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EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO COMO GARANTÍA SUBSISTENCIAL DEL

ESTADO
Vicente Rivero Santana1

RESUMEN
El aumento de la longevidad en las últimas décadas, conlleva un cambio de paradigmas
en la atención e integración de los individuos en su paulatino envejecimiento.
En esa línea, el envejecimiento activo viene a cubrir las exigencias que este nuevo rol
del individuo denota, pero también, las de la comunidad social en la que está integrado,
que solicita de él una participación activa en continuidad con la ejercida hasta ese
momento o incluso superior.
Trasladar conocimientos, experiencias, vivencias; colaborar, participar de la vida
pública, de la elección de las políticas y demás condiciones de vida de su comunidad
debe tener como respuesta por parte la sociedad la atención y permanente respeto de
la comunidad social hacia sus mayores. Esta simbiosis se hace cada día más patente a
través del aumento del número de ciudadanos que superan determinadas edades.
Por ello, se ha de interpretar que el envejecimiento activo es una forma de acceder a
una mejor calidad de vida del propio individuo a medida que envejece, pero también es
una contribución social recíproca entre ciudadanos y el Estado que ofrece a éstos
posibilidades de participación, colaboración e integración a cambio de los cuidados,
seguridad, protección y respeto necesarios en los momentos de mayor vulnerabilidad
vital.
Palabras clave: envejecimiento activo, participación, integración, ciudadanos.

ABSTRACT
The increase in the longevity of the last decades, entails a change of paradigms in the
attention and integration of individuals in their gradual aging.
In that vein, the active aging comes to cover the demands that this new role of the
individual denotes, but also of the social community in which it is integrated, which
requests the active participation in continuity with the exerted up to that moment or even
higher.
Transfer knowledge, experiences, experiences; to collaborate, participate in public life,
in the choice of policies and other living conditions in their community is answered by
society through the permanent care, attention and respect that the community has

1
Doctor en Derecho por la Universidad de Las Palmas de G.C. Profesor Asociado de la Universidad de Las
Palmas de G.C.- ESPAÑA. Email: vicenterivero79@gmail.com
toward their elders. This symbiosis is every day more evident with the increase in the
numbers of citizens that exceed certain ages.
Therefore, it has been to interpret that the active aging is a form of access to a better
quality of life of the individual as you get older, but it is also a social contribution between
citizens and the state that offers these possibilities of participation, collaboration and
integration in exchange for the care, safety, protection and respect that is required at the
time of greatest vulnerability is vital.
Keywords: active aging, participation, integration, citizens.

RESUMO:
O aumento da longevidade das últimas décadas, implica uma mudança de paradigmas
na atenção e integração dos indivíduos em seu envelhecimento gradual.
Nesta linha, o envelhecimento ativo vem para atender às exigências que este novo papel
do indivíduo denota, mas também os da comunidade social em que está integrado, que
ele solicita-lhe uma participação ativa em continuidade com que exercido até aquele
momento ou Ainda mais alto.
Para traduzir o conhecimento, experiências, experiência; Colaborar, participar na vida
pública, a escolha de políticas e outras condições de vida em sua comunidade é
respondida pela sociedade através do cuidado, cuidado e respeito permanente que a
Comunidade tem para com os mais velhos. Esta simbiose está a tornar-se mais
aparente todos os dias com o aumento do número de cidadãos que ultrapassam certas
idades.
Por conseguinte, tem de ser interpretado que o envelhecimento activo é uma forma de
aceder a uma melhor qualidade de vida do indivíduo à medida que envelhece, mas é
também uma contribuição social recíproca entre os cidadãos e o estado que oferece a
estas possibilidades de Participação, colaboração e integração em troca de cuidados,
segurança, proteção e respeito necessários em momentos de maior vulnerabilidade.
Palavras-chave: envelhecimento ativo, participação, integração, cidadãos.

