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LA PERLA - JOHN STEINBECK

Álvarez Calderón Susana


Fernandez Zeta Karen
Loli Marreros Marly

John Ernst Steinbeck, Jr. fue un escritor estadounidense ganador del Premio Nobel
de Literatura y autor de conocidas novelas como De ratones y hombres, Las uvas de la ira, La
perla y Al este del Edén, famoso por sus novelas que lo ubican en la primera línea de la
corriente naturalista o del realismo social americano, junto a nombres como Erskine
Caldwell y otros.

Steinbeck arranca su historia en un mundo que bien pudiera representar a un orden


social universal, un entorno conflictivo e injusto en el que no hay un reparto equitativo de
las riquezas. Existe además un contexto histórico concreto relacionado con el indigenismo y
el colonialismo que particulariza la trama en unas circunstancias determinadas. Se trata de
una sociedad de castas formada por dos grupos cerrados: los europeos y descendientes de
europeos que tienen la riqueza y el poder, por una parte, y los indígenas que se ven
sometidos a condiciones de semiesclavitud cuando no de esclavitud por otra. La poca
permeabilidad de una clase social a otra es el germen que explica la visión maniquea que
tiene del mundo Steinbeck y que aparece en la novela.

La Perla es una historia sobre la vida y sus tremendas palizas, pero no se basa en la
reflexión gratuita, sino que, a través de la simpleza de los tres personajes principales, nos
enterneceremos y exploraremos la maldad y la bondad humanas con ellos. Kino y su mujer
quieren lo mejor para su hijo Coyotito y por eso, cuando encuentran “la perla del mundo”
sólo piensan en darle lo mejor, aunque Juana siempre desconfíe del supuesto poder de la
perla. Lo que no saben es que esa perla está maldita y aun cuando lo descubran no se
rendirán, querrán llegar hasta el final. Los personajes significan la inocencia del mundo, la
lucha ante las dificultades y ante la envidia humana, y la mentalidad de que más vale
conformarse con pájaro en mano que cientos volando. La perla puede asegurar un futuro, al
igual que el cuento tradicional de la lechera, pero a veces es mejor no soñar y quedarse con
los pies en la tierra.

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