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nº 6

2010

ISSN: 1885-446X
Directores: Consejo editorial:
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(Universidad de Castilla-La Mancha)
Muchas veces nos hemos preguntado la humanidad, pero los lectores los han
las razones por las que los gobiernos ido salvando, pese a las prohibiciones
totalitarios han considerado que la expresas o las quemas: recordemos
lectura es una actividad peligrosa a cómo en Farenhait 451, de Ray Bradbury,
la que intentan someter a un estricto se ordena una quema de libros, pero
control. Quizá es porque entienden que unas pocas personas se esfuerzan por
la lectura proporciona libertad personal, conservarlos en la memoria, recitándo-
juicio crítico y opinión propia a quien la los continuamente, de modo que esos
practica asiduamente. libros no caigan en el olvido. No hace
Los índices de libros prohibidos de la mucho todavía, en 1986, el general Pino-
Inquisición, los atentados islamistas, las chet prohibió la lectura del Quijote en
quemas de libros de los nazis, las cen- Chile, porque veía en él una defensa de
suras y secuestros franquistas, las per- la libertad que no era conveniente para
secuciones estalinianas, las represiones sus intereses de dictador gobernante.
castristas, las prohibiciones de Pinochet o Más recientemente aún, el escritor turco
Videla, son ejemplos de que para quienes Orhan Panuk (2002: 37) ha dicho: «En
ejercen el poder autárquicamente la mi mundo, leer se relaciona mucho más
lectura es un peligro, porque siempre con la infelicidad y la desgracia que con
han creído que los libros pueden cambiar el entretenimiento», y explica que eso es
la vida y, sobre todo, el pensamientos de así porque no se entiende, en un mundo
sus lectores. de radicalidad cultural e integrismo
La literatura es como un depósito religioso, que no se escriba sin que se
universal que alberga la memoria busque utilidad política o religiosa.
colectiva, esa en la que se juntan histo- La humanidad debe reivindicar, a
rias y emociones, sentimientos y viajes, través de sus instituciones democrá-
luces y sombras, sueños y pasiones, ticas, la libertad de las personas en
de escritores de todas las culturas y toda su dimensión, también la libertad
tiempos que quisieron que sus obras para leer cualquier libro, porque es un
estuvieran a disposición de todos los derecho y porque, en muchos casos,
lectores, fuera cual fuera su época o su se ha demostrado que es una forma de
lengua: la literatura como depósito de resistir a los poderes autárquicos y de
vida y como memoria de las palabras. apartarse de dogmatismos y doctri-
Por eso, los lectores siempre han resul- nas impuestas. «Maestra, ayúdame
tado peligrosos para los poderes autár- a mirar», pedía una niña uruguaya a
quicos; los libros han sido perseguidos su profesora cuando la llevaron por
en no pocos momentos de la historia de primera vez a ver el mar.
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nº 6

Sumario
Noviembre 2010
7 El valor de la lectura en relación con el comportamiento lector.
Un estudio sobre hábitos lectores y estilo de vida en niños
Santiago Yubero Jiménez y Elisa Larrañaga Rubio
21 Los recursos metaficcionales en la literatura juvenil: el caso de
Dónde crees que vas y quién te crees que eres de Benjamín Prado
José Manuel de Amo Sánchez-Fortún
35 Comprensión inferencial de textos narrativos en
primeros lectores: una revisión de la literatura
Claudia P. Duque, Ángela V. Vera y Angélica P. Hernández
45 La crítica en la plaza pública. Siglos XVIII y XIX
Mar Campos Fernández-Fígares
61 Confabulando valores: La cigarra y la hormiga
Sofia Marreiros, Ángela Balça y Fernando Azevedo
71 Análisis contrastivo de las traducciones al español y catalán
de The giraffe and the pelly and me de Roald Dalh
Mercedes Querol-Julián
87 Más sobre la valoración y recuperación de la
lírica popular moderna. Una antología de coplas
y seguidillas de la Mancha conquense
Ángel Carrasco Sotos
Yubero Jiménez, Santiago; y
L arrañaga Rubio, Elisa El valor de la lectura en relación
“El valor de la lectura en relación con
el comportamiento lector. Un estudio
sobre los hábitos lectores y el estilo de
con el comportamiento lector. Un
estudio sobre los hábitos lectores
vida en niños”, en Revista OCNOS nº 6,
2010, p. 7-20. ISSN 1885-446X.

y el estilo de vida en niños*


Santiago Yubero Jiménez
Elisa Larrañaga Rubio
Universidad de Castilla-La Mancha

PALABRAS CLAVE: RESUMEN: ABSTRACT:


Valor de la lectura, hábitos lectores, Este artículo describe los resultados y las con- This paper describes the results and conclusions
estudiantes, Primaria. clusiones de una investigación sobre el valor de la of a research on value of reading of children, their
lectura en los niños, el hábito lector y su estilo de reading habits and their lifestyle in leisure. The sample
vida en el tiempo de ocio. La muestra de estudio of the current study was composed of 1.669 students
está formada por 1.669 estudiantes de educación of Primary School (847 men and 822 women). A
KEYWORDS:
Primaria (847 chicos y 822 chicas). Los instrumen- psychological and specific reading questionnaire
Value of reading, reading habits,
tos empleados incluyen cuestionarios específicos was used. The results showed that value of reading
students, Primary School.
de lectura y psicológicos. Los resultados muestran varied among participants as a function of reader
que el valor de la lectura varía en función del behaviour and reading habits. Correlations were
comportamiento lector y de los hábitos de lectura. observed indicating that students who tend to values
Las chicas informan de niveles más altos de lectura instrumental of reading also maintain more reader
que los chicos. En ambos casos, en chicos y chicas, behavior. Female were shown to have higher levels of
sus hábitos lectores se correlacionan con los reading as compared to males. In both, women and
hábitos lectores de los padres. Los resultados son men, their reading habits levels positively correlate
discutidos en relación con la relevancia que tiene with their parents’ reading habits. The findings are
el contexto escolar y los maestros en la educación discussed in terms of the relevance of school context
lectora. and the teacher in the reader education.

La lectura se concibe como una Mientras que casi la mitad de la pobla-


actividad dinámica en la que el sujeto ción española no lee, la cifra de lecto-
interacciona con un texto y pone en res en la franja de menores alcanzó un
funcionamiento una serie de procesos 85% en 2007 y no ha dejado de crecer
cognitivos, que activarán los conoci- hasta llegar al 92.9% en el 2009. Sin
mientos previos que van a actuar como embargo, los datos internacionales
marco de referencia. En este sentido, la sobre la lectura en España no son
lectura se revela como un factor deter- demasiado tranquilizadores. El último
minante en la configuración de la com- informe PISA (publicado en diciembre
petencia lingüística y en los posteriores de 2007), sitúa a España en la parte baja
aprendizajes curriculares y sociales de los 30 Estados de la OCDE. En com-
que tienen lugar a lo largo de la vida. prensión lectora los estudiantes espa-
Desde el año 2007 la Federación ñoles se sitúan 23 puntos por debajo de
* Fecha de recepción: 31/01/2010 de Gremios de Editores de España la media de los alumnos europeos. Por
Fecha de aceptación: 22/04/2010 (FGEE) incluyó en sus encuestas los otra parte, los índices de fracaso escolar
datos de menores entre 10 y 13 años. que se han hecho públicos el último año
* Agradecimientos: Este estudio se se sitúan por encima del 30%, lo que nos
Los sucesivos Informes del Barómetro
realiza en el marco del proyecto de
Investigación PAI07-0075-2613 de la
de Hábitos de Lectura y Compra de Libros, deja lejos de poder alcanzar los objetivos
Junta de Comunidades de Castilla-La confirman que la población infantil de la Declaración de Lisboa para 2010.
Mancha. lee más que la población de adultos. Los dos últimos resultados parecen
muy difíciles de encajar con los magní- en el comportamiento lector. Por esta
ficos datos sobre la lectura anual de los razón, entendemos que es relevante nº 6. 2010
menores. analizar conceptos como el valor
No obstante, una cuestión a tener en social de la lectura y estudiar los pro-
cuenta entre los estudiantes, aunque cesos de socialización lectora, tratando
pueda a priori parecer paradójico, de indagar en los factores facilitadores de 8
es que muchos de ellos leen, pero no la construcción del hábito lector.
tienen interés por la lectura. Se produce
el hecho de que, aunque han leído bas- Valores y comportamiento
tantes libros, la lectura no les resulta Los estudios sobre valores los definen
atractiva y no va más allá de un mero como creencias acerca de las formas
instrumento curricular de obligatoria específicas de conducta, que son preferi-
ejecución en la escuela. En muchos bles a nivel personal y social. Los valores
casos, nuestros alumnos son capaces orientan las conductas, pero pueden
de descifrar el lenguaje escrito, pero modificarse dependiendo de la evolución
ni leen de forma habitual, ni la lectura psicológica y de las situaciones vitales del
forma parte de su tiempo de ocio, ni son individuo (Blonigen et al., 2008).
capaces de extraer los beneficios que la Dentro de los grupos sociales se
lectura les ofrece. Tanto es así, que un produce el desarrollo de los valores que
tercio de los escolares que termina Edu- se adquieren en el proceso de socializa-
cación Primaria (12 años) no sabe leer y ción. Será el entorno cultural en el que
escribir correctamente, ni demuestra vivimos el responsable de establecer
una adecuada capacidad para la com- normas sociales, preferencias y eva-
prensión del lenguaje escrito. En el luaciones sobre lo que es mejor para los
Parlamento español, en junio del 2009, individuos dentro de ese contexto espe-
se analizó esta situación para tratar de cífico. Sin embargo, cada vez en mayor
buscar una propuesta capaz de resolver medida, además de esto, se le da más
el problema. En este mismo foro se peso a la influencia de las experiencias
reconoció que, a pesar del aumento del previas, las características personales y
tiempo dedicado a la lectura a partir de las necesidades e intereses del individuo
la aprobación de la LOE, no se habían (Bilsky y Schwartz, 1994; Calogero, Bardi
logrado los resultados pretendidos. y Sutton, 2009). Este hecho explicaría
No se debe olvidar que para ser lector que en un mismo contexto diferentes
habitual es necesario valorar la lectura, individuos concedan distinta importan-
querer leer y hacerlo de forma volun- cia a los mismos valores. Lo que sí parece
taria. La lectura ha de formar parte del específico de los valores, en general, es
estilo de vida, entendiendo este como que van a estar ordenados según una
un conjunto de pautas de conducta y jerarquía que atiende a las preferencias
hábitos cotidianos, basados en las pre- culturales y a las de cada individuo, lle-
ferencias y necesidades del individuo gando a constituir un sistema de valores
y en los que se reflejan los valores del específico para cada uno de nosotros
contexto sociocultural. Para analizar (Rokeach, 1973). De esta forma, las per-
la lectura como práctica conductual sonas nos diferenciamos por el orden
resulta interesante realizar un análi- que ocupan los valores dentro de nuestro
sis psicológico y social, que trascienda propio sistema personal y por el valor que
el hecho de contabilizar el número le concedemos a determinadas actitudes
de horas o el número de libros que se y comportamientos.
leen. Este enfoque nos permite abarcar La teoría sobre valores ha adoptado
algunos aspectos importantes de la una visión que los define como crite-
complejidad de los procesos implicados rios que utilizamos los individuos para
justificar nuestras acciones, evaluar Por el contrario, sus conductas se
nº 6. 2010 a otras personas y también a nosotros fusionan con las características propias
mismos, y analizar las conductas que del contexto en el que se desarrollan.
observamos (Schwartz, 1992). A su vez, Por ello, para analizar los comporta-
los valores reflejarían qué selecciona- mientos sociales en la infancia, además
9 mos y cómo procesamos la información de estudiar las normas y valores cultu-
social (Saraglou y Dupuis, 2006; Tho- rales, es necesario conocer los estilos
risdottir, Jost, Leviatán y Shrout, 2007). de interacción de los menores con su
Las últimas investigaciones han entorno próximo y las formas reales de
demostrado la importancia de las con- las conductas sociales.
secuencias de los valores, de manera
que, a partir de las conductas de una Valores y lectura
persona, podemos llegar a predecir Aunque leer es una conducta indi-
qué valores guían sus acciones (Bardi, vidual, posee un significado social y
Calogero y Mullen, 2008). Esto nos lle- cultural. Por ello, el comportamiento
varía a estudiar los valores en relación lector no puede analizarse, exclusiva-
con las actuaciones que llevan a cabo mente, desde variables individuales,
las personas y con las actividades que siendo imprescindible un análisis de la
desarrollan. De tal manera que, si un cultura y de los valores que los sujetos
comportamiento no es realizado de poseen. Esto implica, necesariamente,
forma habitual por los adultos de una introducir una dimensión social vin-
sociedad, los menores pueden asumir culada a las normas y creencias que
que los demás no comparten ese valor marcan las pautas de comportamiento
y que el comportamiento vinculado a y también las de su conducta en rela-
ese tipo de creencia no debe ser acti- ción con la lectura. Es necesario, por
vado. Esta situación, en muchos casos, tanto, conocer cómo se ha construido el
da lugar a que en la cultura coexistan núcleo de sus intereses y la distribución
aspectos heterogéneos y contradicto- de su tiempo libre.
rios (Páez y González, 2000). Como ya hemos señalado, lo espe-
El análisis sobre en qué emplean cífico de los valores dentro de una
las personas su tiempo libre ha mos- sociedad es su estructura jerárquica.
trado que se trata de un instrumento Resulta determinante conocer qué
imprescindible para la evaluación valores adquieren mayor peso en la
de los comportamientos sociales. De toma de decisiones, frente a los que
modo que conocer la utilización del ocupan posiciones secundarias. En este
tiempo libre nos permite disponer de sentido, el valor de la lectura depende de
una información bastante precisa sobre un conjunto de valores y motivaciones
los comportamientos que realizan los que se han de generar en un contexto
individuos, observando sus preferen- social concreto y que forman parte de
cias y las orientaciones que las justifi- la vida social y cultural de la sociedad.
can. A su vez, el hecho de elegir o no un Para que una persona se implique en el
tiempo determinado para una actividad desarrollo de sus propios hábitos lec-
marca distintos perfiles que dan lugar tores, normalmente, es necesario que
a diferentes estilos de vida, que son un interprete la lectura como un hecho
reflejo de las normas y valores sociales cultural relevante y no solo como una
en las que se inserta el individuo a lo destreza instrumental de carácter indi-
largo de su desarrollo (McGrath, 1988). vidual. Queda patente que, en función
Cuando hablamos de menores, sus del valor que tenga la lectura para un
comportamientos no pueden achacarse sujeto y para su contexto, esta pasará
exclusivamente a su propia decisión. a formar parte de su estilo de vida en
mayor o menor medida, lo que influirá el tiempo de leer, puede ser una de las
en la creación de su hábito lector y en la explicaciones de que encontremos nº 6. 2010
distribución que hará de las activida- personas que, valorando la lectura, no
des lectoras en su vida cotidiana. Por lean voluntariamente. Se trataría de
lo tanto, es importante determinar si personas que no leen más que lo estric-
nuestra cultura considera la lectura y el tamente necesario para completar su 10
comportamiento lector como una com- currículo formativo y, en ocasiones,
petencia social necesaria. incluso ni eso.
Vivimos en una sociedad alejada de Sobre la base de estos principios
la lectura en la que el éxito se basa en la teóricos, este estudio, con un marcado
economía, el consumo y el hedonismo. carácter empírico, se dirige hacia el
Los modelos que nos ofrecen los medios conocimiento de la realidad de la lectura
y algunos de los personajes encum- entre los menores. Nuestra propuesta
brados socialmente a la fama y al éxito, consiste en vincular los comporta-
muchas veces con carácter efímero, mientos y los valores, en este caso sobre
muestran abiertamente su desinterés la lectura, para intentar establecer las
por la lectura y se adscriben hacia otros relaciones entre ellos. La hipótesis
ocios que les resultan más atractivos y, general desde la que hemos cons-
seguramente, a los que deben dedicar truido este trabajo hace referencia a
menor esfuerzo personal. Sin embargo, la existencia de una estrecha relación
ser lector o mostrarse como tal, aunque entre el comportamiento lector y los
pueda parecer contradictorio, en algunas valores que tenemos sobre la lectura,
situaciones puede ser una marca de dis- lo que quedará reflejado en los estilos
tinción social y, desde luego, constituye de comportamiento que se transmi-
un objetivo prioritario en la formación ten en el uso del tiempo libre. En los
escolar. En este sentido, se produce menores, sus conductas y sus valores
un pensamiento dual y contradictorio están relacionados con las interac-
entre el prestigio social de la lectura y ciones que mantienen en su entorno
la poca relevancia que se le concede al familiar, por lo que estudiaremos la
comportamiento lector. Parece evi- socialización familiar en relación con
dente que leer no forma parte del estilo la lectura.
de vida normativo de nuestra cultura. El objetivo central del trabajo pre-
Se entiende que cuando una persona se tende describir tres componentes:
libera de las tareas obligatorias, lo que el comportamiento lector, el valor de la
tiene que hacer para divertirse es salir, lectura y la socialización familiar, reali-
viajar, estar con los amigos, ver la tele- zando un análisis de sus relaciones.
visión, conectarse a Internet, etcétera,
y un sinfín de actividades, entre las Método
que no suele encontrarse la lectura, o En este estudio han participado
lo está de manera marginal. La lectura 1.669 alumnos de los tres últimos
suele quedar relegada a los espacios de años de Educación Primaria (362 de 4º
trabajo y de formación curricular, como -21.7%-, 658 de 5º curso -39.4%- y
una obligación a cumplir en un tiempo 649 de 6º curso -38.9%), de los que
absolutamente diferente a los términos un 50.7% son chicos (847) y un 49.2%
en los que se define el ocio. chicas (822), procedentes de 21 colegios
No se puede ser lector si no se lee, y públicos de la comunidad de Castilla-
no se puede leer si no dedicamos parte La Mancha. La selección de los cole-
de nuestro tiempo de ocio a la lectura. gios se realizó al azar, garantizando la
Este planteamiento dicotómico de valo- presencia de centros educativos de las
rar la lectura y al sujeto lector, pero no capitales y del entorno rural.
Los instrumentos empleados recogen se maneja información sobre el gusto
nº 6. 2010 información sobre el valor de la lectura, lector de los niños y los motivos prin-
el comportamiento lector de los niños, cipales por los que lee, completándose
la motivación lectora, las variables de con datos sobre sus actividades durante
socialización parental sobre lectura y el el tiempo libre, para conocer el lugar que
11 lugar de la lectura entre las actividades de ocupa en ellas la lectura.
ocio (Anexo). La información que pre- Los instrumentos fueron aplicados
sentamos en este trabajo se ha obtenido por un miembro del equipo de inves-
a partir de la aplicación y adaptación de tigación, estando presente en el aula el
distintas escalas, algunas de ellas uti- profesor. Previamente, se realizó el con-
lizadas con anterioridad en investiga- tacto con el colegio para fijar la fecha de
ciones sobre hábitos lectores y valores la recogida de información y se solicitó
desarrolladas en el CEPLI (Yubero, permiso a los padres para la participa-
2009). ción de los menores.
Los datos sobre el comportamiento lector Se ha aplicado el paquete estadístico
se han obtenido a través de la inten- SPSS 17.0 para el análisis de los datos.
sidad lectora, tomando tres medidas: Se ha recodificado el comportamiento
el número de libros leídos durante el lector creando categorías de estudio
último curso, el número de libros de más adecuadas para nuestro objetivo,
lectura obligatoria en el colegio y el siguiendo una pauta similar a la llevada
número de libros leídos durante las a cabo en el Barómetro de Hábitos de
vacaciones. El valor de la lectura se ha Lectura y Compra de Libros. Para el aná-
medido a partir de una escala de ela- lisis de las diferencias entre los grupos
boración propia desarrollada siguiendo de estudio se han empleado compara-
idéntico patrón que la Escala de Valores ciones de medias con los estadísticos t
de Schwartz (Schwartz Value Survey, de Student y Anovas, mientras que para
Schwartz, 1992, 2005; Schwartz, Sagiv y conocer las relaciones entre las varia-
Boehnke, 2000). Esta escala consta de 9 bles se han calculado los índices de
ítems, que describen comportamientos correlación y las tablas de contingencia
y creencias vinculados con la lectura, con el estadístico Chi-cuadrado.
en los que los niños tienen que valorar
su grado de acuerdo en una escala de Resultados
5 puntos (de 0- Nada a 4- Mucho). La Los resultados del comportamiento
fiabilidad alcanzada por esta escala es lector deben ser analizados teniendo
de .81. El análisis factorial confirma la en cuenta las lecturas escolares obli-
existencia de un único factor: valor de la gatorias. El 98.7% de los escolares leyó
lectura. Se creó, además, una variable algún libro en el curso anterior (98.1%
de estudio con los tres ítems que des- de los chicos y 99.4% de las chicas).
criben el valor de la conducta lectora: El 93.6% leyó durante las vacaciones
leer un rato todos los días, conocer y haber (92.1% de los chicos y 95.1% de las
leído muchos libros, disfrutar parte de mi chicas). Junto a estos datos, hay que
tiempo leyendo un libro, que explica el tener en cuenta que el 86% informa
65.46% de la varianza. Para conocer la que en el colegio les han mandado leer
socialización lectora se preguntó a los libros.
niños sobre su percepción en relación Si tenemos en cuenta la normativa
con el gusto por la lectura de sus padres, educativa que obliga a leer a los niños
hermanos, amigos y profesores; así en el colegio un número determinado
como el nivel de apoyo de sus padres en de libros (Ley Orgánica 2/2006 de 3 de
relación con su comportamiento lector. mayo de Educación, Plan de Lectura de
En el estudio de la motivación lectora Castilla-La Mancha) y si se considera
que por término medio en las escuelas rios. Solo un 6.4% informa que no lee
se lee, de forma obligatoria, al menos en vacaciones, la conclusión puede ser nº 6. 2010
un libro al trimestre, el número de que la lectura obligatoria del currículo
lectores se reduce a un 83.6% (ya que el escolar se enmarca también en los
16.4% informa de haber leído hasta tres tiempos vacacionales. Como nuestro
libros el curso anterior). La media del objetivo es conocer el porcentaje de 12
número de libros de lectura obligatoria niños que realizan el comportamiento
que informan los niños se sitúa ligera- lector de forma voluntaria, para obtener
mente por encima de 3 (M= 3.32). En 7 un índice lector que se acerque más
de los 21 centros educativos del estudio a la realidad lectora de los menores,
la media es de 4 libros. Si tenemos en hemos pensado que se han de cruzar el
cuenta este dato, posiblemente el por- número de libros leídos durante el año
centaje real de lectores sea ligeramente con la lectura realizada en vacaciones,
inferior. teniendo en cuenta una obligatoriedad
Por ello, podemos pensar que el escolar mínima de tres libros (Tabla 1).
16.4% de los niños y niñas son exclu- La contingencia entre ambas variables
sivamente lectores de libros obligato- es significativa al 99%.

