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2007
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN. ................................................................................................................................ 4
CAPÍTULO I: GENERALIDADES ........................................................................................................ 6
1.1. CUALIDADES DE EXPLOTACIÓN DE LAS MÁQUINAS AUTOMOTRICES. ................................................ 6
1.2. FUENTES ENERGÉTICAS. SUS TIPOS. ........................................................................................... 6
1.2.1. Sobre el desarrollo de las fuentes energéticas. .............................................................. 6
1.2.2 Características exteriores de los MCI. Característica ideal. .......................................... 7
CAPÍTULO II: INTRODUCCIÓN A LA DINÁMICA DE LAS MÁQUINAS AUTOMOTRICES. ........... 11
2.1 INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................... 11
2.2 FUERZAS Y MOMENTOS QUE ACTÚAN SOBRE UNA MÁQUINA AUTOMOTRIZ DE RUEDAS. .................. 11
2.2.1 Situación general. ............................................................................................................. 11
2.2.2 La fuerza de inercia como resistencia al movimiento (P i)............................................. 12
2.2.3 La resistencia del camino. ............................................................................................... 13
2.2.4 Fuerza de resistencia al aire (P a). ................................................................................... 15
2.2.5 La fuerza de tiro (Pgan). ..................................................................................................... 17
2.2.6 El fenómeno de la adherencia. ....................................................................................... 19
2.2.7 La fuerza tractiva (Pt). ....................................................................................................... 20
2.3 ECUACIÓN GENERAL DE MOVIMIENTO. ........................................................................................ 20
2.4 LA EFICIENCIA DE LOS SISTEMAS DE TRANSMISIÓN. ...................................................................... 25
2.4.1 Clasificación de los sistemas de transmisión. ............................................................... 25
2.4.2 Métodos de cálculo de la eficiencia en los sistemas de transmisión mecánica o
clásica. ....................................................................................................................................... 25
2.4.3 La eficiencia en los sistemas de transmisión que poseen conjuntos que trabajan con
patinaje continuo. ...................................................................................................................... 32
2.5 CARACTERÍSTICA TRACTIVA DE LAS MÁQUINAS AUTOMOTRICES: .................................................... 32
2.6 ECONOMÍA DE CONSUMO DE LAS MÁQUINAS AUTOMOTRICES. MÉTODOS DE DETERMINACIÓN DE LOS
INDICADORES DE TRABAJO ECONÓMICO DE LOS VEHÍCULOS. ............................................................... 35
g e x g e N C 4 C5 C 6 (g/kW.h) (1.4)
WN WN
donde: gex - consumo específico para una W x determinada.
geN - consumo específico para Ne máx. Es un dato de la documentación técnica.
C4, C5, C6 - son coeficientes empíricos que dependen del tipo de motor (Tabla 1.4).
Tabla 1.4 Coeficientes empíricos para la determinación de los parámetros de salida del motor.
Motor C1 C2 C3 C4 C5 C6
Carburación 1,00 1,00 1,00 1,20 1,00 0,80
Diesel de 2t. 0,87 1,13 1,00 1,55 1,55 1,00
Diesel de 4t.
-Inyección Directa 0,53 1,56 1,09 1,55 1,55 1,00
-Precámara. 0,70 1,30 1,00 0,35 1,35 1,00
-Cámara de Turbulencia 0,60 1,40 1,00 1,20 1,20 1,00
Para la determinación de estos coeficientes C1, C2 y C3 en los motores equipados con limitadores o
reguladores de la frecuencia de rotación, se pueden utilizar las siguientes ecuaciones:
AMe en 2 en
2
A en A e
C1 1 ; C 2 2 Me ; C3 Me n (1.5)
100 en 12 100 en 12 100 en 1
Para motores que no poseen limitadores o reguladores se utilizan las siguientes ecuaciones:
25 50 25
C1 2 ; C2 1; C3 (1.6)
AMe AMe AMe
M emax M eN 100 M emax
AMe 1 100 eM 1 100
M eN M eN
WN M emax
en eM
WM M eN
donde: AMe -es el coeficiente de adaptabilidad del motor
en, eM - coeficientes de elasticidad de frecuencia de rotación y torque, respectivamente
En el segundo capítulo se analizará con más detenimiento el significado de en y eM.
Si bien la mayor parte del tiempo el motor de una máquina automotriz trabaja a cargas parciales, y el
trabajo en característica exterior es poco frecuente, en lo adelante nuestro trabajo se centrará en el
uso de la característica exterior, porque a partir de ella se pueden conocer las mayores potenciali-
dades del vehículo, y estimar con más acierto las posibilidades de movimiento de éste.
La característica ideal de un motor, debe ser aquella capaz de conservar los valores máximos de
potencia en el tren de rodaje, independientemente de la velocidad de movimiento. O sea, este motor
debe entregar Ne máx constante para todo el rango de W. En la figura 1.2 se muestran las
dependencias de torque y potencia de un motor ideal (Nei, Mei) comparadas con las de un MCI
convencional. Puede observarse que Mei está representada por una hipérbola.
De la comparación se desprende lo inadecuadas que resultan para las máquinas automotrices, desde
el punto de vista de las exigencias de tracción, las características de los actuales MCI. Pudiéramos
preguntarnos: ¿por qué a pesar de esta dificultad se utilizan tan ampliamente los MCI como fuente
motriz de vehículos de todo tipo?.
La respuesta es necesario abordarla desde dos puntos de vista: en primer lugar las fuentes que
garantizan una característica más
aproximada a la ideal (las turbinas de gas y
Ne Nei
los motores eléctricos) confrontan
Me dificultades de diferente género para
Mex Nex sustituir los actuales MCI, como fue
expuesto anteriormente; y en segundo
lugar, los actuales sistemas de transmisión,
se encargan de lograr una adecuación de
Mei la característica real a la ideal, a nivel de la
rueda. Esta es una de las fundamentales
funciones de la caja de velocidad y la
reducción del puente motriz, dentro del
sistema de transmisión (Fig. 1.3.b),
logrando una transición suave entre una
marcha y la otra.
En la Fig. 1.3.a podemos observar las características aproximadas de algunos tipos de motores,
utilizados como fuente motriz de las máquinas automotrices. De ella podemos concluir, al
compararlas con una característica ideal, que en el caso de un motor eléctrico o de una turbina de
gas, no habría necesidad de utilizar un sistema de transmisión convencional, del tipo utilizado en los
vehículos con MCI.
Me Pt
I Pt ideal
Diesel
II
Gasolina
Motor Eléctrico
III
IV
Turbina de Gas
Wx V
(a)
Fig. 1.3. Curvas características
a)-Curvas de torque de diferentes tipos de fuentes energéticas; b)-Característica tractiva de un
vehículo con MCI y sistema de transmisión con 4 marchas, comparada con la fuerza tractiva
ideal.
CAPÍTULO II: INTRODUCCIÓN A LA DINÁMICA DE LAS
MÁQUINAS AUTOMOTRICES.
2.1 Introducción
El estudio de la dinámica de las máquinas automotrices reviste especial importancia, por cuanto
constituye el basamento de un sinnúmero de análisis tales como: la selección y evaluación del parque
vehicular, su composición, los análisis de consumo de combustible, estabilidad de movimiento,
capacidad de paso y maniobrabilidad, entre otros.
Pa
G.se
n
Pi
hs
G.co
s
Ryd
a Pt Pga
n.se Pga
n n.co
s
Pr
b
Pga
Ryt n
Fig. 2.1 Fuerzas y momentos que actúan sobre un automóvil que se mueve por una pendiente
con velocidad variable.
La fuerza peso (G) y la fuerza de tiro (P gan), se han descompuesto en dos componentes, una paralela
y otra perpendicular al camino.
Donde: Iv, Ird, Irt, In son los momentos de inercia del volante, ruedas delanteras y traseras y de
cualquier elemento n del sistema de transmisión, con respecto a su eje de giro
ic, in son las relaciones de transmisión total y de cualquier elemento n del sistema de
transmisión con respecto a la rueda
rd –es el denominado radio dinámico, o radio de la rueda deformada bajo el efecto de la
carga radial y del torque aplicado.
D
rd 0 bo 1 0.0254 (m) (2.2)
2
donde : = 0,12-0,14 para automóviles ligeros
= 0,09-0,11 para vehículos pesados
= 0,20-0,25 para neumáticos de arco.
Do y bo son correspondientemente el diámetro de la llanta y el ancho del perfil del neumático, ambos
en plg.
1 I g 1 1
I n g
Definiendo: 1 2 . v2 . 2 . I rd I rt
rd i c G rd
.
2 G
(2.3)
n n
i
entonces: Pi G dV (2.4)
g dt
La Pi se considera aplicada en el centro de gravedad del mismo y en dirección opuesta a la
aceleración del sistema. El parámetro se denominará coeficiente de las masas reducidas y la
ecuación 2.4 determina la fuerza de inercia total de la máquina automotriz, durante el período de
aceleración, ya sea en el proceso de impulso o en el proceso de frenado, cuando se encuentra
acoplado el sistema de transmisión al motor. Según dicha ecuación, representa en cuanto se
incrementa la inercia de traslación, producto de la inercia de las masas con giro no uniforme, por lo
cual siempre >1. Para determinar en cálculos prácticos, o cuando no se conocen los momentos
de inercia de las diferentes piezas, mecanismos y ruedas, se puede utilizar con aproximación
A
adecuada la ecuación empírica simplificada: 1.04 2 (2.5)
i Si
donde : -es el coeficiente de las masas reducidas para una relación de transmisión determinada
de la caja de velocidad (isi).
A -es una constante numérica, cuyos valores oscilan entre A=0,04-0,06. Los menores
valores para vehículos ligeros y los mayores para vehículos pesados.
Esta expresión de sólo puede ser utilizada para motores con más de 4 cilindros, puesto que para
menor número de cilindros el tamaño del volante se incrementa y los resultados que se alcanzan con
la ecuación simplificada no se corresponden con la realidad.
0.16
0.025
0.12
1
0.08 2
0.020
3
0.04
0.015
0 15 30 45 60 V, m/s 30 50 70 90 t,ºC
(a) (b)
f f
0.010
arena
0.20
neum diagonal
0.008
suelo mullido
neum radial
0.10
0.006
asfalto
Las fuerzas aerodinámicas elementales que actúan en cada punto de la superficie del vehículo, son
diferentes en magnitud y dirección. El conjunto de estas fuerzas puede ser representado por la
fuerza aerodinámica total (Pat): Pat c a F q
donde: ca - coeficiente adimensional de la resistencia al aire.
F - área frontal proyectada del vehículo en un plano perpendicular a la dirección del
movimiento (m2).
q - empuje cinético. Es igual a la energía cinética de 1 m 3 de aire que se mueve con la
velocidad relativa Vv/a del vehículo con respecto al medio. q 0.5 a VV2 , donde a es la
a
densidad del aire.
Pat está aplicada en un punto denominado metacentro, cuyas coordenadas sólo pueden determinarse
por vía experimental, por lo que para los cálculos prácticos se considera que P at está aplicada en el
centro de gravedad. En el caso general la fuerza Pat no coincide con la dirección de la velocidad de
movimiento del vehículo y forma con ésta un ángulo H con un plano horizontal, paralelo a la
superficie del camino, y otro ángulo F, con un plano frontal del vehículo. Veamos las 3 componentes
de Pat entre ellas su proyección en la dirección del movimiento, la denominada resistencia del aire
(Pa), que se representa en la Fig. 2.1.
Pax Pa 0.5 c x a F VV2 ; Pay 0.5 c y a F VV2 ; Paz 0.5 c z a F VV2 (2.14)
a a a
La componente Pay se denomina fuerza aerodinámica de sustentación y la P az fuerza aerodinámica
lateral.
La componente Pay está dirigida hacia arriba y tiende a sustentar el vehículo. Su efecto es apreciable
para V> 100 - 120 km/h, por lo que en los cálculos prácticos se desprecia generalmente. En cálculos
de estabilidad puede considerarse la componente P az.
La fuerza Pa puede ser representada por los siguientes componentes:
Resistencia de forma (50-60% de Pa): Representa la diferencia entre el crecimiento de la presión
frontal que surge en la parte delantera del vehículo y el descenso de la presión que se produce en la
parte trasera. En su magnitud tiene influencia la forma de las partes de la carrocería, como es el caso
del capot, el parabrisas delantero y trasero, los guardafangos, las ventanillas laterales y el
portaequipajes, la separación entre cabina y plataforma, entre otras.
Resistencia interna (10-15% de Pa): Se crea por el flujo de aire que circula por el interior del vehículo,
para la ventilación o calefacción de la carrocería y también para el enfriamiento del motor.
Resistencia por fricción superficial (5-10% de Pa): Surgen producto de las fuerzas viscosas que se
crean en la capa límite, entre ésta y el aire que fluye. Depende de las dimensiones y del acabado de
las superficies exteriores.
Resistencia inducida (5-10% de Pa): Surge producto de la interacción de las fuerzas de sustentación
(Pay) y de la componente lateral (P az) sobre la componente longitudinal.
Resistencia complementaria (15% de Pa): Se crea por el efecto de las masas en rotación (ruedas,
cardán, etc), las cuales generan remolinos de aire en su movimiento y por el efecto de elementos que
rompen la configuración de la carrocería (agarraderas, faros, cintillos, chapas, etc)
En cx ejercen efecto algunas variaciones de forma, por ejemplo: con ventanillas abiertas c x se
incrementa aproximadamente en un 5% y con la utilización de deflectores de aire se logra disminuir
en un 5-15%.
Tomando la densidad del aire constante (a es de 1,225 kg/m3 a nivel del mar y temperatura de
20C), se define el coeficiente K = 0,5 c x a, el cual depende sólo de la forma de la carrocería y de los
ángulos H y F y se denomina coeficiente aerodinámico. (Ver Tabla 2.2).
Tabla 2.2 Valores promedios de K y F para diferentes tipos de vehículos
Tipo de vehículo modelo K, N.s2/m4 F, m2
Automóvil ligero normal 0.20-0.35 1.6-2.8
convertible 0.40-0.50 1.5-2.5
de carrera 0.13-0.20 1.0-1.3
Ómnibus con capot 0.45-0.55 4.5-6.5
sin capot 0.35-0.45 -
Camiones cama abierta 0.50-0.70 3.0-5.0
tipo furgón 0.50-0.60 -
tipo cisterna 0.55-0.65 -
Autotren - 0.85-0.95 -
Para vehículos que se mueven dentro de una masa de aire inmóvil V v/a = V, pero aún en caso de que
exista velocidad del viento, se puede demostrar que en un movimiento de ida y vuelta, suponiendo
aire inmóvil, se obtiene una P a un tanto menor que la real, por tanto puede suponerse, estando del
lado seguro, que: Pa K F V 2 (2.15)
El valor del área frontal proyectada puede determinarse de forma aproximada según:
F m B H para camiones y ómnibus; F m A H para automóviles (m2)
donde: B, H, A- vía, altura total y ancho total del vehículo, respectivamente (en m )
m- coeficiente de aprovechamiento del área, es decir, nos da la medida de cuanto se
aproxima el área frontal proyectada del vehículo al área del rectángulo que representa el
producto B.H o A.H. m = 0,9-1,0 para camiones; m = 0,7-0,8 para automóviles ligeros
En los autotrenes la altura H por lo general la determina el remolque. En la Fig.2.4 se muestra la
dirección del flujo de aire en un autotren y las causas por las cuales se incrementa el valor de K, en
comparación con camiones normales.
Pgan
Pir
Gr.sen
Gr.cos
Gr
Rydr
Prr
Rytr
Hemos estudiado las diferentes fuerzas y momentos que actúan sobre las máquinas automotrices,
pero no hemos realizado aplicaciones prácticas, en las que se haga necesario sintetizar estos
conocimientos.
Veamos algunas aplicaciones prácticas que pueden tener utilización desde el punto de vista de la
selección, evaluación o comparación vehicular, como veremos más adelante.
Partiendo de la condición más general de movimiento de un vehículo, representada en la figura 2.1,
hacemos sumatoria de fuerzas en la dirección del movimiento, y obtenemos:
Pt Prd Prt G.sen Pa Pi Pgan . cos 0
Consideremos que: Prd Prt Pr G f cos ; y que: = 0.
Podemos considerar además que: Pc Pr P G f cos sen y entonces:
Pt Pc Pa Pi Pgan 0
Sustituyendo y despejando obtenemos: dV Pt G Gr f cos sen Pa (2.20)
dt G G
r r
g g
La ecuación 2.20 es la denominada Ecuación General del Movimiento de la máquina automotriz.
Cuando el valor de Pt excede el valor sumario de las resistencias al movimiento, estamos en
presencia de un movimiento acelerado. Cuando el valor de P t es igual al valor sumario de las
resistencias, dV/dt =0, es decir, el vehículo se mueve con movimiento uniforme (V=cte). Cuando el
valor de Pt es inferior al valor sumario de las resistencias al movimiento, estamos en presencia de un
movimiento retardado o decelerado. Dada una Pt y una resistencia al movimiento determinadas, a
mayor masa del vehículo y del remolque, existe más estabilidad en el movimiento, o sea, mayor
resistencia a la variación de la V, tanto por incremento como por descenso de las resistencias al
movimiento.
En el caso del conjunto vehículo-remolque, en ocasiones la ecuación general del movimiento se
representa a partir de un coeficiente de las masas reducidas general para el conjunto (z) y podemos
P Pa
entonces considerar que: dV Pt G Gr f cos sen Pa . Consideremos : t D , siendo D
dt G Gr G Gr
z
g
el denominado factor dinámico del vehículo, el cual es una magnitud adimensional que se utiliza para
comparar cualidades dinámicas de vehículos con diferente peso total. Sustituyendo en la ecuación,
tendremos:
D f cos sen
1 dV 1 1
D (2.21)
g dt z z
Esta es la Ecuación adimensional del movimiento de la máquina automotriz.
A partir de la ecuación de movimiento se pueden determinar parámetros característicos de las
máquinas automotrices. Veamos algunos de ellos:
1)-Pendiente Máxima que puede ascender una máquina automotriz partiendo del reposo(máx):
Partimos de la
Fx 0 : Pt Pc Pa Pi Pgan 0 . Para la determinación de máx, hay que tener
en cuenta algunas consideraciones:
Si queremos determinar la máx que es capaz de vencer el vehículo, éste no debe traccionar
remolques, por lo cual Pgan = 0. La máquina automotriz debe ir conectada en 1ra marcha, que es
donde se entrega la Ptmáx y para lograrla el motor debe entregar el Memáx. Girando el motor a W M y en
primera marcha, la V es pequeña, por lo que P a = 0. Por último, toda la potencia disponible debe ser
empleada en vencer la pendiente, por lo que el vehículo deberá ascender con velocidad constante
(dV/dt =0), es decir, sin emplear energía en variar la cantidad de movimiento del vehículo.
De tal forma: D f cos sen 0 ; por tanto : D f cos sen .
Conociendo D y f, podemos determinar máx, por medio de métodos numéricos o con ayuda de algún
software de cálculo, aunque para simplificar, en el caso de cálculos prácticos se puede asumir con
cierta aproximación que: sen máx D f (2.22)
máx será mayor mientras mientras mayor sea la P t aplicada, mientras menor sea G y mejores las
condiciones de movimiento. La máx que puede vencer el vehículo, aprovechando la inercia de
movimiento, puede ser mayor que la determinada en 2.22 y se denomina ángulo dinámico de
ascenso, y depende lógicamente de la V con que el vehículo acomete la pendiente y de la longitud
de la pendiente, ya que a menor longitud de pendiente es mayor el ángulo de la pendiente que puede
ascender el vehículo en movimiento.
Cuando se calcula máx por el método mostrado anteriormente, estamos determinando las
posibilidades de subir pendientes a partir de las potencialidades del motor, por tanto, en la práctica
puede ser necesario realizar un cálculo de comprobación a la estabilidad longitudinal y a la
adherencia.
2)-Determinar la posibilidad de desarrollo del movimiento en unas condiciones determinadas de
explotación.
Para el desarrollo de los cálculos contamos con los parámetros constructivos del vehículo y del
remolque si existiera y con las condiciones de explotación. Asumimos la V en función del grado de
carga del vehículo, del tipo de carga y de las condiciones viales, pudiendo ser cercana a la velocidad
admisible de la vía (Vadm), pero nunca superior. Calculamos entonces la fuerza tractiva necesaria
para vencer las resistencias al movimiento (P t nec), y si se trata de un proceso de transportación, ésta
se calcula para velocidades promedios de movimiento, es decir, para V = cte en marcha superior:
Pt nec Pc Pa Pgan G f cos sen 1.25 K m B H V 2 Gr f cos sen
Con la Pt nec determino el torque que yo necesito del motor para generar esa fuerza tractiva (M e nec1), y
con la V la frecuencia de rotación del motor en la marcha seleccionada, que en este caso es una
marcha superior, por tratarse de un proceso de transportación:
Pt nec rd icsup erior V
M e nec1 ; W1
0 s rd icsup erior
s =1 para cálculos prácticos, por lo cual en lo
Me adelante lo omitiremos.
Con estos valores vamos a la característica
Me máx
exterior del motor y comprobamos para ese
valor de W 1 si el motor es capaz de suministrar
Me2 un torque mayor o igual al torque necesario
Me x (Ver Fig. 2.7).
Me nec2 Me1
Fig 2.7 Comprobación de las posibilidades
del motor
Me nec1
En caso positivo se valora la magnitud de la
reserva de torque ( M e1 ):
si M e1 es elevada pudiera pensarse en
1
2
3
4 5
N 52 N r
De acuerdo con ello, la eficiencia general del sistema de transmisión será igual a: o
N 12 N e
La eficiencia de un conjunto cualquiera, se señala como i, donde i señala el número del conjunto de
que se trata, y va a ser igual a la relación entre la potencia de salida y de entrada para un conjunto
N 2 .2
dado. En función de ello, por ejemplo, la eficiencia del conjunto 2 será igual a: 2
N 2.1
En sistemas como el de la Fig. 2.8, encontramos que: N2.1 = N1.2; N2.2 = N3.1; N5.1 = N4.2; etc.
Entonces, podemos plantear:
N 5.2 N 5.2 N 4.2 N 3.2 N 2.2
0 5 4 3 2 (2.23)
N 2.1 N 5.1 N 4.1 N 3.1 N 2.1
La 0 del sistema es igual al producto de la eficiencia de cada uno de los conjuntos que lo componen.
Este sistema de transmisión se utiliza en un número apreciable de automóviles ligeros, camiones de
pequeña y mediana capacidad de carga y ómnibus no urbanos, independientemente de la colocación
del motor con respecto al puente motriz, aunque ello influye lógicamente en la magnitud de o.
Los valores típicos de 0 de los conjuntos y elementos del sistema de transmisión de diferentes
máquinas automotrices, aparecen en la tabla 2.3.
Tabla 2.3 Eficiencia mecánica de conjuntos del sistema de transmisión
Conjunto o elemento mecánico del sistema de transmisión. Eficiencia, 0
Embrague de fricción 0,995
Ruedas dentadas cilíndricas: externas 0,980
internas 0,985
Cojinetes de rodamiento 0,997*
Unión cardánica 0,995
Par cónico : normal 0,92 - 0,95**
hipoidal 0,96 - 0,98**
*- Se toma cuando el cojinete trabaja con lubricante líquido.
