinar su número y modo de integración. Debe
fijar también el territorio que abarcará cada juzgado para recibir las denuncias y demandas de la
ciudadanía, así como dividir en qué temas han de abocarse y las reglas de cómo van a darse los juicios
(es decir, las reglas de procedimiento o reglas procesales).
Es importante distinguir dos conceptos diferentes que aquí surgen: por un lado el “juez o jueza
como persona”, o sea la-persona física que ocupa el cargo, el cual debe reunir determinados requisitos-
y por el otro, el “juez o jueza como órgano” -es el cargo creado por el Congreso dotado de competencia
según el tema (o “en razón de la materia”) y según el lugar (o “en razón del territorio”), ambas
determinadas en la ley-.
Cada causa judicial, de la naturaleza que sea (civil, comercial, penal, laboral, etc.) en el momento
en que aparece o se produce el hecho que la origina, debe tener previamente asignado por ley un
órgano judicial específico, con competencia también específica para resolverla. A esto se refiere la
expresión juez natural de esa causa.

 Otros aspectos del Debido Proceso


Hasta ahora hemos vistos dos presupuestos básicos para brindar Justicia: el derecho a la
jurisdicción y la garantía del juez natural. Pero estos presupuestos por sí solos no bastan.
El art. 18 CN determina también que: "es inviolable la defensa en juicio de la persona y de sus
derechos". Esto garantiza el derecho de defensa, es decir que cualquier persona pueda defenderse
frente a acusaciones de terceros en un juicio. El art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, o Pacto de San José de Costa Rica, y el art. 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos –ambos tratados con jerarquía constitucional- también reconocen esto.
Toda persona que es llevada por la fuerza ante la justicia tiene derecho a conocer los motivos
de su detención. Vale decir que merece saber los cargos que pesan en su contra y que motivan tal
detención.
Esta exigencia tiene especial importancia para su defensa, ya que la información acerca de los
motivos de la acusación le permitirá a la persona establecer el objeto que será materia de reproche.
El derecho de defensa es una prerrogativa necesaria que tiene todo aquel que es demandado/a
o acusado/a. Incluye la posibilidad de ser oído y, asimismo, la asistencia letrada, es decir de un
abogado/a (la que habitualmente se exige para mejor protección de la persona acusada).
Para aquellas personas que pueden demostrar que carecen totalmente de recursos económicos,
el Estado debe proveer la defensa mediante la prestación de un servicio de defensorías públicas,
gratuitas y eficientes.
Otra garantía esencial es la relativa a la posibilidad de ofrecer toda la prueba necesaria que
permita una adecuada defensa. Comprende toda prueba que sea pertinente para resolver la cuestión.
Esta prueba sólo puede ser desechada por causas razonables. La garantía comprende además la
posibilidad de controlar los elementos probatorios que aportela parte contraria.
Otra cuestión es el derecho de toda persona que se someta a un proceso judicial a obtener una
sentencia que resuelva la cuestión en directa relación (congruencia) con las cuestiones planteadas por la
acusación y la defensa, y que hayan sido probadas con todo lo que las partes hayan aportado en el
juicio.
La sentencia debe ser motivada y razonable, es decir, exenta de arbitrariedad. Esto significa que

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debe estar fundamentada lógicamente así como basada en lo que la ley estipula. El juez o jueza no
puede sentenciar apartándose de la ley o basándose en simples opiniones propias. Por ende, toda
sentencia tiene que expresar un debido desarrollo argumental, tener en cuenta la prueba aportada y la
regulación dada por las leyes como para poder arribar a una conclusión. Pero al margen de esto, se debe
a su vez garantizar el derecho de recurrir el fallo ante juez o tribunal superior ante cualquier indicio de
arbitrariedad. Un típico ejemplo de ello es la apelación.
Finalmente cabe mencionar el derecho de ejecutar la sentencia judicial firme y definitiva. Una
sentencia es definitiva cuando se trata del último dictamen del juez para resolver el caso que tiene bajo
su consideración. Pero esa sentencia definitiva puede estar sujeta a recursos que cualquiera de las
partes involucradas en el juicio pueden presentar, por ejemplo, ante tribunales superiores (como es el
caso del recurso de apelación, por ejemplo). Si estos recursos se presentan, la sentencia deberá ser
revisada por la instancia superior y habrá que esperar a que ella resuelva. Una vez que se han agotado
todos los recursos posibles, decimos que esa sentencia ha quedad firme. El ejecutar una sentencia es
hacerla cumplir. Sin ello la sentencia sería meramente declarativa y el proceso judicial carecería de
utilidad. La ejecución de una sentencia judicial puede hacerse mediante el auxilio de la fuerza pública.

 Irretroactividad de la Ley Penal


En principio, las leyes se sancionan para que su aplicación sea hacia futuro. Por ende, resulta una
excepción que una ley pueda ser retroactiva, es decir que se aplique hacia atrás en el tiempo. Para que
pueda haber una aplicación retroactiva, la ley debe determinar específicamente que así sea, si no la
aplicación siempre es hacia adelante.
Sin embargo, en materia penal el principio de irretroactividad de la ley es mucho más duro y
permite muchas menos excepciones. El art. 18 CN dice: "Ningún habitante de la Nación puede ser
penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso". Esto significa que un delito debe
estar previsto, tanto en la descripción de la conducta como en su sanción, con anterioridad al hecho que
motiva el juzgamiento.
Este principio tiene una excepción importante (de rango legal, no constitucional) que es el art. 2
del Código Penal, donde se establece la retroactividad de la ley penal más benigna: "Si la ley vigente al
tiempo de cometerse el delito fuere distinta de la que exista al momento de pronunciarse el fallo o en
tiempo intermedio, se aplicará siempre la más benigna. Si durante la condena se dictare una ley más
benigna, la pena se limitará a la establecida por esa ley...").
En el derecho privado, el art. 3 del Código Civil consagraba originariamente este principio: "Las
leyes disponen para el futuro, no tienen efecto retroactivo, ni pueden alterar los derechos ya adquiridos".
Esta norma fue modificada mediante reforma en el año 1968 (Ley 17.711). Con el texto
modificado se pretendió reemplazar el principio de irretroactividad de la ley civil por el de retroactividad
limitada, sin perjuicio de ello los efectos de esta reforma se han visto notoriamente atenuados por el
aporte de la doctrina constitucional y de la jurisprudencia de la Corte que ha seguido amparando los
derechos adquiridos, ahora ya no como consecuencia de una disposición del Código Civil, sino como
corolario del concepto amplio del Derecho Constitucional de propiedad. En consecuencia, si un derecho
ha sido efectivamente incorporado al patrimonio de una persona, queda resguardado de las leyes
retroactivas.
El Código Civil y Comercial vigente desde agosto de 2015, en su artículo 7 dispone que “[…] las
leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público, excepto disposición en contrario. La
retroactividad establecida por la ley no puede afectar derechos amparados por garantías
constitucionales.”

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TÍTULO 3: SEGUNDA PARTE DE LA CONSTITUCIÓN
Autoridades de la Nación
Tal como dijimos inicialmente, la segunda parte de nuestra Constitución Nacional es la parte
orgánica (del art. 44 al 129) y trata sobre los aspectos más esenciales de la estructura interna del Estado.
En tal sentido, se verán someramente las características y funciones de cada una de las
instituciones del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y como éstos interactúan entre sí, respondiendo
a la característica más básica del sistema republicano que es la división de poderes, la cual exige un
equilibrio de atribuciones y controles mutuos entre los tres órganos de gobierno conocido como el
“sistema de pesos y contrapesos”.
Asimismo, y a fin de dar una reseña sobre la recepción de dichas instituciones en el orden local,
se presentarán paralelamente los poderes regulados por la Constitución de la Provincia de Buenos Aires.

Poder Legislativo
Este Poder representa directamente al pueblo y las provincias que componen nuestro Estado federal.
Tiene por función primordial el sancionar leyes. No obstante, le corresponde el control de los
restantes poderes, por ejemplo mediante la facultad de llevar adelante el Juicio Político a funcionarios y
funcionarias de más alto rango del Estado, tanto del Poder Ejecutivo como del Poder Judicial. Otra de las
funciones que atañen al legislativo es prestar acuerdo en la designación de los Jueces y Juezas
propuestos por el Poder Ejecutivo.

 Congreso de la Nación
El Congreso es el órgano que representa el Poder Legislativo. En nuestro país es bicameral, está
integrado por una cámara de Diputados y Diputadas, y por una cámara de Senadores y Senadoras.
La Cámara de Diputados y Diputadas (también conocida como “Cámara Baja”) representa al
pueblo de la Nación, de manera que la cantidad de integrantes de la misma, tiene relación proporcional
directa con la cantidad de habitantes en todo el país. Son elegidos directamente por el pueblo de la
Nación, duran en su cargo cuatro (4) años y pueden ser reelectos. Deben tener como mínimo veinticinco
(25) años de edad, tener al menos cuatro (4) años de ejercicio de la ciudadanía, y haber nacido o residir
desde hace dos (2) años en la provincia donde han de ser electos.
Por su parte, la Cámara de Senadores y Senadoras (también conocida como “Cámara Alta” o
simplemente como el Senado) representa el sistema federal bajo el cual se organizó nuestro Estado:
Existe un mismo número de representantes por cada provincia (3 senadores y senadoras por cada una
de éstas y por la Ciudad Autónoma de Buenos Aries), asegurándose así que todas estén en un pie de
igualdad en cuanto a la representación de sus intereses. Son elegidos directamente por el pueblo de su
provincia, duran en su cargo seis (6) años y pueden ser reelectos. Deben tener como mínimo treinta (30)
años de edad, tener al menos cuatro (6) años de ejercicio de la ciudadanía, y haber nacido o residir
desde hace dos (2) años en la provincia donde han de ser electos.
El Senado está presidido por quien ocupa el cargo de Vicepresidente/a de la Nación.
Las personas integrantes de cada una de las cámaras gozan de inmunidades a los fines de que
puedan ejercer la función representativa para la cual fueron electos, con la menor restricción o
interferencia posible.
Las inmunidades con las que cuentan son básicamente dos: de arresto y de expresión. La primera
protege la libertadambulatoria de la persona que legisla, restringiendo las posibilidades por las cuales se
puede detener al funcionario/a cuestionado/a. Y la restante consiste en que ninguna persona legisladora
puede ser molestadao acusada judicialmente por las opiniones o discursos que emita en el desempeño de su
función.
También en el ámbito del Congreso Nacional funcionan otras instituciones que responden a las
facultades relacionadas con el deber de control que ejerce este poder. Estas son: la Auditoría General de
la Nación (AGN) y el Defensor del Pueblo.
La primera lleva a cabo el control externo de las cuentas del sector público nacional, supervisa
todos los gastos de toda la actividad de la administración pública. Es un instrumento fundamental del
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Poder Legislativo en el control de la gestión ejecutiva.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo debe proteger los derechos, garantías e intereses
tutelados por la Constitución frente a hechos, actos u omisiones cometidos por la Administración.

 Poder Legislativo de la Provincia de Buenos Aires


En la provincia este poder es ejercido por una Legislatura compuesta por dos Cámaras: una de
Diputados y Diputadas, y otra de Senadores y Senadoras.
Al igual que en la Nación tiene como principal función sancionar leyes y ejercer el control sobre
los restantes poderes. Puntualmente, la Cámara de Senadores y Senadoras presta acuerdo para el
nombramiento de los Magistrados y/o las Magistradas propuestas por el Poder Ejecutivo.
Uno de los medios de control con los que cuenta el legislativo respecto de integrantes de los
demás poderes es el juicio político (ver arts. 73, 79 y 154 de la Constitución de Provincial).
El cual está destinado a determinar la responsabilidad política de ciertos funcionarios/a. La
Constitución Nacional y las Provinciales limitan este tipo de responsabilidad a un número reducido de
funcionarios y funcionarias. El Poder Legislativo tiene la facultad de investigar, juzgar y en su caso
remover a ciertos integrantes de los restantes poderes con el fin de separarlos/as de su función por las
causales fijadas constitucionalmente.

En el ámbito de la Provincia de Buenos Aires los funcionarios y las funcionarias enjuiciables son:
 Gobernador/a
 Ministros/as
 Vicegobernador/a
 Miembros de la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires.
 Procurador/a y Subprocurador/a de la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires.
 Fiscal de Estado

El trámite comienza en la Cámara de Diputados y Diputadas, que se convierte en quien deberá


realizar la acusación contra el funcionario o la funcionaria que se pretende desplazar. Esta acusación es
evaluada y si resulta procedente, se le da intervención a la Cámara de Senadores y Senadoras, que actúa
como jurado y determina la posible responsabilidad del funcionario o funcionaria. En caso de
determinarse esa responsabilidad, la Cámara de Senadores y Senadoras dictará su sentencia, cuyo único
objetivo será la remoción del funcionario o funcionaria de su cargo.

Entre las causales que enumera la Constitución Provincial encontramos:


 Delitos en el desempeño de sus funciones
 Falta de cumplimiento de los deberes a su cargo
 Delitos comunes

Poder Ejecutivo
Este Poder es el que lleva adelante el cumplimiento de las reglas y normas que son
imprescindibles para el funcionamiento del Estado. Es el Poder administrador que además de velar por
el cumplimiento de los actos de gobierno, interviene en la sanción de las leyes poniéndolas en vigencia.

 Presidente/a de la Nación
En nuestro país, el Poder Ejecutivo es desempeñado por un ciudadano o una ciudadana con el
título de Presidente de la Nación Argentina, quien resulta electo/a por el voto directo del pueblo. El
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Poder Ejecutivo en nuestro país es unipersonal, es decir ejercido por una sola persona.
Del texto constitucional se advierte que el nuestro es un sistema presidencialista. La persona
titular del órgano ejecutivo es independiente del resto de los poderes.
Como se mencionara anteriormente, quien ejerce la vicepresidencia cumple la función de
presidir la Cámara de Senadores y reemplazar al presidente o a la presidenta sólo en caso de ausencia o
vacancia.
El Presidente y Vicepresidente duran en sus funciones por el término de cuatro (4) años y
podrán ser reelegidos o sucederse recíprocamente por un solo período consecutivo. Si han sido
reelectos o se han sucedido recíprocamente no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos, sino
con el intervalo de un período. Debe contar como mínimo con treinta (30) años de edad y haber nacido
en el territorio nacional o ser hijo de argentinos nativos, excluyendo la posibilidad de argentinos
naturalizados la posibilidad de poder acceder al cargo. La reforma constitucional de 1994 eliminó como
requisito el pertenecer al culto católico apostólico romano.

 Gabinete de Ministros y/o Ministras


El Presidente tiene un cuerpo de colaboradores/as que integra el Poder Ejecutivo, cuya
designación o remoción depende directamente de él. Nos referimos a los Ministros/as.
Después de la reforma de 1994 se creó la figura de Jefe/a de Gabinete de Ministros/as, quien
tiene un rango jerárquico mayor respecto de ministros y ministras, y ejerce la administración general del
país colaborando con el presidente o la presidenta.
El Jefe de Gabinete de Ministros/as se encuentra institucionalmente subordinado al
Presidente/a quien lo designa y remueve por su propia voluntad.
El jefe/a de gabinete de ministros/as y los demás ministros/as, tienen tareas dentro de la gestión
del gobierno. Entre otras funciones a su cargo, tiene el despacho de los negocios de la Nación, y
refrendan y legalizan los actos del presidente por medio de su firma, sin cuyo requisito carecen de
eficacia.

Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires


En nuestra provincia el Poder Ejecutivo es desempeñado por un ciudadano o una ciudadana con
el título de Gobernador/a elegido/a por el voto directo del pueblo de la provincia.
En la misma votación se elige a otra persona para ocupar el cargo de Vicegobernador/a, quien
tendrá por misión presidir de la Cámara de Senadores y Senadoras provincial.
Para el despacho de los negocios administrativos de la provincia la máxima autoridad es asistida
por ministros y/o ministras, secretarios y/o secretarias.
Entre las tantas funciones que abarca la tarea de gobierno le corresponde a quien ejerce el
ejecutivo provincial nombrar, con acuerdo del Senado, a los jueces y las juezas de la Suprema Corte de
Justicia, al Procurador/a General y al Subprocurador/a General.
Las demás personas juezas e integrantes del Ministerio Público son designadas por el Poder
Ejecutivo, de una terna vinculante propuesta por el Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado
otorgado en sesión pública (ver art. 175 de la Constitución de la Provincia de Bs. As.).

Poder Judicial
El Poder Judicial está integrado por los Jueces y por los funcionarios y agentes que se
desempeñan en los diferentes Tribunales, y está encabezado por la Corte Suprema de Justicia de la
Nación. Al igual que el Congreso de la Nación y que el Poder Ejecutivo Nacional, la sede de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación está ubicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Su función principal es dictar sentencias que resuelvan los casos presentados por los y las
particulares ante los Tribunales de Justicia. Las sentencias o fallos judiciales abarcan todos los temas que
pueden dar lugar a conflictos: la imposición de penas de prisión a una persona acusada de un delito, la
obligación de pagar una suma de dinero a una persona víctima de un daño, la determinación de una
maternidad o paternidad puestas en duda, la reincorporación de un empleado público, un reclamo
indemnizatorio por despido, divorcios, sucesiones, saldos pendientes en el cobro de pensiones, etc. Es
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importante reconocer que los fallos son textos cuyas consecuencias son muy concretas: el desalojo
compulsivo, la subasta de bienes, la restitución policial de un niño o niña, son algunos ejemplos de cómo
la actividad judicial tiene un impacto concreto en la vida de las personas que participan de los conflictos.
A su vez, los Jueces y las Juezas participan del sistema de controles y contrapesos propio del
sistema republicano de gobierno.
En el momento del dictado de las sentencias pueden hacerlo a través de la declaración de
inconstitucionalidad que invalide una norma o un acto administrativo (como por ejemplo una Resolución
de un Ministerio). De esta forma se reafirma la supremacía de la Constitución y los Tratados de Derechos
Humanos frente a actos de los otros poderes. Pero el Poder Judicial también es controlado a través de
los mecanismos para la designación y destitución de sus jueces y juezas por los otros poderes, al
participar tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo en los organismos encargados de la selección de
los candidatos, su designación y de sus remociones mediante el Juicio Político.
En suma, la función característica y principal de este Poder consiste en interpretar y decidir
cómo aplicar la ley -en tanto esta contiene supuestos enunciados de modo general- a un caso en
particular, cuando una cuestión controvertida es puesta a consideración de los órganos judiciales con el
fin de obtenerse una respuesta al conflicto.
Además, como se dijera previamente, sobre este Poder recae el control de constitucionalidad.
Esta atribución funciona como un control constante sobre la aplicación que el Poder Ejecutivo y el Poder
Legislativo hacen de la ley y la Constitución. Si pensamos a este tipo de control como una garantía
destinada a obtener una aplicación armónica del derecho vigente, debemos tener en cuenta que el
control de Constitucionalidad hoy sería insuficiente, y debe complementarse con un control de
convencionalidad -que también ya mencionamos-, ya que los instrumentos de derecho internacional de
derechos humanos son norma de aplicación obligatoria para los tres poderes que integran el Estado
argentino, en todos sus niveles.
La Constitución Nacional establece que una Corte Suprema de Justicia ejercerá el Poder Judicial
Nacional, junto a los demás tribunales inferiores que el Congreso establezca en el territorio de la Nación.
El carácter supremo de la Corte implica que su imperio es superior a los restantestribunales del país.

 Función Jurisdiccional
La actividad fundamental de este Poder consiste en la aplicación de las leyes vigentes para
resolver los conflictos de intereses en casos concretos que puedan suscitarse entre las personas,
llamados también “pleitos”, “litigios” o “causas”. Se define a la Causa como todo litigio o controversia,
choque de dos intereses enfrentados, que debe ser resuelto aplicando el derecho vigente. Esta labor es
exclusiva y propia del Poder Judicial. En definitiva recae en este poder la función de administrar justicia
cuando asílo requieran los y las habitantes de la Nación.

 Derecho al Acceso de la Justicia


El derecho de Acceso a la Justicia que tienen todas las personas es el fundamento principal sobre
el cual descansa la función jurisdiccional. El derecho a la jurisdicción es el derecho de acudir al órgano
judicial para que administre justicia. El Estado debe garantizar la administración de justicia.
El derecho a la jurisdicción o derecho de acceso a la Justicia no se agota con el mero acceso al
órgano judicial: el mismo está compuesto por un grupo de facultades que se les reconoce a todas las
personas y tiene por objeto garantizar el acceso de éstas a una decisión justa, fundada y oportuna,
dictada por un órgano judicial.

Los derechos que podemos rotular genéricamente como “derechos a la jurisdicción” son los
siguientes:
 Derecho a acceder a un órgano jurisdiccional
 Derecho de la persona litigante a presentar lo que pretende lograr con el juicio (sus
pretensiones)
 Derecho a obtener un pronunciamiento justo del órgano jurisdiccional en un plazo razonable
 Derecho a obtener una sentencia congruente
 Derecho a ejecutar la sentencia firme
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 Garantía de independencia
Como se mencionara previamente, el principio republicano de la división de poderes exige un
equilibrio de atribuciones y controles entre los tres órganos de gobierno. A fin de evitar una posible
relación de subordinación entre ellos, es necesario establecer instrumentos para su independencia.
Ya hemos visto algunas garantías constitucionales que aseguran la actividad del Poder
Legislativo ydel Poder Ejecutivo, se verá lo pertinente respecto del Poder Judicial.
Las garantías expresamente previstas por la Constitución Nacional (Art. 110) para asegurar la
independencia en el Poder Judicial son:
 La inmovilidad de los jueces y juezas, mientras dure su buena conducta.
 La intangibilidad de sus remuneraciones.

La inamovilidad de los jueces y juezas significa que dichos funcionarios y funcionarias se


mantendrán en sus puestos mientras dure su buena conducta. Por ende, a diferencia del presidente/a o
de los/as legisladores cuyos mandatos duran un período determinado, los jueces y juezas no poseen esa
limitación. Se mantienen en sus puestos hasta tanto generen una vacante (por renuncia, retiro o
fallecimiento) o por su remoción por mala conducta. En este último caso, los jueces y juezas de los
tribunales superiores (Corte Suprema de Justicia) pueden ser removidos por Juicio Político, en donde
interviene el Poder Legislativo y que puede ser solicitado por cualquiera de sus miembros así como por
el Poder Ejecutivo. En el caso de jueces o juezas que ocupen cargos en las Cámaras de Apelaciones o en
los tribunales de primera instancia, entonces su remoción debe darse por un mecanismo interno del
Poder Judicial llamado “jury de enjuiciamiento”.
La intangibilidad de las remuneraciones judiciales es otro de los aspectos que hacen a la
garantía de imparcialidad de los jueces. Implica que sus sueldos no pueden ser modificados mediante
decisiones del Poder Ejecutivo o del Poder Legislativo. Con ello se busca evitar que mediante presiones
económicas se generen incentivos para determinar ciertos favoritismos con el poder de turno.

Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires


Según el art. 160 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, el Poder Judicial es
ejercido por una Suprema Corte de Justicia, Cámaras deApelación, Jueces, Juezas y demás Tribunales
que la ley establezca.
Por ley 11.982 se creó, en la órbita del Poder Judicial, el Tribunal de Casación Penal de
la Provincia de Buenos Aires.

Más específicamente, el art. 1 de la ley 5827 (texto según Ley 14543) dispone que
La administración de justicia en la Provincia será ejercida por:
 La Suprema Corte de Justicia
 El Tribunal de Casación Penal
 Las Cámaras de Apelación en lo Civil y Comercial, de Garantías en lo Penal y en lo
Contencioso Administrativo
 Los Jueces y las Juezas de Primera Instancia en lo Civil y Comercial, de Familia, en lo
Contencioso Administrativo, de Garantías, de Garantías del Joven, de Responsabilidad Penal
Juvenil, en lo Correccional, de Ejecución en lo Penal y de Ejecución Tributaria
 Los Tribunales en lo Criminal
 Los Tribunales del Trabajo
 Los Jueces y las Juezas de Paz
 El Juzgado Notarial
 El Cuerpo de Magistrados Suplentes
 El Tribunal de Jurados

La Suprema Corte de Justicia es el máximo tribunal de la Provincia de Buenos Aires y está


compuesto por siete (7) miembros, y tiene jurisdicción en todo el territorio provincial.
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Ante ella actuarán el Procurador/a General y el Subprocurador/a General.
Según lo dispuesto expresamente por el art. 161 de la Constitución Provincial, la Suprema
Corte tiene las siguientes atribuciones:
 Ejerce la jurisdicción originaria y de apelación para conocer y resolver acerca de la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de leyes, decretos, ordenanzas o reglamentos que
regulen sobre materia regida por esta Constitución y se controvierta por parte interesada.
 Trata y resuelve en forma originaria y exclusiva las causas de competencia entre los
poderes públicos de la Provincia y en las que se susciten entre los tribunales de justicia con
motivo de su jurisdicción respectiva.
 Trata y resuelve en grado de apelación:
- De la aplicabilidad de la ley en que los tribunales de justicia en última instancia,
fundamenten su sentencia sobre la cuestión que deciden, con las restricciones que las leyes de
procedimientos establezcan a esta clase de recursos;
- De la nulidad presentada contra las sentencias definitivas pronunciadas en última
instanciapor los tribunales de justicia, cuando se alegue violación de las normas contenidas en
los artículos 168 y 171 de la Constitución.
 Nombra y remueve directamente secretarios, empleados y empleadas del tribunal, y a
propuesta de los jueces y las juezas de primera instancia, funcionarios y funcionarias del
Ministerio Público y de Paz, y el personal de sus respectivas dependencias.

 Consejo de la Magistratura
El Consejo de la Magistratura es un órgano creado por la Constitución de la Provincia de Buenos
Aires, que tiene como función seleccionar a los y las postulantes a Jueces/zas de la Provincia de Buenos
Aires e integrantes del Ministerio Público, excepto a quienes integran la Suprema Corte de Justicia, el
Procurador/a y Subprocurador/a General.
Las juezas y los jueces se seleccionan en un proceso que comienza en el Consejo de la
Magistratura, a través de los llamados a concurso público de idoneidad, antecedentes y oposición por el
cual se analizan las referencias profesionales y académicas de candidatas y candidatos que cumplen los
requisitos constitucionales, y se les evalúa en un examen y una entrevista personal. De este modo,
elabora una terna con los/las candidatos/tas con mejor puntuación, y se eleva al Poder Ejecutivo, que
selecciona a una persona de las ternadas. La propuesta del Poder Ejecutivo se eleva al Senado de la
Provincia, que debe prestar su acuerdo.
El art. 175 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires establece que, el Consejo de la
Magistratura se compondrá, equilibradamente, con representantes de los Poderes Ejecutivo y
Legislativo, de jueces/zas de las distintas instancias y de la institución que regula la matrícula de los
abogados y las abogadas en la Provincia. El Consejo de la Magistratura se conformará con un mínimo de
quince personas.
El art. 1 de la ley 11.868 establece que el Consejo de la Magistratura tiene su sede en La Plata y
está integrado por dieciocho (18) miembros.
El Consejo estará integrado por un/a (1) Ministro/a de la Suprema Corte de Justicia, un/a (1)
Juez/a de Cámara; un/a (1) Juez/a de Primera o Única Instancia y un (1) integrante del Ministerio
Público; seis (6) representantes del Poder Legislativo; cuatro (4) representantes del Poder Ejecutivo y
cuatro (4) representantes del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires.
La Presidencia del Consejo será desempeñada por el Ministro de la Suprema Corte de Justicia de
la Provincia que lo integre.
Las personas integrantes del Consejo permanecerán en sus cargos durante cuatro (4) años, con
renovación parcial cada dos años (arts. 1 y 3, ley 11.868). Se desempeñarán en su cargo mientras dure
su buena conducta, siempre que mantengan la condición que tenían al ser elegidas o designadas como
integrantes del órgano, colegio o estamento del cual provengan.

22
Según el art. 175 de la Constitución Provincial, es función indelegable del Consejo:
 Seleccionar postulantes a jueces, juezas e integrantes del Ministerio Público no
contemplados por el art. 175 1er. párrafo de la Constitución Provincial.

Además le corresponde al Consejo:


 Dictar su reglamento general.
 Aprobar los títulos de sus integrantes.
 Designar a quien ejercerá la vicepresidencia del Consejo.
 Convocar a consejeros académicos.
 Dividirse en Salas para la conformación de los jurados.
 Designar al Secretario/a del Consejo, Prosecretario/a y auxiliares.
 Convocar a concurso público de idoneidad, antecedentes y oposición parta la provisiónde
cargos vacantes.
 Confeccionar y elevar las ternas al Poder Ejecutivo con carácter vinculante.
 Preparar y ejecutar su propio presupuesto de gastos con las partidas que le asigne la Ley de
Presupuesto (art. 22, ley 11.868).
 (Inciso incorporado por Ley 13553) Crear, organizar y dirigir la Escuela Judicial, la que
establecerá métodos teóricos, prácticos e interdisciplinarios de preparación, motivación y
perfeccionamiento para el acceso y el ejercicio de las funciones judiciales. Deberá contemplar
una organización descentralizada, con representación en cada Departamento Judicial y
garantizará la pluralidad académica, doctrinaria y jurisprudencial.

 Enjuiciamiento a magistrados y magistradas


Según lo establece la Constitución Provincial, los jueces y juezas de la Suprema Corte de Justicia,
así como el Procurador/a y el Subprocurador/a, conservarán sus empleos mientras dure su buena
conducta.
Los jueces, juezas e integrantes del Ministerio Público designados por el Poder Ejecutivo, de una
terna vinculante propuesta por el Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado otorgado en
sesión pública (art. 175 de la Constitución Provincial), gozan de la misma estabilidad.
El artículo 182 de la Constitución Provincial establece de qué modo y en qué casos pueden ser
removidos los magistrados y las magistradas señaladas, como también en el art. 186 se establece que
una ley reglamentaria fijará los delitos, las faltas y el procedimiento en razón del cual él o la funcionaria
serán desplazados de su cargo.
Actualmente la ley que reglamenta este procedimiento constitucional es la ley 13.661 y demás
leyes modificatorias que le siguieron. En esta norma se establece que el Jurado de Enjuiciamiento
(también llamado “Jury” de Enjuiciamiento) tiene su sede y sesiona en dependencias de la Cámara de
Senadores y Senadoras de la Provincia.
Este jurado cuenta con una Secretaría Permanente a cargo de un Secretario o Secretaria y cinco
(5) Prosecretarios o Prosecretarias. Quien ocupe el cargo de Secretario o Secretaria debe reunir los
requisitos exigidos para ser Juez o Jueza de Cámara.
El mismo está compuesto por once miembros, y no puede funcionar si no cuenta con un número
mínimo de seis integrantes.
Está integrado por el presidente de la Suprema Corte de Justicia quien lo preside, cinco abogados
o abogadas inscriptos en la matrícula que reúnen las condiciones para ser miembro de dicho tribunal, y
hasta cinco legisladores o legisladoras con el título de abogados o abogadas.
Las personas legisladoras y abogadas que integran el jurado son designadas por sorteo, en acto
público, en cada caso, las personas legisladoras por quien preside el Senado y las personas abogadas por
la Suprema Corte de Justicia, a cuyo cargo estará la confección de la lista de los abogados y abogadas
que reúnan las condiciones para ser conjueces o conjuezas.
Cada vez que se produzca denuncia o requerimiento judicial contra magistrados, magistradas,
funcionarias o funcionarios a que se refieren los artículos 159 y 182 de la Constitución, el Secretario o la
Secretaria del Jurado de Enjuiciamiento lo pondrá inmediatamente en conocimiento de quien esté

23
presidiendo la Suprema Corte de Justicia y del Presidente o Presidenta del Senado.
El Jurado cuenta con las mismas facultades que las leyes otorgan a los jueces.
Su competencia se extiende a:

a) Suspender en el ejercicio de su cargo a la persona acusada, mientras dure el juicio.


b) Ordenar las medidas que considere pertinentes a fin de evaluar la verosimilitud de los hechos
llevados a su conocimiento
c) Destituir a la persona acusada cuando se declare su responsabilidad por delitos o por faltas
previstas por esta Ley.
d) Imponer las costas a la persona acusada en caso de destitución.
e) Imponer las costas a la persona que generó la acusación cuando hubiese procedido
infundadamente, siendo a cargo del Estado cuando la persona acusadora condenada fuese el Ministro o
Ministra de la Suprema Corte designado para denunciar y acusar, el Procurador/a de la Suprema Corte y
la Comisión Bicameral.
f) Remitir el proceso al Juez o Jueza competente en caso de haberse declarado la responsabilidad
penal de conformidad a lo previsto en el artículo 185 de la Constitución Provincial.
g) Remitir las actuaciones a la Suprema Corte de Justicia o a la Procuración cuando encontrare
hechos o circunstancias que no resultando de la jurisdicción del Jurado de Enjuiciamiento pudieren
habilitar su intervención por superintendencia.

El Jurado de Enjuiciamiento no tiene competencia para entender los posibles juicios por daños y
perjuicios que puedan derivar luego de la destitución de un juez o jueza y que además están
autorizados a poder iniciarse según el artículo 57 de la Constitución. Dichos procesos judiciales deberán
tramitar ante los tribunales comunes.
Si alguien entre los magistrados, las magistradas, las funcionarias y funcionarios enjuiciables
fuere acusado o acusada como autor/a de un delito en situaciones ajenas a sus funciones, el o la Fiscal, o
el Juez o la Jueza de la causa pondrá el hecho inmediatamente en conocimiento del Jurado por
intermedio de la Secretaría Permanente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrado y Funcionarios.
El Jurado, convocado al efecto por el/la Presidente/a, se limitará a declarar si es o no procedente
la formación del proceso de enjuiciamiento para tratar la destitución del juez o jueza, en algunos casos
puede suspender al funcionario acusado.
Ninguna de estas medidas afectará la continuidad del proceso penal que se esté enjuiciando al
denunciado/a.
Los magistrados, las magistradas y los funcionarios y las funcionarias podrán ser denunciados/as
por hechos cometidos en ejercicio de sus funciones que pudieren ser calificados por la Ley vigente como
delitos intencionales o “dolosos”.