Tabla 1. Contingencia lectura curso anterior, lectura vacaciones (porcentajes)


Número de libros Número de libros leídos en vacaciones
leídos curso Ninguno 1-2 libros 3-4 libros Más 5 libros
3 libros 2.7 8.2 4.1 1.3
4 libros 0.4 4.2 3.0 0.7
5 libros 0.5 3.2 3.1 1.3
Más 5 libros 2.9 18.4 23.4 22.6
Chi-cuadrado= 183.19; p< .000

Recordemos que, según las referen- la tabla 1 están identificados con un


cias teóricas de las que hemos partido, fondo gris. Lectores frecuentes serían
consideramos que lector es el que lee aquellos que leen casi todos los días o
de forma voluntaria y aquel que tiene una o dos veces por semana. Por ello,
insertada la lectura en su estilo de a los escolares que han leído más de 5
vida. En función de estas premisas, al libros en el curso escolar e informan
alumno que solamente haya leído el de lectura en vacaciones, les hemos
número de libros que forman parte de considerado lectores frecuentes. En la
las lecturas obligatorias debemos con- tabla 1 se corresponden con la franja
siderarlo un lector no voluntario. A su de fondo negro.
vez, también entendemos como no lec- Al realizar la recodificación, el
tores a los alumnos que informan que porcentaje de lectores se sitúa en
no leen nada durante las vacaciones. un 80% (64.4% lectores frecuentes
En la tabla 1 están identificados con el y 15.6% lectores ocasionales) (Tabla
fondo en blanco. 2). Como en las variables anteriores
Si seguimos la denominación de los de comportamiento lector, el por-
informes nacionales de la FGEE, es centaje de chicas lectoras es superior
lector ocasional el que lee alguna vez al de chicos, siendo la contingencia
al mes o al trimestre. Para mantener significativa al 90%.
un criterio paralelo, entendemos que Para analizar las relaciones de la
los alumnos que han leído 1 ó 2 libros conducta lectora con las variables de
además de los obligatorios y que leen estudio, se ha tomado como medida
en vacaciones, pueden ser conside- la tipología lectora (no lector, lector
rados como lectores ocasionales. En ocasional, lector frecuente). Los datos
Tabla 2. Tipología del lector (porcentajes)
Total Chicos Chicas
nº 6. 2010
No lector 20.0 22.7 17.4
Lector Ocasional 15.6 15.7 15.4
Lector Frecuente 64.4 61.7 67.2
13 Chi-cuadrado= 7.54; p< .023

muestran que el valor que se da a la están relacionados (r= .87, p< .000),
lectura, relacionado directamente la diferencia entre los valores medios
con la imagen social de la lectura, es de ambos conceptos es significativa (t
elevado (M= 3.03). Como puede obser- (1528)= 33.96, p< .000). Para todos los
varse, este valor social es superior al ítems, y en las puntuaciones globales
que conceden a la conducta lectora de los valores, las puntuaciones son
(M= 2.65). Aunque ambos aspectos más elevadas en las chicas (Tabla 3).
Tabla 3. Valor de la lectura (medias)
ITEM Total Chicos Chicas t p
Leer un rato todos los días 2.58 2.48 2.67 -3.69 .000
Cuidar los libros 3.58 3.50 3.67 -4.75 .000
La lectura me importa 3.06 2.91 3.20 -6.16 .000
Conocer y haber leído muchos libros 2.92 2.83 3.01 -3.92 .000
Leer para aprender 3.31 3.20 3.42 -5.01 .000
Disfrutar parte de mi tiempo leyendo un libro 2.45 2.25 2.64 -6.94 .000
Compartir con mis amigos las lecturas 2.44 2.24 2.64 -6.51 .000
Ser lector te ayuda a ser mejor en el futuro 3.25 3.18 3.31 -2.75 .000
Tener libros en casa 3.58 3.54 3.62 -2.15 .000
VALOR DE LA LECTURA 3.03 2.91 3.14 -7.39 .000
Valor de la conducta lectora 2.65 2.53 2.77 -5.85 .000

Podemos comprobar que los ítems mi tiempo leyendo un libro y compartir con
que reciben las puntuaciones más mis amigos las lecturas).
altas se corresponden con aspectos Si se analiza el valor de la lectura y de
que pueden considerarse externos a la conducta lectora según la tipología
la lectura (tener libros en casa y cuidar de lectores (Tabla 4), las diferencias de
los libros) y con su valor instrumental medias resultan significativas entre
(leer para aprender y ser lector te ayuda todos los grupos de estudio al 99%.
a ser mejor en el futuro). En el extremo Cuanto mayor es el comportamiento
opuesto, el valor intrínseco de la lectura lector, más elevado es el valor que le con-
es lo menos valorado (disfrutar parte de ceden a la lectura y a la conducta de leer.
Tabla 4. Valores de lectura según tipología de lectores
NL LO LF F p
Valor Lectura 2.56 2.96 3.19 144.09 .000
Valor Conducta Lectora 2.03 2.55 2.87 138.80 .000
Nota: NL: No lector voluntario; LO: Lector ocasional; LF: Lector frecuente

Respecto al gusto por la lectura, el frecuentes (M= 3.20) y en los lectores


68% informa que le gusta bastante ocasionales (M= 2.78), que en los esco-
o mucho leer (63.4% chicos, 72.8% lares no lectores (M= 2.13). La diferen-
chicas). Esto se relaciona positivamente cia entre los tres grupos es significativa
con el valor concedido a la conducta al 99% (F= 151.93; p< .000).
lectora (r= .663; p< .000). El gusto por El gusto por la lectura se ve también
la lectura es más elevado en los lectores reflejado en el motivo que les lleva a leer
Tabla 5. Motivos de lectura (porcentajes) según tipología de lectores
NL LO LF Chi p
nº 6. 2010
Porque me gusta 32.4 49.2 64.5 108.94 .000
Para aprender 40.4 42.5 45.0 2.29 .318
Porque me obligan 22.0 8.7 4.8 92.72 .000
Nota: NL: No lector voluntario; LO: Lector ocasional; LF: Lector frecuente 14
(Tabla 5). Aunque todos los escolares los niños. En este aspecto, el único que
reconocen que leen para aprender, los no alcanza significación es el gusto
lectores frecuentes leen, básicamente, lector del profesor, pero hemos de
porque les gusta, mientras que los no considerar que con un porcentaje tan
lectores lo hacen porque les obligan. elevado de percepción del gusto lector
Los niños perciben que a los adultos de de los maestros, a nivel matemático no
su entorno les gusta leer (padre: 65.4%, es posible la relación (padre: r= .162,
madre: 82.8%, profesores: 96.3%, amigos: p< .000; madre: r= .092, p< .000; pro-
53.6%, hermanos: 40.9%). Destaca por su fesor: r= .008, p< .735; amigos: r= .303,
imagen de mayor lector el profesorado, en p< .000; hermanos: r= .138, p< .000).
segundo lugar se encuentran las madres La socialización familiar influye
por delante de los padres. Estos datos significativamente en el desarrollo del
coinciden con los informes de lectura, valor de la conducta lectora y del gusto
que describen un mayor comporta- lector (Tabla 6). En todos lo casos,
miento lector en las mujeres. El gusto los menores que se encuentran en un
lector de los agentes sociales correla- entorno socializador lector valoran más
ciona con el gusto lector que informan la conducta lectora y les gusta más leer.
Tabla 6. Socialización lectora parental, valor de la conducta lectora y gusto lectura (medias)
Valor de la conducta lectora Gusto lector
No Sí t p No Sí t p
Ve leer a sus padres 2.48 2.81 -7.79 .000 2.75 3.07 -6.17 .000
Le regalan libros 2.37 2.92 -13.62 .000 2.58 3.23 -13.14 .000
Le recomiendan libros 2.40 2.78 -8.69 .000 2.64 3.06 -7.83 .000
Leen juntos 2.60 2.89 -5.14 .000 2.84 3.26 -6.87 .000
Comentan las lecturas 2.61 3.16 -7.07 .000 2.87 3.40 -5.39 .000

Vinculado con los datos anteriores, la para todas las variables de socialización
influencia del comportamiento lector del lectora analizadas (Tabla 7). Son los lecto-
entorno social familiar ha alcanzado sig- res frecuentes los que en mayor medida se
nificación en la conducta lectora infantil encuentran en un entorno familiar lector.
Tabla 7. Socialización lectora parental (porcentajes) según tipología de lectores
NL LO LF Chi p
Ve leer a sus padres 15.4 14.3 70.3 28.88 .000
Le regalan libros 11.9 13.3 74.8 87.69 .000
Le recomiendan libros 16.6 15.0 68.4 26.54 .000
Leen juntos 10.2 13.9 75.9 22.70 .000
Comentan las lecturas 8.7 10.3 81.0 16.98 .000
Nota: NL: No lector voluntario; LO: Lector ocasional; LF: Lector frecuente

La elección de las alternativas de ocio primeras elecciones de las actividades


también resulta un aspecto diferencial de ocio. Todos eligen como alternativas
entre los estudiantes según la tipo- principales salir con los amigos y hacer
logía de lectores. La diferencia entre deporte, pero los lectores frecuentes
categorías lectoras aparece ya en las eligen la lectura en un lugar preferente,
con respecto a otras actividades, mien- en sus comportamientos para cada uno
nº 6. 2010 tras que los demás no lo hacen. de los grupos. Como se producen dife-
Analizadas conjuntamente las tres rencias en chicos y chicas respecto a
alternativas de ocio elegidas, queda la lectura, presentamos los resultados
reflejado el lugar que ocupa la lectura separados para los dos sexos (Tabla 8).
15
Tabla 8. Opciones de ocio
Chicos Chicas
NL LO LF NL LO LF
Deporte Deporte Deporte Amigos Amigos Amigos
Consola Amigos Consola Deporte Deporte Leer
Amigos Consola Leer Música Leer Deporte
Cine Casa Amigos Cine Música Música
Televisión Música Cine Casa Casa Casa
Casa Leer Casa Televisión Cine Cine
Música Cine Televisión Leer Televisión Consola
Internet Televisión Música Consola Internet Televisión
Leer Internet Internet Internet Consola Internet
Nada Nada Nada Nada Nada Nada
Nota: NL: No lector voluntario; LO: Lector ocasional; LF: Lector frecuente
Discusión lectura se incluye dentro de su tiempo
Los datos de los estudiantes de los de ocio. Este valor se encuentra más
últimos años de Educación Primaria cercano al porcentaje de lectores volun-
de Castilla-La Mancha confirman un tarios que se mantiene en la siguiente
elevado índice de lectura, aunque en franja de edad. La FGEE informa en el
muchos casos se debe al factor de la 2009 de un 67.5% de lectores entre 14 y
lectura escolar obligatoria. El Barómetro 24 años. Es reseñable que este porcen-
de Hábitos de Lectura y Compra de Libros taje de alumnos es similar al que obtiene
del último trimestre del 2009 sitúa el éxito escolar. Un 15.6% de nuestros
porcentaje de lectores entre 10 y 13 años estudiantes constituyen la categoría
en un 92.9% (70.1% lector frecuente, de lectores ocasionales, que son los
22.8% lector ocasional). Nosotros que leen 1 ó 2 libros durante el año,
obtenemos un 98.7% de alumnos que además de las lecturas obligatorias.
ha leído al menos un libro al año y un En esta categoría de lectores ocasion-
93.6% que lee algún libro en vaca- ales son similares los porcentajes de
ciones. Consideramos que ambos chicos y chicas (15.7% y 15.4% respec-
índices son inadecuados para conocer tivamente). En la categoría de lectores
la realidad de la conducta lectora volun- frecuentes las chicas superan a los
taria de los menores, ya que incluyen la chicos (67.2% y 61,7%, respectiva-
lectura obligatoria escolar dentro de los mente). La diferencia entre los datos
índices de lectura voluntaria. Latorre que aportamos en nuestro estudio y
(2007) encuentra el mismo fenómeno los datos nacionales se encuentra en
de obligación lectora en su estudio las categorías de no lectores y lectores
realizado con alumnos de 4º de la ESO. ocasionales. El motivo puede ser que la
Al eliminar los libros leídos de FGEE no diferencia la lectura obliga-
forma obligatoria, el porcentaje de lec- toria de la lectura voluntaria, conside-
tores voluntarios se sitúa en un 80%, rando no lector al que no lee nunca o
de los cuales el 64.4% son lectores casi nunca, aunque cierto número de
frecuentes, que son los que leen más menores solo leen las lecturas obligato-
de cinco libros al año y en los que la rias de la escuela.
Los resultados confirman el elevado intrínseca entre lectores y no lectores.
valor social que se le concede a la lectura No resulta fácil para los niños encajar nº 6. 2010
en nuestra sociedad. Sin embargo, se la actividad voluntaria de leer en un
produce un claro predominio del valor contexto formal definido por la obliga-
instrumental sobre el valor intrín- toriedad del comportamiento lector.
seco de la lectura. La conducta lectora Sin duda, leer por obligación no lleva 16
es menos valorada que la lectura en directamente al gusto por la lectura.
abstracto, en referencia al concepto La mayor desmotivación en relación
social de la lectura. Los resultados del con la lectura se produce por los malos
valor social de la lectura y de la conducta encuentros con los libros y las lecturas
lectora efectiva reflejan claramente la no deseadas. La lectura obligatoria, que
contradicción cultural que vivimos en se realiza en contra de la voluntad del
nuestra sociedad. Mientras que está lector, puede terminar provocando una
altamente valorado el hecho de ser reacción de rechazo hacia la lectura y
lector, no se dedica, en general, tiempo más cuando los alumnos son evaluados
a leer. Esta situación queda claramente por ello. El acercamiento a la lectura no
reflejada en la frase de Arnau, el joven suele producirse de forma espontánea
que constituye el sujeto de estudio de y, por este motivo se debe construir un
Aliagas, Castellá y Cassany (2009), jus- contexto que facilite el encuentro. Es
tificando su comportamiento no lector: imprescindible que el entorno donde
“Aunque lea poco, yo sé que soy listo”. se encuentra el niño valore el tiempo
Las puntuaciones individuales de de lectura y, si es posible, deben darse
los ítems confirman el papel que modelos de comportamiento lector.
ocupa la lectura dentro del contexto Los resultados de la socialización
sociocultural de los niños. Así, obser- lectora confirman que los lectores,
vamos que resulta más importante básicamente, se hacen en casa, con
cuidar los libros y tener libros en acompañantes lectores y con los padres
casa, que dedicar tiempo a la lectura. como modelo. Aún así, el que los
Del mismo modo, quedan reflejados padres sean lectores no garantiza hijos
los mensajes de las campañas de pro- lectores, pero es una buena cimen-
moción a la lectura: leer para aprender tación en la construcción lectora. Los
y la lectura como ayuda en la con- lectores frecuentes se encuentran, en
strucción de un futuro mejor; pero no unos porcentajes elevados, inmersos
parece que se haya transmitido algo en contextos familiares lectores. Este
más allá de este mensaje. De alguna hecho va a facilitar que se valore leer y
manera, la consideración de la lectura que se descubra el gusto por la lectura.
por su valor instrumental aleja al niño Los datos muestran que los no lectores
de leer como actividad placentera y la y lectores ocasionales, a estas edades lo
delega al tiempo que se dedica en el son porque no han descubierto el gusto
colegio y al estudio, lo que no facilita por la lectura. Los lectores ocasionales
el desarrollo del hábito lector. tienen tan solo una afición esporádica
La relación que hemos encontrado y será la interacción que mantengan
entre el valor de la conducta lectora, el con la lectura y sus propios contextos
gusto lector y la tipología de lectores, lectores los que harán que se decanten
confirma la relevancia de los factores hacia un lado u otro de la tipología de
intrínsecos como facilitadores del lectores. Este grupo debe constituir el
comportamiento lector. La lectura centro de atención y uno de los objeti-
instrumental (leer para aprender) es vos prioritarios de la dedicación de los
similar en todos los escolares, lo que mediadores, para intentar conseguir
marca la diferencia es la motivación ser verdaderos lectores voluntarios.
Como decíamos, es imposible llegar Esto se refleja en unos porcentajes más
nº 6. 2010 a ser un buen lector si no se lee y es elevados de comportamiento lector y de
difícil dedicar tiempo voluntario a la gusto por la lectura.
lectura en un contexto social en el que Resulta complicado para un niño
el tiempo de ocio se construye de espal- realizar una tarea que los adultos de
17 das a la lectura. Aunque en los primeros su entorno más próximo no realizan.
años de Primaria los niños se suelen En muchos casos, los padres tampoco
volcar con la lectura, normalmente valoran realmente el comportamiento
compartida, es en los últimos años de la lector, aunque consideren que la lectura
niñez cuando las decisiones en relación es importante. Ahí es donde adquiere
con la lectura se hacen más personales relevancia la escuela, como entorno
y guardan estrecha relación con la dis- constructor del hábito lector. Pero, con
tribución del tiempo libre. respecto a la lectura en la escuela, ni
Las primeras alternativas de ocio que los profesores ni las escuelas pueden
eligen los niños son las mismas, inde- asumir toda la responsabilidad en la
pendientemente de su categoría lectora. formación del hábito lector. Su obli-
Los lectores también prefieren estar gación es trabajar las habilidades y
con los amigos y hacen las mismas acti- estrategias que conducen a la compe-
vidades que los demás, pero incluyen la tencia lectora y transmitir el gusto por
lectura en su tiempo libre. Si revisamos la lectura, pero deben tener el apoyo
las actividades de ocio observamos que de otros factores de socialización posi-
se articulan dos estilos de comporta- tivos. Seguramente, muchos lectores
miento que, por tratarse de menores, adultos lo son gracias a algún maestro o
es posible que sean un reflejo del ocio maestra que encontraron en su paso por
familiar. En uno de ellos, las actividades la escuela, porque el papel de los maes-
de ocio se centran en la casa, mientras tros es incuestionable en la formación
que en el otro se vinculan más con el de los niños que, además, como hemos
exterior. En este último, las actividades podido comprobar los perciben mayo-
del tiempo libre se desarrollan fuera de ritariamente como lectores y amantes
la casa y la opción del ocio es externa al de la lectura. De todas maneras, en la
hogar. El estar con los amigos aparece sociedad y en la escuela predomina una
como categoría principal en todos los visión de carácter alfabetizador e ins-
grupos, lo que resulta lógico si pensa- trumentalizador de la lectura. Se intenta
mos que los estudiantes están entrando inculcar la idea de la adquisición de un
en el periodo de adolescencia, en el que sistema simbólico, que les permita el
predomina el grupo de iguales sobre acceso a la información y que les ayude a
los demás grupos sociales. La última aprobar y aprender. Aunque esta visión
categoría en la distribución del ocio en es relevante, también debemos tratar
todos los grupos de estudio es ‘no hacer de conseguir que los niños no solo le
nada’. Mientras que los no lectores concedan un valor instrumental a la
eligen leer solamente por delante de ‘no lectura, sino que le concedan también
hacer nada’, en los lectores ocasionales un valor lúdico. El objetivo es leer para
la lectura se sitúa en un lugar interme- disfrutar de la lectura como actividad
dio, posiblemente lean menos de lo que intrínsecamente reforzadora, con una
dicen y la lectura se desea menos de lo meta inmediata en la propia acción, con
que se hace, pero de alguna forma leer el objetivo de conseguir el hábito lector
lleva emparejada una imagen social a medio plazo.
positiva. En las niñas la opción de Aún así, no debemos olvidar, como
leer ocupa posiciones más altas en sus señala Pennac (1993), que se debe res-
alternativas de ocio que en los chicos. petar ‘el derecho a no leer’. La lectura ha
de ser una decisión personal y nosotros 2002). Pero tenemos que pensar que para
debemos preocuparnos de ser capaces que un niño se implique en el desarrollo nº 6. 2010
de acercar el libro al niño, para tratar de de su hábito lector es imprescindible
construir una relación placentera. Leer que interprete la lectura en sí misma
no es un deber es un derecho (Machado, como un comportamiento relevante.
18

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ciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.
ANEXO
nº 6. 2010 A continuación te haremos unas cuantas preguntas ‘sobre la lectura’. En cada una de
ellas tienes que marcar con una X la respuesta con la que estés más de acuerdo o que mejor
indique lo que tú piensas o haces. Es muy importante que digas lo que piensas de verdad.

19 Lee estas frases y dinos la importancia que tiene para ti cada una de las cosas
que dicen:
Leer un rato todos los días.
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho
Cuidar los libros.
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho
La lectura me importa.
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho
Conocer y haber leído muchos libros.
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho
Leer para aprender.
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho
Disfrutar parte de mi tiempo leyendo un libro.
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho
Compartir con mis amigos las lecturas.
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho
Ser lector te ayuda a ser mejor en el futuro.
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho
Tener libros en casa.
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho

¿Te gusta leer?


 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho

Cuánto crees que le gusta la lectura a:


Tu padre
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho
Tu madre
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho
Tu profesor/a
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho
Tus amigos/as
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho
Tu hermano/a
 Nada  Poco  Regular  Bastante  Mucho

¿Ves leer a tus padres durante su tiempo libre?


 Nunca  Casi nunca  Algunas veces  Bastante  Mucho

¿Cuántos libros has leído en este curso?


 Ninguno  Uno  Dos  Tres  Cuatro  Cinco  Más de 5

¿Cuántos de esos libros te los han mandado leer en el colegio?


 Ninguno  Uno  Dos  Tres  Cuatro  Cinco  Más de 5
¿Cuántos libros lees en vacaciones?
 Ninguno 1ó2 3ó4  Más de 5 nº 6. 2010

Tus padres:
¿Te regalan libros?
 Ninguno  Pocos  Algunos  Bastantes  Muchos 20
¿Te recomiendan libros para leer?
 Ninguno  Pocos  Algunos  Bastantes  Muchos
¿Leéis juntos algún libro?
 Ninguno  Pocos  Algunos  Bastantes  Muchos
¿Comentáis libros de lectura?
 Ninguno  Pocos  Algunos  Bastantes  Muchos

¿Cuáles son los motivos principales por los que lees?


 Porque me gusta
 Para aprender
 Porque me obligan
 Para no aburrirme
 Para completar trabajos de clase

Entre las actividades que te proponemos, señala las tres que más te gusta hacer
en tu tiempo libre:
• Practicar algún deporte 1.
• Ir al cine 2.
• Estar en casa con mi familia 3.
• Salir con mis amigos/as
• Ver la televisión
• Escuchar música
• Leer
• No hacer nada
• Navegar por Internet
• Jugar con la PlayStation/Game Boy/Nintendo
Amo Sánchez-Fortún, José Manuel de
“Los recursos metaficcionales en la Los recursos metaficcionales en
literatura juvenil: el caso de Dónde
crees que vas y quién te crees que eres
de Benjamín Prado”, en Revista OCNOS
la literatura juvenil: el caso de
nº 6, 2010, pp. 21-34, ISSN 1885-446X.
Dónde crees que vas y quién te crees
que eres de Benjamín Prado
José Manuel de Amo Sánchez-Fortún
Universidad de Almería

PALABRAS CLAVE: RESUMEN: ABSTRACT:


Literatura Juvenil, Metaficción, En el amplio panorama de la Literatura Juvenil In the field of the Youth Literature begins to stand
Intertextualidad, Metalepsis. comienza a despuntar una práctica narrativa que out a narrative practice that is characterised for
se caracteriza por llamar la atención sobre su calling the attention on its own way and its own
propia forma y su propio proceso de construcción, construction process, revealing thus its nature
KEYWORDS: desvelando así su naturaleza ficcional. Se trata de ficcional. It is a literary production that breaks with
Young People’s Literature, Metafiction, una producción literaria que rompe con los códigos traditional narrative codes and that requires of the
Intertextuality, Metalepsis. narrativos tradicionales y que requiere del lector reader a bouncier way of rapprochement. With this
una forma más activa de acercamiento. Con este article I have expected to analyse literary techni-
artículo he pretendido analizar las técnicas y recur- ques and resources recurring in this type of works,
sos literarios recurrentes en este tipo de obras, poco little frequent ones in the literary outlook that us
frecuentes en el ámbito literario que nos ocupa. squatter. For this, I have investigated, on one hand,
Para tal fin, he indagado, por un lado, en el estado in the state of the art about the theory of the
de la cuestión acerca de la teoría de la metaficción metafiction and, for another, in the utilized creative
y, por otro, en las estrategias creativas utilizadas strategies by Benjamín Prado in its novel Dónde
por Benjamín Prado en su novela Dónde crees que crees que vas y quién te crees que eres, because it is
vas y quién te crees que eres, por ser esta una obra a paradigmatic metafictional work.
paradigmática.

