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Entrevista con Juan Pablo Duarte y Diez

Por: Eugenio Matos Meléndez


Tomándonos prestado el armario del viejo profesor por el que Lucy, Edmond, Susan y Peter
viajaron por primera vez desde las afueras de Londres en guerra hasta el maravilloso y
justísimo mundo de Narnia nos hemos aventurado a enviar nuestro reportero hasta los
confines de la historia para que en un dialogo abierto, franco y sincero obtenga las
impresiones del fundador de nuestra nacionalidad.

P: Hola Don Padre de la patria. ¿Así debemos decirle o tal vez Sr. Duarte?

JPD: No, no, me podéis llamar Juan Pablo que era el nombre con que me conocieron mis
amigos y familiares.

P: Pues bien Juan Pablo, ¿Cómo te surge la idea de fundar una nueva nacionalidad?

JPD: Era yo bien joven entonces y gracias a los modestos recursos que tenia a bien mi
padre por medio de sus actividades comerciales tuve la oportunidad de extender mis
estudios en los Estados Unidos y Luego en Europa, España y principalmente Francia dónde
a la sazón las ideas revolucionarias de la democracia eran la última moda, eso despertó en
mí el deseo de ver a mi pueblo viviendo en las mismas condiciones, subiendo la mirada al
cielo pronuncié: “Dios ha de concederme bastante fortaleza para no descender a la tumba
sin dejar a mi Patria libre, independiente y triunfante “

P: ¿Entonces el problema no eran los Haitianos sino su forma de Gobierno?

JPD: “Yo admiro al pueblo haitiano desde el momento en que, recogiendo las páginas de su
historia, lo encuentro luchando desesperadamente contra poderes excesivamente superiores
y veo cómo los vence y como sale de la triste condición de esclavo para constituirse en
nación libre e independiente. Le reconozco poseedor de dos virtudes eminentes, el amor a
la libertad y el valor”

P: ¿Si los Haitianos hubiesen gobernado con sentido de justicia y democráticamente, no nos
hubiéramos independizado de ellos?
JPD: Tal vez hubiésemos permanecido mas tiempo unido a su destino pero
indefectiblemente teníamos que alcanzar la soberanía, por eso una vez le exprese a mi buen
amigo Don José María Serra que “Si los españoles tienen su monarquía española, y Francia
la suya francesa; si hasta los haitianos han constituido la Republica Haitiana, ¿por qué han
de estar los dominicanos sometidos, ya a la Francia, ya a España, ya a los mismos haitianos,
sin pensar en constituirse como los demás?”

P: Pero en la actualidad aunque convivimos con muchísimos Haitianos que cruzan la


frontera, la mayoría de los Dominicanos nos parecemos más a los Estadounidenses que a
los Españoles, y muchos jóvenes anhelan irse a vivir a otos países en busca de mejores
condiciones de vida; ¿no sería mejor si formáramos parte de los Estados Unidos, por
ejemplo?

JPD: “La Nación dominicana es la reunión de todos los dominicanos. La Nación


dominicana es libre e independiente y no es ni puede ser jamás parte integrante de ninguna
otra Potencia, ni el patrimonio de familia ni persona alguna propia ni mucho menos
extraña.”

P: Hemos oído decir que las cosas están así por la culpa de los políticos, que opinas de la
política.

JPD: “La política no es una especulación; es la Ciencia más pura y la más digna, después de
la Filosofía, de ocupar las inteligencia nobles.” Les insto a todos los jóvenes a prepararse y
cuando le llegue el momento de asumir el sacrificio por los ideales de la patria no rehuir a
su compromiso para que su lugar no sea ocupado por los enemigos de la nación.

P: ¿Si llegáramos a ocupar la presidencia de la República cual debe ser nuestra misión?

JPD: Agradézcanle al pueblo que los eligió con las siguientes palabras y cumpliendo el
compromiso contenido en ellas “Sensible a la honra que acabáis de hacerme,
dispensándome vuestros sufragios para la primera Magistratura del Estado, nada me será
más lisonjero que saber corresponder a ella llenando el hueco de vuestras esperanzas, no
por la gloria que de ello me resultaría, sino por la satisfacción de veros, cual lo deseo,
libres, felices, independientes y tranquilos, y en perfecta unión y armonía llenar vuestros
destinos, cumpliendo religiosamente los deberes que habéis contraído para con DIOS, para
con la PATRIA, para con la LIBERTAD y para con vosotros mismos.”

P: ¿No te cansas nunca, ni te sientes decepcionado por todas las cosas que han pasado con
nuestro país?
JPD: Aunque he tenido que sufrir persecuciones, traiciones e incluso verme desterrado de
mi patria por mantenerme fiel al juramento de libertad, para animarme siempre repito en
mis adentros, las siguientes palabras “Trabajemos, trabajemos sin descansar, no hay que
perder la fe en Dios, en la Justicia de nuestra causa y en nuestros propios brazos.”

P: Apreciamos mucho el tiempo que nos has regalado y tus sabias palabras, permítenos
agradecerte en nombre de todos los lectores de Periodikidto todos tus sacrificios a la vez de
que nos comprometemos a que como tú defenderemos la causa de la patria honrando su
enseña con nuestra sangre si fuese necesario. Antes de irnos te pedimos un último consejo
para nuestros jóvenes.

JPD: Dos cosas he de decirles, “Sed justos lo primero, si queréis ser felices. Ese es el
primer deber del hombre; y ser unidos, y así apagaréis la tea de la discordia y venceréis a
vuestros enemigos, y la patria será libre y salva. Yo obtendré la mayor recompensa, la única
a que aspiro, al veros libres, felices, independientes y tranquilos” segundo “Seguid, jóvenes
amigos, dulce esperanza de la patria mía, seguid con tesón y ardor en la hermosa carrera
que habéis emprendido y alcanzad la gloria de dar cima a la grandiosa obra de nuestra
regeneración política, de nuestra independencia nacional, única garantía de las libertades
patrias. Dios, Patria y Libertad Seguid, repito, y vuestra gloria no será mejor por cierto que
la de aquellos que desde el 16 de julio de 1838 vienen trabajando en tan santa empresa bajo
el lema venerable de Dios, Patria y Libertad, que son los principios fundamentales de la
República Dominicana

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