Está en la página 1de 2

SANTO TOMAS DE AQUINO

Libro Criminología – Autor: Dr. Luis Rodríguez Manzanera

Es la figura de mis alta categoría en el pensamiento de la Edad Media; revive a los clásicos griegos
con 16 siglos de diferencia, dando a la filosofía griega una orientación teológico-espiritual.

Su obra es enorme, baste mencionar la Suma Teológica, la Suma contra los Gentiles, el Gobierno
de los Príncipes, Comentarios a las Obras Aristotélicas, etc.

Explica el robo fíunélico, nos habla en una de sus páginas más bellas del tiranicidio ("así como es
lícito resistir a los bandidos, es igualmente lícito resistir a los malos príncipes"), desarrolla por
primera vez, y estamos hablando del siglo xiii, una doctrina general del socialismo, que
posteriormente, en el siglo xix, algunos autores alemanes e ingleses van a desarrollar.

Otro aspecto muy importante en Tomás, y que me parece uno de los pilares fundamentales de la
moderna Criminología, es el decir que las virtudes también dependen de las disposiciones del
cuerpo, es decir, en el siglo xrii ya se habla de predisposición, y en esto Tomás es claro, pues afirma
que hay gentes que por las disposiciones del cuerpo tienden al mal, tienden al pecado, y entonces
estos individuos no son tan culpables como parecen, pero también hay quienes por las
disposiciones del cuerpo tienden a la virtud y entonces no son tan santos como aparentan.

Sin embargo, existe siempre la voluntad en su sentido más amplio, el hombre goza del libre
albedrío en cuanto está dotado de razón.

Penológicamente, "En esta vida no se castiga por castigar. El valor de los castigos impuestos al
hombre es un valor medicinal y tiende a lograr la seguridad pública y la curación del delincuente".

Según la mentalidad de Santo Tomás, con bases aristotélicas, en la que hay una posición de unidad
en el universo, en la existencia humana no habrá una separación absoluta entre responsabilidad
moral y responsabilidad penal. Pero, a la vez, Santo Tomás es consciente de que tampoco existe
una confusión entre ellas, no confunde lo espiritual y lo temporal, ni tampoco la justicia divina y la
justicia humana.

Tomás de Aquino creía que el crimen era un pecado contra la ley de Dios y una violación
de la ley natural. Sostuvo que los delitos podían cometerse mediante actos u omisiones, y
que la intención o mens rea del delincuente era un elemento necesario para que se produjera
el delito. Por ejemplo, si alguien accidentalmente causó daño a otra persona, no sería
culpable de un delito porque no tuvo la intención de hacer daño.
Las virtudes dependen de las disposiciones del cuerpo, es decir ya se habla de
predisposición

También podría gustarte