**- Los valores menores se toman cuando la caja de velocidades está conectada a la marcha directa.
La expresión hallada para el cálculo de la eficiencia de los sistemas de transmisión en serie, puede
ser utilizada para el cálculo de la eficiencia en conjuntos del sistema de transmisión que trabajan con
tal principio de funcionamiento, digamos por ejemplo las cajas de velocidad o las cajas de
transferencia, cuando transmiten a un sólo puente motriz.
Sistemas de transmisión en paralelo (con dos puentes motrices):
En la Figura 2.9, se muestra un sistema de transmisión con dos puentes motrices, el cual se utiliza
generalmente en vehículos ligeros y pesados que transitan por difíciles condiciones viales, si bien en
los últimos tiempos han aparecido variantes de este sistema para vehículos ligeros que no transitan
en estas condiciones viales.
1
2 3 4
5"
De igual forma, se puede arribar a la expresión que define la eficiencia mecánica del sistema de
transmisión para el caso de vehículos con tres puentes motrices, la cual posee la forma:
3 BC BD BE
0 AB (2.25)
BC BD BC BE BD BE
Esta expresión puede ser utilizada para cajas de transferencia que transmiten a 3 puentes motrices.
Estas expresiones no toman en cuenta la influencia del régimen de carga y velocidad en la magnitud
de la eficiencia. Como conocemos, la potencia de tracción NT, transmitida a las ruedas motrices
durante el movimiento uniforme es menor que la potencia efectiva del motor N e, en la magnitud de la
potencia NTr, que se pierde en el vencimiento de la fricción en la transmisión:
N T N e N Tr
A menudo, las pérdidas de energía en la transmisión se valoran por la magnitud del momento M Tp (en
N.m) reducido a la rueda motriz del vehículo: M Tr N Tr
r
donde: r –velocidad angular de la rueda motriz, en 1/s
La magnitud MTr y NTr consideran dos tipos de pérdidas: las hidráulicas y las que se producen por
fricción en engranajes y articulaciones del cardán.
Las pérdidas hidráulicas están condicionadas por el desplazamiento y dispersión del aceite en los
cárteres de la caja de velocidad y puente motriz. Ellas casi no dependen de la magnitud del momento
transmitido, pero cambian con la variación de la frecuencia de rotación de las piezas y la viscosidad y
calidad del aceite contenido en los cárteres. Las pérdidas hidráulicas se valoran por el momento MH,
el cual es necesario aplicar en las ruedas motrices del vehículo, para mover los ejes de la transmisión
en vacío (sin carga).
En la figura 2.11 se muestran las dependencias experimentales del momento MH en función de la
velocidad de movimiento V de automóviles de algunas marcas. En ausencia de las dependencias
experimentales para automóviles de fórmula de rueda 4x2, se utilizan las fórmulas empíricas:
M H 2 0.09 V G rd 103 (2.26)
Donde: V –es la velocidad del automóvil, m/s
G –peso del automóvil con carga total, N
MH, N.m
Fig. 2.11. Dependencia del momento MH
de la velocidad del automóvil
150 1.-Gaz-24 (Volga); 2.-Gaz 53-A; 3.-Zil-130
3
Las pérdidas de energía en el vencimiento
100
2
de la fricción en los engranajes y
articulaciones son proporcionales al
momento que se transmite en la transmisión
50
y no dependen de la frecuencia de rotación
de las piezas. Estas pérdidas se valoran por
1 el momento MM, el cual es igual:
0 5 10 15 20 25 V, m/s
Me
MM 1 (2.27)
ici
Donde: ici –relación de transmisión total
0.98 k 0.97 l 0.995 m
k, l –indicadores que corresponden al número de engranajes cilíndricos y cónicos que
transmiten potencia
m – indicador que considera el número de articulaciones de los cardanes que transmiten
carga
De tal forma, el momento de resistencia de la transmisión, que se reduce a las ruedas motrices es:
M e 1
M Tr M H M M M H
ici
En dependencia del régimen de trabajo del automóvil se utilizan diferentes formas de valoración de
las pérdidas. Así si la transmisión del automóvil transmite energía del motor a las ruedas motrices
(régimen activo), entonces las pérdidas de potencia en ella se valoran por la magnitud de la eficiencia
directa de la transmisión, que representa en sí la relación de la potencia de tracción a la efectiva o la
relación de los correspondientes momentos:
Me
N N Tr ici M Tr
o e (2.28)
Ne Me
ici
Sustituyendo en (2.28) la magnitud de MTr, obtenemos:
M H ici
o (2.29)
Me
La eficiencia se calcula en función de la potencia efectiva menos las pérdidas de potencia a lo largo
de la transmisión. Pero la potencia no se altera con el cambio de la relación de transmisión, es decir,
si no existieran pérdidas la potencia que llega a las ruedas sea cual fuera la relación de transmisión
sería la misma. Si la ecuación se pone como en (2.28) en función del torque, el torque que llega a las
Pt rd ici
ruedas, si no existieran pérdidas, sí depende de la relación de transmisión total: M e
o
Si se excluyen las pérdidas en la transmisión, entonces: M e Pt rd ici
Me
El torque que llega a las ruedas (sin pérdidas) es: M r Pt rd
ici
Si hablamos del torque aplicado al sistema de transmisión de acuerdo a las condiciones de
explotación:
M e nec
M nec r Pt nec rd
ici
o
2 0.09 V G 10 3 (2.30)
Ptnec
Durante el movimiento del automóvil por vías en buen estado con pequeñas cargas y velocidades, el
momento efectivo del motor no es alto y el 2do miembro de la expresión (2.29) adquiere especial
significación. La o durante esto puede disminuir hasta valores de 0.4-0.5. Durante el trabajo del
motor con carga total, el momento MH es significativamente menor que
Me , por eso, la relación de
ici
ambos puede despreciarse y considerar: o cons tan te .
Durante el frenado del vehículo con el motor, la transmisión conduce energía desde las ruedas
motrices hacia el motor, y las pérdidas de energía se valoran por la eficiencia inversa de la
transmisión:
M frm
N frm ici
inv (2.31)
N frm N Tr M frm
M Tr
ici
donde: Nfrm y Mfrm es la potencia y el torque que se gastan en fricción en el motor (potencia y torque
de frenado) en Watt y N.m
Característica de frenado con el motor: Es la dependencia
Mfr
del momento Mfrm y la potencia Nfrm de fricción en el motor con
respecto a la velocidad angular W.
Las características exteriores de frenado del motor son las
curvas que caracterizan el Mfrm y la Nfrm con el motor apagado y
1 con la mariposa totalmente cerrada. Estas curvas (Fig. 2.12,
2
curva 1) determinan el valor máximo del momento de frenado.
En las condiciones de explotación durante el frenado del
automóvil con el motor, este último trabaja, antes que todo, en
el régimen de rodaje en vacío, con el motor funcionando (Fig.
2.12, curva 2).
El momento de frenado del motor (en N.m) correspondiente a este régimen, en el diapasón de entre
200-400 1/s, se describe con adecuada exactitud por la expresión:
M frm Vh a M W bM
Donde: Vh –cilindrada, l
aM, bM –coeficientes empíricos
Para motores de gasolina: aM = 0.007-0.01; bM = 0.12-0.17
Para motores diesel: a M = 0.01-0.012; bM = 0.08-0.12
La fricción interna en el motor a menudo se utiliza para una disminución suave de la velocidad del
vehículo o su conservación en determinados límites (por ejemplo, durante el descenso por
pendientes). Durante esto, en algunas ocasiones se aumenta artificialmente.
Lo anterior puede ser utilizado para el ciclo básico y el específico. O sea, puede concebirse que una
parte de la reducción de V se realice con freno motor y la otra con el sistema de frenado, tanto en el
ciclo básico como en el específico. De tal forma introducimos en este proceso posibilidades reales
del vehículo, que no se tomen en cuenta cuando asumimos que el proceso de frenado se va a
realizar con una deceleración determinada a partir del sistema de frenos.
Por otra parte, vamos a tomarlo en consideración en el análisis de la eficiencia en este proceso,
mediante el concepto de inv.
M frm
ici 1 1
inv (2.32)
M frm
M Tr
M i 2 0.09 V G rd ici
1 Tr ci 1 3
ici M frm 10 Vh a M bM
Durante los cálculos a menudo se utiliza o y no inv, y para simplificar la palabra “directa” en la
determinación de la eficiencia de la transmisión generalmente se suprime.
Durante el tiempo de movimiento en rodamiento, cuando el motor está desconectado de la
transmisión y la ici=0, la expresión (2.28) tiende al infinito, y las pérdidas de energía en la transmisión
se valoran por su magnitud absoluta, es decir, por la magnitud de NTr o MTr.
A manera de ejemplo, se muestran los rangos en que varían o (con carga total) y inv (con trabajo en
vacío):
Tabla 2.4. Rangos de variación de la eficiencia de la transmisión
Automóviles o inv
Deportivos de carrera 0.90-0.95 0.80-0.85
Ligeros 0.90-0.92 0.80-0.82
Pesados y ómnibus 0.82-0.85 0.75-0.78
De alta capacidad de paso 0.80-0.85 0.73-0.76
La eficiencia de la transmisión no permanece constante durante todo el período de explotación del
automóvil. Después de su construcción, en el período de rodaje, las piezas de la transmisión y del
sistema de rodaje sufren un asentamiento y la eficiencia durante este período se incrementa.
Después, de acuerdo al tiempo transcurrido, la eficiencia permanece primeramente constante,
después de lo cual, como resultado del desgaste de las piezas y la formación de holguras excesivas,
comienza a reducirse. Después de la reparación capital del automóvil y de la elaboración mecánica
de las piezas la eficiencia de nuevo se incrementa, pero no llega a alcanzar nunca los valores
iniciales.
La transmisión de potencia a los
puentes motrices se realiza de
diferentes formas, y la dinámica de
tracción, depende del tipo de caja de
transferencia utilizada, la cual da
nombre al sistema de transmisión: a)-
bloqueado (Fig. 2.13) y b)-diferencial
(Fig. 2.14).
En la transmisión diferencial, al
estar interpuesto un mecanismo
diferencial entre los puentes,
Caja de este absorbe la discordancia
velocidad cinemática entre estos, evitando
la circulación de potencia.
La discordancia cinemática se
presenta cuando los rd de las
ruedas de los puentes
delanteros y traseros no son
iguales. Esto puede ser
motivado por tolerancias de
fabricación, diferente grado de desgaste de las bandas de rodamiento, diferente grado de
deformación de los neumáticos delanteros y traseros, inadecuadas presiones de inflado frente a una
diferente distribución de la carga por puentes, diferentes diámetros constructivos y estructuras.
Este fenómeno se acentúa cuando el vehículo se mueve por superficies de apoyo duras y en vacío,
cuando el patinaje en ambas ruedas no es capaz de compensar la discordancia cinemática.
Cuando no existe discordancia cinemática, el mecanismo diferencial de la caja de transferencia
funciona como bloqueado. Las principales desventajas de las cajas de transferencia diferencial
radican en su complejidad tecnológica, costo, gran peso y dimensiones y baja eficiencia.
2.4.3 La eficiencia en los sistemas de transmisión que poseen conjuntos que trabajan
con patinaje continuo.
Estos conjuntos trabajan bajo el principio del patinaje continuo en el sistema de transmisión, es decir,
pueden trabajar continuamente con diferente W en sus árboles de entrada y salida, en dependencia
de las condiciones de carga del árbol de salida. Por tal razón, la Pt y la V de movimiento del vehículo,
y su eficiencia dependerán del torque (M2) y de la frecuencia de rotación (W 2) a la salida del conjunto
M 2 0' M W
Pt ; V W2 rd ic' ; CH 2 2 .
rd ic
'
M ex Wx
Donde: o´ , ic´ - son la eficiencia y la relación de transmisión total del sistema de transmisión, a
partir del conjunto hidrocinético
CH –es la eficiencia del conjunto hidrocinético
La relación M2 = f(W 2) depende de las condiciones de carga del conjunto hidrocinético, o sea, del
régimen de velocidad del vehículo y de las resistencias que actúan sobre el mismo, y lo más
importante, de las características del conjunto hidrocinético. Es decir, se hace necesario la
elaboración de un nomograma en cuatro cuadrantes, que requiere de parámetros del conjunto
hidrocinético, que el fabricante no suministra, y al cual hay que entrar con las características de
carga, para determinar Pt, V y la CH. En resumen, el cálculo dinámico y de eficiencia se hace
prácticamente imposible en la práctica, y la mayoría de los autores recomienda obtenerlos
experimentalmente, aspecto que a los efectos que perseguimos se hace imposible. Por tal razón, y
dada la brevedad del curso, preferimos obviar el análisis de sus particularidades.
La característica tractiva de las máquinas automotrices se construye con el fin de mostrar sus
cualidades de movimiento, y la misma no es más que una representación gráfica de su ecuación del
movimiento. Comprende las curvas de P t =f(V) o D=f (V). La Pt se calcula considerando el motor
M
trabajando en su característica exterior y mediante la ecuación: Pt ex o S
rd i C i
La dependencia de Pt con iC i nos muestra que, para cada valor de Mex habrá tantos valores de Pt,
como relaciones de transmisión existan. S para cálculos prácticos se toma igual a 1.
De la ecuación anterior se desprende, que necesitamos conocer las dependencias M e x vs W x y V vs
W x, para poder determinar con posterioridad la dependencia de Pt vs V para cada iCi. Estas
dependencias pudiera ofrecerlas el fabricante, o pueden ser obtenidos en forma teórica, de la
2
siguiente forma: M ex M eN C1 C 2 W x
C 3
W
x
.
N
W WN
Los valores de torque y potencia que brinda el fabricante hay necesidad de afectarlos por un
coeficiente de corrección. El coeficiente de corrección K C, toma en consideración que los valores de
Nemax y Me máx que aparecen en la documentación técnica, han sido obtenidos en bancos de pruebas
de motores, cumpliendo estándares internacionales según el país de procedencia, los cuales
prescriben el desarrollo de las pruebas prescindiendo de uno u otro componente del motor, por ello,
los parámetros de salida en el vehículo se diferencian de los que indica el fabricante en su
documentación (Ver tabla 2.5).
Tabla 2.5 Valores normados de KC
Tipo de norma: KC
GOST (Rusia y Europa del Este) 0.93-0.95
DIN (Alemania) 0.95-0.96
SAE (Estados Unidos)(vieja) 0.86-0.88
SAE (Estados Unidos) (nueva) 0.95-0.96
ISO (Japón) 0.95-0.96
El torque se calcula en el rango de trabajo del motor (de W mín-W máx), como mínimo para 10 valores
de W x.
La frecuencia de rotación máxima se determina, de acuerdo al tipo de motor, según:
W máx= W N (1,1-1,2) (1/s) para motores de gasolina
W máx= W N (1/s) para motores diesel
Para determinar la frecuencia de rotación mínima, determinamos primeramente la velocidad mínima
en el movimiento estable en cada marcha, según la expresión:
av Vm3ín bv Vm2ín cv Vmín dv 0 (2.33)
Donde: 3.7515 M C
av eN 3 2 K F
G rd i ci VN
M C 0.4147 MeN C3
bv 3.7515 eN 2 9 10 5 K F
G rd i ci VN rd i ci VN
2
G
M C M C
cv 3.7515 eN 1 2 10 3 0.4147 eN 2 9 10 5
G rd i ci G rd i ci VN
M C
d v 0.4147 eN 1 2 10 3 1
G rd i ci
La ecuación 2.33 es soluble por conocidos métodos matemáticos, entre ellos, los numéricos. Puede
ser solucionada en opciones contenidas en los programas MATLAB, DERIVE y EXCEL.
Obtenemos la frecuencia de rotación mínima para cada marcha, por la conocida expresión:
V
Wmín mín (2.34)
rd ici
La V teórica se determina según: V Wx rd iC i . Se desprende de ella, que para cada valor de W x
habrá tantos valores de V como relaciones de transmisión existan.
En la característica tractiva, además de las curvas P t (V) o D (V), pueden estar trazadas también las
curvas de las resistencias al movimiento, cuyas ecuaciones se han descrito con anterioridad.
Construyamos la característica tractiva en su forma más simple, es decir, mediante la dependencia P t
= f (V) y comparémosla con la característica ideal.
Pt La característica ideal, debido a las exigencias
I tractivas, está condicionada por la entrega de una
Ne máx constante a las ruedas del vehículo. Como
A
expresamos en un plano Me-W, la curva que
d cumple esta condición es una hipérbola; para
II
trazarla, utilizamos la ecuación:
B N emax o 10 3
a Pt . En la Fig. 2.15 se muestra
e V
III
C
la hipérbola de máxima potencia y las curvas de
b f Pt = f(V) de la característica tractiva de un
IV D vehículo con 4 marchas.
c
Fig. 2.15 Comparación entre la característica
tractiva y la ideal.
V
Los puntos de tangencia han sido señalados por A, B, C y D; y se corresponden con los puntos donde
se alcanza la Ne máx en cada marcha. Los valores de Pt que podemos obtener están contenidos en el
área bajo la curva de Pt = f(V).
Puede observarse que las áreas bajo las diferentes curvas se solapan. Este solape, marcado con las
letras a, b y c respectivamente, se denomina solape entre marchas, y depende de los valores de iC
de cada marcha y muestra los valores de V que corresponden a dos marchas consecutivas. Sin
solape no es posible el cambio de marcha y valores pequeños dificultan extraordinariamente el
mismo. Cuando el solape es amplio, los cambios de marcha se producen con facilidad y suavidad,
aumentando el confort durante la conducción del vehículo, mejorando sus cualidades dinámicas y sus
indicadores de consumo.
Entre las curvas Pt = f(V) y la hipérbola de máxima potencia existen áreas que denominamos: áreas
de ausencia de potencia (marcadas con las letras d, e, f y g en la figura 2.15), que marcan la
diferencia entre la característica real y la ideal. Los puntos contenidos en estas áreas señalan los
valores de Pt y V, los cuales al ser multiplicados dan un valor de potencia inferior a la potencia
máxima en la rueda (Nrmáx), y que debido al diseño del sistema de transmisión no es posible
obtenerlos en las ruedas del vehículo, a pesar de ser inferiores a N r máx.
La magnitud de estas áreas depende del número y de los valores de ici. Cuando el número de
relaciones de transmisión en la caja de velocidad aumenta, disminuyen las áreas de ausencia de
potencia. El valor de las áreas de ausencia de potencia, puede ser un indicador de la correcta
selección de la caja de velocidad para el vehículo.
Analicemos el concepto de selectividad (Fig. 2.16) en dos características tractivas de vehículos con 3
y 4 marchas respectivamente, pero que poseen igual P t máx e igual Vmáx.
Esta característica se ha trazado en coordenadas D vs V para poder representar la carga a través de
. Como vemos, para unas condiciones viales representadas por 1, el vehículo (a) puede transitar
en primera marcha a una velocidad máxima V 1, mientras el vehículo (b), para esas mismas
condiciones de carga, transita en segunda marcha a una velocidad V 2 > V1.
Veamos un ejemplo de característica tractiva en vehículos que poseen conjuntos con patinaje
continuo en su sistema de transmisión.
D D
I I
II
II
III
III
IV
V1 V3 V V2 V4 V
(a) (b)
(b) Fig. 2.16 Esquema que representa la selectividad de marchas.
En la Fig. 2.17 se muestran la característica tractiva de un vehículo que posee dentro del sistema de
transmisión un convertidor hidrocinético, que es lo más usado en la actualidad. El CH, posee un
reductor mecánico que asegura dos relaciones transmisión para el movimiento hacia delante. Como
puede observarse existen diferencias significativas entre las características tractivas de los vehículos
que poseen conjuntos hidrocinéticos y los vehículos de transmisión clásica. Por ejemplo, para valores
de V = 0 hay un valor de P t 0 en todas las marchas.
Pt
Esto permite a los vehículos con este tipo de conjunto,
comenzar a moverse teniendo conectada cualquier
marcha. Como consecuencia de esto, mediante la
aplicación de sobrecargas al motor, no se logra el calado
del mismo, como sucede en los vehículos que poseen un
sistema de transmisión del tipo clásico.
Del análisis de la figura queda evidenciado el gran solape
entre marchas, lo que posibilita, conjuntamente con la no
interrupción del flujo de potencia para los cambios de
marchas, la gran suavidad en el cambio y un mayor
confort para los ocupantes del vehículo.
Puede observarse además, que no existen áreas sin cubrir, o sea, cada valor de P t encuentra
siempre una marcha o más que es capaz de entregarla, esto le brinda una mayor selectividad al
sistema de transmisión y existe mayor adecuación de la característica real a la ideal, lo cual le
confiere al vehículo altas cualidades dinámicas. Además, debido a la no interrupción en el flujo de
potencia y a la rapidez con que se realiza el cambio de marchas, le otorga también al vehículo alta
capacidad de aceleración.
La actual situación económica internacional gravita negativamente sobre los sectores productivos y
de servicio, lo que obliga a un uso racional de los recursos. El sector del transporte no escapa a esta
situación. La introducción de nuevas tecnologías para lograr reducción de los indicadores de
consumo, contaminación ambiental y adecuada correspondencia con las exigentes reglamentaciones
para la circulación vehicular, entre otras, encarecen notablemente los costos de inversión. Por otro
lado, los elevados precios del combustible y el incremento en los costos del servicio técnico que
introducen en ocasiones las nuevas tecnologías, aumentan sustancialmente los costos de
explotación.
Por ello, se hace necesaria la óptima selección del parque vehicular buscando una adecuada
correspondencia entre los requerimientos del proceso de transportación y las cualidades de
explotación de los vehículos, que posibiliten un incremento de la eficacia del proceso de explotación,
de la seguridad del movimiento y de la vida útil económica del vehículo con una correcta adecuación
a las reglamentaciones vigentes.
Frente a la avalancha de información técnica que generan las empresas productoras y la
competencia existente, se hace necesario formar criterios propios sobre necesidades en las
empresas explotadoras, en tal sentido se confecciona ese material.
En sentido general los criterios de selección se pueden agrupar en cuatro grandes grupos:
1.- Tecnológicos,
2.- Técnicos,
3.- Económicos
4.- Estéticos.
Atendiendo a ello, pondremos a su consideración una metodología para la selección vehicular que
contempla:
a) Valoración de las características constructivas;
b) Evaluación del grado de utilización y de las cualidades de explotación del vehículo;
c) Adecuación a las normativas fundamentales;
d) Valoración de elementos de comercialización;
e) Valoración económica.
Para seleccionar el vehículo el comprador debe conocer previamente:
Tipo de vehículo a seleccionar según destino y características del servicio:
Los vehículos pueden estar destinados para: a)-Procesos de transportación de cargas, b)-procesos
de transportación de pasajeros y c)-trabajos especiales. El destino del vehículo, en determinada
medida define sus condiciones de explotación y determina exigencias en cuanto a la calidad del
servicio: exactitud en la recogida y entrega, alto rendimiento, mayor seguridad, confort, entre otros,
así como muchas de sus características constructivas. Un ómnibus para transporte urbano y otro
foráneo se diferencian notablemente en capacidad, características del sistema de transmisión,
dimensiones, aprovechamiento de su espacio interior e inferior, y otras características constructivas,
incluso en confort, en lo que entra a jugar el cliente a quien va dirigido el servicio. Los vehículos de
carga pueden diferenciarse constructivamente en dependencia del recorrido promedio por viaje, tipo
de cargas, condiciones de carga-descarga, entre otros. Los ligeros tienen diferentes requerimientos si
se utilizan para uso individual, como taxis o como vehículos rentados.
