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Crímenes y Delitos Contra Los Particulares

Concepto Especial de Persona


El código agrupa bajo la designación de “Crímenes y delitos contra las
personas” a las infracciones contra la vida (homicidio, aborto) y la salud
(lesiones), además de aquellas que ofenden el honor, la consideración y la
libertad individual.
Por eso no nos inclinamos a caracterizar como eminentemente físico el
concepto de persona que la ley aquí tutela. Aunque la protección de la persona
en su vida o en su salud es la idea que prevalece, no escapa al concepto de
persona en el sentido querido por el legislador, el agravio puramente moral
que produce, por ejemplo, una difamación o una injuria que la ley incluye en
el mismo capítulo.
La manifiesta importancia del estudio de estas infracciones se revela en el
hecho de que el individuo es el sujeto de derecho por excelencia y solo un
espíritu de totalitarismo legislativo pudo colocar los crímenes y delitos contra
la cosa pública, en el frontispicio de los Códigos penales.

Homicidios y Otros Crímenes Capitales: Amenazas de Atentado Contra


las Personas

Definición del homicidio dada por el Art. 295 del Código Penal Dominicano.-
El Código Penal Dominicano ha adoptado la siguiente definición del
homicidio: “El que voluntariamente mata a otro, se hace reo de homicidio”,
expresa el artículo 295.
La comisión traductora del código incurrió en error al expresar en el artículo
295”el que voluntariamente mata a otro, se hace reo de homicidio”.
Verdaderamente es muerte intencional, con “ANIMUS NECANDI”, no
muerte voluntaria. El Código Penal italiano contiene una expresión más
exacta. Precisa en su artículo 364:”cualquiera que con el objeto de matar cause
la muerte a alguien…”.
Tipos de Homicidios: Homicidio voluntario y Homicidio Involuntario
El homicidio puede ser intencional (voluntario) y no intencional
(involuntario). Es voluntario el que se comete a sabiendas y con intención,
esto es, con conocimiento de lo que se hace y con ánimo de quitar la vida. El
agente efectúa su conducta con animus necandi. Es homicidio involuntario
cuando se comete por torpeza, imprudencia, inadvertencia, negligencia o
inobservancia de los reglamentos.
El homicidio voluntario puede ser simple o acompañado de circunstancias que
lo agraven.
El homicidio involuntario, en que no hay intención de causar la muerte,
produciéndose, como ya vimos, por torpeza, imprudencia, inadvertencia,
negligencia o inobservancia de los reglamentos, es sancionado según el
artículo 319 con penas correccionales. Hay homicidio involuntario en los
siguientes casos: cuando al reñir dos personas quitan la vida sin querer a otra
que se acerca; cuando el cirujano al practicar una operación le produce la
muerte al paciente por negligencia, imprudencia o impericia.
Elementos constitutivos del homicidio voluntario.- El homicidio voluntario
comprende tres elementos: 1ro. La preexistencia de una vida humana
destruida; 2do. Un elemento material, y 3ro. Un elemento moral.
Primer elemento: preexistencia de una vida humana destruida.- La
preexistencia de una vida humana es el elemento indispensable para constituir
la objetividad del crimen llamado homicidio (hominis caedes):
etimológicamente el homicidio es el hecho de dar muerte a una persona
humana. Algunas consecuencias se desprenden de este carácter primordial. La
primera es que un moribundo a quien le queda algún halito de vida, puede ser
objeto de homicidio; es aún un ser viviente.
De igual modo, el hecho de que el nacido tenga caracteres monstruosos no
altera la cuestión; el monstruo puede ser sujeto pasivo de homicidio.
Tampoco está justificado el llamado homicidio eutanásico o eugenésico u
homicidio piadoso, cuando el agente, compadecido de la enfermedad de la
víctima, le da muerte para evitar su sufrimiento. En nuestro derecho hay
homicidio en caso de eutanasia.
El homicidio es el mayor de los crímenes que puede cometerse contra un
individuo, pues le arrebata el primero y más preciado de los bienes: la vida.

