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Si volviesen sus majestades

Si volviesen sus majestades (Spanish Edition) Ignacio Padilla Si volviesen sus majestades
(Spanish Edition) Ignacio Padilla Esta no es una novela, es el último borrador de una novela que
jamás existió. Un borrador que se autodestruye constantemente y un diario íntimo que aspira
a ser público. Lo escribe el solitario responsable de un reino que ha sido abandonado por sus
amos. Entre lagartos albinos, teléfonos, televisores, historietas y remordimientos, el narrador
de esta historia vive exiliado del tiempo y del espacio. Sólo le acompaña y consuela su bufón,
el único capaz de comprender la tragedia de su vida y de seguir con él hasta el final del mundo.
Con esta novela, donde el Apocalipsis alcanza incluso al lenguaje, Ignacio Padilla ha realizado
una de las propuestas más audaces y entretenidas de la literatura mexicana de las últimas
décadas. Versión fatalista y cómica de la búsqueda del Santo Grial, Si volviesen sus majestades
demuestra por qué el absurdo sirve mejor que nunca para explicar la condición humana…

Ursúa
Sinopsis
En 1543, con solo dieciséis años, deseoso de fortuna y aventuras guerreras, el joven
Pedro de Ursúa viaja al Nuevo Mundo. Desembarca en Perú, confiando en que la tierra
de los incas le depare, como a tantos hasta entonces, riqueza y poder; sin embargo, se
encuentra con una región turbulenta, dividida entre bandos de conquistadores tan
apegados a sus nuevas rapiñas que recelan de cualquier recién llegado. La llegada de su
tío Miguel Díaz de Armendáriz a Cartagena lo libra de este panorama sin promesas, y
bajo su padrinazgo comienza una larga y codiciosa carrera de conquista, y después, libre
de disposiciones oficiales, se entrega a sus sueños de riqueza y de gloria.
Con todas las contradicciones de los grandes hombres -cruel y compasivo, audaz y
conservador, obediente e indócil, enamorado y misógino-, Pedro de Ursúa es el resumen
de las violentas pasiones que asolaron las Indias Occidentales.
«Ahora había un destino a la medida de la ambición de Pedro de Ursúa, y a partir del
momento en que tuvo noción del rumbo del tesoro, ya no le interesaron los asuntos de
la gobernación. Creo que revela cuán joven era, esa capacidad de abandonar un
capricho y dedicarse a otro con la misma ceguera y la misma pasión.»
La serpiente sin ojos

El colombiano William Ospina (1954) culmina su trilogía sobre la conquista del Nuevo
Mundo con La serpiente sin ojos. Después de usurpar la identidad de los colonizadores
españoles en primera obra Ursúa (La otra Orilla) seguida de la claustrofobia y detallista
El país de la Canela, ha vuelto a recrear palmo a palmo a los hombres y mujeres que se
asomaron a ese mundo tan igual y a la vez tan diferente. Cada ser humano se dibuja en
su nueva vertiente, en la tensión y el poder que la conquista otorga para enfrentarse a
sus propios fantasmas, anhelos y ambiciones. Sorprende esta trilogía en un autor de
poesía y ensayo, por eso nos gustaría saber en primer lugar como Ospina se convierte
en narrador exuberante al cumplir los cincuenta años.

Casi no fue un propósito sino la consecuencia natural de un proceso. Después de la poesía


tuve la necesidad de escribir ensayos sobre temas literarios libros y autores. El ensayo me
llevó a temas históricos y politicos que cada vez tenían más una pretensión narrativa.
Como si algo me empujará a la novela que no había escrito. Así comencé a escribir este
relato que se fue extendiendo y dividiendo hasta abarcar estas tres obras. Por tanto no fue
algo premeditado sino un paso al que el camino de la literatura me llevó.