1. ¿Qué es la metaficción? Esta falta de rigor conceptual ha sido


Apenas existen términos tan contro- estimulada por el galimatías termino-
vertidos en los estudios literarios como lógico imperante, representado, de una
el de metaficción. Se trata de un con- parte, por la polémica acerca de la mala
* Fecha de recepción: 01/04/2010 cepto equívoco, de gran complejidad, traducción del término inglés metafic-
Fecha de aceptación: 21/04/2010 que contiene disparidad de matices tion1 y, de otra, por el abuso de vocablos
y/o acepciones. Precisamente es esta supuestamente sinonímicos (novela
1
Como apunta Gil González: «Me-
ambigüedad la que permite emplear autorreferencial, autoconsciente, auto-
taficción, entre nosotros, apuntaría
ingenuamente al ámbito de la ficción dicho marbete para referirse a aspec- reflexiva, narcisista, ensimismada…)
en y/o sobre la ficción, si bien el signi- tos tan dispares como: la novela cuyo (cfr. Sobejano-Morán, 2003).
ficado del anglicismo “fiction”, en cam- contenido es su propio proceso de cons- Sea como fuere, el lenguaje teórico,
bio, remite específicamente a relato de trucción, la revisión de la teoría de la para ser operativo, debe permanecer
ficción, y el derivado, por tanto mejor
podría haberse traducido por metana-
ficción mediante la propia ficción (S. H. unívoco. Por ello, antes de enumerar
rrativa». (2001: 39). Catalina Quesada Fogel, 1974), el relato especular, el texto sus características y mecanismos narra-
prefiere el término metaliteratura, literario engarzado en otro, la obra en tivos, creemos necesario explicar qué
aunque justifica el uso de metaficción la que se difumina la frontera entre entendemos por metaficción y describir
aduciendo que «la mayoría de obras
ficción y realidad, el texto narrativo el conjunto de términos a él vinculados.
teóricas que aborda la cuestión esté
escrita en inglés y la conveniencia de
en el que irrumpe de forma inusitada Desde una perspectiva puramente
la ya mencionada variatio [expresiva]» el autor en el mundo de los personajes, formal, la metaficción es un tipo de escri-
(2008: 27). etcétera. (Orejas, 2003: 22). tura que llama la atención sobre su forma
o sobre su propio proceso de construc- ficcional expresa perfectamente el
ción (convenciones, trama, personajes, desasosiego del hombre posmoderno nº 6. 2010
instancia narrativa…), mostrando despojado de sus certezas y creencias,
sin tapujos su naturaleza artificial y mediante la ruptura de los niveles
cuestionando la relación entre ficción narrativos y el juego del lenguaje. De
y realidad (Waugh, 1984: 2; Dotras, ahí que una gran parte de la crítica 22
1994: 11). La mayoría de la crítica haya reservado el término metaficcio-
suele identificarla con una tendencia nal para referirse a un tipo de narra-
o corriente literaria y datarla a partir tiva 3 que se cultiva en el último tercio
de los años sesenta. Por esta razón, del siglo XX ligado a la renovación del
relato metaficcional suele equipa- lenguaje literario y al experimenta-
rarse erróneamente con relato pos- lismo formal 4.
moderno. Esta confusión se debe a que Cuesta más armonizar el binomio pos-
se asume, de manera casi unánime, modernidad-metaficción si nos ceñimos
como característica esencial de la al ámbito concreto de la Literatura
literatura actual la consideración del Infantil y Juvenil. No es difícil encon-
texto como un artefacto o una cons- trar especialistas que se resistan al uso
trucción artificial (Sipe, 2008: 31). del adjetivo posmoderno (cfr. Silva-
Olvidamos que esta práctica litera- Díaz, 2005: 24-27), dudando de que un
ria, que pone énfasis sobre su propia producto dirigido a los jóvenes pueda
naturaleza textual (Hutcheon, 1980)2, regirse por los principios básicos del
no es exclusiva de este periodo con- nuevo paradigma estético. Así, reducen
creto, sino que ha existido desde el las estrategias creativas a meros experi-
origen mismo del género novelístico. mentos formales y estructurales (Lewis,
Sirva en este sentido como ejemplo El 2001)5. En cambio, entendemos que la
Quijote; donde se tratan, entre otros literatura cuyo destinatario explícito es
aspectos: el niño o el adolescente no es ajena (ni
-- El juego de narradores y autores puede estarlo) a los cambios sociales,
ficticios. a la visión del mundo y/o al modelo
-- La inserción de los relatos de cultural y filosófico que se tenga en
segundo grado. ese momento. Los libros infantiles y
-- La autoconciencia por parte de los juveniles son verdaderos documentos
personajes (don Quijote y Sancho sociales, culturales e históricos (Sipe
de la Segunda Parte) de su propia su y Pantaleo, 2008); negar esta realidad 2
Linda Hutcheon (1980) sostiene que
identidad ficticia. implica volver a ubicar esta práctica en la metaficción moderna consiste en
-- La parodia de architextos (libros de los arrabales del polisistema literario. anteponer la mímesis del proceso de
caballerías, por ejemplo). En la actualidad comienza a despuntar contar a la historia contada.
En realidad, por metaficción debe de manera tímida una producción 3
No es una práctica privativa de la
entenderse no un subgénero, sino literaria para jóvenes etiquetada de novela; abarca otros géneros literarios
una tendencia o una función inhe- metaficcional, que postula un lector y otras manifestaciones artísticas.
rente a toda ficción narrativa (Waugh, mucho más sofisticado que el requerido
1984: 5), caracterizada por el empleo por la narrativa de corte tradicional. 4
Recuérdese, por ejemplo, los adjetivos
con los que Hans Felten y Ulrico Prill
de numerosos recursos narrativos y Se trata de obras, como veremos más
(1995) califican a la novela española
estilísticos. Bien es verdad que debe adelante, que juegan deliberadamente actual de «intermedial y metaficcional».
reconocerse que es en el panorama con el horizonte de expectativas del
literario contemporáneo donde la receptor, con el fin claro de desestabili- 5
Desde esta perspectiva, los únicos
práctica metaficcional se hace siste- zar su hasta ahora cómodo y poco activo paralelismos que pueden establecerse,
por lo tanto, entre Posmodernismo y
mática y adquiere mayor notoriedad. papel lector, así como de dinamitar sus esta literatura infantil son exclusiva-
Esto se debe, como señala Caburlon certezas construidas en el seno de su mente estructurales y formales (Lewis,
(2009: 175-176), a que la práctica meta- intertexto lector. 2001: 100).
En la parcela concreta del álbum lingüística y textualmente (Ródenas,
nº 6. 2010 (ilustrado), se están viviendo no 1998)6. Esta duda ontológica se acentúa
solo unas décadas de auge editorial gracias al empleo de la focalización
caracterizadas por la calidad de sus interna múltiple, a la ruptura de la jerar-
productos, sino también una cre- quía convencional establecida entre
23 ciente atención por parte del mundo personaje-narrador-autor, a la muerte
académico. Baste, por ejemplo, echar del argumento en sentido tradicional,
una simple ojeada a la oferta docente etcétera.
e investigadora universitaria actual Resulta extraño, por el contrario, que
para darnos cuenta de la posición apenas encontremos análisis críticos
ventajosa en la que se halla este (sub) exhaustivos en la Literatura Juvenil
género. Si nos centramos en la crítica encaminados a mostrar los procedi-
anglosajona, se está consolidando una mientos metaficcionales y sus cuali-
línea-marco de investigación con- dades formativas en el desarrollo de
sistente en analizar desde diferentes la competencia lecto-literaria de los
ángulos los álbumes metaficcionales adolescentes. Sorprende este mutismo
y construir una teoría sobre la com- cuando el canon literario cuenta con
prensión literaria de los jóvenes: una obras clásicas juveniles de incues-
respuesta lectora mucho más compleja tionable calidad como La historia
que la tradicional, que los estudiantes interminable de Michael Ende, obra
desarrollan gracias a la lectura en voz paradigmática de la técnica de redu-
alta y a las discusiones en su comuni- plicación especular, en el que el prota-
dad interpretativa –el aula– (McClay, gonista (Bastian) es un lector inmerso
2000; Sipe, 2008; Nikolajeva, 2005; en la lectura de un texto homónimo
Arizpe y Styles, 2003; Lewis, 2001). (La historia interminable). Se trata de
Si por algo se caracterizan los álbumes un procedimiento del que se seguirá
metaficcionales –tales como Los mis- nutriendo este tipo de literatura:
terios del Señor Burdick de Chris van Corazón de tinta de Cornelia Funke, por
Allsburg, Wolves de Emily Gravett, En ejemplo, o Dónde crees que vas y quién te
el bosque de Anthony Browne, Flicts de crees que eres de Benjamín Prado.
Ziraldo, An Undone Fairy Tale de Ian En definitiva, el ejercicio narra-
Lendler y Whitney Martin o Chester tivo metaficcional ha sido fecundo y
de Mélanie Watt– es por representar variado, como variado ha sido también
un punto de inflexión en la manera de el catálogo de nombres que se han
entender y hacer uso de las convenciones puesto a las obras que han participado
que integran el código literario infantil. de esta práctica. Sirva como botón de
En ellos se fracturan o subvierten los muestra la siguiente relación:
elementos que han definido la tradición -- Novela autoconsciente: novela que
literaria de los más jóvenes: el espacio hace alarde de manera sistemática
y el tiempo de la narración, el papel del de su propia condición de artificio
autor y del lector, los procedimientos y que, por esta razón, examina
6
En palabras de Brian McHale (1987: de modalización narrativa -la voz, la relación problemática entre la
60), estamos ante la dominante onto-
el punto de vista…-, los personajes, ficción y la realidad (Alter, 1975: X).
lógica «(…) la escritura posmodernista
está diseñada para elevar cuestiones el valor narrativo del argumento, la -- Novela autorreferencial: aquella
tales como: ¿qué es un mundo?, ¿qué función del lenguaje, la linealidad de novela que se refiere principalmente
clase de mundo existen, cómo están la estructura narrativa, la mímesis, a sí misma como proceso de
constituidos y cómo los diferencia- etcétera. Mediante estas estrategias escritura, de lectura, de discurso
mos?... ¿cuál es el modo existencial de
un texto, y cuál es el modo existencial
se difumina la frontera entre ficción oral o como aplicación de una teoría
del mundo (o mundos) que proyecta?, y realidad, se cuestiona la supremacía exhibida en el propio texto (Spires,
etcétera». del mundo «real» frente al construido 1984 y Sobejano, 1989).
-- Novela narcisista: la novela sobre del mundo representado, se conciben
la novela, es decir, la novela (o la como productos artístico-literarios que nº 6. 2010
narrativa en general) que incluye se vuelven hacia el lector, obligándolo a
dentro de sí un comentario sobre tomar un papel activo y crítico ante el acto
su propia identidad narrativa y/o de la lectura. A este respecto, ponía Julio
lingüística (L. Hutcheon, 1980: 1). Cortázar en boca de Morelli, su álter ego 24
-- Novela introvertida (introverted en Rayuela, una de las reflexiones que
novel): la novela que trata del sintetiza perfectamente el papel rector
proceso de su propia creación y de de esta práctica narrativa: «el verdadero
los aspectos explorados de la vida y único personaje que me interesa es el
interior de sus personajes lector, en la medida en que algo de lo que
-- Novela reflexiva: aquella novela que escribo debería contribuir a mutarlo, a
examina el proceso mismo de la desplazarlo, a extraviarlo, a enajenarlo»
escritura, concentrándose en sus (1998: 608).
propios mecanismos con el fin El autor busca estrategias narrativas
de distanciarse del proyecto de que sacudan el modo habitual de leer y
representar un mundo imaginario. fracturen el horizonte de expectativas
Sería «a species of critcism in del receptor, reclamando nuevos y sofis-
fiction form» (Boyd, 1983: 23). ticados tipos de respuestas, así como
-- Novela autogeneradora: un recurso la puesta en funcionamiento de estra-
narrativo de la novela dentro de la tegias receptoras más complejas para
novela, donde «projects the illusion enfrentarse al nuevo fenómeno literario
of art creating itself (…). It is an (Sipe, 2008: 32). En palabras de Linda
account, usually in first-person, of Hutcheon (1980: 150): «The author
the development of a character to the seems to want to change the nature of
point a wich he is able to take up his literature by altering the nature of the
pen and compose the novel we hace just reader’s participation in it».
finished redding. Like an infinitive Desorientado y atrapado en un ‘bucle’
recession of Chinese boxes, the self- de hipótesis de lectura irresolutas,
begetting novel begins where it ends» el lector debe no solo reconocer el
(Kellman, 1980: 3). sentido literal del texto, sino también
-- Relato especular (Lucien Dällenbach, ser consciente de su propio proceso de
1989: 36) o mise en abîme: «any escritura (ibid.: 39). Se le solicita una
internal mirror that reflects complicidad lectora, la aceptación de un
the whole of the narrative by pacto mediante el cual el lector:
simple, repeated or “specious” (or -- Atienda tanto a la historia como al
paradoxical) duplication». trasfondo literario de lo narrado.
En el caso concreto de la crítica -- Se interese por una escritura
literaria hispánica, la lista incluye, narrativa con voluntad inventiva
además, otras etiquetas como las de (no mimética), que niega toda
novela literaturizada, novela ensimis- posibilidad de correspondencia
mada, novela escritural o escriptiva, entre el mundo real y el literario
novela de ficción, novela autotemática... (Orejas, 2003: 114).
(Sobejano, 1989). -- Acepte un tipo de texto en el que
se rompe, tal y como afirma R. C.
2. El lector de Spires (1984: 16), las distinciones
las obras metaficcionales tradicionales entre el acto de narrar,
Los textos metaficcionales, al llamar la el acto de leer y el producto narrado.
atención del receptor sobre su entramado -- Se acerque, en definitiva, de manera
narrativo e incluso sobre la textualidad distinta al texto literario.
Por ello, se insiste en que esta forma mentalidad y, por otro, textualizar una
nº 6. 2010 de escribir literatura postula un nuevo teoría de la novela mediante las digre-
lector modelo: más capacitado para siones estético-literarias que realiza el
poner en funcionamiento un mayor autor a lo largo de la obra.
número de conocimientos, habilida-
25 des y actitudes referidos al sistema
3.1. La novela de la novela
En la narrativa metaficcional, el
literario y más experimentado en el argumento deja de ser el eje del texto,
juego de relaciones intertextuales cediendo el protagonismo al acto
(Amo, 2009). A este respecto, debe mismo de fabular. La novela, como
señalarse que se trata de artefactos reflejo en un espejo, se convierte en
literarios que potencian en el lector el contenido de la propia novela (Gil
la búsqueda de un mayor número de González, 2001: 57). Por ello, este tipo
asociaciones inter- e intratextuales, de artefactos, en cualquiera de sus
permitiendo tejer así una tupida red de manifestaciones, constituye un tipo de
conexiones que favorece una lectura escritura que se mira a sí misma, que
semiótica mucho más compleja (Pan- escudriña su propio proceso de cons-
taleo, 2008). trucción y que hace añicos el espe-
Asimismo, el ensimismamiento formal jismo mimético –principio rector en la
del que hace gala la práctica metaficcional narrativa de corte realista–.
invita al lector a que preste atención sobre En este sentido, una de las estrategias
las convenciones, técnicas y/o recursos creativas más utilizadas es aquella en la
que se están empleando en el acto mismo que dentro de la obra alguien escribe
de la creación literaria. De esta manera, una novela que, a la postre, termina
enseñan el modo en que las obras se siendo la que el lector «real» tiene en
construyen textualmente o, como apunta sus manos. Es el caso del texto de Ben-
Silvia Pantaleo (2010: 25), proporcio- jamín Prado, Dónde crees que vas y quién
nan lecciones sobre diferentes tipos te crees que eres, en el que el narrador,
de textos, códigos y convenciones, así Stevenson (adolescente, introvertido y
como sobre la escritura, la lectura y la sin demasiadas habilidades sociales),
ideología. encuentra un libro en la biblioteca de
su casa, con el mismo título y narrado
3. La metaficción en la narrativa por un tal Stevenson. Se intensifica el
de Benjamín Prado efecto especular cuando descubrimos
Para ilustrar el uso de los procedi- que los elementos paratextuales apor-
mientos metaficcionales en la litera- tados por el narrador de primer grado
tura juvenil, he seleccionado una obra coinciden escrupulosamente con el
poco conocida para el gran público del publicado por Anaya:
escritor madrileño Benjamín Prado. En la portada había una foto de
En ella se resumen extraordinaria- un niño saltando una valla y encima
estaba el título: Dónde crees que vas y
mente todos los aspectos relacionados
quién te crees que eres. (…) El niño iba
con la metaficción enunciativa: aquella descalzo. Detrás de él había una de
en la que se deconstruye el propio con- esas casas de madera que se cons-
cepto de novela [«esto no es un libro» truyen en las playas (…) El niño iba
(p. 23)] mediante el uso de procedi- descalzo (p. 10).
mientos discursivos que arremeten En este relato de segundo grado (a
constantemente contra las normas que partir de ahora relato A) se intercala
regulan el código literario. Esta pecu- otro nuevo, titulado La puerta de las tres
liaridad permite, por un lado, ofrecer cerraduras (relato B), esta vez escrito
un modelo narrativo nuevo en el pano- y narrador por Alberto Turpín (veáse
rama juvenil, definido por su experi- esquema nº 1).
Benjamín Prado: Dónde crees que vas y quién te crees que eres
nº 6. 2010
Narrador del relato en primer grado

Stevenson: Dónde crees que vas y quién te crees que eres

Alberto Turpín: La puerta de las tres cerraduras 26

Lector implícito: Stevenson


Lector implícito: el narrador del relato en primer grado
Lector real

Esquema nº 1

Como puede apreciarse en el esquema, principios que rigen su ideario estético.


estamos frente a una estructura recur- Al hacerlo, el escritor está potenciando
siva. El autor desea reflejar todo el un nivel de comprensión textual mayor:
proceso de la narración mediante la (…) tenía gracia ver a un escri-
reduplicación repetida y, por consiguiente, tor contándote su novela DESDE
poner a la vista de todos el significado y DENTRO del libro: te daba una
la forma de la obra en sí: impresión de cercanía, como si
(…) estaba leyendo un libro llamado aquella página fuese lo único que te
Dónde crees que vas y quién te crees que separaba del hombre que la estaba
eres, escrito por alguien llamado Ste- escribiendo. (…) Me dije que si
venson pero que no era Robert Louis alguna vez escribiese una novela lo
Stevenson, alguien que se dirigía todo haría también de esa forma (p. 23).
el tiempo A MÍ para contarme la his- (…) Supongo que a veces utilizaba
toria de cómo estaba leyendo un libro al pobre Romeo para ensayar todos
escrito por Alberto Turpín titulado los trucos que sospecho que debe
La puerta de las tres cerraduras, donde tener un buen escritor: contar solo
Alberto Turpín le habla A ÉL. Y al final una parte de cada cosa, dosificar el
de todo eso parecía haber un terrible suspense, esconder un poco de todo
secreto que Alberto Turpín estaba a lo que enseñas… (p. 89).
punto de contarle a Stevenson y que (…) Stevenson sabía cómo contar
Stevenson estaba a punto de contarme una historia, de forma que parecía
a mí. Bueno, no me dirán que no era que era A TI al único que se la estaba
un buen rompecabezas (p. 28). contando. Y, sin embargo, es curioso:
Con esta técnica metaficcional, el te llevaba muy cerca de sus persona-
autor no se conforma simplemente jes sin tener que decirte cómo eran,
con resumir el contenido de una obra, de modo que si estabas dispuesto a
llegar a alguna parte fueses tú quien
sino que además obliga al narrador del
tenía que ir llenando todos los aguje-
relato en primer grado a dar un salto de
ros que él dejaba en el camino (p. 18).
nivel narrativo y aparecer en la diégesis
(o historia) del relato en segundo grado. 3.2. Polifonía y desintegración
Este aspecto será tratado más adelante de la unidad del texto
con mayor profundidad. El concepto tradicional de unidad
Me gustaría hacer hincapié en que el textual se desvanece para dejar paso a
objetivo de Benjamín Prado no solo es una narrativa de carácter fragmenta-
el de conculcar las normas que regulan rio, polimórfico y heterogéneo, entre-
los códigos narrativos tradicionales, verada de diferentes voces narrativas
sino también y sobre todo es el de hacer y caracterizada a veces por complejas
comentarios críticos para explicitar los estructuras de muñecas rusas.
Lo que parece a simple vista un libro -- En el siguiente relato engazado
nº 6. 2010 de libros con una estructura desla- (relato B), La puerta de las tres
vazada es en realidad un texto global, cerraduras, instalado como el
fuertemente cohesionado, en el que la anterior en el nivel hipodiegético,
organización textual se convierte en el Alberto Turpín se convierte en
27 tema de su escritura. narrador de segundo grado que
Emerge una novela coral en la que se cuenta su historia (véase tabla nº 1).
cuestiona o problematiza la propia natu- Frente al narrador extradiegético y
raleza de la voz narrativa, haciendo opaca heterodiegético propio de la práctica
una narración que de manera habitual narrativa mimética, Benjamín Prado
ha sido transparente. El narrador de la desarrolla un amplio y rico reperto-
literatura infantil y juvenil, que se había rio de instancias narrativas, que dan
caracterizado por estar fuera de la histo- forma a un discurso cuyo eje temático
ria y representar un punto de vista obje- es el propio discurso, la teorización
tivo y único de la realidad, se rompe en acerca del código literario:
mil pedazos exigiendo al autor ensayar -- La tematización del acto de leer.
otras formas de hablar y hacer ver al Como he dejado expuesto en el
receptor. Se da paso, como ya hemos esquema nº 1, los narradores (y
apuntado, a narraciones complejas, com- autores explícitos) de cada relato
puestas de relatos secundarios, cuyas (tanto el relato marco como los
historias se abordan desde diferentes y a intercalados) se convierten en lectores
veces contradictorias perspectivas.
del siguiente; este recurso posibilita
Describo, a continuación, en térmi-
que, por un lado, al proyectarse
nos genettianos los procedimientos
lo leído sobre sus propias vidas
de enunciación utilizados en la obra de
(Quesada, 2009: 92), se ahonde en la
Benjamín Prado que nos ocupa.
idea del lector como verdadero autor
Dónde crees que vas y quién te crees que
de la obra y, por otro, al mostrar
eres, al poseer una organización textual
los entresijos de la narración, se
presidida por una historia marco
intensifique su carácter artificial y
dentro de la cual se intercalan otras,
autoconsciente:
ofrece numerosos cambios de narra- Bueno, se dirán que lo cuento como
ción y, por consiguiente, la coexistencia si YO hubiese estado allí. Y acertarán.
de diferentes niveles narrativos con Porque a esas alturas estaba muy lejos
múltiples narradores: del chico que leía Dónde crees que vas y
-- En el relato marco, aparece un quién te crees que eres en la habitación
joven narrador de primer grado de su padre y muy cerca de Stevenson.
(extradiegético) que cuenta De hecho, DENTRO de él (p. 120).
aparentemente su propia historia -- La renovación de la naturaleza
(homodiegético). misma de la novela: «si te convences
-- El primer relato intercalado (relato A) a ti mismo de que esto no es nada
es contado por Stevenson, un narrador más que la novela de siempre escrita
de segundo grado (intradiegético) de de una forma distinta, entonces
una historia en la que participa como todos nosotros estaremos perdidos»
protagonista (homodiegético). (p. 27).

