0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
10 vistas1 página
Este documento contiene la declaración voluntaria de Juan Martínez sobre el asesinato de Nerea Gómez. Juan confiesa que mató a Nerea la noche del 24 de septiembre cerca de un restaurante después de que ella rechazara sus sentimientos por ella de forma fría. Juan explica que empujó a Nerea con fuerza durante una discusión, lo que hizo que se golpeara la cabeza contra la pared y comenzara a sangrar. Juan entró en pánico y huyó, aunque más tarde se dio cuenta de que
Este documento contiene la declaración voluntaria de Juan Martínez sobre el asesinato de Nerea Gómez. Juan confiesa que mató a Nerea la noche del 24 de septiembre cerca de un restaurante después de que ella rechazara sus sentimientos por ella de forma fría. Juan explica que empujó a Nerea con fuerza durante una discusión, lo que hizo que se golpeara la cabeza contra la pared y comenzara a sangrar. Juan entró en pánico y huyó, aunque más tarde se dio cuenta de que
Este documento contiene la declaración voluntaria de Juan Martínez sobre el asesinato de Nerea Gómez. Juan confiesa que mató a Nerea la noche del 24 de septiembre cerca de un restaurante después de que ella rechazara sus sentimientos por ella de forma fría. Juan explica que empujó a Nerea con fuerza durante una discusión, lo que hizo que se golpeara la cabeza contra la pared y comenzara a sangrar. Juan entró en pánico y huyó, aunque más tarde se dio cuenta de que
Lugar: Comisaría de la Policía de Los Álamos, Calle El Castillo 41 Realizada por: Juan Martínez Contexto previo: Confesión del asesinato de Nerea Gómez
Mi nombre es Juan Martínez y yo maté a Nerea Gómez la noche del 24 de
Septiembre junto al restaurante la Casa Paca. Este ha sido un crimen por amor y no era premeditado. Llevaba tiempo pensando en decirle lo que sentía por ella, pero nunca me atrevía por temor a no ser correspondido. Aquella noche estaba volviendo de la cena con mis padres cuando la vi saliendo con Laura. Cuando Laura se iba y dejaba a Nerea sola creí que ese era el momento perfecto de contarle todo lo que sentía por ella. Tras estar dos minutos hablando, por fin fui capaz de decirle lo que sentía desde hace años y que llevaba tanto tiempo guardando. Le dije que iba a estar mejor conmigo que con nadie y que si me daba una oportunidad se lo iba a demostrar. La reacción de Nerea no me la hubiera esperado jamás, se acercó y me puso la mano sobre el hombre mientras me rechazaba de una forma fría, sin compasión. Lo que sentía yo no era nada parecido a lo que sentía ella. En ese momento le grité que se alejara, que me dejara en paz, pero ella seguía consolándome y cada segundo que pasaba me hacía sentir mucho peor. Sin darme cuenta le empujé, le di con tanta fuerza que tropezó y se dio en la cabeza contra la pared. Estaba en el suelo y sangraba mucho, intenté ayudarla, pero cuando escuché un ruido en el hotel entré en pánico y me fui corriendo hacia mi casa lo más rápido que pude. Cuando llegué a casa me di cuenta de que fue un error irme de allí, pero ya era demasiado tarde, si me entregaba ahora, nadie creería que fue un accidente. Mi intención nunca ha sido hacer daño a nadie, espero que algún día su familia pueda perdonar lo que hice.
El Nombre de Zulema Hernández Salió A La Luz Pública Gracias A La Serie de Entrevistas Que Julio Scherer García Hizo Con Presos Célebres y Que Publicó en Su Libro Máxima Seguridad