24
Igualmente podrá denunciárselos por la comisión de las siguientes faltas:

a) No reunir las condiciones que la Constitución y la Leyes determinan para el


ejercicio del cargo.
b) No vivir dentro del partido en que ejerza sus funciones, en la medida en que esta
circunstancia produzca un perjuicio a la administración de justicia.
c)Gozar de un beneficio jubilatorio o de pensión nacional, provincial o municipal o
haberse acogidoa estos beneficios.
d)Incompetencia o negligencia demostrada en el ejercicio de sus funciones.
e) El incumplimiento de los deberes inherentes al cargo.
f) La realización de hechos o desarrollo de actividades incompatibles con la dignidad y
austeridadque el cargo judicial impone.
g) Apuestas de juego, por dinero, y que sean de una forma frecuente.
h) Dejar transcurrir en exceso los plazos legales determinados por la ley para la duración
de los procesos, sin que haya sentenciado en las cuestiones sometidasa su decisión.
i) Comisión de graves irregularidades en los procedimientos a su cargo o en los que
hubiereintervenido.
j) La intervención activa en política.
k) Para los funcionarios judiciales, ejercer la abogacía o la procuración, aunque sea
en otrajurisdicción, salvo en causa propia, de su cónyuge, o de los descendientes y ascendientes.
l) Aceptar el cargo de árbitro, por su incompatibilidad de funciones.
m) Contraer obligaciones civiles con los litigantes o profesionales que actúen en su
Juzgado oTribunal.
n) Ejercer el comercio o industria.
o) Desempeñar otra función pública no encomendada por ley, excepto la
docencia.ñ) La realización de actos de parcialidad manifiesta.
p) Estar concursado civilmente por causa imputable al funcionario.
q) Negarse injustificadamente a que le sean practicados controles médicos que
determinen sucapacidad laboral.
r) Toda otra acción u omisión que implique defección de la buena conducta que
exige la Constitución para el desempeño de la magistratura.
s) Las que se determinen en otras leyes.

En los casos de jueces/as que hayan dado lugar a la aplicación de sanciones en múltiples
oportunidades bajo responsabilidad de la Suprema Corte de Justicia, ese Tribunal podrá designar de
entre sus miembros un Juez o Jueza, a fin de formular la denuncia correspondiente contrala persona
Magistrada y proceder a su acusación ante un Jurado de Enjuiciamiento.
También puede acusarse a los miembros del Ministerio Público que hayan dado lugar a la
aplicación de sanciones en múltiples oportunidades bajo responsabilidad de quien es la máxima
autoridad de dicho órgano: el Procurador General. En ese caso, el señor Procurador General podrá
formular una denuncia contra el Magistrado y acusarlo ante el Jurado de Enjuiciamiento.
Pueden denunciar o acusar ante el Jurado de Enjuiciamiento: El Procurador o Procuradora
General de la Corte, los Colegios de Abogados, la Comisión Bicameral creada por la presente ley 14.441,
el Ministro de la Corte Suprema de Justicia designado por ese Tribunal y cualquier otra persona física o
jurídica que tuviere conocimiento de la existencia de un hecho que pueda configurar alguna de las
causales de remoción previstas por esta Ley.
Toda denuncia requerirá para la prosecución del trámite respectivo, su ratificación ante la
Secretaría Permanente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios, excepto cuando
dicho acto se haga por vía de un escribano público u otro funcionario competente.
Luego de iniciado el sumario contra el magistrado, la magistrada, el funcionario, o la funcionaria,
el Jurado evaluará la prueba que se aporte sobre el caso y si el veredicto fuere de culpabilidad, no
tendrá otro efecto que remover a la persona enjuiciada e inhabilitarla para ocupar en adelante otro
25
cargo judicial.
Si la remoción se fundare en hechos que pudieran constituir delitos de acción pública, se dará
intervención a la Justicia Penal.
Si fuere absolutorio, el Juez, la Jueza, la Funcionaria o el Funcionario, reintegrará a sus funciones en
forma inmediata.

26
TÍTULO 4: NOCIONES GENERALES DEL PODER JUDICIAL Y LA
ORGANIZACIÓN JUDICIAL DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
1. SUPREMA CORTE DE JUSTICIA
Hemos dicho anteriormente que es el órgano que lleva a cabo y representa el Poder Judicial en
el ámbito de la provincia de Buenos Aires. En este apartado desarrollaremos su funcionamiento en
forma detallada.

Composición
La Suprema Corte de Justicia se compone de siete (7) integrantes, un/a (1) Procurador/a y
un/a (1) Subprocurador/a General.
La Presidencia de la Suprema Corte se ejercerá rotativamente por quienes integren el
Tribunal durante el término de un año a contar desde la fecha de designación.

Atribuciones y Deberes
Sin perjuicio de lo dispuesto en la Constitución Provincial, pues ha sido señalado previamente, son
atribuciones de la Suprema Corte de Justicia las siguientes:

 Representar al Poder Judicial.


 Nombrar y remover a todas las personas funcionarias y empleadas auxiliares de la administración
de justicia (art. 161 inc. 4 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires); disponer sus
traslados, como así también el de las Oficinas del Poder Judicial.
 Disponer la inspección, por intermedio de su Presidente/a o integrantes que designe, de las
Cámaras de Apelación, Tribunales y Juzgados de cualquier clase, Registros Públicos, Archivos y
demás oficinas dependientes del Poder Judicial.
 Observar la conducta de Magistrados, Magistradas y demás personas funcionarias de la
administración de justicia.
 Fijar el horario de las Oficinas del Poder Judicial.
 Conceder licencias a las personas magistradas, funcionarias y empleadas a que se refiere el
inc. “Atribuciones y deberes del Presidente de la Suprema Corte”.
 Recibir juramento de las personas magistradas y funcionarias.
 Determinar la forma de reemplazo en caso de licencia, ausencia, fallecimiento, renuncia,
cesantía u otro impedimento de personas magistradas, funcionarias y empleadas, hasta
tanto se nombre otro titular.
 Llamar a cualquier persona magistrada o funcionaria de la Justicia a fin de prevenirle por
faltas u omisiones en el desempeño de sus funciones.
 Determinar la feria judicial y disponer de asuetos judiciales cuando un acontecimiento
extraordinario así lo exija.
 Formular las listas de profesionales auxiliares de la justicia, para nombramientos de oficio,
estableciendo los requisitos que éstos deben reunir para integrar dichas listas cuando leyes
especiales no lo establezcan.
 Establecer en todos los Departamentos Judiciales, los turnos judiciales y distribuir las causas
en los Juzgados, organizando al efecto Receptorías de Expedientes nuevos, las que estarán
dotadas de un Jefe o una Jefa y Segundo Jefe o Jefa, quienes deberán reunir las mismas
condiciones que para ser Secretario o Secretaria de Primera Instancia, y demás personal
necesario.

27
 Asimismo podrá, también, redistribuir las causas que tramitan en los Juzgados y demás Tribunales
cuando medien razones de necesidad que impongan una mejor administración de justicia, y, en
especial, en los casos de creación de nuevos órganos judiciales o se modifique la jurisdicción
territorial de los mismos.
 Organizar en todos los Departamentos Judiciales Oficinas de Mandamientos y Notificaciones.
 Suspender los términos judiciales cuando circunstancias especiales así lo requieran.
 Formar listas de personas abogadas que reúnan las condiciones para conformar la SupremaCorte
y las Cámaras de Apelación, a los fines de la integración de dichos Tribunales.
 Llevar un registro en el que se anoten las medidas disciplinarias adoptadas contra personas
magistradas, funcionarias y empleadas
 del Poder Judicial.
 Enviar anualmente al Poder Ejecutivo el proyecto de presupuesto y la memoria delmovimiento
general de los Tribunales y reparticiones bajo superintendencia.
 Proponer al Poder Ejecutivo las reformas de procedimiento (art. 165 de laConstitución).
 Formar la lista de los diarios de la Provincia y de cada localidad dentro de los cuales podrá
disponerse la publicación de edictos y anuncios judiciales, exigiendo el cumplimiento de los requisitos
establecidos en las leyes nacionales y provinciales que legislen al respecto.
 Dictar las reglamentaciones conducentes al debido ejercicio de las funciones que le acuerden las
leyes, así como también su reglamento interno.
 Establecer por vía reglamentaria las condiciones y cualidades que deberán reunir los interesados
para desempeñar los cargos de Secretario o Secretaria y demás cargos auxiliares del Poder Judicial.

 Pronunciamientos de la Suprema Corte de Justicia


La Suprema Corte de Justicia se expresa administrativamente a través de:
 Acordadas: Son decisiones de la Suprema Corte de Justicia, especialmente en materia de
superintendencia y reglamentaria.
 Resoluciones de la Suprema Corte: Son los actos administrativos que emana del órgano
mencionado.
 Resoluciones de Presidencia: Son los actos administrativos que emanan de la persona
que ejerza la Presidencia de la Suprema Corte.
 Resoluciones de Procuración General: Dictadas por la persona que ejerza la Procuración
General de la Suprema Corte de Justicia, mediante las cuales se disponen decisiones de
carácter administrativo sobre la organización y funcionamiento del Ministerio Público.

 Atribuciones y Deberes de quien presida la Suprema Corte

De acuerdo con lo que establece el art. 62 de la ley 5.827, corresponde al Presidente o a la


Presidenta de laSuprema Corte de Justicia:
 Representar al Tribunal
Conceder licencias a lasypersonas
mantener las relaciones
juezas, de éste
funcionarias con los demás
y empleadas por un Poderes,
término
integrantes de la Administración
que noexceda de quince (15) días. de Justicia y reparticiones del Estado.
 Velar poroeldisponer
Ejecutar orden ylaeconomía
ejecución de internos del Tribunal,
las resoluciones del vigilancia y cumplimiento
Tribunal relativas a la de sus
deberes por parte de las personas funcionarias y empleadas del mismo.
superintendencia.
 Recibir
Proponer pruebas
las quede
las medidas deban producirse ante
superintendencia queelestime
Tribunal, pudiendo los demás Jueces y
oportunas.
Juezas de la Corte asistir a las diligencias respectivas.
 Proveer los asuntos urgentes sobre cuestiones relativas a la superintendencia del
 Llevar la palabra
Tribunal, debiendoen las audiencias
informar a éstey dar
en ellaprimer
venia para hacer uso de ella.
acuerdo.
 Vigilar el despacho de las causas por parte de los integrantes
Ejercer la policía en el recinto de los Tribunales; a tales efectos, del Tribunal.
el personal destacado
 Tener bajo su directa inspección
enTribunales quedará a sus órdenes. las Secretarías del Tribunal.
 Citar al Tribunal con carácter extraordinario cuando las circunstancias así lo requieran.
Proveer la sustitución de las personas juezas, funcionarias y empleadas en los casos
deausencia o impedimento transitorio.
 Redactar la memoria del Tribunal.
28 En todas las providencias que dicte, la firma del Presidente o de la Presidenta será
refrendada por la de un Secretario o una Secretaria.
Organización Territorial del Poder Judicial
A los efectos de resultar más limitado y concreto los alcances de la actuación judicial en una
extensión geográfica como la que representa nuestra provincia, el territorio se dividido en
Departamentos Judiciales. Para los Fueros Civil y Comercial, de Familia, Responsabilidad Penal Juvenil,
Criminal y Correccional, la Provincia se fragmenta en veinte (20) Departamentos Judiciales con las
denominaciones que se enuncian a continuación7:

 Departamento Judicial Azul


 Departamento de Avellaneda - Lanús*
 Departamento Judicial Bahía Blanca
 Departamento Judicial Dolores
 Departamento Judicial Junín
 Departamento Judicial La Matanza
 Departamento Judicial La Plata
 Departamento Judicial Lomas de Zamora
 Departamento Judicial Mar del Plata
 Departamento Judicial Mercedes
 Departamento Judicial de Moreno – General Rodríguez
 Departamento Judicial Morón
 Departamento Judicial Necochea
 Departamento Judicial Pergamino
 Departamento Judicial Quilmes
 Departamento Judicial San Isidro
 Departamento Judicial San Martín
 Departamento Judicial San Nicolás de los Arroyos
 Departamento Judicial Trenque Lauquen
 Departamento Judicial Zárate-Campana

Ahora bien, conforme lo establecido por la manda del artículo 24 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial (Ley 5.827), los Tribunales de Trabajo tendrán asiento en:

7
Para mayor información, consultar el mapa judicial interactivo que se encuentra en la web de la SCBA (www.scba.gov.ar).
29
 Avellaneda
 Azul
 Bahía Blanca
 Bragado
 Campana
 Chacabuco
 Coronel Suárez
 Dolores
 Escobar
 Florencio Varela
 General San Martín
 Junín
 Lanús
 La Matanza
 La Plata
 Lomas de Zamora
 Mar del Plata
 Mar del Tuyú
 Mercedes
 Merlo
 Moreno
 Morón
 Necochea
 Olavarría
 Pergamino
 Pilar
 Quilmes
 San Isidro
 San Justo
 San Miguel
 San Nicolás de los Arroyos
 Tandil
 Trenque Lauquen
 Tres Arroyos
 Zárate

A su vez en cada departamento funcionan dependencias del Ministerio Público (Fiscalías,


Defensorías) y organismos de apoyo a la tarea judicial, como los Archivos Departamentales (en los que
se depositan los expedientes y documentos que no se encuentran en trámite) y las Oficinas de
Notificaciones y Mandamientos (donde se desempeñan los oficiales notificadores y los oficiales de
justicia, encargados de notificar las resoluciones judiciales a las partes en los expedientes y de hacer
cumplir las órdenes de los jueces y las juezas).

Organización interna
Para llevar adelante sus atribuciones, la Suprema Corte de Justicia cuenta con la siguiente
estructura:

30
Procurador/a General de la Suprema Corte
Es el Jefe o Jefa superior de los funcionarios/as que desempeñan el Ministerio Público ante los
Tribunales y Juzgados de la Provincia. Estos son: Fiscales, Defensores y Defensoras Oficiales, y Asesores y
Asesoras de Incapaces.
Es responsable del adecuado funcionamiento del Ministerio Público. Le corresponde fijar las
políticas generales del Ministerio Público y controlar su cumplimiento(art. 13, inc. 1, ley 12.061).
Representa al Ministerio Público ante la Suprema Corte de Justicia y es el órgano acusador ante
el Jury de Enjuiciamiento.

Organización Jerárquica y Jurisdiccional del Poder Judicial

 Tribunales Inferiores
Los Tribunales Inferiores están organizados y distribuidos en la provincia de Buenos Aires según
el siguiente esquema:

Estructura de un Juzgado
A los fines de graficar y hacer más dinámico el esquema bajo el cual funciona un juzgado de
primera instancia, se adoptó como ejemplo el diagrama de un Juzgado en lo Civil y Comercial.
En lo sucesivo se tratará cada una de las figuras que componen la planta de trabajadores/as
dentro de un juzgado, comprendiendo a las personas funcionarias y empleadas y su relación y tareas
que desempeñan.

 Juez o Jueza
Es la autoridad máxima del Juzgado Debe ser abogado/a y quien ejerce el poder jurisdiccional
del Estado, esto es, quien decide conforme a derecho el conflicto que le han planteado las partes.
Dicta Sentencias, fundadas en derecho, las cuales deciden sobre los problemas planteados en un
juicio. También dicta Autos, que son pronunciamientos que deciden sobre cuestiones menores pero
necesarias para darle continuidad al transcurso del proceso.
Son nombrados y nombradas por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado, dentro de una

31
terna elaborada por el Consejo de la Magistratura.

 Secretario o Secretaria
Es un funcionario/a público/a que debe ser abogado/a y al que se le da la categoría de personal
Jerárquico. Hace proyectos de resoluciones que el Juez o Jueza revisa, corrige y luego firma. El cargo es
designado por la Suprema Corte a propuesta del Juez, Jueza o Tribunal colegiado (Cámaras).8
Tiene a su cargo la jefatura de la Secretaría en el Tribunal donde se desempeña y las personas
auxiliares y demás empleadas ejecutan las órdenes que les imparte en lo relativo al despacho y manejo
del personal.
Es responsable de todos los materiales y bienes de la Secretaría (expedientes, papeles,
estanterías, teléfonos, etc.) y debe conservarlos en buen estado, respondiendo por su extravío o
destrucción.
Lleva ciertos libros bajo su cuidado (ejemplo: de detenidos, de Autos y Sentencias, etc.). Produce
los informes de estadísticas y cualquier otro que le sea requerido por el Juez, la Jueza o la Suprema
Corte.
Debe velar por el cuidado y conservación de los expedientes, en lo que respecta a su carátula,
foliatura, ubicación en casillas, etc.; además deberá procurar que la atención al público sea inmediata y
correcta. También da fe de las actuaciones judiciales cumplidas en el Tribunal (Actas por ejemplo, o
certificación decopias de expedientes).

 Auxiliar Letrado o Letrada


Es un funcionario/a público/a, que debe ser abogado/a, al que se le da la categoría de personal
Jerárquico. Tiene un nivel menos que el Secretario o la Secretaria a quien auxilia o con quien colabora
en las tareas propias de la Secretaría.
Hace proyectos de resoluciones que el Juez o la Jueza revisan, corrige y luego firma. Es
nombrado por la Suprema Corte a propuesta del Juez, Jueza o Tribunal colegiado (Cámaras de Apelación
o las de Casación en el fuero Penal).

 Jefe o Jefa de Mesa de Entradas


Es la persona encargada de la custodia de los expedientes y de su guarda en casillas según el
tipo de procesos.
En Mesa de Entradas se atiende al público, se exhiben los expedientes, se reciben escritos,
cédulas, mandamientos, oficios, testimonios y/o exhortos. A los escritos presentados por las partes
litigantes del juicio se les coloca cargo9 -en donde debe indicarse fecha y hora de la recepción del escrito
y firma del funcionario que lo recibió- y luego pasan a despacho. Otras presentaciones como las cédulas
de notificación10, mandamientos11, oficios12 y testimonios13, pasan a confronte para verificar que estén

8
Las funciones del Secretario o Secretaria se desprenden fundamentalmente de los arts. 38, 124 1er. párrafo, 125 inc. 5, 128, 129 inc. 3 y
137 del Código Procesal Civil y Comercial; 109 y 110 de la ley 5.177 (Ejercicio y Reglamentación de la profesión de abogado y procurador),
1.2, 1.3, 1.4 y 1.5 de la Resolución SCBA 854/73; 17 del Acuerdo 1.860; y 4, Acuerdo 2.514.
9
El cargo puesto al pie de los escritos será autorizado por el secretario o por el Oficial Mayor o 1ro. En algunos casos la SCBA
autorizó el cargo mediante fechador mecánico (art. 124, C.P.C.C.).
10
Las cédulas son suscriptas por el letrado patrocinante o apoderado de la parte que tenga interés en la notificación, o por el
síndico, tutor o curador “ad litem”, en su caso, quienes deberán aclarar su firma con el sello correspondiente. Deberán ser firmadas
por el secretario las cédulas que notifiquen embargos, medidas precautorias, entrega de bienes o la sentencia, y las que por el
objeto de la providencia o por razones de urgencia, el juez o jueza así lo considere (art.137, C.P.C.C.).
11
Llevan la firma del Juez o Jueza.
12
En principio, los oficios pidiendo informes, remisión de expedientes, testimonios y/o certificados, son firmados y sellados por el
letrado interviniente, debiendo contener la transcripción de la resolución que los ordena. Los oficios dirigidos a bancos, oficinas
públicas, o entidades privadas que tuvieren por único objeto acreditar el haber del juicio sucesorio, serán presentados
directamente por el abogado/a interviniente, sin necesidad de previa petición judicial (art. 398, C.P.C.C.). Los oficios dirigidos a
otros jueces son firmados por el juez o jueza y no deben contener el apercibimiento del art. 397 del C.P.C.C. Los oficios de embargo
de inmuebles o muebles registrables son firmados por el Secretario y deben llevar la transcripción de la resolución judicial que lo
ordena. Los oficios entre tribunales de distinta jurisdicción territorial (de la provincia de Bs. As. a otra provincia, Ciudad Autónoma
de Bs. As. o Nación) deben contener la firma del juez o jueza y del secretario o secretaria en cada una de las fojas (art. 3, inc. 6,
dec. Ley 9618/80 que aprueba el convenio sobre comunicación entre tribunales de distinta jurisdicción territorial y que rige para la
32
correctamente redactados y en algunos casos pasan a la firma del juez y del secretario. En mesa de
entradas también se anota el préstamo de los expedientes a los profesionales una vez autorizado el
mismo por el Secretario o Secretaria 14(ver notas al pie). Todas estas palabras que han sido destacadas
forman parte de las expresiones utilizadas sobre movimientos cotidianos de cualquier expediente
judicial en un juzgado.
El Jefe o Jefa trabaja con dos auxiliares (art. 5.1, Acuerdo 854).

 Oficiales y Auxiliares
Son empleados administrativos, designadas por la Suprema Corte a propuesta del Juez o Jueza.
Están regidos por el Estatuto del empleado/a judicial (Acuerdo 2.300).

Deberes y prohibiciones de la planta funcional


La actividad de cada una de las personas empleadas que forman parte de la planta funcional de
una sede judicial se debe ajustar a lo dispuesto por el Acuerdo 2300 y el Estatuto del Agente Judicial.
A continuación se transcriben las reglas más relevantes contenidas por dicha normativa.

 Deberes de los y las agentes


Artículo 66: “Los agentes están sujetos a los siguientes deberes:
a) Prestar en forma personal, regular y continua los servicios de su incumbencia según las tareas que se
les asignen dentro del horario general o especial que se determine por autoridad competente con toda
su capacidad, dedicación, contracción al trabajo y diligencia, conducentes a su mejor desempeño y a la
eficacia de la administración de justicia. Mediando algún impedimento, deberá justificarse como en los
casos de inasistencia.
b) Obedecer las órdenes del superior jerárquico siempre que observen las siguientes reglas: 1) que
emanen de quien tenga facultades para dictarlas; 2) que se refieran al servicio y por actos del mismo; 3)
que no sean manifiestamente ilícitas.
c) Mantener el secreto de los asuntos de servicio, aun después de haber cesado en el cargo, cuando sea
necesario por su naturaleza o en virtud de disposiciones especiales.
d) Cuidar los bienes del Estado, velando por la economía del material y la conservación de los elementos
confiados a su custodia, utilización o examen.
e) Observar en el servicio y fuera de él una conducta decorosa y digna.
f) Proceder con cortesía, diligencia y ecuanimidad en el trato con los profesionales, litigantes y público
en general.
g) Mantener vínculos cordiales, demostrar espíritu de cooperación, solidaridad y respeto para con los
magistrados, funcionarios y demás agentes de la administración de justicia.
h) Cumplir con los cursos de capacitación, perfeccionamiento y exámenes que se dispongan por autoridad
competente.
i) Dar cuenta por la vía jerárquica correspondiente de las irregularidades administrativas que llegaren a

justicia nacional en virtud de la ley 22.172).


11 Llevan la firma del Secretario/a. Cuando se trate de cumplir resoluciones o sentencias que deban inscribirse en los registros o

reparticiones de otra jurisdicción territorial, llevan la firma del juez/a y del secretario/a en cada una de las fojas (art. 7, dec. ley 9618/80).
14
Los expedientes únicamente podrán ser retirados de la Secretaría, bajo la responsabilidad de los abogados apoderados o
patrocinantes, peritos o escribanos en los casos siguientes: 1) Para alegar; 2) Para expresar agravios o contestar los mismos; 3) Para
practicar liquidaciones y pericias, partición de bienes, operaciones de contabilidad, verificación y graduación de créditos, mensura y
deslinde, división de bienes comunes, cotejo de documentos y redacción de escrituras públicas; 4) Cuando el juez/a lo dispusiera
por resolución fundada (art. 127, C.P.C.C.). El Jefe o Jefa de Mesa de Entradas cumplirá con el auxilio del o de las personas que se
asignen, sin perjuicio de la colaboración que le sea solicitada por el secretario en cada caso, las siguientes funciones: a) Cuidar el
orden y conservación de expedientes libros y toda otra documentación correspondiente a las mesas de entradas; b) Signar con sus
iniciales los cargos puestos a toda presentación en secretaría para su posterior autorización por el Secretario/a o por el Oficial 1°
(art. 124, C.P.C.C.); c) Confeccionar los legajos de causas paralizadas y archivadas; d) Informar a litigantes y profesionales respecto
del estado y movimiento de las causas, con la premura y trato debidos; e) Agregar a la causa respectiva -dentro de las 24 hs.- las
cédulas oficios e informes recibidos en secretaría. Cuando comprobaren o conocieren un acto irregular, lo comunicarán
inmediatamente por escrito al Secretario/a, para la adopción de las medidas del caso (art. 5.2, Acuerdo 854).

33
su conocimiento.
j) Respetar las instituciones constitucionales del país.
k) Declarar bajo juramento, en la forma y época que se establezca, los bienes de su propiedad y toda
alteración de su patrimonio.
l) Requerir al superior jerárquico se lo exima de intervenir en todo aquello en que su actuación pudiere
originar interpretaciones de parcialidad o concurriere incompatibilidad moral.
m) Declarar bajo juramento los cargos y/o actividades oficiales y privadas computables para la
jubilación, que desempeñe o haya desempeñado, como asimismo toda otra actividad lucrativa.
n) Denunciar su domicilio real dentro de las 72 horas de establecido ante la Suprema Corte de Justicia. Las
notificaciones que se efectúen en dicho domicilio surtirán todos los efectos legales hasta tanto no se declare
otro nuevo.
o) Declarar en los sumarios administrativos e informaciones sumarias ordenados por autoridad
competente.
p) Cumplir el examen psicofísico en las condiciones generales que se establezcan cuando lo disponga la
autoridad competente”.

 Prohibiciones de los y las agentes


Artículo 67: “Está prohibido a los/las agentes:
a) Percibir recompensas, estipendios que no sean los determinados por las normas vigentes, aceptar
dádivas u obsequios que se les ofrezcan como retribución de actos inherentes a sus funciones o a
consecuencia de ellas.
b) Arrogarse atribuciones que no les correspondan.
c) Ser directa o indirectamente proveedores o contratistas habituales u ocasionales del Poder Judicial.
d) Asociarse, dirigir o administrar, asesorar, patrocinar o representar a personas físicas o jurídicas que
cuestionen o efectúen contrataciones con el Poder Judicial salvo que éstas cumplan un fin social o de
bien público.
e) Referirse en forma despectiva a las autoridades o a los actos de ellas emanados, sin perjuicio de las
evaluaciones críticas realizadas con la finalidad de mejorar el servicio.
f) Retirar y/o utilizar con fines particulares los bienes o documentos del Estado o bajo su custodia, como
así también los servicios del personal a su orden dentro del horario de trabajo.
g) Propiciar o efectuar trámites o actuaciones administrativas o judiciales referentes a asuntos de
terceros.
h) Realizar gestiones por medio de personas extrañas en todo lo relacionado con lo establecido en este
régimen.
i) Usar las credenciales otorgadas para acreditar su calidad de agente judicial en forma indebida o para
otros fines.
j) Requerir en el desempeño de su función adhesiones políticas, religiosas o sindicales”.

2. FUERO CIVIL Y COMERCIAL

Introducción
El fuero Civil y Comercial trata sobre una muy amplia gama de cuestiones que hacen al
patrimonio de las personas, sus obligaciones contraídas por los contratos que ellas celebran, etc. Por
ende, generalmente nos encontraremos con procesos controvertidos, es decir con partes contrapuestas
en sus intereses dentro del juicio. En la mayoría de los casos la parte actora será el acreedor, mientras
que la demandada será el deudor.

El Proceso Judicial
Previo abordar el proceso judicial ante el fuero civil y comercial, se darán algunos lineamientos
acerca de los principios básicos sobre los cuales se estructura el concepto de proceso judicial, como así
también los fines y objetivos que busca alcanzar.

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Concepto
Suele afirmarse que el ser humano es un ser social, nace en una familia y necesita de otras
personas para sobrevivir, tiene necesidades biológicas, intelectuales y espirituales que no puede
satisfacer por símismo.
Por otro lado, los bienes no son ilimitados, por lo que al vivir en sociedad pueden presentarse
conflictos entre individuos. En las sociedades primitivas los conflictos se resolvían por la fuerza y los
hombres hacían justicia por mano propia. Al vivir en sociedad, los seres humanos acordamos que cuando
las partes en conflicto no pueden llegar a un arreglo particular recurren a un tercero imparcial, quien al final de
un análisis decide en justicia la situación planteada.
Así se creó al Estado. Los hombres y mujeres se han organizado en la sociedad, distribuyendo las
facultades del poder del Estado en tres órganos sobre los que ya hemos hablado: el Poder Legislativo
que dicta leyes para regir la sociedad, es decir, para regular la conducta de las personas, el Poder
Ejecutivo que dirige las acciones de gobierno para lograr el bien común y el Poder Judicial que resuelve
los conflictos que se suscitan.
La actividad Judicial se desarrolla a través de lo que se denomina el Proceso Judicial o juicio.
Este proceso es el reemplazo moderno a la violencia privada.
El proceso es un medio pacífico donde las partes en conflicto presentan sus argumentos y
pruebas para lograr la solución de sus diferencias. La razón de ser del proceso se halla en la necesidad de
erradicar el uso de la fuerza por mano propia entre los individuos, la cual resulta ilegítima en una
sociedad civilizada.
Así contemplado, el proceso cumple una doble función:
 Privada: es el instrumento que tiene toda persona en conflicto para lograr una solución
del Estado, al cual debe ocurrir necesariamente, como alternativa final, si es que no ha
logrado resolverlo mediante una de las posibles formas de arreglo del conflicto (las
cuales pueden ser desistimiento, el allanamiento y/o la transacción).-
 Pública: es la garantía que otorga el Estado a sus habitantes en contrapartida de haber
prohibido el uso de la fuerza en manos de los individuos particulares. Para efectivizar
esta garantía, el Estado organiza su Poder Judicial y describe previamente en una ley el
método de debate así como las posibles formas de ejecución de lo resuelto acerca del
conflicto determinado.
La serie de actos –la afirmación de los hechos supuestamente ocurridos (demanda), la negación
de los mismos (contestación), su confirmación (prueba) y su alegación (alegatos)- constituye las
distintas etapas del proceso judicial y es entendido como un debate donde ambas partes manifiestan lo
suyo. Toda esta serie de actos en el proceso tiende a obtener una declaración del juez o jueza ante
quien se presenta el litigio, o sea una sentencia.
Para concluir, diremos que el Derecho Procesal es el conjunto de normas jurídicas que regulan la
actividad jurisdiccional del Estado para la aplicación de las leyes “de fondo”, o sea aquellas normas que
establecen derechos y deberes para la población. La Constitución Nacional (art. 75 inc. 12) establece que
la facultad de dictar las normas de fondo corresponde a la Nación (Código Civil, Códigode Comercio, Código
Penal, etc.), reservándose a las Provincias la facultad de dictar los Códigos de procedimientos a través de
sus Legislaturas. Las leyes “de forma”, también llamadas “procesales” o “procedimentales”, son las que
fijan las reglas que deben seguirse en un proceso judicial, cómo debe hacerse, qué puede hacerse y qué
no, a fin de garantizar a las partes involucradas el derecho a ser escuchados, el obtener una sentencia
justa y los demás derechos y garantías establecidas en la Constitución Nacional. De este modo, las
normas procesales aplican el derecho de fondo, como dijimos más arriba.
También el Derecho Procesal establece normas que regulan la organización del Poder Judicial, la
competencia de las personas funcionarias que la integran, y la actuación del Juez o Jueza y las partes en la
sustanciacióndel proceso.

Garantías procesales. Debido proceso


Como hemos anticipado en el Título 2, las garantías que hacen al debido proceso forman parte
del derecho al acceso a la justicia del que gozan todas las personas.

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Un juicio representa una oportunidad para la persona afectada a fin de tener al menos la
satisfacción de participar en la decisión que le concierne y la expectativa de recibir una explicación de las
razones sobre la decisión que la afecta.
El debido proceso protege los principios fundamentales de libertad y justicia que se relacionan
con la base de todas las instituciones civiles.
La Constitución Nacional además de afirmar en su Preámbulo el objetivo de afianzar la justicia,
reconoce en el art. 18 que es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos.
La inviolabilidad de la defensa implica que la persona litigante debe ser oída y encontrarse en
condiciones de ejercitar sus derechos en la forma y con las formalidades establecidas por las leyes
comunes de procedimiento.

Partes del Proceso


Una Parte dentro de un proceso judicial es quien pretende y frente a quien se pretende o, más
ampliamente, quien reclama y frente a quien se reclama la satisfacción de una pretensión.

 Actora y demandada
En principio, en todo proceso intervienen dos partes: una que peticiona en nombre propio, o en
cuyo nombre se pide algo que puede ser exigido legalmente ante un tribunal, denominada “parte
actora” o “demandante”, y otra frente a la cual esa conducta es exigida, llamada “parte demandada”. Es
común entonces referirse a “la actora” o a “la demandante” para aludir a la persona que inicia el juicio, y
a “la demandada” para referirse a quien es acusada de algo o a la que se le exige algo dentro del
proceso judicial.
La presencia de esas dos partes en el proceso es una consecuencia del Principio de
Contradicción, estos Procesos se denominan “Procesos Contenciosos” (contienda, pelea, discusión).
A su vez, existen otros tipos de procesos llamados “Procesos Voluntarios”. En ellos no podemos
hablar de parte actora o demandada, pues aquí las pretensiones son coincidentes. Un ejemplo de ellos
son los Procesos Sucesorios en donde las personas herederas concurren ante el Juez o la Jueza a fin de
que determine su derecho a la Herencia. Aquí la idea de partes debe ser reemplazada por la de
“peticionantes”, es decir, aquellas personas que en interés propio reclaman ante un órgano judicial la
emisión de un pronunciamiento que resuelva sus pretensiones, constituya, integre o acuerde eficacia a
determinado estado o relación jurídica.
Cuando el proceso se inicia, las partes presentan al Juez o a la Jueza sus afirmaciones, que aún
no son hechos comprobados, sino que solamente alegan que pasaron a fin de exponer ante el juez o
jueza lo que pasó. Pero todo lo alegado por las partes debe ser luego probado en el proceso, si no, no se
tendrá por presentado lo dicho en el proceso.
Pueden ser partes todas las personas, tanto humanas como jurídicas (empresas u otras
entidades). Las personas jurídicas (Sociedades Civiles o Comerciales, Asociaciones, etc.) por su propia
naturaleza, deben actuar por intermedio de sus Representantes Legales (estos surgen del contrato,
estatuto o acto constitutivo de la Sociedad o Asociación).

 Terceras personas
En el proceso, en principio, intervienen dos partes: actora y demandada. Pero muchas veces
durante el desarrollo del proceso se incorporan a ella, ya sea en forma espontánea o por citación
judicial, otras personas distintas a las partes originarias, a fin de hacer valer derechos o intereses
propios. A ellas se las denomina “terceras personas” o “tercerías”.
También pueden intervenir en el proceso otras personas que no son parte, como por ejemplo
los testigos, los peritos, intérpretes, etc.