Tabla nº 1
Extradiegético Intradiegético
Heterodiegético
Stevenson
Homodiegético Narrador 1º
Alberto Turpín
Esta conciencia metaficcional se ve tan posmodernistas como la muerte del
reforzada por el juego narrativo que el argumento en el sentido tradicional. nº 6. 2010
escritor madrileño realiza con el punto En Dónde crees que vas y quién te crees
de vista. Opta por una narración de que eres se deconstruye el lenguaje; se
focalización interna múltiple: cuando pone en entredicho el discurso narra-
una misma realidad o acontecimiento tivo homogéneo y se experimenta con 28
se ve desde la perspectiva de distin- un medio expresivo más plural, moteado
tos personajes. En este sentido, Prado por diferentes registros, estilos y niveles
elabora una fórmula mestiza por medio de lengua. Ya no importa que el lenguaje
de una simultaneidad y concurren- esté al servicio de la trama, sino que se
cia de voces o palabras; el libro, así, utilice y se proyecte para indagar en los
orquesta un concierto de ecos múltiples, propios mecanismos de creación litera-
y como consecuencia de ello el lector ria.
juvenil real tiene la ardua responsabi- 3.4. La metalepsis
lidad de hacerse una idea de la realidad Cuando el sujeto de la enunciación
de unos hechos en función de los datos irrumpe inopinadamente en el mundo
que aportan todos y cada uno de los de los personajes o estos en el de aquel,
personajes-narradores. se produce una violación de los límites
Se trata, al fin y al cabo, de una novela ontológicos del libro y se da autorización,
dialógica, caracterizada por la integra- por lo tanto, para que dialoguen entida-
ción de los discursos de los diferentes des pertenecientes a mundos narrativos
protagonistas –con sendas visiones del distintos (Ródenas, 1998: 102). Asisti-
mundo– y definida por la coexistencia mos, entonces, a uno de los mecanismos
de diversos modos de hablar (Bajtín, literarios más relevantes de los textos
2003). Este plurilingüismo viene orga- metaficcionales: la metalepsis. Con la
nizado en Dónde crees que vas y quién te intromisión del narrador en el mundo
crees que eres por el recurso paródico, diegético (historia) o del personaje en
entre otros, de los estilemas de Walter el extradiegético, se desestabiliza la
Scott, Charles Dickens y Hans Chris- estructura narrativa, sus niveles y los
tian Andersen. límites de la ficción (cfr. Malina, 2002:
3.3. Revisión crítica del 132). Este procedimiento narrativo abre
lenguaje referencial la posibilidad al autor de introducir
En la narrativa de corte tradicio- comentarios acerca del acto mismo de
nal, el lenguaje era el instrumento escribir literatura y explicitar la natu-
mediante el cual el lector miraba el raleza ficticia de la obra. De ahí que sea
objeto designado; por eso, el lenguaje aceptada unánimemente por parte de la
era una lente transparente. Ahora ya crítica la afirmación de que la metalepsis
no interesa la representación mimé- potencia en el texto su carácter autorre-
tica de la «supuesta» realidad; esta flexivo y de que sea, por ello, uno de los
se concibe como una construcción pilares sobre los que se asienta el edificio
lingüística, al igual que cualquier otro metaficcional.
mundo posible. En este contexto, el Es frecuente ver al narrador hacer
lenguaje remite a sí mismo y se vuelve numerosas incursiones en el espacio
opaco, «en tanto en cuanto el lector narrativo reservado a los protagonis-
no mira tanto a su través como al len- tas. Unas veces las hará para comentar
guaje mismo» (Spires, 1984: 9). Por aspectos de la organización textual y
este carácter autorreflexivo, se con- otras para referirse explícitamente al
vierte en el instrumento privilegiado proceso de elaboración de la escritura.
de la narrativa metaficcional y pasa a Por ejemplo, en la obra de Jordi Sierra i
vincularse directamente con aspectos Fabra, Una [estupenda] historia de drago-
nes y princesas [… más o menos], la histo- diferenciar la realidad empírica de la
nº 6. 2010 ria se ve interrumpida continuamente construida por la ficción:
por diálogos metaliterarios entre el (…) Miren, tal y como yo lo veo, hay
narrador extradiegético y su «Sentido dos posibilidades: que TODO lo que
Común»: les voy a contar a partir de ahora esté
29 − Oye, oye, espera, ¿esto va de prin- ocurriendo EN REALIDAD o que me
cesas y dragones? haya quedado dormido. Tal vez estoy
− Pues… sí. donde yo creo que estoy, en este barco
− No fastidies. que acaba de llegar a mi ciudad, o tal
− ¿Qué pasa? Para algo es un vez jamás haya salido de la casa de
cuento, ¿no? mis padres. Pero, díganme, ¿verda-
− Sí, pero a estas alturas, en pleno deramente hay entre todos ustedes
siglo XXI, con el rollo de la princesita alquien a quien ESO le importe? (p.
buena y el dragón malo… ¿También 122).
hay hadas? (p. 8) Pero si hay algo que caracteriza real-
También pueden registrarse el movi- mente la obra Dónde crees que vas y quién
miento contrario: la irrupción de un per- te crees que eres es su empleo de la meta-
sonaje en el nivel narrativo básico o en el lepsis ontológica del lector; es decir, la
hipodiegético, desmontando la ilusión onda expansiva de la metalepsis en el
ficcional. Se produce, por lo tanto, el texto del escritor madrileño alcanza
resquebrajamiento de la frontera que al receptor empírico. El juego especu-
creíamos sólida entre la historia y la lar de la novela propicia que el autor-
narración, entre el tiempo de lo narrado narrador homodiegético de cada relato
y el tiempo de la narración, en definitiva, se convierta en el lector del siguiente.
entre el mundo en el que se narra y el
mundo desde el que se narra. Los textos Narrador Relato marco Lector
paradigmáticos, en este sentido, son
Si una noche de invierno un vajero de Narrador Relato A Lector
Italo Calvino y, en el ámbito concreto
de la Literatura Infantil, El apestoso Narrador Relato B Lector
hombre queso y otros cuentos maravi-
llosamente estúpidos de Jon Scieszka y Este permanente deseo de sacar a la
Lane Smith. superficie textual al autor-narrador
En la obra de Benjamín Prado, la y otorgarle las funciones de lector
intrusión en espacios narrativos vedados termina, como señala Lozano (2007:
a los personajes o al narrador es bastante 169), por:
clara y puede detectarse en numerosas
-- Ficcionalizar al autor y asesinarlo
fases de la novela: el narrador de primer
como ente real.
grado se presenta en casa de Romeo Por-
-- Introducir al lector empírico en
tugal, personaje de una de las historias
el universo ficcional, haciéndolo
intercaladas:
personaje del mismo.
Llamé a su puerta. Y cuando abrió
vi que él era EXACTAMENTE la Por otra parte, en esta proyección
misma persona que yo había visto en narrativa hasta el infinito (un lector que
el libro (p. 123). lee un texto que está leyendo otro lector
De la misma forma, Stevenson, narra- que están leyendo otros lectores…),
dor de segundo grado, conoce a Diana, resulta crucial el papel de los destina-
una de las protagonistas de la obra de tarios internos de los relatos. Son todos
Alberto Turpín. Estos incesantes “alla- receptores inmanentes de una novela
namientos” potencian en la mente del fenoménica, cuya existencia se justifica
lector la idea de que se halla frente a un porque muestra el acto de la lectura como
artefacto, cuyas costuras no permiten tema. Estos están recibiendo una lección
de cómo puede percibirse una obra lite- en el que se sitúan los personajes, situa-
raria que está en continuo proceso de ciones y acontecimientos de la historia. nº 6. 2010
construcción. Por esta razón, todos los En este sentido, la organización textual
(para)narratarios coinciden con los lec- y el artificio narrativo adquieren un
tores explícitos representados: papel fundamental en tanto que ele-
-- En el relato marco, su destinatario mento temático. De ahí que los compo- 30
interno comprende un lectorado nentes paratextuales se conviertan, por
amplio (los lectores empíricos). Los un lado, en una pieza clave en el proceso
identificamos mediante las apelaciones de construcción y de interpretación
directas del narrador y los elementos de la obra y, por otra, en una estrategia
deícticos referidos al pronombre de con la que la narrativa metaficcional se
cortesía de segunda persona del plural: hace consciente de su propia existencia
«he venido a contarles» (p. 7), «¿Saben como artefacto. Desde esta perspectiva,
qué es lo que siempre recuerdo de él? » el relato se extiende más allá de sus
(p. 7), etcétera. propios contornos. El título, la portada
-- En el relato A, el paranarratario es y contraportada, el índice, etcétera,
el narrador del relato marco. nos ofrecen variedad de oportunida-
-- Y a su vez, el paranarratario del des para realizar hipótesis de lectura y
relato B es el narrador del relato A. generar el horizonte de expectativas.
Estos elementos, definidos por Genette
3.5. El espacio y el tiempo
(1989) como paratextos, cobran sentido
La caída del muro de separación
en obras como Me importa un comino el
entre la realidad y la ficción, debida
rey Pepino de Christine Nöstlinger, que
principalmente a los efectos de la meta-
se vale de un prólogo donde pone en
lepsis, quiebra las relaciones lógicas
solfa las técnicas narrativas tradicio-
espacio-temporales que se han venido
nales. En él se justifican la estructura
estableciendo de forma tradicional en la
deslavazada del texto, la elección de
narrativa. Se simultanean, confluyen y se
un narrador-protagonista juvenil, así
funden los tiempos y los espacios propios
como el uso del monólogo interior.
de los tres relatos (marco, A y B), tradi-
Este elemento para- y metatextual será
cionalmente incompatibles o irreconci-
clave para activar el intertexto lector y
liables. El resultado es la construcción
comprender, así, el tono paródico de la
de un cronotopo (de mayor complejidad
obra, su división en capítulos (siguiendo
arquitectónica) al servicio del discurso
el modelo de «estructura del profesor de
metaficcional. En él podrán converger
Lengua») y el título de cada uno de ellos.
personajes de diferentes épocas históri-
En el caso concreto de Una [estu-
cas y lugares, así como de diferente natu-
penda] historia de dragones y princesas
raleza ontológica (entes reales y ficticios).
[más o menos], su autor utiliza una serie
Por ello, no es de extrañar que el lector,
de recursos paratextuales (el título,
Benjamín Prado, Stevenson el narra-
el prólogo, el uso de diferentes tipos
dor, Alberto Turpín, Charles Dickens,
de letras, los encabezamientos de los
Hans Christian Andersen y Walter Scott
capítulos…) con los que advierte al
puedan reunirse y dialogar en el mismo
lector, por un lado, la filiación genérica
mundo posible, ni que el tiempo y el
o architextual de la obra (el cuento tra-
espacio de la historia y los del relato se
dicional) y, como se verá en el siguiente
superpongan.
apartado, su carácter paródico.
3.6. El libro como objeto En Dónde crees que vas… la materia-
Se borra la gruesa línea que de manera lidad textual se manifiesta expresa-
tradicional ha dividido el libro como mente mediante dos procedimientos
objeto y el libro como mundo de ficción literarios:
1. La profundidad narrativa por dian el cuento tradicional, en tanto que
nº 6. 2010 medio de los relatos intercalados se subgénero literario altamente codificado
manifiesta visualmente mediante y caracterizado por numerosos clichés
el juego de diferentes fuentes y/o estereotipos. Téngase en cuenta que
tipográficas, consistente en el la comprensión de un texto metaficcional
31 empleo de diversos colores en está supeditada, en gran parte, a nuestro
función del narrador que cuente la conocimiento de los intertextos que se
historia: negro para el relato marco, parodian y/o al grado de desarrollo de la
azul para el relato A y rojo para el B. competencia genérica (Mendoza, 2008).
2. La alusión constante a determinados En el caso concreto de El apestoso Hombre
elementos paratextuales. Como he Queso…, Scieszka apela al intertexto
indicado más arriba, la portada del lector infantil para que se generen pro-
libro real coincide con la del relato cesos de identificación, reconocimiento,
de segundo grado que alberga. asociación e interrelación de sus cono-
3.7. Intertextualidad irónica cimientos implícitos ante los estímulos
Por su propia definición, la metafic- textuales: además de sus esquemas refe-
ción es una práctica intertextual. La ridos a las características estructurales
tematización del proceso creativo con- del género «cuento», deben ponerse en
lleva necesariamente una referencia funcionamiento todos los conocimientos
explícita a las convenciones literarias intertextuales necesarios para descubrir
(género en el que se enmarca, pro- los hipotextos parodiados (Ruiz, 2008;
cedimientos narrativos que pone en Amo y Ruiz, 2010).
evidencia, etcétera) o alusiones hiper- Otra forma de parodia es la transfor-
textuales. Parafraseando a M. P. Lozano mación del código narrativo tradicional
(2007: 142), el escritor actual es cons- inserto en el hipotexto: en las novelas
ciente de que no es un genio que crea de aventuras o en los cuentos de hadas,
desde la nada un texto literario; sabe el narrador omnisciente en 3ª persona
que solo puede ser un artesano que se y la secuenciación lineal; que son susti-
apropia de un texto ya existente, porque tuidos por narradores homodiegéticos y
ya se han escrito todos los libros. Lo que por complejas estrategias de reduplica-
cabe hacer con ellos es transformarlos ción especular. Cuantas más variantes
mediante la parodia y el pastiche. Si de una historia lea un niño o adolescente
se concibe la parodia como la desvia- más aumentará su intertexto lector. Las
ción de un hipotexto (o architexto) con variantes de un hipotexto se reconocen
intención irónica, esta se convierte en como tales porque comparten muchos
una estrategia metaficcional esencial elementos estructurales comunes, per-
por el que «new forms appear to revi- sonajes y temas. Esta peculiaridad es la
talize the tradition and open up new que permite al joven lector establecer
possibilities to the artist» (Hutcheon, con gran facilidad conexiones inter-
1980: 50). De esta forma, se pone en textuales entre diferentes hipertextos,
cuarentena el concepto de originalidad, aunque su competencia literaria sea
para dar paso a una práctica que mani- mínima (Sipe, 2008: 232).
fiesta explícitamente el modo en que Centrándonos en la obra de Benja-
el hipotexto se transforma y adquiere mín Prado, debe hacerse hincapié en
sentido en un nuevo espacio textual. el papel que juegan las innumerables
La parodia, en este sentido, se con- incursiones inter- y metatextuales.
vierte en una de las estrategias metafic- Al convertir lo (meta)literario en el
cionales esenciales. En el ámbito de la elemento medular de la narración,
Literatura Infantil y Juvenil, la mayoría las citas a autores, obras, normas del
de estas prácticas metaficcionales paro- código narrativo… refuerzan el carác-
ter autorreflexivo y autorreferencial -- Un homenaje a la obra cervantina.
de la nueva literatura. Nos hallamos Antonia Ortiz (2005) ha estudiado, nº 6. 2010
frente a una novela de novelas, ya no por ejemplo, las similitudes entre
solo porque en ella se recogen múlti- don Quijote y Stevenson: su doble
ples referencias a un verdadero canon personalidad, su amor por la
juvenil, sino también por la imitación lectura o la necesidad de un amigo- 32
de estilos de autores (Charles Dickens, escudero.
Hans Christian Andersen y Walter -- La imbricación de recursos, técnicas
Scott) y la explicitación de una teoría de y/o estrategias literarias de corte
la novela. tradicional con aquellas otras
Con respecto al canon literario que la relacionadas con la experimentación
obra establece, hay que señalar que y renovación del lenguaje narrativo:
estaría formado por escritores que han los niveles múltiples de diégesis, la
explorado magistralmente la literatura estructura recursiva, la plurivocidad
de aventuras: Mark Twain, Herman Mel- narrativa, etcétera.
ville, Jack London, Rudyard Kipling, R. -- La superposición de aspectos
L. Stevenson, Fenimore Cooper, Joseph temáticos del viaje y la intriga
Conrad, etcétera. fantástica con los relacionados con
He de comentar, a este respecto, algunos los puramente metaficcionales: la
guiños intertextuales: por un lado, el novelización como tema, la inclusión
narrador de primer grado incluye en del autor y el lector en la naturaleza
la lista la obra La bahía del tiburón azul, ficcional, etcétera.
escrita por el autor, narrador y personaje
del relato A, Alberto Turpín; por otro, 4. A modo de cierre
el nombre del escritor Benjamín Prado La revisión de la teoría de la metafic-
aparece reseñado en el texto: «estaba ción y el análisis de la obra de Benjamín
en un libro que se titulaba Cobijo contra Prado han permitido entender que las
la tormenta y lo había escrito un hombre estrategias literarias que las identifi-
llamado Benjamín Prado» (p. 92). Si a can no son meros juegos florales, sino
esto le sumamos el nombre que eligen una propuesta firme de revisar a fondo
los dos primeros narradores, Steven- los presupuestos clásicos sobre los
son, nos encontramos en un juego que se construye la narrativa juvenil.
metaficcional donde, además de refor- Nos enfrentamos a una práctica que se
zar la verosimilitud de las historias que caracteriza por romper con los códigos
narra, se pretende romper la jerarquía de producción y recepción vigentes en
ontológica establecida en los diferentes el ámbito de la Literatura, así como por
niveles narrativos: el autor real, el autor mostrar cómo se hace una obra y cómo
inventado y el autor clásico consagrado se construye el significado. Se deja
comparten el mismo nivel de diégesis; entrever, por lo tanto, un nuevo hori-
lo real y lo imaginario, por lo tanto, zonte de expectativas y la exigencia de
quedan dispuestos en el mismo plano un lector modelo mucho más complejo.
espacial. Desde esta perspectiva, se ha podido
Asimismo, la obra que nos ocupa comprobar cómo Dónde crees que vas…
muestra el double coding (cfr. Eco, promueve una manera de activar los
2005: 225), o sea, el uso en el mismo componentes de la competencia literaria
texto de modelos culturales altos y del intertexto lector diferente a como
(apropiaciones paródicas de textos lo hace la práctica tradicional. Por su
canónicos) con otros eminentemente propia naturaleza metaficcional, cons-
populares o paraliterarios. Se locali- tituye un texto modelo para formar al
zan en la obra: lector juvenil. A la par que proporciona
lecciones sobre convenciones literarias y de recepción intertextual, en el reco-
nº 6. 2010 que favorece en el lector la toma de con- nocimiento y apreciación de la tupida
ciencia de cuál es su papel en el proceso urdimbre de dependencias y relaciones
de recreación del texto (Hutcheon, 1980: que la obra establece con otras y que
139), lo entrena en el complejo proceso requiere para ser interpretada.
33

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narrativos en primeros lectores:
una revisión de la literatura*
revisión de la literatura”, en Revista
OCNOS nº 6, 2010, p. 35-44. ISSN
1885-446X.

Claudia Patricia Duque Aristizábal


Ángela Victoria Vera Márquez
Angélica Patricia Hernández Gutiérrez
Grupo EDAFCO. Universidad de Ibagué

PALABRAS CLAVE: RESUMEN: ABSTRACT:


Primeros lectores, comprensión En este artículo se presenta una revisión de la litera- This article shows a literary revision about
textual, inferencias, textos narrativos. tura sobre comprensión inferencial de textos narrati- inferential comprehension of narrative texts in
vos en los primeros lectores. El interés por abordar la the early reading process; the main interest of
comprensión textual en esta población se debe a los approaching the textual comprehension in this
KEYWORDS: hallazgos que se han encontrado sobre el papel deci- population, is the result of finding that have been
Early readers, textual comprehension, sivo que tiene para la relación que mantendrá el indi- made about the relevant role that the way how
inferences, narrative texts. viduo con la lectura a lo largo de su vida, la forma en initial reading approaches have in the life of an
que realiza sus aproximaciones iniciales a la lectura, y individual life and the fact of, although realize
el hecho de que -aunque elaborar inferencias es algo inferences is a work that the child has the hability
que los niños pueden hacer desde temprana edad- se from early childhood can be potentially improve if
podría potenciar si los adultos que interactúan con the adult that interacting with them facilitate the
ellos les facilitan, por medio de diferentes estrategias, construction of reality using different strategies
la co-construcción de la realidad, tratando de ver that permit to see the possible worlds that are
los mundos posibles que subyacen a lo manifiesto. Si subjacent to the obviously. If we assume that, to
se asume que para comprender un texto se necesita understand and interpretate a text is necessary
inferir y que este nivel de comprensión permitiría to infer, and that this level of comprehension will
fomentar un pensamiento crítico y autónomo, es facilitate the critical thinking and autonomous,
de interés para diversas disciplinas, incluyendo a la most be an interest of different disciplines, include
psicología, acercarse al conocimiento de los funcio- the psychology, contribute to the recognize of the
namientos cognitivos de alta exigencia involucrados cognitive functions of high exigencies involve in
en la comprensión textual, ya que esto facilitará the textual comprehension, because of that will
mejores formas de interacción entre los sujetos y su facilitate better ways of to interacting between
entorno. El abordaje a este tema se enmarca en una subject and the context. This is an approaching in
perspectiva psicológica cultural y cognitiva, dentro the marc of a psychological cultural and cognitive
de un marco constructivista. perspective into constructivist marc.