Segundo elemento: elemento materia.-El segundo elemento del homicidio es


el elemento material, el cual implica un acto de naturaleza tal que pueda
producir la muerte de otro. Poco importan los medios empleados por el agente
para perpetrar el homicidio (golpes con instrumentos contundentes, armas de
fuego, armas blancas, golpes dados directamente con los puños y pies). Tan
solo es necesario que haya una relación directa de causa a efecto entre el
hecho cometido por el agente y la muerte de la víctima.
Hay que admitir la tentativa de homicidio cuando los medios empleados no
lleguen a producir la muerte, como consecuencia de circunstancias
independientes de la intención del agente (Art.2).
La tentativa se castiga como el crimen mismo.

Tercer elemento: elemento intencional.- El agente debe tener la intención de


matar o ANIMUS NECANDI, es decir el designio de querer dar muerte. Esta
intención es necesaria y suficiente: no hay que buscar el móvil que indujo al
agente a cometer el hecho.
En consecuencia, poco importa que la muerte se hubiera producido a solicitud
de la víctima. Tal sería el caso de un individuo que priva de la vida a una
persona enferma incurable y aquejada de crueles dolores, y que demanda que
se abrevien sus sufrimientos y se le prive de su atormentada vida. El móvil de
piedad tiene la misma estricta significación ya antes expuesta.

Penalidad.- El homicidio se castiga con la pena de treinta años de reclusión


mayor, cuando su comisión preceda, acompañe o siga otro crimen. Igual pena
se impondrá cuando haya tenido por objeto preparar, facilitar o ejecutar un
delito, o favorecer la fuga de los autores o cómplices de ese delito o asegurar
su impunidad.
Homicidio por omisión.- ¿es diferente que el homicidio sea el resultado de una
omisión intencional o de una omisión? Es un asunto clásico que ha sido algo
descuidado por la doctrina Francesa. Pero la doctrina alemana lo ha estudiado
especialmente en ocasión del homicidio por omisión, lesiones corporales y
heridas voluntarias.
Una primera dificultad, toda de hecho, y que explica la indiferencia con que se
ha pasado, en Francia, al margen de este problema, más bien teórico que
practico, que es necesario ante todo suponer, existente y probada, la intención
criminal de acarrear la muerte, la dolencia o la enfermedad a la víctima,
prueba casi siempre imposible de obtener, porque la intención, es decir, la
dirección de la voluntad hacia este resultado, se manifiesta ordinariamente por
un acto positivo y material, y no por una inacción.
En todas las especies imaginables se supone, en efecto, que la víctima ha
encontrado la muerte en forma tal que este resultado podrá haber sido evitado
por la intención de un tercero, y se pregunta si esta tercera persona debe ser
considerada como homicida, si se abstuvo con intención criminal u homicida.
Los ejemplos de estas situaciones han sido clasificados, tal como Garçon lo ha
demostrado en una serie de hipótesis diferentes.

En primer término, se puede suponer que la intervención exigía un sacrificio


de parte de aquel que se ha abstenido. Esta primera categoría de hipótesis
contempla el caso de una persona que ha debido exponerse a un peligro
personal (precipitándose en las llamas o en el mar) para salvar a otra persona
de la muerte: la ley penal no impone el heroísmo, expresa el profesor Garçon.
En una segunda categoría de hipótesis, la intervención, por el contrario no
exigía ningún sacrificio. Es el caso, por ejemplo, de una persona que para
impedir que un morador de una casa escape de un incendio, se abstiene de
poner una escalera contra el muro, cosa que podía hacer sin exponer su vida, o
aquel que ve que se ahoga un individuo y rehúsa echarle un cable.

Homicidio accidental.- El homicidio puramente accidental no constituye


delito, puesto que no se le puede imputar a quien lo causa ninguna culpa ni
falta. Es el que comete por mero accidente o como resultado de una
circunstancia fortuita o de fuerza mayor, o como consecuencia de la falta
exclusiva de la víctima, como corriendo uno a caballo en lugar destinado para
ello como el hipódromo, se atraviesa inoportunamente algún individuo y
muere atropellado. En efecto, como en el homicidio puramente causal, no hay
delito ni cuasidelito, pues se supone que no hay malicia, descuido ni
imprudencia, no puede imputarse a persona alguna.

