Análisis crítico ​“NADA ES PRIVADO”

Es bien sabido que la creación del internet y las redes sociales como las conocemos
hoy en día comenzó con una manera de satisfacer el deseo de mantener a la
humanidad unida y conectada pero poco a poco este noble deseo fue
convirtiéndose en una herramienta utilizada por poderes mayores en contra nuestra,
haciendo del ser humano el producto principal de manipulación. Dicen que todo
movimiento comienza por alguien cuestionando algo que a ojos de los demás pasa
desapercibido, en este caso fue un profesor de Medios Digitales y Desarrollo de
Aplicaciones quien tuvo la curiosidad suficiente para notar que los datos que
hacemos en internet además de nunca irse, son explotados por empresas que
generan mil millones de ganancias al año.

El ejemplo más claro se presentó en las elecciones de USA en 2016, cuando Trump
obtuvo la victoria de dichas elecciones gracias en parte a su campaña digital mejor
conocida como Proyecto Álamo, la campaña se gastó 1 millón de dólares diarios
para que grandes empresas como Youtube y Facebook presentarán ante sus
usuarios anuncios sobre la candidatura de Trump, lo curioso de esto no fue el cómo
los anuncios le dieron la victoria al actual presidente de USA, el cuestionamiento
comienza cuando se entiende que para que a un usuario le aparezcan este tipo de
anuncios personalizados, se necesitan sus datos; fue entonces donde David Carroll
comienza a analizar a fondo el trabajo que Cambridge Análitica hizo por la campaña
dígital de Trump.

Cambridge Análitica es una empresa de comunicaciones basadas en datos, el CEO,

Alexander Nix, construyó un negocio de campañas políticas en base al gran impacto
que el internet había tenido en la campaña de Obama, haciendo que este imperio se
posará en la cima como los principales soportes de las campañas electorales de los
candidatos republicanos de USA, como fue el caso de Ted Cruz y después Donald
Trump en su tiempo y no solo eso, después de su despegue a la cima Cambridge
Análitica comenzó a realizar diez campañas nacionales por año para primer ministro
o presidente como Lituania, Rumania, Kenia, Ghana, Nigeria, Trinidad y Tobago e
incluso la campaña Brexit, que fue el movimiento por el cual atravesó Gran Bretaña
para dejar de ser parte de la Unión Europea, la relación que existe entre esta
empresa y este movimiento es la relación que existe entre los formantes de dichas
instituciones pues el Vicepresidente de Cambridge Análitica y el rostro del
movimiento fueron parte fundamental del éxito que tuvo Trump en su campaña
Electoral.

Algo que hizo demasiado ruido en mi mientras veía el documental fue la logística
que empresas como Cambridge Análitica seguían, su modus operandi según ellos
consistía crear en base a ciertas encuestas el perfil de cada votante
estadounidense, lo cual arrojaría principales aspectos de su personalidad que va
muy de la mano con la conducta, estos dos puntos son cruciales pues determinan
cuál será la postura de los usuarios al votar. Si lo analizamos desde un punto de
vista muy general podemos suponer que solamente es una empresa analizando
cómo está el panorama de votantes para su candidato, lo cual nos hace pensar que
es algo muy inocente y hasta cierto punto normal, hasta que comienzas a notar que
los anuncios o propaganda electoral que aparece en tus redes sociales parecen
estar personalizadas y aquí te preguntas ¿cómo es posible que teniendo un perfil
hecho con datos tan generales se puedan realizar anuncios tan personalizados? Y
eso fue algo que Carroll notó, lo que lo llevó a preguntarse ¿de dónde consiguieron
esos datos y qué hicieron con ellos?.

La realidad de la manera en la que Cambridge Análitica trabaja es gracias a ciertas

alianzas que desconocemos, es por eso que cuando David Caroll presenta una
demanda formal a Cambridge Análiticas por el uso de sus datos como votante se
desata toda una controversia alrededor de esta empresa y como mencionaba al
inicio, solo basta una persona curiosa para que muchas más empiecen a
cuestionarse la realidad en la que se encuentran, el efecto dominó que Carroll
desató demostró que Cambridge Análitica no obtenía los perfiles de los votantes
mediante una encuesta, si no que en base a la información que ellos mismos
otorgaron en sus redes sociales se creaba el perfil de cada usuario y esto no
termina ahí, algo que llamó mucho mi atención fue la ideología que él
Vicepresidente de Cambridge Análitica tenía respecto a cómo manipular la manera
de pensar de una sociedad, que básicamente era dividir a la población mediante
movimientos o ideas que ellos apoyarán para nuevamente unirlos y moldearlos a
una nueva sociedad en donde vieran lo que Cambridge Análitica quería mostrarles.