Clasificación de los Procesos


Existen distintos tipos de Procesos. Estos se diferencian por los plazos de duración de cada uno,
la posibilidad de aportar pruebas y el objeto que persiguen.
Los Procesos de Conocimiento, pueden ser de tres tipos: ordinario, sumario y sumarísimo.
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Tienen en común que el conocimiento del juez o de la jueza es pleno, es decir que se discuten todas las
cuestiones vinculadas con el conflicto que originó la intervención judicial.
Los Procesos Sumarios son aquellos de conocimiento limitado y de tiempo procesal más abreviado
queel ordinario.
Será aplicable el Proceso Sumarísimo cuando se reclame contra un particular que amenace
algún derecho o garantía reconocida por la Constitución Nacional o de la provincia, siempre que fuere
necesaria la reparación urgente del perjuicio o que el acto violatorio de ese derecho cese de forma
inmediata.
Otro tipo de juicio que no es el de conocimiento pero que también es muy común es el Proceso
Ejecutivo o algunos denominados Especiales, se autoriza a debatir ciertos temas, como por ejemplo la
bondad o legitimidad de un título ejecutivo (por ejemplo un cheque, un pagaré, o incluso una sentencia
judicial de un proceso anterior y que por algún motivo no pudo cumplirse).
A continuación se brinda, a modo de síntesis, características principales de los tipos de procesos
judiciales que podemos encontrar y cuáles son sus etapas y duración:
• Ordinario: Proceso de conocimiento pleno por parte del juez o la jueza, en donde se discuten todas
las cuestiones vinculadas con el conflicto que originó la intervención judicial.
Estructura: Demanda - Excepciones previas (diez días) - Contestación (quince días) - Traslado
reconvención (quince días) o documentos (cinco días) del demandado - Apertura a Prueba (cuarenta
días) - Sustanciación de Pruebas - Alegatos (seis días) - Sentencia (cuarenta o sesenta díassegún se trate
de tribunal unipersonal o colegiado).
• Sumario: Proceso de conocimiento limitado por parte del juez o de la jueza con plazos más breves
que el ordinario. No procede la recusación sin causa.
Estructura: Demanda - Contestación (diez días) - Traslado reconvención (diez días) o documentos
(cinco días) del demandado - Apertura a prueba (treinta días) - Sustanciación de Pruebas - Sentencia
(treinta o cincuenta días según se trate de tribunal unipersonal o colegiado).-
• Sumarísimo: Proceso de conocimiento limitadísimo y con plazos más abreviados que el sumario. No
es admisible la reconvención ni excepciones previas. Todos los plazos son de dos días, salvo el de
contestación de demanda que será de cinco días y el de prueba que fijará el juez. Sólo son apelables la
sentencia y las providencias que decretan medidas cautelares. El plazo para dictar sentencia es de diez
o quince días según se trate de tribunal unipersonal o colegiado.
• Ejecutivos: Son procesos en los que sólo se autoriza a debatir ciertos temas, y está dado únicamente
para aquellos títulos que la ley admite como Ejecutivos.-
Estructura: Demanda ejecutiva - Mandamiento de Ejecución y Embargo con citación para la defensa y
estar a derecho (cinco días en el juicio ejecutivo, ejecución de sentencia, ejecución hipotecaria o
prendaria o tres días en el juicio de apremio que es el cobro ejecutivo de créditos fiscales de la
provincia o municipalidades) - Oposición de excepciones y defensas - Sustanciación de Pruebas -
Sentencia (diez días).
• Universales: Son los que versan sobre la totalidad de un patrimonio, con miras a su liquidación (por
ejemplo: un concurso preventivo o una quiebra) o a su distribución (el proceso sucesorio).
• Acción de Amparo: Proceso destinado al resguardo de garantías constituciones de inmediata tutela
por parte de jueces y juezas. Son procesos en donde basta la comprobación inmediata de la restricción
de derechos y garantías constitucionales, sin orden de autoridad competente y sin expresión de causa
legal, para que sea restablecida por los jueces en su integridad, sin que pueda alegarse en contrario la
inexistencia de una ley que reglamente la garantía individual que existe y protege a las personas por el
solo hecho de estar consagrados por la Constitución Nacional, independientemente de las leyes que
reglamenten su ejercicio.
• Medida Cautelar: Son Medidas Precautorias que pueden ser solicitadas antes, durante y/o después
de la tramitación del proceso a fin de asegurar el resultado de un litigio. Tienen su fundamento en la
necesidad de que la sentencia pueda ser cumplida, el impedir mediante los correspondientes recaudos,
que durante la inevitable demora en la tramitación del proceso, el objeto del litigio pueda ser
modificado o disminuido o incluso desaparecer, bien por obra del demandado, bien por la acción del
tiempo y por la propia naturaleza de la cosa. Incluyen por ejemplo: los embargos preventivos, las
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anotaciones de litis, las inhibiciones, el secuestro de bienes, etc. demandado, bien por la acción del
tiempo y por la propia naturaleza de la cosa. Incluyen embargos preventivos, 
Expedientes
 Formación. Compaginación
Los expedientes se forman con el primer escrito (que es la demanda), al que se agregan por
orden cronológico los demás escritos, documentos, actas y otras actuaciones que vayan surgiendo en el
proceso.
Las demandas se presentan directamente ante la Receptoría General de Expedientes15 para su
adjudicación16. Sin perjuicio de que sea el Juez o la Jueza quien se pronuncie sobre su procedencia,
deberán también presentarse en la Receptoría: a) Los incidentes y causas que deban radicarse en una
determinada Secretaría con motivo de su vinculación con otra causa en trámite; b) Los pedidos de
recusaciones contra los jueces cuando fueren planteadas en el escrito de inicio; c) Exhortos dirigidos al
Juez o a la Jueza en turno (art. 5.1 Acuerdo 2.972).
Ingresarán directamente al juzgado y sin intervención de la Receptoría: a) Los exhortos y oficios
dirigidos al titular de un Juzgado determinado; b) Procesos por internaciones. Los procesos previstos en
el art. 482 del Código Civil ingresarán al Tribunal de Familia en turno, el que deberá remitir el expediente
dentro delas 24 hs. de su formación a la Receptoría a los fines de su registración (art. 5.2 Acuerdo 2.972).
Los documentos y copias que se acompañen al escrito de inicio se presentarán en sobre cerrado.
El formulario de ingreso a Receptoría deberá presentarse fuera del sobre. Junto con el formulario de
ingreso deberá presentarse fotocopia del documento de identidad de cada uno de los actores,
peticionantes o causantes -o constancia de razón social y número de CUIT expedido por la AFIP para
personas jurídicas.
Las carátulas de los expedientes suelen ser de cartulina, pudiendo admitirse el uso de carpetas
plásticas. En la carátula se indicará el nombre de las partes y el objeto del juicio, el juzgado o tribunal
donde tramita y el año de iniciación. Cuando los litigantes fuesen más de uno por parte, la carátula
podrá limitarse al nombre del primero de ellos con el agregado “y otro/a” o “y otros/as” (art. 29,
Acuerdo 2514).
A continuación del formulario de receptoría se agrega toda la documentación base de la
demanda, quedando en último término el cargo.
Las causas iniciadas diariamente son retiradas por personal autorizado de las respectivas
Secretarías al día siguiente de su recepción. Cuando en el escrito inicial se soliciten medidas de carácter
urgente, la causa -a pedido del presentante- se remitirá de inmediato a la Secretaría correspondiente. El
mismo trámite se seguirá en las causas que tramiten en el Fuero de Familia, Concurso preventivo,
Quiebra, Intervención judicial, liquidación de entidades de seguro, Amparo, Habeas data, Reclamo
contra actos de particulares (art. 321 inc. 1 del Código Procesal Civil y Comercial) e Interdictos y sobre
Capacidad de las Personas(art. 18, Acuerdo 2.972).
A partir de ese momento todas las actuaciones se presentan en el Juzgado y se agregan por
orden cronológico, incluso se discrimina por horas los escritos ingresados en el mismo día.
Los expedientes serán compaginados en cuerpos que no excedan de doscientas (200) fojas,
salvo los casos en que tal límite obligara a dividir escritos y documentos que constituyan una sola pieza.
En todos los casos se dejará constancia de la formación de un nuevo cuerpo (art. 23, Acuerdo 2.514).
Los cuerpos de los expedientes suelen coserse a fin de evitar extravíos de las fojas que los
componen. Se llevarán bien cosidos, salvo cuando que se haya optado por el uso del sistema de carpetas
plásticas y broches pasantes para la compaginación de expedientes (arts. 24, Acuerdo 2.514). Pero en
todos los casos cada foja de cada cuerpo de cada expediente deberá foliarse, es decir que deberá
numerarse de manera correlativa siguiendo el orden cronológico de la presentación de cada escrito o
acto procesal realizado en el juicio.
15
La recepción y distribución diaria de nuevas causas para los fueros civil y comercial, de familia y laboral, cuando en el lugar de
asiento funcione más de un Juzgado de Primera Instancia y/o Tribunal, compete a las Receptorías de Expedientes (art. 4.1 del
Acuerdo 2.972).
16
Las causas se asignan igualitariamente por sorteo, salvo en los casos de fuero de atracción o conexidad automática (art. 6, Acuerdo
2.972).

38
Será responsabilidad del empleado administrativo de mayor jerarquía de la secretaría o tribunal
el controlar la correcta foliatura de las causas y verificar que cada escrito o resolución que se incorpore a
las mismas sea debidamente foliado (art. 30, Acuerdo 2.514).
Todo cambio o modificación en la foliatura original del expediente deberá ser dispuesta
expresamente por el titular del juzgado o tribunal. Deberá dejarse constancia en la primera foja
afectada por ese cambio de la que le corresponde a dicha decisión (art. 31, Acuerdo 2.514).
Toda la documentación adjuntada en el escrito de demanda, su contestación, reconvención y, en
general, con cualquier escrito, deberá ser foliada aun cuando en el despacho inmediato sea dispuesto su
desglose (art. 32, Acuerdo 2.514).
Los cuadernos de prueba llevarán una carátula de distinto color a la del principal. Llevarán
foliatura independiente ubicada al pie de cada foja. Cuando deban ser incorporados al principal se
agregará primero el cuaderno de la parte actora y luego el de la demandada, y serán foliados según la
que lleve el principal en forma correlativa (art. 33, Acuerdo 2.514).
Los documentos deberán agregarse en forma que permita íntegramente su lectura y, cuando no
tuvieren margen izquierdo, lo serán sobre una hoja separada que se unirá a los autos (art. 34, Acuerdo
2.514).
Se deberá dejar debida constancia de cualquier desglose que se practique en el expediente, la
que será suscripta por el secretario/a o por el empleado/a administrativo/a de mayor jerarquía de la
secretaría o tribunal. La constancia deberá ser realizada en el lugar del desglose, indicándose la foja en
que el mismo fue ordenado (art. 35, Acuerdo 2.514).
Cuando se reincorporen piezas que fueron desglosadas se deberá hacerlo en el lugar en que
originariamente estaban agregadas (art. 36, Acuerdo 2.514).

 Publicidad
Los expedientes son públicos, salvo los procesos de familia, los juicios de adopción, las
actuaciones previas a la obtención de una medida precautoria (art. 197, Código Procesal Civil y
Comercial) o cuando exista disposición judicial expresa de reserva.
En principio pueden ser examinados en la Mesa de Entradas del Tribunal por las partes, por
quienes los soliciten invocando un interés legítimo, por los abogados/a, escribanos/a, procuradores/a o
peritos, por quienes comprueben su calidad de empleados/a del abogado/a (art. 1.5, Acuerdo 854).
Debe tenerse presente que corresponde la negación de la exhibición cuando hubiere sospecha
fundada de que la persona que pretende examinarlos ejerce ilegalmente una profesión forense o una
actividad ilícita. En este caso, debe ponerse el hecho en conocimiento de la justicia en lo penal.

 Préstamo
Los expedientes no pueden salir del juzgado. Pueden, no obstante, ser otorgados en préstamo
previa solicitud presentada por escrito ante el juzgado y debidamente autorizada por el juzgado.
Únicamente podrán ser retirados de la Secretaría, bajo la responsabilidad de las personas abogadas
apoderadas o patrocinantes, peritos o escribanas en los casos siguientes: 1) para alegar; 2) para expresar
agravios o contestar los mismos; 3) para practicar liquidaciones y pericias, partición de bienes,
operaciones de contabilidad, verificación y graduación de créditos, mensura y deslinde, división de
bienes comunes, cotejo de documentos y redacción de escrituras públicas; 4) cuando el juez o la jueza lo
dispusiera por resolución fundada (art. 127 del Código Procesal Civil y Comercial).
De ser otorgado el préstamo, se anota en un libro especial (comúnmente llamado “Libro de
Préstamos”), que se lleva en Mesa de Entradas, y se consigna número, carátula, fojas obrantes en el
expediente, fecha y plazo del préstamo.
Vencido el préstamo sin que el expediente haya sido devuelto sin causa justificada, quien se lo
haya llevado será condenado al pago de una multa diaria por cada día de retardo, salvo que manifieste
haberlo perdido, en cuyo caso se le aplicarán las multas que establece el art. 130 del Código Procesal
Civil y Comercial sin perjuicio de su responsabilidad civil o penal. El Secretario deberá intimar su
inmediata devolución a quien lo retenga y si ésta no se efectuara, el Juez mandará secuestrar el
expediente, con el auxilio de la fuerza pública, sin perjuicio de remitir los antecedentes a la Justicia Penal
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(art. 128 del Código Procesal Civil y Comercial).

 Entrega y devolución
Los expedientes son anotados en el Libro de Préstamos al ser retirados del Tribunal, y
cancelados al ser reintegrados por el prestatario.

 Archivo. Custodia de expedientes


Terminado un proceso, por cualquiera de los medios que el código prevé (sentencia, caducidad,
allanamiento, desistimiento, conciliación y transacción), o se paralizase su trámite por dos años, se
dispondrá el archivo del expediente (arts. 106, ley 5.827; 48, Acuerdo 2.212), dejándose constancia de la
fecha de su envío y los datos necesarios para su búsqueda.
Actualmente, los expedientes que no tienen movimiento por un tiempo prudencial se
paralizan, para lo cual se agrupan y forman paquetes que se identifican con una letra y un número, la
letra corresponde a la primera con que comienza la carátula y el número al número del paquete
correlativo de esa misma letra (ej. “M-14”, significa que el expediente del que se trata está archivado en
el paquete nº 14 de la letra M, de ese Tribunal). En la Mesa de Entradas del Juzgado se guarda una copia
del listado de los expedientes paralizados. Luego de un tiempo sin que el expediente se extraiga de
paralizado, el mismo es remitido al Archivo Judicial de la Provincia.
Los expedientes archivados sólo pueden ser extraídos del archivo por orden escrita del juez,
tribunal o cámara de apelación. (arts. 49, inc. d y 50, Acuerdo 2.212).

 Custodia
Los expedientes, escritos, documentos e instrumentos judiciales desde el momento de su
presentación, quedarán bajo la custodia y responsabilidad del Secretario o Secretaria (arts. 1.1 y 1.2.b,
Acuerdo 854).
Los Secretarios son responsables de las mutilaciones, alteraciones o pérdidas de los documentos que
estuvieron a su cargo, salvo que se comprobara la acción directa y dolosa de terceros. Por el extravío de cada
expediente cuyo paradero no justifiquen, incurrirán en multa, sin perjuicio de que, instruida una información
sumaria, se sancione del mismo modo la inconducta del personal si hubiere contribuido a su pérdida, siendo
exclusiva responsabilidad del empleado o funcionario si se demostrare que obró con negligencia (arts. 1.4,
Acuerdo 854; art. 112 de la ley 5.177; y art. 66 de la ley 5.827).

 Días y horas hábiles. Habilitación


Las actuaciones y diligencias judiciales se practicarán en días y horas hábiles bajo pena de nulidad.
Son días hábiles todos los días del año, salvo los sábados, domingos, feriados y días no
laborables declarados por ley o decreto, por los Poderes Ejecutivos de la Nación o de la Provincia, o por
Acordadas de la Suprema Corte de Justicia; todo el mes de enero y los días de feria en invierno.
Son horas hábiles las comprendidas dentro del horario establecido por la Suprema Corte para el
funcionamiento de los tribunales (en la Provincia de Buenos Aires, de 8 a 14 horas); pero respecto de las
diligencias que los jueces, funcionarios o empleados deban practicar fuera de la oficina, son horas
hábiles las que median entre las siete (7) y las veinte (20) (art. 152 del Código Procesal Civil y Comercial).
Los jueces, de oficio o a petición de parte interesada, pueden habilitar días y horas inhábiles a
efectos de la realización de diligencias o actuaciones urgentes, cuya demora pueda causar perjuicio
irreparable dentro del proceso (art. 153 del Código Procesal Civil y Comercial). Debe destacarse que la
habilitación debe solicitarseen día y hora hábil.
Ahora bien, si una diligencia se inició en día y horas hábiles, puede llevarse hasta su fin sin
interrumpirla y sin necesidad de habilitar el tiempo inhábil; es decir, el acto puede exceder el tiempo
hábil, pero no necesita una ampliación expresa (art. 154 del Código Procesal Civil y Comercial).

 Modo de contar los intervalos del derecho


El modo de contar los intervalos del derecho se encuentra consignado en el artículo 6 del Código
Civil y Comercial de la Nación (Ley 26.994) y es el siguiente:
40
 Día es el intervalo entero que corre de media noche a media noche. En los plazos fijados en días,
a contar de uno determinado, queda éste excluido del cómputo, el cual debe empezar al siguiente.
 Los plazos de mes o años, se computan de fecha a fecha. Cuando en el mes del vencimiento no
hubiera día equivalente al inicial del cómputo, se entiende que el plazo expira el último día de ese mes.
 Los plazos vencen a la hora veinticuatro del día del vencimiento respectivo.
 El cómputo civil de los plazos es de días completos y continuos, y no se excluyen los días
inhábiles o no laborables. En los plazos fijados en horas, a contar desde una hora determinada, queda
ésta excluida del cómputo, el cual debe empezar desde la hora siguiente.

Las leyes o las partes pueden disponer que el cómputo se efectúe de otro modo. Son Libros del Tribunal:

Libro de Entradas de causas.


Libro de Préstamos de expedientes -llamado libro de recibos en el art. 2.2 del Acuerdo 854)-.
Libro de Audiencias.
Libro de Pases, traslados o vistas (arts. 110 inc. 3, 111, ley 5.177).
Libro de Asistencia -también llamado de Nota- (art. 133 del Código Procesal Civil y Comercial).

 Pases
Cuando un expediente es enviado a otro Tribunal u Oficina, se extiende una constancia que es
firmada por el empleado de Mesa de Entradas del Tribunal u Oficina que lo recibe, y dicha constancia
vuelve al Tribunal que lo envió para ser encarpetado o agregado al Libro de Pases (a veces la constancia
se extiende en un libro).

Escritos Judiciales

Requisitos y formalidades
EL Código Procesal Civil y Comercial establece los requisitos formales que deben contener los
escritos judiciales. Conforme el artículo 118 del Código Procesal Civil y Comercial (C.P.C.C.), los escritos
deben confeccionarse en tinta negra o azul negra, en caracteres legibles (pueden ser manuscritos o a
máquina) y sin claros en las páginas. Deben encabezarse con la expresión de su objeto17, el nombre y
apellido de quien lo presente, su domicilio constituido juntamente con una casilla de correo electrónico,
que será la asignada oficialmente al letrado/a que lo asista, donde se le cursarán las notificaciones por
cédula que no requieran soporte papel y la intervención del Oficial Notificador (art. 40 C.P.C.C. según ley
14.142) y la enunciación de la carátula del expediente. Las personas que actúen por terceros deberán
expresar, además, en cada escrito, el nombre de sus representantes, o, cuando fueren varios, remitirse
a los instrumentos que acrediten la personería. Deben estar firmadospor los interesados.
El artículo citado contiene los requisitos formales comunes a todos los escritos. Su exigencia se
justifica en el proceso civil por diversas razones prácticas.
Analizaremos seguidamente el contenido de cada uno de los requisitos exigidos por el Art. 118
del C.P.C.C.:

17
Es un resumen que expresa con muy pocas palabras el contenido del escrito. Debe estar inserto en la parte superior del
mismo, y permite ubicar rápidamente al juez o a quien proyecta el despacho en el tema objeto de la petición (por ejemplo:
“SOLICITA DESARCHIVO”, “PIDE OFICIO”, “PIDE SE RESUELVA”).

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 Encabezamiento: Cuando el litigante actúa por derecho propio, en el encabezamiento basta
con mencionar su nombre y apellido. Cuando el que actúa es el representante, legal o
convencional, debe mencionarse su nombre y apellido, y el nombre y apellido de su
representado. La práctica judicial ha admitido que el representante, sin mencionar el nombre y
apellido de su representado, indique por qué parte actúa. Por ejemplo: "NN por la actora".
 Carátula del expediente: En el expediente judicial deben reunirse ordenadamente todas las
actuaciones de los litigantes y del juez y sus auxiliares. La mención del número de expediente y
la carátula del mismo sirven a ese objetivo, de manera tal que el juez o la jueza pueda resolver
sobre las cuestiones planteadas en el proceso.
 Escritura: Los escritos deben ser confeccionados a máquina o a mano en forma clara, debiendo
usarse tinta negra o azul negra indeleble. Sin embargo, la práctica forense ha admitido el uso
de formularios impresos o fotocopiados siempre que guarden aquellos caracteres. También la
práctica tribunalicia ha admitido la presentación de escritos presentados por los profesionales
sin respetar el color de tinta que exige el Código. Sin embargo, lo fundamental y que no puede
prescindirse es la letra clara y comprensible fácilmente.
 Firma: La firma de la persona litigante cuando actúa por derecho propio, o la de su
representante legal o convencional en su caso, es un requisito formal indispensable para la
validez del escrito. La firma debe ser auténtica, pues de lo contrario, carece de validez. Todas
las firmas deben ser aclaradas a máquina o mediante sello.
 Impresión dígito pulgar: En aquellos casos en que las personas interesadas no supieren o no
pudieren firmar los escritos, pueden sustituir la firma mediante la impresión de la huella
dactilar del dígito pulgar derecho.
 Idioma: En toda actuación procesal, deberá emplearse el idioma nacional. Cuando éste no
fuere conocido por la persona que deba prestar declaración, el juez, la jueza o tribunal
designará por sorteo un traductor público (art. 115, C.P.C.C.).

Anotación de peticiones verbales


Podrá solicitarse la reiteración de oficios o exhortos, desglose de poderes o documentos,
agregación de pruebas, entrega de edictos y en general que se dicten providencias de mero trámite,
mediante simple anotación en el expediente firmada por el solicitante (art. 117, C.P.C.C.).
La petición no es verbal sino escrita, ya que es la persona litigante o profesional quien la escribe
en el expediente y la certifica el Oficial 1°.
La manera común de redactar y presentar una petición verbal es, a modo de ejemplo, el
siguiente:

"En el día de la fecha, comparece el Dr/a ........ por la parte actora /demandada y solicita,
atento el estado de la causa, que se fije nueva fecha de audiencia para los testigos
ofrecidos a fs ... ".-

Firma del abogado/a.


Firma Secretario/a u Oficial 1°

La petición debe asentarse en el expediente respetando el orden cronológico de los actos


procesales precedentes, a partir del último espacio en blanco de la última foja, o bien en hoja nueva. No
se deben asentar las peticiones verbales en los folios donde consten cédulas u oficios.

42
Copias
El artículo 120 del C.P.C.C. dice: "De todo escrito que debe darse vista o traslado, de sus
contestaciones y de los que tengan por objeto ofrecer prueba, promover incidentes, o constituir nuevo
domicilio, y de los documentos con ellos agregados, deberán acompañarse tantas copias firmadas como
partes intervengan”.
El fundamento de la norma radica en que los y las profesionales necesitan tener copias de los
escritos presentados por las partes, para poder ejercer debidamente su derecho de defensa. Además,
para poder guardar en sus archivos todos los antecedentes de los juicios en que intervienen. De allí es
que impone la obligación de acompañar copias, no sólo de todo escrito del que deba darse traslado o
vista, sino de los escritos en que se conteste la vista o traslado, cuyas copias quedan a disposición del
litigante en Mesa de Entradas.
En caso de la eventual pérdida del expediente, las copias de los escritos facilitan su
reconstrucción.

Desglose
Consiste en retirar del expediente escritos o documentos. Cuando se proceda a desglosar
deberá dejarse constancia en el expediente de las piezas desglosadas y de la foja en que se encuentra la
resolución que dispuso el desglose, pero sin que ello altere la foliatura del expediente.
A continuación de la última pieza desglosada se coloca una nota remitiendo a la constancia de
desglose (v.gr.: “Desglose de fs. ...... ver fs ”). En la última foja del expediente se deja asentado el
desglose (v.gr.: “En la fecha entregué al Dr/a. ..................., Cred. N° ............. la documentación
obrante a fs. .................. conforme se ordenara a fs. Conste.”).

Cargo
El cargo es el acto formal que indica, mediante la colocación de un sello especial con el nombre
del juzgado, la fecha y hora de presentación de un escrito o documento en el expediente y determina el
tiempo en que la presentación se ha cumplido. El cargo tiene vital importancia para determinar si el acto
procesal o diligencia presentada por algún litigante ha sido cumplida en término.
Inmediatamente después de recibir un escrito, dictamen o pericia, el personal de mesa de entradas le
pondrá cargo, que será firmado por el Secretario, Secretaria u Oficial Mayor o 1°, indicando el día y hora de
presentación, si está firmado por letrado/a y cualquier otro detalle de significación (por ejemplo el detalle de
la documentación acompañada). Acto seguido lo agregará al expediente y lo foliará, pasando éste al
Secretario/a,Oficial Mayor o 1ro.
El escrito no presentado dentro del horario judicial del día en que venciere un plazo -esto es de
8 a 14 horas- sólo podrá ser entregado válidamente en la Secretaría que corresponda el día hábil
inmediato y dentro de las cuatro primeras horas del despacho (3er. párrafo, art. 124, C.P.C.C.), conocido
como “plazo de gracia” o coloquialmente como “cuatro primeras”.
La presentación de un escrito que debe cumplirse en un plazo determinado, debe ser
considerada extemporánea cuando no se efectúa dentro del término, aun cuando sea por pocos
minutos.
El cargo que reúne todos los requisitos formales exigidos por el código, debe ser considerado
como un instrumento público.
El cargo generalmente está pre-redactado o confeccionado de antemano en un sello que
directamente se impone sobre los escritos presentados. El mismo, usualmente está redactado del
siguiente modo:

Modelo.
Presentado el.........de......................de dos mil ..............., siendo las .............hs., con/sin
firma de letrado/a.

43 Firma del Secretario/a u Oficial Mayor o 1ro.


Respecto al plazo de gracia (así se denomina al plazo excepcional que dispone el citado artículo
124 C.P.C.C.) resulta de vital importancia para los y las litigantes que no han podido efectuar su
presentación en el plazo ordinario concedido, ya que los faculta a presentar válidamente su escrito el
día hábil inmediato y dentro de las cuatro primeras horas de despacho.-

Resoluciones Judiciales

Concepto
Son actos procesales emanados del órgano jurisdiccional. Como veremos seguidamente, existen
resoluciones de diferentes clases.

Clases
 Providencias simples: son los decretos que proveen sin sustanciación (traslado) al desarrollo
del proceso y deben ser pronunciados dentro de los tres días a contar de la fecha del cargo.
O, inmediatamente, si debieran ser dictadas en una audiencia o revistieran carácter urgente
(art. 34 inc. 3, a, C.P.C.C.).
No se exigen otras formalidades que su expresión por escrito, indicación de fecha, lugar y
firma del Juez/a.
 Resoluciones interlocutorias: deciden todas las cuestiones que se plantean dentro del
proceso, que no deban ser resueltas en la sentencia definitiva. Deben pronunciarse en los
plazos establecidos en el Código Procesal Civil (diez días para juzgados unipersonales como
los Juzgados de Primera Instancia o quince días para tribunales colegiados como los
Tribunales del Trabajo o de Familia) de quedar en estado de resolver (art. 34 inc. 3, b,
C.P.C.C.).
 Sentencias: deciden el fondo de las cuestiones motivo del proceso y deben ser pronunciadas
en el plazo de cuarenta o sesenta días, según se trate de juez unipersonal o tribunal
colegiado (art. 34 inc. 3, c, C.P.C.C.), (ello rige para el Proceso Ordinario). En el Proceso
Sumario el plazo se reduce a treinta o cincuenta días, según se trate de tribunal unipersonal
o colegiado. En el Proceso Sumarísimo el plazo será de diez o quince días.

Audiencias

 Formalidades
En el Proceso se toman audiencias por distintos motivos (ratificación o reconocimiento de firma,
declaración testimonial, absolución de posiciones, audiencia de conciliación). Una vez que se ordena la
producción de la audiencia, son llevadas a cabo en la Secretaría y serán tomadas por un auxiliar con la
presencia del Juez, Jueza, Secretario o Secretaria -según corresponda-, quien controlará su desarrollo.
La audiencia testimonial es la que se toma para recibir la declaración de una persona física,
sobre hechos pasados de los que tuviere conocimiento o que ha visto u oído. Las y los testigos
deben ser mayores de edad, capaces y concurrir con su D.N.I. Los mismos deben ser citados con
anticipación y deben comparecer, porque es una carga pública, es decir que no pueden rehusarse.
Además deben decir la verdad, bajo la posibilidad de ser pasibles de incurrir en delito de falso
testimonio (Art. 275 Código Penal).
La audiencia de absolución de posiciones es el medio que tienen las partes para obtener la
confesión de su contraria en un proceso determinado.
La audiencia de conciliación se desarrolla entre las partes, para lograr el avenimiento sobre
distintos aspectos o puntos del proceso, se pueden decretar en cualquier etapa del proceso, hasta el
llamamiento de “Autos para Sentencia”18.

18
La providencia de “autos para sentencia” es la que se dicta a fin de poner el expediente en estado de dictar sentencia. Desde
el llamamiento de autos quedará cerrada toda discusión y no deben admitirse más escritos ni producirse más pruebas, salvo las
44
Preguntas, Repreguntas y Oposición
El o la testigo debe concurrir con su D.N.I. y prestar juramento de decir la verdad. Luego se lo
interroga por las “generales de la ley”, es decir que se le requieren sus datos personales: nombre, edad,
nacionalidad, profesión, estado civil y domicilio, se le pregunta si tiene conocimiento de los litigantes, si
es pariente de algunos de ellos y en qué grado, si es amigo con frecuencia de trato o enemigo, acreedor,
deudor, empleado, empleador o tiene algún otro género de relación o vínculo con cualquiera de los
litigantes, y a continuación se le interroga de acuerdo a un pliego de preguntas. Cuando se concluye con
las preguntas enumeradas, los/a abogados/a de las partes pueden ampliar el interrogatorio (Primera
ampliación... Segunda ampliación, etc.) y la parte contraria puede repreguntar.
El juez o jueza tiene la faculta de desestimar o no considerar la declaración testimonial, incluso si
ello no fuera pedido por un parte en el juicio. L margen de esta posibilidad , las partes pueden formular
oposición a la declaración de un testigo cuya declaración no procediese por disposición de la ley, tal
como cuando se trata de una persona menor de 14 años, del hijo, hija o cónyuge de una de las partes.

Oficios

Concepto
Es un acto procesal, una comunicación escrita que se da dentro del proceso. A través de un
Oficio se recaba información, se requiere documentación, se disponen medidas o se delegan en otras
personas funcionarias o magistradas las medidas ordenadas por el juzgado.
 Requisitos que debe contener

 Lugar y fecha de su otorgamiento.


 Identificación de la persona magistrada o funcionaria a quien se dirige.
 Datos identificatorios del expediente en el cual se ordena el oficio.
 Tribunal de origen.
 Transcripción del auto que lo ordena cuando no es suscripto por el Juez o la Jueza.
 Persona autorizada a diligenciarlo y retirarlo.
 Cierre o saludo.
 Sello del Juzgado o Tribunal, y aclaratorio de firmas de Juez/a o Secretario/a21 bien
colocados y claros.

 Recaudos especiales
Cuando la comunicación se realiza entre distintas Provincias, conforme el Dec. Ley 9.618/80,
deben tenerse en cuenta algunos recaudos especiales, como así también disposiciones que reglamentan
no sólo la confección del Oficio, sino qué otros documentos o copias deben adjuntarse.

Medidas cautelares
Dentro de muchos tipos de procesos judiciales podremos encontrar distintas medidas
cautelares, muchas de ellas con consecuencias patrimoniales para las personas afectadas, como son los
embargos, las inhibiciones, las anotaciones de litis, etc., las cuales veremos enseguida.
Una medida cautelar es una medida provisoria dentro de un juicio que tiene por objeto
adelantar el posible efecto de la sentencia final del proceso, pero solamente por un tiempo determinado
y no de forma permanente, pues el proceso que decidirá sobre el fondo de la discusión continúa. Una
medida cautelar puede solicitarse a pedido de una de las partes interesadas en el juicio y otorgada por el
juez o jueza para impedir que el objeto del juicio desaparezca o se deteriore. De esta manera, lo que se

que el juez o la jueza dispusiere como medidas para mejor proveer. A partir de que queda firme la providencia de autos
comenzará a correr el plazo para dictar sentencia.

45
busca es que la sentencia definitiva sea efectiva. Imaginemos una suma de dinero que un acreedor
desea cobrar de su deudor. Es probable que el acreedor pida una medida cautelar de embargo sobre
alguna cuenta bancaria o una inhibición del deudor para evitar que éste lo gaste y que el reclamo sobre
ese monto se vuelva en una discusión sin sentido (pues se estaría reclamando sobre un patrimonio que
el deudor ya no tendría). Pero por más que la medida cautelar sea reclamada, es el juez o jueza quien
decide si se otorga o no, y lo hace analizando cada situación concreta.

Anotaciones de embargos, inhibiciones y anotación de litis en la Dirección de Registros Públicos


En el caso de los inmuebles, bastará su anotación en el Registro de la Propiedad Inmueble, en la
forma y con los efectos que resultan de la ley (arts. 213 y 536, C.P.C.C.).

 Embargos

Concepto
Es una orden judicial que individualiza un bien determinado del deudor, afectándoloal pago de
un crédito que es el motivo por el cual se ha trabado el embargo. No impide la disposición de bienes,
sólo limita dicha facultad. Su regulación se encuentra en el Código Civil y Comercial de la Nación.
El embargo sobre bienes inmuebles (o bienes que no se trasladas, como son las propiedades
edilicias) se traba mediante la anotación de la orden judicial en el Registro de la Propiedad. Lo mismo
sucede con los bienes muebles registrables, tales como los automotores: se inscriben en el Registro del
Automotor.

Clasificación
El embargo puede ser de tres tipos: preventivo, ejecutivo o ejecutorio.
El embargo preventivo, es aquel que tiende a asegurar la eficacia o el resultado práctico de un
eventual proceso de conocimiento.
El embargo ejecutivo es el primer paso de la venta forzada de un bien del deudor/a, que con esa
medida queda sometido a disposición del juez o de la jueza, quien establece, de acuerdo con las
previsiones de la ley, las condiciones de la subasta. Procede este embargo cuando el acreedor exhibe un
título que trae aparejada ejecución, o cuenta con una sentencia de condena a su favor.
El embargo ejecutorio es el que resulta de la circunstancia de no haberse opuesto excepciones
al progreso de la ejecución, o de haber sido ellas desestimadas por sentencia firme. El embargo
ejecutivo se convierte en ejecutorio cuando se verifica cualquiera de las situaciones precedentemente
mencionadas. De donde resulta, asimismo, que adquiriendo el embargo carácter ejecutorio por simple
conversión, no es necesaria resolución judicial alguna que le confiera expresamente tal carácter.
Cuando el embargo ejecutivo se convierte en ejecutorio se procede inmediatamente al pago del
acreedor o a la realización de los bienes respectivos mediante la venta judicial, según sea el caso.

