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Letty Cando, apuñalada, violada y desmembrada

8 de septiembre de 2023

Mamá de un hijo

Nos fuimos de fiesta, cervezas iban y venían. Me presentaron a esta chica que sinceramente
estaba alocada quería beber, se emborrachó y yo también, esta tal Letty estaba muy buena.
Ella me dijo que no tenía como regresar y yo ofrecí mi casa para continuar la fiesta, ella estaba
hecha la estrecha y yo presioné hasta que todos dijeron que si. No metimos a un taxi y
llegamos a mi departamento.

Todos se chumaron y se largaron casi sin acordarse de que ella se quedó dormida en mi sillón,
uno de sus amigos sugierió despertarle, yo le dije que le deje no más descansar que yo le
llevaba a su casa. Él me guiñó y me dijo dale no más, sonriendo.

La tenía ahí, solo para mi, ¿qué hubiera hecho cualquiera en mi lugar?. Se fue de las manos, no
quiso cooperar, por que yo la desperté y le dije lo que iba a pasar. Ya estábamos ahí, ni que
fuera tonta, se puso dura y pasó lo que pasó. Yo no le hice nada que ella no me haya
provocado hacer.

María Belén Bernal, estrangulada en la Escuela Superior de Policía y enterrada en la


quebrada del cerro Casitagua, al noroccidente de Quito.

Yo soy policía, soy agente del orden y doy protección a los ciudadanos. Los hechos no son
como los cuenta la gente, mi esposa y yo teníamos fuertes problemas.

Lo que pasaba con la cadete Joselyn era un tema ocasional que no intervenía para nada en mi
matrimonio. Esa noche estaba conversando con Joselyn en mi habitación en la escuela de
Policía. Los cadetes nos informaron nada porque eso siempre pasa. De repente llega mi esposa
como una fiera a mi trabajo y obviamente me vi obligado a separarlas para que no hubiera
problemas, pero como les decía María Belén siempre fue de carácter muy fuerte y me tocaba
ablandarla de vez en cuando, ella gritaba pero porque era loca, siempre le gustaba exagerar y
yo solo evité que hiciera escándalo en dónde no estaba pasando nada. Lastimosamente le salió
caro levantarme la voz he hizo caer a muchos compañeros que no tenía la culpa de escuchar
sus dramas.

Me tocó irme, ¿para que me iba a quedar pagando penas por celos ajenos?, porque además,
yo a ella la amé hasta el último día.
Angie Carrillo, estrangulada, rotura de cráneo con una piedra y enterrada en una quebrada
ubicada en Carcelén

Yo estaba enamorado de Angie desde lo primeros años de colegio. Cuando vivíamos en Lago
Agrio todo era perfecto, caminábamos juntos, nos escapábamos del colegio, ella era buena
conmigo. Todo cambió cuando nos graduamos, ella consiguió un cupo en la ESPOCH y le tocó
mudarse a Riobamba y yo me fui para Quito.

Ellos dicen yo la acosaba, pero ¿qué podía hacer si ella no contestaba mis llamadas durante
tres días?. Tuve que ir a buscarla a Riobamba y traérmela para Quito, yo no iba a dejar que
nuestra relación se termine así porque sí. Ella estaba confundida, no podía ver bien la
situación, decía que quería terminar, pero yo sabía esas eran ideas que se le habían metido
equivocadamente en la cabeza cuando se mudó a la ciudad. Angie no entendía que sólo yo iba
a poderle darle la vida que ella merecía. Cuando estuvimos finalmente en Quito, ella se
transformó, empezó a gritarme, a decirme que la dejara en paz. Me dijo que no me amaba y
mi impulso inmediato tomó el control de mi cuerpo. Mis manos apretaron su cuello, como
intentando desaparecer esas palabras. Ella no era yo y yo no era yo.

Escondí el secreto por 26 meses. Angie me amaba tanto, que todas las noches me visitaba y
me pedía con un beso que hablara, para que todos estuvieran más tranquilos. La gente no me
cree, pero así fue. Yo me rehusaba a hablar porque sabía que el día que lo hiciera, ya no la
volvería a ver. Pero todo lo que sentía tan pesado, tan gris que finalmente el 3 de mayo de
2016, declaré la verdad y la Policía encontró los restos del cuerpo de mi dulce Angie.

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