La tentativa
Definición de la Tentativa.- La palabra “Tentativa” viene del término latino
tentare, que significa “un esfuerzo hacia un fin determinado”. Es por esto que
Von Liszt, adscrito a un criterio subjetivo, define la tentativa como” la
manifestación de la voluntad dirigida a la voluntad dirigida a la ejecución de
hecho”
Hay que admitir la tentativa de homicidio cuando los medios empleados no
lleguen a producir la muerte, como consecuencia de circunstancias
independientes de la intención del agente (Art.2).
El término “tentativa” aplicado al Derecho Penal, significa etimológicamente,
la tentativa de la voluntad hacia un delito. Se debe probar, por tanto, en toda
tentativa, la existencia de una voluntad dirigida a la realización de un fin
criminal, no, sin embargo, la voluntad indeterminada de hacer el mal, un mal
cualquiera, sino la de realizar un hecho delictuoso determinado.

Los elementos de la tentativa


La tentativa.- condiciones necesarias para su existencia.- Por el examen de la
definición de la tentativa de crimen del artículo 2 del código Francés que ya
conocemos, descubrimos que está integrada por dos elementos constitutivos y
una circunstancia contingente, a saber: 1ro. Que se haya manifestado por un
comienzo de ejecución; 2do. que se haya tenido la intención de realizar cierto
y determinado crimen; y 3ro. Que no se haya conseguido el fin perseguido,
por causas independientes de la voluntad del agente. En resumen: un elemento
material, el comienzo de ejecución; un elemento subjetivo, la intención de
realizar un crimen; cierto crimen determinado; y una circunstancia
contingente, la ausencia de desistimiento voluntario del agente. Si estas
condiciones, indicadas específicamente por el artículo 2 no se encuentran
reunidas, no puede haber tentativa castigable.

El elemento material, un comienzo de ejecución.- El artículo 2 ya mencionado


exige, para que haya tentativa, la existencia de actos de ejecución, o actos
ejecutivos, como también se les llama; pero, en el Código Penal ni en la ley
alguna existe definición o criterio que nos diga cuales son esos actos, ni en
qué consisten.
Garraud expresa que se está de acuerdo en que, en la serie de actos exteriores
que se encaminan hacia el delito, se puede distinguir tres clases, a saber: los
actos preparatorios, los actos que tienden a la ejecución del crimen, y los actos
de ejecución del hecho material que es incriminado.

La intención delictuosa como elemento constitutivo.- ya hemos dicho que en


la tentativa entra como elemento constitutivo necesario la intención, o sea, el
elemento subjetivo de la incriminación.
Es que, si en todo delito, la voluntad criminal, la intención, es un elemento
indispensable, en la tentativa, que es una voluntad que no ha podido alcanzar
el éxito deseado, la comprobación de su existencia, si asi puede decirse, es aún
más necesaria.

Desistimiento voluntario.-el texto legal que es objeto de nuestros comentarios


(Art. 2, Cód. Penal francés) exige, para que haya tentativa, que esta, no haya
sido suspendida o “no haya fallado su efecto, sino por causas independientes
de la voluntad de su autor”, esto es, que si el agente no ha obtenido el éxito
que esperaba, se deba a causas extrañas a él. Este texto legal prevé la
posibilidad de dos situaciones: una, cuando el agente ha comenzado la
ejecución de la infracción y la ha suspendido porque así lo ha querido, y la
otra, cuando se le ha impedido concluir la ejecución, no obstante la voluntad
de hacerlo.
Estas situaciones pueden ser caracterizadas en los dos ejemplos siguientes:
1ro. El agente ha resultado darle muerte a una persona, compra un arma y se
sitúa, para ejecutar la acción, en el lugar por donde ha de pasar su víctima; tal
resolución es conocida y, asimismo, testigos le han visto allí; pero, después de
hecho esto, decide no realizar el acto y, aun cuando había desenfundado el
arma, la guarda y se retira.
2do. En este mismo ejemplo, el agente, cuando su víctima se acerca, echa
mano del arma y se abalanza sobre ella, pero en este instante, otra persona, o
la víctima, se la arrebata o se la desvía, e impide así que consiga el fin que se
propuso. En el primer caso hay desistimiento, en el segundo no.
El desistimiento voluntario es una causa de impunidad, una amnistía que
concede anticipadamente el legislador, como una buena y sabia medida de
política criminal, pues lo contrario sería impulsar al agente a consumar el
hecho, ya que su situación jurídica seria la misma.