 Inhibición o inhibición general de bienes

Concepto
A diferencia del embargo que recae sobre uno o más bienes de la persona deudora, sean
muebles (automóviles, buques, aeronaves, joyas, dinero, entre tantos otros) o inmuebles (casas,
departamentos, terrenos), la inhibición es una medida cautelar que consiste en un impedimento sobre
la persona para que no pueda vender o gravar cualquier bien inmueble o mueble registrable del que
figura como dueño en dicho Registro. La medida se anota en el Registro de bienes correspondiente. De
este modo, al momento de pretender vender, dar en alquiler, hipotecar o prendar algo, los/a
escribanos/a -o funcionarios/a pertinentes- observarán en el Registro la anotación de la inhibición y no
podrán, al menos no sin autorización judicial, escriturar esas operaciones. Una persona con inhibición
general de bienes no puede disponer libremente de ellos, al menos hasta que el juicio por el cual la
inhibición se declara, se resuelva.

46
 Anotación de litis

Concepto
Es una medida cautelar que tiene por objeto dar publicidad a los litigios relativos a bienes
inmuebles o bienes registrables, para que la persona que es parte en un juicio dé a conocer a terceros
que existe un litigio abierto sobre esos bienes, y que deberán soportar los efectos de la sentencia que
se dicte en el juicio, sin poder argumentar su ignorancia sobre la existencia de un proceso judicial. La
anotación de litis no implica embargo o inhibición (que, como hemos visto, son otro tipo de medidas), ni
impide la libre disposición del bien; su único efecto es la publicidad del litigio.

Notificaciones

Concepto
La notificación es el acto procesal de comunicación por el cual se pone en conocimiento de las
partes o de un tercero una petición o una resolución judicial. Con este acto el juzgado comunica que se
ha tomado alguna decisión o ha tomado alguna medida que involucra de algún modo a la persona
notificada.

Distintas formas

 Notificación ficta o por ministerio de la ley (art. 133, C.P.C.C.): salvo los casos en que procede la notificación
por cédula, las resoluciones judiciales quedan notificadas los días martes y viernes, o el siguiente hábil si alguno
de ellos fuere feriado, salvo cuando se deje nota.
 Notificación tácita (134, C.P.C.C.): el retiro del expediente implica la notificación de todas las resoluciones.
 Notificación personal (art. 142, C.P.C.C.): la notificación personal se practica firmando el interesado en el
expediente, al pie de la diligencia extendida por la persona que sea oficial mayor o primera.
 Notificación por cédula (arts. 135, 136 y 137, C.P.C.C.): es la notificación judicial que se efectúa por escrito y
por intermedio del funcionario que la ley autoriza (notificador). La cédula de notificación es un instrumento en
virtud del cual se hace conocer a la parte o tercero una resolución dictada por el juez o la jueza.
 Notificación por telegrama (art. 143, C.P.C.C.).
 Notificación por edictos judiciales (art. 145, C.P.C.C.): es una forma de notificación o de conocimiento,
dirigida a personas inciertas o de domicilio ignorado por el cual se hace conocer el contenido de una resolución
judicial. Los edictos se publican en el Boletín Oficial y en un diario de publicaciones legales.
 Notificación por radiodifusión (art. 148, C.P.C.C.).
 Notificación por carta documento con aviso de entrega (art. 143, C.P.C.C.)
 Notificación por correo electrónico oficial (art. 143, C.P.C.C.)

Respecto de las notificaciones por correo electrónico, el art. 143 bis del C.P.C.C. regula esta
modalidad de notificación indicando que el letrado/a patrocinante o apoderado/a de la parte que tenga
interés en la notificación, entre otros posibles interesados/as, “enviará las notificaciones utilizando el
sistema de correo electrónico habilitado al efecto por el Poder Judicial, conforme determine la
reglamentación”. A estos efectos, establece que “la oficina de notificaciones encargada de la base de
datos del sistema de comunicaciones electrónicas del Poder Judicial emitirá avisos de fecha de emisión y
de recepción a las casillas de correo electrónico de las partes y del Tribunal o Juzgado”, de modo que “El
envío de un correo electrónico importará la notificación de la parte que lo emita.” En el caso de los
edictos, se publican en el Boletín Oficial y en un diario de publicaciones.

3. FUERO LABORAL
Derecho Laboral. Introducción
El objeto del Derecho Laboral está centrado en el trabajo humano en relación de dependencia;
esto es, un actuar humano que produce un resultado y que se presta a favor de otra persona a cambio

47
de una remuneración (el trabajador o la trabajadora enajena su fuerza de trabajo a favor del
empleador/a a cambio de un sueldo o salario).
La cuestión determinante aquí es la calidad de dependencia de la fuerza del trabajo. Ello
significa que la actividad que se presta es para que otra persona se lo apropie. Por ende, existe una
relación de autoridad: la persona que lleva a cabo el esfuerzo físico o intelectual lo hace para que el
mismo sea aprovechado por quien le da a cambio una remuneración y que a la vez tiene la posibilidad
de dirigir este trabajo, orientándolo.
No obstante, la persona que trabaja no lo hace sólo por el dinero (remuneración) que obtendrá
a cambio, sino fundamentalmente porque al hacerlo se dignifica como hombre, mujer y persona
creadora. También puede afirmarse que el trabajo dependiente tiene un intrínseco valor social que
representa un acto de solidaridad, pues a la vez que engrandece a quien lo presta, ofrece un servicio a la
sociedad.
Por ello el art. 4 de la Ley de Contrato de Trabajo (L.C.T.) define al trabajo como la actividad
productiva y creadora de las personas en sí, y sólo después ha de entenderse que media entre las partes
una relación de intercambio y un fin económico.
El Derecho Laboral o Derecho del Trabajo, al regular las relaciones entre personas asalariadas y
empleadoras, privilegia la justicia social, subordinando el interés de la empresa a las exigencias
fundamentales de la dignidad humana -individual y familiar- de quienes trabajan en ella, y la de la
producción de las reales necesidades del consumo. Los fines de la legislación laboral responden a un
principio protector en beneficio del trabajador o de la trabajadora, cuyo objeto es mantener el
equilibrio entre las partes contratantes, ya que generalmente el empleado se encuentra en una
situación de debilidad frente al empleador, principio que encuentra fundamento constitucional en el art.
14 bis de la Constitución Nacional y ha sido receptado por la Ley de Contrato de Trabajo (L.C.T.) -entre
otras normas- en sus arts. 7, 9, 12, 20 y 260 y tiene consagración legislativa en el orden procesal local en
la ley 11.653.
Así, entender que la persona que trabaja no es una máquina, ni su trabajo una mercancía, o un
mero recurso, permite establecer, como lo ha dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que “el
hombre no debe ser objeto de mercado alguno, sino señor de todos éstos, los cualessólo encuentran
sentido y validez si tributan a la realización de los derechos de aquél y del bien común. De ahí que no
debe ser el mercado el que someta a sus reglas y pretensiones las medidas del hombre ni los contenidos
y alcances de los derechos humanos. Por el contrario, es el mercado el que debe adaptarse a los moldes
fundamentales que representan la Constitución Nacional y el derecho internacional de los derechos
humanos de jerarquía constitucional, bajo pena de caer en la ilegalidad” (fallo “Vizzoti”).
Como se señaló inicialmente, la nota de la “dependencia” permite afirmar que quedan
excluidos de esta disciplina el trabajo autónomo, el benévolo (o voluntario) y el familiar. El primero
porque el fruto del trabajo le pertenece a quien lo presta, de modo que el sujeto participa por igual de
las ganancias como de las pérdidas, se encuentra ausente la subordinación o dependencia, ya que nadie
lo dirige. El segundo porque su fin es una obra de caridad o beneficencia, no persigue una remuneración
o ganancia económica; y el último porque se lleva a cabo por lo que significa la ayuda derivada del
vínculo de parentesco, tampoco persigue un fin lucrativo.

Derecho del Trabajo


La Constitución Nacional enuncia los principios fundamentales del Derecho del Trabajo
especialmente a través del art. 14 bis de la Constitución Nacional (C.N.), considerando al trabajador
como un sujeto preferente de protección constitucional. Es importante señalar que dicha consideración
no deriva sólo de lo dispuesto en la referida norma, sino además del “renovado ritmo universal que
representa el derecho internacional de los derechos humanos, que cuenta con jerarquía constitucional a
partir de la reforma constitucional de 1994 (Constitución Nacional, art. 75, inc. 22). Son pruebas
elocuentes de ello la Declaración Universal de Derechos Humanos (arts. 23 a 25), la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art. XIV), el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (arts. 6 y 7), a lo que deben agregarse los instrumentos especializados,
como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (art. 11)

48
y la Convención sobre los Derechos del Niño (art. 32).”
Además, en esta materia son de especial relevancia los Convenios en la órbita de la Organización
Internacional del Trabajo (O.I.T.) a los que se haya ratificado el Estado Argentino.
A su vez, el desarrollo de estos principios como los derechos que le son propios (régimen de
remuneraciones, vacaciones, suspensión del contrato por diversas causas, causales de despido,
indemnizaciones por despido injustificado, etc.) se encuentran legislados en la Ley de Contrato de
Trabajo (L.C.T.), sus leyes modificatorias, y en las Convenciones Colectivas de Trabajo (C.C.T.) aplicables.
El estudio y regulación de este trabajo dependiente, que es el Derecho del Trabajo, es derecho
privado constituido por normas de orden público.
El orden público es el conjunto de normas que el Estado privilegia por hallarse interesado el
interés público y la paz social. En el caso del Derecho Laboral, representa el mínimo de condiciones
dignas a las que debe sujetarse el trabajo dependiente; considerando que sólo restringiéndose la libre
voluntad del empleador podrá desarrollarse el contrato de trabajo. Es pues el piso mínimo por debajo
del cual no son válidas las condiciones de trabajo que se pactaren.
La ley fija condiciones dignas y equitativas de trabajo, viniendo así a través de la limitación de la
autonomía de la voluntad de los contratantes, a favorecer al trabajador/a al que supone en una
condición de vulnerabilidad; crea entonces una desigualdad legal, para compensar la desigualdad social
y real entre la persona dueña del capital y los medios de producción y la persona asalariada; y lo hace
porque interesa a toda la sociedad y responde al principio de justicia social.

Principios del Derecho del Trabajo


El derecho del trabajo conforma una rama autónoma del derecho desgajada del tronco del
Derecho Civil, ya que cuenta con principios característicos y exclusivos.
Ellos son sobre todo el principio protectorio, establecido en la Constitución Nacional, por el
art.14 bis que especifica que el trabajo en todas sus formas gozará de la protección de las leyes.
El art. 14 bis dice: "El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que
asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y
vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital y móvil; igual remuneración por igual tarea;
participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la
dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical
libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial”.
Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la
conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las garantías
necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo.
El Estado otorgara los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e
irrenunciable. En especial la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades
nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con
participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones
móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica
familiar y el acceso a una vivienda digna".
Se parte del concepto previo de la situación de desigualdad en que se encuentra el trabajador o
la trabajadora cuando se inserta en una organización empresarial ajena -la fuente de trabajo- de
modo que al contratar, la mayoría de las veces, difícilmente podrá hacer valer en toda su fuerza sus
pretensiones.
De ahí que el principio protectorio -eje de las normas laborales- se encuentra fuertemente
consagrado tanto en la ley general de fondo: Ley de Contrato de Trabajo (L.C.T.), como en el
procedimiento (ley 11.653) que se desarrolla en los Tribunales para hacer observar esos derechos que el
ordenamiento le consagra.
Este principio se manifiesta en tres direcciones perfectamente delimitadas:
 principio de la condición más favorable (arts. 7 y 8, L.C.T.);
 de la aplicación de la norma más beneficiosa (art. 9, L.C.T.); y
 de la regla "indubio pro operario" (art. 9, L.C.T.), que significa que, ante la duda en la
49 interpretación del derecho, siempre habrá de preferirse la versión que favorezca al
trabajador/a.
 Art.7: "Condiciones menos favorables. Nulidad. Las partes, en ningún caso, pueden pactar
condiciones menos favorables para el trabajador que las dispuestas en las normas legales, convenciones
colectivas de trabajo o laudos con fuerza de tales, o que resulten contrarias a las mismas. Tales actos
llevan aparejada la sanción prevista en el art. 44 de esta ley".
 Art.8: "Condiciones más favorables provenientes de convenciones colectivas de trabajo. Las
convenciones colectivas de trabajo o laudos con fuerza de tales, que contengan normas más favorables
a los trabajadores, serán válidas y de aplicación. Las que reúnan los requisitos formales exigidos por la
ley y que hubieran sido debidamente individualizadas, no estarán sujetas a prueba en juicio".
 Art. 9: "El principio de la norma más favorable para el trabajador. En caso de duda sobre la aplicación
de normas legales o convencionales prevalecerá la más favorable al trabajador, considerándose la norma o
conjunto de normas que rija cada una de las instituciones del derecho del trabajo”.
Si la duda recayese en la interpretación o alcance de la ley, los jueces, las juezas y demás
personas encargadas de aplicarla se decidirán en el sentido más favorable al trabajador/a.
Las Convenciones Colectivas de Trabajo (C.C.T.) son el fruto de la negociación colectiva que se
lleva a cabo entre el sindicato más representativo de una actividad, que tiene personería gremial y los
representantes de los empleadores, que se refiere a mejores condiciones de trabajo que las que
establece la L.C.T. Los laudos son interpretaciones que de los convenios colectivos efectúa el órgano
autorizado y que se homologan por el Ministerio de Trabajo. Tanto los C.C.T. como los laudos aprobados
por el Ministerio (es decir, “homologados”) tienen igual fuerza que la ley para todos los trabajadores de
esa actividad, aunque no estuvieran afiliados.
Asimismo, la ley impone a las partes, con carácter de orden público, un mínimo de condiciones
inderogables, que no importan suprimir la autonomía de la voluntad (art. 1.197, Código Civil), sino que
consagran un límite razonable en función de los fines tuitivos tenidos en cuenta.
En este sentido es relevante el principio de irrenunciabilidad de los derechos del trabajador/a,
que establece la nulidad de las convenciones o cláusulas del contrato de trabajo que supriman o
reduzcan los derechos previstos en la L.C.T., estatutos especiales o convenciones colectivas; y que
excluye la posibilidad de que se pueda presumir que el trabajador/a ha renunciado a los derechos que el
ordenamiento jurídico le consagra.
El art. 12 de la L.C.T. en cuanto decreta la nulidad de “toda convención de partes que suprima o
reduzca los derechos previstos en esta ley, los estatutos profesionales o las convenciones colectivas, ya
sea al tiempo de su celebración o de su ejecución, o del ejercicio de derechos provenientes de su
extinción", consagra el mentado principio de irrenunciabilidad.
Otro principio de peso es el de la conservación o continuidad de la relación de trabajo. En virtud
de este principio, en caso de duda acerca de si el contrato de trabajo ha terminado, debe preferirse la
interpretación que sustenta que éste continúa.
El Art.10 L.C.T. establece: "Conservación del contrato. En caso de duda las situaciones deben
resolverse en favor de la continuidad o subsistencia del contrato".
De indudable valor es el principio de gratuidad, conforme al cual se asegura al trabajador/a el
acceso a los derechos que se le consagran, como así también a concurrir a juicio para reclamar sin
gastar. Así el art.20 L.C.T. que dice: "Gratuidad. El trabajador o sus derechos habientes gozarán del
beneficio de la gratuidad en los procedimientos judiciales o administrativos derivados de la aplicación de
esta ley, estatutos profesionales o convenciones colectivas de trabajo. Su vivienda no podrá ser afectada
al pago de costas en caso alguno”.

Derecho Procesal Laboral


En todos los supuestos en donde el trabajador o trabajadora viese vulnerado alguno de sus
derechos, necesita contar con un recurso judicial, de manera de lograr la verdadera efectividad de ese
derecho, para que no quede en letra muerta.
Para iniciar una demanda judicial, tanto el trabajador o trabajadora damnificado/a, como
también el empleador 7 empleadora aquel contra quien se dirige la acción, las personas funcionarias y
auxiliares, deben ajustar su actuación a normas y procedimientos predeterminados del proceso laboral.

50
El proceso así puede conceptualizarse como la serie gradual, ordenada, donde a un acto sigue
necesariamente otro, sin que pueda volverse atrás, actos disciplinados por el Derecho Procesal, que se
cumplen ante los órganos públicos predispuestos (jueces y juezas), con intervención de particulares (las
partes) y auxiliares de la justicia, a través de cuyo camino se procura investigar la verdad de los hechos
para hacer realidad los derechos consagrados en la ley.
En general los principios no difieren sustancialmente de los que se manejan en sede civil; tanto
que si bien existe una Ley de Procedimiento Laboral (ley 11.653), cuando se susciten situaciones dentro
del proceso que no estén contemplados en dicho código, debe usarse las normas del Código Procesal
Civil y Comercial (C.P.C.C.) que se aplica para suplir vacíos o dudas respecto del proceso laboral.
La principal diferencia es que el proceso laboral, al llevarse a cabo para satisfacer créditos derivados
de la relación de trabajo dependiente, a los que se considera como de naturaleza alimentaria, pues se
trata o del salario que necesita el trabajador/a para cubrir sus necesidades vitales y las de su familia, o de
indemnizaciones -que pueden ser por despido o por enfermedad o accidente de trabajo- debe ser más veloz
que el proceso civil.
Por tanto, los plazos que se manejan en estos juicios son más breves para todos los tipos de
proceso que se tratan en el fuero del trabajo.
También impera como objetivo averiguar la verdad real, es decir, tratar a través de las pruebas
de reconstruir los hechos que antecedieron al conflicto del modo más cercano a la realidad, pudiendo
en esta investigación ir más allá de lo ofrecido por las partes. A diferencia del proceso civil, si bien las
partes proponen medios de prueba, el Tribunal puede por su cuenta llevar a cabo otras, de oficio. De
aquí se deriva el rol activo que desempeña quien juzga, que no sólo dirige el proceso, sino también
investiga de forma autónoma.
El principio de primacía de la realidad o de verdad real obliga al juez o la jueza a tener en cuenta todas
las circunstancias del caso a la hora de evaluar la relación laboral, más allá de lo que las partes hayan contratado
en la relación de dependencia. Conforme a este principio, para determinar la verdadera naturaleza del vínculo
que liga a las partes, más que a los aspectos formales debe estarse a la verdadera situación creada en los
hechos y que la apariencia no disimule la realidad.
Esto se refleja en el art. 11 de la ley 11.653 que dice: "Presentada la demanda, el
procedimiento podrá ser impulsado por las partes, el Tribunal y el Ministerio Público".
Y en el art. 12 en cuanto expresa que “El Tribunal deberá ordenar de oficio las medidas
convenientes para el desarrollo del proceso. Asimismo, podrá disponer se realice cualquier diligencia
que fuera necesaria para evitar la nulidad del procedimiento. Tiene también amplias facultades de
investigación, pudiendo ordenar las medidas probatorias que estime pertinentes respetando los
principios de congruencia, bilateralidad y defensa.”
Igualmente al servicio de la verdad real se encuentra la nota determinante de la oralidad de la
audiencia de vista de causa. Allí el Tribunal del Trabajo recibirá toda la prueba oral - testimonial,
confesional.
Con la oralidad de la audiencia de vista de causa se refuerzan los principios de inmediación,
concentración y publicidad, instrumentos imprescindibles para lograr la reconstrucción histórica. En
efecto, el medio normal y más certero de transmitir y recibir información es la palabra hablada -ya que
no sólo por el tono de las palabras puede dejarse ver la verdad, están también los gestos y en general la
actitud del que habla-; por la inmediación se logra que los medios de prueba sean recibidos
directamente por los jueces o las juezas y las partes, sin la interferencia que supondría que se hicieran
declaraciones por escrito; la concentración significa que todos los medios de prueba se juntan en un
solo acto; la publicidad es la garantía para las partes, porque cualquiera puede asistir al acto de
producción de las pruebas, o sea escuchar los testigos, las pericias, etc.
Los Tribunales del Trabajo son tribunales de instancia única especializados que tienen a su cargo
la administración de la justicia laboral (arts. 1, ley 11.653) y se integran con tres jueces y/o juezas
letradas (art. 53, ley 5.827), a quienes son aplicables todas las disposiciones relativas a las calidades,
formas de designación, remoción, garantías, obligaciones, deberes y atribuciones que rigen para los
jueces y las juezas de primera Instancia (arts. 165 y siguientes de la Constitución Provincial; art. 68 de la
ley 5.827).

51
La instancia única significa que la sentencia que dicta el Tribunal laboral clausura el
conocimiento de la cuestión. No existe posibilidad de hacer revisar esa resolución por otro Tribunal
ordinario de apelación. El veredicto y sentencia dictados por un Tribunal del Trabajo no es susceptible
de recurso de apelación. Únicamente puede recurrirse ante la Suprema Corte de Justicia de la Provincia
por recurso extraordinario pero por cuestiones específicas.

Partes en el Proceso Laboral


En general al hablar de las partes en el proceso se hace referencia a la persona que va en busca
de justicia e inicia la acción judicial, a quien se denomina actora, y tratándose de una contienda en
donde lo que debe resolverse es un conflicto de intereses, su pretensión se dirige contra otra -quien
desconoce elderecho del cual es titular o se lo vulnera- a la que se denomina demandada.
Este es el típico proceso contradictorio, en donde hay una puja de intereses que el juez o jueza
resolverá cuando arribe a la sentencia judicial.- Esta última declarará el derecho de así corresponder y
ordenará la satisfacción buscada por la parte actora al iniciar la acción a través de los medios coercitivos:
primero ordenando el pago o la obligación de hacer lo que se demandó en un plazo determinado y, de
persistir el incumplimiento, por los medios de la ejecución forzosa.
Puede haber también procesos en los que no se demanda de otra persona a dar o hacer, es
decir no es contradictorio, sino que lo que se busca es el reconocimiento de una situación, por ejemplo
que se le reconozcan al trabajador/a los años de servicio con algún empleador/a para poder presentarlo
para obtener los beneficios de la jubilación. Esos se llaman procesos de jurisdicción voluntaria.
La parte trabajadora-actora puede optar presentar la demanda indistintamente ante el Tribunal de:
 el lugar del domicilio de la parte demandada
 el lugar de prestación del trabajo; o
 el lugar de celebración del contrato de trabajo (art. 3, ley 11.653).
Cuando la actora es el empleador o empleadora, siempre tiene que radicar en el Juez o Jueza del
domicilio de la persona trabajadora (art. 3, ley 11.653). Esto es para no ocasionarle gastos de traslado y
pueda así defenderse (esto responde al principio de gratuidad).
En el proceso laboral se dan a conocer los conflictos individuales de trabajo. La parte
empleadora puede ser una persona individual, un conjunto de personas físicas asociadas en cualquier
tipo de sociedad -comercial o civil-, con o sin fines de lucro -mutuales, obras sociales- y en general
cualquiera que haya requerido los servicios de una persona trabajadora dependiente.
El trabajador/a es siempre una persona física. Puede ser también alguien menor de edad,
desde los 14 años en adelante, porque es desde esa edad en que se permite trabajar, si bien con
autorización de padre, madre, con intervención obligada en el juicio del Asesor o Asesora de Menores y
bajo circunstancias específicas. En cambio para el empleador se aplican las reglas de mayoría de edad
del derecho civil, o sea que el patrón tiene que tener de 18 años en adelante. Las personas menores
trabajadores desde los 14 años pueden estar también en juicio.
Es imprescindible para actuar en el proceso laboral contar con un patrocinio letrado -esto es de
un/a abogado/a matriculado (art. 56, C.P.C.C.)- en los juicios laborales iniciados por el trabajador/a.
también puede contarse con una representación, o sea el poder que se le extiende a un/a abogado/a
para que represente a su cliente, se lleva a cabo a través de los que se llama “carta poder”, que
consiste en otorgar la representación ante una funcionaria o funcionario judicial que certifique la firma
de la parte trabajadora, con lo cual no se incurre en gastos siguiendo el principio de gratuidad (art. 23,
ley 11.653). En la práctica esto se realiza ante el Jefe o la Jefa de la Mesa de Entradas del Tribunal del
Trabajo en turno.
El principio de gratuidad ya referido y contenido en la L.C.T. tiene su reflejo en el art. 20 de la ley
11.653 que dice: "En el proceso laboral la actuación debe estar exenta de toda tasa y gastos”.
Asimismo el art. 22 de la ley 11.653 establece que los trabajadores y las trabajadoras gozarán
del beneficio de gratuidad y que la expedición de testimonios, certificados, legalizaciones o informes en
cualquier oficina pública será gratuita. En ningún caso les exigirá nada, ni el pago de costas, gastos u
honorarios. Sólo jurarán un pago (es decir que darán caución juratoria de pagar) si mejorasen su
situación económica.
52
Para preservar la igualdad procesal entre las partes, en el juicio laboral la parte empleadora
tampoco tributa impuestos de justicia. Es recién al dictado de la sentencia que pone fin al diferendo en
que se calculan los gastos de justicia que, al integrar lo que se conoce como "costas", son pagadas por el
que ha resultado vencido cuando no sea el trabajador o trabajadora. Todos los juicios, en todos los
fueros, acarrean costas, las cuales deberán ser pagadas de acuerdo con lo que el juez o jueza determine
en su sentencia.

Tipos de Procesos
Los ya referidos procesos de conocimiento: son los que persiguen la resolución judicial que
declare un derecho y ordene el cumplimiento. En derecho laboral, por la brevedad de los plazos, son
equiparables al proceso sumario del derecho civil, pero tienen amplitud probatoria: se investiga para
arribar a la verdad de los hechos. Se inicia con la demanda (escrito donde se expresa lo que se
pretende con fundamento en el derecho de fondo); luego se le da traslado a la demandada para que la
contraparte la conteste y pueda defenderse de las acusaciones dadas por la actora; de la contestación
nuevamente se da vista a la parte actora al sólo efecto de ofrecer contraprueba si existieren en el
responde hechos nuevos. Al demandar y contestar debe ofrecerse toda la prueba -con lo cual se ahorra
tiempo pues se suprimen etapas que existen en el proceso civil que alargan los juicios-; se llevan a cabo
las pruebas que son escritas, como ser emitir y despachar oficios pidiendo informes, mandar a pedir
otros expedientes, realizar pericias los auxiliares del proceso; y se llega finalmente a la audiencia de vista
de causa donde se recibe las declaraciones de testigos y de las partes; los/a abogados/a hacen los
alegatos (que es el análisis de la prueba aportada y producida por cada parte), pasando el Tribunal a
dictar veredicto (declaración que, con carácter previo a la sentencia, dicta el Tribunal del Trabajo
expidiéndose en torno a la acreditación o no de todas las cuestiones de hecho planteadas por las
partes en la medida que sean conducentes y hayan sido oportunamente planteadas) y finalmente se
dicta sentencia (atiende al derecho sobre los hechos fijados en el veredicto) en el breve plazo de 5 y 20
días respectivamente.
También está la ejecución de resoluciones dictadas por la autoridad administrativa del trabajo: la
ejecución de sentencia; el incidente de ejecución parcial (para créditos reconocidos expresamente).
Juicios especiales de desalojo: cuando se le acordó al trabajador como algo accesorio al
contrato de trabajo la vivienda -muy común en los trabajos rurales, o los caseros- y finalizada la relación
de trabajo el obrero sigue ocupando la casa o habitación; allí el empleador inicia el desalojo ante los
Tribunales del Trabajo.
Finalmente, los Tribunales del Trabajo entienden en grado de apelación de las resoluciones
administrativas de la autoridad del trabajo.
Puede también interponerse en los Tribunales Laborales medidas cautelares al igual que en el
proceso civil.

Actos Procesales
En lo que se refiere a la formación de los expedientes, los requisitos de forma de los escritos, los
libros que se manejan en el Tribunal del Trabajo, son plenamente aplicables las disposiciones del
proceso civil y comercial; de modo que nos remitimos a lo especificado en esa materia en cuanto a esos
puntos.
Sólo existe alguna diferencia en cuanto a las notificaciones. En general, los modos de notificar
son esencialmente los mismos que en el proceso civil y comercial, esto es:
- Notificación ficta o por ministerio de la ley: martes y viernes o el siguiente día hábil si alguno
de ellos no lo fuere (art. 16, primer párrafo, ley 11.653). Igual que en el procedimiento civil y
comercial.
- Notificación en el expediente: es igual al proceso civil y comercial.
- Notificación por cédula: se notifican por cédula las enumeradas en el art. 16 de la ley 11.653.
- - Notificación por carta documento, por telegrama, por acta notarial o por correo electrónico:
cuando así se lo disponga, según el art. 16 de la ley 11.653.

53
Las cédulas con los requisitos previstos por el Código Procesal Civil, serán diligenciadas por
empleados/a judiciales (oficiales notificadores). Cuando la diligencia deba realizarse fuera de la
Provincia19 o en un país extranjero, se emitirá un oficio o un exhorto, según corresponda al Tribunal con
competencia en el lugar en que tenga que practicarse la diligencia. Así como una cédula de notificación
es la forma en que un juzgado entrega sus comunicaciones a personas particulares, un oficio es la
comunicación que el juzgado gira hacia otra dependencia o agencia del Estado, mientras que un exhorto
es la comunicación que un juzgado emite para hacerle llegar una decisión o un requerir pedido a otro
juzgado.
La cédula podrá ser reemplazada a pedido de la parte interesada, por telegrama colacionado o carta
documento. Para saber la forma de su confección se aplica el Código Procesal Civil y Comercial.

Conciliación
La conciliación es un acuerdo por el cual las partes -actora y demandada- con la presencia del
Juez o Jueza, ponen fin al proceso, arribando a un arreglo que ponga fin a la situación de conflicto.
En el proceso laboral, bien utilizado, se constituye en un arma eficaz para finalizar más
rápidamente el diferendo, lo cual significa hacerse cargo de la urgencia que generalmente posee el
cobrar los créditos que son de una naturaleza alimentaria como son los nacidos de una relación de
trabajo.
Está legislado en el art. 25 de la ley 11.653, que dice: "Una vez iniciada la demanda se podrá intentar
la conciliación en cualquier estado del procedimiento. En tal caso, y sin que se altere el curso del proceso, las
partes serán citadas a comparecer, asistidas por abogado, o por apoderado letrado con facultades
suficientes, bajo apercibimiento, en caso de incomparecencia injustificada, de multa... De arribarse a la
conciliación total o parcial, dentro de los cinco (5) días siguientes, el Tribunal se pronunciará homologando o
no el acuerdo... en cualquier estado del proceso las partes también podrán conciliar el juicio mediante
presentación escrita del acuerdo para su homologación rigiendo a tal efecto lo dispuesto en el párrafo
anterior. La homologación producirá los efectos de cosa juzgada”.
En la constante intención de facilitar un arreglo se puede intentar conciliar tantas veces como lo
pidan las partes o lo decida el Tribunal.

Inversión de la carga de la Prueba


El principio general en cualquier proceso judicial es que quien alega algo tiene el deber de
probarlo. Probar lo alegado es una carga, una obligación que se asume bajo pena de que si no se prueba
lo dicho no puede tenerse como cierto, por lo que no es tenido en cuenta en el proceso.
En el caso de los juicios laborales la carga de la prueba se invierte. Esto es así porque se entiende
que los registros o cualquier otra documentación que puede servir para probar el vínculo laboral estará
indefectiblemente en poder del empleador o empleadora. Invertir la carga de la prueba significa que
quien tiene la obligación de aportar lo dicho no será quien lo alega sino la contraparte.
Es también exclusivo del proceso laboral que, así como el Juez o Jueza tiene amplias facultades
para investigar incluso si no ha sido solicitado por ninguna de las partes, hay oportunidades en las que el
trabajador queda eximido de probar hechos por el alegado, circunstancia totalmente propia de nuestra
disciplina, pues el principio general en todos los procedimientos es que "quien alega un hecho debe
probarlo".
Pues bien, conforme al art. 39 de la ley 11.653, “Cuando en virtud de una norma legal aplicable
exista obligación de llevar libros, registros o planillas especiales de índole laboral, y a requerimiento
judicial no se los exhiba o resulta que no reúnen las exigencias legales y reglamentarias, incumbirá al
empleador la prueba contraria si el trabajador o sus derecho-habientes prestaren declaración jurada
sobre los hechos que debieron consignarse en los mismos. En los casos en que se controvierta el monto
o el cobro de remuneraciones en dinero o en especie, la prueba contraria a la reclamación
corresponderá al empleador”.
Una vez requerido por el Tribunal, la falta de exhibición del libro, registro, planilla u otros

19
Fuera de la provincia puede ser mediante cédula ley 22.172, que ingresa directamente a la oficina de notificación correspondiente.
54
elementos de control previstos por los arts. 52 y 54, L.C.T., será tenida como presunción a favor de las
afirmaciones del trabajador/a sobre las circunstancias que debían constar en tales asientos (art. 55,
L.C.T.). Como consecuencia de la negativa de exhibir la prueba pro el empleador/a, se toma por cierto lo
alegado por el trabajador/a.
Finalmente si la parte trabajadora prueba la efectiva prestación de los servicios, la parte
empleadora tiene que demostrar lo contrario, o sea, que esos servicios no eran en virtud de una
relación de dependencia o contrato de trabajo.

Vista de Causa
Por último, el acto central de la prueba en el proceso laboral es la audiencia de vista de causa. El
art. 44 de la ley 11.653 dice: “El día y hora fijados para la vista de la causa deberá declararse abierto el acto
cualesquiera sean las partes y personas citadas que hubieran concurrido, quienes no estarán obligadas a
aguardar más de media hora siempre que el Tribunal no esté en audiencia. En tal caso podrán retirarse
después de dejar constancia de su oportuna presencia si vencido dicho plazo de espera el acto no ha dado
aún comienzo. A laparte que no concurra se le podrá aplicar la multa prevista en el artículo 25”.

Durante la vista de la causa se observarán las siguientes reglas:


 Se dará lectura a las actuaciones de prueba producidas antes de la audiencia, si alguna de
las partes lo pidiere.
 A continuación el Tribunal recibirá directamente las otras pruebas. Las partes, los testigos y
los peritos, en su caso, serán interrogados libremente por el Tribunal, sin perjuicio de las
preguntas que puedan proponer las partes.
 Luego se concederá la palabra al representante del Ministerio Público si tuviere
intervención y a las partes, por su orden, para que se expidan sobre el mérito de las
pruebas. Cada parte dispondrá de treinta (30) minutos para su alegato.
Este tiempo podrá ser ampliado por el Tribunal. Los Jueces y/o las Juezas votarán veredicto
y sentencia en el orden que establezca el sorteo que se practicará al efecto.
 El veredicto se dictará en el acto o dentro del plazo de cinco (5) días pronunciándose sobre
los hechos, apreciando en conciencia la prueba rendida.
 La sentencia se dictará dentro de los veinte (20) días de la fecha del veredicto.