Volúmenes de trabajos a desarrollar durante el año:
El dominio del volumen de trabajo anual, por períodos y diario, es importante para definir las
capacidades de los vehículos y el número de ellos que satisface los requerimientos. En el transporte
de cargas, debe determinarse el volumen de trabajo para cada tipo de cargas o grupos de cargas
afines (por sus características y similitud en los procedimientos de carga y descarga). En transporte
de pasajeros, debe determinarse diferenciadamente el volumen de trabajo según las características
del servicio.
Para realizar los estimados de volúmenes de transportación, tanto de carga como de pasajeros,
podemos basarnos en experiencias anteriores o en trabajos estadísticos. En el transporte urbano de
pasajeros lo ideal sería contar con los resultados de un esquema integral del transporte, que nos
muestre la orientación y el volumen de los flujos de pasajeros, según horas del día y días de la
semana, y su posible evolución en el tiempo. Los estimados deben ser lo más objetivos posibles, por
su incidencia en el monto de la inversión, pero pueden diferenciarse de la realidad en función de la
evolución de la economía, de la solidez económica de los clientes, de la evolución de los costos de
operación, los precios, la competencia, de las variaciones de rutas y los cambios en las exigencias en
cuanto a la calidad del servicio (rapidez, seguridad, confort, etc.) entre otros.
Categorización de las condiciones de explotación:
Debemos conocer si el vehículo se va a destinar a procesos de transportación en zonas urbanas,
suburbanas o rurales; así como también sus recorridos promedios anuales, diarios y por viaje, ya que
estos son factores que pueden determinar el tipo de vehículo a seleccionar y sus características
constructivas. Por ejemplo: Los ómnibus urbanos deben poseer transmisiones automáticas y no son
tan exigentes en cuanto a sus cualidades aerodinámicas; los camiones de volteo se utilizan
fundamentalmente para distancias relativamente pequeñas de recorrido.
En los vehículos de carga es necesario conocer las condiciones de carga a lo largo del recorrido,
pues ello nos permitirá determinar el coeficiente de aprovechamiento del recorrido (), cuyo valor es
un indicador técnico-económico importante, que interviene además en el cálculo de la productividad, y
que valora en que medida el recorrido total es empleado en labores productivas.
l rc l rc (3.1)
Lt l rc l sc lo
Donde: Lt – es el recorrido total
lrc, lsc, lo – son los recorridos con carga, sin carga y el denominado recorrido cero, desde el
parqueo hasta el lugar de carga y a la inversa.
debe estar lo más cerca posible de la unidad.
Otro aspecto importante es poseer una categorización de las vías, pues las características
constructivas del vehículo y muchas de sus cualidades de explotación van a estar supeditadas al tipo
de vía, a su estado y características, y nos posibilita asumir los valores promedios de f y p y
determinar la existencia, si los hubiese, de tramos críticos, que hagan necesaria una consideración
especial del comportamiento del vehículo. Son importantes aspectos concernientes en cuanto al
número y tipo de interferencias al movimiento en el recorrido (paradas por intersecciones, semáforos,
pasos a nivel, existencia de poblados, etc.), la intensidad del tráfico y sus horas y días críticos, el
ancho de las vías, sus sentidos de circulación y las velocidades admisibles, la nivelación de la vía, en
cuanto a su micro relieve, y la presencia de curvas cerradas, por la limitación que imponen a las
velocidades de movimiento. El micro relieve afecta además el aprovechamiento de la capacidad de
carga, pues variaciones sensibles de éste, generan cargas dinámicas que exceden las cargas de
cálculo del vehículo. Como veremos estos elementos van a determinar la necesidad de determinadas
cualidades de explotación (capacidad de aceleración, capacidad de frenado, etc.), que determinan
características constructivas específicas del vehículo.
Categorización de la carga:
Posee gran influencia en la selección del vehículo. Las cargas líquidas y gaseosas requieren de
vehículos especialmente diseñados para estos fines. En el caso de las cargas a granel y líquidas se
requiere el conocimiento de su peso específico, y en el caso de las cargas embaladas y unitarias el
peso por unidad y sus dimensiones. Ello va ser importante para analizar el aprovechamiento posible
del volumen de la plataforma y de la capacidad de carga del vehículo.
Características del proceso de carga y descarga:
En el caso de utilizarse medios mecanizados se hace necesario conocer el principio de trabajo, los
parámetros constructivos y las exigencias para el desarrollo de su trabajo. Ello puede definir
exigencias, que pueden determinar la elección de uno u otro vehículo. De igual forma, de acuerdo a
las posibilidades de maniobra para la carga y descarga, así tendrá que ser la maniobrabilidad del
vehículo.
Las limitaciones que se imponen al proceso:
El tipo de carga: La carga puede introducir limitaciones en la velocidad promedio de movimiento (Vm)
a causa de su fragilidad, peligrosidad de derrame, inflamación, o a causa de posible pérdida de
estabilidad del vehículo. La corrosividad de la carga puede determinar exigencias en cuanto a los
materiales de la plataforma del vehículo. Algunas cargas exigen estar cubiertas, refrigeradas; y otras
exigen de dispositivos especiales para su transportación, que reducen la carga útil transportada.
El proceso de carga y descarga: El proceso de carga-descarga y los medios mecanizados utilizados
en los mismos, pueden limitar la altura de la carga y la altura de las barandas de la plataforma. El
proceso de carga - descarga y su implicación en el rendimiento, pueden definir la necesidad del uso
de volteo o el uso de un mayor número de remolques, según los requerimientos del proceso.
La vía y sus características: El relieve puede implicar limitaciones severas a la V, pero el micro relieve
puede implicar grandes limitaciones a la V y al aprovechamiento de la capacidad de la carga. De igual
manera, limitaciones en cuanto a altura máxima permisible de la carga, pueden limitar el
aprovechamiento de la capacidad de carga del vehículo.
Situación financiera de las empresas:
La situación financiera de la empresa que realiza la inversión, puede imposibilitar la selección del
vehículo idóneo si su costo es más elevado que el de otros modelos y marcas, más inadecuados,
pero más acordes a sus posibilidades financieras. Es necesario, por otro lado, tener claridad en
cuanto a la situación financiera de las empresas que garantizan el desarrollo del proceso de
transportación, para tener la seguridad en la continuidad del mismo, durante el plazo de servicio
previsto para el vehículo.
Labores priorizadas económicamente:
Dentro de la labor de selección debe darse máxima prioridad, a aquellos vehículos en cuya actividad
descansa el mayor peso de la rentabilidad de la empresa. Si las operaciones son diversas, definir la
selección por aquellas que mayor repercusión económica poseen.
Estos elementos son imprescindibles, pues posibilitan la determinación de indicadores o contribuyen
de alguna manera a los criterios de selección establecidos.
La valoración de las características constructivas es amplia, por lo cual trataremos de resumir los
aspectos fundamentales.
.
longitud total (Lt), menor es
su capacidad de paso y
maniobrabilidad. El radio
H1
.
LD. L. L.T B. mínimo de giro del vehículo
L.t A. ( Ro ), si bien no es una
dimensión, está determinado
por estas y caracteriza la
maniobrabilidad del mismo.
Como podemos ver la simple valoración de algunos parámetros geométricos nos puede arrojar luz
sobre las cualidades del vehículo.
Las dimensiones de la plataforma, posibilitan determinar su volumen disponible (V ol plataf). En
dependencia del tipo de carga y de sus características, podemos valorar el aprovechamiento posible
de la capacidad de carga o la altura que rebasa la carga por encima de la cabina, para dar adecuado
aprovechamiento de la capacidad de carga, o incluso, la imposibilidad del uso del vehículo para
determinados procesos de transportación. En el caso de cargas a granel, a partir de su peso
específico (), podemos evaluar el aprovechamiento de la capacidad de carga, determinando el
coeficiente estático de aprovechamiento de la capacidad de carga ( ce ), que no es más que la
G .Vol plataf
relación entre la capacidad de carga real ( Gcr ) a la nominal ( Gcn ): ce cr
Gcn Gcn
(3.2)
En buenas condiciones viales, ce debe ser lo más próximo posible a la unidad. Cuando existen
baches y ondulaciones ce 0.9 , para disminuir el efecto de las cargas dinámicas. De ser ce muy
pequeño, analizar la posibilidad de elevar la altura de las barandas de la plataforma, recordando que
al hacerlo elevo el centro de gravedad del vehículo y afecto su estabilidad longitudinal y transversal.
De ser elevado y dar ce 1 , lo cual no es admisible, debe tratarse de buscar un vehículo con
semejantes cualidades dinámicas y menores dimensiones de la plataforma, con vistas a reducir su
peso propio ( G p ) y aumentar la eficacia del proceso de transportación. Por ello proponemos
determinar el coeficiente de aprovechamiento del volumen ( vol ), como la relación entre el volumen
Vol c arg a
ocupado por la carga (Vol carga) con respecto al de la plataforma (V ol plataf). vol (3.3)
Vol plataf
vol - debe ser lo más próximo posible a la unidad o mayor que ella
En las cargas que no son a granel el razonamiento es idéntico, lo que varía es el procedimiento de
cálculo del peso y volumen de la carga, lo cual no es difícil conociendo los pesos por unidad y sus
dimensiones.
En vehículos de pasajeros el aprovechamiento de la capacidad de carga se mide, en condiciones de
explotación, como la relación entre el número real de pasajeros (n pr) al nominal (npn):
n pr
ce (3.4)
n pn
1
Fig. 3.2 Coeficiente de
1 aprovechamiento de la masa
útil.
1.-Vehículo pesado de 2 puentes; 2.-
Vehículo pesado de 3 puentes; 3.-
Remolque; 4.-Semi-remolque
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 M, t
Mientras mayor sea B, mayor eficiencia en el diseño y construcción del vehículo.
En vehículos pesados de carga el uso innecesario del volteo es perjudicial, pues con el mismo se
incrementa el Gp a costa de disminuir Gc, con lo cual se reduce la carga útil y se aumenta el peso
improductivo. El volteo se justifica cuando la carga lo permite, no existen instalaciones de descarga y
las distancias promedios por viaje son relativamente pequeñas, pues el incremento del tiempo de
carga-descarga tiene mayor incidencia en el rendimiento para distancias pequeñas.
Para vehículos de transporte de pasajeros conjuntamente con B se utiliza p , que no es más que la
relación del número de pasajeros (np) al peso del vehículo equipado ( Geq ): p np (3.7)
Geq
En este caso para calcular G se considera Gc=0 y np considera al chofer y los pasajeros. En tal caso
80 np
B (3.8)
Geq
Para vehículos ligeros la determinación de G se hace según: G G p Gequip 80 np (3.9)
donde: Gequip- es el peso del equipaje
En la tabla 3.1 se muestran los valores recomendados para G p y Gequip en vehículos ligeros:
Tabla 3.1: Parámetros de vehículos ligeros
Grupo del vehículo Cilindrada (Vh), ls Gp, Kg. Gequip, Kg. Destino
Clase particularmente pequeña
1 hasta 0.869 hasta 619 30 - 40 Individual
2 0.85 - 1.099 650 - 799 50 - 64 Individual
Pequeña clase
1 1.1 - 1.299 Individual
2 1.3 - 1.499 900 - 1049 65 - 89 Indiv. y de servicio
3 1.5 - 1.799 1050 - 1150 Indiv. y de servicio
Clase media
1 1.8 - 2.499 1150 - 1299 90 - 109 Servicio de taxi
2 2.5 - 3.499 1300 - 1499 Indiv. y de servicio
Clase alta
1 >5 no reglamentada 110 - 119 De servicio
Para vehículos ligeros con tracción delantera y motor delantero, y tracción trasera con motor trasero,
el peso propio es: G'p 0.94 0.90 Gp , siendo Gp el valor obtenido por la tabla anterior.
Los valores reales, comparados con los estándares para cada vehículo nos darán la medida de su
calidad de construcción.
La proporción en que se distribuye la carga en los puentes motriz y conducido tienen gran influencia
en las cualidades de tracción, ya que como conocemos la fuerza de adherencia depende de la carga
que actúa sobre el puente P G m R yt .
En vehículos pesados, dependiendo de las vías para las cuales ha sido designado:
Gm ( 0.62 0.7 ) G Para vías de categorías I y II (autopistas con buenas condiciones)
Gm ( 0.7 0.75 ) G Para vías de cualquier categoría
En vehículos ligeros se comporta de la siguiente forma:
Gm ( 0.52 0.55 ) G Para puente motriz trasero y motor delantero
Gm ( 0.56 0.6 ) G Para puente motriz trasero y motor trasero
Gm ( 0.40 0.45 ) G Para puente motriz delantero y motor delantero
Note como en los vehículos de tracción delantera el por ciento mayor de peso sigue recayendo en el
puente trasero, pues la maniobrabilidad impide grandes reacciones en el puente delantero.
En sentido general, el aumento de Gm mejora la capacidad de paso del vehículo, pero su valor se
limita por las reglamentaciones que ponen un tope al incremento de carga por puente.
En los vehículos la tendencia será siempre la disminución del G p, utilizando en lo posible materiales
ligeros y estructuras rígidas de aceros especiales con economía de materiales.
Ne nec
1
(a) WN W (b) V
Vm
Q
1
Vm
Q
2
En la figura 3.5 se muestra la dependencia de la velocidad media (V m), la velocidad final del
movimiento de impulso (Vi) y del consumo recorrido específico de combustible (Qt), del valor de eM,
en un motor diesel.
En la figura 3.5.a se muestra la dependencia de la V m (con líneas discontinuas) y la velocidad final del
impulso para una velocidad admisible de la vía de 60 km/h con respecto a e M. En la figura 3.5.b, para
igual velocidad admisible se muestra la dependencia del consumo recorrido específico en función de
eM para diferentes velocidades promedios de movimiento. La dependencia que existe entre V m y Q
con respecto a eM, es prácticamente lineal, lo cual garantiza positivos resultados con cualquier vía de
incremento de eM.
Vi,
Vm,
km/h ti =180 s
Fig. 3.5 Influencia de la
elasticidad de torque del
Vm motor en la velocidad
ti =120 s media y el consumo.
50
70 2.5 70 2.0
Qt
Q Qt
60 2.0 60 1.5
50 1.5 50 1.0
2.5 5.5 N , kW/t 2.5 5.5 N , kW/t
(a) (b)
Fig. 3.6 Influencia de la potencia específica en la velocidad media y el consumo en vehículos
diesel pesados.
a)-Con variación de la potencia máxima; b)-Con variación de la masa total.
La N se varía a partir de dos direcciones: de la N e máx (fig.3.6 a); del peso del vehículo (fig. 3.6 b).
Cuando la N se incrementa por aumento de potencia vemos que Q (l/100Km) y Q t (l/100t.Km)
disminuyen al inicio, alcanzando un mínimo y después aumentan bruscamente hasta alcanzar valores
máximos para altos valores de N. Vm =f(N) tiene un carácter creciente, pero el cambio de Vm es más
sustancial en la zona de pequeños valores de N , mientras el cambio de Q es más notable en la zona
de altos valores de N.
Cuando la N se incrementa por reducción de la masa total, Q disminuye en todo el rango de valores,
debido a la disminución de P r. En el caso de Qt, varía en semejante forma al caso anterior, ya que al
disminuir la masa disminuye Pr, pero disminuye la capacidad de carga, que es inversamente
proporcional a Qt. De ahí, que al ser este último efecto más intenso, se produce el crecimiento de Q t.
La Vm tiene igual comportamiento, para cualquiera de las formas de crecimiento de N .
El cambio de N ejerce influencia no sólo en la Vm y en Q, sino también en la Vmáx, en la capacidad
de aceleración, valorada en este caso por el tiempo de impulso necesario para alcanzar una V
determinada (ti) (Fig. 3.7(a)). En la Fig. 3.7 (b), puede observarse como al incrementar el valor de N
disminuye la frecuencia de uso de las marchas inferiores (iS II) y aumenta la correspondiente a las
marchas superiores (iS V). Ello hace que la relación de transmisión promedio (i C m) se incremente y
que las revoluciones sumarias en la unidad de recorrido (n) desciendan, lo cual es favorable desde
el punto de vista del desgaste y del consumo de combustible.
Para variar la N a partir del cambio de la potencia máxima se utilizan, en lo fundamental, dos vías:
por variación del volumen de trabajo y por uso de sobrealimentación.
Vmáx, ti, s
km/h
60
Vmáx
100 50 n, i, icm
l/km % is II
is IV
40 2500 75 0.100
ti
80 30 2000 50 0.125
n
20 1500 25 0.166
icm
60 10 1000 0 0.250
4 8 12 16 20 N kW/t 4 8 12 16 20 N kW/t
N eV
Pt Vmáx
Pc Pa Vmáx G V K F Vmáx
2
Vmáx (3.13)
10 K C 0
3
10 K C 0
3
10 0 K C
3
c1 V c 2 V c 3 V
W N WN W N
El consumo específico de combustible (g e): Es uno de los parámetros más importantes del motor, y su
indicador más integral de consumo de combustible. Si bien no determina el consumo del vehículo,
posee gran influencia en su magnitud y varía de acuerdo al tipo de motor y sus características
constructivas.
El ge mín : en motores de gasolina oscila entre 270-330 g/kW.h
en motores diesel oscila entre 205-250 g/kW.h.
Vamos a realizar hincapié en el caso del diesel, pues predomina en el sector empresarial.
En el diesel las particularidades del proceso de formación de la mezcla de trabajo y la forma de la
cámara de combustión ejercen sustancial influencia en los indicadores fundamentales del motor. Por
la forma de preparación de la mezcla se diferencian los motores con formación volumétrica, pelicular
y mixta. Las cámaras de combustión en general, se clasifican en: divididas y no divididas.
La formación volumétrica se basa en la inyección del combustible directamente en el seno del aire
caliente, impidiendo su contacto con las paredes de la cámara de combustión (ejemplo en la Fig. 3.8
a). Mientras mejor se pulverice el combustible y se mezcle con el aire más efectivamente transcurre
el proceso. La formación pelicular, se caracteriza porque una porción considerable del combustible se
hace incidir sobre las paredes calientes de la cámara de combustión, formándose una fina película,
la cual después se evapora absorbiendo parte del calor de las paredes.
Los motores con cámara de combustión no dividida poseen menor superficie de transferencia y con
buena organización volumétrica de la mezcla se garantiza el trabajo del diesel con ge =215-220
g/kW.h. No obstante, estos motores poseen elevada rigidez, entre 1-1.2 MPa por cada grado de giro
del cigüeñal (1-1.2 MPa/) y presiones máximas en el cilindro (pmáx) de hasta 10 MPa y más, lo que
limita su utilización (Fig. 3.8 a-f).
La formación volumétrica se utiliza ampliamente en el caso de las cámaras divididas. El diesel en
este caso es menos económico, pero trabaja con menor rigidez y estabilidad, posee mayor área de
transferencia de calor, pero logra un mejor mezclado del combustible con el aire. Las cámaras
divididas son de dos tipos: Precámara y Cámara de Turbulencia.
En los diesel con precámara, el combustible se suministra a una cámara complementaria (Fig.3.9.b)
donde combustiona sólo una pequeña porción de combustible. El resto, bajo la acción de la presión,
ingresa a gran velocidad a la cámara fundamental, a través de uno o de varios canales que
garantizan una fina pulverización del combustible y un mezclado adecuado con el aire. Se garantiza
un trabajo menos rígido, con pmáx< 5-6 MPa y menores coeficientes de exceso de aire. Posee baja
economía (ge 270 g/kW.h y poseen dificultades con el arranque en frío. En los diesel con cámara de
turbulencia, las cámaras fundamental y complementaria se unen por canales tangenciales más
amplios, que garantizan la turbulencia necesaria para un buen mezclado (Fig. 3.9.a). La pmáx =6-6.5
MPa, con relativamente pequeños coeficientes de exceso de aire y el g e 250 g/kW.h.
(a)
(b)
(c) (d)
(e)
(f)
Fig. 3.8 Tipos de cámaras de combustión no separadas en los motores diesel
Los diesel rápidos con precámara y cámara de turbulencia, poseen indicadores suficientemente altos
de potencia y se utilizan en vehículos ligeros fundamentalmente.
En los diesel con formación pelicular (Fig. 3.8 e), las pmáx< 6,5 MPa, el motor trabaja con menor
rigidez (0,3 MPa/), un mejor aprovechamiento del aire, lo cual disminuye la humosidad de los gases
de escape. El ge 220 g/kW.h, y la Ne l > 18 kW/l. Sus desventajas radican en el arranque en frío,
cuando la entrega de combustible a las paredes frías dificulta la formación de vapores.
Los diesel con formación mixta, poseen cualidades de uno y otro método. Su trabajo es memos
rígido (0,4 MPa/) y poseen buena economía y poseen buenas cualidades de arranque. Mejoran en
cuanto a nivel de toxicidad de los gases de escape, y sus g e son muy bajos (ge = 225 y 230 g/kW.h).
(a) (b)
Ne nec, Ne nec,
% %
80 80
72 %
70 70
65 %
60 60
50 50
40 40
30 30
20 20 % 20 18 %
12 %
10 8% 10
5%
(c)
(d)
(e) (f)
F
ig. 3.11. Variantes del sistema de transmisión
Esta disposición se emplea también en los ómnibus foráneos y turísticos, ya que aumenta la
posibilidad de aislar al motor del salón de pasajeros. Los gases se ubican fuera de los límites de la
carrocería y se logran minimizar las vibraciones. Para esta disposición se obtiene una buena
distribución del peso por puentes y además buena accesibilidad al motor. Entre las desventajas de
este esquema, está la dificultad en la construcción de los mandos del sistema de transmisión y la
colocación del radiador de enfriamiento del motor.
La disposición del motor delantero y puente motriz delantero, (Fig. 3.11.b) es muy utilizada en la
actualidad. Ventajas: mejora la maniobrabilidad y estabilidad de movimiento del vehículo, y con el
motor ubicado transversalmente se simplifica la transmisión y mejora aún más su o, se reducen las
dimensiones del vehículo y su peso. En este último caso la caja de velocidad puede ser de 2 árboles
solamente y se simplifica la transmisión principal al estar en paralelo el cigüeñal con los semiejes de
las ruedas.
Con cualquier colocación delantera del motor y de la transmisión, se incrementa el peso sobre el
puente delantero, lo cual posibilita un incremento de la estabilidad y disminuye la posibilidad de
deslizamiento lateral. Se simplifican los mandos de los agregados. Desventaja: disminuye la
posibilidad de subir pendientes por condiciones de adherencia.
Con el incremento del número de puentes motrices, las transmisiones se complican, aumenta el
número de elementos y surgen otros nuevos, como la caja de transferencia, que disminuyen
sensiblemente su o.
La Fig. 3.11.d muestra una fórmula 4x4 y las Fig. 3.11.e y Fig. 3.11.f, dos variantes de fórmulas 6x6,
en las cuales puede visualizarse lo anteriormente expresado.