Explicar los cambios producidos en la conquista de América supondría un esfuerzo


titánico de síntesis que Ospina se atreve a esbozar en su introducción:
“Sin entender jamás esos reinos, vinieron a engendrar en su arcilla una humanidad
perpleja que no puede creer en Dios pero lo necesita, que no consigue creer en la ley
pero no puede vivir sin invocarla, que no consigue amar el mundo en que nació porque
la herencia venía profanada y calumniada, porque el tesoro estaba saturado de
maldiciones.”
Le preguntamos a Ospina qué sucedió realmente en la conquista de América para que
se desbocara todo de aquella manera:

Lo que nosotros llamamos la conquista de América no es un hecho más de la historia, sino


un hecho fundamental de la historia del mundo. Dos mitades del mundo que no se habías
visto jamás se encontraron después de haberse desarrollado cada una por separado, dos
cosmología, dos visiones, una cierta visión de la vida, de la muerte y de la civilización se
produjo un choque. Cada quien llama salvaje a lo que no está acostumbrado.
Repugnancias y aversiones mutuas que como no se dio un exterminio sino un mestizaje se
hizo muy lento el proceso de asimilación y la síntesis del mundo patriarcal cristiano y el
animista selvático. En todos los procesos de mezcla hay una continua definición de lo que
se es. Esta mirada tiene como resultado la incapacidad de reconcerse en ese nuevo mundo
tanto para unos como para otros. Para mí son estímulos para la imaginación.
Esos españoles llamados conquistadores le inspiran a usted unos determinados
sentimientos, ¿Cuáles son?

Yo escribí estas novelas para tratar de contestarme esas preguntas ¿Qué pienso yo de estos
conquistadores? Es muy fácil caer en una versión en blanco y negro, como paladines de la
civilización o como genocidas horrorosos. El mundo no es tan simple, no existe el bien ni el
mal como cosas encarnadas únicas monolíticas sino que hay una complejidad que nos hace
imposible entender América sin el viejo mundo. No fue un mero rol ni un simple crimen. El
avance de la lengua nombrando un mundo desconocido, el esfuerzo de los que
abandonaron la sed de oro y de poder para construir verbalmente esos nuevos lugares,
plantas y animales es algo que me atrajo mucho.

El ser humano es capaz de todo de las mayores abnegaciones y de las mayores


aberraciones. Si ahora ocurriera una catástrofe planetaria lo peor que hay en nosotros
nos convertiría de nuevo en bestias salvajes.

El narrador de esta obra, el mismo de las dos anteriores parece inhibirse a los actos de
quienes le rodean, pasando de puntillas sobre los acontecimientos, sin embargo, llegado
un momento se implica y posiciona como culpable de ocasionar una masacre. ¿En
realidad no hay nadie que se salve?

Ese narrador representa a quienes en los tiempos que corren no nos sentimos ni víctimas
ni victimarios, sino seres que no hacemos lo suficiente por la justicia, el orden y la
civilización pero como otros tienen mayores culpas que nosotros nos sentimos cómodos en
nuestra postura.

Necesitamos una mayor información sobre las responsabilidades que los nuevos desafíos
nos pide. Esto exige desconfiar de los líderes y debemos asumir unas responsabilidades
mínimas sobre nuestra función social. Cada quien debe participar en esa nueva sociedad y
en vez de eso elegimos a quien puede pagarse las campañas publicitarias para salir
elegidos. Nuestra responsabilidad con el planeta debe ir más allá de lo que el capital o los
políticos exigen.

Mientras Ursúa era una novela de guerra, El país de la canela parecía más de viajes ¿En
qué género encuadramos La serpiente sin ojos?

En todos los casos esa es la tendencia principal, Ursúa también es un viaje, El páis de la
canela es también un viaje interior. La serpiente sin ojos es más una novela de amor,
cuando Ursúa tiene todo listo para buscar esas tierras de las que ya es gobernador sin
conecerlas se enamora de una mestiza y eso cambia su visión del mundo. Ya no quiere ser
conquistador, no quiere aventuras distintas que estar con ella, aunque la realidad se
impone y tiene que ir tras ella. Ese amor esta muy matizado por el hecho mismo de la
aventura, la vecindad de la selva y el peligro de los hombre que empiezan a ver que este
guerrero como un jefe que ya les descuida al tener otros dioses (diosa) a quienes servir
siendo el amor el nudo principal de la historia y a la vez el desencadenante de la tragedia.