Para fijar las cantidades que se adeuden, podrá prescindirse de lo reclamado por las partes.
 El veredicto, la sentencia y las resoluciones del Tribunal serán pronunciadas por sus tres
miembros por mayoría de votos bajo pena de nulidad”.
En todo lo demás relativo a pruebas, es aplicable el Código Procesal Civil y Comercial en
cuanto concuerden con el sistema de la ley de procedimiento laboral.
 El Tribunal, al aplicar las disposiciones supletorias o aquellas a las que este Código remite
en forma expresa, lo harán teniendo presente las características del proceso laboral y de
manera que consulten los enunciados de la declaración de los derechos del trabajador/a y
los fines de justicia social perseguidos por el derecho del trabajo.-
En caso de duda, el procedimiento a adoptarse será el que importe menor dilación y mejor
actualice el valor solidaridad.

Organización de la Justicia Laboral

Como ya se anticipara el proceso laboral en la Provincia de Buenos Aires es de instancia única.


Los tribunales del trabajo son tribunales colegiados -compuestos por tres jueces/zas- de instancia única
y de procedimiento oral (la oralidad se manifiesta en la fase decisiva del pleito: la audiencia de vista de
causa).
La especialización encuentra fundamento en lo normado por el art. 39 de la Constitución de la

55
Provincia de Buenos Aires (art. 39.1. 2do. párr.).
Tratándose la justicia del trabajo de un fuero de instancia única, a diferencia del proceso civil, el
juez/a no puede recusarse (es decir oponerse a la intervención de un juez o una jueza determinada en
una causa específica y pedir por otro juez o jueza) (art. 7, ley 11.653).
Contra las sentencias definitivas dictadas por los Tribunales del Trabajo, sólo podrán
interponerse los recursos extraordinarios previstos en la Constitución de la Provincia (el de
inaplicabilidad de ley o doctrina legal, el de nulidad y el de inconstitucionalidad).
Por último, en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires no existe una instancia previa y
obligatoria a la justicia laboral que se lleve adelante en sede administrativa, tal como ocurre en otras
provincias. No obstante ello, las partes que tienen un conflicto individual de trabajo, de manera
voluntaria, pueden concurrir ante las delegaciones regionales del Ministerio de Trabajo de la Provincia
de Buenos Aires, para dirimir la controversia.

4. FUERO DE FAMILIA

Derecho de Familia. Introducción.


El derecho de familia está integrado por el conjunto de normas jurídicas que en general regulan
las relaciones jurídicas familiares.
El derecho de familia está contenido básicamente en el Código Civil, integra el Derecho Privado y
si bien no es posible considerarlo parte del Derecho Público ya que las relaciones familiares no vinculan
a las personas con el Estado como sujeto de derecho público, tiene algunas disposiciones que sí poseen
un contenido público. De hecho, muchas de sus disposiciones son de orden público y por lo tanto no
pueden ser modificadas por voluntad de los particulares involucrados en dichas relaciones familiares.
Esto es así dado el interés estatal en las relaciones jurídicas del derecho de familia (el interés individual
se ve desplazado por el interés familiar). Se trata de relaciones entre las personas, derivadas del vínculo
conyugal o de su parentesco y no varía esta conclusión el hecho de que numerosas relaciones familiares
estén determinadas por normas de orden público.
En el derecho de familia, el orden público domina numerosas disposiciones. Así las que regulan:
 las relaciones personales de cónyuges y convivientes;
 las relaciones paterno y materno filiales;
 el régimen patrimonial del matrimonio;
 la calificación de los bienes de cónyuges y convivientes.

Regulación Jurídica de la Familia en nuestro Derecho


Con todo lo expuesto, es necesario destacar que en nuestro país el derecho de familia está
básicamente contenido en el Código Civil y Comercial. Con posterioridad se dictaron diversas leyes que
regulan relaciones jurídicas familiares, algunas de las cuales se declaran complementarias de aquél. Así
encontramos, entre otras muchas:

Ley Año Institución


2.393 1888 Matrimonio civil
10.903 1919 Patronato de menores
13.010 1947 Derechos políticos de la mujer
13.252 1948 Adopción
14.357 1954 Supresión de diferencias entre hijos e hijas
14.394 1954 Bien de familia

56
9.983 1957 Ratifica Convención De Derechos Civiles de la
Mujer
17.711 1968 Reformas Divorcio
19.134 1971 Adopción
23.264 1985 Patria potestad
23.515 1987 Divorcio
24.417 1994 Protección frente a la Violencia Familiar
24.779 1997 Adopción
26.061 2005 Protección y Promoción Integral de Niños,
Niñas y Adolescentes
26.485 2009 Protección integral para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres en los
ámbitos en los que desarrollen sus relaciones
interpersonales
26.618 2010 Matrimonio igualitario
26.994 2015 Modificatoria del Código Civil y Comercial
27.363 2017 Privación de la responsabilidad parental

Es decir que las relaciones familiares se encuentran regidas por normas de diverso origen,desde
la Constitución Nacional (arts. 14 bis, 75 incs. 22º y 23º), pasando por el Código Civil y Comercial y
llegando a las demás leyes nacionales que lo complementan.
En este sentido es de especial relevancia la ley 26.994 modificatoria del Código Civil y Comercial
ya que ha traído modificaciones sustanciales al derecho de familia que ha regido durante décadas.
Además, en el orden provincial encontramos, también, importante legislación en la materia, por
ejemplo el libro VIII del Código Procesal Civil y Comercial (C.P.C.C.), que contiene los arts. 827 a 853 -que
fuera incorporado por la ley 11.453 y la ley de violencia familiar-.

La Publicitación del Derecho de Familia. La Constitución Nacional


La reforma constitucional de 1994, al enumerar las atribuciones del Congreso de la Nación (art. 75
C.N.), le confiere la de aprobar o desechar tratados con otras naciones y con organismos internacionales. Así,
en el inc. 22º enuncia una serie de instrumentos, entre ellos declaraciones y tratados que tendrán jerarquía
constitucional y a los que se debe entender complementarios de los derechos y garantías reconocidos por la
primera parte de la Constitución.
Entre esas declaraciones y tratados internacionales hay varios que contienen preceptos, ahora
operativos, concernientes al Derecho de Familia:
 Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre;
 Declaración Universal de los Derechos Humanos;
 Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica);
 Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer;
 Convención Internacional de los Derechos del Niño y la Niña.
 Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer

Estos instrumentos internacionales de derechos humanos, por la jerarquía constitucional que


57
han adquirido y en particular por el valor que poseen por sobre toda norma de origen interna, resultan
ser superiores a las normas de derecho interno, por lo que prevalecen sobre lo que determinan las leyes
locales.
La pregunta que surge es qué sucede si una norma de derecho interno referido al derecho de familia
entra en colisión con una contenida en uno de esos instrumentos mencionados.
En esos casos, como en todos aquellos donde se colisionan normas de desigual jerarquía,
corresponde la aplicación de aquella que se estime superior, siendo ésta la internacional, siempre y
cuando ésta resulte más favorable a los derechos de las personas. Por ejemplo, en virtud del principio
del Interés Superior20 de niños y niñas, siempre que se deba tomar una decisión que pueda afectarles
directa o indirectamente en sus derechos, debe tenerse en cuenta su interés superior. Esto implicaría que
al momento aplicar la norma o tomar la medida que se requiera en un caso particular, debe hacerse de
modo tal de resguardar en mayor medida sus derechos.
La incidencia de la reforma constitucional en el derecho de familia es amplia y compleja. Debe
tenerse en cuenta que actualmente el derecho privado está dentro del plan político que la Constitución
establece con sus disposiciones y del cual resultan los derechos y las garantías que ella reconoce.

Contenido del Derecho de Familia


El derecho de familia comprende normas reguladoras de las relaciones personales y de las
relaciones patrimoniales de orden familiar. Conforme el actual régimen vigente para el tratamiento de
niños, niñas y jóvenes en orden a lo dispuesto por las leyes 26.061 para el ámbito nacional y 13.298 para
el provincial, el juez o la jueza de familia intervendrá cuando el órgano administrativo competente
según el Sistema de Promoción y Protección Integral de Derechos del Niño y la Niña, disponga medidas
excepcionales en razón de las cuales la persona menor de edad deba ser separada de su medio familiar,
a los fines de controlar la legalidad de dicha medida.

El Derecho de Familia comprende:


 El derecho matrimonial.
 Las relaciones jurídicas paterno filiales.
 Las relaciones parentales.
 Las consecuencias de las uniones de hecho o uniones convivenciales.

Los Derechos Subjetivos Familiares


En lo que se refiere legalmente, el vínculo familiar es la relación que existe entre dos personas,
derivado de la unión matrimonial, de la filiación o del parentesco, y en virtud del cual existen de manera
interdependiente y habitualmente recíproca determinados derechos que pueden considerarse como
derechos subjetivos familiares (por ejemplo, el derecho a pedir alimentos).
A su vez, estos derechos asumen en muchos casos, la característica de derechos y deberes, por
ejemplo los derivados de la patria potestad, cuando la ley reconoce derechos a determinadas personas
en miras a la consecución de deberes que ella misma pone a su cargo. Se trata, entonces de facultades
otorgadas a las personas como medio de protección de intereses legítimos determinados por las
relaciones jurídicas familiares.

El estado de familia. Concepto


La ubicación o emplazamiento que todos y todas poseemos dentro de un grupo social, nos
atribuye un status. Dentro de la familia, a todos y todas nos corresponde también un estado de familia
determinado por los vínculos jurídicos familiares que nos unen con otras personas, o aun por la ausencia

20
Este principio surge expresamente de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (y la Niña).
58
total de tales vínculos, como ocurre con el caso de la persona soltera.
El emplazamiento determinado por la existencia de dichos vínculos o por la ausencia de ellos,
implica un conjunto de derechos y deberes de las personas que configuran su estado de familia. En este
aspecto, se puede tener el estado de soltero o soltera, casado o casada, viudo o viuda, separado o
separada, divorciado o divorciada; y con relación a otra persona determinada, el de cónyuge, pariente o
extraño. No debe dejarse de lado que nuestro Código Civil y Comercial actualmente reconoce la figura
de conviviente, en virtud de la cual pueden ejercerse algunos derechos expresamente reconocidos.
Como se advierte, el estado de familia es un atributo de las personas humanas, que resulta
entonces inescindible de la persona misma.
En este orden de ideas el estado de familia genera una serie de efectos en diferentes planos
jurídicos.
Así por ejemplo:

Base de impedimento matrimonial por Art. 403 C. Civil


consanguinidad, ligamen y adopción
Arts. 432 a 434,
Fuente de obligación alimentaria 537 y ss C. Civil
Arts. 2444 y ss
Fuente de la vocación sucesoria ab intestato C. Civil

Art. 411 C. Civil


Otorga derecho a oponerse al matrimonio
CIVILES Confiere legitimación para promover acción denulidad de Arts. 421 y 422
matrimonio C. Civil
Confiere legitimación para promover proceso deinsania e
inhabilitación judicial Art. 144 C. Civil
Otorga el derecho a la tutela y curatela Art 100 y ss C.
Civil

Homicidio: art. 80 inc. 1º C. Penal


EFECTOS Lesiones, art. 92 C. Penal AGRAVANTE
Abuso de armas

Abusos sexuales - Estupro


Privación de la libertad. Art. 142 inc. 2º C. Penal
PENALES
Hurtos, defraudaciones
Daños EXIMENTE
Encubrimiento
Incumplimiento de los deberes de asistencia ELEMENTO DEL
familiar TIPO PENAL
Inhabilita para ser testigo
PROCESALES
Causal de recusación y excusación de magistrados

PREVISIONALES Elemento básico para la existencia del derecho a pensión

Título de estado
Formalmente el título de estado es el instrumento o conjunto de instrumentos públicos de los
cuales emergeel estado de familia de una persona. Se lo identifica con el documento que es prueba para
todos de ese estado de familia. Por ejemplo, la partida de nacimiento, la cual prueba la relación entre el
recién nacido con sus padres y madres. Otro ejemplo es el acta de matrimonio, que es la prueba del

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vínculo filial entre dos esposos. La filiación, que puede ser por medio de técnicas de reproducción
humana asistida, por medio de la adopción o por lo que la ley llama “naturaleza”, reconoce como causa
los presupuestos que permiten atribuirla en relación al padre y la madre. Ninguno de estos medios hace
a una mayor o menor relación familiar. Si no hubiese un reconocimiento voluntario del hijo/a, éste
podrá reclamar judicialmente para obtener dicho reconocimiento probando el presupuesto genético;
así este hijo/a, aún no reconocido/a, pero que afirma judicialmente serlo de determinada persona,
hace valer su causa.

Posesión de estado
El reconocimiento del estado de familia requiere del título formal de ese estado, puesto que sólo
mediante él se hace oponible a todo el mundo la relación filial y permite ejercer los derechos y deberes
que corresponden al estado.
Pero bien puede suceder que una persona ejerza en los hechos tales derechos y deberes sin ningún
título;por ej: José se dice hijo de María que lo trata públicamente como tal y afirma a la vez ser la madre;
otro ejemplo: Marcos y Andrea dicen ser marido y mujer, se comportan públicamente como tales y viven
juntos,pero no han contraído matrimonio.
Hay diferencia entre el título de estado y la posesión de estado. La posesión de estado tiene
relevancia jurídica, porque según los casos, permite a la ley presumir que quienes en los hechos se han
comportado públicamente como si tuvieran una relación de familia, y reconocen por medio de esa
conducta la existencia de los presupuestos sustanciales del estado filial. (Ejemplo: el art. 584 del Código
Civil establece que la posesión de estado debidamente acreditada en juicio tendrá el mismo valor que
el reconocimiento expreso, salvo que haya alguna prueba que demuestre lo contrario).
Así, la posesión de estado es un hecho que la ley toma en cuenta para dar determinadas
consecuencias jurídicas. Por ejemplo, la convivencia de la madre durante la época de la concepción hace
presumir el vínculo filial a favor de su conviviente, salvo que exista prueba en contrario (Artículo 585 del
Código Civil y Comercial).
La posesión de estado crea, entonces, un estado aparente de familia.

Organización de los Juzgados de Familia


Tras la sanción de la ley 13.634 y sus modificatorias, se ordenó disolver todos los Tribunales de
Familia existentes en los Departamentos Judiciales de la Provincia, a efectos de su transformación en
Juzgados de Familia. Los Juzgados de Familia están integrados por un/a (1) Juez o Jueza de Primera
Instancia.
Según lo dispuesto por dicha norma, cada Juzgado contará con un/a (1) Consejero o Consejera de
Familia y funcionará un Equipo Técnico Auxiliar que asistirá interdisciplinariamente y colaborará con quien
esté a cargo del juzgado y el Consejero/a en las tareas y funciones que éstos les asignen y con la dotación de
personal que fije la Suprema Corte de Justicia, quien deberá proveer la capacitación permanente del mismo,
en la forma que estime conveniente.
Cada Equipo Técnico Auxiliar tendrá asiento en el respectivo Juzgado y estará integrado por
un/a (1) médico/a psiquiatra, un/a (1) psicólogo/a y un/a (1) trabajador/a social.
La Suprema Corte de Justicia podrá proponer la creación de nuevos cargos a fin de conformar
los equipos técnicos auxiliares, en concordancia a la cantidad de procesos que posean los distintos
Departamentos Judiciales y según el presupuesto asignado.
El Juez o Jueza y Consejero o Consejera podrán requerir la asistencia de personas profesionales y
técnicas pertenecientes a las Asesorías Periciales de su Jurisdicción, así como la colaboración de
profesionales y equipos técnicos de los Municipios que integren el área de su competencia territorial,
cuando resulte necesario un abordaje interdisciplinario de la problemática familiar planteada.
La Suprema Corte de Justicia podrá disponer la creación de un/a segundo Consejero/a de
Familia por cada Juzgado cuando razones estadísticas así lo justifiquen.

Competencia
El Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aries en su artículo 827 dispone
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expresamente que los Jueces y las Juezas de Familia tendrán competencia exclusiva con excepción de los
casos previstos en los artículos 3284 y 3285 del Código Civil y la atribuida a los Juzgados de Paz, en las
siguientes materias:
a) Separación personal y divorcio.
b) Inexistencia y nulidad del matrimonio.
c) Disolución y liquidación de sociedad conyugal, excepto por causa de muerte.
d) Reclamación e impugnación de filiación y lo atinente a la problemática que origine la
inseminaciónartificial u otro medio de fecundación o gestación de seres humanos.
e) Suspensión, privación y restitución de la patria potestad y lo referente a su ejercicio.
f) Designación, suspensión y remoción de tutor y lo referente a la tutela.
g) Tenencia y régimen de visitas.
h) Guarda con fines de adopción, adopción, nulidad y revocación de ella.
i) Autorización para contraer matrimonio, supletoria o por disenso y dispensa judicial del
artículo 167 del Código Civil.
j) Autorización supletoria del artículo 1.277 del Código Civil.
k) Emancipación y habilitación de menores y sus revocaciones.
l) Autorización para disponer, gravar y adquirir bienes de incapaces.
m) Alimentos y litis expensas.
n) Declaración de incapacidad e inhabilitaciones, sus rehabilitaciones y
curatela.ñ) Guarda de personas.
o) Internaciones del artículo 482 del Código Civil.
p) Cuestiones referentes a inscripción de nacimientos, nombres, estado civil y sus registraciones.
q) Toda cuestión que se suscite con posterioridad al deceso de un ser humano sobre disponibilidad
de su cuerpo o alguno de sus órganos.
r) Actas de exposiciones sobre cuestiones familiares, a este solo efecto.
s) Exequátur, siempre relacionado con la competencia del Juzgado.
t) En los supuestos comprendidos en la Sección VIII del Capítulo III Título IV del Libro I del
CódigoProcesal Civil y Comercial de Pcia.
u) Violencia Familiar
v) Permanencia temporal de niños en ámbitos familiares alternativos o en entidades de
atención social y/o de salud de conformidad a lo determinado por el artículo 35 inciso h) de la
Ley 13298.
w) Aquellas situaciones que impliquen la violación de intereses difusos reconocidos
constitucionalmente y en los que se encuentren involucrados niños.
x) Cualquier otra cuestión principal, conexa o accesoria, referida al derecho de familia y del niño
con excepción de las relativas al Derecho Sucesorio.

Procedimiento
Consta de una Etapa Previa que se promoverá mediante la presentación de "solicitud de trámite"
ante la Receptoría General de Expedientes, de conformidad a la reglamentación que establezca la Suprema
Corte de Justicia, pudiendo la misma presentarse sin patrocinio letrado cuando razones de urgencia lo
justificaren. (art. 829, C.P.C.C.).
Presentada la solicitud en la Receptoría General de Expedientes, se le devolverá de inmediato al
interesado, con indicación del Juzgado asignado. En esta oportunidad, dicha Oficina constatará la existencia
de peticiones anteriores de las partes, y en su caso la remitirá al Juzgado que hubiere prevenido.
El Juez o la Jueza de trámite del Juzgado respectivo procederán de inmediato a dar intervención
a Consejera/o de Familia, ante quien deberá entregarse todo lo aportado en el expediente judicial (art.
830, C.P.C.C.).
El Consejero o Consejera de Familia, una vez recibida la solicitud, informará dentro de las
veinticuatro (24) horas sobre la conveniencia de la etapa. Si la considerase inadmisible, elevará el
expediente de oficio en el mismo plazo al Juez o a la Jueza de Trámite, quien resolverá en definitiva.
Salvo los procesos que tienen trámite especial en cuanto a sus formas, los demás se regirán por

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las disposiciones del proceso plenario abreviado -sumario- previstas en el C.P.C.C. con algunas
particularidades propias. (art. 838, C.P.C.C.).
Una vez presentada la demanda y contestada ésta por la contraparte, el Juez o Jueza de
trámite convocará a una audiencia (art. 842, C.P.C.C.). Las audiencias y vistas de causa serán orales y se
realizarán con la presencia obligatoria de todas las partes.
Conforme lo dispuesto por la ley 13.634, se fija como regla que niños y niñas tienen derecho
aser oídos y oídas en cualquier etapa del proceso, a peticionar, a expresar sus opiniones y a que éstas se
tengan en cuenta en las decisiones que afecten o tengan que ver con sus derechos, considerando su
desarrollo psicológico y físico. El juez o la jueza deberán garantizar debidamente el ejercicio de este
derecho.
En la audiencia preliminar el juez o la jueza interviniente procederá a interrogar informalmente a
las partes, invitar a las partes a intentar acercar sus pretensiones si fuese posible, como asimismo a que
desistan de aportar pruebas innecesarias, procurar una conciliación amigable, subsanar los defectos u
omisiones que se hubieren suscitado, abrir la causa para la aportación de pruebas, y fijar el día y la hora
de la audiencia de vista de la causa.
En la audiencia de vista de la causa se constituirá el juez quien podrá intentar la conciliación,
ordenar el debate, recibir los juramentos o promesas, formular las advertencias del caso, procurar que
las partes, testigos y peritos se pronuncien con amplitud respecto de todos los hechos pertinentes.
Contra la sentencia definitiva sólo podrán presentarse algunos recursos procesales, como el
extraordinario, el de nulidad y el pedido de inconstitucionalidad.

5. FUERO PENAL

Derecho Penal. Introducción


Una de las funciones que atañe al Estado, es la de dirimir los conflictos en los casos concretos y
según la legislación vigente. Como hemos visto, estos litigios pueden referirse a distintas materias, a
saber: civil, comercial, laboral, penal, entre otras.
Hay ciertas conductas que son indeseables y que nuestra sociedad rechaza, sobre las que la ley
regula aplicando a las personas que las cometen sanciones que pueden afectar su economía e incluso su
libertad. Dichas conductas indeseables se las conocen como “delitos” y el fuero que los regula es el del
Derecho Penal.
Este fuero tiene como tarea primordial la de resolver las situaciones conflictivas que puedan
presentarse ante la infracción de la ley penal, tarea para la cual deberá adecuarse a ciertas pautas
reguladas por los ordenamientos normativos que específicamente refieren a la materia en cuestión.
Se trata de situaciones delicadas, dado que involucra a la vida y libertad de las personas, además
de su patrimonio.
Mientras el Derecho Civil se enfoca en la reparación de la víctima y en intentar dejarla
“indemne” (es decir, como si el daño no se hubiese producido), el Derecho Penal se enfoca en la
conducta cometida por la persona que la ha realizado, para sancionarla y aplicarle multas o, muchas
veces, privarla de su libertad. La prisión de una persona solamente puede declararla la Justicia Penal, y
para ello debe comprobarse efectivamente que ella haya cometido el delito por la que se la acusa. Así, la
prisión es la pena más severa que admite nuestro sistema jurídico.
Por este motivo, el juicio en materia penal suele ser muy estricto. Mientras que en algunos otros
fueros se intenta llegar a soluciones amistosas o a acuerdos entre las partes en litigio, en el ámbito penal
el objetivo es esclarecer un hecho y llegar a la verdad, de manera de poder aplicar la pena que la ley
prevé para quien haya realizado la conducta reprochada.

Derecho Penal. Concepto


El Derecho Penal es una rama del Derecho Público, ya que al Estado le interesa regular los actos
que son rechazados por la ley y la sociedad. No estamos hablando de situaciones de índole privada,
como pueden ser los contratos entre particulares, cuestiones económicas o comerciales. Así, perseguir a
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quienes han cometido delitos es de interés no sólo de las víctimas o sus familiares, sino también del
Estado. Esta es una característica propia del Derecho Penal que tiene consecuencias en la forma en que
se llevan a cabo los procesos judiciales, por ejemplo mediante la existencia de las Fiscalías.
Por estas cuestiones es que la estructura de los juicios y quienes intervienen en ellos son
diferentes al resto de los fueros.
Por ejemplo, quien acusa no es la víctima afectada por un delito, sino el Estado. Cuando ocurre
un delito, el afectado o afectada hace la denuncia policial. Inmediatamente esa denuncia es enviada a
una Fiscalía, dirigida por un funcionario judicial llamado Fiscal, que iniciará el proceso judicial de
investigación del hecho y, de encontrar los indicios suficientes, realizará una acusación contra el
sospechoso/a, que ahora pasa a ser imputado por ese delito. Si ya empiezan a reunirse pruebas en su
contra, pasará a ser procesado y se lo enjuiciará para verificar si es o no culpable del delito cometido. En
caso de serlo, se le aplicará una pena de acuerdo a lo establecido en el Código Penal.
Los o las damnificados/as podrán presentarse voluntariamente para acompañar el proceso
judicial bajo la figura de querellante. Así, quien acusa es el Estado mediante la Fiscalía interviniente, no
el particular damnificado.
En cuanto a la naturaleza jurídica de esta rama del derecho, la mayoría de los autores se inclina
por sostener que el derecho penal posee una naturaleza principalmente "sancionatoria".
El Derecho Penal es el que delimita la potestad del Estado de castigar, es decir de imponer
penas, que a su vez también encuentra limitado por la Constitución Nacional y los instrumentos
internacionales de derechos humanos ratificados por nuestro país (como por ejemplo la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, o Pacto de San José de Costa Rica, y el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos; entre otros).
En síntesis el derecho penal contiene por un lado la descripción en la ley de las conductas que
son consideradas como infracciones a la misma y la pena que se impondrá por cometer dichas
conductas (plasmadas en lo que se conoce como “figuras delictivas” o “conductas típicas”). Y por el
otro, la imposición de límites al Estado al momento de diseñar y ejecutar sus sistema represivo.

Principios constitucionales
La Constitución Nacional establece los principios básicos del ordenamiento jurídico penal, o sea,
los presupuestos jurídicos de la represión, al disponer: “Ningún habitante de la Nación puede ser penado
sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o
sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa (art. 18 CN)”.
De este postulado resulta:
 Que la ley penal debe existir previamente a toda sanción aplicada (no hay pena sin ley).
 Que el juicio (o proceso) penal, necesariamente regulado por una ley que lo haga inalterable, es
el único medio de aplicar la ley (no hay pena sin juicio).
 Que nadie puede ser considerado culpable mientras no lo declare tal una sentencia firme
(principio de inocencia).
 Que la sentencia del juez/a natural es la única fuente legítima para limitar la libertad personal.
En concordancia, el art. 1 del Código Procesal Penal de la provincia de Buenos Aires
dispone:
“Nadie podrá ser penado sin juicio previo conforme a las disposiciones de esta ley, ni
juzgado por otros jueces que los designados de acuerdo con la Constitución y
competentes, ni considerado culpable mientras una sentencia firme no lo declare tal, ni
encausado más de una vez por el mismo hecho”.
Por imperio del ordenamiento jurídico penal, la potestad represiva del Estado queda sustancial
y formalmente definida, disciplinada y limitada. Este ordenamiento jurídico vela simultáneamente dos
intereses: el de la sociedad (por la represión de quien es culpable) y el individual (por la libertad).
Justicia y libertad son las dos ideas fundamentales que, según la Constitución Nacional, inspiran
y condicionan la función represiva del Estado.

 Principio de Legalidad (no hay delito ni pena sin ley)


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Este principio significa que ninguna acción humana (debe existir una conducta externa) puede
constituir delito, aunque parezca inmoral, si no es definida como tal por una ley escrita que sea a su vez
anterior a su ejecución, En caso de un delito, esa ley debe emanar exclusivamente del Congreso de la
Nación (art. 75 inc. 12 Constitución Nacional), y si se trata de una falta o contravención, debe emanar
de las Legislaturas Provinciales o Concejos Deliberantes.
Nuestro orden constitucional exige que la ley sea una regla escrita y general.
Sólo una regla escrita podrá proporcionar las seguridades enunciadas en el principio de reserva
(el cual surge del artículo 19 de la Constitución Nacional, y que veremos seguidamente), que pretende
que los y las habitantes del Estado tengan delante de los ojos delitos exactamente determinados y penas
delimitadas con igual exactitud.
Por otro lado, la necesidad de que exista una ley general, es derivada del principio de legalidad
penal. La ley también debe ser previa al hecho castigado. Además, todas las personas están regidas por
las mismas leyes, pues lo contrario sería violatorio de la garantía de la igualdad ante la ley.
Por último, esa regla escrita y general debe ser sancionada y promulgada según lo regula la
Constitución Nacional.
La facultad de legislar, entendida como poder de formar y sancionar leyes, corresponde al
Congreso de la Nación, a las Legislaturas Provinciales y a los Concejos Municipales. El Poder Legislativo
no puede delegar esta facultad. El hecho de que sea solamente el Poder Legislativo el que pueda
sancionar leyes que sean además las encargadas de definir qué conductas son delictivas y qué penas
imponerles, hace que se otorgue seguridad jurídica a la población ya que separa estas decisiones
delicadas de la conveniencia de cualquier gobierno de turno. A esta facultad exclusiva que se le da al
Poder Legislativo de definir los delitos y sancionarlos es lo que llamamos “garantía de legalidad
represiva”.
El poder configurar un delito es algo esencial del Poder Legislativo. Si falta una ley que las haya
establecido antes de la comisión del hecho, el Poder Ejecutivo no puede crearlas, ni el Poder Judicial
aplicarlas. Ello hace que:
 el Juez/a no puede aplicar otra sanción que la establecida por la ley, tanto en el tipo de sanción
como en la cantidad de sanción a aplicar.
 La ley penal no puede ser aplicada análogamente.
 La ley penal no puede aplicarse retroactivamente, salvo que sea más benigna para el imputado
(art. 1, Código Penal).
Por lo tanto, no es posible que una persona sea condenada, llamada a juicio, procesada o
acusada penalmente si una ley vigente en el momento del hecho no lo califica a esa conducta como
delito y la sanciona como tal. A esto se lo denomina “principio de legalidad”.

 Principio de Reserva
Junto con el principio constitucional de legalidad, el cual exige que, para poder perseguirse penalmente
una conducta, la determinación de la misma como disvaliosa debe ser anterior a su realización, se erige el
"principio de reserva".
Previsto en el artículo 19 de la Carta Magna, el mismo expresa que: "Las acciones privadas de los
hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están
sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será
obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe".
Tanto el principio de reserva como el principio de legalidad son las caras de una misma moneda:
mientras el primero –como vimos- exige que para que una conducta pueda ser considerada como un
delito y reprimida como resultado, todo aquello que no esté configurado como un delito está permitido
por la ley. Esto obedece a la idea de reservarles a los individuos, como zona exenta de castigo, la de
aquellos hechos que aunque puedan parecer ilícitos, inmorales o perjudiciales, no estén previstos
específicamente como delitos y castigados por una ley previa a su comisión. La punibilidad de los hechos
que la ley no castiga queda reservada, de un modo en que es inmune al poder represivo del Estado.
Implica establecer una zona reservada a la intimidad de los individuos sin que el Estado pueda meterse.
Tratándose de una garantía individual, esa zona de reserva debe estar claramente trazada. Esto

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se logra mediante la enumeración taxativa por la ley de los hechos que son punibles y de las penas
correspondientes.

 No hay Pena sin Juicio


La Constitución Nacional exige que el Estado, mediante la actividad de diversos órganos de
seguridad y control, verifique si la ley penal ha sido violada y en qué medida, para imponer la
sanción que corresponda. Conforme este principio, a nadie se le puede aplicar una sanción si no es como
resultado de unjuicio previo.
El proceso penal es el único medio para descubrir la verdad de los hechos y actuar de acuerdo a
lo que establece la ley. Es lo que se interpone necesariamente entre el delito y la pena.
Por lo tanto, la garantía consiste:
 En la necesidad de que antes de cualquier sanción aplicable haya un proceso
legalmente definido;
 En la solemnidad y formas que deben observarse al cumplir los actos que
lointegran (debido proceso);
 En la intervención y recíproco contralor de las personas magistradas,
funcionarias públicas y demás personal actuante;
 En las diversas oportunidades que ellos tienen para cumplir sus deberes o
ejercer sus poderes.
La vigencia de este principio no depende de la voluntad de quien juzga ni de quien es imputado
o imputada.
El juicio constituye un procedimiento que en definitiva realizan los Tribunales cuando aplican la
ley al caso particular. En este sentido, suele afirmarse que “juicio previo” equivale a “sentencia previa”,
desde que ésta es el acto de voluntad en que necesariamente se debe exteriorizar aquél para tener
vigencia en el orden jurídico.

 Principio de Inocencia
Si bien la Constitución no consagra una presunción de inocencia, la misma se entiende como el
estado jurídico en que se encuentra toda persona, incluyendo la persona imputada, antes de una
sentencia firme que la condene. El principio siempre es la inocencia y la libertad de las personas, y la
reclusión es la excepción. Por ende, ese estado de inocencia no se destruye ni con el procesamiento ni
con la acusación; tampoco lo destruye la sentencia que no ha pasado en autoridad de cosa juzgada (es
decir, cuando la sentencia se convierte en firme y definitiva). La persona imputada es inocente durante
la sustanciación del proceso hasta que no sea declarada culpable por una sentencia firme.
Ello no quita que durante el proceso puedan tomarse medidas coercitivas excepcionales contra el
imputado o la imputada (ej.: la detención, la prisión preventiva, etc.), a los fines de evitar que la
investigación pueda entorpecerse por parte de la persona imputada. Por esa razón se requiere una
sospecha contra la persona imputada para que sea llamada a declarar, o de elementos suficientes para
el dictado del procesamiento o de una prisión preventiva. Pero esta sospecha o presunción de
culpabilidad no puede afectar el principio de inocencia en cuanto todavía no hay certeza de su
culpabilidad y hay sentencia firma que la culpe por la comisión del delito objeto del proceso por el que
esa persona está siendo juzgada.

Cómo impacta en el campo legislativo


 El principio de inocencia implica a su vez la el principio de inviolabilidad de la defensa. Ambos
exigen que la persona imputada sea tratada como sujeto son derechos y no como mero objeto
de persecución judicial.
 Aquí se encuentra el fundamento de las medidas restrictivas de la libertad: si se es inocente
hasta que una sentencia firme declare lo contrario, la libertad en principio no puede ser
restringida, sólo excepcionalmente y para cuidado del proceso judicial o como medida de
seguridad, caso contrario se tratará simplemente de una pena tan anticipada como contraria al
derecho vigente.