Las transmisiones mecánicas clásicas generalmente son más simples, ligeras y económicas y menos
voluminosas que las transmisiones automáticas o semiautomáticas con conjuntos hidrocinéticos. Una
de sus desventajas es la interrupción en el flujo de potencia durante los cambios marcha, lo que
conlleva a una pérdida de capacidad de aceleración y capacidad de paso del vehículo. Además de
que, la correcta elección de la marcha y el momento de su conexión, dependen de la calificación del
conductor. En condiciones de tráfico urbano y en zonas montañosas la frecuencia de cambios de
marcha es alta y se afecta el confort de los pasajeros y la comodidad de manejo del vehículo.
Las relaciones de transmisión total (ici) del sistema de transmisión deben garantizar en el vehículo:
que exista una adecuada aproximación de la característica tractiva a la ideal y adecuada
selectividad de la marcha para cada condición de movimiento, además de un solape de marchas
adecuado que garantice la suavidad en el cambio de marcha. Esto depende tanto del número de
relaciones de transmisión como de la magnitud de las i c intermedias.
las cualidades de explotación requeridas del vehículo en conjunción con la característica de su
motor.
Para evaluar la calidad de la transmisión, el sistema en marcha superior debe garantizar:
a) que la velocidad crucero del vehículo se alcance para frecuencias de rotación relativamente
pequeñas para reducir la intensidad del desgaste y mejorar el consumo.
b) que esta velocidad crucero se alcance en un rango de frecuencias de rotación económicas.
En cajas de velocidad de 3 árboles, para vehículos ligeros con ubicación delantera del motor y
puente motriz trasero, como regla la relación de transmisión de la caja en marcha superior i ss = 0.7-
0.8 y en ocasiones: iss = 1. En cajas de velocidad de 2 árboles, utilizadas en vehículos ligeros con
ubicación delantera del motor y del puente motriz, y en vehículos ligeros con ubicación trasera del
motor y puente motriz, la iss = 0.9-1. En los vehículos con ubicación delantera del motor y del
puente, con cajas de velocidad de 3 árboles, generalmente poseen i ss = 0.6-0.7. En vehículos
pesados con número de marcha inferior a 6, generalmente iss = 1 o iss = 0.6-0.8. En vehículos
pesados en cajas de velocidad de múltiples escalones i ss = 0.7 - 0.8.
El número de escalones (m) en la caja de velocidad depende del tipo de caja, de la N y de las
condiciones previstas de explotación. El incremento del número de escalones de la caja de velocidad,
da lugar al crecimiento de su masa, la complejidad de su construcción, el aumento de sus
dimensiones y puede en determinadas condiciones, provocar la disminución de V m y del nivel de
utilización de las marchas superiores. Si el número de escalones es muy pequeño, disminuye su
selectividad y adaptación a los cambios de resistencias en el camino, lo que provoca la reducción de
Vm y el incremento del consumo.
Si el rango entre W M y W N se amplía Fig. 3.12, partiendo de iguales valores de icI y de iis, el vehículo
requiere un menor número de marchas. En este caso se ha incrementado la elasticidad de
revoluciones (en) por reducción en el valor de W M.
Por eso en vehículos sobrealimentados, donde además de incrementarse los valores de M e y Ne, se
reduce el valor de W M, pueden llegarse a utilizar cajas de menor número de relaciones de transmisión
sin detrimento de sus cualidades dinámicas.
WN WN
I II III IV V I II III Fig. 3.12 Influencia del
rango de revoluciones
de trabajo del motor en
WM el número de marchas
WM Cuando disminuye la
selectividad, aumenta la
frecuencia de uso de las
marchas inferiores y por
ello disminuye Vm y
(a) V (b) V aumenta el consumo.
Las ic están calculadas
de modo que durante el movimiento del vehículo, el motor trabaje en su gama de trabajo estable, es
decir, entre Me máx y Ne máx.
En el caso de las transmisiones con conjuntos hidrocinéticos, sean automáticas o semiautomáticas,
plantearemos lo siguiente:
En la actualidad, dentro de los conjuntos hidrocinéticos, se utilizan fundamentalmente los CH, que
además de poseer todas las ventajas de este tipo de conjuntos, con capaces de multiplicar el
torque de salida, en condiciones de sobrecarga, que es cuando el vehículo más lo necesita.
Las transmisiones automáticas son más confortables. Los cambios de marcha se realizan sin
interrupción en el flujo de potencia, y por tanto la suavidad de marcha se incrementa. Reduce las
tensiones del conductor en condiciones de tráfico intenso, lo que le posibilita dedicar más su
atención a otros aspectos y evitar accidentes.
Al no existir interrupción en el flujo de potencia, la capacidad de aceleración mejora, lo cual
posibilita alcanzar las velocidades de movimiento en menor tiempo.
Existe mayor solape entre curvas en la característica tractiva y mejor selectividad, lo cual, junto
con la mejora en la capacidad de aceleración y los incrementos de torque en las marchas
inferiores que produce el convertidor, le confieren al vehículo mejores cualidades dinámicas.
Son muy adecuadas en condiciones de tráfico urbano, donde los constantes cambios de marcha
aceleran el desgaste de los forros de fricción del embrague de las transmisiones mecánicas.
Poseen elevada fiabilidad y reducidos costos de mantenimiento.
Su capacidad de amortiguamiento de las vibraciones torsionales, la suavidad en el cambio de
marcha, la disminución del número de relaciones de transmisión, etc. provocan que los mismos
sean de amplia utilización en los sistemas de transmisión vehiculares.
No obstante, poseen baja eficiencia, lo que trae como consecuencia incrementos del consumo de
combustible, en comparación con las transmisiones de tipo clásico. En este último aspecto los
sistemas de transmisión montados en paralelo, y el bloqueo del conjunto hidrocinético han
reducido las diferencias que en consumo se establecen, con respecto a las transmisiones
clásicas.
Entre las cualidades de explotación que deben analizarse se encuentran, entre otras, las siguientes:
Fiabilidad:
Resulta difícil evaluar la fiabilidad de un vehículo con vistas a su selección o compra, sin criterios de
su comportamiento en la explotación. La fiabilidad del vehículo está en función de sus regímenes y
condiciones de explotación, del número de piezas o conjuntos que determinan su funcionamiento y de
la calidad de construcción de las mismas. Mientras más difíciles las condiciones de explotación,
mayor calidad se exigirá de las piezas del vehículo y menor cantidad de piezas deben definir el
funcionamiento del mismo. Vehículos muy sofisticados, con componentes electrónicos,
computadoras a bordo, etc. no son adecuados para condiciones de explotación difíciles, pues un gran
número de piezas pueden definir el funcionamiento del mismo.
Analicemos algunos indicadores que valoran la fiabilidad a partir del criterio de durabilidad.
Durabilidad:
El criterio de durabilidad está basado en dos parámetros, que pueden obtenerse fácilmente a partir de
los datos que proporciona el fabricante: la velocidad media del pistón para la condición de potencia
nominal y el número de vueltas por kilómetro recorrido.
S nN
La expresión de la velocidad media del pistón (C p) es la siguiente: C p (m/s) (3.17)
30
A medida que Cp sea menor, menores serán los desgastes que ocurrirán en el conjunto cilindro-
pistón.
Cp =9.0-16.5 m/s vehículos ligeros; Cp = 8.0-12.0 m/s vehículos pesados
Otro parámetro que evalúa la durabilidad, es el número de vueltas por kilómetro recorrido (n S) que da
el motor cuando la relación de transmisión conectada es la que permite obtener la mayor V de
movimiento. nS 10 3 (vueltas/km.) (3.18)
2 rd i C MS
Los valores típicos de ns para automóviles se encuentran entre 1800 y 3900 vueltas/km.
Basados en los dos parámetros anteriores, es posible considerar como criterio de durabilidad, el
producto de estos dos parámetros. El coeficiente convencional de durabilidad () se expresa por:
C p nS
(vueltas/s) (3.19)
10 3
Se considera mejor el vehículo en la medida que sea menor. Sus valores típicos para automóviles
están entre 21 y 42 vueltas/s. En la Fig. 3.13 se representan los valores típicos de estos coeficientes.
Criterio Combinado de Potencia por Litro y Durabilidad:
N e max p i Vh n N 1
N el me pme n N (kW./l) (3.20)
i Vh i Vh 225 225
donde: i , -es el número de cilindros y el número de tiempos del motor, respectivamente
ns, vueltas/km
3000
2500 ns
2000
vueltas/s
45
40
35
30
25
cp, m/s cp
14
12
10
8
0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 i.Vh, litros
Fig. 3.13 Valores típicos de los coeficientes de durabilidad.
La Nel permite evaluar el aprovechamiento de V h del motor, pero no indica si es por medio de una
elevada presión media efectiva o debido a que opera a frecuencias de rotación elevadas.
Los dos conceptos anteriormente analizados en este trabajo, se contraponen en cierta medida, por lo
que resultaría conveniente establecer un índice que aumente tanto cuando N el aumente como cuando
la durabilidad aumente, o sea, cuando disminuya . El índice combinado es el de capacidad motriz
N el
(CCM) que se expresa: CCM (kW.s/l) (3.21)
El índice CCM pretende evaluar simultáneamente la posibilidad de obtener una elevada potencia de
una Vh dada y a la vez, si esta potencia se logra con una durabilidad aceptable. Los valores típicos
encontrados para un grupo de automóviles estudiados, del coeficiente CCM y de , en función de la
cilindrada del motor, se muestran en la figura 3.14. Un automóvil dado se considera mejor en la
medida que el punto que lo localice se encuentre mostrando el mayor valor de C CM y el menor de .
Criterio Combinado de
Potencia Específica y
CCM Durabilidad:
CCM N
2.0 N e max
G
La N se ha vinculado con
1.0
la dV/dt y con la Vmáx pero
sin tener en
consideración las
0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 i.Vh, litros
características del
sistema de transmisión ni la forma aerodinámica del vehículo. Como quiera que ambas cualidades
dependen del sistema de transmisión, y éste define la W del motor, es conveniente establecer un
criterio combinado de N y durabilidad. A los efectos de establecer un índice que evalúe
conjuntamente la capacidad dinámica del automóvil y su durabilidad, se propone el índice de
N
capacidad dinámica (CCD) expresado por: CCD (kW.s/t.vueltas) (3.22)
Los valores de CCD y según la cilindrada, pueden obtenerse de la figura 3.15. Un automóvil
posee mejores cualidades mientras mayor sea C CD y menor .
vueltas/s Fig. 3.15 Valores del
40 coeficiente CCD para
35 automóviles de
30 diferente cilindrada.
25
Coeficiente Global de
CCD Evaluación:
5.0 Dado que la evaluación
CCD de un automóvil, basada
4.0
en uno cualquiera de los
3.0
tres índices propuestos
2.0 en este trabajo no es
1.0 general, se ha
considerado adecuado
0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 i.Vh, litros evaluar el automóvil de
manera que el índice
global que se propone aumente cuando aumenten los coeficientes de capacidad dinámica CCD y de
capacidad motriz CCM . Como quiera que ambos índices, aumentan cuando la durabilidad
convencional aumenta, esto es, disminuye ; un criterio basado en el producto de estos dos índices
puede resultar un indicador de las características combinadas de un automóvil, de poseer: buenas
cualidades dinámicas, buen aprovechamiento del motor y una durabilidad convencional adecuada.
N e2max
El coeficiente global de evaluación, el siguiente: CE CCM CCD (3.23)
i Vh G 2
Los valores que toma el índice
CE global de evaluación pueden
verse en las Fig. 3.16, en la
8.0 cual se han agrupado los
automóviles según la
6.0 cilindrada de sus motores.
Mantenibilidad:
Toma en cuenta la facilidad que el vehículo brinda para prevenir y descubrir las causas que originan
sus fallos y deterioros, así como la eliminación de sus consecuencias, mediante la realización de
mantenimientos y reparaciones. En la selección de vehículos debemos tener en cuenta que:
los componentes del vehículo que fallan con más frecuencia, deben poseer facilidad de acceso.
la facilidad con que se detecten sus fallos, dan la posibilidad de eliminarlos con mayor o menor
tiempo y determina el tiempo improductivo de estadía en el taller que tan negativamente repercute
en los costos de operación.
la complejidad de reparación de los conjuntos o sistemas que componen el vehículo aumentan la
estadía en taller y disminuyen su mantenibilidad.
es necesario comprobar la existencia o no en el vehículo de componentes y accesorios que
proporcionan un fácil mantenimiento técnico, entre otros se pueden incluir: a)-baterías que no
requieren mantenimiento técnico; b)-separadores de agua en el combustible, que prolongan la
vida útil de las bombas de alta presión y del inyector; c)-ajustadores automáticos del huelgo, para
eliminar entradas a taller para ajustes de los frenos; d)-filtros de aceite en derivación, para
aumentar la capacidad del cárter del motor y proporcionar una mayor protección al mismo; e)-
sistema de apagado del motor que proteja contra fallas.
en muchas ocasiones la selección de un vehículo con alta tecnología afecta su mantenibilidad, por
el incremento de los tiempos improductivos que se produce, debido a la dependencia que se
establece con la firma comercializadora quien monopoliza la reparación y regulación de los
componentes electrónicos del vehículo, encareciendo además los costos del servicio técnico.
Un estudio más profundo de la mantenibilidad, como se hace evidente, requiere de un registro del
comportamiento del vehículo y de su servicio técnico, lo cual no es posible a los efectos de la
selección.
Capacidad de Paso:
Es la cualidad de explotación que determina la posibilidad de movimiento del automóvil en las peores
condiciones viales, por caminos intransitables y durante el vencimiento de diferentes obstáculos. La
pérdida de capacidad de paso de un vehículo puede ser total o parcial. La pérdida total es cuando se
produce un atascamiento o existe limitación de movimiento; parcial es cuando se produce una
disminución de V con aumento del consumo de combustible. La posibilidad de movimiento según la
capacidad de paso se muestra con la desigualdad siguiente: Pt nec Pt P
Según el nivel de capacidad de paso los vehículos se dividen en:
De capacidad de paso general: destinados preferentemente para ser utilizados en vías con
recubrimiento rígido, caracterizados por no poseer todos los puentes motrices, neumáticos con
dibujos de carretera o universales y utilización de transmisiones simples sin bloqueo del diferencial.
De capacidad de paso elevada: destinados para ser utilizados tanto en vías con recubrimiento
rígido, como en vías no pavimentadas y para vencer obstáculos naturales. Se caracterizan por
poseer todos los puentes motrices; utilizar neumáticos toroidales con dibujos de relieve pronunciado,
neumáticos de perfil ancho y de arco; altos factores dinámicos y equipados para auto auxiliarse en
caso de atascamiento. En muchos casos poseen bloqueo del diferencial, regulación de la presión
interna del neumático y pueden estar capacitados para vadear ríos.
De alta capacidad de paso: destinados preferentemente para ser utilizados en caminos
intransitables, con vencimiento de obstáculos naturales y artificiales y con barreras acuáticas. Se
diferencian de los esquemas convencionales de vehículos, tienen todos los puentes motrices,
bloqueo del diferencial, utilizan neumáticos especiales y con equipamiento especial.
Veamos algunos parámetros de capacidad de paso, que pueden valorarse en la etapa de selección:
1.-Despeje (H1):
Es la distancia desde uno de los puntos más bajos del automóvil o del remolque a la superficie de
apoyo y determina la posibilidad de movimiento por caminos deformables y el vencimiento de
obstáculos (Fig. 3.17). El despeje de los vehículos pesados debe ser máximo, y el del remolque no
debe ser menor que el del vehículo tractor. H1 en vehículos de elevada (H1=300-350 mm) y alta
capacidad de paso (H1>400 mm) debe ser mayor que la de los de capacidad de paso general.
Tabla 3.6 Valores del despeje por categoría del vehículo
Categoría del vehículo I II III IV V VI-VIII IX X
Peso total, t 1.75 2.50 2.50 5.20 8.30 12.00-18.50 16.50 27.00
Despeje, mm 160 180 200 220 245 260 270 270
3
.
.
H1
.
LD. L. L.T
RT
L.t
R5
Aap
Vmin I
Ptideal dV P
Vmin I
tI dV P
Vmax I
t II dV P
Vmax II
t III dV ..... P
Vmax m 1
tm dV (3.28)
Introducimos también, tanto en la determinación de la fuerza tractiva ideal como de la real para cada
marcha, el criterio de eficiencia de la transmisión variable con la velocidad y la carga según la
expresión 2.30, por lo que:
vmáxms
Nemáx 10 3 (2 0.009 V ) G rd ici 10 3
APtideal
vmín1
V
M ex
(3.29)
Aquí la velocidad máxima en marcha superior (Vmax ms) y la velocidad mínima estable de movimiento
en la primera marcha (vmin1) se expresan respectivamente por:
v max m Wmax rd icms ; v min 1 Wmin 1 rd icI
El área debajo de la curva en primera marcha es la potencia:
3 (2 0.009 V ) G rd ici 10 3
N 10
Vmáx1 e max V
2
M V
APt C1 C 2 x C 3 x dV
ex
(3.30)
V min 1
V NI V NI V NI
VNI WN rd icI
Para las marchas siguientes, la potencia se calcula similarmente, pero cambian los límites de
integración, en correspondencia con lo expresado en 3.28.
Por lo tanto, el indicador relativo que puede evaluar cuantitativa y comparativamente diferentes
vehículos, se define por el por ciento de aprovechamiento. Denominaremos a este indicador como
coeficiente de áreas reausencia de potencia (S a):
Aap
Sa
1
100 (3.31)
Aid
Mientras mayor sea el coeficiente, mejor serán las cualidades dinámicas del vehículo. Las áreas se
hallan por integración y los valores típicos de este coeficiente son:
vehículos de gasolina: 36-75; vehículos diesel: 65-90; camiones diesel: 40-70
El solape de marchas en un vehículo con transmisión mecánica, depende de los valores de las
relaciones de transmisión total de cada marcha. Por lo que, se puede definir el indicador cuantitativo
de recubrimiento o solape (S o), como el valor total del rango de velocidades que se solapan en cada
marcha ( V ), entre la suma del rango de variación de las velocidades para ese vehículo (∑ VT ):
V Vmin i
m
So
V i 2
max i 1
V m (3.32)
T
(Vmax i Vmin i )
i 1
Donde: Vmáx i-1, Vmin i- son las Vmáx en la marcha precedente y Vmín en la marcha analizada,
correspondientemente
Vmáx, Vmín- son las velocidades máximas y mínimas en todo el rango de velocidades
A medida que So aumenta, mayor es la suavidad de marcha. Los valores típicos de este coeficiente
son: vehículos de gasolina: 64-102; vehículos diesel: 63-81; camiones diesel: 57-101
Para cuantificar la selectividad de marchas, se parte del concepto de que esta puede evaluarse en el
rango comprendido entre la fuerzas tractiva máxima en primera ( Pt max I ) y la correspondiente a la
velocidad máxima ( PtV max ). Se define como la posibilidad que posee el vehículo de transitar en un
mayor número de marchas, ante cada valor de resistencia al movimiento. Esto le posibilita el
movimiento a mayores velocidades con un mejor aprovechamiento de la potencia.
PtVmáxi1 Ptxmáxi
m
PtmáxI PtVmáxm
S e 1 i 2
100 (3.33)
PtmáxI PtVmáxm
(2 0.009 V ) G rd ici 10 3
M emáx
Ptmáxi M ex (3.34)
rd ic i
(2 0.009 v) G rd ici 10 3
M Nemáx
Ptvmáxi M ex (3.35)
rd ic i
En la medida que Se se aproxime al 100%, mayor selectividad tiene la caja de velocidad. Sus valores
típicos son:
vehículos de gasolina: 64-100; vehículos diesel: 43-100; camiones diesel: 25-53
Estabilidad del movimiento:
Es una cualidad de importancia por la incidencia que posee en la seguridad del movimiento, pero a la
vez, difícil de medir cuantitativamente, a partir de indicadores específicos.
La estabilidad longitudinal es difícil que se afecte durante el proceso de explotación, pues en
condiciones de carretera no se presentan pendientes longitudinales de tales magnitudes, que hagan
peligrar la misma. La estabilidad longitudinal durante el movimiento de ascenso, es más crítica que en
el descenso en vehículos de tracción trasera, por cuanto en estos el centro de gravedad se encuentra
desplazado hacia la rueda trasera y la reacción en el puente delantero es menor que en el trasero.
Por otro lado, en condiciones propias de trabajos agrícolas o de la construcción, donde tales
pendientes pueden presentarse, el vuelco longitudinal en movimiento de ascenso generalmente no se
produce, pues le precede la pérdida de la dirección del vehículo.
La dificultad fundamental para evaluar la estabilidad longitudinal reside en la determinación de la
altura del centro de gravedad (hs), pues ésta depende de las condiciones de carga y de las
características de la carga, y su determinación por vía teórica es bastante engorrosa e inexacta. No
obstante, su ubicación en el vehículo cargado va a estar influenciada por la correspondiente al
vehículo sin carga. Por tanto, es posible valorar cualitativamente hs del vehículo descargado, a partir
de la altura del vehículo, de su plataforma y de su despeje. En la medida en que el despeje sea más
pequeño, el vehículo será más estable, pero su capacidad de paso será menor.
Muchos fabricantes ofrecen datos acerca de las reacciones en las ruedas, para vehículos
uniformemente cargados, con lo cual es posible determinar las coordenadas longitudinales del centro
de gravedad. En tal sentido, la comparación de la coordenada “b” entre varias opciones, puede
brindar criterios acerca de la posible estabilidad longitudinal de dichos vehículos: mientras mayor sea
la coordenada “b”, mayor será la estabilidad longitudinal en el movimiento de ascenso.
Cuando no se realiza una selección adecuada, y las dimensiones de la plataforma son insuficientes
para lograr un adecuado aprovechamiento de la capacidad de carga, y se eleva innecesariamente la
altura de la carga, y con ello hs, la estabilidad longitudinal se ve afectada. En tal sentido, la
determinación del coeficiente de aprovechamiento del volumen (vol), puede contribuir a ganar claridad
en el análisis.
En cuanto a la estabilidad transversal, podemos decir que la dificultad fundamental para su
evaluación es también la determinación de hs. Todo lo analizado con respecto a este parámetro en la
estabilidad longitudinal es aplicable a la transversal.
Respecto a la estabilidad transversal es evidente, que en la medida en que seleccionemos un
vehículo con una vía mayor, con menor altura y menor despeje, estamos garantizando una mayor
estabilidad transversal.
La estabilidad del vehículo se pierde no solo como consecuencia del vuelco, sino también como un
producto del patinaje. Para unas condiciones viales dadas, el contar con neumáticos adecuadamente
seleccionados para las mismas, son la garantía de que no se produzca el patinaje, en cualquiera de
sus versiones.
Consumo de combustible:
El combustible es el más importante material de explotación, posee alta demanda en el parque
vehicular y gran incidencia en su costo de explotación, y es por ello, que se hace necesario utilizarlo
con un máximo de efectividad. La importancia del consumo como indicador, depende del tipo de
vehículo, del servicio que presta, de sus condiciones de explotación, de sus características
constructivas, entre otras. A continuación, mostramos la influencia relativa del tipo de vehículo en el
consumo general de combustible en el transporte automotor.