Sorprendentemente cuando empieza el viaje la obra está cercana a terminar ¿Cómo es


esto asi?
Yo no me proponía hacer una novela de aventuras, la anterior era así ya. En este caso me
interesaba menos la selva que el drama interior de estos personajes, que fueron
madurando la tragedia. La lenta parálisis del capitan sin deseos de viajar, una aventura
kafkiana de un guerrero que no quiere guerrear, de una aventurero que ya no quiere
conquistar y de un ambicioso que ya encontró el objeto de su ambición. Todo eso se fue
volviendo una metáfora del papel de la selva que los hunde en la melancolía y la locura.
Esa es la locura secreta que tiene esta obra. Cuando se enfrenta a su principal enemigo, la
selva, descubre la imposibilidad de la aventura.

Relato denso, profundo, untuoso y especiado de un riquísimo vocabulario, donde cada


palabra y cada frase requiere una lectura reposada, masticar todas las letras para
exprimir los senderos filosóficos ocultos en todas ellas. Verdaderas puertas a otros
cuentos y a otras vidas, compendio de la sabiduría clásica de la época. Se construye así
un libro que descubre el verdadero poder la selva, lo absolutamente magnético del amor
y el abismo al que el poder empuja a quienes lo eligen como amo.

El vigilante

Trama[editar]
Larkin Conner Barkley es la hija del multimillonario Conner Barkley. Un día, Larkin iba
conduciendo por la carreteracuando chocó contra otro coche.
Un herido y dos pasajeros iban dentro de él. Cuando Larkin intentó llamar a
una ambulancia, los pasajeros y el herido escaparon. Sin embargo, Larkin tomó las placas,
y la policía las reconoció. Eran de George y Elaina King. George y Elaina King eran
unos criminales.
Entonces, los King contactan a Alexander Meesh, otro criminal, para que mate a Larkin,
puesto que ella era una testigo de cómo los King habían huido, e iba a declarar en su
contra en unas semanas.
A pesar de que estaba dentro de un programa de protección casi la matan, y por eso, su
padre, Conner Barkley, decide contratar a Joe Pike para proteger a Larkin.
Una serie de pistas van descifrando que alguien que conoce a Joe Pike o a Larkin está
diciendo a los criminales dónde se encuentra ella. Así que Joe Pike decide alejarse de
todos los que conoce, excepto de Elvis Cole, un detective y amigo. Varias veces intentan
matar a Larkin, pero esto disminuye cuando Pike la aleja de todos los demás que conoce.
Mientras la investigación continúa, varios datos revelan que George y Elaina King están
muertos, y que quien desea matar a Larkin es Alexander Meesh, impulsado por razones
desconocidas.
Pike mantuvo a salvo a Larkin varios días. Pero una entrevista hecha por Elvis Cole a una
empleado de la policía nacional, descubrió que Alex Meesh había muerto.
Todos estos datos, llevaron a Pike y Cole a investigar a profundidad los contactos de los
King y de Meesh.
Descubrieron a un señor, Khali Vahnnich, que distribuía dinero a narcotraficantes y
delincuentes buscados. Varias otras pistas dieron lugar a la idea de que Vahnnich era el
que quería matar a Larkin, pero no sabían porqué.
Entonces, una empresa de Conner Barkley se ve envuelta en una serie de misteriosas
compras de bienes, y Pike investiga a Conner Barkley. Sin embargo, Conner confiesa que
su abogado había estado comprando y vendiendo bienes sin que él se diera cuenta, y
había escapado.
Entonces, Pike comenzó a buscar una razón, y dio con el resultado: Vahnnich había
prestado una cantidad enorme de dinero a los King. Los King habían demorado mucho en
pagar, y decidieron pedir fondos a el abogado de Conner Barkley, que era narcotraficante.
Khali se desesperó y mató a los King, mientras exigía al abogado de Conner que le
pagara.
Pike se dio a la tarea de rastrear a Khali, y pidió ayuda a Frank García, un mexicano que
podía rastrearlo, para encontrarlo. Elvis y Joe encontraron a Khali, rescataron a Larkin y
mataron a Vahnnich. De todo el trabajo hecho, Joe Pike no recibió nada, puesto que
decidió darle el dinero a Jon Stone, un amigo de Joe.

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