A diario los seres humanos se enfren- pretante [...]. Solo hay signo cuando
tan a textos que invitan a ser interpre- una expresión queda, inmediata-
tados por un lector, de manera que la mente, atrapada en una relación
* Fecha de recepción: 11/07/2009 lectura que se hace de ellos configura triádica, en la que el tercer término
Fecha de aceptación: 22/07/2009
unos modos de relación con nosotros –el interpretante– genera automáti-
camente una nueva interpretación, y
* Este artículo teórico se hizo a
mismos, con los otros y con el mundo
así hasta el infinito.
partir del proyecto de investigación: en general. Desde la semiótica discur-
Podemos hablar de varios niveles de
Exploración de la comprensión textual siva, Peirce (citado por Eco, 2000:13-
narrativa en niños de preescolar de la 14) expone una idea original sobre el comprensión textual. El primero es el
ciudad de Ibagué, que fue ejecutado
signo, basándose en la inferencia y en la literal, mientras que el segundo nivel,
en el año 2007 por el grupo EDAFCO que se corresponde con el plantea-
–Educación, Afecto y Cognición- de interpretación. Este autor propone que:
la Universidad de Ibagué. El proyecto La semiosis es una acción que miento anterior de Peirce sobre el signo,
fue financiado por la Universidad de entraña una cooperación de tres es el inferencial (Jurado, Bustamante y
Ibagué (Colombia). sujetos: el signo, su objeto y su inter- Pérez, 1998). Aunque este primer nivel
es fundamental, ya que si no se parte de nuestra formación como personas,
del texto otros grados de comprensión que han estado estrechamente vincu- nº 6. 2010
no serían posibles, quedarse en una ladas al propio proceso de aprendizaje
lectura literal de las acciones humanas de los valores sociales emergentes
de nuestra cultura y que han servido
y de los múltiples textos que rodean al
sujeto imposibilitaría ver los infinitos
para que lleguemos a formar parte del
engranaje social.
36
signos que subyacen a lo explícito. Tal La lectura en sí misma es un valor y
como es planteado por Cerrillo, Larra- si leemos comprensivamente podremos
ñaga y Yubero (2002: 23): sacarle el máximo provecho y adquirir
Leer lleva consigo la interacción del
otros valores a partir de ella.
sujeto con el texto para construir su
Teniendo en cuenta todo lo ante-
significado, siendo una tarea plena-
mente activa en la que el lector aporta riormente planteado, surge el interés
al texto su propio conocimiento y en por ahondar en la comprensión infe-
función de las variables sociocultu- rencial de textos narrativos en los
rales hará una lectura distinta. primeros lectores. De manera que se
Precisamente en esas transacciones optó por los textos narrativos, debido a
entre el lector y el texto las inferen- que estos son los que posibilitan mayor
cias juegan un papel central. Desde elaboración inferencial y permiten
las concepciones de lector Eco (1996) un encuentro inicial agradable del
plantea que toda ficción narrativa es niño con la lectura. Del mismo modo,
necesaria y fatalmente rápida, porque son reseñables los hallazgos que se
aunque el autor construya un mundo han hecho sobre la importancia que
con sus acontecimientos y sus per- tienen las primeras aproximaciones a
sonajes no puede decirlo todo. Por lo la lectura, para la futura relación que
tanto, el lector debe colaborar relle- las personas establecen con ella.
nando una serie de espacios vacíos. La revisión de la literatura y el abor-
En este sentido, la principal operación daje empírico de este tema se enmar-
mental que se debe hacer durante la can en una perspectiva cultural y
lectura del texto es la inferencia, ya cognitiva, dentro del marco construc-
que esta permite llenar esos espacios tivista. El desarrollo de este artículo se
que quedan a partir de lo explícito en el realiza a partir de los siguientes ejes arti-
texto. culadores: lectura y primeros lectores,
Si se asume que para comprender textos narrativos, comprensión de textos
un texto se necesita inferir y que este narrativos, inferencias y comprensión
nivel de comprensión lectora permi- inferencial en primeros lectores.
tiría fomentar un pensamiento crítico
y autónomo, debería tener interés Lectura y Primeros Lectores
para diversas disciplinas, incluyendo Desde 1970 se han presentado cambios
a la psicología, estudiar y conocer la radicales en las concepciones y las meto-
comprensión inferencial, ya que esto dologías sobre enseñanza y aprendizaje.
facilitará mejores formas de interac- Se dio un viraje del interés del apren-
ción entre los sujetos y su entorno. dizaje de la conducta al conocimiento,
Las narraciones leídas o escuchadas pasando de concepciones tradicionales
ayudan a nuestra construcción como centradas en la memorización a con-
personas, tal como afirman Sánchez y cepciones que surgieron como crítica
Yubero (2004: 89): a esta, tales como la teoría sociocultu-
Se podría decir del conjunto ral y la teoría de la cognición situada.
de lecturas que configuran parte de Estos giros que se han presentado en las
nuestro intertexto lector que han teorizaciones sobre enseñanza y apren-
sido, en buena medida, protagonistas dizaje han influido inevitablemente en
las nuevas miradas que se hacen sobre de esquema. En cuanto a la concepción
nº 6. 2010 la lectura, la manera y el momento ade- de la lectura como proceso transaccio-
cuado para enseñar a leer y la forma de nal, proviene de la teoría literaria y fue
considerar a los sujetos aprendices. Lo desarrollada por Rosenblatt en 1978
anterior no solo ha modificado las con- (citado por Dubois 1987:17); a partir de
37 cepciones de lectura, sino que también esta postura «la lectura es un suceso
pretende modificar las prácticas en el particular en el tiempo, que reúne un
aula de clase y el abordaje que se haga lector y un texto particulares en cir-
para evaluar la comprensión textual cunstancias también particulares».
(Duque, 2006). Estas dos concepciones de lectura
Respecto a las formas de asumir la apuntarían principalmente a una com-
lectura es importante tener en cuenta prensión inferencial de los textos. Eco
que existen, de acuerdo con Dubois (1996) habla sobre este tipo de lectura,
(1987), tres grandes aproximaciones: la donde el lector y el texto establecen una
primera es la lectura como decodifica- serie de transacciones para llegar a su
ción, la segunda como proceso interactivo comprensión. Se puede afirmar que el
y la tercera como proceso transaccional. texto es una máquina perezosa que
En la lectura como decodificación la requiere de un lector que, por medio
relación del docente con el niño es uni- de una serie de funcionamientos cog-
direccional; el adulto muestra una nitivos de tipo inferencial, llene los
acción habilidosa y ejemplos de lo que vacíos que deja el texto.
se pretende modelar, se busca acu- En la actualidad a la psicología le
mular el conocimiento culturalmente interesa estudiar y conocer los funcio-
relevante; para ello, el profesor pre- namientos cognitivos involucrados en
senta a los alumnos hechos para que los la comprensión textual e indagar cómo
estudiantes los aprendan. En cuanto al los procesos implicados en la lectura
niño, el profesor considera que la imi- se presentan en los primeros lectores
tación es clave para su aprendizaje y que (hasta 6 años), siendo los adultos los
este debe asumir una posición pasiva que posibilitan o no ciertos funciona-
en el aula de clase, (Bruner, 1997). Por mientos cognitivos de alta exigencia,
lo mismo, el tipo de comprensión que como las inferencias. El interés por esta
interesaría aquí, principalmente sería población se presenta por los hallazgos
la literal. que se han hecho en algunas investiga-
Las últimas dos concepciones: la ciones sobre la importancia que tienen
lectura como proceso interactivo y tran- en la vida de un individuo sus primeras
saccional, corresponden con posturas no experiencias con la lectura (Adams,
tradicionales. La lectura como un proceso 1990; Saracho, 2002; Teberosky y Tol-
interactivo es representativa del modelo chinsky, 1998; Brandáo y Galváo, 1998;
psicolingüístico y la teoría del esquema. Stahl y Yaden, 2004; Bobbitt, 2001;
De acuerdo con Goodman (1982 citado por Goodman, 1991).
Dubois 1987: 11): Los años previos a la escolarización
La lectura es un proceso psico-
y los primeros grados escolares (pre-
lingüístico en el que interactúan el
pensamiento y el lenguaje, además
escolar, primero de primaria) están
el sentido del texto está en la mente relacionados con el éxito en la lectura
del autor y en la del lector, cuando y como búsqueda de los significados y
reconstruye el texto en forma signi- sentidos, que en última instancia per-
ficativa para él. miten una comprensión profunda del
El enfoque interactivo se enriqueció texto. En una sociedad alfabetizada los
por el aporte de los psicólogos cons- niños aprenden las reglas del funcio-
tructivistas, que retomaron el concepto namiento del lenguaje escrito, porque
ya han sido socializados durante cuatro en preescolar se encuentra la lectura de
o cinco años, antes de ingresar en la cuentos pero, además, se asume que estos nº 6. 2010
escuela. Por lo tanto, todos los niños deben ser textos narrativos expertos. Se
tienen algún conocimiento tácito, más denominan así porque sus autores ocupan
que explícito, sobre el lenguaje escrito un lugar destacado como escritores y
como forma cultural y tienen actitudes y porque las historias creadas por ellos han 38
creencias acerca de él (Goodman, 1992). resistido tanto el paso del tiempo, como
Estas vivencias de aprendizaje informal los cambios ocurridos internamente en la
deben tenerse en cuenta para comen- literatura (Correa, Orozco y Conde, 1999).
zar el aprendizaje formal de la lectura, Desde una postura no tradicional se hace
porque reconocerlas posibilitará com- patente la importancia del lenguaje que se
prender la individualidad de cada niño debe utilizar en los materiales de inicia-
y aprovechar sus primeros inicios con la ción a la lectura, así como la posibilidad
lectura para buscar buenos y habituales de un vocabulario amplio y rico, de forma
lectores (Duque, 2006). que los materiales tengan plenitud de sig-
En el aprendizaje de las reglas del fun- nificado para el niño.
cionamiento del lenguaje la interacción El texto narrativo tiene una estruc-
es fundamental. En estas interacciones tura profunda, que fundamenta su
iniciales que se dan en diferentes con- organización. Desde la semiótica
textos, los adultos como educadores, Greimas (1993) y Courtés (1997)
ya sean padres, profesores, hermanos, plantean que esta estructura está
etcétera, juegan un papel decisivo. Ellos constituida por: un estado inicial, un
pueden posibilitar las relaciones entre programa de manipulación, uno de
el niño y el texto por medio de unas sanción y un estado final. El estado
actividades iniciales de andamiaje que inicial remite a la carencia del perso-
faciliten el desarrollo y la integración de naje o los personajes en relación con un
los procesos involucrados en la lectura y, objeto de valor y el deseo de conseguir
por ende, la cualificación de las compe- dicho objeto desencadena el programa
tencias necesarias para asegurar el éxito narrativo. El programa de manipula-
de los niños en su aprendizaje. La lectura ción es un subprograma del programa
inicial, especialmente, implica un narrativo, que se corresponde con
proceso conjunto entre niños y adultos, el momento de la historia donde los
donde se requiere que el adulto desarro- personajes se enfrentan a diferentes
lle estrategias para acceder al sentido del obstáculos para conseguir aquello que
texto y, para ello, es necesario hacer uso desean y no saben cómo alcanzarlo. El
del razonamiento inferencial. programa de sanción corresponde a la
evaluación positiva o negativa de los
Textos narrativos resultados de las acciones que fueron
Otra de las implicaciones que con- realizadas en el programa de manipu-
lleva asumir una concepción específica lación para resolver la incompetencia
de lectura y de comprensión textual, con respecto a la consecución de la meta
son los textos iniciales que se le deben deseada. Y el estado final es el momento
proporcionar al niño. De acuerdo con de culminación de la historia en el que
Clark (1983, citado por Dubois 1987), se logra o no la consecución del objeto
los textos deben permitir al niño llevar de valor. Además de la estructura pro-
a cabo una serie de funcionamientos funda del texto narrativo existen otras
cognitivos tales como predicciones, características textuales que deben ser
clasificaciones e inferencias. tenidas en cuenta (Courtés, 1997).
Dentro de las prácticas universalmente Es importante resaltar que entre los
reconocidas en la enseñanza de la lectura investigadores de diferentes posiciones
conceptuales existen pocos desacuerdos texto, a partir de las aplicaciones de sus
nº 6. 2010 acerca de la importancia de la lectura de propios conocimientos en las indicacio-
cuentos para el desarrollo cognitivo del nes explícitas del mensaje (Belinchón,
niño, por la comprensión temprana que Riviére y Igoa 2000; Gutiérrez-Calvo,
logran de estos textos (Van Lizendoorn y 1999). Por ello, para la comprensión
39 Pellegrini, 1995, citado por Flórez y cols. inferencial son importantes tanto los
2005; Moschovaki y Meadows, 2005; conocimientos previos del lector, como
Bruner, 1995; Saracho, 2002). las características del texto. El lector
hace inferencias cuando logra estable-
Lectura y comprensión cer relaciones entre los significados,
de textos narrativos lo que conduce a formas dinámicas
Las diferentes concepciones de lectura del pensamiento: a la construcción de
llevan a una posición sobre la compren- relaciones de implicación, de causación
sión de textos, ya sea como repetición y de temporalización…, inherentes a la
de lo leído literalmente (pues se asume funcionalidad del pensamiento y cons-
que el texto tiene sentido por sí mismo) titutivos de todo texto (Jurado, Busta-
o como búsqueda del sentido (ya que el mante y Pérez, 1998).
sentido se da a partir de las transaccio- Para estudiar las inferencias existen
nes entre lector y texto). Según Orozco diversos marcos de referencia, siendo
(2003), quedarse únicamente en la uno de ellos la teoría constructivista.
primera perspectiva presenta un grave Desde este marco conceptual se parte
error, porque centrarse en preguntas de una comprensión que requiere de
que indagan en los contenidos explí- una representación profunda y no
citos del texto trae como consecuencia solo textual, la de «los modelos de
la búsqueda por parte del lector de res- situación», y prioriza el trabajo con
puestas basadas en su conocimiento de textos narrativos. Sus tres supuestos
las estructuras lingüísticas, y esta vía no principales sobre la elaboración de
asegura de ningún modo la compren- inferencias son: el objetivo del lector,
sión del sentido del texto. La segunda la coherencia local y global, y la expli-
perspectiva implica una comprensión cación (Van Dijk y Kinsch, 1983). En
que abarca los elementos implícitos del el primer supuesto, quien comprende
texto. Para ello, el lector debe hacer uso un texto construye inferencias orien-
de las inferencias. Esta comprensión tadas a sus propias metas con relación
implica que la actividad cognitiva de al texto. En el segundo, con respecto a
los niños y docentes sobre el texto, se la coherencia local, una proposición
orienta por la lógica de la significación. explícita entrante puede ser ligada
Según Greimas y Courtés (citado por conceptualmente a una proposición
Correa, 2003: 122): reciente. Respecto a la coherencia
La misma se encuentra soportada
global, se entiende que paquetes infor-
y sostenida por la intencionalidad.
Así, significar, es pasar de un plano
macionales locales pueden organizarse
al otro; esto es posible si se hace uso, en paquetes informacionales de alto
especialmente, de las inferencias orden. Y por último, el tercero tiene
para buscar los múltiples sentidos de como objetivo explicar por qué deter-
lo literal. minadas acciones, sucesos y estados
son mencionados en el texto.
Las inferencias La comprensión de un texto narra-
Desde la psicolingüística las infe- tivo lleva a la representación mental
rencias son definidas como represen- de muchas situaciones descritas en el
taciones mentales que el lector/oyente texto (Zwaan, Van den Broek, y Sun-
construye o añade al comprender el dermeier, 2005). Los investigadores
aceptan, usualmente, que el éxito en las instrumentales y las predictivas. Estas
la comprensión de un texto narra- inferencias ofrecen una información nº 6. 2010
tivo depende de la representación del complementaria y precisa a lo ya leído
modelo de la situación a la que hace y comprendido (León, 2001; Graesser,
referencia el texto. Los modelos de Bertus y Magliano, 1995; Graesser y
situación permiten realizar inferencias Zwaan, 1995, Orozco, 2003, Orozco, 40
sobre las relaciones espaciales entre 2004, Jouini y Saud, 2005).
objetos o causales entre eventos, invo-
lucrando en la comprensión una rica Comprensión inferencial de textos
interpretación global respecto a lo que narrativos en primeros lectores
hace referencia el texto. La posibilidad de elaborar inferen-
Cuando se pretende comprender cias es algo que los niños pueden hacer
un texto, el lector debe construir una desde muy temprana edad, pero existen
representación con respecto a lo que algunos factores que pueden incidir
hace referencia el texto, más que con en la comprensión inferencial de
relación al texto mismo; por ello, textos, tales como: las características
las inferencias son fundamentales del texto, los conocimientos previos de
y determinantes en la comprensión los niños, la forma de evaluar la com-
textual (Duque, 2008). Se requiere que prensión y el papel del adulto mediador
el lector realice un procesamiento a entre el niño y el texto.
partir tanto de los contenidos proposi- Existen diferentes estudios que
cionales subyacentes en el texto, como evalúan la comprensión inferencial de
de sus conocimientos anteriores y que, textos narrativos en primeros lectores
además, sea capaz de integrar dicha (Espéret y Fayol, 1997; Perrusi y Galvao,
información en unidades de sentido 1998, González, 2005 y Moschovaki
global (Belinchón et al., 2000; Graes- y Meadows, 2005). En Colombia,
ser y Wiemer-Hastings, 1999; De Vega, también existen algunas investigacio-
Carreiras, Gutiérrez-Calvo y Alonso- nes sobre este tema (Jiménez y Mar-
Quecuty, 1990). molejo, 2007; Puche, 2003, citada por
Desde la perspectiva constructi- Orozco, 2004; Duque y Correa, en
vista se asume que cuando leemos un prensa). Por su parte, Espéret y Fayol
texto narrativo, durante el proceso de (1997) analizan la comprensión textual
comprensión de su contenido, cons- en niños entre 4 y 6 años. En estos
truimos potencialmente varios tipos trabajos se presenta evidencia empí-
de inferencias basadas en el conoci- rica con relación a que la comprensión
miento. De este modo, las inferencias textual no está supeditada a la deco-
que se realizan durante el proceso de dificación, sino que por el contrario
comprensión incluirían, por un lado, son procesos independientes. Un niño
las que establecen la coherencia local, que decodifique correctamente, puede
como son las inferencias referenciales tener dificultades de comprensión y
y las antecedentes causales y, por otro, un niño que no lo haga podría esta-
las que aseguran la coherencia global, blecer relaciones conceptuales a nivel
como las inferencias que proporcionan semántico y pragmático, que le per-
la meta superordinada, las inferencias mitan lograr una coherencia global del
temáticas, o aquellas que ayudan a texto haciendo uso fundamentalmente
configurar la reacción emocional del de funcionamientos inferenciales.
personaje. Por su parte, entre las infe- Por otro lado, en un trabajo de Gon-
rencias que se generan con posterio- zález (2005), el autor trata de responder
ridad a la lectura se encuentran las a la pregunta: ¿qué relación tienen las
consecuentes causales, las pragmáticas, estrategias empleadas por las maestras
para trabajar un texto con los niños y cognitivas de las maestras; en parti-
nº 6. 2010 la elaboración de inferencias por parte cular, la participación de las maestras
de estos? Para ello, se formaron dos en un nivel alto de demanda cognitiva
grupos y se encontró que en el grupo (predicciones, análisis, interpre-
A, que estaba más centrado en la com- tación, clarificación de comenta-
41 prensión, los niños elaboraron muchas rios, enlace texto–lector) evocaba la
más inferencias que en el grupo B, en demanda cognitiva alta de los niños,
el que la comprensión era secundaria que entre otros indicadores se mani-
y el énfasis estaba en la proyección, a festaba en la elaboración de inferen-
partir de la imaginación. Además, se cias. El mismo patrón se repite en las
mostró el papel central que tienen los categorías de esfuerzo de demanda
docentes en la forma en que los niños cognitiva mediana y baja.
interactúan con el texto. En el grupo A Pasando a las investigaciones lleva-
la docente induce a cada niño a hacer das a cabo en Colombia, Puche (2003,
conexiones lógicas entre varios ele- citada por Orozco 2004) encontró
mentos de la historia a través del uso en estudios realizados en la Univer-
de continuas revisiones del texto, ya sidad del Valle, que desde los tres
que la docente le da un gran valor a la años y medio, pero sobre todo desde
captura de los significados centrales del los cuatro años, el funcionamiento
texto. En el grupo B la docente utiliza el inferencial parece formar parte de la
condicional para que cada niño se pro- actividad mental del niño al enfren-
yecte sobre el cuento, en un ejercicio tarse a los textos. Dos investigaciones
de imaginación donde las experiencias realizadas entre el 2007 y 2008 por
previas suelen usarse como puntos de Duque y Correa (en prensa) y Duque
referencia. y Vera (en línea) muestran resultados
Así mismo, el estudio de Moschovaki que indican que los niños de prees-
y Meadows (2005) trata de resolver las colar de cinco años tienen capacidad
siguientes preguntas de investigación: para formular inferencias de dife-
¿qué tipo de habilidades de pensa- rente complejidad y tipología, faci-
miento utilizan los niños pequeños litándoseles más unas, las de menor
durante la lectura en voz alta de libros complejidad, pero que esto depende
ilustrados por parte de las docentes?, de varios factores. Además, de acuerdo
¿existen diferencias significativas con Ordóñez y Bustamante (2000) y con
entre la participación cognitiva espon- Jiménez y Marmolejo (2007), los niños
tánea de niños durante la lectura por menores de 6 años poseen competencia
parte de la maestra de un libro depen- para elaborar inferencias en el ámbito
diendo de sus características (narra- socioafectivo.
tivo, expositivo, de formato conocido,
desconocido)? y, finalmente, ¿qué Conclusiones
relaciones existen entre el esfuerzo Si se asume que para comprender un
cognitivo de las maestras durante las texto se necesita, además de entender
discusiones grupales alrededor del lo que está escrito literalmente en el
texto y el esfuerzo cognitivo de los mismo, realizar un proceso inferen-
niños para comprender el mismo? Con cial, y que este nivel de comprensión
relación a los resultados del estudio se permite fomentar un pensamiento
encontró que la participación cogni- crítico y autónomo, es importante rea-
tiva de los niños se correlacionó con la lizar estudios desde distintas discipli-
de las maestras. Las autoras recalcan nas que aporten conocimiento sobre
que el esfuerzo cognitivo de los niños los funcionamientos cognitivos de alta
depende de la selección de estrategias exigencia involucrados en la compren-
sión textual, como sería el caso de las con la lectura en etapas posteriores y
inferencias. Además, el interés por este promoverá buenos y habituales lecto- nº 6. 2010
tema debe incluir a los primeros lecto- res, pues estos años iniciales pueden
res, teniendo en cuenta que explorar la influir de manera notoria en la poste-
comprensión en esta población permi- rior relación que los sujetos tengan con
tirá prevenir problemas relacionados los textos. 42

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C ampos Fernández-Fígares, Mar
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XVIII-XX (pequeñas dudas históricas
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Revista OCNOS nº 6, 2010, p. 45-60.
Siglos XVIII-XX
(pequeñas dudas históricas
ISSN 1885-446X.

sobre educación y literatura)


Mar Campos Fernández-Fígares
Universidad de Almería

PALABRAS CLAVE: RESUMEN: ABSTRACT:


Lectura crítica; historia educación Cuando nos acercamos a la educación literaria When we approached to literary education we need
literaria; literacidad. necesitamos cubrir un hueco histórico acerca del to cover a historic hole about the birth of criticism
nacimiento de la Crítica y su función facilitadora y and its facilitating and disseminator role. And as
divulgadora. Y al igual que hoy hablamos de una so- nowadays we talk of a globalized society, we can
KEYWORDS: ciedad globalizada, no podemos pensar en esa fun- not think about that function of criticism in Spain
Critical reading; history of literary ción de la crítica en España sin analizar también su without analising also appeared in other countries,
education; literacy. aparición en otros países, principalmente Inglaterra mainly England and France. Since its birth in the
y Francia. Desde su nacimiento en el nuevo espacio new area of Public Square in 17 th. century until its
de la Plaza Pública del XVIII hasta su difuminación blurring in the “Market without more” will be a key
en el “Mercado sin más”, será un agente fundamen- player in general education and literary education
tal en la educación en general y en la educación in particular.
literaria en particular.