Distribución del consumo según tipo de vehículo
Turismo 55 %
Camiones 40 %
Autocares y autobuses 4%
Motocicletas 1%
Hemos estudiado los factores fundamentales que inciden en el consumo de combustible, pero a la
hora de hacer una valoración desde el punto de vista de la selección o al hacer una comparación
entre dos o más vehículos, con vistas a buscar el vehículo y la composición más favorable para un
proceso de explotación, nos encontramos con la dificultad de que los datos suministrados por el
fabricante están elaborados para ciclos de viajes estandarizados. Los ciclos de viaje empleados
actualmente, según las normas establecidas en cada país de fabricación del vehículo, son diversos y
no permiten la comparación equitativa del consumo de combustible y otros indicadores en vehículos
de diferente procedencia, a ello se agrega que los valores de consumo que aparecen en la
documentación técnica del vehículo, son generalmente puntuales, y establecidos para velocidades
diferentes, lo cual no posibilita la comparación. Por otro lado, las condiciones de explotación son muy
variables, aún en pequeños tramos de vías, lo cual dificulta una valoración más exacta en rutas con
condiciones concretas de explotación.
Para tales casos, la vía de solución para el cálculo teórico, puede encontrarse por:
1.-Utilizando la metodología explicada en el primer capítulo, utilizando valores promedios de
condiciones de explotación, asumidos a partir de las condiciones viales concretas del proceso de
explotación y los datos constructivos y de g e ofrecidos por el fabricante, afectado este último por el
coeficiente de corrección correspondiente a la norma en cuestión. Este cálculo es aproximado, y solo
sirve a los efectos de comparación entre varias variantes.
2.-Utilizando un ciclo básico, común para todos los vehículos en evaluación. Se trata de un ciclo
teórico, que semeja las condiciones de movimiento y que consta de:
1. Un período de impulso, desde la velocidad mínima estable hasta 80 km/h en la marcha superior,
considerando los cambios de marcha. El período de impulso se desarrolla con máximo suministro
de combustible, con tiempos promedios de cambios de marcha de 2 segundos, con rangos de
impulso en cada marcha desde ralentí hasta 0.85.n N, frecuencia de rotación a la cual la mayoría
de los chóferes realizan el cambio de marcha. La velocidad estable de movimiento VE se
considera 80 km/h, (22 m/s), (pudiera definirse otra según las condiciones de explotación en un
área específica), porque esta es normalmente una velocidad de movimiento en carretera,
alcanzable para la mayoría de los vehículos con aprovechamiento total de la capacidad de carga,
y cumple además con las regulaciones del tránsito.
2. Un período a velocidad constante, en el cual se mantiene la velocidad estable de 80 km/h u
otra definida, durante un recorrido de 1000 m.
3. Un período de deceleración hasta velocidad cero, que contempla un frenado con el motor
hasta una velocidad determinada V F y un frenado a máxima intensidad hasta velocidad cero.
4. Por último, un período de trabajo en ralentí, en un intervalo de tiempo que representa un 5% del
tiempo total del ciclo.
Las condiciones ambientales a las que se define el ciclo básico consideran los valores típicos de la
región, que a manera de ejemplo pudieran ser:
a. Temperatura promedio del aire: 24,6 ,
b. Humedad relativa: 70 %;
c. Presión atmosférica: 101,2 kPa;
d. Velocidad del aire: 2,4 m/s;
e. Altura sobre el nivel del mar: 20 m.
Además se definen como condiciones viales:
a. Camino asfaltado en buen estado, llano, sin curvas, seco;
b. Coeficiente de resistencia a la rodadura f = 0.01;
c. Coeficiente de adherencia =0.8.
La eficiencia al patinaje, como en muchos cálculos prácticos puede considerarse igual a 1.
A continuación se representa gráficamente este ciclo en función del espacio recorrido (Figura 3.20).
El ciclo se puede representar en función del tiempo, de forma semejante. La nomenclatura para
ambas figuras sería:
t 0 - tiempo inicial; para: t 0 0; v 0; S 0 0
(t1 t 0 ) , (t 2 t1´ ) ,…. (t i 1 t i´2 ) -tiempos en alcanzar la velocidad correspondiente a 0,85 n N en
cada marcha, durante los que se recorren los espacios ( S1 S 0 ) , ( S 2 S 2´ ) ,…. ( S i 1 S i´ 2 )
respectivamente.
(t1´ t1 ) , (t 2´ t 2 ) , …. (t i´'1 t i 1 ) - tiempos de cambio de marchas (2 s), durante los cuales la V
disminuye y se recorren los espacios ( S1´ S 2 ) , ( S 2´ S 2 ) ,... ( S i 1 S i 1 ) respectivamente.
´
t E1 t i´1 - tiempo en alcanzar la velocidad VE , durante este tiempo se recorre el espacio S E1 S i´1 .
t E1 t 0 - tiempo de impulso con cambios de marcha desde V =0 hasta VE .
t E 2 t E1 -tiempo durante el cual se mantiene la velocidad estable de movimiento VE y se recorre el
1000
espacio S E 2 S E1 de 1 000 m. t E 2 t E1 ; s
VE
t F t E 2 - tiempo de deceleración con frenado con el motor, desde la velocidad V E hasta la velocidad
VF recorriendo un espacio S F S E 2
t R1 t F - tiempo de deceleración, a partir de la velocidad VF, con la máxima intensidad de frenado
hasta detener el vehículo, recorriendo un espacio de frenado S R1 S F .
t R 2 t R1 - tiempo de trabajo en ralentí con el vehículo detenido.
El ciclo básico definido, una vez modelado, puede entonces utilizarse para el pronóstico de diferentes
indicadores de consumo y de la dinámica a los fines de evaluar y/o comparar los vehículos: tiempo y
distancia hasta alcanzar una determinada velocidad, capacidad de aceleración en el período de
impulso, consumo de combustible, eficiencia de la aceleración, entre otros.
3.-Mucho más complejo, pero más exacto y de mayores posibilidades de evaluación, en cuanto a
cantidad de parámetros a evaluar, es la modelación de un ciclo real con una base de datos que
contenga las características viales correspondientes a la esfera de movimiento del vehículo. Las
características viales podrán obtenerse por mapas, por datos de los Departamentos de Planificación
Física o por mediciones directas, empleando una quinta rueda.
Este método y el anterior, por lo engorroso de los cálculos, requieren del empleo de un
microprocesador y de un software elaborado al efecto.
Tiempo o espacio
Figura 3.20 Perfil de velocidad del ciclo básico en función del espacio recorrido
Al evaluar el consumo de combustible del vehículo, no basta con conocer los indicadores que nos
suministra el comercializador, recuerden que su negocio es vender, y necesitamos formarnos criterios
propios y manejar un amplio espectro de indicadores, que rebasan los que generalmente nos muestra
el comercializador, y que brindan una visión más integral del comportamiento del vehículo.
Seguridad en el movimiento y comodidad de utilización: la ergonomía en las máquinas
automotrices:
Prestar atención a la seguridad que ofrece el vehículo, tanto con respecto al conductor, como en lo
referido al desarrollo del movimiento vial, es un aspecto que proporciona beneficios a los clientes,
tanto en ganancias como en productividad.
Un estudio realizado por una compañía de seguros en E.U., en 46 flotas grandes demuestra que el
14% de todas las lesiones personales al conductor, el 10% de las demandadas por accidentes de
trabajo y el 11% de los costos médicos, eran causados por caídas al subir o salir de las cabinas de
los camiones. En tal sentido, es necesario prestar atención a los siguientes aspectos:
La separación entre escalones debe ser uniforme y no excesivo.
Las chapas de piso deben ser resistentes a los deslizamientos, acanaladas y autolimpiantes, para
evitar acumulaciones de suciedades. Deben facilitar el enganche de conexiones eléctricas y
neumáticas.
Deben existir empuñaduras adecuadas para facilitar el ascenso y el descenso.
Los escalones y asas de mano deben permitir al conductor usar el sistema de tres puntos (tres
miembros en contacto con el vehículo en todo momento). Esto posibilita máxima estabilidad y apoyo.
Las estadísticas muestran que las víctimas fatales por accidentes de camiones de carga pesada se
han reducido en un 45% desde 1980 en los E.U., gracias a los cambios constructivos y de los
sistemas de sujeción de los pasajeros. En tal sentido se relacionan los cinturones con pretensión,
para eliminar defectos de ajuste, un volante que absorbe energía, y una bolsa de aire
complementaria, lo cual reduce el potencial de lesiones para el ocupante en choques frontales.
Existe un dispositivo neumático que pretensiona el cinturón de seguridad y baja automáticamente el
asiento, en caso de vuelco o choque, manteniendo separado el torso del conductor del volante, y
mejora la posición para un mejor efecto de la bolsa de aire. Se exige que los cinturones estén
acoplados al asiento que se mueve.
Se hace necesario por otro lado el uso de materiales no combustibles en la cabina. Se exige en la
actualidad la eliminación de todo material que produzca humo tóxico o facilite la combustión y la
construcción de cabinas que resistan aumentos de temperatura de más de 150F durante 10 minutos.
Un aspecto que posibilita evitar accidentes, es garantizar una adecuada visibilidad para el conductor.
Con la ayuda de dispositivos de información complementarios (SID) la industria de E.U. está
exigiendo la visibilidad de 360. De tal manera, se proporciona mayor área de visión en el parabrisas,
se reduce la altura del capot y se mejoran los contornos de las ventanas laterales. Los SID pueden
eliminar los puntos ciegos cuando se da marcha atrás, se gira o se cambia de carril. También se
puede mejorar la conciencia del conductor sobre lo que se encuentra delante del vehículo durante la
noche, en presencia de neblina y otras condiciones meteorológicas adversas. Los SID pueden ser de
ultrasonido, infrarrojos y de tecnologías de radar de microondas. Pueden venir acoplados dispositivos
a los sistemas de frenos y control de velocidad crucero del vehículo. En Europa se emplean
extensamente circuitos cerrados de retrovisores, que evitan el conductor tenga que salir de la cabina
durante la maniobra de marcha atrás.
Para mejorar la visibilidad se introducen mejoras en los limpiaparabrisas. Se utilizan sistemas
electrónicos que posibilitan múltiples velocidades de trabajo, operación intermitente y lavado
programado. Sistemas automáticos de activación de faros.
La visión nocturna puede verse afectada por el resplandor. Esto puede contrarrestarse por medio de
espejos convexos, prismáticos o superficies de reflectividad reducida. También se pueden ajustar los
valores de luz con medios electrónicos, variando el voltaje de la superficie, ajustando la reflectividad
de 89% a 5%.
Otro de los aspectos que posee influencia en la ocurrencia de accidentes es la carga de trabajo del
conductor. Con la introducción de la electrónica en el vehículo, la carga de trabajo del conductor es
motivo de preocupación. ¿Con qué frecuencia debe el conductor quitar la vista de la vía para verificar
los instrumentos del tablero? ¿Cuanto tiempo se dedica a monitorear, ajustar o tratar de averiguar
que es lo que el dispositivo, la señal o lector está tratando de informarle? Los fabricantes diseñan
controles sensibles al tacto como tendencia. A largo plazo, existe la tecnología de “cabeza en alto” o
pantalla de imágenes proyectadas.
Se trabaja también en sistemas de visualización digital para información crítica pero no común, tal
como el consumo recorrido de combustible promedio o la velocidad promedio.
En E.U. se realizan estudios sobre la carga de trabajo del conductor. Los errores del conductor son la
causa del 93% de los choques. Importantes factores que contribuyeron a los accidentes fueron:
a).-errores de reconocimiento 56%; b).-errores de decisión 33%; c).-errores de desempeño 11%
El trabajo del conductor se ha reducido considerablemente con la servodirección, el control de la
velocidad crucero, los frenos ABS, muchos menos esfuerzos en el pedal de embrague, transmisiones
automatizadas, retardadores del motor y control de tracción.
El director de la firma Frigthliner sintetiza la misión de su compañía en este sentido, en los siguientes
tres objetivos: 1).-La vista en la carretera; 2).-Las manos en el timón; 3).-El control del flujo de
información por parte del conductor.
Nos hemos visto obligados en ocasiones, a abordar la incidencia que determinados aspectos ejercen
en diversas cualidades explotativas a la vez, con vistas a simplificar el análisis y simplificfar este
material, ya de por sí extenso. Por tal razón, no hemos abordado el estudio de la maniobrabilidad en
específico, por considerar lo hemos hecho a lo largo del documento.
Aunque parezca algo banal, la conformidad con las normas vigentes y, sobre todo, con su evolución
previsible, es un elemento clave en la decisión de la compra. Tres elementos sobresalen:
a).-Peso y dimensiones:
Existen normas relativas al límite de peso admisible por puente y de peso admisible total. Ambas se
fijan en cada país, atendiendo a garantizar un menor deterioro de las vías. La diferencia entre los
límites que establecen las normas implantadas en países con fronteras comunes, puede constituir un
freno al uso de determinados medios de transporte (que no cumplen las normativas) en el comercio
por carretera entre naciones. Lo mismo ocurre con las dimensiones de los vehículos, en particular las
regulaciones de altura, lo cual puede impedir el tráfico de vehículos pesados y autotrenes.
b).-Normas de protección ecológica:
Se destacan las de emisión de sustancias tóxicas en los humos de escape, y las relativas a los
niveles admisibles de ruido. Debido a los altos volúmenes de tráfico en países desarrollados y en las
grandes urbes, estas normativas son muy exigentes, aumentando en rigor de año en año. Por tanto,
la calidad de construcción de los motores y vehículos se incrementa, incrementando sus costos e
imposibilitando la circulación de vehículos de empresas, que no pueden renovar sus flotas al ritmo de
las más poderosas económicamente. Por tal razón, la no adecuada selección del vehículo, puede
traer consigo la imposibilidad inmediata de circulación del mismo en países limítrofes o incluso la
imposibilidad de circulación en el país, cuando no se tiene en cuenta la evolución futura de dichas
normativas.
Las inversiones son la base del desarrollo de todas las ramas de la producción material y de los
servicios, entre ellos el transporte. En este campo es de vital importancia actuar con eficiencia
económica al decidir una inversión, pues al ejecutarla se comprometen recursos, se incurren en
gastos, cuya recuperación trasciende durante un período de tiempo.
Por todo esto, se hace necesario llevar a cabo un estudio de factibilidad económica antes de realizar
una inversión, el cual consiste en el análisis técnico-económico y financiero de un proyecto y
mediante él poder determinar la conveniencia de su desarrollo, evitando de esta forma el derroche de
recursos, medios y fuerza de trabajo, con todos los beneficios que brinda una buena selección en
cuanto a la recuperación de la inversión..
La selección de las alternativas es un proceso complejo, subordinado a los requerimientos que se le
hacen a los medios de autotrasnsporte, a las posibilidades que brindan cada una de las alternativas y
a la situación financiera de la empresa. En la actualidad existen diversas formas y métodos de
selección, dentro de los cuales el criterio económico constituye el factor determinante. En lo
fundamental los métodos unicriterios, son los más utilizados para los fines propuestos. Dentro de
estos relacionamos:
1-Criterios del flujo neto de caja total por unidad monetaria comprometida.
2-Criterio del flujo neto de caja medio anual por unidad monetaria comprometida.
3-El Período de Recuperación (PR).
4-Criterio de la tasa de rendimiento contable.
5- Método del valor anual equivalente. (VAE)
6 - Criterio del valor actual neto (VAN).
7- Indice de Rentabilidad (IR)
8-Criterio de la Tasa Interna de Rendimiento. (TIR)
9- Por último realizar un análisis de sensibilidad para evaluar el riesgo en la inversión
Conclusiones:
El vehículo ideal no existe y, probablemente, nunca existirá. Pero existen criterios técnicos para
seleccionar la unidad más adaptada al uso promedio que se le quiere dar.
Es necesario evitar elementos secundarios superfluos (sobre todo en los equipos auxiliares y en
los accesorios), cuyo impacto sobre los costos de operación puede llegar a ser de consideración.
La decisión de compra es un compromiso por mínimo de 5 años. Por lo tanto, la adaptación a
las normas más estrictas de pesos y dimensiones o de protección ecológica es un imperativo para
seleccionar un vehículo que no encuentre, en un futuro inmediato, restricciones de utilización.
En condiciones técnicas semejantes, el mejor vehículo será el que ofrece la gama más amplia y
segura de servicios reales del fabricante y de sus distribuidores.
CAPÍTULO IV: POLÍTICA DE RENOVACIÓN VEHICULAR.
4.1 Introducción.
En estos métodos se considera el vehículo como un activo contable que se deprecia con el tiempo.
Se suele comparar el valor residual o el valor comercial de la unidad (cuando exista un mercado de
reventa de vehículos usados) con el costo acumulado de mantenimiento del vehículo. Cada vez que
este último supera el valor residual o comercial de la unidad, es oportuno reponerla.
Estos métodos presentan la ventaja de utilizar un criterio de relativamente fácil obtención e
implantación. Por ello, son de uso común en un gran número de empresas y suelen ser
recomendados por la mayoría de los constructores de camiones, en particular, en Estados Unidos y
América Latina. Sin embargo, existen dos limitantes que, en ocasiones, invalidan su aplicación en la
empresa:
Primera limitante: Estos métodos fueron desarrollados para flotillas de transporte en países
industrializados, con patrones de operación y mantenimiento particulares (kilometraje anual
relativamente constante, parque vehicular homogéneo, prácticas de mantenimiento preventivo). Bajo
estas condiciones, las curvas de costo de mantenimiento y de costo anual promedio muestran un
perfil bastante regular y, en consecuencia, la aplicación de los dos métodos suele indicar un solo
período óptimo de reposición entre el año 5 y 7 de operación. En países en desarrollo el
comportamiento es más errático, debido a las variaciones anuales de kilometraje y a la reconstrucción
de las unidades. Por lo tanto, pueden existir varios períodos posibles de reposición.
Segunda limitante: por su concepción meramente contable, estos métodos no consideran el
vehículo como una unidad productiva, cuyo propósito principal es generar ingresos y utilidades. De
hecho, sólo incluyen una mínima parte de los costos de operación (los de mantenimiento), al
privilegiar un enfoque patrimonial de la empresa.
Mac
30000 10000
20000 9000
VR
Cpa
10000 8000
Ct
7000
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
(a) (b)
Fig. 4.1 Determinación del período de renovación por Reposición de Activos (a) y Costo
Promedio anual (b).
Por lo tanto, tenemos: VA X 1 F F 2 .......... ..F n 1
Se trata de una progresión geométrica., donde: a 1 = 1; r = F; an = Fn-1
an r a1
Por lo tanto, aplicándole la fórmula de la suma, tendremos: S
r 1
F n 1 F 1 n
X F 1 ( 1) X 1 F de donde: X VA 1 F
n
VA X (4.3)
F 1 F 1 ( 1) 1 F 1 F n
Sustituyendo (4.3) en (4.4), tenemos:
F FVA' ( R 1 : i )
1
R 1 1 F
X P SR FVA' ( R : i ) M R FVA' ( R 1 : i )
pero: ( 1 i )1
1 F
n
R 0 1
Fn FVA' ( R : i ),
(1 i )n
luego la ecuación final queda así:
R 1 1 FVA' ( R 1 : i )
X P SR FVA' ( R : i ) M R FVA' ( R 1 : i )
R 0 1 FVA' ( R : i )
El valor mínimo se obtendrá cuando la función de R en la fórmula: Y X
1 FVA' ( R 1 : i )
sea mínima, ya que en el denominador de esa función es una constante para cada tasa de intereses.
Para encontrar el valor mínimo de la función, podemos realizarlo con la siguiente aproximación:
Los costos anuales de mantenimiento se producirán a mitad de año. Por lo tanto, para transportarlos
1
a comienzos de año, se ejecuta la siguiente fórmula: FVA' ( R 0.5 : i %) FVA' ( n 0.5 : i %)
( 1 i )0.5
1
para i 10% anual FVA' ( n 0.5 : 10%) 0.95346
( 1 0.1)0.5
en forma idéntica para cualquier tasa de intereses.
Con estas aclaraciones, confeccionamos las tablas para intereses de 10, 12 y 18% por año, por tanto,
para calcular el factor de valor actual:
1 1 1 1
10% anual: FVA' 0.9534 12% anual: FVA' 0.9449
( 1 0.10 ) 0.5
( 1,1) 0.5
( 1 0.12 ) 0.5
( 1 12 )0.5
18% anual: FVA' 1 1
0.9205
( 1 0.18 ) 0.5
( 1 18 ) 0.5
Tabla 4.2: Cálculo del factor de valor actual (FVA).
Tasa en %, según el monto
Años 10% 12% 15% 18% 20% 25% 29% 35% 41% 45%
01 0.9090 0.8928 0.8695 0.8474 0.8333 0.8000 0.7752 0.7407 0.7092 0.6896
02 0.8264 0.7971 0.7561 0.7181 0.6944 0.6400 0.6009 0.5487 0.5030 0.4576
03 0.7513 0.7117 0.6575 0.6086 0.5787 0.5120 0.4658 0.4064 0.3567 0.3280
04 0.6830 0.6355 0.5717 0.5157 0.4822 0.4096 0.3611 0.3010 0.2530 0.2262
05 0.6209 0.5674 0.4971 0.4371 0.4019 0.3276 0.2799 0.2230 0.1794 0.1560
06 0.5544 0.5066 0.4323 0.3704 0.3349 0.2621 0.2170 0.1652 0.1272 0.1076
07 0.5131 0.4523 0.3759 0.3139 0.2791 0.2097 0.1682 0.1224 0.0902 0.0742
08 0.4665 0.4038 0.3269 0.2660 0.2326 0.1678 0.1340 0.0906 0.0640 0.0512
09 0.4240 0.3606 0.2842 0.2254 0.1938 0.1342 0.1010 0.0671 0.0454 0.0353
10 0.3855 0.3219 0.2471 0.1910 0.1615 0.1074 0.0784 0.0497 0.0322 0.0243
Veamos los resultados de los cálculos para las diferentes tasas de intereses en las Tablas 4.3 - 4.5.
Tabla 4.3: Momento preciso del reemplazo del vehículo. Tasa de intereses: 10 % anual
01 Año 1 2 3 4 5 6
02 Costo de Mantenimiento A
Anual (MR) 2.400 3.120 3.840 4.600 5.200 6.200
03 Coeficiente valor actual B
FVA’(R=0.5 : i = 10%) 0.9534
04 Costo de Mantenimiento a
comienzos de año A.B C 2.288 2.974 3.661 4.386 4.958 5.911
05 Coeficiente valor actual Tarifados
FVA’(R-1 : i =10%) D 1.0000 0.9090 0.8264 0.7513 0.6830 0.6209
06 MR . [FVA’(R -1 : i = 10%)] C.D E 2.288 2.704 3.026 3.295 3.386 3.670
R 1
07 M FVA'( R 1 : i 10%)
R 0
R
F 2.288 4.992 8.018 11.313 14.699 18.369
08 Valor de Reventa (VR) Tarifados G 27.200 22.032 18.066 15.176 12.899 11.222
09 Coeficiente valor actual
[FVA’(R : i =10%)] H 0.9090 0.8264 0.7513 0.6830 0.6209 0.5644
10 Valor de Reventa
VR. [FVA’(R : i = 10%)] G.H I 24.725 18.207 13.573 10.365 8.009 6.334
11 P-VR. [FVA’(R = 1 : i = 10%] +
R 1 P-I+F J 11.563 20.785 28.445 34.984 40.690 46.035
M
R 0
R [ FV A' ( R 1 : i 10%)]
12 1-[FVA’(R : i = 10%)] 1-H L 0.091 0.2487 0.2487 0.3170 0.3791 0.4056
13 VA/{1- [FVA’(R : i = 10%)]} J/L M 127.068 114.370 114.370 110.244 107.332 113.498
14 1 - [FVA’(R = 1 : i = 10%)] N 0.0910
15 Pagos Anuales M.N O 11.563 10.895 10.408 10.032 9.767 10.328
Tabla 4.4 Momento preciso del reemplazo del vehículo. Tasa de intereses: 12 % anual.