INTRODUCCIÓN

En los años sesenta surge la idea de que para envejecer óptimamente hay que
llevar a cabo pautas de actividad, incidiendo en su continuidad en la edad adulta y en la
vejez. Fue entonces cuando se inicia un largo proceso para forjar el significado de la
expresión “envejecimiento activo”. Concepto que en las últimas décadas ha ido
adquiriendo una razonable entidad propia.
Así, podemos definir la expresión envejecimiento activo como el sistema que
“busca fomentar la participación social y la salud de las personas, con el propósito de
mejorar su calidad de vida conforme envejecen. El objetivo es preservar la salud mental,
física y social de los individuos, al mantenerlos activos físicamente, pero también
fomentando su participación social, económica y cultural en la comunidad, de acuerdo
con sus intereses, necesidades y capacidades”2.
Hay que tener presente que el envejecimiento de la población plantea también
cuestiones primordiales a los responsables políticos. Pues se parte de la idea que el
envejecimiento de la población es, ante todo y sobre todo, “una historia del éxito de las
políticas de salud pública, así como del desarrollo social y económico”3. Así, puede
afirmarse que “el envejecimiento de la población es uno de los mayores triunfos de la
humanidad y también uno de nuestros mayores desafíos”4.
En esta línea, puede advertirse como los miembros de la comunidad social en
su paulatino envejecimiento vienen exigiendo nuevas sistemáticas de atención a sus
necesidades, pero también cómo estos “mayores” pueden llegar a generar un valor
social reseñable que su comunidad aprecia, respeta e incentiva.
En los países del entorno europeo y americano parten del ideal en el que las
personas de edad avanzada ofrecen valiosos recursos y realizan una inestimable
contribución a su comunidad social, constituyendo la base argumental de este artículo,
por cuanto estas contribuciones que cada vez serán o deberán ser más comunes en
nuestras sociedades.

EL PARADIGMA DEL ENVEJECIMIENTO ACTIVO

El denominado envejecimiento activo representa en el ámbito de la contribución


social todo un descubrimiento. Pues no cabe duda que “el envejecimiento activo
representa, aborda y nos descubre valores sociales necesarios en la actualidad, como
autonomía personal, independencia, participación, solidaridad intergeneracional,
convivencia, tolerancia, ciudadanía, diálogo, compartir”5.

2
FAVELA VARA, J., CORNEJO GARCÍA, et al; Envejecimiento saludable y productivo, Editorial Alfil,
México, 2013, p. 283.
3
HARLEM BRUDTLAN, G.; “Envejecimiento activo: un marco político”, (traducción de Pedro J. Regalado
Doña), Revista Española de Geriatría Gerontológica, número 37, Madrid, 2002, p. 75.
4
Ibídem, p. 75.
5
LIMÓN MENDIZÁBAL, M.R.; “El envejecimiento activo”, Revista Crítica La reflexión calmada desenreda
nudos, 2015, p. 1. Artículo publicado el 10 de septiembre de 2015 (visitado el día 5 de octubre de 2017).
Disponible en web: http://www.revista-critica.es/2015/09/10/el-envejecimiento-activo/
La simbiosis entre la persona que envejece y la comunidad social a la que
pertenece reside en que la capacidad de aprender no envejece, los seres humanos
podemos adquirir conocimientos casi constantemente en toda nuestra vida y aplicarlos
de alguna manera a nuestra cotidianidad6. Por ello, con el envejecimiento activo se
pretende mantener viva esta sistemática mental del aprendizaje formal e informal
continuo, los individuos deben plantearse seguir con la mente abierta a adquirir nuevos
conocimientos casi cada día, aceptar nuevas situaciones para con ello, incentivar la
actividad mental cotidiana y constantemente. Está demostrado que con la experiencia
vivida no se adormece la mente, los mayores más activos mentalmente son los más
vitales y rejuvenecen con sus actividades cotidianas novedosas y participativas.
Teniendo en cuenta que aprender es incorporar algo nuevo, cambiar una idea o
pensamiento, modificar aptitudes y actitudes, valores, hábitos, etc…Podemos afirmar
que mediante el aprendizaje cotidiano, nos adaptamos al medio. De este modo, poder
aplicar estas máximas del aprendizaje al envejecimiento activo puede conseguir que el
individuo incentive sus capacidades, su curiosidad, su sistema de planteamientos
vitales, lo que le permite estar atento y buscar nuevas formas de valorar su vida y llenar
su espíritu7.
En este sentido, “aprender es un proceso de acomodación a las necesidades
actuales que son reinterpretadas a partir de la “experiencia” y “la madurez”. Aprender
es la acción de exploración de potencialidades y capacidades aún no conocidas o
ejercitadas y como un proceso de auto-descubrimiento que propicia una renovación, un
renacer intelectual y espiritual. Aprender es descubrir/se y trazarse nuevas metas que
sostengan el proyecto vital”8.
Una fórmula para entender el envejecimiento activo la encontramos en el
denominado paradigma del envejecimiento. Así, según este paradigma, “el
envejecimiento activo no solamente beneficia a las personas mayores, sino a todos los
ciudadanos. Ayuda a las personas mayores a mantener a largo plazo, su independencia
y autonomía pudiendo ser, durante más tiempo, un gran potencial humano para la
sociedad. Pero también porque construye una sociedad en la que los valores y derechos
de las personas se hacen más posibles para todos”9.