La inquietud de la lectura surgían las dudas, no solo sobre lo que


y el cobijo de la plaza pública estábamos leyendo sino, y sobre todo,
Tratemos de situarnos en una especie sobre la manera en la que lo hacíamos.
de «escena originaria» en el diván de Era un terreno resbaladizo, de alguna
Freud y comencemos haciendo retornar manera oscuro, críptico en el que, per-
lo reprimido. Parece que fue ayer, pero cibíamos, podían construirse muchas
hubo una época –no hablo de hoy- en respuestas a preguntas que aún no nos
que leíamos y en que las lecturas litera- habíamos formulado.
rias incluso se nos abrían como puertas Y sin embargo aquellas primeras
al campo. Claro que con matices y sin lecturas «inquietas», aquellas pri-
añoranzas. No hay lugar para nostalgias meras preguntas, tenían de inmediato
inútiles y sí para muchos replantea- una respuesta ya prevista: se cobijaban
mientos. en el albergue de una implícita teoría
Ya hemos mencionado en otras oca- crítica que lo explicaba todo. Es bien
siones la inquietud que marcaba una sabido que los verdaderos cimientos
brecha entre el tiempo de las primeras de ese gran cobijo, de ese albergue al
lecturas, aquellos momentos en que que llamamos «crítica», comenzaron a
«leíamos apasionada, pulsionalmente, solidificarse con la Ilustración, aquella
* Fecha de recepción: 01/02/2010 tratando de encontrar o construir luz bajo la que los primeros estudiosos
Fecha de aceptación: 16/03/2010 nuestro propio yo» y el momento en que se volcaron en la literatura hacién-
dola objeto de análisis y enseñanza. como, junto a esos cambios, junto a
Hay pues que llegar al siglo XVIII para esas nuevas realidades sociales, se van nº 6. 2010
encontrar los inicios de lo que podemos gestando variaciones en los sistemas
llamar crítica literaria1. Su aparición educativos. Muchas “cosas” empiezan a
no es casual, obviamente, nada lo es generalizarse ahora y tendrán una vida
en última instancia. Surge cuando los inseparable de las nuevas condiciones 46
grandes cambios sociales que se inicia- históricas.
ran con la lucha de la burguesía contra Algunos aspectos como el enfrenta-
el feudalismo consiguen consolidarse miento con la Iglesia Vaticana que se
en lo que es el inicio del sistema social plasma gráficamente con la protesta de
actual. Lutero y que en Inglaterra o Alemania
Se trata, todos lo sabemos, de un lar- tendrá unas consecuencias tan distintas
guísimo cambio que afectó a todos los a las de España (y sin duda el rechazo
órdenes de la vida: el nuevo sistema de ésta a los cambios que se producían
de producción exigía, por ejemplo (y en Europa influirá negativamente en
es solo uno entre muchos), la con- nuestro desarrollo económico y mental),
centración de la población en núcleos tal debate sobre la Iglesia, decíamos, va a
urbanos. Y es en estos núcleos donde estar en el centro de todas las actuacio-
comienza la actividad de lo que llegará nes críticas ya sea de manera explícita
a llamarse crítica literaria. Las nuevas o implícita. De hecho para algunos
ciudades son el hueco propio de la bur- autores el enfrentamiento con la iglesia
guesía: sus calles, tabernas y plazas, los es el origen de la Crítica, con mayúscu-
«salones» y «academias», los espa- las. Marx, en los papeles del 44 recoge,
cios públicos. Y en este espacio propio, aún desde una perspectiva crítica
aunque amparado por el Estado, iba burguesa, que tal ruptura no es mera-
a comenzar a consolidarse una nueva mente religiosa sino total, ruptura de
actividad, la discusión pública, que una concepción del mundo expresada
abarcaría muchos órdenes de la socie- muy gráficamente por J. C. Rodríguez
dad entre los que estaba la producción (2001): se trata de la «ruptura de la
escrita: se debate sobre política y se naturaleza como signaturas sacraliza-
critica a la nobleza continuando con das»2. La burguesía pues se distancia
los hábitos que se iniciaran a fines del y va logrando hacerse un hueco propio,
XVII. Esta crítica varía mucho según un lugar en la sociedad, que ya queda
los países en los que tiene lugar. Pero lejos del pueblo, pero que también está
hay un aspecto fundamental y común: a bastante distancia de la nobleza. En
para que comience este debate público este hueco los ciudadanos se reúnen,
es necesario que los ciudadanos bur- conversan, intercambian opiniones.
gueses tengan ciertos conocimientos; Terry Eagleton (1999) señala certe-
urge, por lo tanto, que se eduquen. Que ramente el hervidero «político» de 1
Por supuesto que desde el Renaci-
comience a funcionar un sistema que la época y añade, tal vez de manera miento hasta aproximadamente 1750
dé cabida a un nuevo tipo de escolar. algo exagerada, «que en cualquier pub hay interés por encontrar o elaborar
Pero vayamos por partes. inglés se puede encontrar a un tendero una concepción de la literatura,
principalmente basada en el principio
Los cambios y avances en la educación criticando el discurso de tal político, o
de autoridad. No tiene nada que ver
son, efectivamente, consecuencias de a otro desmenuzando lo que ha dicho el con lo que actualmente se considera
cambios sociales mucho más amplios. rey». Es la clase social más dinámica en crítica. Sobre esto vid. WELLEK, René,
Estas mutaciones que inician la moder- este momento, dinamismo que viene (1959: Vol. II, 16 y ss.).
nidad solemos situarlas en la Inglaterra subrayado por una modernización ace- 2
RODRÍGUEZ, J. C. (2001); ahora en
del XIX. Nos volvemos pues por un lerada y un creciente avance de la tecno- una nueva edición muy revisada,
momento a Inglaterra a través de la obra logía, que cada vez hace más fácil entre traducida al inglés por el profesor
de T. Eagleton para ir descubriendo otras cosas la publicación de libros y Malcolm K. Read (2008).
revistas y, sobre todo, la confirmación iglesias y se fueron «enriqueciendo»
nº 6. 2010 de la existencia de una nueva y amplia con otro tipo de textos profanos, y cul-
sociedad que tiene interés en adqui- minaría con la profesionalización de
rirlos. Ha variado y se ha ampliado la los intérpretes, esos actores de «moral
figura del escritor, también la forma dudosa», que serán la principal excusa
47 mecánica de edición, y un cambio más: para la condena de tales espectáculos.
el de la financiación del escritor. Esta Así que estos Autos que despertaran
innovación es absolutamente radical pasiones en el Siglo de Oro se ven des-
y fundamental en cuanto a lo que será plazados por lo «contradictorio» de su
la mayor o menor libertad del autor en «mensaje», cuando les es imposible
ese cambio de «pagador». Del noble refutar el pensamiento liberal -los
mecenas particular, protector de un conservadores achacan la prohibición
artista, escritor, etcétera, pasamos a de los autos a la nociva influencia de las
un conjunto más o menos impreciso de ideas francesas en la península- preci-
suscriptores. De alguna manera es una samente en el que será el siglo en que
figura feudalizante que se conquista y primen las cuestiones relacionadas con
asimila a la clase burguesa. Ahora los la educación del pueblo.
suscriptores se convierten en mecenas anó- Está claro que tenemos que hablar
nimos de los escritores que publican en de Moratín porque, con su actividad
periódicos o revistas, con los que el autor en general y con su dedicación al teatro
siente una obligación menos directa. En en particular, su crítica va a ser funda-
este sentido la trayectoria es bastante mental para nuestra cultura, nuestras
similar en los distintos países europeos. letras y nuestro sistema educativo. Ya
En Inglaterra, por ejemplo, T. Eagle- sabemos que Moratín, que en 1799
ton apunta que hubo en el inicio de la había sido nombrado director de la
crítica, en el siglo XVIII, dos tendencias Junta de Dirección y Reforma de los
principales. Por un lado, la de Addison Teatros (y aunque dimitió enseguida,
y Steele, línea considerada como «de su influencia fue decisiva), arrasa con
plaza pública», que se corresponde- nuestro teatro clásico y lo renueva
ría en España con la labor crítica que totalmente, estableciendo las caracte-
desempeñó Moratín; de otro la crítica rísticas que conservará hasta nuestros
del doctor Johnson que veremos más días, igual que en Italia hiciera Goldoni
adelante. Es el momento de las grandes o en Francia Corneille y Molière.
discusiones sobre el Teatro, la Cues- «El Teatro representa a la Familia; la
tión Pública... y el hundimiento de los Familia es el Teatro», y el escenario
Autos sacramentales. Esto último era en cualquier caso, «La sala de estar»3.
fundamental dentro de la crítica reli- El cambio es fundamental, insiste J.
giosa, pero la manera de hacer desapa- C. Rodríguez (2008), «porque en él se
recer un género que contó con enorme muestra la evolución básica de los siglos
prestigio durante el siglo XVII, había XVI-XVIII, en que el teatro es la repre-
de ser un tanto maquiavélica: desde la sentación pública de la ideología de lo
esfera pública se “hace ver” a la Iglesia público, a los siglos XVIII-XX, en que
lo inadecuado, la inmoralidad que pasa a convertirse en la representación
supone el que los actores, esos perso- pública de la ideología de lo privado».
najes públicos de tan mala fama ¿vida?, Moratín con esta reforma tiene un
representen los papeles de protago- objetivo expreso y claro: «convertir a
nistas sagrados, como María o Jesús. los súbditos en ciudadanos y a los ciu-
3
Pueden releerse El sí de las niñas y
para la reforma La Comedia Nueva o El
Esta inadecuación venía siendo tolerada dadanos en espectadores críticos». En
Café, editadas por LÁZARO CARRETER, desde siglos atrás, cuando los Autos este sentido la crítica exponía la «inti-
Barcelona, Labor, 1970. sacramentales comenzaron a salir de las midad» de esa burguesía para que los
nuevos hombres tomaran conciencia enseñanza pública. Esta crítica morati-
de clase y quedara claro cuál debía ser niana seguía la línea de la publicada por nº 6. 2010
el papel de cada uno en esa sociedad Johnson sobre Shakespeare, en uno de
liberal que se quería construir. Moratín los momentos en que vence el moralista
pretende educar en esa Plaza Pública sobre el crítico:
que es el teatro, y su preocupación por ...[Shakespeare] cuida mucho más 48
tal educación será una constante en su de agradar que de instruir, hasta el
labor política. En la Inglaterra del XVIII punto que parece escribir sin propó-
sito moral de ninguna clase (...) lleva
ya existen teorizaciones sobre la crítica
a sus personajes indiferentemente
literaria, aunque esta sea en un primer por entre lo bueno y lo malo, y al final
momento más bien una Crítica cultu- se despide de ellos sin preocuparse
ral. Una Inglaterra que Moratín había de más, y deja que su ejemplo obre a
conocido en los años 1792-93, y que le la ventura. Es ésta una falta que no
había deslumbrado entre otros motivos puede disculparse con la barbarie
por su “libertad real de crítica”. Y esta de su época, porque el deber sempi-
visita será especialmente productiva terno del escritor es hacer mejor el
mundo...5.
porque le incitará a la traducción de
En esta dirección, consistente
la obra de W. Shakespeare, Hamlet, y
en justificar la crítica como plaza
a la escritura de la Vida de Guillermo
pública, debemos mirar en Inglate-
Shakespeare. Este último documento
rra hacia Addison y Steele. Esta plaza
fue retirado en una segunda edición de
pública la conforman básicamente las
la traducción de Hamlet pero ha podido
columnas de diarios y revistas, como
ser recuperado por J. C. Rodríguez en la
Defoe Review, The Spectator, The Tatler,
obra citada arriba. Dicha recuperación
etcétera. Para ellos, el crítico ha de ser
tiene un valor importantísimo para el
un hombre ilustrado en los diversos
tema que estamos tratando. La actitud
saberes de la humanidad con objeto
crítica de Moratín con respecto a la obra
de que pueda «juzgar» si en todos los
del inglés es coherente con su trayec-
ámbitos de la sociedad se cumplen las
toria. Esto quiere decir, obviamente, expectativas humanísticas que defien-
que hay muchas cosas en ella (Hamlet) den. En estas revistas no hay aún 4
Como decíamos, para mantener su
que nuestro crítico considera defectos. límites concretos ni materias bien defi- postura escribe Moratín una “Vida
Pese a que reconoce la «genialidad» nidas: autor-lector, géneros literarios,
de Shakespeare” que publica en 1798
de W. Shakespeare, su pluma no se junto a su traducción de Hamlet, pero
etcétera, son conceptos que en muchos que retirará en 1825 cuando se reedite
seca a la hora de intercalar notas en la casos se están fijando en este momento. la obra ya que en pleno siglo XIX las
traducción sobre numerosos aspectos Dirá Eagleton: corrientes románticas elevarán el
que le parecían inadecuados, ya que La confluencia del escritor y lector, prestigio de Shakespeare hasta hacerlo
el objetivo de esta tragedia era bási- crítico y ciudadano, múltiples modos intocable. Vid. ed. cit. pp. 60-61.
camente «deleitar al pueblo grosero literarios y ámbitos dispersos de 5
La postura de Johnson sobre Shakes-
y no instruir», hecho que inspira a investigación, todos ellos cobijados
peare está llena de contradicciones.
don Leandro un rechazo frontal. No en un lenguaje a un tiempo cortés y Vid. RALEIGH, Walter, Johnson on
acepta el calificativo de maestro que transparente, es señal de una ausen- Shakespeare, Oxford 1908, citado por
cia de especialización que hoy en día WELLEK, René, Op. cit., T. I. Por otro
se le da a Shakespeare en Inglaterra
quizá nos resulte inteligible en parte lado, Johnson y Moratín no tienen
y añade críticas a otras obras además por ser anterior a esa división inte- coincidencias sobre otros elementos de
de a la de Hamlet4. Le queda a Moratín lectual del trabajo a la que nuestros la crítica. Por ejemplo: la defensa que
la esperanza de que tras Shakespeare propios amateurismos son inevita- realiza el español de las tres unidades
le llegue a Inglaterra un reformador blemente refractarios6. en el teatro a Johnson le parecen
terminantemente absurdas. Vid. R.
del teatro inglés que lo conduzca en la En Inglaterra se producirá una acti-
WELLEK, Op. cit. pp. 107 y ss.
línea de la revolución que iniciara Cor- vidad crítica de suma importancia
neille en el teatro francés, al entender en diarios y revistas de gran alcance, 6
EAGLETON, T. (1999): La función de la
que este tenía también como misión la dentro de las limitaciones que tal Crítica. Barcelona: Paidós, p. 26.
alcance tenía en la época, por supuesto. tertulias y en las Sociedades de Amigos
nº 6. 2010 En Francia la crítica se hará dentro de del País que se fundarán a lo largo del
un espacio fundamental, los “Salones”, siglo XVIII. La Crítica en diarios y
que si bien existían desde 1667, solo a revistas tendrá relevancia a finales de
partir de 1725 gozarán de una difusión siglo y sobre todo ya entrado el XIX.
49 creciente. En tales salones la crítica En el otro lado de la crítica que enun-
presenta las distintas artes ante un ciábamos antes estarían aquellos inte-
público nuevo, el público burgués que lectuales que entienden que el objeto
en ellos tiene acceso a todo aquello que sobre el que ceñían su crítica los autores
hasta entonces estaba reservado a la anteriores era limitado. Esa cultura que
nobleza. Y algo fundamental: un lugar se examinaba cuidadosamente en las
donde la burguesía se ve a sí misma revistas era solo una parte de la realidad.
compartiendo protagonismo con la Se trata, pues, de una concepción de la
nobleza. Es un espacio nuevo de expo- crítica mucho más amplia, similar a la de
sición en el que es posible intervenir, Olavide o Jovellanos en España o Samuel
generando una discusión creativa. Johnson en Inglaterra. Este último
Diderot escribe sus famosos textos escribe con la intención consciente de
críticos a los que denomina precisa- ser diferente a los demás escritores de
mente «Salones», y en uno de ellos se diarios y revistas, medios que a su juicio
perfila lo que a partir de este momento favorecen la pérdida de relieve del escri-
será la definición válida de la actividad tor. Para él la nueva condición del escritor
crítica: «una consideración personal es fuente de preocupación. El cambio en
que valora las obras y las compara, pero la condición del autor, que escribe ahora
que también informa sobre su conte- para ganarse la vida, es decir, que se
nido. Su redacción es breve y vivaz, sin convierte de alguna manera en merce-
pretensión de exhaustividad, sin ánimo nario que intenta solo ganar dinero, no
de tratadista (1759)»7. En Francia la le satisface, aunque él mismo afirma que
crítica es mucho más «capitalina» escribe con este fin10. Está claro que en
que en otros países. Su afán por llegar todo esto existen aún ciertos desajustes
al público tiene quizá un carácter más sociales que llevan a esta consideración
provocador, con el fin de hacer reac- de dinero = mercenario, olvidando que
cionar al espectador persuadiéndolo, actuaba también el deseo de adquirir
7
Vid. CALVO SERRALLER, F., “Orígenes provocando la emoción, identificán- prestigio o el interés por defender deter-
y desarrollo de un género: la crítica
de arte”, en BOZAL, V., (1996): Madrid:
dolo con la obra. Madame de Staël pro- minadas ideas. Pero la concepción de
Visor, pp. 153 y ss. porciona algunas claves sobre el acto Johnson (o Jovellanos o Diderot) acerca
crítico. Para ella se trata de la «nece- de esa «plaza pública» es más amplia:
8
STAËL, M. de, Cartas sobre los sidad de ver expresada la admiración»8 abarca todo el sistema social, al que él
escritos y el carácter de Jean-Jacques
sobre las obras leídas, es pues básica- se dirige. Le importa la vida misma,
Rousseau, 1788. Cfr. Pierre MACHEREY
(1990).
mente una vivencia de unión enrique- la opinión general. Esa «no renuncia
cedora. Y este acto íntimo, privado, se a la realidad social» le hace parecer
9
Esta línea de la crítica francesa la ha hace público mediante la expresión de demasiado realista en relación con el
estudiado el belga G. POULET (1997) tal relación, a través del juicio crítico que gusto de otros críticos. Pero no por eso
desde la perspectiva de la “crítica
permite a otros compartir los mismos dejó de tener éxito, ya que entregó al
de la conciencia”. Según este autor,
Baudelaire admite la emoción lectora sentimientos. Estos sentimientos serían público una crítica más de a pie, menos
como una manera de completar una el producto de dos momentos distintos, especializada y con gran «sentido
obra literaria. Si esa obra no es leída, de dos lecturas de la obra que confirmen común». Comparte con Addison o
no existe. Esa lectura, la realice una
las primeras impresiones de admiración, Steele la idea de que la crítica no habita
mente inocente o experimentada, es
imprescindible.
y en cuya confirmación encontraremos el en un espacio autónomo sino que
conocimiento real de la obra9. En España «pertenece a la ideología general».
10
Vid. WOOD KRUTCH, J. (1948). este tipo de crítica tendrá su lugar en las Pero estos se inclinan hacia la crítica
cultural mientras Johnson trata de masa de su pueblo yace en la más
evaluar toda la experiencia social. eminente ignorancia... si deseáis el nº 6. 2010
Pablo de Olavide, tras su llegada a bien de vuestra patria, abrid a todos
Sevilla en 1752, procedente de Lima, se sus hijos el derecho de instruirse,
multiplicad las escuelas de primeras
convierte rápidamente en uno de los inte-
lectuales más importantes de la época.
lecturas; no haya pueblo, no haya
rincón donde los niños, de cualquier
50
De talante profundamente renovador su clase y sexo que sean, carezcan de
tendencia es similar a la de Johnson. Es este beneficio.
partidario de una crítica más global y,
aunque se aplica con gran interés a la Siglo XIX: el tablero de la esfera
reforma del teatro, llega mucho más pública comienza a difuminarse
allá al elaborar un Plan de Reforma de La crítica... por una parte es un
la Universidad11. Acompaña estas actua- discurso que reglamenta o limita a
ciones con otras más políticas en las que otro discurso. Y de ahí... la perenne
trata de establecer un nuevo orden social tendencia crítica hacia la normativi-
y económico y en las que deja patente ese dad: en el sentido en que toda crítica
tiende a constituirse necesariamente
afán europeísta, que hace que los sec-
como la fijadora de normas...13.
tores conservadores de la sociedad y la
En el siglo XIX el espacio público que
Inquisición lo asedien y encarcelen.
la burguesía había logrado ganar para
La misma suerte, sobra decirlo, corrió
el debate, comienza a ser invadido por
Jovellanos, quien en 1767 conociera a
los intereses privados de comerciantes
Olavide en Sevilla. Comparten ambos
y libreros, que van primando las nuevas
los deseos de reforma del país en todas leyes de mercado, generadas en parte,
sus esferas y niveles y, por supuesto, en en lo concerniente al tema que venimos
el de la educación pública. La crítica no tratando, por el desplazamiento, que ya
es tan solo cultural, sino que parte de mencionamos, del mecenazgo nobilia-
una concepción globalizadora. Repeti- rio y su sustitución por los suscriptores
mos una vez más que crítica significa anónimos.
todo, y el lugar en el que se manifiesta Las ideas políticas se ciñen a esa
tal crítica será fundamentalmente en concepción de la esfera pública en
las Asociaciones de Amigos del País12. la que el poder de la burguesía no
Esta clase burguesa española que no ha conoce límites. Entienden que el
sufrido la catarsis de la lucha frontal con habla del pueblo no es el habla autén-
la Iglesia está aún lejos de la inglesa o la tica (Johnson) porque es mudable,
francesa. Quizá por esto el afán refor- de modo que puede dejarse perder
mador de Jovellanos u Olavide resulta porque no aporta nada. De la misma
mucho más peligroso para el poder manera, tampoco ha de tener cabida esta
que si se hubiera llevado a cabo en clase social en la comunidad política.
otros países, ya que aquí el Lugar de la Bourdieu y Passeron (1977) afirman, 11
Reforma también de la ciudad, cfr.
burguesía aún no está consolidado. En refiriéndose a la consolidación de la Sevilla y La Carolina.
su Tratado teórico-práctico de enseñanza burguesía como clase hegemónica:
insistirá Jovellanos: El trabajo educativo por el que 12
Sirva de índice de la concepción
Obsérvese que la utilidad de la ins- se lleva a cabo la acción pedagógica globalizadora la lista de Sociedades y
trucción, considerada políticamente, Academias de las que Jovellanos fue
dominante, y que tiene como función
miembro: Sociedad Económica; Acade-
no tanto proviene de la suma de el mantenimiento del orden, logra
mias de la Historia, de Bellas Artes de
conocimientos que un pueblo posee, imponer mejor la legitimidad de la San Fernando, de la Lengua Española,
ni tampoco de la calidad de estos cultura dominante conforme más se de Cánones y de Derecho. También de
conocimientos, cuanto de su buena realiza. Acción que se lleva a cabo a la la Real Junta de Comercio, Moneda y
distribución. Puede una nación par que se implanta, por inculcación Minas.
tener algunos, o muchos y muy o exclusión, el reconocimiento de la
eminentes sabios, mientras la gran ilegitimidad de la cultura dominada. 13
RODRÍGUEZ, J. C. (2008).
Esa crítica nacida en el siglo XVIII, grupos minoritarios como las feminis-
nº 6. 2010 que tiende a hacerse norma, se va dis- tas, otras iglesias...18, etcétera. El pueblo
tanciando en dos direcciones opuestas: empieza a conocer los debates entre
por un lado, la crítica del idealismo sus dirigentes y a sentir que no está
alemán, que defiende una normativi- representado por ellos. El siglo XVIII
51 dad objetiva, que mostraría «las espe- marca sin lugar a dudas la transfor-
ranzas que animaban a la historiografía mación radical de la sociedad europea,
literaria del siglo XIX, en emulación con dejando expuestas sobre la mesa todas
la historiografía general, para asumir las cartas con las que habrá de jugar
el legado de la filosofía histórica del la sociedad moderna (aunque siempre
idealismo»14; por otro lado, la crítica quede más de una en la manga). De la
del gusto, del empirismo anglosajón, relativamente tranquila esfera pública
defensora de una normatividad sub- de inicios del XVIII, pasamos en un
jetiva, basada en la pretendida esencia siglo (por usar una temporalización
humana...15. que nos resulta cómoda), a un hervi-
El pueblo comienza a aprender a leer dero de intereses, a una lucha encar-
(¿se le enseña a leer?) gracias al afán nizada que se ha gestado en parte en el
ilustrador de los gobiernos. Afán que interior de sí misma.
se debe más que a factores altruis- Decíamos que en el XIX se van asen-
tas, al temor que los políticos tienen tando muchos de los valores de esta
de que, al dirigirse a las masas, estas burguesía que ya tiene lugar propio y
no los entiendan y sean por tanto más privilegiado y que no quiere que «el
difíciles de gobernar que si han pasado vulgo» interfiera en su mundo. Así
por el barniz de la escuela. Sobre esta que una de las grandes preocupa-
cuestión, R. M. de Labra, rector de la ciones de esta burguesía va a ser la de
Institución Libre de Enseñanza, habla- mantenerse en el nivel conseguido y
ría con rotunda claridad ante el Senado mirar hacia las clases populares para
en 1901: conocer qué grado de explotación es
...El problema social no es solo el de
posible mantener sobre ellas sin que
las relaciones del capital y el trabajo,
aunque ésta sea una fase impor- se subleven. También en España la
tante; es el problema de la enseñanza burguesía se preocupa ante todo de
integral, en virtud del cual la masa sí misma, aunque la situación es muy
indomable, perdida, solicitada por diferente. No hay industrialización ni
toda clase de tentativas, deseos, la habrá apenas hasta el siglo XX. La
entenderá, comprenderá, sabrá, crítica ha alcanzado una mejor situa-
entendiendo y sabiendo leer (...) Des- ción económica, mayor público y por
graciados nosotros, señores, si no tanto un espacio físico más amplio en
dirigimos todas esas grandes multi-
las revistas. Pero ahora se encuentra
tudes que existen en la Mancha y en
Castilla, si no las instruimos, si no sometida a un nuevo poder: la política.
14
Vid. JAUSS, H. R., (1971). las ponemos en estado de compren- Los críticos pierden toda inocencia, no
der16. se proponen enseñar sino conformar a la
15
Ibid. p. 22. opinión pública para manipularla a favor
La educación de las clases subalter-
16
Vid. TURIN, Y. (1967: 44-45).
nas, en manos de la burguesía, es fun- y en defensa de su propia clase. La selec-
damental para que aquellas lleguen a ción de los textos se hace en función de la
17
Para una buena síntesis sobre este asimilar como propia la ideología de sus utilidad ideológica que se pueda obtener
tema, vid. GIL RIVERO, J. (2002). enseñantes17. Porque está comenzando de ellos.
a gestarse una lucha en el interior de El caso francés es completamente
18
Por supuesto, en otros países euro-
peos. En España el tema de las feminis-
otra esfera, también pública pero aún diferente del inglés. Al decir Francia
tas y las iglesias será muy posterior, si sin voz, con estructuras incipientes. Es no sabemos si convendría más con-
es que llega a darse. el Lugar de los trabajadores o de otros cretar: París. París como capital de
la cultura. Y estamos a la vez ante una en el que ridiculizaba esta literatura, y
concreción previa a una abstracción que si de algo sirvió fue para despertar nº 6. 2010
máxima. Porque parece difícil hablar el sentimiento antifrancés de los inte-