01 Año 1 2 3 4 5 6 7 8 9
02 Costo de Mantenimiento A 2.400 3.120 3.840 4.600 5.200 6.200 7.000 9.000 10.000
Anual (MR)
03 Coeficiente valor actual B
FVA’(R = 0.5: i = 12% ) 0.9449
04 Costo de mantenimiento a
comienzos de año A.B C 2.268 2.948 3.628 4.346 4.913 5.858 6.614 8.504 9.449
05 Coeficiente valor actual
FVA’(R - 1 : i = 12%) Tarifados D 1.0000 0.8928 0.7971 0.7117 0.6355 0.5674 0.5066 0.4523 0.4038
06 MR.[FVA’(R -1 : i =12%)] C.D E 2.268 2.632 2.892 3.093 3.122 3.324 3.351 3.846 3.815
R 1
07 M FVA'( R : i 12%)
R 0
R F 2.268 4.900 7.792 10.885 14.007 17.331 20.682 24.528 28.343
08 Valor de reventa (VR) Tarifados G 27.200 22.032 18.066 15.176 12.899 11.222 9.988 8.989 8.789
09 Coeficiente valor actual
FVA’(R : i =12%) H 0.8928 0.7971 0.7117 0.6355 0.5674 0.5066 0.4523 0.4038 0.3606
10 Valor de reventa
VR. [FVA’(R: i = 12%)] G.H I 24.284 17.561 12.857 9.644 7.319 5.685 4.517 3.630 3.169
11 P- VR.[FVA’(R: i =12%)]+
P-I+F J 11.984 21.339 28.935 35.241 40.688 45.646 50.165 54.898 59.174
R 1
M
R 0
R [ FV A' ( R 1 : i 12%)]
12 1-[FVA’(R : i =12%)] 1-H L 0.1772 0.2029 0.2883 0.3645 0.4326 0.4934 0.5477 0.5962 0.6394
13 VA/{1 -[FVA’(R : i =12%)]} J/L M 111.790 105.166 100.362 96.684 94.056 92.514 91.592 92.082 92.548
14 1-[FVA’(R =1 : i =12%)] N 0.1072
15 Pagos anuales M.N O 11.984 11.274 10.759 10.364 10.083 9.917 9.819 9.871 9.921
Tabla 4.5 Momento preciso del reemplazo del vehículo. Tasa de intereses: 18 % anual
01 Año 1 2 3 4 5 6 7 8 9
02 Costo de Mantenimiento A 2.400 3.120 3.840 4.600 5.200 6.200 7.000 9.000 10.000
Anual (MR)
03 Coeficiente valor actual 0.9205
FVA’(R=0.5 : i = 18%) B
04 Costo de Mantenimiento a 2.209 2.872 3.535 4.234 4.787 5.707 6.443 8.284 9.205
comienzos de año A.B C
05 Coeficiente valor actual 1.0000 0.8474 0.7181 0.6086 0.5157 0.4371 0.3704 0.3139 0.2660
FVA’(R-1 : i =18%) Tarifados D
06 MR.[FVA’(R -1 : i = 18%)] C.D E 2.209 2.434 2.538 2.577 2.468 2.494 2.386 2.600 2.448
R 1 2.209 2.643 2.181 9.758 12.226 14.720 17.106 19.706 22.154
07 M
R 0
R [ FVA'( R 1: i 18%)] F
08 Valor de Reventa (VR) Tarifados G 27.200 22.032 18.066 15.176 12.899 11.222 9.988 8.989 8.789
09 Coeficiente valor actual 0.8474 0.7181 0.6086 0.5157 0.4371 0.3704 0.3139 0.2660 0.2254
FVA’(R: i =18%) H
10 Valor de Reventa 23.049 15.821 10.995 7.826 5.638 4.157 3.135 2.391 1.981
VR. [FVA’(R: i = 18%)] G.H I
11 P-VR [FVA’(R: i = 18%)] + 13.160 22.822 30.186 35.932 40.588 44.563 47.971 51.315 54.173
R 1 P-I+F J
M
R 0
R [ FV A' ( R 1 : i 18%)]
12 1-[FVA’(R; i = 18%)] 1-H L 0.1526 0.2819 0.3914 0.4843 0.5629 0.6296 0.6861 0.7340 0.7746
13 VA/{1- [FVA’(R: i = 18%)] } J/L M 86.238 80.956 77.122 74.194 72.106 70.782 69.920 69.914 69.940
14 1 - [FVA’(R = 1 : i = 18%)] N 0.1526
15 Pagos Anuales M.N O 13.160 12.354 11.769 11.322 11.003 10.801 10.670 10.669 10.673
4.3 Los Métodos Extracontables.
Por métodos extracontables se entienden aquellos métodos de contabilidad analítica, que permiten
calcular un costo completo de transporte, a partir de una desagregación de las cuentas de la
contabilidad general. Por ejemplo, en lugar de contabilizar el mantenimiento por origen del gasto,
separando insumos (refacciones), consumos (lubricantes, agua, luz) y mano de obra en cuentas
diferentes, se agrupan todos los costos de mantenimiento para cada vehículo y familia de vehículos,
utilizando informaciones extracontables tales como: las bitácoras de los vehículos, las órdenes de
reparación y los vales de refacciones, entre otros. Dentro de esta categoría, el método más conocido
es el método del costo unitario (método 3), de común aplicación en Europa.
Los métodos antes descritos permiten decidir cuando reponer un vehículo, pero no indican como
hacerlo, puesto que no toman en consideración algunos puntos críticos como son: la disponibilidad
financiera de la empresa o su política de renovación (cuando exista). Por estos motivos, en la
actualidad cobran auge los métodos de optimización desarrollados con auxilio de la computación.
Todos los métodos de reposición vehicular antes mencionados requieren de una información mínima
para ser implantados. En particular, es imperativo disponer de una información por familias de
vehículos, incluyendo por lo menos:
Valor y fecha de compra de las unidades
Reglas de depreciación practicadas
Kilometraje anual de las unidades
Costo anual de mantenimiento de las unidades
Sólo las dos últimas categorías de información implican un procesamiento particular y, por ende,
presentan algunas dificultades de recopilación. En particular, la obtención del costo de
mantenimiento por unidades, y luego por familia de vehículos, requiere elaborar ordenes de
reparación que contabilicen tanto los insumos y refacciones como las horas efectivas trabajadas,
además de identificar claramente el tipo de vehículo y la fecha exacta de la introducción en el taller.
Adicionalmente, se requiere una actualización periódica de la información por familia de vehículos,
mínimo dos veces por año para tomar decisiones oportunas de reposición.
En lo referente a la selección de los métodos más adaptados a la capacidad de las empresas, se
pueden sugerir las siguientes recomendaciones:
Para empresas sin contabilidad analítica de costos: En este caso, muy común en países no
desarrollados, es recomendable aplicar los métodos 1 ó 2, comenzando por desarrollar una
contabilidad del taller, como paso previo al desarrollo ulterior de una contabilidad del costo
completo de transporte. De esta manera, estas empresas estarán en posibilidad de aplicar
paulatinamente los otros métodos que conlleven resultados más pertinentes, sobre todo cuando el
kilometraje de las unidades es más irregular o cuando muchas marcas distintas están
representadas en el parque de vehículos.
Para empresas con contabilidad analítica de costos: La aplicación del resto de los métodos
depende del nivel de desarrollo de sus herramientas informáticas. El método 3 no requiere ningún
sistema en particular y puede ser implantado con recursos propios. Sin embargo, se recomienda
una aplicación descentralizada, es decir, externa a la contabilidad general que podría ser
desarrollada por una o dos personas pertenecientes a la gerencia de ventas o de tráfico, con sus
respectivos enlaces en el taller y en la gerencia administrativa. En el caso de las empresas más
familiarizadas con la micro-informática y el manejo de redes internas, se recomienda la aplicación
de los métodos 4 ó 5, siendo el último el más apropiado para una optimización integral de la
reposición de vehículos, puesto que este método se beneficia de las mejoras constantes
aportadas al desarrollo de una gama de productos informáticos.
En particular, ya existen productos comerciales que relacionan la política de reposición del parque de
vehículos con disponibilidad financiera de las empresas, procurando optimizar las compras anuales
de vehículos nuevos y semi-nuevos. Así mismo, existen aplicaciones más recientes que combinan la
definición del período óptimo de reposición con la determinación de criterios de selección vehícular.
CAPÍTULO V: ECONOMÍA DE CONSUMO E IMPACTO AMBIENTAL
DE LOS GASES DE ESCAPE.
5.1 Introducción.
El impacto ambiental del MCI está estrechamente relacionado con la utilización creciente del mismo y
se manifiesta a través de sus altos niveles de emisión de sustancias tóxicas y de los llamados "gases
de invernadero", y de los niveles de ruido.
Las discusiones internacionales acerca de las causas e implicaciones para la humanidad del llamado
"efecto invernadero", provocado por las crecientes emisiones a la atmósfera de gases tales como:
CO2, metano, óxido nitroso y los cloro-flurocarbonatos, reflejan la necesidad de un enfoque integral en
el tratamiento de los problemas ambientales y del desarrollo, así como la necesidad de una acción
concertada de la comunidad internacional para mitigar los efectos del calentamiento global.
Entre las medidas que están siendo consideradas figuran una mayor economía de consumo, el uso
de combustibles alternativos, sistemas ampliados de transporte masivo y una mejor planificación
urbana. No obstante, el impacto ambiental de los MCI es de consideración, y se acrecienta por la
congestión del tráfico en ciudades, que obliga a velocidades de movimiento reducidas y por el uso
aún de un número elevado de vehículos con períodos de explotación elevados, que por su estado
técnico o tecnología elevan la emisión de sustancias toxicas al medio ambiente.
En la Unión Europea, aunque los medios de locomoción son responsables únicamente de un 5 % de
las emisiones de dióxido de azufre (SO 2), son responsables del 25 % de las emisiones de dióxido de
carbono (CO2), del 87 % de las de monóxido de carbono (CO) y del 66 % de las de óxidos de
nitrógeno (NOx).
Trabajos recientes desarrollados en Ciudad México arrojan los siguientes resultados: Las emisiones,
provenientes de fuentes móviles, se corresponden con el 21% del SO2, el 98% del CO, el 80% de
todos los NOx y el 40% de todos los hidrocarburos emitidos anualmente. Dentro de este sector la
mayor contribución a la contaminación proviene de autos particulares, que constituyen el 72% de la
flota vehicular. Los autos producen arriba del 40% de las emisiones por fuentes móviles de SO 2, CO e
hidrocarburos, mientras que su contribución estimada para los NO x fue de 29% durante 1998.
Sin embargo, a pesar de las mejoras alcanzadas por la introducción de los catalizadores catalíticos, la
reformulación de la gasolina, y otras tecnologías de control como la inyección electrónica de
combustible, la mayor parte de la emisión de compuestos tóxicos a la atmósfera proviene de
vehículos de gasolina. Además, actualmente la mitad de los vehículos son modelos anteriores a 1990
y las dos terceras partes de los vehículos no cuentan con las tecnologías básicas de control
previamente mencionadas. En general, se determinó que la reducción más significativa de
hidrocarburos y CO se consigue con aquellas unidades equipadas con la tecnología más avanzada
para el control de las emisiones. Las siguientes figuras muestran el efecto de reducción logrado con
las nuevas tecnologías en dos componentes fundamentales: los NO x y los hidrocarburos.
En la tabla 5.1 se muestran los principales componentes de los gases de escape en los motores de
combustión interna de gasolina y en la Fig. 5.1 la influencia de las nuevas tecnologías en la reducción
de las emisiones en este tipo de motores.
Tabla 5.1. Principales componentes en los gases de escape en los motores de gasolina
Inyección Inyección antes Inyección después
Carburación
sin catalizar del catalizador del catalizador
CO 1-2% 1 ± 0.5% 0.4-0.8% <0.2%
CO2 > 11% > 12% > 13% > 13.5%
HC < 400ppm < 300 ppm < 250 ppm < 100 ppm
O2 < 3.5% < 2.5% < 1.5% < 0.2 %
0.45 0.43
0.3 0.3
0.18 0.18
0.13 0.13
0.10 0.09 0.09 0.09 0.08 0.06
0.08 0.05
0.0 0.0
2000
2001
2000
2001
1991
1993
1994
1996
1998
1999
1985
1991
1993
1994
1996
1998
1999
Fig. 5.1 Reducción de las emisiones con el empleo de las nuevas tecnologías
Combustión completa:
Genera CO2 y H2O.
Combustión incompleta:
Hidrocarburos no quemados: CnHm (parafinas, olefinas, aromáticos)
Hidrocarburos parcialmente quemados: aldehídos (C nHm.CHO), cetonas (CnHm.CO), ácidos
carboxílicos (CnHm.COOH) y monóxido de carbono (CO)
Productos del craqueo térmico y desintegración: acetileno (C 2H2), etileno (C2H4), hidrógeno (H2),
hollín (C) y otros.
Subproductos de la combustión: óxidos de nitrógeno del aire (NO x), compuestos de plomo de los
aditivos del combustible y gases sulfurosos de las impurezas del combustible.
Oxidantes: Por efecto de la luz del sol en los gases de escape se generan oxidantes, peróxidos
orgánicos, ozonos y otros.
Componentes principales:
Los componentes principales de los gases de escape son N, CO 2 y vapor de agua, que no son
venenosos. El CO2 adquiere especial importancia por su incidencia negativa en el efecto invernadero.
Componentes secundarios:
Monóxido de carbono (CO): gas incoloro, inodoro e insípido, que se forma en deficiencia de
oxígeno. Tiene mayor afinidad que el oxígeno para combinarse con la sangre, reduciendo la cantidad
de oxígeno en la misma. Al respirar 30 minutos aire que contenga el 0.3% en volumen de CO puede
ser mortal. Se incrementa su contenido en el escape durante el ralentí, por ello se prohíbe tal
régimen de funcionamiento en locales cerrados. Puede producir: síntomas de cansancio, dolor de
cabeza, alteración en la coordinación de los movimientos, reducción de la percepción visual y
disminución de la capacidad para aprender. En los vehículos dotados de carburador, las emisiones
elevadas de CO también pueden estar causadas por un ralentí irregular, defectos en el sistema de
arranque en frío, defectos en la bomba de aceleración, o excesivo nivel de gasolina en la cuba. El
filtro de aire sucio o conductos de aire obstruidos también incrementan las emisiones de CO. Los
valores medidos de CO se indican en porcentaje sobre el volumen total de gases emitidos. Como
norma general se pueden considerar valores de CO:
Entre 2,5 y 0,5 % para motores alimentados por carburador.
Entre 1,5 y 0,5 % para motores alimentados por inyección.
Entre 0,3 y 0,1 % para motores provistos de catalizador.
Monóxido de nitrógeno (NO): gas incoloro, inodoro e insípido, que expuesto al aire se transforma en
NO2, gas pardo rojizo, de olor penetrante y muy venenoso. Generalmente se determinan juntos y se
les denominan óxidos de nitrógeno (NO x). Pueden provocar: irritación de las mucosas de los ojos y de
las vías respiratorias, dolor de cabeza, náuseas, disnea y la exposición a altas concentraciones
puede provocar edemas pulmonares. Además inhibe el crecimiento de las plantas y causa caída de
sus hojas. Las emisiones de NOx son también un serio asunto medioambiental, por su participación
en la formación del smog.
Los hidrocarburos (HC): están en mayor proporción en los gases de escape. En presencia de NOx y
a la luz del sol, forman oxidantes que irritan las mucosas. Algunos son cancerígenos. Se producen
por mezclas muy ricas, originadas por mala regulación o estado técnico de los sistemas de
alimentación y encendido, y por combustión de aceite. La medición de los hidrocarburos se realiza en
partes por millón (p.p.m.). Aunque estos valores se incrementan según el uso del vehículo y el
desgaste de sus piezas, se pueden considerar valores estimados los siguientes:
Hasta 300 p.p.m. para motores alimentados por carburador.
Entre 50 y 150 p.p.m. para motores alimentados por inyección.
Menos de 50 p.p.m. para motores provistos de catalizador.
El dióxido de azufre (SO2): se genera por el azufre presente en el combustible, y su concentración
depende de la cantidad de azufre presente. Combustibles con bajo contenido de azufre (menor a 0,05
%), se están introduciendo para motores diesel en Estados Unidos y Canadá. El dióxido de azufre es
un gas tóxico incoloro, con la característica de emitir un olor irritante. La oxidación del SO2 produce
trióxido de azufre, precursor del ácido sulfúrico, responsable de las partículas de sulfato en las
emisiones diesel. Los óxidos de azufre tienen un profundo impacto en el medio ambiente es la mayor
causa de la lluvia ácida.
Partículas: comprenden todo material (excepto agua) que en condiciones normales está contenido
como cuerpo sólido (cenizas, carbono) o líquido en los gases de escape. Una partícula inhalada
puede depositarse en los pulmones y no ser eliminada, provocando enfermedades en las vías
respiratorias, cuya gravedad depende de la salud de la persona, el tiempo de exposición, el tipo y
concentración del contaminante y las condiciones climáticas.
Proporción de Oxígeno O2
La presencia de oxígeno en los gases de escape indica que la combustión no es perfecta. El oxígeno
indica que parte del combustible no se ha quemado, dando origen a emisiones de HC y de CO. Las
mezclas pobres originan una gran emisión de oxígeno y las mezclas ricas casi las anulan por
completo, pero sin llegar hasta el cero. La medición del oxígeno se realiza sobre la totalidad de los
gases emitidos y se indica con un porcentaje. Los resultados obtenidos deben estar dentro de los
márgenes indicados por el fabricante, pudiendo considerarse los siguientes datos como de
orientación:
Entre 1,5 y 0,7 en motores alimentados por carburador.
Entre 0,8 y 0,4 en motores alimentados por inyección.
Entre 0,4 y 0,1 en motores provistos de catalizador.
Purificación de los gases de escape.
Las medidas para disminuir su presencia en los gases de escape se dividen en: a).-Medidas en el
motor; b).-Medidas en el tratamiento posterior.
a. Medidas en el motor:
Regulación de la mezcla: El coeficiente de la mezcla tiene una influencia dominante sobre la
relación actual aire combustible
composición de los gases de escape ( ). El Me máx se
relación estequiométrica aire combustible
obtiene para =0.9, por lo cual se fija con este valor para plena carga. Para un consumo más
favorable de combustible, =1.1 es aproximadamente el óptimo, obteniéndose emisiones favorables
de CO y CH, si bien se incrementan las de NO x. En el ralentí =0.9-1.05. Con mezclas muy pobres
se alcanza el límite de funcionamiento del motor y crecen las emisiones de HC.
Preparación de la mezcla: Comprende además de su regulación, la calidad con que llega a la
cámara de combustión. La homogeneidad o la formación de mezclas estratificadas en el instante de
la inflamación, así como la temperatura de la mezcla influyen notablemente en la inflamabilidad y la
marcha de la combustión, y con ello en la composición de los gases de escape. En los motores de
carburador se utiliza el precalentamiento del aire de admisión, para minimizar la condensación del
combustible en las paredes del conducto.
Distribución uniforme: Cada cilindro debe funcionar con mezclas uniformemente distribuidas, para
asegurar el funcionamiento óptimo del motor. Los sistemas multipunto y en especial los de inyección
directa, en comparación con el carburador y el sistema monopunto, mejoran la distribución del
combustible, tanto por la inyección directa o en las proximidades de la válvula de admisión como por
un mejor diseño de los conductos de admisión.
Recuperación de los gases de escape: Los gases que se llevan de nuevo a la cámara de
combustión reducen la temperatura máxima del ciclo, y con ello, en proporciones adecuadas, se
reducen los NOx y el consumo de combustible. Se logra a través del ajuste del solape o mediante
reconducción regulada.
Distribución variable: Los grandes solapes son imprescindibles para un alto nivel de entrega y para
la recuperación de los gases de escape, pero con ello se empeora el funcionamiento en ralentí y las
emisiones de HC. Para un ajuste óptimo son deseables tiempos variables de regulación de la
apertura de las válvulas.
Relación de compresión: Al aumentar la relación de compresión se incrementa el rendimiento
térmico y mejora el consumo de combustible, no obstante, genera aumentos de temperatura que
elevan la emisión de NOx.
Configuración de la cámara de combustión: Las cámaras de combustión compactas y sin fugas,
poseen baja emisión de HC. Una posición central de la bujía, con poco recorrido de la llama, realiza
una combustión más completa, reduce el consumo de combustible y las emisiones de HC. La
turbulencia en el cilindro acelera el proceso de combustión y aumentan su efectividad. Cámaras
optimizadas de esta forma, muestran emisiones favorables a =1 y mejoran la capacidad de marcha a
ajuste pobre del motor.
Sistema de encendido: El tipo de bujías, su posición en la cámara de combustión, así como la
energía y duración de la chispa son factores que inciden en el proceso de combustión, y por ende, en
la emisión de gases de escape, máxime cuando el motor trabaja con mezclas pobres (>1.1). Se
influye en las emisiones y en el consumo de combustible ajustando el punto de encendido. Partiendo
del punto óptimo para el consumo, cuando se retrasa el encendido, la válvula de escape se abre
cuando la combustión no ha concluido, por lo cual esta continúa en el conducto de escape,
reduciéndose los NOx y los HC, pero incrementándose el consumo. Si se produce un avance en el
encendido, aumenta el consumo, los NO x y los HC.
Ventilación del cárter: Los gases en el cárter pueden contener importante concentración de HC, en
comparación con los del motor. Con sistemas apropiados, estos gases se incorporan al sistema de
admisión para su combustión. Con anterioridad estos gases se expulsaban a la atmósfera.
b. Tratamiento posterior de los gases de escape.
Recombustión térmica: En el tratamiento posterior catalítico, se intentó reducir las emisiones
mediante una combustión posterior térmica, por permanencia a altas temperaturas. Con un ajuste rico
del motor se hace necesario insuflar aire secundario, a partir de bombas eléctricas o mecánicas
acopladas al motor. Con un ajuste pobre, la combustión posterior se realiza con el oxígeno presente
en los gases de escape. Este tratamiento carece de importancia, por su potencial de reducción, en
especial para reducir los NOx a los niveles exigidos, si bien con él se pueden reducir los HC y CO,
mientras el catalizador no haya alcanzado su temperatura de régimen.
Recombustión catalítica: Los catalizadores constan con un material de soporte con una capa activa
y resistente a las sacudidas, alojado en un cuerpo aislante de la temperatura. Como materiales de
soporte se emplean granulados y monolitos de A1203 sinterizado, resultando esta última la más
apropiada, pues posee: el mejor aprovechamiento de la superficie del catalizador, durabilidad con
elevada resistencia mecánica, poca capacidad calorífica y menor presión contra los gases de escape.