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Cómo impacta en el campo procesal
 Interpretación restrictiva de todas las normas que limitan la libertad personal (art. 3 Código
Procesal Penal, ley 11.922 y modificatorias). Ejemplo: las que consienten el arresto, la detención
y la prisión preventiva o prohíben la excarcelación. Si alguna vez existiera conflicto entre los dos
intereses, debe primar el interés individual por sobre la libertad personal.
 Necesidad de las medidas coercitivas: cuando se verifique concretamente esa necesidad (art.
145ss, ley 11.922).
 Exclusión de la carga probatoria: la persona imputada no tiene el deber de probar nada, aunque
tenga el derecho de hacerlo, pues goza de una situación jurídica que no requiere ser construida
o demostrada (el ser inocente), sino que debe ser destruida (debe declarársela culpable de un
delito). Si no se prueba su culpabilidad, seguirá siendo inocente y, por lo tanto, deberá ser
absuelta (art. 367, Código Procesal Penal, ley 11.922). La persona imputada puede repeler las
pruebas incorporadas al proceso por el agente fiscal o el particular damnificado/a e incluso
proponer medidas para contrarrestar las existentes; pero el deber de recolección de pruebas
recae en cabeza del fiscal.
 In dubio pro reo (art. 1 del Código Procesal Penal, ley 11.922): para condenar a la persona
acusada, el juez o la jueza debe tener la convicción de su culpabilidad. En caso de duda, debe
absolverla. Para llegar a esa solución no es necesario que el magistrado o magistrada este
convencido/a de su inocencia, ya que ésta es una situación jurídica que no requiere ser
construida.

 Principio del Juez o Jueza Natural


Este principio prohíbe la intervención de jueces, juezas o comisiones especialmente establecidas luego
de ocurridos los hechos para que sean investigados o para juzgar a una persona.
Este principio exige que la función judicial sea ejercida por jueces y juezas nombrados/as
previamente por la ley para juzgar una clase de asuntos o una categoría de personas. Así y tal como
hemos visto anteriormente, el juez natural es el tribunal impuesto por la Constitución para que
intervenga enun proceso dado.
Mientras el tribunal sea permanente y competente y el juez o jueza sea imparcial, no interesa
que la persona que ocupa el cargo de juez o jueza sea sustituido/a o que se modifique la comosición del
tribunal. Pero la sustitución o cambio de composición debe producirse conforme a la ley, evitando que
se alteren los principios que gobiernan el proceso.
El art. 1 del Código Procesal Penal, ley 11.922 dice: “Nadie podrá ser juzgado por otros jueces
que los designados de acuerdo con la Constitución de la Provincia y competentes según sus leyes
reglamentarias...”.

 Non Bis In Idem


Tanto el art. 26 de la Constitución provincial como el art. 1 del Código Procesal Penal establecen
categóricamente: “Nadie puede ser encausado más de una vez por el mismo hecho”.
Es una garantía que prohíbe una doble persecución judicial por el mismo hecho. Como
consecuencia de ello, es inadmisible cualquier acto de juzgamiento que implique acusar de un hecho
criminal que ya fue juzgado o que sea materia de otro proceso judicial pendiente.

Cuando se está frente al mismo hecho es necesario que exista:


 Identidad de persona: el principio protege sólo a la misma persona que está siendo
perseguida o cuya persecución concluyó ya por sobreseimiento, absolución o condena firme.
Quedan excluidos los y las posibles partícipes aún no perseguidos.
 Identidad de objeto: la identidad se refiere al hecho. No importa la calificación del delito: si
es hurto o robo, si son lesiones leves o graves. Tampoco interesa el grado de participación o de
desarrollo: si se es autor o cómplice; si hubo tentativa o consumación del delito. Es decir, no
corresponde perseguir nuevamente el mismo hecho por grado delictuoso más grave (Ejemplo: el

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perseguido como cómplice, no lo puede ser como autor del mismo hecho en otroproceso).
 Identidad de causa de persecución: identidad de pretensiones represivas, en el sentido
de que coincidan las acciones dirigidas a obtener el pronunciamiento jurisdiccional. Es necesario
que el tribunal del primer proceso, en virtud del contenido que asumió la acusación, haya
estado en la posibilidad de examinar el objeto procesal ampliamente. El principio regirá si el
caso está pendiente o ha sido decidido pudiendo agotarlo en cuanto al fondo.

Delito. Concepto
Precisados, entonces, los parámetros en la función del Estado en la configuración de las
conductas reprobadas, debe aludirse ahora a los caracteres que deben conjugarse en esa conducta para
que la misma pueda ser catalogada como "delito".
Expresado lo anterior, debe señalarse en primer lugar que el Código Penal de nuestro país no
tiene una definición de lo que es el delito. Es por ello que para su conceptualización debe recurrirse a los
conceptos doctrinarios.
Para Núñez, el delito es un hecho típico, antijurídico y culpable. Estas tres condiciones señalan
las características que se encuentran en todas las conductas legalmente punibles. Pero la concurrencia
de estas características no abre ya de manera definitiva la posibilidad de la imputación delictiva a los
efectos del castigo del autor, ya que ella depende todavía de otras condiciones exteriores a la conducta
de la persona y a las cuales está supeditada la punibilidad del delito en el caso concreto.
Para Bacigalupo, el delito es una acción típica, antijurídica y culpable.
De estas definiciones surgen las categorías o elementos de lo que se conoce como la teoría del
delito, que deben analizarse en el orden enunciado.
En primer término, hay que determinar si existe acción. Para un sector de la doctrina, la
acción es un comportamiento exterior voluntario que causa un resultado. Es el movimiento corporal o
falta de movimiento corporal impulsado por la voluntad.
En segundo lugar, hay que analizar si esa acción humana encuadra perfectamente en una figura
prevista en el Código Penal o en otra ley especial de naturaleza penal. En esto consiste la tipicidad, que
es la adecuación de la acción humana a una figura legal.
La teoría de la antijuridicidad tiene por objeto establecer bajo qué condiciones y en qué casos la
realización de un tipo penal, es decir, de una conducta típica, no es contraria al derecho. Una acción típica
será también antijurídica si no interviene a favor del autor una causa de justificación. Decir que un
comportamiento está justificado equivale a afirmar que el autor de la acción típica tuvo un permiso o una
excusa por parte del orden jurídico para obrar como se obró (por ejemplo: legítima defensa, estado de
necesidad, etc.).
Y, finalmente, la persona autora de la conducta típica y antijurídica, deberá además ser
"culpable", lo cual implica que dicho acto le deberá ser "reprochable".
También es necesario que la legislación vigente prevea una pena para esa conducta reprobada
legalmente. En ste sentido, decimos que la conducta es “punible”.
Que al individuo pueda reprochársele la conducta ilícita implica que haya comprendido que lo
que hacía estaba prohibido, y que pudiendo haber actuado conforme a lo establecido por la ley, no lo
hizo.

Derecho Procesal Penal. Concepto.


Esta rama del derecho se caracteriza porque está integrada por normas jurídicas dirigidas a
realizar la materia penal. Es un conjunto de normas realizadoras del derecho penal.

Proceso Penal
Según Vélez Mariconde, “el proceso penal es un conjunto o serie gradual, progresiva y
concatenada de actos disciplinados por el derecho procesal penal y cumplidos por órganos públicos
predispuestos y por particulares obligados o autorizados a intervenir, mediante el cual se procura
investigar la verdad y actuar concretamente la ley penal sustantiva”.
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 La serie de actos que se dan en un proceso penal es gradual porque la sucesión de ellos se
descompone en fases, cada una con fines específicos. La nota de progresividad hace referencia
a quela ley determina un orden progresivo que necesariamente debe ser respetado, de modo
que, salvo por defectos sustanciales, el procedimiento no puede ser paralizado o retroceder. Por
último, esta serie de actos es concatenada, lo que significa que los actos del proceso penal se
hallan unidos entre sí como eslabones de una cadena, de modo que no pueden darse los
posteriores si los actos previos no se dieron.
 Todos estos actos no quedan al arbitrio del Juez, de la Jueza o de los otros sujetos del proceso,
sino que están determinados por el Derecho Procesal Penal, que prescribe las formas en que
deben cumplirse y el orden que es preciso seguir. Los actos procesales penales son actos
jurídicos regulados por normas de carácter procesal penal y cuyo efecto o finalidad es el inicio,
desenvolvimiento y finalización del proceso penal.
 Los órganos públicos que deben cumplir estos actos son el Juez, Jueza o Tribunal, el Ministerio
Público Fiscal (que veremos más adelante) y la Policía (que depende del Poder Ejecutivo pero
colabora con la tarea judicial). El Juez o Jueza tiene la misión de aplicar la ley penal. Es decir que
ejercen la jurisdicción penal. Juzgan sobre todos los delitos y contravenciones cometidos en el
territorio de la Provincia, excepto los de jurisdicción federal (art. 15, Código Procesal. -Ley
11.922-, en adelante C.P.P.) que les corresponde a los Tribunales Federales. El Ministerio
Público Fiscal tiene como funciones la promoción y el ejercicio de la acción penal pública, dirige
a la policía y le ordena realizar las detenciones y procedimientos que correspondan realizar para
hacer cumplir con la ley y practica la investigación penal preparatoria (art. 56, C.P.P.). En cuanto
a la Policía, deberá investigar por orden de autoridad competente o por iniciativa propia en
casos de urgencia, o en virtud de una denuncia, los delitos de acción pública. También debe
impedir que los hechos cometidos sean llevados a consecuencias delictivas ulteriores (es decir,
la disuasión de delitos); individualizar a los culpables y reunir pruebas para dar base a la
acusación o determinar el sobreseimiento, todo ello con las previsiones establecidas en el art.
296 del Código Procesal Penal (art. 293, C.P.P.).
 Las personas particulares obligadas a intervenir en el proceso son, a modo ejemplificativo,
quienes adquieran la calidad de testigos, peritos e intérpretes. Están autorizados, pero no
obligados, a intervenir: quien asuma condición de actor/a civil (art. 65, C.P.P.), el civilmente
demandado/a (art. 72, C.P.P.) y el particular damnificado/a (art. 77, C.P.P.).
La última parte del concepto nos introduce en el tema de los fines del proceso penal.

Fines del Proceso Penal


La evolución histórica demuestra que al proceso penal no se le asignó siempre la misma finalidad. En
una época se pensó que su fin exclusivo era la represión del delito. El objetivo primario era punir o
condenar.En el polo opuesto, la doctrina consideró el proceso como un medio de proteger al inocente.
Vélez Mariconde afirma que ambas definiciones poseen errores de concepto, por lo que no se
puede afirmar que tenga ninguno de esos fines.
El proceso penal tiene un fin mediato consistente en la justa actuación de la ley penal, es
decir,la función de hacer concretas las previsiones generales de la ley penal.
Además, tiene un fin inmediato o específico que es el descubrimiento de la verdad en relación
alhecho concreto que se presume cometido. Ello se logra a través de la actividad probatoria.

Fases del Proceso Penal


El proceso penal se desarrolla en diversas etapas o fases que caracterizan distintos momentos del
juicio.
Todo el proceso debe ajustarse a las garantías del debido proceso que surge tanto de las normas
nacionales e internacionales que rigen la materia.
La fase inicial del proceso: es la Investigación Penal Preparatoria (I.P.P.), también llamada etapa
“de instrucción” o simplemente “de investigación”. Es el comienzo del proceso judicial penal, que

68
puede darse por una denuncia, por pedido del Ministerio Público Fiscal o por la Policía. Cuando la
iniciara el Ministerio Público Fiscal, contará con la colaboración de la Policía, la cual deberá cumplir las
órdenes que aquél le imparta.
Si la investigación comenzara por iniciativa de la Policía, ésta debe comunicarlo obligatoriamente al
Fiscal actuante, quien ejercerá el control correspondiente y le impartirá instrucciones (art. 268, C.P.P.).
La denuncia puede ser realizada por un particular ante un Juez, o Jueza, ante el Ministerio
Público Fiscal o ante la Policía (art. 285, C.P.P.). Todos ellos tienen obligación de denunciar los delitos
perseguibles de oficio: las personas funcionarias o empleadas públicas que sepan de esos hechos con
ocasión del ejercicio de sus funciones, y las personas profesionales de la medicina, las parteras, las
farmacéuticas y demás hombres y mujeres que ejerzan cualquier rama del arte de curar, en cuanto a
delitos contra la vida y la integridad física que presencien o conozcan al prestar los auxilios de su
profesión, salvo que los hechos conocidos estén bajo el amparo del secreto profesional (art. 287, C.P.P.).
El juicio por delito de acción privada se inicia con la denuncia del ofendido u ofendida o de las
personas autorizadas (art. 7, C.P.P.). La acción privada se ejercerá por querella, en la forma que
establece el Código de Procedimiento Penal (art. 8, C.P.P.).
La instrucción o investigación penal preparatoria es la etapa preparatoria del juicio que
tiene por objeto dar indicios suficientes para que se efectúa la acusación o determinar el
sobreseimiento.
Tiene por finalidad:
 Comprobar, mediante las diligencias conducentes al descubrimiento de la verdad, si
existe un hecho delictuoso.
 Establecer las circunstancias que lo califiquen, agraven, atenúen, justifiquen o incidan en
su punibilidad.
 Individualizar a las personas autoras y partícipes del hecho investigado.
 Verificar la edad, educación, costumbres, condiciones de vida, medios de subsistencia y
antecedentes de la persona imputada; el estado y desarrollo de sus facultades mentales,
las condiciones en que actuó, los motivos que han podido determinarlo a delinquir y las
demás circunstancias que revelen su mayor o menor peligrosidad.
 Comprobar a los efectos penales la extensión del daño causado por el delito (art. 266, C.P.P.).
En el sistema implementado originariamente por la ley 11.922, la I.P.P. está a cargo del
Ministerio Público Fiscal -representante de la sociedad-, sin perjuicio de que puedan intervenir los
funcionarios de policía de los delitos de acción pública que lleguen a su conocimiento o cumpliendo
órdenes del Ministerio Público Fiscal (art. 267, C.P.P.). No obstante ello, las últimas reformas al Código
Procesal Penal, han otorgado una serie de facultades similares a las públicas, al particular damnificado,
quien representa exclusivamente a la víctima en el proceso.
Antes de dictarse la prisión preventiva, el Juez o la Jueza puede decretar la libertad del
procesado o procesada sin oír al Ministerio Público Fiscal ni cumplir otra formalidad, siempre que no hallare
razones suficientes para que se continúe con la detención del sospechoso. Su decisión debe estar debidamente
justificada en la resolución donde decreta la puesta en libertad de dicha persona (art. 320, C.P.P.).
El o la Agente Fiscal, imputado/a y su Defensor/a, en cualquier estado de la Investigación Penal
Preparatoria, podrán solicitar al Juez o Jueza de Garantías que dicte el sobreseimiento; salvo cuando la
acción penal se ha extinguido, que procederá en cualquier estado del proceso (art. 321, C.P.P.).

Cierre de etapa preparatoria y elevación a juicio: Si el o la Fiscal estimare contar con elementos
suficientes para el ejercicio de la acción, y no resultare procedente la aplicación de alguno de los
criterios de oportunidad o abreviación del proceso, procederá a formular por escrito su pedido (o
requisitoria) de citación a juicio ante los órganos ordinarios de juzgamiento (art. 334, C.P.P.). Con ello, se
pide el cierre de la epata de instrucción o investigación y su pase (o “elevación”) a juicio, donde se
realizará la acusación formal.

El juicio(o debate): Es la fase central del proceso penal, que se cumple oral y públicamente (por eso se lo
suele llamar “juicio oral y público”) y tiene su base en una acusación formal. Concluye con una sentencia

69
definitiva del Tribunal Criminal o Juzgado Correccional, según el delito de que se trate. Luego de que el
Tribunal asume el caso, y si no hay pedidos de recusación a cualquiera de sus integrantes, se designará
una audiencia en el plazo más breve posible, que será realizada por el Tribunal reunido en conjunto. En
la audiencia se tratará lo referido a las pruebas que las partes utilizarán en el debate, la validez
constitucional de los actos de la etapa de instrucción, entre otras cuestiones (art. 338, C.P.P.).
Resueltas dichas cuestiones, el Tribunal fijará la fecha de iniciación del debate (art. 339, C.P.P.). El
debate será oral y público, a riesgo de ser declarado nulo si no sucede así. Sin embargo, el Tribunal podrá
resolver que se realice a puertas cerradas total o parcialmente se, cuando la publicidad pudiere afectar el
normal desarrollo del juicio, afecte la moral, el derecho a la intimidad de la víctima o testigo, o por
razones de seguridad (art. 342, C.P.P.). Terminado el debate, el Tribunal -fuera de la presencia de las
partes y el público- pasará a deliberar en sesión secreta a fin de dictar un veredicto. En dicha sesión, el
Tribunal, teniendo en cuenta todas las pruebas aportadas y a las investigaciones realizadas, procederá a
plantear y votar las cuestiones referidas a:
 Si el hecho realmente existió o no;
 Si las personas procesadas participaron o no del él;
 Si existe algo que pueda eximir de responsabilidad a los procesados;
 Si existen o no atenuantes; y
 Si existen o no agravantes.
El veredicto podrá ser absolutorio o condenatorio (art. 371, C.P.P.). Mientras el veredicto es la
decisión del tribunal, la sentencia es la resolución hecho por escrito en la que se detallan los argumentos
y consideraciones de hecho y de derecho que el Tribunal ha tenido en cuenta para llegar a esa decisión o
veredicto. Por ende, la sentencia debe estar bien fundamentada de acuerdo con lo alegado y probado
por las partes en el juicio, un desarrollo argumental lógico, basarse en la ley vigente y en lo peticionado
por las partes.
Cuando el veredicto hubiese sido condenatorio, el Tribunal dictará la sentencia que
corresponda. Si la sentencia no se encuentra debidamente fundamentada, entonces será considerada
como arbitraria y podrá ser apelada. En ella se plantearán las cuestiones de derecho que considere
necesarias el Tribunal, siendo las únicas esenciales las siguientes: 1. La calificación legal del delito (el tipo
penal preciso por el cual la persona fue declarada culpable), 2. El pronunciamiento que corresponde
dictar (el razonamiento y su fundamentación de por qué se lo encontró culpable).

Fase eventual: Pueden presentarse contra la sentencia distintos recursos procesales, como por ejemplo
el recurso de casación (art. 448 y ss. C.P.P.) y los extraordinarios de inconstitucionalidad, nulidad e
inaplicabilidad de ley (art. 479, C.P.P.). Cualquiera de estos recursos –en caso de ser admitidos- impiden
que la sentencia quede firme y que el caso se cierre, y continúa bajo una nueva etapa eventual de
acuerdo al recurso que haya sido otorgado y ante el tribunal que corresponda.

Fase ejecutiva: Es la concreción de lo dispuesto en la sentencia. Si las decisiones del tribunal no son
acatadas por voluntad propia, las resoluciones judiciales serán ejecutadas por el Juez o Jueza de
Ejecución Penal, quien en el ejercicio de su competencia tendrá las atribuciones establecidas en el art.
25 (art. 497, C.P.P.).

Procedimientos especiales
- Juicio Correccional (para delitos cuya pena no sea privativa de libertad, que tengan una pena
privativa delibertad cuyo máximo no exceda de seis años).21
- Juicio por delitos de acción privada.
- Juicio abreviado (arts.395 y ss., C.P.P.).
- Suspensión del proceso a prueba (art. 404 C.P.P.).
- Habeas Corpus (art. 405 C.P.P.).

21
El Juez o la Jueza en lo Correccional es competente en materia de faltas o contravenciones municipales, policiales o
administrativas, donde no se utilizan las reglas del juicio correccional sino las previstas en las leyes pertinentes (v.gr. Código de
Faltas, Dec. Ley 8.031).
70
Clasificación de las acciones penales
Las acciones penales se dividen en públicas y privadas. Las acciones públicas, por su promoción,
se subdividen en acciones promovidas de oficio (se ejerce por el Ministerio Público) y aquellas acciones
dependientes de instancia privada (requieren denuncia por parte de las personas autorizadas por el
Código Penal).
La acción privada se ejerce y se mantiene por querella, es decir mediante la presentación de un
particular como querellante en la causa judicial.
La regla general está constituida por las acciones públicas que se inician o promueven de
oficio. Los arts. 72 y 73 del Código Penal enumeran expresamente los delitos que dan lugar a las
categorías de excepción.
El Art. 71 Código Penal dispone que: “Deberán iniciarse de oficio todas las acciones penales, con
excepción de las siguientes:
 las que dependieren de instancia privada;
 las acciones privadas”.
En forma concordante, el art. 6 del Código Procesal Penal dispone: “La acción penal pública se
ejercerá exclusivamente por el Ministerio Público Fiscal. Su ejercicio no podrá suspenderse,
interrumpirse ni hacerse cesar, salvo los supuestos previstos por la ley”.
Al establecer acciones privadas y acciones públicas dependientes de instancia privada, la ley
consagra derechos subjetivos individuales que condicionan el ejercicio de la potestad represiva del Estado.

 La Instancia Privada (arts. 72 Código Penal y 7 Código Procesal Penal).


El art. 72 del Código Penal enumera los delitos dependientes de instancia privada:
 Los previstos en los artículos 119, 120 y 130 del Código Penal (abuso sexual y rapto) cuando no
resultare la muerte de la persona ofendida o lesiones de las mencionadas en el art. 91 del
Código Penal (lesiones gravísimas). En este último supuesto se podrá iniciar de oficio.
 Lesiones leves, sean dolosas o culposas. Sin embargo, en los casos de este inciso de procederá
deoficio cuando medien razones de seguridad o interés público.
 Impedimento de contacto de hijos o hijas menores con su padre o madre no convivientes.

En este último caso, se prevé que cuando existieren intereses gravemente contrapuestos entre
alguno de éstos y el niño o la niña, o cuando se tratare de un/a menor que no tuviera representantes
legales, el o la Fiscal podrá actuar de oficio cuando así resultare más conveniente para preservar el
bienestar integral de aquél.
En estas acciones dependientes de instancia privada, la persona ofendida evalúa sobre la
conveniencia y oportunidad de iniciar el proceso penal; pues la ley deja a su decisión para que considere
los intereses familiares y sociales que pueden estar en conflicto; le reconoce el derecho de iniciar la
acción penal. El Estado no da comienzo a ningún proceso si el particular ofendido o damnificado no
actúa; y el silencio de la parte ofendida equivale a renunciar al derecho de iniciar el proceso. Este
derecho no puede ser ejercido por ninguna otra persona más que por el particular ofendido y no hay
posibilidad de arrepentimiento: si se decide por encarar la denuncia y realizarla a fin de dar comienzo
con el juicio, luego no podrá darle fin si quiere echarse para atrás, pues el derecho del particular es
singularísimo (es decir que se ejerce una única vez y luego ya pierde el control del proceso judicial, pues
se lo entrega a la capacidad represiva del Estado).
La instancia privada es una excepción a la regla de la oficiosidad del art. 71 Código Penal. El
Código Penal prevé como modos de instar “la acusación o denuncia”.
En este sentido el art. 7 Código Procesal Penal establece: “La acción penal dependiente de
instancia privada no se podrá ejercer si las personas autorizadas por el Código Penal no formularen
denuncia ante autoridad competente. Si se hubiere actuado de oficio, se requerirá a la víctima o a su
tutor, guardador o representante legal, manifieste si instará la acción”.
La instancia privada se extenderá de derecho a todos los partícipes del delito (art. 7, 2do.
párrafo, C.P.P.), lo cual significa que el instante sólo dispone del hecho. Una vez que lo ha denunciado, la

71
persecución queda liberada contra cualquiera que resulte sospechoso de participación en ese hecho.

 Acción Privada (art 73 Código Penal y 8 Código Procesal Penal). El art. 73 del Código Penal enumera
los delitos de acción privada:
 Las calumnias e injurias;
 Violación de secretos;
 Concurrencia desleal;
 Incumplimiento de los deberes de asistencia familiar, cuando la víctima fuere el cónyuge.

La particularidad es que en estos supuestos no actúa ningún órgano del Estado como impulsor
de la acción, circunscribiéndose el conflicto a los involucrados, es decir aquel que inicia la acción penal y
por el otro lado, aquel que es acusado por la misma.
Otro dato característico -a diferencia de la acción pública y la dependiente de instancia privada-
es la posibilidad para quien inició la acción penal de interrumpir su curso (o sea que puede retractarse).
Asimismo, corresponde señalar que el procedimiento por el cual se lleva adelante la investigación de
alguno de estos delitos es un tanto especial. En estos casos, la parte ofendida es la titular de la acción privada
y tiene el derecho de provocar la represión con exclusión de toda otra persona.
Esto se pone en evidencia en el art. 59 inc. 4° Código Penal: “La acción penal se extinguirá por
renuncia del agraviado, respecto de los delitos de acción privada” y art. 69 Código Penal: “El perdón de
la parte ofendida extinguirá la pena impuesta por delito de los enumerados en el art. 73”.
El Estado no se limita a conceder al ofendido u ofendida el poder jurídico de requerir la
actuación de la ley penal, sino que le acuerda un derecho que condiciona y enerva por completo la
potestad pública.
En los casos previstos por el art. 73 Código Penal los órganos públicos no pueden ni promover ni
ejercitar la acción. El ejercicio de la acción corresponde exclusivamente al particular ofendido/a o a sus
representantes o herederos/a en algunos casos.
No puede iniciarse ni proseguirse de oficio el ejercicio de la acción penal en estos casos, como
surge con claridad de los arts. 75 Código Penal: “La acción por calumnias o injurias podrá ser ejercitada
sólo por el ofendido y después de su muerte por el cónyuge, hijos, nietos o padres sobrevivientes” y 76
Código Penal: “En los demás casos del art. 73 se procederá únicamente por querella o denuncia del
agraviado o de sus guardadores o representantes legales”.
Quien la ejerza debe constituirse en querellante exclusivo, vale decir con exclusión del órgano
público de la acusación. El ART. 8 del Código Procesal Penal dispone: “La acción privada se ejercerá por
querella, en la forma que establece este Código” (arts. 381/394 del Código Procesal Penal).

Competencia
La competencia es una órbita jurídico-penal dentro de la cual el tribunal ejerce su jurisdicción. Es
la aptitud que tiene un tribunal penal para entender en un determinado proceso o en determinado
momento del mismo, ya fuese por razones territoriales, materiales o funcionales.
Cada Tribunal puede distribuirse la tarea conforme a criterios prácticos de determinación
temporal, que sólo por extensión puede llamarse “competencia por turno”. Se trata de una competencia
que no se fija por ley, sino por reglamentos y acordadas del Poder Judicial.
La competencia tiene por objetivo poner orden en el ejercicio de la jurisdicción, lo que es
imprescindible en materia penal para hacer práctico el principio del juez/a natural. De ahí deriva que la
competencia sea improrrogable (arts. 1 y 15, Código Procesal Penal): las partes no pueden disponer en
ningún caso la alteración de estas reglas legales porque son de interés público. La competencia penal es
de orden e interés público en todos los casos, lo que no ocurre con la competencia en el fuero civil,
donde en las cuestiones patrimoniales está autorizada el ceder la competencia, o lo que es lo mismo,
prorrogarla.
La improrrogabilidad de la competencia penal implica para el juez o la jueza el tener que actuar
en los procesos asignados al tribunal que encabeza. Pero también implica la prohibición de intervenir
cuando el tribunal que lidera no fuere el competente. Cuando se produce tal situación, el propio juez o
72
jueza puede declararse incompetente por entender que el caso en cuestión debe tratarlo otro juzgado.
Ésta es la forma en que se ordena la jurisdicción penal: frente a la realización de un hecho ilícito,
debe determinarse, en primer término, si corresponde a los tribunales federales o a los provinciales;
después el tribunal de cuál jurisdicción; luego el de qué materia penal y, por último, debe concretarse el
de la función respectiva.
La regla general en materia penal es que ante los delitos que se cometan dentro de su
jurisdicción, le corresponde a los tribunales provinciales frente a la competencia federal, de donde se
derivanlos caracteres de independiente y soberana. No debe dar cuenta a la justicia federal de sus actos
y los procesos que se radiquen en los tribunales provinciales deben sustanciarse y fenecer ante ellos.
Esto está especificado en el art. 121 de la Constitución Nacional, por el que las provincias se reservaron
todo el poder no delegado al Gobierno Nacional, entre ellos la competencia sobre todos los delitos que
ocurran en sus territorios.
Los actos cumplidos sin que se cumplan estas reglas son sancionados con nulidad porque el
tribunal habría actuado sin tener poder para ello (ver art. 28, C.P.P.).

Criterios de determinación
Los criterios de determinación de la competencia ordinaria difieren de los tenidos en cuenta
para determinar la competencia federal.
Predomina el criterio territorial, que implica la división del territorio provincial en diversos
Departamentos Judiciales. En cada uno de ellos, funciona el criterio material, relativo a la entidad del
delito, puesto de manifiesto por la cantidad y calidad de la penal. Luego aparece la determinación
funcional para las etapas y grados del proceso.

 Competencia Territorial
La ley asigna a los tribunales una circunscripción territorial para que ejerzan la jurisdicción con
respecto a todos los delitos que se cometan dentro de ella.
El art. 29 Código Procesal Penal (ley 11.922) dispone: “Serán competentes el Juez o Tribunal e
intervendrá el Ministerio Público Fiscal del Departamento Judicial donde se hubiere cometido el delito”.
Esta regla busa que el tribunal se acerque lo más posible al lugar del hecho a investigar y juzgar.
Ello favorece el ejercicio del derecho de defensa, la celeridad en la investigación y la trascendencia social
del fallo.
Las reglas subsidiarias en la competencia penal territorial sólo tienen vigencia cuando se ignora
el lugar de la comisión o existe duda sobre él.
El art. 29 Código Procesal Penal dice: “... Si se ignorase en cuál Departamento Judicial se cometió el
delito, serán competentes los órganos que correspondan al lugar donde se procedió al arresto y
subsidiariamente, los de la residencia del imputado. En último término, lo serán los que hubiesen prevenido
en la causa. En su defecto, el que designare el Tribunal jerárquicamente superior, o en su caso, el Procurador
General de la Suprema Corte de Justicia”.

 Competencia Material
Para fijarla se atiende a elementos externos del hecho en sí, tales como: la pena y las
circunstancias agravantes de la calificación, en cuanto demostrativa de la entidad del delito; la edad del
sujeto activo, en cuanto menor requerido de tutela.

 Competencia Funcional
Como hemos visto, el proceso consta de dos etapas: instrucción y juicio plenario. Eventualmente
pueden darse una etapa de impugnación y otra de ejecución. La determinación de la competencia
funcional se da cuando varía el tribunal instituido para cada etapa (ejemplo: el tribunal del juicio
plenario no es el mismo que el tribunal de casación).
La distinción funcional más interesante es la que se hace entre el órgano a cargo de la
investigación –que en la provincia de Bs. As. es el Ministerio Público Fiscal- y el juez, jueza o tribunal de
juicio y sentencia. Rige en todas las provincias donde hay procedimiento penal oral. En este ejemplo,

73
que es el más común, el tribunal de la instrucción no es el mismo que el tribunal de juicio.
Aquí es necesario destacar que en la provincia de Buenos Aires contamos con la existencia de
Tribunales de Jurados que llevan a cabo los juicios por jurados, y cuya naturaleza es diferente a los
órganos mencionados precedentemente en virtud de las personas que lo integran y las funciones que se
le atribuyen. La regulación de los Tribunalesde Jurados será detallada más adelante.

 Competencia por Razón de Turno


Están establecidas por normas internas del Poder Judicial, lo que las hace más una especie de
distribución interna de las causas penales.
El criterio más común de reparto interno de las causas penales es el temporal, atendiendo a la
fecha de comisión del hecho.

 Competencia por Conexión


El art. 32 Código Procesal Penal (ley 11.922) dispone: “Las causas serán conexas en los
siguientes casos:

 Si los delitos imputados han sido cometidos simultáneamente por varias personas reunidas,
o aunque lo fueren en distinto tiempo o lugar, cuando hubiere mediado acuerdo entre ellas.
 Si un delito ha sido cometido para perpetrar o facilitar la comisión de otro o para procurar al
autor, o a otra persona su provecho o impunidad.
 Si a una persona se le imputan varios delitos.

En estas situaciones, si existen delitos que son conexos, los procesos penales se “acumulan”. La
acumulación de causas no quita que se puedan tramitar por separado, salvo que ello fuera
inconveniente para la investigación.
No procederá la acumulación cuando este procedimiento determine un grave retardo (art. 34, C.P.P.).

Organización de la Justicia Provincial en Materia Penal


En la Provincia de Buenos Aires la organización de la Justicia Penal se encuentra regulada por el
Código Procesal Penal y la Ley Orgánica del Poder Judicial.
El art. 33 regula los efectos de la conexión al decir: “Cuando se sustancien causas conexas por
delitos de acción pública y jurisdicción provincial, se acumularán y será competente:
 Aquel a quien corresponde conocer en el delito más grave.
 Si los delitos tuvieran la misma pena, el competente para juzgar el primeramente cometido.
 Si los delitos fueran simultáneos o no constare cuál se cometió primero, el que haya
procedido a la detención del imputado o, en su defecto, el que haya prevenido. El órgano
judicial que deba resolver las cuestiones de competencia tendrá en cuenta la mejor y más
pronta administración de justicia.

La Provincia de Buenos Aires se divide en veintiún (21) Departamentos Judiciales. En cada


unode dichos departamentos Judiciales tienen asiento las Cámaras de Apelación y Garantías en lo Penal,
los Juzgados de Garantías, en lo Correccional y de Ejecución en lo Penal, los Tribunales en lo Criminal. El
esquema se completa con el Tribunal de jurados (Incorporado por Ley 14.543 al Código Procesal Penal
de la Provincia), el Tribunal de Casación y la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires
que es el órgano máximo a nivel provincial.
La Suprema Corte de Justicia de la Provincia conoce en los recursos extraordinarios de
inaplicabilidad, nulidad e inconstitucionalidad interpuestos (art. 19 C.P.P.).
El Tribunal de Casación de la Provincia conocerá:
1. En el recurso de casación interpuesto contra sentencias dictada en materia criminal.
2. En la acción de revisión de sentencia criminal.
74 3. En las cuestiones de competencia que se mencionan en el C.P.P. (art. 20 C.P.P.).
La Cámara de Apelación y Garantías se aboca a resolver el recurso de apelación, en las
cuestiones de competencia previstas en el C.P.P. que se susciten entre los Juzgados y/o Tribunales en lo
Criminal del mismo departamento judicial, en el recurso de apelación y revisión contra las sentencias
correccionales, así como de las sentencias de juicios abreviados y directísimo de igual materia, y en toda
otra incidencia o impugnación que se plantee contra las resoluciones de los órganos jurisdiccionales
departamentales (art. 21 C.P.P.).
El Tribunal en lo Criminal funciona como órgano de juicio en los delitos cuyo conocimiento no se
atribuya a otro órgano (art. 22, C.P.P.).
El Tribunal de jurados y juradas atiende los delitos cuya pena máxima prevista en la ley exceda
de quince años de prisión o, tratándose de un concurso de delitos, alguno de ellos supere dicho monto
(art 22 bis, C.P.P.).
El juicio por jurados consiste en que personas que no pertenezcan al cuadro administrativo del
Poder Judicial, tomen parte en la decisión sobre la culpabilidad o inocencia de una persona con respecto
a un delito del que se la acusa, siendo espectadores del debate donde se produce la prueba. Es decir,
que les corresponde decidir sobre si existió determinado suceso y si la persona imputada debe
responder por el mismo, quedando reservada a los jueces y juezas profesionales la imposición de la
pena en caso de un veredicto de culpabilidad.
El C.P.P. ofrece a la persona imputada la posibilidad de renunciar a la designación del
mencionado tribunal en determinados momentos procesales (art 22 bis, C.P.P.).
El Juez o la Jueza en lo Correccional tratan los delitos cuya pena no sea privativa de libertad; en
los delitos que tengan pena privativa de libertad cuyo máximo no exceda de seis años; respecto de faltas
y contravenciones municipales, policiales o administrativas (art. 24 C.P.P.).
El Juez o la Jueza de Garantías conoce en las cuestiones derivadas de las presentaciones de las
partes civiles, particular damnificado/a y víctima; en imponer o hacer cesar las medidas de coerción; en
la realización de los actos o procedimientos que tuvieren por finalidad el adelanto extraordinario de
prueba; en las peticiones de nulidad, en la oposición de elevación a juicio, solicitud de cambio de
calificación legal o excepciones; en el acto de la declaración del imputado, controlando su legalidad y
regularidad; en el control del cumplimiento de los plazos de investigación; en todo otro supuesto
previsto por el C.P.P. (art. 23 C.P.P.).
El Juez o la Jueza de Ejecución tratan las cuestiones relativas a la ejecución de la pena; en la
solicitud de libertad condicional; en las cuestiones referidas al cumplimiento de todas las garantías
incluidas en la Constitución y en los instrumentos internacionales de derechos humanos; en los
incidentes y cuestiones suscitadas en la etapa de ejecución; en los recursos contra las sanciones
disciplinarias; en las medidas de seguridad aplicadas a mayores de 18 años; en el tratamiento de
personas liberadas en coordinación con el Patronato de Liberados y demás entidades afines. En la
extinción o modificación de la pena, con motivo de la vigencia de una ley penal más benigna. En la
reeducación de los internos (art. 25 C.P.P.).
El Juez o la Jueza de Paz: El o la Agente Fiscal podrá requerir al Juez o Jueza de Paz del lugar en
que el hecho se hubiere cometido medidas de coerción personal y medidas probatorias. Cumplida la
medida, continuará interviniendo el Juez o Jueza de Garantías que corresponda. Las decisiones del Juez
o Jueza de Paz serán impugnables ante la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal Departamental
(art. 25 bis C.P.P.).