Lo sé, parece que simplemente se está aplicando el famoso “divide y conquistarás”

pero una vez que Brittany Kaiser apareció en el plano todo cobró mucho más
sentido sobre los movimientos que ellos realizaban; Brittany Kaiser era parte
fundamental para lo que Cambridge Análitica era, pues ella más que nadie conocía
el abuso hacia la información personal de la que era parte la empresa a la que
pertenecía. Lo curioso más curioso de la manipulación apenas comienza pues una
vez se tenía el perfil del votante, estos eran clasificados en los que ya tenían una
postura firme en su voto y en el blanco de manipulación, o mejor conocidos como el
grupo de los persuasibles, a quienes Cambridge Análitica buscaba hacerlos cambiar
de opinión a la que ellos quisieran.

Todo esto suena como demasiado trabajo para una sola empresa y como antes
mencione, es una tarea que se hace en equipo, y es aquí donde las redes sociales
hacen su trabajo, me enfocaré principalmente en Facebook pues es la red social
que más información personal y usuarios posee, durante las elecciones del 2016, se
conoce que Donald Trump desarrollo el Proyecto Álamo con ayuda de Facebook
que a su vez trabajó a la par con Cambridge Análitica para la campaña presidencial
de Trump, entonces ¿por qué en el momento del juicio, el dueño de Facebook,
niega toda relación o participación en la campaña electoral del republicano? Porque
el simple hecho de afirmar una mínima participación en esta acción es afirmar que
Facebook dio pase libre a una empresa externa a hacer uso de los datos personales
de los usuarios que utilizan la aplicación, lo cual sería un grave delito, y no siendo
suficiente, lucrando con el uso de esos datos pues la mayoría del presupuesto para
las campañas políticas, el mayor porcentaje iba dirigido a Facebook. Sinceramente
el cierre de Cambridge Análitica no marcó el fin de un problema sino más bien fue el
despertar de una generación pues en ese momento nos permitió darnos cuenta que
nuestros datos están siendo utilizados por instituciones mayores a nosotros de
manera que no podemos entender y no tenemos el conocimiento.

Algo que es muy cierto es que hoy en día, es que los datos son los bienes más
valiosos del mundo y las empresas que trabajan con datos personales lo saben y
hacen uso de ellos sin nuestro consentimiento, así como Brittany Kaiser, los datos
deben ser considerados una arma pues tiene el poder de influir en la conducta de un
público hostil, y eso no es nada nuevo, pues antes de que todo este imperio de la
investigación de datos empezará, campañas militares hacían esta misma
metodología para cambiar la manera de pensar de sus soldados, y siendo sincera si
ponemos este patrón de manipulación en otro tipo de campañas en otros países
como por ejemplo en México se puede decir que existe cierta semejanza en la
manipulación que realizaba Cambridge Análitica con sus partidos políticos, pues en
México los comerciales o campañas políticas siempre van dirigidas a un grupo en
específico, es decir el grupo susceptible, en donde detectan sus carencias,
ideologías y lo ocupan a favor de ellos para atraerlos y hacen que voten por el
candidato que ellos quieren.

En mi opinión, esta manipulación y uso ilegal de datos personales es una estrategia

de competencia poco ética pues no estás permitiendo que las personas ejerzan una
toma de decisión no influenciada por tus propios intereses, es decir que las victorias
que Cambridge Análitica consiguió a su favor fueron obras del abuso no permitido
de los datos personales de los participantes. Con el caso de David Carroll es muy
fácil darnos cuenta del abuso y lucro que todas empresas generan a nuestras
costillas y lo que es peor de todo el cómo demostramos lo suceptibles y
manipulables que somos nosotros como humanidad, estamos tan sumergidos y
somos tan dependientes de las redes sociales y el internet que nuestra forma de
pensar y tomar decisiones se ve tan afectada por un simple mensaje, un simple
anuncio o un simple video. La realidad es que apenas tenemos una mínima idea de
lo que el internet y el uso de nuestros datos son y el poder que ambos poseen,
nuestro trabajo como sociedad es comenzar a cuestionarnos cosas que antes no
cuestionamos, dejar de ser seres dependientes a una red social, dejar de vivir en la
ignorancia y comenzar a tener al menos una idea general de lo que nosotros por
derecho merecemos respecto a nuestra propia protección de datos personales y
exigir una seguridad confiable.