La eutanasia
La eutanasia es el procedimiento médico consciente, intencional y voluntario
mediante el cual se le pone fin a la vida de un paciente terminal (o sea, sin
expectativa alguna de mejoría), con el fin de ahorrarle mayores sufrimientos y
dolores.
Dicho procedimiento cuenta, idealmente, con la aprobación voluntaria y
solicitud explícita de parte del paciente, o de su responsable, en caso de
hallarse incapacitado para manifestar la propia voluntad. En algunos países y
legislaciones se la puede nombrar también como suicidio asistido o muerte
asistida.

Tipos de eutanasia
Existen dos formas de clasificar la eutanasia: desde la perspectiva del accionar
médico, y desde la perspectiva de la voluntad del paciente. Veámoslas por
separado:
• Según el accionar del médico. Generalmente se distingue entre:
• Eutanasia directa. Se busca activamente la muerte del paciente.
• Eutanasia indirecta. La muerte se da como una consecuencia previsible de
tratamientos paliativos, o sea, dirigidos en principio a aliviar el dolor del
paciente, como la aplicación de altas dosis de morfina.
• Según la voluntad del paciente. En principio, toda forma de eutanasia deberá
ser solicitada a los médicos de manera voluntaria por el paciente o por su
representante, dado el caso de que no pueda valerse por si mismo. Sin
embargo suele distinguirse entre:
• Voluntaria. Es el propio paciente el que toma la decisión y solicita la muerte,
ya sea en persona o a través de algún documento que haya dejado escrito.
• No voluntaria. Ocurre cuando es un tercero quien toma la decisión, como un
pariente cercano o, en su ausencia, un representante legal, pues al paciente no
se le puede consultar debido a su condición y no ha dejado ningún tipo de
escrito al respecto.

Elementos de la eutanasia
De estas definiciones, es posible extraer rasgos fundamentales que constituyen
los elementos de la eutanasia: Tipo de conducta; naturaleza de la conducta;
sujeto que actúa; sujeto destinatario de ella; causa o razón de la conducta y
consentimiento de la víctima.

Penalidad de la eutanasia
En la actualidad, la norma jurídica dominicana prohíbe la eutanasia por
diversos motivos, entre ellos, los religiosos. Sin embargo, esto representa una
franca violación al derecho de la dignidad humana y de la autonomía de la
voluntad de la persona, los cuales constitucionalmente deben ser preservados,
ante todo.
La Constitución dominicana establece en su artículo 37 que el derecho a la
vida es inviolable; bajo tales circunstancias, ningún acto que conlleve la
muerte provocada o inducida de una persona es aceptada por la
constitucionalmente.

El suicidio
El suicidio supone quitarse voluntariamente la vida. Se trata de un término que
proviene de dos vocablos latinos y una traducción aproximada podría ser
matarse a sí mismo. Diversas estadísticas ubican el suicidio como la cuarta
causa de muerte más frecuente en todo el mundo, con más de 9.000 intentos
diarios.
Entre las conductas que pueden ser un indicador de un suicidio inminente,
aparecen los deseos de muerte (con frases como "mi vida ya no tiene sentido"
o "no encuentro un motivo para vivir"), la incapacidad de descargar las
angustias, el agotamiento de la vida social, el comportamiento impulsivo y la
introversión acentuada.
El suicidio es analizado de distintas formas según cada cultura. Para muchas
religiones el suicidio es un pecado, aunque otras creen que alguien puede
quitarse la vida por mandato divino. Hay sociedades que consideran que el
suicidio puede ser una forma honorable de eludir situaciones humillantes.

Cabe destacar que también hay países que califican como suicidio ciertas
muertes supuestamente accidentales, como aquellas que se producen cuando
una persona alcoholizada conduce a 200 kilómetros por hora y muere al
chocar contra otro vehículo.

Agravante del homicidio


El homicidio se agrava por varias circunstancias, como son la premeditación o
la acechanza, la primera consiste en el designio formado antes de la acción de
atentar contra la persona de un individuo determinado, o contra aquel a quien
se halle o encuentre, aun cuando ese designio dependa de alguna circunstancia
o condición, en tanto que la acechanza consiste en esperar mas o menos
tiempo, en uno o varios lugares, o a un individuo cualquiera con el fin de darle
muerte, o de ejercer contra él acto de violencia.
La concurrencia de la premeditación o de la acechanza, una sola o ambas,
convierte el homicidio voluntario en un asesinato, cuya pena, al igual que
todos los homicidios agravados, se castiga con una pena cerrada de treinta
(30) años de reclusión mayor.