La capa del catalizador activo consta de pequeñas cantidades de metal noble (Pt, Rh, Pd) y es
sensible al plomo, por ello, para evitar su envenenamiento con plomo se prohíbe utilizar gasolina con
este aditivo. La relación de conversión del catalizador depende principalmente de la temperatura de
trabajo: a partir de los 250C comienza una conversión sensible de contaminantes. Las condiciones
ideales de conversión, que garantizan larga vida útil, son entre los 400-800C. Se instalan debajo del
piso del vehículo, de manera que no reciba una alta carga térmica. Los catalizadores de oxidación
trabajan con exceso de aire, tomado del motor o insuflado adicionalmente, para oxidar el CO y los
HC. Los de reducción trabajan con insuficiencia de aire y reducen los NO x. Pueden disponerse en
serie, insuflando el aire entre los dos catalizadores, pero son elevados el consumo y el costo de la
instalación y de operación. La mejor concepción es el tratamiento con catalizadores de 3 vías con
regulación lambda. Con él se reducen en medida suficiente los 3 componentes nocivos cuando el
motor trabaja con una mezcla estequiométrica.
Se entiende por ruido del MCI la emisión acústica que éste produce durante el trabajo. Los principales
componentes del ruido del motor son: el ruido de admisión; el ruido por la deformación de las paredes
de la cámara de combustión durante la compresión, combustión y expansión; el ruido durante la
combustión; el ruido provocado por las oscilaciones del motor sobre la suspensión; el ruido por golpes
durante el trabajo de los mecanismos; el ruido por el funcionamiento de agregados del motor y el
ruido durante el escape de los gases.
Procedimientos para disminuir el ruido de los MCI: ejerciendo influencia sobre las fuentes
perturbadoras (colocando silenciadores); debilitando la transmisión de las vibraciones acústicas
desde la fuente de perturbación hacia la superficie que emiten ruido (colocando en el camino de
propagación materiales que absorben la energía de las oscilaciones); encapsulando el motor y
reduciendo la eficiencia de la emisión mediante elementos aislados exteriores de la estructura del
MCI (empleando pantallas, cambiando la configuración de las piezas).
Tabla 5.3 Fuentes de ruido y niveles de emisión
Fuente de ruido Niveles de emisión en dB
Auto de turismo de pasada 70-77
Tractor de pasada 77-85
Camión de pasada 80-90
Discoteca 90-110
Avión al despegar 110-130
Como se conoce la principal fuente de ruido de los vehículos es el producido por el MCI durante su
funcionamiento. Para proporcionarle al conductor un máximo de comodidad en la cabina, es
necesario garantizarle niveles de ruido dentro de la misma inferiores a 74 dB.
No es muy frecuente el desarrollo de controles de los niveles de ruido de los MCI. Con mucha
frecuencia percibimos el acercamiento de un vehículo determinado debido a los altos niveles de ruido
que emiten sus MCI durante su funcionamiento, en muchos casos provocado por la eliminación de los
silenciadores o por un deplorable estado técnico.
CAPÍTULO VI: CONDUCIÓN TÉCNICO-ECONÓMICA.
6.1 Introducción
60 50
Vm
50 40
Q Q
40 30
30 20
40 50 60 70 80 Vadm, km/h 30 40 50 60 Vi, km/h
(a) (b)
Fig. 6.1 Característica consumo-velocidad.
a).-Movimiento en vías con perfil longitudinal variable; b) Movimiento cíclico en condiciones urbanas
En el caso de un movimiento cíclico con paradas en el recorrido, o sea condiciones de tráfico urbano,
la variación de la característica consumo-velocidad se diferencia notablemente. En la figura 6.1.b se
muestra el ejemplo de un ómnibus urbano diesel (masa total 13,6 t). En él se ve claramente, que en la
medida que se incrementa la velocidad final del impulso (Vi), el ritmo de crecimiento de la velocidad
media es significativamente menor, mientras el ritmo de crecimiento del consumo de combustible es
sustancialmente mayor que en el caso de la figura 6.1.a..
En la Fig. 6.2 se representa la dependencia gráfica de la Vm y el consumo con respecto a la velocidad
que alcanza el vehículo en el momento de conexión de la marcha superior (V i), para un movimiento
que se efectúa con paradas cada 500 m, en ómnibus urbanos con masa total 13,6t y transmisión
hidrocinética con tres marchas.
Es evidente, que en la medida del incremento de la V i hasta la conexión de la marcha superior, la V m
del ciclo aumenta hasta pasar por un máximo y después disminuye; el consumo del ciclo disminuye
hasta alcanzar un mínimo y después aumenta. Pero el máximo de Vm y el Qmín no se alcanzan para
iguales valores de Vi durante la conexión de la marcha. Esto hace más difícil la elección de un
régimen de conexión de la marcha y exige la utilización para este objetivo de indicadores complejos.
Esto se debe a que, si bien existe un período de impulso, con su velocidad final (V i), existe un período
de deceleración con velocidad final igual cero. Para un recorrido dado entre paradas, existe un valor
correspondiente de Vi para el cual el período de deceleración provoca una disminución brusca de la
Vm. Se puede asegurar, que existe una gran influencia de V i (la cual cumple en este caso el papel de
Vadm) en la Vm y en particular sobre Q. Por ello al establecer el valor de V i, es necesario tener en
cuenta su influencia en la Vm y el Q (en particular para el movimiento con paradas parciales), o sea,
considerar la influencia que ejerce el régimen de aceleración o impulso en estos parámetros, así
como en el régimen de cambio de marchas.
Q, l/100km
Vm, km/h
40
35
Vm
30
25 Q
20
10 15 20 25 30 Vi, km/h
Fig. 6.2 Dependencia de la velocidad media y el consumo de la velocidad de conexión de la
marcha superior en ómnibus urbanos
La influencia del régimen de carga en la Vm es simple y podemos plantear que mientras mayor es el
coeficiente de aprovechamiento de la potencia (A), cuanto mayor es la Vm para cualquier distancia de
ruta y para todos los valores de distancia entre paradas. En relación con el consumo se observa otra
regularidad, en particular para el caso del movimiento cíclico con paradas. El carácter del desarrollo
de las curvas de consumo de combustible en dependencia de la V m, del recorrido de los ciclos (Sc) y
del coeficiente de aprovechamiento de la potencia (A), se puede representar a partir de las
dependencias obtenidas para ómnibus urbanos de carburación (Fig. 6.3). Está claro que para un S c
dado, la economía del trabajo del ómnibus no depende solo de la V m, sino también de la utilización de
la potencia en la fase de impulso, lo cual se muestra en la Fig. 6.3(a). La total utilización de la
potencia (A = 1) es provechosa solo en el intervalo de altos valores de V m, en el caso dado para Vm >
38 km./h. Mientras menor sea Vm, menor debe ser A y a la inversa (ver curva A = 0,5 para V m < 38
km./h).
Qt, Qt,
l/100t.km l/100t.km
4.0 4.0
3.5 3.5
3.0 3.0
20 25 30 35 40 Vc, km/h 700 800 900 1000 Vc, km/h
(a) (b)
A=1.0
A=0.75
A=0.50
Análoga dependencia existe para V i, y en este caso, mientras mayor sea ésta, más completa debe
ser la utilización de la potencia y viceversa. Para una V i dada, la utilización de la potencia del motor
depende de la distancia entre paradas, mientras menor es el recorrido, más completa debe ser la
utilización de la potencia en la fase de impulso y viceversa. Para S c < 950 m, la mejor economía se
alcanza para A = 1. En el caso de ciclos desde 950-1 090 m, A = 0,75, y para S c> 1 090 m, A = 0,5
(Fig. 6.3 b).
De acuerdo a las dependencias representadas en la Fig. 6.3, es evidente que para cada S c existe una
Vi óptima y que para cada Vi hay un Sc óptimo, el cual garantiza los menores consumos de
combustible.
De tal forma, para cada ruta urbana con determinada ubicación de las paradas, hay un régimen de V
y carga óptima para el consumo de combustible, debido a que en la medida que crece la distancia
entre paradas, el consumo de combustible desciende bruscamente. Esto es necesario considerarlo
para la elaboración de las rutas de movimiento.
2.-La influencia del tipo y la complejidad de la ruta.
Se definen tres tipos característicos de ruta según la complejidad de las condiciones de explotación:
vía principal, de perfil variable y urbana. Todos los demás tipos de rutas son casos particulares de
estos.
Por condiciones de explotación, se entiende antes que todo, las condiciones de la vía y los regímenes
de movimiento, que ejercen una influencia fundamental en el consumo de combustible y en la
velocidad del vehículo. Veamos como ejemplo, los resultados de una investigación teórico-
experimental del itinerario de un ómnibus de gasolina (Ver Fig. 6.4). Los tramos de ruta de 1 - 3 se
relacionan con las vías principales, los de 4 - 6 con una de perfil variable y los de 4 - 11 con una
urbana. De la figura se deduce que en la medida en que se transita desde una vía menos compleja a
una más compleja, la Vm disminuye bruscamente, mientras Q se incrementa. En estas condiciones
decrece de modo intenso el valor de la relación de transmisión media (icm) y también crece el número
relativo de cambios de marcha (nis) y la carga en las marchas inferiores, mientras la carga en
marchas superiores disminuye (Fig. 6.4.b).
Los resultados muestran la necesidad de tener en cuenta, al elaborar los itinerarios, la significativa
influencia de la complejidad de la ruta en la Vm, Q y otros parámetros de movimiento.
3.-La influencia de la intensidad del movimiento.
En la medida que es mayor la intensidad del movimiento (Im), es menor la velocidad media del flujo
(Vf) y la productividad de los vehículos que se mueven en él ¿ Cómo varía en estas condiciones el
consumo de combustible?. Por un lado con el incremento de las interferencias se refuerza la
influencia de los regímenes inestables de movimiento y Q tiende a aumentar, y por otro lado Vm no
elevadas, tienden a disminuir el consumo. En condiciones urbanas predomina la incidencia de las
interferencias y Q se incrementa. En vías principales el resultado puede ser contrario, es decir, la
influencia fundamental la ejerce Vm. Se pueden establecer las siguientes dependencias relativas de V f
=f(Im):
Para autos ligeros: V f 78 0.385 I m (r 0.976) (6.1)
Para vehículos pesados: V f 54.2 0.0122 I m (r 0.824)
(6.2)
Donde, el primer miembro en la ecuación representa en sí la V de los vehículos, en ausencia de
interferencias con el resto del flujo. Basados en las ecuaciones se puede afirmar que la influencia
sensible de Im se inicia para: Im > 600 vehículos/hora.
Q, l/100km nis, %
Vm, km/h Cis, %
80 100
Vm
70 80
CisIV
60 60
icm
50 Q 40
CisIII
40 20 nis
CisII
30 0
1 3 5 7 9 11 1 3 5 7 9 11
Fig. 6.4 Influencia de la complejidad de la ruta con parámetros de movimiento en ómnibus de
pequeña clase con motor de carburación.
Los regímenes característicos del trabajo del motor están presentes tanto en condiciones urbanas,
suburbanas o condiciones de carretera, lo que varía es la proporción de cada uno de ellos en las
condiciones de explotación a que está sometido el vehículo.
En vías magistrales prevalece, sobre todo, el movimiento estable, con períodos breves de impulso en
las maniobras de cambio de senda o adelantamiento y casi despreciables tiempos de marcha en
vacío y deceleración. En vías estrechas, de doble sentido, con más altos niveles de interferencias la
proporción puede variar. La duración de los regímenes de trabajo de automóviles y ómnibus en
grandes ciudades, obtenida por vías experimentales, se presenta en la siguiente tabla:
Tabla 6.6 Regímenes de trabajo característicos de las condiciones de tráfico urbanas.
Régimen de trabajo. Duración del trabajo en %. Consumo en ciudad, %.
Vehículo ligero Vehículo pesado Ómnibus
marcha en vacío 22 17 29 10 - 14
impulso 37 42 38 45 - 51
V=constante 12 16 9 20 - 23
deceleración 29 25 24 8 - 12
De ella se desprende, que en estas condiciones, los regímenes de aceleración son los más
representativos, tanto por la duración como por el consumo. La duración del trabajo del automóvil en
regímenes de V=cte en ciudades es relativamente pequeña, pero su influencia en los fundamentales
indicadores del automóvil es suficientemente sensible.
Las reglas de conducción económica se elaboran sobre la base del análisis de los regímenes de
trabajo del automóvil y del motor. En las condiciones de un proceso real de transportación estos
regímenes varían en límites relativamente amplios. Ellos dependen no sólo del tipo y modelo de
automóvil, sino que se diferencian notablemente para un mismo tipo de modelo. Esto último se
relaciona con el estado técnico del vehículo, con el aprovechamiento de su capacidad de carga, y con
otros factores. Por eso los parámetros cuantitativos se muestran para el vehículo con carga total.
La regla general de conducción económica fundamental del automóvil, es trabajar el motor en el
rango de frecuencias de rotación desde el Me máx al ge mín. En los nuevos motores como tendencia, la
frecuencia de rotación a g e mín, que antes estaba próxima al punto de N e máx, hoy se ha aproximado al
punto de Me máx, razón por la cual estos motores se revolucionan menos en el período de impulso. En
las condiciones reales no siempre es posible la aplicación de esta regla, ya que prima siempre el
criterio del movimiento seguro y confiable y el principio del respeto a las reglamentaciones
establecidas para el movimiento vial.
Arranque del motor.
Las acciones del conductor en el proceso de arranque del motor dependen en lo fundamental de su
estado técnico, de su estado térmico y de la temperatura del medio ambiente.
La preparación para el arranque en frío es lo que garantiza el inicio de un trabajo económico y
efectivo del automóvil en sí. En condiciones invernales la efectividad disminuye, a causa de las
dificultades adicionales que se generan para el arranque del motor frío. Así en el proceso de
arranque, de MCI de carburación, la preparación de la mezcla se produce sólo a cuenta de las
fracciones ligeras de la gasolina, la cantidad de las cuales no supera el 10%. Alrededor del 90% del
combustible no participa en el proceso de combustión y se expulsa conjuntamente con los gases de
escape.
En los motores de carburación la efectividad del arranque del motor se alcanza garantizando la
hermeticidad del conducto de admisión. Mientras mayor sea la hermeticidad, más fiable es el
arranque del motor. La etapa de preparación del arranque, comienza con el accionamiento manual de
la bomba de combustible, llenando de esta forma la cuba del carburador. Con posterioridad debe
oprimirse el pedal de aceleración 2 o 3 veces para garantizar la entrega de combustible y accionar el
cebador. Después del arranque, el cebador se lleva hasta una posición que garantice el trabajo
estable del motor.
El tiempo de trabajo del motor de arranque no debe superar los 5 segundos, y los intervalos entre
conexiones deben ser menores de 15-20 segundos. Después de 2 o 3 intentos fallidos, se hace
necesario cesar y comenzar la búsqueda de la falla. Es importante la efectividad del arranque del
motor caliente para alta temperatura del medio ambiente, por cuanto en estas condiciones pueden
presentarse los tranques de vapor y la aglomeración de una gran cantidad de vapores de gasolina,
los cuales ingresan al canal principal del carburador desde la cuba por su sobrecalentamiento. En
carburadores de algunos modelos, se utiliza la ventilación exterior de la cuba, lo cual garantiza su
comunicación con la atmósfera durante la manipulación de la mariposa, pero ello va en contra con la
preservación del medio ambiente y con la economía de consumo. Está claro que el arranque no
adecuado también se relaciona con ambos aspectos. Si el motor de carburación esta caliente, para
su arranque es necesario conectar el encendido y hacer girar el motor de arranque en el transcurso
de 5 s. No es necesario oprimir el pedal de suministro de combustible o accionar el cebador en estas
condiciones. En el caso de un intento fallido, es necesario repetir el intento después de 10-15 s. El
fallo del arranque del motor después de 3-4 intentos, puede deberse a un enriquecimiento de la
mezcla, mala regulación del sistema de alimentación (ralentí) o atascamiento del chicle del
carburador.
En los motores de inyección de gasolina las dificultades en el arranque se reducen. El combustible se
inyecta, antes de la válvula de admisión o en el interior del cilindro, lo que evita la necesidad del
caldeo de la mezcla. El aire y la gasolina siguen caminos independientes hasta donde se produce la
formación de la mezcla, estableciéndose la relación entre ambos circuitos a través de una serie de
sensores, que determinan con mayor exactitud la masa de aire admitida y la cantidad de combustible
adecuada para formar la mezcla. Para el arranque cuentan además, con suministro adicional de aire
a través de un bypass e inyectores adicionales de arranque que añaden un suplemento de gasolina.
El motor diesel caliente arranca análogamente, aunque los intentos de arranque se prolongan más, y
llegan a alcanzar los 10-20 s. Para el arranque en estas condiciones la cremallera se coloca en
posición correspondiente a la frecuencia de rotación mínima de marcha en vacío. Los intervalos entre
intentos es necesario aumentarlos hasta 1-2 minutos. Si no se produce el arranque al tercer intento,
se hace necesario buscar el fallo y eliminarlo. Las posibles fallas y las vías para eliminarlos aparecen
en los manuales de explotación de los automóviles o del motor.
Calentamiento del motor.
El correcto calentamiento del motor es una importante reserva de economía de consumo. Después
del arranque es necesario calentar el motor primero con frecuencia de rotación mínima, y después
para mayores frecuencias de rotación, hasta que la temperatura del líquido refrigerante alcance 30-
40° C. El insuficiente calentamiento del conducto de admisión, en carburación, empeora
considerablemente las condiciones de evaporación del combustible, siendo esto una de las causas
fundamentales del incremento del consumo.
El calentamiento del motor frío hasta la temperatura de trabajo, así como del vehículo en sí, es
necesario realizarlo durante el proceso de movimiento. Para el calentamiento del motor es necesario
utilizar procedimientos especiales, ya que la elección de regímenes incorrectos de calentamiento,
conduce al aumento del desgaste del motor y a la elevación del consumo de combustible.
Por medio de investigaciones se han podido establecer los regímenes más económicos de
calentamiento del motor diesel. Después del arranque es necesario establecer frecuencias de
rotación entre 900-1000 rpm en marcha en vacío y mantener tal régimen hasta alcanzar la necesaria
presión de aceite en el sistema de lubricación del motor y de aire en el sistema de frenos del vehículo,
y después comenzar el movimiento en marchas bajas con frecuencia de rotación entre 1000-1800
rpm. Este régimen se debe mantener hasta que el líquido de enfriamiento no se caliente hasta la
temperatura de trabajo.
En los actuales motores de gasolina, que inyectan el combustible, tanto en el interior del cilindro como
antes de la válvula de admisión, el calentamiento se justifica más desde el punto de vista del
desgaste, puesto que en este caso ya no es necesario el caldeo de la mezcla, pues el proceso se
asemeja más al del diesel, aunque la inyección se desarrolla a menores presiones. En la actualidad
se utilizan aceites con alto grado de oleaginosidad, que se adhieren fuertemente a las paredes de las
superficies metálicas, formando una capa límite muy resistente, que evita el contacto metal con metal,
y que permanecen adheridas a las mencionadas superficies aún cuando cesa el trabajo del motor. En
otros motores se logra el calentamiento del aceite del motor por diferentes medios. Esto favorece la
disminución del desgaste en la puesta en marcha y del tiempo de calentamiento del motor, lo cual ha
dado lugar a que se plantee que no es necesario el calentamiento. A nuestro criterio, por estas
razones, hay menos exigencias en cuanto al calentamiento, pero éste no puede soslayarse, es decir,
el tiempo de calentamiento puede reducirse, pero la puesta en marcha del vehículo debe realizarse
una vez alcanzado un régimen adecuado de temperatura, y debe mantenerse el trabajo del vehículo
con bajas cargas, hasta tanto no se alcance la temperatura de trabajo del mismo. Hay que recordar
que el lubricante, fundamentalmente de los agregados del sistema de transmisión, no ha alcanzado
su temperatura de trabajo.
Por otro lado, la permanencia del trabajo del motor durante un tiempo excesivo de calentamiento,
provoca un incremento innecesario del consumo de combustible del vehículo.
En los nuevos motores de inyección de gasolina durante la fase de calentamiento, se adiciona tanto
aire como combustible hasta que el motor alcanza una temperatura próxima a la de trabajo, haciendo
más estable el funcionamiento del motor y contribuyendo a la reducción de esta fase de
funcionamiento.
Puesta en marcha del vehículo.
Representa en sí el proceso inicial de desplazamiento del automóvil desde el reposo al movimiento
con pequeñas velocidades. Antes de la puesta en marcha el conductor debe valorar la situación vial
circundante y determinar si, de la forma en que se propuesto, puede ingresar seguro al flujo de
transportación. Para la puesta en marcha de un camión totalmente cargado y autotrenes se utiliza la
1ra marcha, y sólo en vías horizontales en buen estado con carga no total, se puede realizar la
puesta en marcha con la 2da marcha conectada.
La técnica de puesta en marcha de los medios de transporte en las pendientes, es más compleja
porque el conductor necesita coordinar el control del embrague con la elección de un momento
determinado de desconexión del freno de emergencia. Con una puesta en marcha no hábil, puede
producirse la parada del motor, y la necesidad de un nuevo intento de arranque, lo que incrementa el
consumo de combustible. La brusca puesta en marcha, en particular en vehículos pesados con
remolques, no solo incrementa los indicadores de consumo, sino que aumenta la posibilidad de
aparición del patinaje con incremento del desgaste acelerado de los neumáticos.
Durante el movimiento del vehículo frío, la estabilidad del consumo comienza como regla después de
10-15 km. de recorrido. El problema más complejo es garantizar el régimen racional de temperaturas
de la transmisión y los neumáticos.
Régimen de aceleración (impulso).
En condiciones de ciudad, la duración del trabajo del automóvil en un régimen inestable, alcanza un
67%. En horas pico, la porción de los regímenes de impulso, se incrementa en un 10-20%. La
extensión de los tiempos de impulso y deceleración influye en la V m y pueden alcanzar un 70-80% del
recorrido general del automóvil en ciudad. El 45-51% del combustible se gasta en los regímenes de
aceleración, por cuanto Q es 1,35-1,45 veces mayor que durante el movimiento uniforme, en el
mismo tramo de vía. Esto puede explicar por qué una parte significativa del combustible se gasta en
el vencimiento de la energía cinética del automóvil, mientras con deceleración esta energía cinética
puede ser transformada en trabajo útil sólo parcialmente. Esto resalta la importancia del estudio de
los regímenes y procedimientos óptimos de impulso, como vía importante de obtención de una
adecuada economía de consumo del parque vehicular.
La tarea de optimización de la conducción del automóvil durante el período de impulso por el
conductor es multicriterial, por tanto, el impulso económico del vehículo puede ser caracterizado
únicamente con parámetros complejos, que garanticen las menores posibilidades de consumo de
combustible. El consumo de combustible en los regímenes de impulso depende de la aceleración
media, de la frecuencia y calidad con que se efectúe el cambio de marcha y también de la frecuencia
de rotación sumaria en la unidad de recorrido.
En la tabla 6.7 se muestran parámetros de impulso de un camión diesel en dos condiciones de carga.
Tabla 6.7 Parámetros de impulso de un camión diesel para diferentes condiciones de carga.
Aceleración en impulso W, rpm Recorrido durante el impulso, Consumo durante el impulso,
hasta 60km./h, m/s2 en m. cm 3.
0,9 / 0,7 1500-1600 450 / 475 240 / 285
1,4 / 1,0 2000-2100 385 / 395 210 / 250
1,75/1,25 2500-2600 320 / 340 220 / 260
Numerador Gc = 4t; denominador Gc = 8t.