6
YUNI, J.A. y URBANO, C.A.; Envejecer aprendiendo: claves para un envejecimiento activo, Brujas,
Argentina, 2016, p. 11. “Ya en la década de los 80 del siglo pasado se comenzó a plantear dentro del campo
gerontológico una disciplina especializada en las dimensiones educativas del proceso de envejecimiento a
nivel social e individual”.
7
ESCOTORÍN, P. y ROCHE, R.; Cómo y por qué prosocializar la atención sanitaria. Reflexiones, desafíos
y propuestas, Fundación Universitaria Martí L’humá, Barcelona, 2011, p. 8.
8
YUNI, J.A. y URBANO, C.A.; Envejecer aprendiendo: claves para un envejecimiento activo, cit., p. 98.
9
LIMÓN MENDIZÁBAL, M.R.; “El envejecimiento activo”, cit., p.1.
Por su parte, teniendo en cuenta los datos anteriormente indicados, la
Organización Mundial de la Salud apoya totalmente este tesis y sostiene que “los países
podrán afrontar el envejecimiento si los gobiernos, las organizaciones internacionales y
la sociedad civil, promulgan políticas y programas de envejecimiento activo que mejoren
la salud, la participación y la seguridad de los ciudadanos de mayor edad. Así pues, ha
llegado el momento de hacer planes y actuar”10.
No cabe duda que una gestión inteligente por parte del Estado en materia de
envejecimiento activo, pasaría por implementar políticas públicas que promocionen y
estimulen a los ciudadanos, familias, entidades públicas y privadas, entre otros, a
realizar y colaborar campañas y desarrollos estratégicos que posibiliten el acceso de
nuestros mayores a un nivel de acciones y propuestas en las cuales ellos sean
partícipes y artífices de su propio futuro, buscando un verdadero “envejecimiento activo”
individual y social que beneficie a todos los implicados.

LAS GARANTÍAS SUBSISTENCIALES DEL ENVEJECIMIENTO ACTIVO COMO


RETO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

Desde un punto de vista antropológico, “a lo largo de la historia, los seres


humanos han construido interpretaciones de su tránsito por la tierra necesariamente
dicotómicas e idealistas, cuyo último sentido residía en oponer un pensamiento
“positivo” a la cruda realidad en la que se desenvuelve la vida”11.
Una de las formas de hacer realidad ese pensamiento que se califica de idealista
es el denominado envejecimiento activo. Aplicando pensamiento positivo a los sucesos
y actitudes de la vida. Por lo cual, hacer realidad un sistema de envejecimiento activo
individual es un proceso real y hacer realidad un sistema de envejecimiento activo
colectivo o social es además de real, constatable.
En este sentido, el envejecimiento activo se constituye en un proceso de
optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad del individuo o
individuos, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que envejecen12. Pero, hay
que tener presente que esta definición “se aplica tanto a los individuos como a los grupos