Los demás homicidios agravados son: el infanticidio, parricidio,


envenenamiento, y finalmente un homicidio, no un crimen, un homicidio
precedido, acompañado o seguido de otro crimen, el primero implica matar a
un niño recién nacido.
Penalidades
Según el artículo 302 del código penal Dominicano se castigara con la pena de
treinta años de reclusión Mayor a los culpables de asesinato, parricidio,
infanticidio y envenenamiento.
Según el artículo 304 del código penal Dominicano El homicidio se castigará
con la pena de 30 años en reclusión mayor, cuando su comisión proceda,
acompañe o siga otro crimen. igual pena se impondrá cuando haya tenido por
objeto preparar, facilitar o ejecutar un delito, o a favorecer la fuga de los
autores o cómplices de ese delito, o asegurar su impunidad.

El infanticidio. Evolución. Definición.


En el Código Penal Dominicano en su artículo 300, se encuentra tipificado
este crimen de la siguiente manera: “El que mata a un niño recién nacido, se
hace reo de infanticidio”. Llámese recién nacido por algunos doctrinarios el
niño desde su nacimiento hasta la caída del cordón umbilical teniendo en
cuenta que el cordón puede caer al cuarto u octavo día de nacido.

Penalidad: También se encuentra consagrado en el Código Penal Dominicano


el castigo por este crimen. Lo podemos encontrar en el artículo 302 que fue
modificado por las Leyes 64 del 19 de noviembre de 1924 G.O. 3596; 224 del
26 de junio del 1984 y 46-99 del 20 de mayo del 1999). Este dice: “Se
castigará con la pena de treinta años de reclusión mayor a los culpables de
asesinato, parricidio, infanticidio y envenenamiento”.
El infanticidio es muy difícil de denunciar, ya que fácilmente se puede alegar
que el infante nació muerto, que no existía el propósito (una caída accidental),
o simplemente niños que no fueron declarados al nacer ante el registro civil.
Los tipos de infanticidio se pueden dividir en dos clasificaciones: Directo o
activo e indirecto o pasivo. El directo o activo que se hace de modo voluntario
con ciertas formas como lo es muerte por deshidratación o fala de alimento,
asfixia (que es el más común) entre otros. El pasivo o indirecto es más por
descuido que puede incluir una alimentación inadecuada el abandono o una
mala crianza especialmente cuando este está enfermo.

El envenenamiento. Definición.
Un veneno es una sustancia con efectos negativos para la salud y en algunos
casos puede conducir a la muerte. El envenenamiento es el medio a través del
cual alguien enferma o fallece por el efecto de la sustancia venenosa.
En nuestra legislación el envenenamiento se encuentra consagrado en el
artículo 301 del Código Penal. Y reza de la manera siguiente: “El atentado
contra la vida de una persona, cometido por medio de sustancias que puedan
producir la muerte con más o menos prontitud, se califica envenenamiento,
sea cual fuere la manera de administrar o emplear esas sustancias, y
cualesquiera que sean sus consecuencias”.
Los elementos: constitutivos para que exista el envenenamiento son dos:
primero, que exista un atentado hacia la vida humana y segundo que este acto
sea realizado tal y como lo describe nuestra legislación, o sea, mediante el uso
de sustancia con la capacidad de producir la muerte más o menos con
prontitud (cosa que no determina el legislador sobre qué quiso decir con
“prontitud”), sin importar el resultado.

La penalidad: que aplicada por los jueces en este tema se encuentra en el


artículo 302 que dice de la manera siguiente: “Se castigará con la pena de
treinta años de trabajos públicos a los culpables de asesinato, parricidio,
infanticidio y envenenamiento”.

Las Amenazas:
Derecho penal dominicano
“Amenazar es dar a entender a otro con acciones o palabras que se quiere
hacer algún mal”. Este delito es un ataque a la tranquilidad y la ecuanimidad
íntima en el prudente progreso de la vida, bien jurídico protegido en estas
conductas. El delito de amenazas está tipificado en el Artículo 305, del código
penal, (Modificado por la Ley No.64 de 1924).
La penalidad varía según se exija cantidad o se impongan condiciones al
amenazado y según el culpable hubiese o no conseguido su propósito. (Art.
305 y 306 y 307, C.P.)
Tipos de amenazas: Amenaza escrita Art. 305 Cp La amenaza que, por
escrito anónimo o firmado, se haga de asesinar, envenenar o atentar de una
manera cualquiera, contra un individuo, se castigará con la detención, cuando
la pena señalada al delito consumado sea la de treinta años de reclusión
mayor, o reclusión mayor, siempre que a dicha amenaza acompañe la
circunstancia de haberse hecho exigiendo el depósito o la entrega de alguna
suma en determinado lugar, o el cumplimiento de alguna
condición cualquiera. Al culpable se le podrá privar de los derechos
mencionados en el artículo 42 del presente código, durante un año a lo menos,
y cinco a lo más.