6. FUERO DE RESPONABILIDAD PENAL JUVENIL

Responsabilidad Penal Juvenil. Introducción


La ley 13.298 y sus complementarias leyes 13.634 y 14.537, finalmente vinieron a procurar
cumplir el compromiso internacional asumido por el Estado al ratificar la Convención Internacional de
los Derechos del Niño y la Niña, adecuando el derecho local a las exigencias dadas por los instrumentos
de derechos humanos incorporados al orden constitucional.
75
La ley 13.298 establece y define el Sistema de Promoción y Protección Integral de Derechos del
Niño en el ámbito Provincial y Municipal.
La autoridad de aplicación de este sistema es el Ministerio de Desarrollo, organismo que lleva a
cabo sus objetivos y acciones por medio de los Servicios Zonales de Promoción y Protección de Derechos.
La ley 13.634, en líneas generales y en relación a los y las jóvenes punibles, conduce la
legislación provincial por el camino de los arts. 12, 37 y 40 de la Convención Internacional de los
Derechos del Niño y la Niña, los cuales diseñan un proceso penal que asegura las garantías penales y
procesales del debido proceso a todo niño y niña en conflicto con la ley penal.
El régimen de Responsabilidad Penal Juvenil es aplicable a las personas menores de entre 16 y 18 años
de edad.
La ley fija como regla que los y las jóvenes sujetos a proceso penal gozan de todos los derechos y
garantías reconocidos a las personas mayores, previendo un plus de garantías especiales en función de
su particular etapa de desarrollo (art. 36). Por cuanto el proceso penal juvenil se rige de manera similar
al procedimiento fijado para mayores y que fuera desarrollado líneas arriba.

Características
En los citados instrumentos normativos se erige al interés superior del niño y la niña como
principio rector, se fomenta la participación activa y se privilegia su opinión. Se coloca a la familia en un
lugar prioritario y protagónico en la contención, desarrollo e integración para quien no ha cumplido 18
años de edad. El Estado es el responsable de la realización de los derechos de niños y niñas.
Se desjudicializan los conflictos sociales que involucran al niño y la niña desplazando su atención
asistencial a la administración.
Se reserva la instancia judicial para el control de la legalidad de la actividad administradora, para
cuestiones jurídicas de naturaleza civil (fuero de familia) o penal (fuero de responsabilidad penal
juvenil).

Integración
El Fuero de la Responsabilidad Penal Juvenil estará integrado por:
 Tribunal de Casación.
 Cámaras de Apelación y Garantías en lo Penal.
 Tribunales de Responsabilidad Penal Juvenil.
 Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil.
 Juzgados de Garantías del Joven.
 Ministerio Público del Joven.

Proceso Penal Juvenil


Como se vio, las características del proceso penal en este fuero guardan similitud con el proceso
penal seguido para los mayores de edad.

Durante la tramitación de la causa el o la joven gozará de todos los derechos y garantías reconocidos a los
mayores y en especial tendrá derecho a:
 Ser informado/a de los motivos de la investigación y de la autoridad responsable de la misma, del
derecho a no declarar contra sí mismo y a solicitar la presencia inmediata de sus padres, tutores o
responsables y su defensor/a.
 No ser interrogado por autoridades policiales, militares, civiles o administrativas.
 Recibir información clara y precisa de todas las autoridades intervinientes del Fuero, sobre el significado
de cada una de las actuaciones procesales que se desarrollen en su presencia, así como del contenido y
de las razones, incluso ético-sociales de las decisiones, de tal forma que el procedimiento cumpla su
función educativa.
 Que la privación de libertad sea sólo una medida de último recurso y que sea aplicada por el período más
breve posible, debiendo cumplirse en instituciones específicas para niños y niñas, separadas de las de
adultos, a cargo de personal especialmente capacitado teniendo en cuenta las necesidades de su edad;
 Comunicarse personalmente con la autoridad judicial, recibir visitas e intercambiar correspondencia con
76
su familia, al estudio y la recreación.
 Que no se registren antecedentes policiales que perjudiquen su dignidad.
 Que las decisiones sobre medidas cautelares, salidas alternativas al proceso y requisitoria de elevación a
juicio, bajo pena de nulidad se dicten en audiencia oral con su presencia, la de su defensor, acusador y
demás intervinientes, conforme a los principios de continuidad, inmediación, contradicción y
concentración.

En este procedimiento intervine la figura del Agente Fiscal y del Defensor o Defensora del Joven
dependientes del Ministerio Público.
Se separa claramente la etapa de la investigación penal preparatoria del juicio así como las
funciones y roles dentro de cada etapa.
El juez o la jueza que actúa durante la etapa de investigación preparatoria son el juez o jueza de
garantías del Joven.
El o la Agente Fiscal es quien recolecta la prueba y en su caso realiza la acusación.
La Defensa es ejercida por un Defensor o una Defensora Oficial o particular.
Los y las Agentes Fiscales y Defensores/as Oficiales Penales del Joven tendrán las mismas
funciones atribuidas por los artículos 17, 21 y 22 respectivamente de la Ley Nº 12.061 y modificatorias,
con la especificidad de serlo respecto de niños y niñas.
Durante la tramitación del proceso el juez o jueza de garantías podrá restringir la libertad de la persona
imputada menor. Esta medida de coerción personal es excepcional, subsidiaria y provisoria para causas graves
(art. 43 y 44).
Esta gravedad definida normativamente por la misma ley surge de lo dispuesto por los art. 43
inc. 2do, y 27 pues conforme una interpretación de lo allí dispuesto puede establecerse que éstas son
aquellas donde la pena en expectativa no permiten la aplicación de la libertad condicional (art.26 del CP)
y además la conducta investigada configuran los delitos previstos por los art. 79 (homicidio simple), art.
80 (homicidios agravados, art. 119 párrafos 3ro y 4to (abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual
con acceso carnal), art. 124 (abuso sexual del que resultare la muerte de la víctima), art. 142 bis
(secuestro coactivo) art. 165 (homicidio en ocasión de robo) y art. 170 del Código Penal (secuestro
extorsivo).
Las medidas cautelares de encierro deberán ser llevadas a cabo en centros especializados,
donde las personas jóvenes imputadas deberán estar separados de las mayores y de las menores
condenadas (art. 46).
El plazo máximo de la prisión preventiva es de 180 días prorrogables fundadamente por el juez
ojueza de garantías y a requerimiento del agente fiscal por un plazo de 180 días más.
El dictado, la prórroga y el cese de la prisión preventiva será resuelta por el juez o jueza de
garantías en audiencia oral con la presencia obligatoria de la parte imputada, el agente fiscal y el
defensor o la defensora, bajo pena de nulidad.
La duración de la investigación no puede superar los 120 días si hubiere detenidos; en casos
fundados y excepcionales podrá prorrogarse por 60 días más (art. 48).
El citado art. 43 admite la aplicación de todas las decisiones alternativas que pongan fin a la
etapa preliminar o al proceso, en especial la suspensión del juicio a prueba, el archivo, el juicio
abreviado, el sobreseimiento o la mediación del conflicto.
Una vez elevada a juicio y radicada la causa, el Juez o la Jueza de Responsabilidad Penal Juvenil o
en su caso el Tribunal de la Responsabilidad Penal Juvenil, dentro de las cuarenta y ocho (48) horas,
señalará el día y la hora para la celebración de la audiencia preparatoria del juicio oral con citación a las
partes, la que deberá fijarse en un plazo que no exceda los quince (15) días.
No será aplicable lo normado por el artículo 342 del Código Procesal Penal, respecto a la
publicidad de la audiencia de debate, la cual tendrá carácter de reservado. Excepcionalmente, podrán
estar presentes aquellas personas expresamente autorizadas por el Juez o la Jueza. La decisión judicial
es inimpugnable.
Concluido el debate, el Juez, la Jueza o en su caso el Tribunal de la Responsabilidad Penal
Juvenil, con base en los hechos probados, en la existencia del hecho, en su tipicidad, en la autoría o
participación del niño, en la existencia o inexistencia de causales eximentes de responsabilidad, en las
77
circunstancias y gravedad del hecho, y en el grado de responsabilidad, por auto fundado, resolverá:
 Declarar absuelto al niño o a la niña, dejando sin efecto la medida provisional impuesta y
archivar definitivamente el expediente.
 Declarar penalmente responsable al niño o niña y aplicarle una o varias de las medidas judiciales
previstas en el artículo 68 de la ley, con determinación específica de cada una de ellas, su
duración, finalidad y las condiciones en que deben ser cumplidas.
La Resolución se notificará a las partes personalmente o por cédula.

Niños y Niñas Inimputables


Comprobada la existencia de un hecho calificado por la Ley como delito, y presumida la
intervención de un niño o una niña que no haya alcanzado la edad establecida por la legislación nacional
para habilitar su punibilidad penal, el o la Agente Fiscal solicitará al Juez o Jueza de Garantías su
sobreseimiento.
Sin perjuicio del cierre del proceso penal respecto de la persona menor de edad, si se advirtiere
la existencia de alguna vulneración de sus derechos específicos, la persona titular del Juzgado de
Garantías establecerá la pertinencia de aplicar alguna de las medidas de Protección Integral de Derechos
establecidas en la Ley 13.298, en cuyo caso solicitará la intervención del Servicio de Protección de
Derechos correspondiente y comunicará tal decisión a su representante legal o ante su ausencia al
Asesor de Incapaces.

7. FUERO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

Derecho Administrativo. Introducción


El primer objeto de estudio de esta rama del derecho es el ejercicio de la función
administrativa. Abarca: El estudio del sujeto que ejerce dicha función, o sea la administración pública
centralizada y descentralizada, a través de sus órganos jurídicos, de los y las agentes que se
desempeñan en esos órganos y estructurada en forma de administración central (centralizada o
desconcentrada), o descentralizada (entes autárquicos, empresas del Estado, sociedades anónimas con
participación parcial o total del Estado, etc.), más la figura del ente independiente regulador de servicios
públicos que dimana del art. 42 de la Constitución.
La función pública puede a veces ser delegada o atribuida a personas no estatales y aparece en
ese caso el fenómeno de las personas públicas no estatales (algunas sociedades de economía mixta,
corporaciones profesionales, etc.), o a personas que ejercen un monopolio o privilegio para la
explotación de un servicio público, aspectos que entran también dentro del objeto del estudio del
derecho administrativo (como son las concesiones en favor de empresas privadas, comúnmente
llamadas “privatizadas”).
De tal manera, según Gordillo, que el derecho administrativo es “la rama del derecho público
que estudia el ejercicio de la función administrativa y la protección judicial existente contra ésta.”
El procedimiento contencioso administrativo está regulado por la ley 12.008 (Código
Contencioso Administrativo).
Corresponde a los tribunales contencioso-administrativos el conocimiento y decisión de las
pretensiones que se deduzcan en los casos originados por la actuación u omisión, en el ejercicio de
funciones administrativas, de los órganos de la Provincia, los municipios, los entes descentralizados y
otras personas, con arreglo a las prescripciones de la ley 12.008 (Art. 1, ley 12.008). En síntesis, de lo que
esencialmente trata el derecho administrativo es de los juicios contra el Estado o contra entes públicos,
marcar los límites del poder estatal en el ejercicio de sus funciones y de hacer cumplir la regulación
estatal establecida por la ley.

Estructura

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El Fuero en lo Contencioso Administrativo en la provincia de Buenos Aires está compuesto por
los siguientes órganos judiciales:
 Suprema Corte de Justicia
 Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
 Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo

Competencia
La competencia contencioso-administrativa comprende las siguientes controversias:
 Las que tengan por objeto la impugnación de actos administrativos, de alcance particular o
general.
 Las que se susciten entre prestadores de servicios públicos o concesionarios de obras
públicas y usuarios, en cuanto se encuentren regidas por el Derecho Administrativo.
 Aquellas en las que sea parte una persona jurídica no estatal, cuando actúe en el ejercicio
de prerrogativas regidas por el Derecho Administrativo.
 Las que versen sobre la responsabilidad patrimonial, generada por la actividad lícita o ilícita
de la Provincia, los Municipios y los entes públicos estatales, regidas por el Derecho Público,
aun cuando se invocaren o aplicaren por analogía normas del Derecho Privado.
 Las relacionadas con la aplicación de tributos provinciales o municipales.
 Las relativas a contratos administrativos.
 Las que promuevan los entes públicos estatales.
 Las relacionadas con la ejecución de tributos provinciales.
 Las que versen sobre limitaciones al dominio por razones de interés público, servidumbres
administrativas y expropiaciones (art. 2, ley 12.008).

No corresponden a la competencia de los tribunales contencioso administrativos las siguientes


controversias:
 Las que se encuentren regidas por el derecho privado o por las normas o convenios
laborales.
 Las que tramitan mediante los juicios de desalojo, interdictos, y las pretensiones
posesorias (art. 4, ley 12.008).

El o la Fiscal de Estado interviene en los procesos contenciosos de conformidad con lo dispuesto


en el art. 155 de la Constitución Provincial (art. 9, ley 12.008).

En el proceso contencioso-administrativo podrán articularse pretensiones con el objeto de obtener:


 La anulación total o parcial de actos administrativos de alcance particular o general.
 El restablecimiento o reconocimiento del derecho o interés tutelados.
 El resarcimiento de los daños y perjuicios causados.
 La declaración de certeza sobre una determinada relación o situación jurídica regida por el
Derecho Administrativo.
 La cesación de una vía de hecho administrativa.
 Se libre orden judicial de pronto despacho (art. 12, ley 12.008).

8. JUSTICIA DE PAZ

Justicia de Paz. Introducción


La justicia de paz se encuentra entre las primeras instituciones de nuestro país en lo que
respecta a la administración de justicia. Reconoce raíz histórica en los tiempos del Virreinato. Los
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Juzgados de Paz tenían asiento en aquellos solares o pueblos donde no había cabildos y su función era la
de dictar resoluciones inmediatas y concretas a los conflictos que se suscitaban en la comunidad
denominados de “menor cuantía”.
Desde su aparición en nuestra provincia la competencia de la Justicia de Paz fue en constante
evolución, presentando un cambio radical luego de la sanción del Decreto Ley 9.229/79 (y las
modificatorias operadas por el Decreto Ley 9.682 y la ley 10.571), con el que se fijó en actual régimen
bajo el cual la figura del Juez o Jueza de Paz era el ciudadano o ciudadana más proba que desempeñaba
su cargo gratuitamente.
Actualmente, la ley 5.827 establece que en cada partido de la Provincia funcionará un Juzgado
de Paz Letrado (abogado/a), con excepción de aquellos en los cuales esté instalada la sede asiento de
cada departamento judicial, o en los que funcionen juzgados de Primera Instancia en lo Civil y Comercial.
Cada Juzgado de Paz estará a cargo de un/a (1) Juez/a Letrado/a titular, cuya competencia
territorial estará determinada por los límites del Partido en que se asienta.
A todos los efectos de la organización judicial, los Juzgados de Paz formarán parte de los respectivos
Departamentos Judiciales con jurisdicción sobre el Partido donde aquellos se encuentren instalados. En las
ciudades cabecera de partido donde no existan Juzgados en lo Civil y Comercial, funcionan los Juzgados
de Paz letrados, los que se encargan de resolver algunos temas en particular, regulados por el art. 63 de
la ley 10.571, cuyo texto puede consultarse en el siguiente enlace:
http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/l-10571.html.
En este enlace encontrarán el mapa interactivo de la organización territorial del Poder Judicial de
la Provincia. http://www.scba.gov.ar/guia/ . Ingresando al mismo, puede encontrarse la nómina de
organismos de cada Departamento Judicial ordenado por fuero.

Competencia
La competencia de estos órganos jurisdiccionales está delimitada por el art. 61 de la citada ley
5827, en el marco del cual se establece que los Jueces y las Juezas de Paz Letrados de los
partidos de Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Berisso, Ensenada, Esteban Echeverría, Ezeiza,
Florencio Varela, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, Lanús, Malvinas Argentinas, Merlo, Presidente
Perón, San Fernando, San Miguel, Tres de Febrero, Tigre y Vicente López, conocerán:

1. De los siguientes procesos:


 Cobro de créditos por medianería.
 Restricciones y límites al dominio o sobre condominio de muros y cercos y en particular los que
se susciten con motivo de la vecindad urbana o rural.
 Deslinde y amojonamiento.
 Beneficio para litigar sin gastos en los procesos que corresponde tramitar ante los mismos.
 Medidas preparatorias de los procesos de conocimiento y prueba anticipada.
 Apremios.

2. De los siguientes procesos voluntarios:


 Asentimiento conyugal en los términos del Artículo 1.277 del Código Civil y Comercial.
 Autorización para comparecer en juicios y realizar actos jurídicos.
 Autorización para contraer matrimonio a menores de edad, domiciliados en su jurisdicción.
 Copia y renovación de títulos.
 Inscripción de nacimientos fuera de plazo.
 Informaciones sumarias requeridas para la acreditación de hechos por organismos públicos o
por personas de derecho privado.
 Mensura.
 Reconocimiento, adquisición y venta de mercaderías en los términos del Capítulo VI del Libro
VII, Código de Procedimiento Civil y Comercial.
 Rectificaciones de partidas de estado civil.
 Certificaciones de firmas, constatación del estado material de documentos y autenticidad de

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copias de documentos públicos o privados, mediante la registración de aquellas y del estado
material o copia de éstos en los libros que establezca la Suprema Corte.

3. De los trámites de notificaciones, intimaciones, constataciones y demás diligencias judiciales previstas


por el Código Procesal Civil y Comercial, a solicitud de otros órganos jurisdiccionales.

4. En materia de faltas (Decreto-Ley 8.031/73, Texto Ordenado por Decreto 181/87 y sus modificatorias).

5. De la aplicación de las sanciones previstas por el Artículo 78° del Decreto Ley Nacional 8.204/63 y
contemplado por el Artículo 6° del Decreto Provincial 7.309/68.
Los restantes Jueces y Juezas de Paz conocerán además de las materias indicadas en el párrafo
precedente, en los siguientes procesos:
 Separación personal, divorcio vincular y conversión de separación personal en divorcio vincular,
en los términos de los Artículos 205°, 215°, 216° y 238° del Código Civil y Comercial.
 Alimentos
 Tenencia de hijos, hijas y régimen de visitas.
 Homologación de acuerdos de liquidación de sociedad conyugal en aquellos casos en que el
divorcio se hubiere tramitado por ante el mismo Juzgado.
 Suspensión de la patria potestad.
 Internaciones en caso de urgencia, comunicando la medida dentro de las veinticuatro (24) horas
al Juez o Jueza de Primera Instancia.
 Habeas Corpus.
 Adquisición de dominio por usucapión.
 (Texto según Ley 11911) Desalojo urbano por intrusión, falta de pago y/o vencimiento de
contrato. Consignación y cobro de alquiler. Los procesos que versen sobre materia de
competencia del Fuero rural previstos en los Decretos-Leyes 868/57 y 21.209/57.
 Medidas cautelares, debiendo el Juez o Jueza remitir el expediente al Magistrado que en
definitiva entendiere en el proceso, tan pronto como fuera comunicada su iniciación.
 Juicios ejecutivos y ejecuciones especiales.
 De los procesos universales consistentes en sucesiones “ab intestato” o testamentarias.
 Curatela o insanias, en los supuestos en que se acredite que el incapaz no tenga patrimonio y se
solicite su declaración para la obtención del Beneficio de Pensión Social, Ley 10.205 y sus
modificatorias.

Los procesos indicados en los incisos b) y h) del apartado II del parágrafo I, serán de
competencia de la Justicia de Primera Instancia en lo Civil y Comercial cuando existiere un proceso
conexo radicado ante ésta, en relación al cual resultare necesario concretar los actos a que dichos
incisos se refieren.
Los Jueces de Paz Letrados y las Juezas de Paz Letradas de todos los partidos de la Provincia
intervendrán a requerimiento del Agente Fiscal, en las medidas de coerción personal, medios y
diligencias de prueba que señala el artículo 25° bis del Código Procesal Penal, en los casos en que los
hechos delictivos hayan sido cometidos dentro de su competencia territorial.

Procedimiento
El procedimiento ante la Justicia de Paz se regirá por el Código Procesal Civil y Comercial de la
provincia con las particularidades del Decreto Ley 9.229/79 (de Justicia de Paz Letrada) y demás
normativa aplicable.

Certificaciones de firmas y autenticación de copias. Requisitos.


La Justicia de Paz Letrada y los Registros Públicos de Comercio, en el ejercicio de la competencia
determinada por la Ley Orgánica Nro. 5.827 –art. 61- y Acuerdo 1.835 –art. 3-, se regirán conforme al
principio de control de legalidad debiendo tomar los recaudos que aseguren su cumplimiento y

81
salvaguardar la fe pública.
Deberán llevar libros de autenticación de copias de documentos públicos y privados y de
certificación de firmas, ambos habilitados por el Actuario o el Jefe o la Jefa de la dependencia,
debidamente foliados. Sus asientos deberán ser legibles y constar en ellos: lugar y fecha, nombre y
apellido completos del peticionario, así como tipo y número de documento de identidad y domicilio
real; descripción de la documentación presentada y, en su caso, cantidad de copias autenticadas, monto
y número del depósito integrado. Al pie del asiento respectivo deberá asentar su firma el agente judicial
que interviene en la registración del acto, la persona funcionaria fedataria y la persona interesada, esto
último como prueba de devolución de la documentación objeto de la gestión.

No se certificará la autenticidad de firmas:


 Cuando fueren puestas en documentos con espacio en blanco. En el caso de empleo de
formularios los datos esenciales deben estar completos.
 En el supuesto de hallarse el documento redactado en lengua extranjera o alfabeto desconocido
para la autoridad certificante, deberá acompañarse la correspondiente traducción firmada por
profesional competente.

La Justicia de Paz, los Juzgados en lo Civil y Comercial ubicados en sedes descentralizadas y los
Registros públicos de Comercio no certificarán ni autenticarán documentos públicos o privados que
correspondan específicamente en razón de la materia a organismos administrativos nacionales,
provinciales o municipales, correspondiéndoles intervenir en los supuestos en que se cumpliere una
finalidad previsional, laboral, asistencial o de seguridad social y siempre que tales organismos no
contaren con autoridad habilitada en la ciudad asiento de aquéllos. Las personas titulares de Juzgados
de Paz podrán realizar excepciones cuando aprecien situaciones de estricta necesidad.

Código de faltas municipales (Decreto-Ley 8.751/77, art. 54 y siguientes)


Contra las sentencias definitivas podrán presentarse los recursos de apelación y nulidad. El
recurso se interpondrá y fundará ante la misma autoridad que la dictó, dentro de las setenta y dos (72)
horas de notificada, elevándose las actuaciones al Juez o a la Jueza en lo Penal en turno, de la
jurisdicción, quien conocerá y resolverá el recurso, dentro de los quince (15) días de recibida la causa o
desde que la misma se hallare en estado, si se hubieran decretado medidas para mejor proveer.
La apelación se otorgará cuando la sentencia definitiva impusiere las sanciones de multa mayor
del cincuenta por ciento (50%) del sueldo mínimo del personal de la comuna; arresto; inhabilitación mayor
de diez (10) días, y cuando, cualquiera fuera la sanción impuesta, llevare alguna pena accesoria. Cuando
la sentencia haya sido dictada por el Intendente Municipal, procederá sin limitación alguna.
El recurso de nulidad sólo tendrá lugar contra resoluciones pronunciadas con violación u
omisión de las formas sustanciales del procedimiento, o por contener éste defectos de los que, por
expresa disposición del derecho, anulen las actuaciones. Sólo podrá interponerse contra las sentencias
en que proceda la apelación y se lo deducirá conjuntamente con ésta.
Se podrá recurrir directamente en queja ante el Juez o la Jueza en lo Penal cuando se denieguen
los recursos recién mencionados o cuando se encuentren vencidos los plazos legales para dictar
sentencia.

El juicio contravencional. Formación. Secuestro de efectos


La jurisdicción en materia de faltas será ejercida por Jueces o Juezas de Paz Letradas en sus
respectivos Partidos, y donde no existieren Juzgados de Paz Letrados por los Jueces de Primera Instancia
en lo Criminal y Correccional, que al efecto serán "Jueces o Juezas de Faltas".
La causa contravencional es de carácter sumario y deberá formarse con:
I.- El acta de constatación, que contendrá:
a.- Lugar, fecha y hora de la comisión de la
falta.b.- Naturaleza y circunstancias de ella.
c.- Nombre, documento y domicilio del imputado, y la mayor cantidad de datos que permitan su

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identificación cuando careciere de documentos de identidad.
d.- Nombre, cargo y firma del funcionario que constató la infracción.
e.- Nombre, documento de identidad y domicilio de los testigos si los hubiere.
II.- Declaración del imputado y ofrecimiento de las pruebas que intente hacer valer, previa notificación
de la norma típica cuya violación se le incrimina.
III.- Declaración de los testigos del hecho o los propuestos por el inculpado o la inculpada.
IV.- Elevación.

9. MINISTERIO PÚBLICO

Ministerio Público. Introducción


El cuadro de la organización de la justicia provincial se completa con el Ministerio Público
Provincial.
El Ministerio Público reúne a todo el cuerpo de Fiscales, Defensores, Curadores y Asesores de
Menores e Incapaces que actúa en defensa de los intereses de la sociedad y busca lograr un eficaz
equilibrio en la prestación de justicia respetando los valores consagrados en las disposiciones
constitucionales.
Se trata de un órgano constitucional cuyo esquema funcional se divide, por un lado, en
Ministerio Público Fiscal y por el otro como Ministerio Público de la Defensa.
El primero es el encargado de defender los intereses públicos en los procesos judiciales, iniciando
los procesos judiciales de acción pública (como es en el caso del fuero penal).
En tanto que el Ministerio Público de Defensa es el encargado de defender los derechos de las
personas perseguidas por el Estado en el ejercicio de la acción penal, que por alguna circunstancia no
pueden ejercer su defensa.
Asimismo, el Ministerio Público atenderá y asesorará a la víctima, garantizando sus derechos y
facultades establecidos en el Código Procesal Penal, suministrándole información que le posibilite ser
asistida como tal por el Centro de Asistencia a la Víctima.
El Ministerio Público se encuentra regulado por la ley 14.442, es parte integrante del Poder
Judicial y su estructura es encabezada por el Procurador General.

Integración
Este órgano se organiza con una estructura jerárquica y está regida por los principios de unidad,
indivisibilidad, flexibilidad y descentralización.

El esquema de los funcionarios que lo integran se organiza de la siguiente manera:


 Procurador/a General de la Suprema Corte de Justicia
 Sub-Procurador/a General de la Suprema Corte de Justicia
 Defensor/a General de la Provincia de Buenos Aires
 Sub-defensor/a General de la Provincia de Buenos Aires
 Fiscal y Defensor/a del Tribunal de Casación
 Fiscales de Cámara y Defensores/as Departamentales
 Adjuntos del Fiscal y del Defensor/a del Tribunal de Casación
 Agentes Fiscales y Defensores/as Oficiales
 Asesores/as de Incapaces
 Cuerpo de Magistrados Suplentes del Ministerio Público

Las personas integrantes del Ministerio Público tienen los mismos derechos e inmunidades que
los jueces y las juezas. Conservarán sus cargos mientras dure su buena conducta y solamente podrán ser
suspendidas o removidas, conforme a los procedimientos de juicio político o enjuiciamiento previstos en
los arts. 73 inciso 2) y 182 de la Constitución de la Provincia en los casos respectivos.
83
La Mediación Prejudicial Obligatoria
Previo a finalizar el tratamiento de todos los fueros debe tenerse en cuenta que en el ámbito
de la provincia de Buenos Aires rige la Mediación Prejudicial Obligatoria. Ésta es una instancia
ineludible a la que toda persona debe someterse previo a iniciarse un proceso judicial, siendo
susceptible de ser sancionada sino cumpliese con dicho requerimiento. La misma se encuentra regulada
por la ley provincial13.951.
La instancia de mediación tiene por objeto promover y facilitar la comunicación directa entre
las partes, de manera que permita la solución del conflicto y, en tal caso, evitar el proceso judicial, el
cual, en la práctica que suele ser largo y costoso para las personas, y en el cual la decisión sobre la
contienda no la toman las partes, sino un juez o jueza.
La ley 13.951 establece en su artículo 4º que procesos judiciales están exentos de la Mediación
obligatoria, estos son:
1. Causas Penales, excepto las sometidas a Mediación voluntaria de acuerdo a lo establecido en
la Ley 13.433. La mencionada ley es la vigente para la aplicación del régimen de Mediación Prejudicial
voluntaria para causas penales. Mediante ésta se establece que el procedimiento se instrumentará en
la órbita del Ministerio Público Fiscal por medio de las Oficinas de Resolución Alternativa de Conflictos
Departamentales, las cuales intervendrán en los casos que los fiscales deriven una Investigación Penal
Preparatoria; siempre que se trate de causas correccionales y regirá para delitos cuyas penas son
menores a seis años y que sean causas vinculadas con hechos suscitados por motivos de familia,
convivencia o vecindad, causas cuyo conflicto es de contenido patrimonial. Además siempre será
necesario el expreso consentimiento de la víctima.
2. Acciones de separación personal y divorcio, nulidad de matrimonio, filiación y patria
potestad,alimentos, guardas y adopciones.
3. Procesos de declaración de incapacidad y de rehabilitación.
4. Causas en las que el Estado Nacional, Provincial, Municipal o los Entes Descentralizados sean parte.
5. Amparo, Habeas Corpus e interdictos.
6. Medidas cautelares hasta que se encuentren firmes.
7. Las diligencias preliminares y prueba anticipada.
8. Juicios sucesorios y voluntarios.
9. Concursos preventivos y quiebras.
10.Las acciones promovidas por menores que requieran la intervención del Ministerio Público.
11.Causas que tramiten ante los Tribunales Laborales.
12.Causas que tramiten ante los Juzgados de Paz Letrados.

Quien ejerza la función de mediador o mediadora será sorteado por el Poder Judicial de una lista
de personas habilitadas para ejercer la función dispuesta en un Registro Provincial de Mediadores.
Sobre el procedimiento, debemos saber que las partes convocadas deben acudir a la primera
audiencia en forma obligatoria. Luego de este primer paso, el procedimiento continúa de forma
voluntaria. Si la mediación finalizara con acuerdo, la Receptoría de Expedientes procederá a modificar la
carátula de la causa como “Homologación de Convenio – Ley 13.951”, y la remitirá al Juzgado junto
conel acta de cierre de mediación y acuerdo al que arribaron las partes.
Si en mediación no se arriba a acuerdo, la o las personas requirentes podrán instar la acción
judicial presentando el acta de finalización expedida por la persona mediadora y la demanda formal con
la documentación anexa en Receptoría de Expedientes.

84
TÍTULO 5: TEMAS DE GÉNERO
Introducción

Los derechos y garantías que establece la Constitución Nacional son válidos para todos los
habitantes del territorio argentino. Esto incluye los estándares de derechos humanos a los que la
Argentina se ha obligado internacionalmente mediante la firma de tratados con la comunidad
internacional y que nuestra Nación también ha jerarquizado a la par de nuestra Ley Fundamental a
partir de su art. 75 inx. 22 que fue reformado de 1994.
Algunos grupos determinados, por su situación de vulnerabilidad, merecen categorías
específicas para tratar su problemática a fin de no dejar a esa población en un grado de mayor
indefensión. Ello implica una decisión por parte del Estado de asumir ciertas obligaciones tanto a nivel
nacional como internacional.
Los derechos de las mujeres y los temas de género son temas de derechos humanos, y esto es
algo así definido por la comunidad internacional así como por el Estado Argentino. Por lo tanto, deben
ser considerados con la importancia que ello significa en tanto estamos tratando con temas que hacen a
la jerarquía constitucional y a ley vigente.