10
OMS(Organización Mundial de la Salud); Plan de acción internacional sobre envejecimiento: informe
sobre su ejecución, A58/19, Ginebra, 2005, p. 2.
11
MARTÍNEZ PÉREZ, A.; “El pensamiento positivo”, AAVV. J. Giró Miranda (coord.), Envejecimiento activo,
envejecimiento en positivo, Universidad de la Rioja, La Rioja, 2006, p.113.
12
MARTÍNEZ GARCÍA, M. y GARCÍA RAMÍREZ, M.; “La autopercepción de la salud y el bienestar
psicológico como indicador de calidad de vida percibida en la vejez”, Revista de psicología de la salud,
número 6, Madrid, 1994, pp. 66-68.
de población”13. Con este sistema integrado y colectivo de envejecimiento, se permite a
las personas mantener su potencial de bienestar físico, social y mental al tiempo que
participa en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades,
mientras que la comunidad le proporciona protección, seguridad y cuidados adecuados,
una reciprocidad simbiótica14.
En un marco de envejecimiento activo, las políticas y los programas que
promueven las relaciones entre la salud mental y social son tan importantes como los
que mejoran las condiciones de salud física. La salud es fuente de vida y de calidad de
vida. Por ello, la Organización Mundial de la Salud define el término salud como
bienestar físico, mental y social15. En este sentido, puede afirmarse que en un marco
de envejecimiento activo, las políticas y los programas públicos deben promover la salud
mental y social, por constituir ambas, base de unas condiciones óptimas de salud física.
Así, la expresión envejecimiento activo hace referencia a una participación
continua en las cuestiones sociales, económicas, culturales, espirituales y cívicas16. Una
acción permanente de integración en la sociedad que evoluciona pero no le deja atrás,
la comunidad cuenta con el individuo en su envejecimiento natural como indudable valor
de la misma. En este sentido, el término activo hace clara referencia a la capacidad
para estar físicamente activo o participar en diferentes acciones y tareas17.
Poder mantener la autonomía y la independencia a medida que se envejece
debe ser un objetivo primordial tanto para los individuos como para los responsables
políticos. Además, el envejecimiento como acción natural, tiene lugar dentro del contexto
social y comunitario, siendo perfectamente constatable. Por ello, “la interdependencia y
la solidaridad intergeneracional (dar y recibir de manera recíproca entre individuos, así
como entre generaciones de viejos y de jóvenes) son principios importantes del
envejecimiento activo”18.
El niño de ayer es el adulto de hoy y será la abuela o el abuelo de mañana. La
calidad de vida que disfrutarán como abuelos dependerá de los riesgos y las
oportunidades que experimenten a través de toda su vida, así como de la forma en que
las generaciones sucesivas proporcionen ayuda y soporte mutuos cuando sean
necesarios.

13
HARLEM BRUDTLAN, G.; “Envejecimiento activo: un marco político”, cit., p. 75.
14
SALMERÓN AROCA, J.A., MARTÍNEZ DE MIGUEL, S y ESCARBAJAL DE HARO, A.; Vejez, mujer y
educación: un enfoque cualitativo de trabajo socioeducativo, Dykinson, Madrid, 2014, pp.71 y ss.
15
OMS(Organización Mundial de la Salud); Plan de acción internacional sobre envejecimiento: informe
sobre su ejecución, cit., p. 1.
16
Ibídem, p. 2.
17
BOWLING, A. e ILLIFE, S.; “Psychological approach to successful ageing predicts future quality of life in
older adults”, Health and Quality of life Outcomes, número 9, 2011, pp. 13-14.
18
HARLEM BRUDTLAN, G.; “Envejecimiento activo: un marco político”, cit., p. 79.
El término “envejecimiento activo” nace con la intención de transmitir un mensaje
más completo que el que proporciona el “envejecimiento saludable” y reconocer los
factores que junto a la atención sanitaria afectan a la manera de envejecer de los
individuos y las poblaciones19.
Hay que añadir por su importancia y relevancia que el planteamiento del
envejecimiento activo se basa en el reconocimiento de los derechos humanos de las
personas mayores y en los principios reconocidos por las Naciones Unidas, como los
de independencia, participación, dignidad, asistencia y realización de los propios
deseos20. Y que para una mayor garantía de ese reconocimiento, existen tres criterios
básicos para que la dimensión instrumental sea efectiva. Así, se establece la no
discriminación, la progresividad y la participación, como fuentes de garantía de los
derechos humanos de las personas mayores. De acuerdo a distintos instrumentos
internacionales de derechos humanos, se entenderá por discriminación de las personas
mayores “cualquier distinción, exclusión o restricción basada en la edad, que tenga el
efecto o propósito de impedir o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de sus
derechos humanos y libertades fundamentales”21.
Se cambia con ello, el sustrato sociocultural que contempla a las personas
mayores como objetivos pasivos en la sociedad a otra idea basada en derechos y
obligaciones de recibir y atender pero también, de participar y adquirir mutua y
recíprocamente valores que definen a la humanidad. Con ello, se reconocen los
derechos de las personas mayores a la igualdad de oportunidades y de trato en todos
los aspectos de la vida a medida que envejecen. Y respalda su responsabilidad para
ejercer su participación en el proceso político y en otros aspectos de la vida
comunitaria22.
Un acercamiento al envejecimiento activo desde el ciclo vital natural que significa
en sí mismo el envejecimiento, lleva implícito reconocer que las personas mayores no
son un grupo homogéneo y que la diversidad del individuo tiende a aumentar con la
edad. Por ello, las intervenciones que crean ambientes de ayuda y que fomentan
opciones saludables son importantes en todas las etapas de la vida23.