Los experimentos del automóvil con diferentes tipos de aceleración demuestran que la mayor
economía en el impulso se alcanza para aceleración media de 0.9-1 m/s2. La aceleración media de
los vehículos pesados que trabajan con remolque es 1,3-1,5 veces menor que con el vehículo sólo.
Los impulsos muy moderados, con muy bajo suministro de combustible, no son efectivos, ya que se
retarda el cambio de marchas y se prolonga la duración del impulso. El impulso intenso, con elevado
suministro de combustible, no es efectivo, ya que no garantiza un trabajo económico del vehículo. El
impulso económico se obtiene con suministros medios de combustible, con aceleraciones medias
adecuadas.
La fundamental reserva de disminución del consumo de combustible es el perfeccionamiento de la
organización del movimiento vial, reduciendo su no-uniformidad por medio de la formación de un
flujo de transporte homogéneo con la disminución del número de paradas en semáforos e
intersecciones, y con la utilización de circunvalaciones que reducen la tensión de los conductores
durante el trabajo. La influencia de la cantidad de paradas en el consumo de combustible puede ser
mostrada en el ejemplo de la tabla 6.8, sobre la base de experimentos realizados en tramos de 4 km.
Tabla 6.8 Influencia de la cantidad de paradas en el consumo de combustible.
Paradas en el tramo 0 1 4 8 12
Variación relativa del consumo, en % 100 103-105 112-115 122-125 128-132
La organización del movimiento sin paradas en autopistas, garantizan las mayores Vm, disminuyen el
consumo en un 20-25% en comparación con vías de iguales características pero urbanas. En
relación con esto, al elegir la ruta de movimiento, el chofer debe recordar que la menor distancia,
desde el punto de vista del consumo, no siempre es la más adecuada. Lo más racional es la
utilización de circunvalaciones con intensidad menor de 250 vehículos/h. Experimentalmente se
demuestra que durante el tránsito de vehículos pesados a través de la parte central de una ciudad, el
Q>15-20% y la duración del movimiento aumenta en 1,5-1,7 veces.
La limitación de velocidad está íntimamente relacionada con el consumo de combustible. Vehículos
pesados de capacidad de carga media, a los cuales se limita la V máx hasta 50 km./h en vías inter-
urbanas, gastan un 12% más de combustible que durante el movimiento a la velocidad efectiva (60-
65 km./h). Esta diferencia es aún mayor para mayores reducciones de la Vmáx. Las limitaciones de la
Vmáx, en ciudades y carreteras, no contradicen la creación de motores con suficiente reserva de
potencia, ya que esta es necesaria para garantizar elevadas cualidades dinámicas, efectividad en el
vencimiento de pendientes y cumplimiento de rápidos adelantos y maniobras.
La 1ra marcha en el proceso de movimiento se utiliza sólo para poner en marcha el vehículo y para el
movimiento en condiciones viales difíciles. En este caso el trabajo del vehículo se acompaña con el
incremento del desgaste del motor y la emisión de significativas cantidades de sustancias tóxicas.
En el proceso de cambio de marcha no debe superarse la frecuencia de rotación óptima en la marcha
elegida. En cualquier caso, la duración del impulso en las marchas intermedias debe ser reducido al
mínimo. El impulso del vehículo, por medio del cambio sucesivo de marchas en la caja de velocidad
será económico sólo si la duración de las siguientes fases del movimiento establecido en estas
marchas supera el recorrido de impulso en un 50-100%.
Movimiento estable.
El movimiento uniforme del vehículo en marcha superior, garantiza un régimen estable de
funcionamiento del motor, gracias al cual se reduce el consumo con respecto al movimiento con
velocidad variable o al movimiento con V=cte, pero en marchas inferiores. Estable se considera la
velocidad, cuando no se producen oscilaciones mayores del 2%. Los menores consumos de
combustible se alcanzan en marcha superior para frecuencias promedios de rotación próximas al 30-
40% de las nominales y con aprovechamientos de la potencia del motor lo suficientemente altos (70-
85%).
La duración del trabajo del automóvil en el régimen estable no es relativamente grande, pero su
influencia en los fundamentales indicadores del automóvil es suficientemente sensible. El movimiento
estable del automóvil garantiza la reducción del consumo hasta 35-42%, en comparación con el
consumo en regímenes inestables.
Un importante papel en la disminución del consumo lo juega la correcta elección de la marcha en la
caja de velocidades, conforme a las condiciones concretas de la vía. Durante el movimiento del
vehículo a velocidad constante pero a diferentes marchas, el consumo de combustible varía
sustancialmente, siendo mayor en cualquiera de sus marchas intermedias en todo el diapasón de
velocidades con respecto a la marcha directa. Para comprenderlo más claramente, analicemos el
movimiento del vehículo ligero a 40 km./h, sabiendo que esta velocidad puede alcanzarse en todas
sus marchas. En 3ra marcha el consumo se incrementa en un 12% con respecto a la 4ta marcha,
que es su marcha directa. En 2da el incremento del consumo con respecto a 4ta es de un 70% y en
1ra se incrementa en un 300%. Las nuevas tecnologías, al incrementar la potencia de salida del
motor, reducen la necesidad del cambio de marcha ante incrementos de la resistencia al movimiento.
En estos casos aumenta también la rapidez de respuesta del motor ante los cambios de carga, lo que
contribuye al mantenimiento de un régimen estable de movimiento. La mayoría de los sistemas de
inyección actuales son controlados por una unidad de electrónica de control, lo que unido a la
eliminación de la inercia de la mezcla en gasolina proporciona una respuesta más rápida del sistema,
lo que contribuye el mantenimiento de velocidades estables.
El movimiento del automóvil con pequeña velocidad en 1ra marcha se corresponde con pequeña
frecuencia de rotación del cigüeñal, lo cual trae consigo una disminución de la presión de aceite en el
sistema de lubricación. Por eso la duración del movimiento en 1ra marcha, con velocidades próximas
a la mínima estable (menores de 40 km./h), no se recomienda prolongarla.
La influencia de la intensidad de movimiento vial en el consumo tiene un carácter complejo. Por
ejemplo, en caso de aumentar la velocidad media del flujo hasta 40 km./h, a pesar de que se aumenta
también Im, se observa una disminución del consumo. De tal forma, el consumo de combustible del
vehículo en el flujo de transportación (a causa de la no uniformidad del movimiento vial) se diferencia
sustancialmente del consumo de un vehículo transitando sólo en un tramo horizontal de vía.
Particularmente por ello, en las condiciones de ciudad, el chofer debe velar porque el vehículo se
mueva con velocidad constante.
Los automóviles pesados en vías inter-urbanas con complejidad general, alrededor de un 40% se
mueven con V=60 km/h; en las partes centrales de las ciudades con V=22 km/h y en las
circunvalaciones de grandes ciudades con V=29 km/h. El movimiento del automóvil con velocidad
constante garantiza la disminución del consumo de combustible en 35-42 %, en comparación con los
regímenes no estables.
En condiciones de ciudad la duración de las conexiones de la marcha superior para vehículos
pesados, puede ser de un 40-50 %, mientras la cantidad de conexiones de la marcha superior a lo
largo de un km de recorrido es de 1,5-1,8 veces. En autopistas estas cifras varían
correspondientemente en 94-97 % y 0,4. Las recomendaciones metodológicas generales, se
concretan en que la duración del movimiento del automóvil en marcha superior debe superar a su
fase precedente de impulso, no menos de un 15-20 %. Sólo en este caso se garantiza un trabajo
económico del automóvil y el paso a la marcha superior se justifica.
En condiciones de ciudad, el motor del vehículo se explota en sí fuera de la zona óptima, es decir,
con frecuencia de rotación disminuida y para cargas parciales, para las cuales es característico el
aumento del ge.
Las recomendaciones generales al chofer para la elección de los regímenes de trabajo del motor y el
automóvil son las siguientes:
-la velocidad económica efectiva del movimiento en tramos horizontales de vías asfaltadas, debe ser
un 25-30% menor que la velocidad máxima con carga, especificada por el fabricante.
-la frecuencia de rotación del motor debe ser un 30-40% menor que la nominal para el tipo dado de
motor.
En el proceso de movimiento juega un papel importante en la elección correcta y pronósticos del
régimen de trabajo del motor y de la velocidad, la utilización racional de la técnica de conexión de
marchas, la utilización de la recuperación con la consideración del perfil y estado de la vía, y también
a una valoración correcta de las condiciones viales en sí.
Deceleración y estacionamiento.
La disminución de la velocidad de movimiento del automóvil es necesario producirla suavemente, con
máxima utilización de la recuperación. La utilización de la recuperación es la más efectiva, durante el
movimiento por vías con perfil variable. El frenado del automóvil con ayuda del sistema de frenado de
trabajo es necesaria cumplimentarla no desconectando el embrague, y con el pedal de aceleración en
posición de marcha en vacío. Con conducción económica del automóvil el freno es necesario
utilizarlo sólo para fijar la situación del automóvil.
En el proceso de movimiento el conductor debe elegir tal velocidad, que le garantice durante la
variación de la señal del semáforo la aproximación a la intersección mediante la recuperación, o sea
con la energía cinética acumulada. Tal régimen es seguro, y la técnica de su utilización es sencilla.
Para el movimiento con recuperación es necesario accionar el embrague, poner la caja de velocidad
en neutral y dejar libre el pedal de suministro de combustible.
La utilización de la recuperación puede garantizar, en dependencia de la complejidad de las
condiciones de explotación, una economía de consumo hasta de un 4%. El mayor efecto de la recu-
peración se obtiene en magistrales con bajadas prolongadas, en las cuales se puede economizar
hasta un 10% de combustible.
En condiciones urbanas, la duración del trabajo en el régimen de deceleración forzada, de los
vehículos pesados alcanza el 25% del balance general de tiempo de permanencia en la línea. En
este régimen el motor no realiza trabajo útil, no obstante consume del 8-12% de su gasto general de
combustible.
Durante el trabajo del motor de carburación en este régimen, debido al brusco cierre de la mariposa
se genera un significativo e innecesario enriquecimiento de la mezcla carburante que ingresa al
cilindro del motor. En el diesel, a bajas frecuencias de rotación, la presión de inyección disminuye y
empeora la calidad de pulverización y con ello la eficiencia del proceso. Por eso estos regímenes se
acompañan de incrementos de la emisión de productos de la combustión incompleta (CO y CH).
Experimentos especializados demuestran que el frenado de los vehículos pesados de capacidad de
carga media, desde V=30-40 km./h hasta su parada total, conducen a pérdidas irreversibles de
energía, equivalentes a 60 g. de combustible.
En los motores con nueva tecnología se utilizan dispositivos que permiten el corte de la inyección
cuando se produce la deceleración con el freno motor, contribuyendo a un ahorro de combustible en
esta fase de movimiento.
Vencimiento de pendientes.
La técnica de vencimiento económico de pendientes está vinculada con la magnitud y prolongación
de la pendiente. En todos los casos, en el vencimiento de pendientes es necesario evitar los cambios
de marcha.
En el proceso de movimiento en vías con perfil variable, la pendiente máxima que puede vencer el
vehículo se encuentra generalmente entre un 30-34%. El automóvil puede, sin particulares
complejidades, vencer pendientes sin impulso de las siguientes magnitudes: en 1ra marcha de 30-
34%, en 2da marcha de 18-20%, en 3ra de 10-12%, en 4ta de 6-8% y en 5ta de 6%. La mayor
magnitud se relaciona con vehículos ligeros y las menores con vehículos pesados, durante el
movimiento por vías con recubrimiento rígido.
Las pendientes no prolongadas, con buen recubrimiento de la vía, es necesario vencerlas con
impulso, mediante la adecuada composición de la velocidad en la marcha directa.
Es necesario recordar, que mientras mayor velocidad, mayor reserva de energía. Es necesario
valorar la posibilidad del vencimiento dinámico de pendientes en las marchas superiores, por su
incidencia en el consumo. Durante el movimiento en pendientes con bajas velocidades, debido al
aumento de Pc la velocidad cae tanto, que es necesario proceder a la reducción de la marcha, lo cual
se acompaña con un incremento del consumo del combustible. Con mayores velocidades antes de la
pendiente, el vehículo podría moverse con determinada reserva de energía, suficiente para el
vencimiento de la resistencia al movimiento en marchas superiores.
Una pendiente abrupta y prolongada es necesario vencerla en las marchas inferiores, para así
alcanzar la Pt nec durante el movimiento. En estas condiciones el movimiento es más económico en la
medida en que mayor sea la marcha, y sin que el mantenimiento del movimiento en una marcha
determinada implique una sobrecarga para el motor. Es peligroso en pendientes abruptas, realizar el
cambio de marcha durante el vencimiento de la pendiente. Aquí se pone de manifiesto la habilidad y
capacidad del conductor.
Movimiento en bajadas.
El movimiento en bajadas puede realizarse con recuperación, con conexión de los retardadores de la
caja de velocidad o por la vía del frenado con el motor. Durante el frenado con el motor, el pedal de
entrega de combustible se hace necesario llevarlo a la posición de marcha en vacío, con conexión de
las marchas inferiores. El movimiento de recuperación con el motor desembragado o con la conexión
de la marcha superior, trae aparejado un incremento de la velocidad y una reducción en el consumo
de combustible. En este caso la calificación del chofer, sin violar la seguridad del movimiento, hace
posible utilizar la energía cinética del vehículo como una reserva en el proceso de vencimiento de la
pendiente.
Está claro, que en bajada la velocidad del movimiento depende del estado de la vía, la longitud del
tramo, su inclinación y también de las condiciones del entorno. En bajada, el vehículo generalmente
pierde parte de su energía, a causa del frenado. La velocidad media de los vehículos ligeros en vías
montañosas disminuye, por esta razón, en un 30-40% y en vehículos pesados en un 60-70%.
El conductor de un vehículo debe recordar que en la bajada, bajo la acción de la fuerza tractiva la
velocidad constantemente aumenta. En tramos con pendientes mayores del 6%, el chofer debe
controlar la velocidad de movimiento con el frenado motor, lo cual se acompaña de un incremento del
consumo.
Según las condiciones de seguridad del movimiento vial, apagar el encendido y desconectar la
marcha en bajadas escarpadas está absolutamente prohibido. En bajada es racional conectar la
marcha, que en este tramo nos garantice la subida efectiva del automóvil. El trabajo efectivo y
económico del automóvil en bajadas es posible sólo después de un entrenamiento reiterado.
Movimiento en vacío.
En este régimen el motor no desarrolla trabajo útil, por ello debe ser reducido al mínimo. En el caso
de una parada prolongada, sea planificada o no, el chofer no debe exceder el tiempo de trabajo del
motor en marcha en vacío por encima de los dos minutos. Detener el motor en un semáforo, que
trabaja en un ciclo normal, no es deseado. La sustancial influencia del régimen de marcha en vacío
en los indicadores económicos del vehículo, se relaciona con la prolongación del trabajo del motor en
regímenes de cargas parciales (hasta 30-40% de la potencia), incrementando considerablemente el
consumo de combustible. La correcta regulación de los parámetros del sistema de marcha en vacío y
su correcta explotación técnica garantizan la disminución del consumo en un 1-1,5%.
La duración del trabajo del motor en marcha en vacío en ciudad en los vehículos ligeros constituye
del 17-22%, en los ómnibus 29%, alcanzando en los vehículos ligeros que trabajan como taxis un 30-
35%.
En las condiciones rurales su duración, en dependencia de los parámetros y del estado de la red vial,
y de las características del flujo de transporte, puede encontrarse entre los límites del 1-5%. Los
mayores valores se relacionan con condiciones de saturación de las vías magistrales. Los motores
modernos poseen dispositivos, que apagan el motor, cuando el tiempo en vacío es elevado, siempre
y cuando no se accione el pedal de suministro de combustible.
La ruta o itinerario de movimiento.
El correcto conocimiento de las reglas del movimiento vial, la ubicación de las calles y la red vial de la
ciudad, su estado, y también la intensidad del movimiento vial en el período concreto, son
componentes de la conducción económica del automóvil. Todo esto permite al chofer orientarse
rápido y correctamente en la situación concreta y elegir lo más racional para las condiciones dadas de
la ruta de movimiento. Los sistemas de información vía satélite, si bien constituyen una ayuda
inestimable, pues brindan información acerca de la congestión de las vías y las posibles rutas hasta el
lugar de destino, no excluyen la necesidad del conocimiento de las características viales por el
conductor, pues la información no es completa. El chofer que ha trabajado durante un tiempo
prolongado en una u otra zona, debe conocer correctamente las características de la ruta: extensión,
cantidad de semáforos y entrecalles, el estado de la red vial, las variantes de rutas económicas y
ubicarse en la más racional, la cual garantice mayor V y menor consumo.
El adelantamiento en la vía.
Los motivos del adelantamiento pueden ser diferentes, pero si éste se desarrolla para economizar el
combustible, entonces el chofer debe conocer algunas de sus reglas generales y las cualidades
potenciales de consumo-velocidad de su vehículo. La táctica y la técnica de cumplimiento del
adelantamiento en las condiciones rurales y urbanas, se diferencian notablemente. En condiciones
rurales la posibilidad y necesidad del adelantamiento surge con mayor frecuencia.
Para un adelantamiento económico se hace necesario elegir bien la distancia, para no aproximarse al
vehículo en movimiento, de modo que no implique la necesidad de conexión de la marcha inferior,
con la consecuente maniobra. En todos los casos de adelantamiento, es necesario cumplimentar la
regla de que la velocidad que se adquiere no sea necesaria reducirla, ni producir el frenado o el
estacionamiento del vehículo después de realizado. No debe olvidarse que el adelantamiento, en la
mayor parte de los casos, está relacionado con un consumo complementario de combustible. En
condiciones urbanas la Vm, desde el punto de vista cuantitativo, no determina el consumo durante el
adelantamiento, pero este se incrementa en un 20-25%.
En la mayoría de los casos el adelantamiento lo desarrollan vehículos ligeros. El chofer debe
determinar correctamente la velocidad del medio de transporte y la existencia delante de él de
espacio libre. La salida temprana del vehículo de la fila para el adelantamiento se acompaña de un
incremento de la duración de la maniobra y la prolongación del recorrido. La salida tarde conduce al
crecimiento de la aceleración y a un consumo complementario de combustible. En autopistas de
varias vías, la salida para el adelantamiento no posee complejidad particular, pero en vías de doble
sentido hay que prestar atención a la seguridad del movimiento.
Movimiento en tramos de vías curvas.
El movimiento en curvas siempre se relaciona con cantidades complementarias de combustible
consumido en un 1-8%. Según las condiciones de seguridad del movimiento, en las curvas es
necesario transitar con velocidades acordes a las regulaciones viales.
La curva plana con radio de curvatura mayor de 1000 m, garantiza velocidades óptimas de
movimiento, y para radios de curvaturas de 2000 m las condiciones de movimiento se aproximan a
las de tramos rectos de la vía. En los tramos con radios de curvatura alrededor de los 400 m, las
marchas inferiores no se utilizan racionalmente y el movimiento se acompaña con el frenado del
vehículo.
Para transitar por curvas, es necesario prestar atención al suave giro del timón del vehículo. Mientras
más brusco el giro, mayor es la necesidad de hacer girar suavemente el timón. Un giro brusco del
timón a altas velocidades puede conducir al patinaje de las ruedas delanteras y empeorar el
consumo.
CAPÍTULO VII: MÉTODOS ECONÓMICO-MATEMÁTICOS
APLICADOS AL TRANSPORTE.
7.1 Generalidades.
x32 x33 20
3.-No negatividad: xij 0; i 1 : 3; j 1 : 3
MaxZ 960 x11 720 x 21
c).-Función objetivo: 2160 x12 1440 x 22 1200 x32
1120 x 23 640 x33
3.-Formulación concreta del problema.
Una empresa de aviación ha estimado que para el año próximo tendrá que transportar las cantidades
de pasajeros en las rutas que se indican en la tabla:
Ruta Cantidad de pasajeros en cientos Utilidad por cada 100 pasajeros
1 320 1500
2 165 2000
3 190 800
La capacidad de transportación por cada avión, en cientos por año, se da en la tabla siguiente:
Ruta Tipo de avión
A B C
1 15 18 -
2 14 16 13
3 12 - 9
Aviones disponibles 15 14 16
La empresa desea determinar la forma de transportar esos pasajeros de tal manera que se maximice
la ganancia.
Planteamiento matemático:
a).-Definición de variables: xij –cantidad de pasajeros, en cientos, a transportar por el avión i en la ruta
j en el año. i 1 : 3; j 1 : 3
b)-Restricciones:
x11 x 21 320
1.-Cumplimiento del plan de transportaciones por rutas: x12 x 22 x32 165
x13 x33 190
x11 x12 x13
15
15 14 12
2.-Disponibilidad de aviones: x 21 x 22
14
18 16
x32 x33
16
13 9
3.-No negatividad: xij 0; i 1 : 3; j 1 : 3
c).-Función objetivo: MaxZ 1500x11 x21 2000x12 x22 x32 800x13 x33
4.-Formulación del problema:
Una granja desea conocer cuál sería la mejor forma de vincular la caña disponible en n bloques, a los
m centros de recepción con que cuenta. El objetivo del trabajo es minimizar los costos totales de
transportación. Para ello se dispone de la información siguiente: la tarea diaria de cada bloque (bj) y
la capacidad potencial diaria de cada centro de recepción (ai). La transportación puede realizarse por
distintos tipos de transporte, cuyas disponibilidades son conocidas (Dk), al igual que la transportación
promedio diaria por tipo de transporte que se puede realizar (Pk) desde cada bloque j hasta los
diferentes centros de recepción i. El costo de transportar 100 arrobas.km desde cada bloque j a cada
centro de recepción i por el tipo de transporte k es cijk.
Planteamiento matemático:
a).-Definición de índices, variables y parámetros:
i 1 : m centros de recepción
Índices: j 1 : n bloques
k 1 : f tipo de transporte
Variables: xijk –cientos de arrobas de caña a transportar diariamente a los centros de recepción i
desde los bloques j por el tipo de transporte k.
Parámetros:
bj -tarea diaria del bloque j
ai -capacidad diaria del centro de recepción i
Dk -disponibilidad diaria de transporte del tipo k
Pk -transportación promedio diaria al centro de recepción i desde los bloques j por el transporte k,
en cientos de arrobas
b).-Restricciones:
1.-El tiro de todos los bloques, a cada uno de los centros de recepción, por todos los tipos de
transporte:
xijk ai ; i 1 : m
j k
xijk
3.-Disponibilidad del transporte: i j
Pk
Dk ; k 1 : f
Los problemas analizados han sido simplificados en función de alcanzar el objetivo docente que
persiguen, pues los reales de la producción son mucho más complejos, en cuanto a la cantidad de
situaciones. Por otro lado, los presentados no abarcan todo el espectro de los problemas del
transporte, objetivo imposible de conseguir en un curso con temáticas tan amplias y diversas y con
poco tiempo de desarrollo. Hemos abordado el estudio de materiales homogéneos, no obstante en la
práctica se presenta la situación de tener que transportar productos no homogéneos en diversos tipos
de transporte. De igual forma no se han abordado los problemas de transportación con reservas, de
distribución de productos surtidos, transportaciones especiales y la planificación de la producción y la
transportación.
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