del caso francés restringiéndolo a los lectuales del país, que se esforzaron en
autores de tal nacionalidad cuando en construir rápidamente una base sólida
verdad lo que podríamos considerar nacional que la llevara a igualarse con 52
ambiente literario en París estaba los mejores. España, la aislada España,
constituido por escritores de multitud mantiene una lucha constante entre
de países, llegados allá por diferentes los defensores de la tradición y aquellos
motivos, pero que contribuyen a con- otros que buscan la modernización.
formar el carácter propio de la lite- Como es bien sabido, con La revolución
ratura francesa, ese carácter rotundo francesa se consolida definitivamente
de internacionalización. Este rasgo en este país una realidad ideológica
de la cultura en general, y de la crítica nueva. La burguesía ascendente toma
en particular, es, precisamente, uno de manera definitiva las riendas de su
de los aspectos que la distancian de la gobierno y demuestra que puede des-
inglesa, la alemana o la española. El hacerse de la cabeza visible del poder
siglo XIX es el siglo de la afirmación de (en el sentido más físico también), el
los distintos nacionalismos europeos, rey, pero llega más allá que los ingleses,
de la pretensión de «individualiza- estos burgueses matan también a la
ción» y «particularización» de cada reina y su descendencia: exterminio del
literatura, de la búsqueda exhaustiva mal a la manera maquiavélica recomen-
de la idiosincrasia de cada pueblo. Y dada en El príncipe, para anular cual-
parece que en París tal búsqueda se da quier esperanza de los partidarios de la
mediante la apertura y el liberalismo monarquía. Estos comienzos de la demo-
intelectual y se encarna en una autori- cracia (hasta donde pueda entenderse en
dad (superioridad) admitida por todos, este momento) republicana, convierten
con el fin de reconocer y consagrar, sin a París en la «capital de la República
los escrúpulos de los conservadores, a Mundial de las Letras», como la llamará
los escritores que han ido conformando P. Casanova (1999:47). Porque las letras
la modernidad19. Una especie de mece- no van a depender de ese Estado, aún
nazgo institucional de críticos y edito- dominado por la clase nobiliaria, en el
res, que se arriesgan con la confianza que la burguesía inglesa establece en
del que sabe que todo lo que canonice un primer momento su «hueco» social.
París tendrá el éxito asegurado en el En ese espacio francés de una liber-
resto del mundo. Francia, París, están tad y frescura impensables en ningún
pues abiertas, dispuestas a sorprender otro país, la crítica literaria cobra una
e imponer sus criterios más allá de sus importancia enorme puesto que, como
fronteras. Los demás países construyen dijimos, transcenderá de sus fronteras
sus historias literarias mirándose solo a todo el orbe y, a la inversa, actuará
a sí mismos, espiando a hurtadillas como reclamo para todos los que no 19
Es obvio que esta sociedad tiene sus
o descaradamente la actividad gala. consiguen hacerse un lugar en sus malditos como Baudelaire describirá
magistralmente en su poema “Alba-
Los ingleses, seguros, se observan a sí países de origen, en algunos casos por tros”, pero aún así, como tales malditos
mismos como capital de la futura «Com- quedar fuera de los esquemas que deli- tienen cabida en la ciudad y en su
munwealth», centro de todos los autores mitan la idiosincrasia de la literatura leyenda. Vid. el poema en BAUDELAIRE,
que escriben en lengua inglesa. Ale- nacional21. Ch. (1987:18).
mania tuvo cierto complejo de carencia Un caso similar al de París lo halla- 20
De la littérature allemande, Berlín,
de raíces literarias, complejo reforzado mos, quizá, en la Viena de los años 1780.
por el conocido escrito de Federico el veinte del siglo pasado. Precisamente
Grande, De la littérature allemande20, también debido a su carácter «flo- 21
Vid. MACHEREY, P. (1990).
tante», aunque no sea tan cosmopo- lutamente impermeable a la opinión
nº 6. 2010 lita como la «Ciudad de la Luz». Esta pública. Ante la lucha en las «esferas
se mantendrá a la cabeza tanto de las públicas», lucha de clases, de intereses
vanguardias artísticas, por ejemplo, enfrentados, el sabio se especializa,
apostando claramente por el cine, como aparta su objeto de estudio y lo coloca
53 de la Academia, fundando numero- en un laboratorio aséptico para ana-
sos museos y ampliando el palacio del lizarlo sin que nada le estorbe. Ahora
Louvre, con el fin no solo de exhibir las la opinión pública no va a interferir en
colecciones reales, sino con las miras absoluto (se supone) en la exposición
puestas en abrirlo al público. Con res- de unas ideas que se gestarán desde la
pecto a las Letras y las Ciencias, quizá única referencia del investigador que
baste con recordar la organización posteriormente expondrá «ex cathe-
de las Exposiciones Internacionales, dra» sus conclusiones, o por mejor
especialmente la de 1889, que es con- decir, sus descripciones exhaustivas
siderada como la primera gran Expo- del objeto de estudio, lo que para los
sición Internacional y que dejó como positivistas equivaldrá al único cono-
símbolo de su rotunda modernidad la, cimiento real posible. Esta postura
entonces controvertida, Torre Eiffel, marcará sin duda un cambio profundo
con sus más de 320 desafiantes metros en la actividad crítica, no solo en lo
de altura. referido a la forma de difusión sino, y
Bajando a las imprentas, en el París es tanto o más importante, en cuanto a
cosmopolita surgen multitud de revis- la manera de producción de la misma.
22
Vid. EAGLETON, T. (1999). tas para defender las distintas naciona- La postura de los Románticos difiere
lidades, ya sean revistas redactadas por mucho según el país al que represen-
23
De l´Allemagne, ya impreso en
1810, fue incautado por el gobierno
críticos franceses, ya aquellas editadas tan. Sobre este asunto resulta muy
francés. Se publicó en Inglaterra en por colectivos de emigrantes: polacos, interesante la obra de M. de Staël,
francés (1813), aunque se tradujo muy checos, cubanos..., que también tratan De l´Allemagne23. Fue un libro de gran
pronto al inglés y al alemán. En Francia de enaltecer a sus naciones desde el resonancia en su momento ya que,
apareció en 1814. En Inglaterra tuvo
exilio, o de encontrar la legitimación de aún centrándose en la crítica de obras
un éxito rotundo y el conocimiento
de la literatura alemana se debió a
sus literaturas particulares: el camino alemanas, este viene a significar la
esta obra. También tuvo muy buena de su realización. conciliación con la literatura alemana,
acogida en Alemania, aunque los Por supuesto que no debemos olvidar hasta este momento ignorada, por su
críticos alemanes no coincidieran en que junto a esta diversidad existe la defensa de los nacionalismos, y pese a
muchos de los criterios expuestos en
crítica francesa a la literatura fran- que muestra escasa simpatía hacia los
la misma. Sobre la difusión de la obra
de Mme. Staël en España vid. el trabajo cesa: la erudición histórico/filológica románticos alemanes. Mas a la vez sus
de Leonardo ROMERO TOBAR (1999: supuestamente «neutral». Y así aparece palabras están impregnadas de afán cos-
353-366). en el siglo XIX una figura nueva, la del mopolita: «las naciones han de servirse
sabio, que rescatará a la crítica literaria de guía las unas a las otras», para conju-
24
Vid. WELLEK, R. (1959:cap. VIII). En
este sentido, Il Conciliatore (1818-
de la política y de la calle, rescate que gar esos nacionalismos con el espíritu
1819) será en Italia el diario que se será impulsado también por la estética europeo, o al menos para lograr una
muestre defensor de lo nuevo, del idealista en el ámbito intelectual22. cierta «armonía espiritual» entre las
romanticismo. Necesitaban romper Antes de que mueran la literatura y distintas nacionalidades24.
con el gastado substrato mitológico,
la crítica literaria hay que rescatar- En Inglaterra el gusto por los román-
y se optó por un acercamiento a lo
nacional. El espíritu romántico fue las de la política y apartarlas por tanto ticos tampoco parece un lugar común.
visto como la posibilidad de crear una de las disputas en las revistas y diarios. Según Eagleton, «la imaginación ’com-
nación fuerte e independiente. Ludo- El crítico se retira parcialmente de pasiva’ de los románticos no es de interés
vico di Breme, Silvio Pellico o Ermes la esfera pública y su relación con los como fuerza revolucionaria». E insiste:
Visconti defienden esta posición. Más
tarde también Alessandro Manzoni se
lectores cambia radicalmente: pasa «la crítica no quiere incorporarse al
declarará romántico. Op. cit. T. II, pp. del diálogo entre ambos al alejamiento orden (desorden) social y establece la
292 y ss. de una vida social, se considera abso- máxima distancia entre ellos. Pero esta
es la tragedia, evadirse alegremente de obra literaria pudiera considerarse
la realidad social para encontrarse en como acabada, completa. La compren- nº 6. 2010
un «aislamiento vergonzoso». sión de la obra de Baudelaire estriba-
En España, el público, tras un breve ría en la capacidad para evocar otras
periodo de influencia del romanticismo obras. No estamos ante una experien-
inglés, se vuelve hacia los autores fran- cia erudita sino divulgativa, difusión 54
ceses. La lucha de Larra no es profe- necesaria en ese círculo abierto del
sional o institucionalizada, como era comercio de la obra de arte, de la obra
la de los sabios (M. Pelayo), sino que se literaria, para que ésta tenga un lugar
inscribe en diarios y revistas como El efectivo en la sociedad. Dirá Baudelaire
Duende Satírico del Día25, la Revista Espa- que el único buen crítico es el «crítico
ñola o El Correo de las Damas, que retoma poeta» capaz de traducir/transcribir
la disputa con otros diarios como El todas las emociones26.
Correo Literario y Mercantil. El Pobrecito En España los escritores son críticos
Hablador expresa la necesidad de sacar de sus obras a la par que mantienen
a España del atraso terrible en el que se un espíritu crítico global. Por ello se
encuentra: produce el desgarro entre su propia
Empiécese por el principio: edu- ideología, la que desean para su país, y
cación, instrucción. Sobre estas la que realmente tienen a su alrededor,
grandes y sólidas bases se ha de
lo que les aboca a un camino sin salida.
levantar el edificio,
y a partir de aquí trata de remover el
país, de difundir el espíritu liberal, tan De la plaza pública
dependiente aún y sin valores propios al mercado sin más
Cómo es posible ser crítico si el arte es
de clase. La crítica global con la que se
su propia verdad inapelable y categórica,
pretende llegar a adquirir bases sólidas si el discurso social está irremediable-
se siente suspendida en la nada, con el mente alienado y si no hay público al
azote constante del control guberna- que dirigirse27.
mental y religioso. Es una lucha rele- Ante esta postura de los Románti-
vante que no será reconocida hasta que cos, Matthew Arnold propone unificar
los escritores del 98 reclamen la impor- al pueblo, esto es, al proletariado, a la
tancia de sus escritos para la construc- burguesía y a los «caballeros», bajo el
ción de una España liberal, moderna y modelo burgués, transmisible mediante
europeísta. un sistema de escuelas públicas, pues
En Inglaterra, el crítico como tal ya no su preponderancia social es sentida por
es el mediador entre la obra y el público, los dirigentes políticos como el único
pues la obra, apartada de la confundida modelo educacional posible. Se trata de
esfera pública, es verdad en sí misma y alguna manera de alcanzar una homo-
debe llegar sin intermediarios a los lec- geneidad por medio de la educación
tores. «Si la obra no triunfa es porque que haga más fácil la tarea de gobernar
no hay un público que la comprenda el país. Es decir, la crítica sigue siendo
y tal público solo lo puede formar el política pero bajo el disfraz democra-
poeta». Es lo que ocurre en Francia tizador de la educación universal, y no
con Baudelaire: el escritor comunica encuentra tantos obstáculos en su labor
directamente y a la vez se siente lector porque los románticos han abandonado
privilegiado de otros y comunicador de la cancha de juego.
los diferentes efectos que han produ- 25
Publicado por él mismo, vid. COURT-
Arnold desea una crítica tan supre- NEY TARR, F. (1982).
cido sobre él sus lecturas. Trata, como mamente objetiva y no partidista
lo hiciera Mme. de Staël, de subrayar la que llegue a trascender toda clase 26
BAUDELAIRE, Ch. (1996).
lectura casi como sinónimo de crítica, social e interés particular, viendo el
acto fundamental para que cualquier objeto como es en realidad. Para este 27
Vid. T. EAGLETON (1999) p. 65.
propósito la crítica ha de negarse en algunos escritores es el principal mal
nº 6. 2010
redondo a entrar en el ámbito de la social, por ser manipulado directa-
práctica social, que es muy distinto mente por el mercado), emergen estos
de la esfera de las ideas; ha de inten- intelectuales que tratarán de crear
tar determinar lo que es mejor en el
algo nuevo: basándose en el modelo de
55 pensamiento humano28.
la Academia francesa, Arnold apuesta
Resumiendo: el papel del sabio que
por el nacimiento de una clase culta que
en España encarna Menéndez Pelayo,
influya sobre el resto de la sociedad.
como en Alemania Gervinus, o Lanson
en Francia, tiene una relevancia espe- Reclama al Estado que intervenga en
cial. Y, frente a esta figura del sabio la formación del gusto, aunque una
que se aleja del mundo para investi- vez más se encuentre con que tal clase
gar y permanece aislado, separado de culta no tiene un lugar propio dentro de
los problemas de la sociedad (aunque las «esferas» sociales. Se ha creado en
algunos de ellos apoyarían abierta- este siglo XIX algo concreto, la nación:
mente a los gobiernos establecidos, Lo Inglés, Lo Francés o Lo Español.
como es el caso de Menéndez Pelayo), Tales conceptos no son más que proce-
el «gacetero» u hombre de letras sigue sos ideológicos que tienen estos fines:
tratando de transmitir un humanismo integrar a toda la sociedad, también al
que apenas puede competir con la espe- proletariado, pese a que políticamente
cialización. La sociedad está generando apenas cuenta, en un proyecto común, la
tantos saberes distintos que es prácti- patria, que provoca la adhesión de todos
camente imposible abarcarlos y darles los estratos que la componen, y cons-
un tratamiento humanístico. El gusto truir «una herencia cultural nacional
del público está dejando de ser sensible que sirva para cimentar la hegemonía de
a sus opiniones y lo configura ahora el la clase dirigente en un periodo de ines-
mercado. tabilidad social»30. Contribuirá a ello la
En concreto, la crítica literaria se escolarización de las clases populares
28
Cita Eagleton el trabajo de John durante este siglo, aunque «la rea-
BRYSON, (Comp.), “The Function of
encuentra en el XIX con que hay muchas
obras que no precisan de la interpre- lidad educativa y científica española
Criticism at the Present Time”, en Mat-
tew Arnold: Poetry and Prose, Londres, tación del crítico -las de Dickens o sería precaria porque precario era el
1954 . EAGLETON, p. 69. Dumas-, porque, aparentemente, en desarrollo capitalista español, subor-
ellas se expresa de manera evidente lo dinado a una temprana dependencia
29
Sobre el naturalismo en España extranjera. (...) No olvidemos que al
PATTISON, W. T. (1969). Su trascenden-
que antes el crítico había de extraer y
cia fue muy inferior al caso francés. presentar. Surge una nueva pasión por mismo tiempo se está desamortizando,
Podemos hablar de los intentos de lo experimental en todos los niveles se construye un mercado nacional, se
Valle-Inclán por mostrar esa sociedad sociales que afecta de manera rotunda a afianza la burguesía y se proletarizan
invadida por el cientificismo, o de ingentes masas de población»31.
la percepción del mundo, y que se filtra,
Unamuno, que consideraría a lo real
cómo no, en algunos escritores, como Por otro lado, la emergencia de lo
como una mezcla de cientificismo e
idealidad. Vid. también “La escritura los citados, u otros: es el caso de Zola inglés (o lo español, etcétera…) que
del otro fin de siglo o en el principio (1972), que se vuelca sobre la sociedad apuntábamos, «llevó a buen término la
era la mano: Naturalismo y Positivis- para examinarla como si se tratase de empresa de los sabios, instituyendo la
mo” en RODRÍGUEZ, J. C. (2002). literatura como un objeto trascendental
un objeto de laboratorio, produciendo
30
EAGLETON, T. (1988: p. 72 y ss.).
unas obras con descripciones exte- de investigación»32. Esta ansiedad por
nuantes que tratan no solo de acercar conformar lo propio tenía que llevar sin
31
Vid. PESET, J. L., GARMA, S., y PÉREZ al lector a algo concreto, sino que pre- duda, como afirma L. Romero (1996) «al
GARZÓN, J. S. (1978). Para un estudio tenden que éste esté en condiciones de descubrimiento de lo ajeno (...) El desa-
de la política educativa en España y en
poder comprenderlo29. rrollo de la idea de literatura nacional
concreto la educación literaria en el
XIX, vid. NUÑEZ, G. (1994).
Ante este público que parece no lleva aparejado el de literatura compa-
necesitar a los críticos para ser curado rada», aunque todavía habrían de pasar
32
EAGLETON, (1999:74). del mal de lo «irracional» (que para bastantes años antes de que se convir-
tiera en un objeto de estudio sólido. tificación para ocupar un lugar inter-
Pero si, como decíamos, la literatura medio entre esos gaceteros y aquellos nº 6. 2010
era admitida ya oficialmente como sabios. Su propuesta consiste en acercar
objeto de investigación, esto implica los textos a todos por medio de una his-
que el estudio de la literatura se haga toria en la que aparezcan obras y autores
en las universidades, perdiéndose así acertadamente descritos. El rechazo 56
el contacto entre el estudio de la misma por parte de los sabios es radical34
y la sociedad y propiciando la aparición porque no creen válido el conocimiento
de los eruditos «por libre» cada vez sin el contacto directo. Por otro lado,
menos sólidos y más débiles al no poder tampoco se trata de la inmediatez de la
profundizar en tan variadas materias. crítica aparecida en los diarios. Mas la
El conflicto amateur / profesional, idea está muy clara para Lanson: para
pasa a convertirse en crítica (preocupa- enseñar a leer hay que seducir, atraer
ción por la vida y las letras) / erudición hacia los textos. Y para conseguirlo de
(especialización técnica). manera sistemática, hay que ofrecer
los escritos a través de una Historia
Fines del siglo XIX: las historias de la Literatura que aporte orden y
de la historia (literaria) sistematización al presentarlos. Se
A fines del XIX aparecen revistas en las ansía que el «saber» llegue a todos y
que la especialización desbanca total- la literatura, dirá Lanson, es, «en el
mente a los hombres de letras que son más noble sentido de la palabra, una
considerados por los nuevos eruditos vulgarización de la filosofía», la tras-
como hombres excesivamente super- misora de todas las grandes corrientes
ficiales. «Es el liderazgo intelectual y filosóficas que determinan los procesos
no el intelectual-moral el que toma el o cambios sociales.
relevo»33. La esfera pública, la plaza Arranca pues la literatura de las
pública del XVIII se ve asfixiada por el manos de los eruditos para ofrecerla
comercio, que impone el gusto, y por como objeto de enseñanza, en un sentido
la universidad, que reclama la espe- mucho más amplio del que la sociedad
cialización de los críticos. En España francesa entiende. Esta idea de formar
a esto se suma el control del Estado y a todos queda reflejada parcialmente en
la Iglesia. Una parte importante de la la Historia de la Literatura. Afirma con
literatura se está vaciando de contenido modestia Lanson que no aporta aquí
social y se eleva en un mundo poético teorías propias sino que las toma de
totalmente ajeno a la sociedad. En el grandes sabios, entre ellos Taine, Saint-
Modernismo anglosajón la distancia Beuve, Gaston Paris, Brunetiere..., y que
será tal que inesperadamente hará que todos sus trabajos tienen una finali-
la crítica recupere el papel de interme- dad: la de desbrozar los textos difíciles
diaria entre el lector y la obra para crear con la luz que los especialistas han
lectores que puedan comprenderla. vertido sobre ellos, para así poder
Pero esta nueva sensibilidad no alcanza entenderlos mejor y gozarlos más 35.
al lector medio sino que se manifiesta Anterior a esta obra había sido la de
en las academias y pertenece a un grupo Gervinus, que entre 1835 y 1842 publica
más selecto. una historia de la Literatura poética nacio-
En Francia aparece una Historia de nal de Alemania en la que esgrime la 33
Vid. T. W. HEYCK (1982:228).
la Literatura Francesa que trata de legi- importancia de la creación de una historia
34
Sobre la postura de Menéndez Pe-
timar un nuevo discurso y que tendrá de la literatura. En ella «el historiador de
layo ante estas obras vid. NÚÑEZ, G. y
gran influencia en la crítica literaria. la literatura se transforma en historiador CAMPOS F.-FÍGARES, M. (2005).
Lanson decide llevar a cabo esta obra general cuando, investigando su objeto,
«novedosa», si bien necesita una jus- encuentra la idea básica que penetra la 35
Vid. LANSON, G. (1966).
serie de hechos que examina, aparece en público, una postura que será la que
nº 6. 2010 a través de ellos y establece su coheren- adopten en España los poetas de la
cia con la historia general»36. Para este generación del 27, poetas profesores
historiador solo es posible emitir juicios como Guillén o Salinas o Cernuda en
sobre series ya acabadas de hechos, por el exilio. Frente a la corriente defen-
57 lo que es necesario limitar, cerrar las dida por Leavis, se establecería, pues,
épocas, para que el juicio sobre ellas sea en cierto modo, esta crítica, la de Eliot,
válido, venga lo que venga detrás, por de carácter público y social, pero hecha
coincidir con la premisa hegeliana del fin ya más profesional, que es también, en
de la Era del Arte. gran medida, la línea seguida por los
En el siglo XX Leavis (1962) sigue la krausistas. Ellos tienen una fe infi-
línea de Johnson al defender el sentido nita en la capacidad razonadora del
común del caballero como lo esen- ser humano y, por ende, en la educa-
cial para la crítica. La definición de ción racional y científica, lo que les
«sentido común» es muy significativa: hace defender una reforma global del
la aceptación de ciertas asuncio- sistema educativo para conseguir su
nes, tradiciones y normas de valor total independencia e imponer una
vigentes que nunca se ponen en cues- educación laica.
tión porque cuestionar cualquiera de
La Nouvelle Revue Française38 da cabida
ellas podría acarrear una revisión de
la conducta del gobierno, de la socie- a dos posturas críticas. Por un lado, la de
dad o del individuo más exhaustiva de Albert Thibaudet, que defiende la expli-
lo que a nadie le gustaría contemplar.. cación causal: se sitúa fuera y estudia las
La defensa de este «sentido común» relaciones que se cruzan sobre la misma.
y de un método crítico interrogativo le Este tiene una visión mucho más global
permite eludir la formulación de una de lo que es la literatura y de lo que debe
teoría, de una justificación sobre su ser su estudio. Frente a ella, Jacques
propia crítica, una reflexión que muchos Rivière y Charles Du Bos proponen un
de sus contemporáneos reclaman. A acercamiento reverencial a la relación
pesar de lo cual Leavis es considerado con la literatura como si de una especie
por muchos como el mejor crítico lite- de comunión se tratara: «el acto litera-
rario, válido para un público culto y rio es (...) esa extraña actividad crea-
de memoria común. Desde la revista dora que se busca dentro de su propio
Scrutiny, Leavis trata de concienciar al reino y en la que el crítico, so pena de
público de los peligros a los que está ver cómo se le retira inmediatamente
sometido el mundo de las letras. El la comprensión y el goce de la misma,
crítico tiene que conseguir que se frene no debe dejar ni un instante de parti-
ese deterioro y se recupere la cultura cipar»39.
nacional, que la industrialización y los Desde fines del XIX y principios del
medios de comunicación están destru- XX Marcel Proust renovará absoluta-
yendo. Incluye en esta degeneración mente la concepción de la crítica y su
al fuerte movimiento marxista de los lugar en las estructuras intelectuales.
z36
GERVINUS, G. G., Literatura poética La trascendencia del «Recordar» en
años 30, que era más un movimiento
nacional de Alemania (1835-1842), p.
47, citado por H. R. JAUSS (1971).
de moda que de conciencia social y pro- la crítica francesa, como hemos visto
fundidad crítica, y que, según Leavis, en Mme. de Staël o en Baudelaire, con-
37
Vid. LEAVIS, “Retrospect of a De- hizo mucho daño a la cultura del país37. ducirá de manera tal vez inexorable
cade”, Scrutiny, Junio 1940, citado por Pero nuevamente tendremos cambios a la obra fundamental de Proust, En
ANDERSON, P. (1969).
en el inicio del siglo XX. En Inglaterra busca del tiempo perdido, hasta llegar al
38
NRF, desde 1920 a 1935.
Eliot (con su revista Criterion y como último tomo, inesperadamente titulado
editor de Faber and Faber) continuará El tiempo recobrado. Palabras que serán
39
POULET, G. (1997), p. 47. con la línea del crítico privado que actúa imposibles de ignorar en toda Europa
tras la publicación de la obra. A caballo de este fin de siglo defienden la nece-
entre el escritor y el crítico, sabe llegar sidad de cambiar los sistemas educa-
a las raíces de una actividad que mueve tivos y la crítica, pero también quieren
a la sociedad y que tiene una misión construir un país, perdido el imperio,
fundamental: formar el Juicio Crítico más volcado hacia Europa, etcétera.
moderno. Historias de una historia bien sabida –y
Este sería, a muy grandes rasgos, el padecida-.
camino que habría seguido la crítica Y con ello concluimos, pues meter-
(literaria o no), inscrita obviamente en nos en el embrollo de la crítica desde el
el grupo social que le dio origen y sin el final de la segunda Gran Guerra hasta
cual no resultaría inteligible. hoy, sería imposible. Solo quedarían,
Las historias literarias españolas tal vez, tres apuntes por anotar:
aparecidas en el siglo XIX han sido estu- 1. Desde que los americanos
diadas en otro lugar40. Tras este esbozo o desembarcaron en Normandía no
rastreo de los pasos de la crítica se abre solo no se marcharon, sino que
pues el camino para adentrarse direc- hoy somos nosotros los que nos
tamente en nuestro ya finalizado siglo vamos allí, a mirarnos en su espejo
XX, que se inicia bajo la influencia de (también nos miramos desde aquí).
esa línea que situábamos, con la ayuda 2. La «mano invisible» del mercado
imprescindible de R. Wellek 41, T. Eagle- ¿no se ha hecho más visible
ton (1988)42 y J. C. Rodríguez (2002), a que nunca ahora? La crítica ¿ha
comienzos del XVIII y que llega hasta vuelto a la plaza pública como
el siglo XX. En este siglo, obviamente, mera publicidad ideológica y de
tiene lugar en España una gran ruptura marketing?
con la centuria anterior. El 98 es 3. ¿Siguen existiendo la literatura
también una dramática reflexión sobre crítica y el pensamiento crítico?
lo que era España y sobre el lugar que Nuevas pequeñas dudas «históricas»
ocupaba en el mundo: los intelectuales sobre educación y literatura.