19
KALACHE A. y KELLER, I.; The greying world: a challenge for the 21st century, Science Progress, 2000,
pp. 33-54.
20
VÁZQUEZ, J.; “Discriminación y violencia en la vejez: mecanismos legales e instrumentos internacionales
para la protección de los derechos en la edad avanzada”, documento preparado para la Reunión de
Expertos sobre Envejecimiento - II Foro Centroamericano y del Caribe sobre Políticas para Adultos
Mayores, , 10 al 12 de noviembre, San Salvador, 2004.
21
LIRIO CASTRO, J., ALONSO GONZÁLEZ, D. y HERRANZ AGUAYO, I.; Envejecer participando: el
proyecto “entre mayores”. Una experiencia de investigación-acción, Miño y Dávila, Argentina, 2010, pp. 26-
29.
22
HARLEM BRUDTLAN, G.; “Envejecimiento activo: un marco político”, cit., p. 79.
23
Ibídem, p. 80.
Cada vez es más amplio el número de personas de mayor edad, es una
estadística que todos los países constatan, el aumento de la longevidad que han
permitido los avances tecnológicos y farmacológicos. Lo que nos lleva a la clara
conclusión de que solo favoreciendo una total integración de la sociedad con el grupo
de mayor edad y viceversa, pueden alimentarse mutuamente de conocimientos y
experiencias y puede hacerse de esa longevidad un escenario óptimo de relaciones,
aprendizaje, socialización y culturización común.
Como último apunte y no por ello menos interesante resulta la propuesta de
Úrsula Lehr dentro de su investigación de los factores determinantes de la longevidad y
su contribución al bienestar psicosocial, donde señala que no solamente influyen
factores genéticos, biológicos, sino también otros factores como los ecológicos, la
nutrición, la actividad física, el deporte, la higiene, la atención médica preventiva, los
intereses, la actividad, la adaptación, entre otros24. Incluso, en las últimas
investigaciones respecto al tema que nos ocupa, varios autores añaden el facto humor
y que aquí hemos querido acompañar como novedad que nos satisface sobremanera.
Pues en este sentido, “la pedagogía del humor en la actividad profesional y en la vida
cotidiana debe siempre estar presente, siendo incluso, necesaria su incorporación al
currículum universitario, además de formar parte del aprendizaje a lo largo de la vida”25.
El humor atrae a la risa y la relajación propia del acto mismo influye en la
capacidad psicológica del individuo para sobrellevar determinados procesos vitales. Por
ello, por su importancia se constata que en los últimos tiempos se están potenciando en
distintos espacios para mayores, talleres y actividades vinculados al desarrollo de este
área concreta del humor. Así se entiende que dentro de las diferentes terapias y
sistemas que colaboren a mejorar el nivel de calidad de vida de nuestros mayores, el
humor ha de participar en las diferentes fases y proyectos que implementen las políticas
públicas en el desarrollo del envejecimiento activo de su población.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

BOWLING, A. y ILLIFE, S.; “Psychological approach to successful ageing predicts future


quality of life in older adults”, Health and Quality of life Outcomes, número 9,
2011.

24
LEHR, U.; La longevidad, un reto para el individuo y la sociedad. IMSERSO, en Foro de la Sociedad Civil
sobre Envejecimiento, celebrado en León, noviembre 2007, Madrid.
25
FERNÁNDEZ, J.D. y LIMÓN, M.R., El arte de envejecer con humor, Algibe, Málaga, 2012, p. 22.
ESCOTORÍN, P. y ROCHE, R.; Cómo y por qué prosocializar la atención sanitaria.
Reflexiones, desafíos y propuestas, Fundación Universitaria Martí L’humá,
Barcelona, 2011.
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2012.
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2007,
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VÁZQUEZ, J.; “Discriminación y violencia en la vejez: mecanismos legales e
instrumentos internacionales para la protección de los derechos en la edad
avanzada”, documento preparado para la Reunión de Expertos sobre
Envejecimiento - II Foro Centroamericano y del Caribe sobre Políticas para
Adultos Mayores, , 10 al 12 de noviembre, San Salvador, 2004
YUNI, J.A. y URBANO, C.A.; Envejecer aprendiendo: claves para un envejecimiento
activo, Brujas, Argentina, 2016.

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