Amenaza verbal art. 307 Cp Siempre que la amenaza se haga verbalmente, y


que del mismo modo se exija dinero o se imponga condición la pena será de
seis meses a un año de prisión y multa de veinticinco a cien pesos. En este
caso, como en los anteriores artículos, se sujetará al culpable a la vigilancia de
la alta policía.

Amenaza de via de hecho escrito o verbal art. 308 La amenaza, por escrito o
verbal, de cometer violencia o vías de hecho no previstas por el artículo 305,
si la amenaza hubiere sido hecha con orden o bajo condición, se castigará con
prisión de seis días a tres meses y multa** de cinco a veinte pesos, o a una de
las dos solamente.

la tentativa está presente cuando, con el objetivo de cometer un delito, ha


comenzado alguien su ejecución por medios apropiados pero no se consuma
por causas ajenas a su voluntad. Toda tentativa de crimen podrá ser
considerada como el mismo crimen. Hay tentativa cuando el sujeto da
principio a la ejecución del delito directamente por hechos exteriores,
practicando todos o parte de los actos que objetivamente deberían producir el
resultado, y sin embargo éste no se produce por causas independientes de tal
voluntad del autor.

En nuestra legislación los golpes y heridas (voluntarios) la encontramos en el


artículo 309 del Código Penal Dominicano; que se consagra del siguiente
manera: “El que voluntariamente infiere heridas, diere golpes, cometiere actos
de violencia o vías de hecho, si de ellos resultare al agraviado(a) una
enfermedad o imposibilidad de dedicarse al trabajo durante más de veinte días,
será castigado(a) con la pena de prisión de seis meses o dos años, y multa de
quinientos a cinco mil pesos. Podrá además condenársele a la privación de los
derechos mencionados en el artículo 42, durante un año a lo menos, y cinco a
lo más. Cuando las violencias arriba expresadas hayan producido mutilación,
amputación o privación del uso de un miembro, pérdida de la vista, de un ojo,
u otras discapacidades, se impondrá al culpable la pena de reclusión. Si las
heridas o los golpes inferidos voluntariamente han ocasionado la muerte del
agraviado(a), la pena será de reclusión, aún cuando la intención del agresor(a)
no haya sido causar la muerte de aquél.”

En este caso el elemento material consiste en hecho de haber propinado


cualquier clase de golpe o herida, también violencia o vías de hecho a la
persona afectada. El mismo debe de efectuarse sobre una persona sin importar
el sexo ni la edad de la víctima. Como vimos anteriormente consagrado en el
artículo 309 no castiga el daño que puede hacerse una persona así misma.

El otro elemento que constituye este delito es la intención. La ley claramente


introduce el término “voluntariamente”, por lo que el juez al momento de
juzgar debe de justificar que el acusado verdaderamente tenía intención.
Donde el juez puede comprobar esto por la circunstancias de los hechos.
Ahora bien, después de estar seguro que existe verdaderamente una intención,
ya no se le puede dar gran importancia al “móvil” o al “consentimiento de la
víctima” o al “error sobre la persona. Por lo menos la legislación dominicana
no lo hace.

El aborto:
En la República Dominicana, el aborto es ilegal incluso cuando el embarazo
supone un riesgo para la vida, es inviable o se produjo como resultado de una
violación o de incesto.
El Código Penal del país prevé penas de hasta dos años de prisión para las
mujeres y las niñas que tengan abortos, y de hasta 20 años para los
profesionales médicos que los realicen. Art. 317 cp Se impondrá la pena de
prisión de seis meses a dos años a las personas que hayan puesto en relación o
comunicación una mujer embarazada con otra persona para que le produzca el
aborto, siempre que el aborto se haya efectuado, aun cuando no hayan
cooperado directamente al aborto.

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