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La periodista Lidya Cacho se enfrentó a un dilema ético cuando publicó su libro "Los demonios del Edén" que exponía una red de trata de blancas y pedofilia. La red intentó intimidarla con amenazas y torturas para evitar la publicación. Lidya tuvo que decidir entre proteger su seguridad personal o buscar justicia para las víctimas. A pesar de los riesgos, decidió publicar el libro y apoyar a las víctimas, anteponiendo el bien común sobre su propio interés, mostrando
La periodista Lidya Cacho se enfrentó a un dilema ético cuando publicó su libro "Los demonios del Edén" que exponía una red de trata de blancas y pedofilia. La red intentó intimidarla con amenazas y torturas para evitar la publicación. Lidya tuvo que decidir entre proteger su seguridad personal o buscar justicia para las víctimas. A pesar de los riesgos, decidió publicar el libro y apoyar a las víctimas, anteponiendo el bien común sobre su propio interés, mostrando
La periodista Lidya Cacho se enfrentó a un dilema ético cuando publicó su libro "Los demonios del Edén" que exponía una red de trata de blancas y pedofilia. La red intentó intimidarla con amenazas y torturas para evitar la publicación. Lidya tuvo que decidir entre proteger su seguridad personal o buscar justicia para las víctimas. A pesar de los riesgos, decidió publicar el libro y apoyar a las víctimas, anteponiendo el bien común sobre su propio interés, mostrando
activista se encontró en una disyuntiva al momento de publicar su libro "Los demonios del Edén", puesto que en él exponía de manera explícita la identidad y modus operandi de una red de trata de blancas, pedofilia y corrupción que al darse cuenta de las intenciones de la autora decidió contactarla abusando de la posición de poder que ostentaba, para así intentar amedrentarla en base a amenazas, torturas, privación de libertad y hasta manipulación, situación en la cual Lidya tuvo que decidir entre proteger su integridad personal o buscar justicia por las víctimas.
Así que bajo este contexto y teniendo en
cuenta la "indemnización" que le propuso la organización delictiva, podría pensarse en un primer plano que la vida de Lidya habría acabado por tener más peso en la toma de su decisión; sin embargo, ella decidió superponer el beneficio común sobre el suyo al seguir adelante con su investigación y apoyo a las víctimas, siendo un claro ejemplo de integridad ética. En este caso el compromiso moral de Lidya es la imagen de la frialdad que se necesita para elegir la decisión razonable sobre la que nos favorece. En nuestra opinión, sus estándares son noble y razonables, pero admitimos que de encontrarnos en esa posición, probablemente no tomaríamos la decisión más ética, a diferencia de Lydia