“Ley Micaela”

En 2019 se aprobó a nivel nacional la ley 27.499, más conocida como “Ley Micaela”. Esta ley
establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se
desempeñan en la función pública en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación. Se la
conoce como “Ley Micaela” en conmemoración de Micaela García, una joven entrerriana de 21 años
que fue víctima de femicidio en 2017 en la ciudad de Gualeguay. La capacitación en la temática de
género no sólo es obligatoria sino que abarca a todo el personal de los tres poderes del Estado a nivel
nacional como provincial, de todos los niveles y jerarquías, sean empleados de planta permanente o
transitoria.
Luego de la sanción de la Ley Micaela a nivel nacional, la Provincia de Buenos Aires sancionó
también la ley 15.134 y que adhiere a la provincia a los parámetros nacionales de la ley nacional. La
Corte Suprema de la Provincia, en cumplimiento con la ley, es quien implementa la capacitación en el
Poder Judicial; y el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación es quien difunde el
grado de cumplimiento de cada uno de los organismos públicos en su página web:
https://www.argentina.gob.ar/generos. En el sitio web https://www.argentina.gob.ar/generos/ley-
micaela pueden descargarse gratuitamente los documentos y materiales así como la política integral de
implementación de la Ley Micaela.
El “femicidio” constituye un agravante del delito de homicidio que se comete por motivos de
odio al género. En Argentina, durante el año 2021, hubo 289 víctimas de femicidio confirmadas, de
acuerdo al Informe Final del Observatorio de Femicidios del Defensor del Pueblo de la Nación. De las 289
víctimas, 24 fueron femicidios vinculados (es decir, crímenes que buscan dañar a una mujer). En el 2020,
hubo 295 víctimas de femicidio. De las 295 víctimas, 29 fueron femicidios vinculados.
Estas cifras equivalen a un femicidio cada 30 horas. Los femicidios dejan a su vez víctimas
colaterales, como son los y las menores en situación de orfandad. En el 2021, se quedaron 177 hijos e
hijas sin madre. En el 2020, estos casos fueron 212. Muchos de estos/as menores fueron testigos del
femicidio y en algunos casos, fueron sus padres quienes cometieron los asesinatos.
En el 2021, el 11% de las víctimas fueron menores de 18 años, el 37% de entre 19 y 30 años, el
35% corresponde a víctimas de entre 31 y 50 años, y el 17% de mayores de 50 años. En el 2020, el 14%
de las víctimas fueron menores de 18 años, el 31% de entre 19 y 30 años, el 38% corresponde a víctimas
de entre 31 y 50 años, y el 17% de mayores de 50 años.
Un informe elaborado por la Oficina de la Mujer, con datos aportados por los Poderes Judiciales
de las distintas jurisdicciones del país, revela que el 83% de las victimas tenía un vínculo previo con el
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hombre señalado en las causas judiciales como el autor material del hecho, mientras que el 56% eran
sus parejas o ex parejas.
Estos datos revelan el serio problema social y cultural que constituye dentro de nuestra sociedad
la violencia de género contra las mujeres por su condición de tales. La violencia por razón de género
contra la mujer tiene lugar de forma sistemática y persistente y no conoce fronteras: se da no sólo en
nuestro país sino en toda América Latina y el Caribe así como en otras partes del mundo. Afecta a
mujeres y niñas de todas las edades y se produce en todos los espacios, desde el ámbito doméstico
hasta los espacios públicos. En los lugares de trabajo, en el marco de la participación política y
comunitaria, en el transporte y en la calle, en la escuela y otros espacios educativos, en internet y, sin
dudas, en los propios hogares.
Según los últimos datos oficiales informados por los países al Observatorio de Igualdad de
Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) para el año 2021, en la región se producen 12 femicidios por día, y el tema también es tratado
por la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.).
Argentina a su vez está adherida internacionalmente a la Convención sobre la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer desde el año 1985 y que posee rango constitucional
desde 1994. También en 1996 nuestro país ratificó la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (también conocida como la “Convención de Belém, do
Pará”) que posee rango normativo infraconstitucional pero superior a las leyes nacionales y provinciales.
En este sentido, la Ley Micaela viene a contribuir al cumplimiento de las obligaciones internacionales
asumidas oportunamente por la Argentina.
Con todo ello, desde 2012 se estableció el agravante de homicidio por violencia de género
(femicidio) en la República Argentina, el cual se castiga con prisión perpetua para quien cometa ese
delito (art. 80 inc. 11 del Código Penal). Del mismo modo, la figura del femicidio ha sido incorporada a
las leyes penales en al menos en 17 países de la región.
Sin tener que llegar a crímenes de asesinato, la violencia de género está presente y se produce
de distintas maneras y a distintos niveles (desde las situaciones más pequeñas hasta las más graves), lo
que constituye no sólo una práctica inaceptable sino además un serio problema social cotidiano que
merece la atención del Estado, de las fuerzas de seguridad y del Poder Judicial. El objetivo de este
programa de capacitación establecido a partir de la Ley Micaela es contribuir a la igualdad de derechos
desde el punto de vista jurídico, social, económico y cultural.
A fin de dar cuenta de esta situación que equivale a una cantidad importante de casos
denunciados por situaciones de violencia, amenazas, lesiones, situaciones de abuso, hasta llegar a los
homicidios –las que constituyen todas en delitos, pero con un sesgo específico en la cuestión de género-
es que fue sancionada la “Ley Micaela” para capacitar a los tres poderes del Estado en este tipo de
realidades y atenderlas de la forma más adecuada para asegurar, en el caso específicos del Poder
Judicial, el trato digno hacia las denunciantes, como así también una mayor comprensión de estas
realidades a fin de poder abordarlas con la seriedad y complejidad que merecen.
En ese sentido es que el Poder Judicial debe capacitar a todo su personal, de todos los niveles,
en materia de violencia de género a fin de abordar el tema, dar cumplimiento a la ley vigente y asumir
con responsabilidad el rol que le corresponde en cuanto a la administración de justicia como Poder del
Estado.

Perspectiva de género

La cuestión de género no está relacionada exclusivamente con la cuestión sexual, dado que
género y sexo no se refieren a lo mismo. Mientras el sexo de una persona está determinado por la
biología, el género es una construcción cultural se que expresa mediante gustos, atracciones, relaciones,
etc. Por lo tanto, el sexo está relacionado al cuerpo y sus características biológicas, mientras que el
género puede involucrar a un conjunto de expectativas, estándares y creencias que tiene la sociedad
sobre cómo deben comportarse los hombres y las mujeres.
La violencia de género está relacionada entonces a esas expresiones: se estigmatiza o se violenta

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a una persona por sus gustos, decisiones, preferencias, modos de hablar, forma de vestirse, etc. que no
se ajustan a parámetros socialmente estandarizados como “normales”. Pero también involucra una
situación social de dominación de una figura “fuerte” hacia otra “débil”. Y generalmente, aunque no de
forma exclusiva, esta relación de sometimiento se da hacia las mujeres.
Tener en cuenta una visión o perspectiva de género en el ámbito del Poder Judicial va más allá
de edades específicas o de fueros determinados. Por motivos del contexto de violencia familiar, los
casos que han involucrado cuestiones de género fueron inicialmente atendidos por los tribunales del
fuero de Familia o, en los casos de ataques directos a mujeres, por el fuero Penal. Pero la temática
excede a esos fueros y abarca a todas las ramas del Poder Judicial.
Una situación frecuente se da por cuestiones simplemente procesales (que atraviesan a todos
los fueros), como ser una denuncia que se realiza ante un juzgado incompetente por razón de la materia
pero que debe adoptar medidas urgentes de protección en cumplimiento de su obligación de proteger a
la víctima ante una situación de emergencia. Es posible que, por un tema procesal como es la
competencia de un juzgado, el tribunal se encuentre carente de herramientas adecuadas para dictar o
que no comprenda la urgencia del caso y decida declararse incompetente. Esta es una situación
frecuente en donde un juzgado, al declararse incompetente, deja el caso y pasa a tener que ser
determinado por otro tribunal de otro fuero, para lo cual entra en una serie de plazos para que el
sistema judicial pueda revisar a dónde radicar el expediente, todo ello antes de que la víctima pueda ser
siquiera escuchada por un juez o jueza. Por la urgencia del caso, la víctima puede ser dejada en una
situación de indefensión por parte del propio Poder Judicial, lo cual no solo la pone en una situación de
peligro sino que además afecta su derecho constitucional de acceso a la justicia.
En el mejor de los casos y siguiendo con el ejemplo, el juez o jueza antes de declararse
incompetente, dicta una medida cautelar (como puede ser una orden de restricción perimetral, por
ejemplo) para proteger a la víctima. Pero frente al conflicto de competencia, la efectividad de la medida
cautelar no va a ser controlada por nadie porque el juzgado que la dictó se desentendió del caso al
declararse incompetente, por lo que habrá una cautelar sin autoridad de control hasta tanto el tema no
sea asumido por un nuevo juzgado. Este tipo de situaciones involucran a cuestiones meramente
procesales y que pueden darse en cualquier fuero, no solo el penal o el de familia.
Si una persona a fin de acceder a la justicia tiene que recurrir ante una infinidad de autoridades,
comisarías, juzgados y demás organismos del Estado para ser atendida por personas que además no
comprenden la cuestión de género, terminarán multiplicando los procesos judiciales por cada denuncia
realizada o todo lo contrario: no prestarán la debida atención a la denunciante de una forma integral
dejándola así en desamparo. En el primer caso, se da una cuestión de multiplicación de la tarea
burocrática del Estado, un gasto indebido de recursos y una ineficiencia del sistema judicial. En el
segundo caso, se da una violación del Estado a sus obligaciones constitucionales e internacionales (con
los perjuicios que ello podría significar al Estado en términos de juicios contra él), pero peor aún: se deja
indefensa y a su propio riesgo a una persona en situación de peligro.
Por este tipo de situaciones es que resulta importante la capacitación de todo el personal
judicial, de manera interdisciplinaria y entre todos los fueros. La capacitación cumple un triple objetivo:
buscar la eficiencia de recursos, evitar casos de responsabilidad estatal, y sobre todo amparar a las
víctimas.
La Provincia de Buenos Aires dispone de 131 Comisarías de la Mujer en 131 jurisdicciones
diferentes dentro del territorio provincial. Todas dependen de la Superintendencia de Políticas de
Género. Las denuncias por violencia de género pueden realizarse presencialmente ante cualquier
comisaría, la Comisaría de la Mujer más cercana, la Fiscalía de turno, o telefónicamente al 144 o 911.

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Glosario
Absolución: Sentencia judicial que dictamina que una persona no es culpable del delito por el que ha
sido juzgado. El acusado es, por tanto, declarado inocente. Lo contrario de una sentencia absolutoria es
una sentencia condenatoria.

Acceso a la Justicia: ver “Derecho a la Jurisdicción”.

Acción de Amparo: Presentación judicial cuyo objetivo es hacer efectiva la protección y el goce de los
derechos reconocidos en la Constitución. Inicia un juicio que es expedito para poder resolver posibles
violaciones constitucionales de manera lo más inmediata posible. Aunque no todo reclamo judicial
pueda corresponder por vía de amparo, es frecuentemente utilizada para pedir declaraciones de
inconstitucionalidad de normas, o la defensa de derechos colectivos.

Acordada: Se trata de una resolución tomada por la Suprema Corte de Justicia y que va dirigida a sus
tribunales subalternos. Es la forma que tiene la Corte para dictar órdenes hacia el resto del Poder
Judicial.

Acto jurídico: Es un hecho voluntario lícito y voluntario destinado a producir efectos jurídicos. Estos
actos pueden crear o extinguir derechos y obligaciones, modificarlos, o transferirlos a otras personas.

Actora: Es una de las partes dentro de un juicio. Se trata de la persona o grupo de personas que
pretende obtener algo y demanda por ello ante un tribunal. (Ver: “Parte”).

Análogamente / Por analogía: Aplicar algo por semejanza a otra cosa. En Derecho Penal, la aplicación de
los supuestos que configuran un delito no puede aplicarse a otros que puedan ser similares o
semejantes. Esto es así porque se exige precisión a la ley penal para establecer con exactitud las
conductas que deben ser castigadas y cuál ha de ser su sanción. Por ende, la aplicación del derecho
penal por analogía está prohibida.

Anotación de Litis: Es una medida cautelar que tiene por objeto dar publicidad a los litigios relativos a
bienes inmuebles o bienes registrables, para que la persona que es parte en un juicio dé a conocer a
terceros que existe un litigio abierto sobre esos bienes. No impide la libre disposición del bien, sino que
su único efecto es dar a conocer la existencia del litigio que puede afectar al bien objeto de la anotación
que se realiza en el Registro correspondiente.

Arresto: Cuando una persona, siendo vigilada por la autoridad policial por su actitud sospechosa, es
apresada a fin de evitar la comisión de un delito o que el mismo continúe produciéndose. La persona
arrestada debe ser puesta a disposición de la Justicia, dando inmediato aviso a la Fiscalía y Juzgado de
turno a fin de iniciar el proceso penal correspondiente para la investigación de lo ocurrido, garantizar los
derechos de defensa y seguridad del sospechoso, y enfrentar las acusaciones y –eventualmente- pena
que pudieran corresponder. A diferencia de la prisión, que es una situación definitiva, el arresto es una
situación circunstancial que debe ser sometida a juicio para evaluar la culpabilidad o no de la persona
arrestada. No confundir con detención ni con prisión.

Bloque de Constitucionalidad: Es el conjunto de normas jurídicas con el nivel más alto de la jerarquía
legal vigente en Argentina. Está integrado por la Constitución Nacional y por distintos tratados
internacionales de derechos humanos a los que se les ha dado una jerarquía a la par de la Constitución.

Carga de la prueba /carga probatoria: Obligación de probar lo alegado en un juicio, bajo pena de que lo
dicho no sea considerado como algo cierto.

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Cargo: Es el acto formal que indica la fecha y hora de presentación de un escrito o documento en el
expediente y determina el tiempo en que la presentación se ha cumplido.

Causa judicial: Sinónimo de “juicio” o “proceso judicial”. Es todo litigio o controversia, choque de dos
intereses enfrentados, que debe ser resuelto aplicando el derecho vigente.

Cédula de notificación: Véase “notificación”.

Competencia: Atribución de un juez o jueza para poder atender un litigio. Es la aptitud que tiene un
tribunal para entender en un determinado proceso judicial. Suele haber conflictos de competencia
cuando más de un juez de distinto fuero disputan la posibilidad de decidir sobre un mismo juicio o
cuando un juez entiende que “no le compete” tratar un caso porque excede al tipo de temas que les
corresponde juzgar. No debe confundírsele con el término “jurisdicción”.

Conciliación: Es un acuerdo por el cual las partes en un juicio -actora y demandada- con la presencia del
Juez o Jueza, ponen fin al proceso, arribando a un arreglo que ponga fin a la situación de conflicto.

Consejo de la Magistratura: Órgano independiente del Poder Judicial encargado en participar de la


designación de jueces y juezas. También administra el presupuesto del Poder Judicial.

Constitución: Es la ley suprema o conjunto de normas fundamentales que fijan y regulan la


organización de un Estado.

Control de constitucionalidad: Es el control realizado por los jueces para verificar que una ley o norma
jurídica se encuentra de acuerdo o no con los parámetros establecidos en la Constitución Nacional. Este
control puede realizarlo cualquier juez de la Nación, sea la Corte Suprema de Justicia o incluso jueces de
instancias inferiores.

Control de convencionalidad: Es el control realizado por los jueces para verificar que una ley o norma
jurídica se encuentra de acuerdo o no con los parámetros establecidos en las Convenciones o Tratados
Internacionales. Este control puede realizarlo cualquier juez de la Nación como también tribunales
internacionales.

Convención General Constituyente: También puede ser llamada Asamblea General Constituyente. E, es
la reunión de los delegados y delegadas elegidos por el pueblo para reformar la Constitución o
confeccionar una nueva. Representa el Poder Constituyente.

Corte Suprema de Justicia: Es el máximo tribunal dentro del Poder Judicial. En el caso de la Corte
Suprema de la Nación, atiende los casos con mayor relevancia constitucional o que hagan a temas en
donde la Nación sea parte en un litigio. De acuerdo a nuestro sistema federal, también poseen Cortes
Supremas las distintas provincias y son la máxima autoridad judicial dentro de cada una de ellas.

Cosa juzgada: Cuando una sentencia se convierte en firme y definitiva tras haberse agotado todos los
recursos posibles. Se trata de un principio por el que no se vuelve a revisar todo lo actuado dentro de un
juicio que ya ha sido cerrado definitivamente y sobre el cual ya no puede ser apelado ni llevado ante
ninguna autoridad judicial superior.

Costas: Son todos los gastos conformados en un juicio. Se determinan al final del mismo, en la sentencia
dictada por el juez o jueza, que por lo general deben ser pagadas por quien ha resultado vencido en el
proceso judicial, a menos que se determine que cada parte afronte los gastos en los que ha incurrido (a
lo que se llama “costas por su orden”).

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De oficio: Es un acto ordenado por el juzgado sin que sea previamente solicitado por una parte
interesada en un proceso. En caso de que un acto sea iniciado “de oficio” significa que fue impulsado
por el juzgado directamente.

Deber de custodia: Es la responsabilidad que tiene un funcionario o funcionaria judicial de vigilar y


resguardar documentos o bienes que se encuentran bajo su cuidado.

Debido proceso: Es una garantía que permite a cualquier persona poder obtener un pronunciamiento
justo por parte de los tribunales dentro de un plazo razonable, y poder hacer que esa sentencia judicial
se cumpla.

Declaraciones: Son los principios fundamentales para la organización del país establecidos en la
Constitución.

Delito: Acto típico, antijurídico, culpable y punible. Se trata de una conducta que debe ir en contra de lo
establecido por la ley (conducta antijurídica), pero que además debe estar agregada (o “tipificada”) en el
Código Penal, cuyo autor o autora debe ser encontrado/a culpable en un juicio, y sobre el/la cual debe
poder aplicarse una pena preestablecida por la ley (punible).

Demandado: Es una de las partes dentro de un juicio. Se trata de la persona o grupo de personas que es
acusada de algo o es objeto de algún tipo de reclamo por el o la demandante dentro de un juicio y es
llevada por ello ante un tribunal. (Ver: “Parte”).

Denuncia: En derecho penal la denuncia es poner en conocimiento de las autoridades la comisión de un


delito. El hecho de denunciar no hace al denunciante como parte del proceso de investigación o
juzgamiento. La denuncia puede realizarla el/la víctima de un delito o un tercero que supo del hecho o
fue testigo de ello. La víctima estará en su derecho, si así lo desea, de poder presentarse como
querellante y convertirse en parte interesada en el juicio que se investigará a partir de la denuncia
realizada. Por ende, no debe confundirse la denuncia con la “querella” (ver).

Derecho a la jurisdicción: Es el acceso a la Justicia. Se trata de la garantía de poder acudir de una


manera cierta y efectiva a una vía judicial frente a cualquier acto que pueda ser violatorio de los
derechos de una persona.

Derechos: Son reconocimientos por parte del Estado de potestades inherentes para todos los individuos.

Desglose: Consiste en retirar del expediente escritos o documentos.

Detención: Situación que debe ser ordenada previamente por el juez o jueza interviniente en un proceso
penal en donde se lleva a cabo la investigación por la comisión de un delito. La detención la realiza la
autoridad policial contra una persona que no está cometiendo un delito pero sobre la que sí es acusada
de haber cometido uno, que es por lo que se la investiga. A diferencia de la prisión, que es una situación
definitiva, la detención es una situación circunstancial que debe ser sometida a juicio para evaluar la
culpabilidad o no de la persona detenida. No confundir con arresto ni con prisión.

Embargo: Es una orden judicial que individualiza un bien determinado del deudor, afectándolo al pago
de un crédito que ha servido de motivo para que el embargo se otorgue o se “trabe”. Su objetivo es
limitar la disposición de uno o más bienes por parte del deudor.

Estado de familia / estado filial: Es el vínculo jurídico familiar unen a dos personas, o incluso la ausencia
total de tales vínculos. Dichos vínculos otorgan un conjunto de derechos y deberes de las personas.
Estos estados son de soltero o soltera, casado o casada, viudo o viuda, separado o separada, divorciado

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o divorciada; y con relación a otra persona, el de cónyuge, conviviente, pariente o extraño.

Excarcelación: Decisión judicial por la que se pone en libertad a una persona culpada por un delito
menor. Se trata de un beneficio excepcional para la persona privada de la libertad que el juez o jueza
pueden o no tomar, habiendo sido analizada y teniendo en cuenta el monto de la pena, el buen
comportamiento de la persona, sus antecedentes, la posibilidad o no de que ésta reincida en la comisión
de delitos, etc. No implica la inocencia de la persona beneficiada con esta medida judicial, por lo que
suele pedírsele que esté a disposición del juzgado interviniente frente a cualquier requerimiento que se
le puede efectuar. No confundir con “libertad condicional” (ver).

Exhorto: Es la comunicación que un juzgado emite para hacerle llegar una decisión o un requerir pedido
a otro juzgado.

Femicidio: Agravante del delito de homicidio que se comete por motivos de odio de género. Se trata del
máximo delito posible dentro de un contexto de violencia contra la mujer por su condición de tal.

Feria judicial: Período de receso de las actividades judiciales hacia el público. Suele haber dos ferias
judiciales al año: una durante el mes de enero, y otra más breve hacia mitad del año calendario. La
determinación de las fechas precisas en cada año, así como su duración, está dada por la Suprema Corte
de Justicia.

Fiscal: Es un funcionario público perteneciente el Poder Judicial, pero que actúa de forma independiente
del Juzgado, y que se encuentra a cargo de una Fiscalía. Es el encargado en impulsar un proceso penal,
haciendo investigaciones y realizando la acusación formal –si correspondiere- a una persona sospechada
de haber cometido un delito. Actúa con o sin participación de la víctima damnificada en el juicio (ver:
“querellante”).

Fuero: Concepto que puede tener varios significados según el sentido del término. En un primer sentido,
se utiliza como sinónimo del término “jurisdicción” en razón de la materia o tema que se trata en un
juicio. Es la división del Poder Judicial en áreas o ramas del Derecho. De este modo, los Tribunales se
organizan por fuero, como son el fuero Civil y Comercial, el fuero Penal, el fuero Laboral o del Trabajo, el
fuero Contencioso Administrativo, o el fuero de Familia, el fuero Previsional, entre otros. En un segundo
sentido, puede significar el conjunto de privilegios otorgados a ciertos funcionarios públicos de acuerdo
con su cargo (ejemplo: fueros parlamentarios) y que pueden ser quitados por sus pares por alguna falta
grave (a ello se le llama “desafuero”).

Fuerza pública: Generalmente se hace referencia a la fuerza pública cuando se alude a cualquier fuerza
de seguridad del Estado, como ser la policía u otra. Dentro de las funciones policiales se encuentra el
poder acompañar a los funcionarios/as judiciales para hacer cumplir sus sentencias.

Garantía procesal: Son otorgadas por la Constitución para el cumplimiento de los derechos de las
personas. Se trata de cuestiones que hacen al procedimiento del juicio y cómo debe ser llevado a cabo.

Garantías: Son reglas que aseguran el respeto de los derechos legalmente reconocidos en la Constitución.

Hábeas Corpus: Expresión en latín que significa "tengas el cuerpo". Es una garantía constitucional que
resguarda la libertad física, corporal o de poder transitar libremente frente a restricciones arbitrarias,
mediante un procedimiento judicial expeditivo.

Hábeas Data: El habeas data, es una expresión en latín que significa "tengas el dato". Es un
procedimiento breve y sumario para conocer los datos que constan en registros o bases de datos, y que
incluye la posibilidad de corregirlos o actualizarlos si son erróneos o están desactualizados.

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Imputado: Es una persona formalmente acusada por un Fiscal (ver) de haber cometido un delito y que
ha sido investigada dentro de un proceso penal. No confundir con “procesado” (ver).

In dubio pro reo: Expresión en latín que indica que en caso de duda, la persona acusada de un delito
debe quedar absuelta. Se trata de un principio del derecho penal que deriva del principio de inocencia
(ver).

Infraconstitucional: Es una norma que tiene una jerarquía inferior a las Constitución Nacional.

Inhibición general de bienes: Es una medida cautelar que consiste en un impedimento sobre la persona
para vender o gravar cualquier bien inmueble o mueble registrable del que la persona deudora figure
como dueño en el Registro. La medida se anota en el Registro de bienes correspondiente.

Juez natural: Es una garantía que asegura que las causas judiciales sean asignadas a un fuero ya
existente de antemano y a un juez o jueza que ya estén en su cargo y que no sean nombrados con
posterioridad al hecho que se juzga.

Jurisdicción: Es la función específica de los jueces y juezas de administrar Justicia. Implica la extensión y
límites del poder juzgar ya sea por la materia o tema que se trate en el juicio (ver: Fuero), o por el
territorio en donde ocurre el hecho juzgado. No debe confundírsele con el término “competencia”.

Ley Micaela: Es una ley nacional que establece la capacitación obligatoria en materia de género y
violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública en los tres
poderes del Estado.

Libertad condicional: Es una forma especial de cumplir con una pena de privación de la libertad. El
acceso a la misma está condicionado a que concurran los requisitos establecidos en la ley para su
concesión. Se trata de un beneficio excepcional para la persona privada de la libertad que el juez o jueza
pueden o no tomar, habiendo sido analizada y teniendo en cuenta el tiempo transcurrido de prisión de
la persona (solamente puede ser otorgada si ha transcurrido tres cuartas partes del tiempo de condena),
su buen comportamiento, etc. No confundir con “excarcelación” (ver).

Ministerio Público: Es un organismo independiente y con autonomía del resto de los poderes del
Estado. Su función es promover la actuación de la justicia. Se divide en Ministerio Público Fiscal (que
reúne a todos los Fiscales de la Nación) y en el Ministerio Público de la Defensa (que reúne a todos los
abogados defensores del Estado).

Ministerio Público: Organismo del Estado relacionado con la función judicial pero independiente del
Poder Judicial. Se divide en dos cuerpos de funcionarios: uno que reúne a todos los fiscales (Ministerio
Público Fiscal), encargados en acusar en los procesos penales, y otro que reúne a todos los defensores
del Estado (Ministerio Público de la Defensa), encargados de asumir la defensa de aquellas personas sin
ningún tipo de ingresos ni patrimonio e incapaces de pagar a un abogado defensor, para que pueda
contar con un patrocinio legal frente a un juicio.

Non bis in ídem: Expresión en latín del principio de Derecho que dice que nadie puede ser juzgado dos
veces por el mismo hecho.

Notificación: Es la comunicación por la que se pone en conocimiento de las partes o de un tercero una
petición o una resolución judicial. Con este acto el juzgado comunica que se ha tomado alguna decisión
o ha tomado alguna medida que involucra de algún modo a la persona notificada. Se emite mediante
una cédula de notificación.

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Nullum crimen nulla pena sine lege previa: Expresión en latín del principio de Derecho que dice que “No
hay delito ni hay pena sin ley previa” al proceso judicial que se está tratando.

Oficio judicial: Es la comunicación que el juzgado gira hacia otra dependencia o agencia del Estado para
pedir informes o hacerle conocer alguna decisión tomada por el Tribunal.

Oficio: Véase “oficio judicial”. No confundir con la expresión “de oficio”.

Parte actora: Véase “Actora”.

Parte demandada: Véase “Demandado”.

Parte: Una Parte dentro de un proceso judicial es alguien que pretende y pide por algo. Eso que solicita
se lo denomina “pretensión”. Las partes son dos: parte actora o demandante y parte demandada.

Poder constituido: Son los poderes públicos del Estado (Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder
Judicial) que han sido establecidos por la voluntad del pueblo reflejado en el Poder Constituyente y
representado en una Convención o Asamblea General Constituyente.

Poder constituyente: Es la voluntad del pueblo para sancionar o reformar una Constitución. Se le llama
así porque “constituye” a los demás poderes públicos que están regulados por la máxima norma legal de
un país: la Constitución. (Ver: Convención General Constituyente).

Poder Ejecutivo: Es uno de los principales órganos del estado. Está encargado de administrar y dirigir al
Estado, así como de realizar todas las tareas de gestión de gobierno. Está representado por un
funcionario público llamado Presidente/a. De acuerdo a nuestro sistema federal, cada provincia posee
también un Poder Ejecutivo ejercido por un funcionario denominado Gobernador/a y es la máxima
autoridad administrativa en su provincia.

Poder Judicial: Es uno de los principales órganos del estado. Está encargado de impartir Justicia. Su
máxima autoridad es la Corte Suprema de Justicia y por debajo de ella las Cámaras de Apelación y los
tribunales de primera instancia. Se organiza por fueros según el tema a juzgar. (Ver: “fuero”).

Poder Legislativo: Es uno de los principales órganos del estado. Está encargado de dictar leyes que
regulen las actividades de la ciudadanía. Está representado por un funcionarios públicos llamados
Legisladores. De acuerdo a nuestro sistema federal, cada provincia posee también un Poder Legislativo
que será unicameral o bicameral de acuerdo con lo que cada Constitución Provincial determine. En el
caso Nacional y en la Provincia de Buenos Aires, ambos Congresos son bicamerales, compuestos por una
Cámara de Diputados/as y otra de Senadores/as.

Posesión de estado: En el derecho de familia, es una situación que permite a la ley presumir que
quienes en los hechos se han comportado públicamente como si tuvieran una relación de familia,
puedan gozar de algunos derechos. No debe confundirse con el título de estado (ver).

Principio constitucional: Son valores éticos, sociales, legales e ideológicos que se ven reflejados en la
Constitución Nacional y a partir de los cuales se basa todo el ordenamiento jurídico del país. Pueden ser
llamados también como “principios fundamentales”.

Principio de igualdad: “Todas las personas son iguales ante la ley”. Principio constitucional que significa
que todas las personas poseen los mismos derechos y garantías que establece la Constitución, y
responden de la misma manera ante la ley.

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Principio de inocencia: “Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario”. Es el estado
jurídico en que se encuentra toda persona, incluyendo la persona imputada, antes de una sentencia
firme que la condene. El principio siempre es la inocencia y la libertad de las personas, y la reclusión es
la excepción.

Principio de legalidad: “Nadie puede ser penado si no es por ley anterior al hecho” o “No hay delito ni
pena sin ley”. Principio constitucional que significa que ningún acto, aunque parezca inmoral, puede ser
delito si no es definida como tal por una ley escrita que sea a su vez anterior a momento del hecho.

Principio de reserva: “Todo lo que no está prohibido por la ley está permitido”. Principio constitucional
que implica que todo aquello que no esté configurado como un delito está, por ende, permitido por la
ley.

Prisión preventiva: Situación privativa de la libertad que debe ser ordenada por un juez o jueza dentro
de un proceso penal en marcha y que todavía no ha terminado. Es una situación excepcional y no
definitiva, pues la persona sigue siendo enjuiciada y todavía no ha sido hallada culpable con sentencia
firme. Pero la medida se funda en el riesgo de entorpecimiento de la investigación judicial o el riesgo de
fuga del acusado del delito, por lo que a fin de evitar que se frustre la investigación o que la persona se
fugue, se la priva de la libertad en forma preventiva.

Prisión: Pena privativa de la libertad prevista por la ley para sancionar un delito cometido por la persona
que ha sido encontrada ya culpable de ese delito. No confundir con detención ni con arresto. La prisión
es una pena, por lo que difiere de un arresto o una detención, que son situaciones circunstanciales y no
definitivas. La prisión sí lo es, al menos hasta tanto la persona presa haya cumplido la condena que
figura la sentencia judicial en su contra.

Probation: También conocida como “suspensión del juicio a prueba”, es un beneficio que se otorga
excepcionalmente y con autorización del juez o jueza interviniente, y que permite dar por finalizado
un proceso penal sin que se llegue a una sentencia definitiva. Por ende, la persona imputada por un
delito asume cierta responsabilidad, por la que ofrece realizar algún tipo de tarea comunitaria a fin de
evitar ser hallada culpable y, en consecuencia, cumplir algún tipo de pena. Al ser una medida
excepcional, no aplica para la generalidad de delitos sino para situaciones menores.

Procesado: Es una persona que, ya habiendo sido imputada formalmente por haber cometido un delito,
está siendo enjuiciada para comprobar si es en efecto culpable o no de haber cometido el delito por el
que se le acusa. No confundir con “imputado” (ver).

Proceso Contencioso: Es un tipo de juicio en donde se enfrentan dos partes (ver “Partes”) que poseen
intereses contrapuestos y sostienen argumentos contrapuestos.

Proceso judicial: Sinónimo de “juicio” o “litigio”.

Proceso Voluntario: es un tipo de juicio que es lo opuesto a un Proceso Contencioso, en donde no hay
partes con argumentos contrapuestos (ver: “Partes”). En ellos no podemos hablar de parte actora o
parte demandada, pues en en esta clase de casos las pretensiones de los interesados en el juicio no son
contrapuestas sino coincidentes. Un ejemplo de ellos son los Procesos Sucesorios.

Querella: En derecho penal es la forma por la cual un individuo ejerce la acción penal y se vuelve parte
de un juicio penal. La víctima de un delito estará en su derecho, si así lo desea, de poder presentarse
como querellante y convertirse en parte interesada en el juicio penal que se investiga. No confundir con
“denuncia” (ver).

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Querellante: Es la persona damnificada por un delito. Es la posible víctima o familiar de la víctima que se
presenta en el juicio penal para acompañar las investigaciones de del Fiscal (ver), aportar lo suyo al
proceso y participar de él. No es obligatorio que la víctima se presente en el juicio como querellante
para que el proceso continúe e incluso halle culpable al autor del delito.

Responsabilidad legal: Situación por la cual una persona debe afrontar las consecuencias de algún acto
jurídico, sea este lícito o ilícito.

Seguridad jurídica: Es una actitud de confianza que el sistema legal debe brindar a la población para que
tenga una razonable previsibilidad sobre su futuro. Permite prever las consecuencias jurídicas de las
acciones de las personas.

Sentencia: La sentencia es la resolución judicial que contiene la decisión (o veredicto) del juez o el
tribunal interviniente sobre el fondo de la cuestión que se le ha encargado juzgar. La sentencia es
definitiva cuando es tomada en un juicio y pone fin a la intervención de ese juez o tribunal en ese juicio.
La sentencia se pronuncia por escrito y debe contener todos los fundamentos de hecho y de derecho, así
como las consideraciones (o “considerandos”) del tribunal que sirven de apoyo a la conclusión que la
sentencia pronuncia, es decir el “veredicto” (ver).

Sobreseimiento: El sobreseimiento es una resolución judicial que expresa que no se han reunido las
pruebas o indicios necesarios como para continuar con la investigación o procesamiento de una persona
acusada de un delito. Cuando una persona es sobreseída, el proceso judicial se cierra y se archiva. El
sobreseimiento es una declaración dentro del proceso judicial que no llega a tener sentencia por falta de
pruebas. No confundir con absolución (ver).

Supralegal: Es una norma que tiene una jerarquía superior a las leyes.

Tipo penal: En el Derecho Penal, es la descripción minuciosa de los actos que son considerados como
delito y a los que se les asigna una pena o sanción. El tipo penal debe ser preciso y debe estar
establecido en la ley o en el Código Penal, evitando definiciones ambiguas, poco claras o genéricas (es
decir, evitar los tipos penales “abiertos”).

Título de estado: En el derecho de familia, es el documento que prueba la situación de una persona en
su relación con otras para establecer un parentesco. Un título de estado puede ser la partida de
nacimiento de una persona o la libreta de matrimonio de dos contrayentes. No debe confundirse con la
posesión de estado (ver).

Veredicto: Decisión final pronunciada por un jurado o tribunal judicial sobre la inocencia o culpabilidad
de un acusado de cometer un delito. No confundir con “sentencia” (ver).

Vista de causa: Tipo de audiencia en la que las partes en litigio acuden al Tribunal para observar y
conocer todo lo aportado al proceso, incluyendo declaraciones y demás pruebas producidas, para que
puedan ejercer su derecho de defensa antes del dictado de la sentencia definitiva por parte del Tribunal.

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