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Sofia Marreiros Monteiro
Universidad de Minho, Portugal
Ângela Balça
Universidad de Évora, Portugal
Fernando Azevedo
Universidad de Minho, Portugal

PALABRAS CLAVE: RESUMEN: ABSTRACT:


Valores, fábula, literatura infantil, En una época en la que tanto se oye hablar de “crisis In a time which is common to hear about “value
formación individuos. de valores”, “sociedad sin valores”, “inversión de crisis”, “society without values”, “values inversion”,
valores”, sentimos la necesidad de percibir en qué we felt the need to understand how the literary
medida el texto literario infantil, en general, y la infant text, in general, and the fable, in particular,
KEYWORDS: fábula, en particular, asumen una función modeliza- work as a pattern in the world, offering a valid con-
Values, fable, Children’s Literature, dora del mundo, proporcionando una contribución tribution not only for it’s decoding, but also to form
formation individuals. válida, no solo para su descodificación, sino también individuals and to transmit the cultural background
para la formación de los individuos y para la trans- of each society.
misión del capital cultural de cada sociedad. Of the huge fabulist universe we focused our
Del amplio universo fabulístico centramos nuestra attention in the fable The ant and the cicada, since
atención en la fábula La cigarra y la hormiga, dado it is one of the texts that portrays, in the popular
que es uno de los textos que ilustra, en el imagi- imaginary, unhappy episodes of the human condi-
nario popular, situaciones menos felices de la vida tion showing the negative consequences when not
de los individuos, que presentan las consecuencias followed the preconized teachings.
nefastas que acarrearía el hecho de que éstas no
perpetúen las enseñanzas que vehicula.

1. acuesta». De hecho, no existe sorpresa


En una época en la que tanto se oye respecto a la influencia que los textos
hablar de «crisis de valores», «sociedad literarios ejercen en la imaginación de
sin valores», «inversión de valores», su público, creando «imágenes de tal
sentimos la necesidad de percibir en fuerza que se perpetúan en la mente
qué medida el texto literario infantil, del lector hasta mucho tiempo después
en general, y la fábula, en particular, de haber leído la obra. Incluso, muchas
asumen una función modelizadora del veces, aunque el argumento se haya
mundo, proporcionando una contribu- olvidado completamente, continuamos
ción válida, no solo para su descodifica- recordando determinadas escenas y
ción, sino también para la formación de visiones que nos impactaron espe-
los individuos y para la transmisión del cialmente» (Colomer, 2005: 93). Esta
capital cultural de cada sociedad fábula fue uno de los textos cuya intem-
Del amplio universo fabulístico selec- poralidad de imágenes y lección de vida
cionamos La cigarra y la hormiga, por la se han cristalizado en la memoria de los
constante asociación, en el imaginario individuos desde su más tierna infan-
popular, de situaciones menos felices cia.
de la vida con uno de sus personajes, La utilización de textos literarios en
* Fecha de recepción: 09/03/2008 la cigarra, prefigurando el refrán «el la educación y formación de los niños
Fecha de aceptación: 14/12/2009 que buena cama hace, en buena cama se es una práctica que se remonta al siglo
XVIII, época en la que las transforma- rarios el niño aprende, también, la com-
ciones económicas y sociales generaron plejidad del ser humano: sus problemas nº 6. 2010
la aparición de una bipolarización entre internos, las cuestiones existenciales
el mundo adulto y el infantil, coinciden- que le inquietan, las soluciones que
tes en la época, dando origen al propio encuentra para vencer las dificultades
concepto de infancia, inexistente hasta o para enfrentarse a la sociedad de la 62
ese momento (Shavit, 2003). El consi- que forma parte, los sentimientos que
guiente cambio en las mentalidades y la vive en las diferentes etapas de la vida
emergencia de la noción de que el niño o ante determinadas situaciones2. Los
no es más que un adulto en miniatura, textos de potencial recepción infantil
llevan a las sociedades a concebir un no solo ayudan al niño a desarrollar una
sistema educativo organizado que pro- conciencia crítica o ampliar su expe-
mueva la formación e instrucción de sus riencia, ya que le propician el contacto
ciudadanos más nuevos, puesto que «el «con otras voces que traducen otras
niño es (…) reflejo de lo que el adulto y la maneras de entender la realidad en la
sociedad quieren que sea y temen que se que se incluye la visión de uno mismo»
convierta…» (Charlot, 1979: 109) y los (Colomer, 2005: 141), como también son
libros, con un fuerte cuño pedagógico, la base de la formación de su competen-
se consideran un valioso auxiliar en esa cia literaria, puesto que le dan a conocer
tarea. Cada comunidad procura garan- la funcionalidad semiótica de ciertas
tizar así que el desarrollo personal de formas de estructuración textual y
cada individuo se establezca en unión permiten su enriquecimiento en lo que
con las ideas, normas y valores predo- respecta al conocimiento de los marcos
minantes que rigen la convivencia en el de referencia intertextuales3.
grupo (Crespi, 1997). El niño, que vive Cada texto literario se asemeja a un
en sociedad, necesita ayuda para com- paseo por una carretera con varias
prenderse a sí mismo, necesita encontrar direcciones. Se puede elegir cualquiera
un sentido en la complejidad y confusión de ellas porque cada una conduce a
de sus sentimientos, necesita explotar un rumbo socializador distinto. Al
su capacidad de soñar y comprender la educador le compete ayudar al niño
vida. Crecer es una tarea que requiere en esta ardua tarea de elegir el mejor
ayuda para enfrentarse a las diferentes camino, ayudarle a trazar metas para
facetas de la vida, es una construcción de su vida, ayudarle a comprender por qué
los cimientos de cada «Yo» para que sea seguir esa vía y no otra. Le corresponde
capaz de responder, solucionar proble- alertarle para situaciones de la vida, tal
mas, creer en sí mismo y encarar el futuro como en la moral expresada en nume- 1
A este propósito, Mesquita (s/d: 1)
con coraje… La literatura infantil, como rosas versiones de la fábula La cigarra y destaca que «los libros, además de
auxiliares en el aprendizaje del mundo,
la literatura en general, es por tanto la hormiga. Este múltiple recorrido hace
forman al lector en el gusto. Formar el
el catalizador que permite que el ser que el niño crezca, madure, a través gusto y posibilitar la elección son cosas
humano conozca un estadio de mayor del descubrimiento y entendimiento fundamentales en la vida adulta».
madurez y preparación para las vicisi- de situaciones y restricciones socia-
tudes de la vida: «la literatura infantil, les. Le conduce del presente al pasado,
2
Sobre este asunto cf. Fanny Abramo-
vich (1989).
bebida desde el nacimiento en dosis descubriéndole modelos de cuestiones
sabiamente administradas, genera una tan simples como hábitos cotidianos, 3
Sobre este asunto, Balça (2007: 190)
saludable dependencia que propor- opciones, comportamientos, creencias destaca que «la dimensión estético-
ciona al niño y al adolescente la fuerza y modos de vida. Los textos literarios se literaria, que los textos literarios
y el ingenio necesario para realizar la presentan, de este modo, con una triple encierran, potencia o actualiza refe-
rencias intertextuales e intericónicas,
lectura del mundo, base indispensable función: vehicular saberes, actitudes indispensables para desarrollar en
para sus proyectos de vida». (Veloso y y comportamientos, divertir y formar. el niño su competencia literaria y su
Riscado, 2002: 29)1. Con los textos lite- Permiten que el niño reconozca sus competencia icónica».
raíces y acceda a valores, posea un mask the assumption that the implied
nº 6. 2010 espíritu abierto a nuevas experiencias, human behavior reflects social reality»
conozca su lugar y el de los demás en la (Stephens, 1992: 2-3)5.
sociedad de la que forma parte. 1.1. Los valores en la
La educación propiciada a los indivi-
63 duos ha venido sufriendo variaciones
literatura infantil…
Como ya tuvimos ocasión de mencio-
infinitas según las épocas y los países nar en otro lugar (Monteiro, 2007), la
(Durkheim, 1999). Así, en la antigua literatura infantil pertenece al ámbito
Grecia, la educación procuraba formar de las prácticas culturales que existen
espíritus delicados, sensibles, plenos con el fin de contribuir a la formación
de armonía, capaces de reconocer y socialización de su público objetivo,
y amar lo bello. Posteriormente, en predominando en su discurso, de
la época de los romanos, se deseaba forma más o menos evidente, toda una
que los individuos se convirtieran en serie de presupuestos ideológicos6.
hombres de acción, apasionados por las Así, no existen, en la literatura infan-
glorias militares, aunque indiferentes a til, textos inocentes7, ya que estos son
las letras y a las artes. En la Edad Media, producto del tiempo y del grupo social
la educación era sobre todo cristiana, que les ha dado origen. Es la ideología
pero en el Renacimiento, adquiere un de esa época y de ese grupo la que forma
carácter más laico y literario. En nues- el lenguaje en la cual se inscriben, lo
tros tiempos, la ciencia tiende a llenar que lleva a Peter Hollindale (1988: 23) a
el lugar que ocupaban las artes. De este afirmar que «a large part of any books
modo cada sociedad, en un momento is written not by it’s author, but by the
determinado de su desarrollo, tiene un world it’s author lives in».
sistema de educación que impone a los Al ser el texto literario una entidad
individuos, pues su supervivencia, como indubitablemente marcada por valores,
4
Sobre este asunto cf. Coelho (1984) y tal, depende de la existencia entre sus pensamos, al igual que Santiago
Zilberman (1985). miembros de una cierta homogeneidad. Yubero, Elisa Larrañaga y Pedro Cerri-
Corresponde a la educación perpetuar llo (2004: 13), que «las lecturas están
5
A este propósito cabe destacar que
las hormigas son animales que, durente y reforzar esa homogeneidad, fijando impregnadas de valores que el autor
el invierno, «se refugian en los rincones anticipadamente, en lo íntimo de los traslada a su texto». Evidentemente, no
más profundos del niño, (...). Entorpe- individuos más jóvenes, las similitudes todos los textos se encuentran marca-
cidas y prácticamente inmóviles, las esenciales reclamadas por la vida colec- dos de la misma forma, existiendo en
obreras se aglomeran en masas com-
pactas, protegiendo al mismo tiempo
tiva. Así, en la perspectiva de Durkheim ellos diferentes grados de presencia
a la reina y a las larvas. Durante esta (1999: 51), la educación se resume en de estos valores. Así, tal como afirma
hibernación, no necesitan alimentos. «action exercée par les générations Juan Senís (2004: 43), hay textos «en
(…) Es la vuelta de las altas tempera- adultes sur celles qui ne sont pas encore los que los valores empapan casi cada
turas lo que saca a las hormigas de su
mûres pour la vie sociale»4. línea, cada párrafo» y «aquellos otros,
adormecimiento». (Livro, s/d: 24).
En cualquier texto, y la fábula no en cambio, donde solo son aspectos
6
Sobre este asunto, Margery Hourihan constituye una excepción, las cualida- parciales y episódicos, una presencia
(1997: 6) es perentoria: «all texts are des atribuidas al héroe y a su antago- secundaria y aislada» (Senís, 2004:
ideological and all have a point of nista revelan lo que se ve como benéfico 43). Tenemos pues, diferentes formas
view from wich their subject matter is
o maléfico, en una determinada época de presencia de los valores en los textos:
perceived».
en la cultura occidental (Hourihan, una explícita, en la que estos se formu-
7
Esta percepción la comparte Teresa 1997). Este aspecto es particularmente lan expresamente, y por esta misma
Colomer (2005: 90), que acentúa evidente en la fábula «in which animals razón se encuentran en los niveles más
que «una obra literaria, tanto si el are despicted performing social actions superficiales de los textos; y otra implí-
estilo adoptado es el de una aparente
claridad, como si se llena de adornos
and functions particular to human cita, es decir, los valores solo aparecen
exuberantes, la elección de las palabras beings, in that the discrepancy between mediante una operación deductiva a
y de su disposición nunca es inocente». human and animal behavior can easily partir de los textos. El hecho de que en
un texto a veces no se encuentren valores ción social, una modificación profunda
explícitos de forma inequívoca, esto es, en el estatus de la mujer y, como con- nº 6. 2010
a nivel microtextual, no significa que secuencia, de la educación familiar;
no estén presentes a nivel macrotex- el desarrollo de los mass media (cine,
tual. Según Senís (2004: 49), «la pre- radio, televisión) que modificó com-
sencia de valores en la microestructura pletamente el modo de vida y la natu- 64
implica que dichos valores estén explí- raleza del tiempo libre y del ocio, y la
citamente verbalizados en el texto», aparición de una sociedad de consumo
es decir, pueden citarse literalmente que satisface necesidades primarias
retirando del texto las frases donde y crea necesidades constantemente
estos estén presentes. Aún así, como renovadas por el cebo del lucro y la
subraya el mismo autor, los valores que obsesión de lograr estatus social. Este
forman parte de la macroestrutura de conjunto de transformaciones materia-
un texto «son (…) valores enunciables les provocó una mutación acelerada de
mediante operaciones de transforma- los valores que, repentinamente, volvie-
ción: se pueden encontrar en niveles ron caduca la imagen del hombre que la
como los personajes, o las acciones, sociedad había señalado como objetivo a
o los mundos del texto, pueden redu- alcanzar. Así, mientras que gran parte
cirse a un enunciado determinado que de los valores denominados ‘tradicio-
exprese ciertos valores». nales’ fueron dictados por una sociedad
Según Patrício (1993), los valores se de penuria económica, una sociedad de
clasifican en seis categorías aglutina- abundancia los vaciaba de significado
doras: los valores prácticos, los hedo- haciendo surgir otros, valores ‘nuevos’
nísticos, los estéticos, los éticos, los con los que se enfrenta. Al horizonte
religiosos y los lógicos. Dentro de cada de la muerte inevitable y aceptada, la
una de estas categorías es posible cul- civilización contemporánea opone el
tivar un número indeterminable de ideal de juventud y salud eternas, a las
valores, adoptados por los individuos virtudes del trabajo, el derecho al ocio y
y las sociedades, sin olvidar que cada al tiempo libre; a los valores del ahorro y
individuo vive «bajo el signo de un la sobriedad, el gusto por la comodidad
orden dominante de valores» (Patrício, y la exigencia del placer inmediato para
1993: 21), lo mismo sucede en determi- todos; a la sexualidad regulada, vincu-
nados períodos de su vida. lada a un determinado puritanismo, la
Los fines y valores del hombre con- exaltación de la sexualidad y de su liber- 8
A este respecto cabe destacar que
temporáneo poco tienen en común con tad; al respeto y temor por la autoridad, no ha sido solo la literatura infantil la
los de sus padres y abuelos. Diferentes la burla a los que la ejercen… que ha contribuido a la reactivación
factores explican esas transformacio- En la actualidad, «vivimos en una de estos valores, también en la música
consumida por las generaciones más
nes convulsivas, particularmente la época agitada, turbulenta, donde los
jóvenes se han levantado voces, como
transformación económica que hizo valores que parecían fijos se han alte- las de Sting, Phil Collins y Bono Vox,
desaparecer progresivamente a los tra- rado, donde los esquemas sociales con temas que van desde la defensa de
bajadores del sector primario, llenando imperturbables se empiezan a pertur- la naturaleza hasta la solidaridad con
el sector secundario, con el consi- bar, y el individuo necesita enfrentar los “sin techo” y al paredón de la deuda
externa de los países subdesarrollados.
guiente desarrollo de directivos, técni- con sinceridad las nuevas perspecti-
cos, ingenieros, personal de servicios vas» (Bravo-Villasante, 1989: 73), por 9
A este respecto, Patrício (1993: 20)
comerciales y sociales; las concen- lo que algunos autores (Colomer, 1999; entiende que «la decisión humana de
traciones urbanas aceleradas, para- Defourny, 1999) abogan por que la edu- educar y ser educado solo es inteligible
lelamente al despoblamiento rural; el cación de la infancia pase por el apren- a la luz de un referencial axiológico».
Sobre este asunto, Josep Comellas
ámbito de la procreación y la mejora de dizaje de la complejidad de la vida, (1996: 16) defiende que la formación
las condiciones higiénicas que provo- debiendo el niño enfrentarse a todos los global de la personalidad del individuo
caron, el trabajo social, una modifica- problemas que hasta entonces habían debe contemplar los valores morales.
sido silenciados para que su inocencia mente adecuada para la infancia11. Para
nº 6. 2010 se mantuviese inmaculada. Así, en la su uso educativo y formativo no es ajeno
actualidad, el lector infanto-juvenil se el hecho de que la fábula presente como
ve incitado a contactar, a través de los personajes principales a los animales,
libros, con la realidad circundante en criaturas que poseen el don de atraer
65 sus múltiples vertientes y las «nuevas a los niños, ya que les resultan muy
doctrinas pedagógicas creen en el niño, próximos, y con los que consiguen rela-
no esperan nada de la sumisión, pero sí cionarse fácilmente12.
creatividad y capacidad de construc- Las fábulas se destinaron al público
ción de sus propios conocimientos» infantil debido a los aexempla que
(Defourny, 1999: 21). De este modo, encierran. Utilizándose siempre con
ante valores que priman por la vehicula- objetivos claramente pedagógicos, la
ción de ideas de consumo exacerbado, de pequeña narrativa, con aexemplum,
productividad, de individualismo feroz serviría de instrumento de aprendizaje,
o aumento de la brecha entre pueblos fijación y memorización de los valores
10
Sobre este asunto cf. Zaragoza
ricos y pobres (Zaragoza Canales, 2000: morales postulados por la sociedad13.
Canales (2000: 186). 184) en la literatura infantil8 se reactivan La utilización pedagógica de las fábulas
valores como la solidaridad, la defensa ha sido, por lo tanto, un objetivo muy
11
Jean-Jacques Rousseau (1999: 110) de la naturaleza, la lucha contra la intole- definido -la transmisión de los valores
objeta a esta utilización de la narrativa
rancia, el racismo, la xenofobia o la vio- por los que se orienta una sociedad: «todo
en la formación de los niños y los
jóvenes, sobre todo la utilización de las lencia, pugnando por nuevos valores de aquello que una sociedad incorpora como
fábulas considerando que «il n'y en a justicia, solidaridad y desarrollo social código de valores o desvalores a pautar
pas un seul qui les entende. Quand ils y cultural. el comportamiento de sus ciudadanos,
les entendraient, ce serait encore pis;
(…) está expresado (o debe estarlo) en la
car la morale, en est tellement mêlée et
si disproportionnée à leur âge, qu'elle
1.2. Los valores en la fábula literatura que los adultos destinan a los
les porterait plus au vice qu'à la vertu». La cigarra y la hormiga más jóvenes, -para que estos conozcan tal
Con el surgimiento del estadio “código” desde y lo incorporen desde muy
12
Sobre este asunto cf. Amaral (1983) «infancia», comenzó a pensarse en pronto…» (Coelho, 1984: 5)14.
y Held (1977).
una literatura para los niños, ya que Un análisis detallado de la fábula La
13
Según Mesquita (2002: 68), la surgió la íntima convicción de que el cigarra y la hormiga de Esopo y de sus
fábula es «un producto espontáneo núcleo familiar era responsable, no versiones15 nos permite establecer que,
de la imaginación, (...) que consiste en solo de su supervivencia, sino también hasta los inicios del siglo XIX, la ideo-
una narrativa ficticia breve, escrita de la garantía de su madurez, que pasa, logía y los valores vehiculados se basan
en estilo sencillo y fácil, destinada
a divertir e instruir, realzando, bajo
obligatoriamente, por la formación y en el elogio de la acumulación de rique-
acción alegórica, una idea abstracta, ésta, en la perspectiva de Manuel Patrí- zas, como consecuencia del trabajo, el
permitiendo, de esta forma, presentar cio (1993: 20), «no es posible fuera del esfuerzo, la persistencia y la previsión,
de manera aceptable, muchas veces compromiso con los valores»9. Con cualidades atribuidas a la hormiga,
incluso agradable, una verdad moral, o
esa preocupación y con la idea de la como oposición a la vida caótica, incauta,
que de otro modo sería árido o difícil».
diferencia entre adulto y niño siempre hedonista y desviada de la norma, que
14
A este respecto, Teresa Colomer presentes, se asumió que los textos encarna la cigarra. De hecho, hasta
(1998: 135) considera que «formas y literarios para el niño deberían corres- el siglo XIX, los textos se encuentran
valores se han trasladado a los libros ponder a sus necesidades y capacida- impregnados de la ideología «tener
infantiles y juveniles y pueden detec-
des, configurándose como «el reflejo es poder», esto es «seul celui qui a du
tarse allí de la misma manera que en la
familia o en la escuela» de los comportamientos y los valores pouvoir peut exercer sa volonté, (…),
vigentes en la sociedad, que el adulto amasser de l’argent et des terres, (…)
15
En el análisis elaborado, los textos se considera apropiados y primordiales être couronné de récompenses et jouir
consideraron por el orden cronológico para la formación de los niños» (Balça, d’un prestige social» (Zipes, 1986:
de su primera edición, de acuerdo a la
información recogida en las propias
2006: 2)10. La fábula, por su sencillez 19) y la hormiga, representante de los
obras y en el Diccionario de Literatura estructural, por su concisión, brevedad valores vigentes en las sociedades de la
(Coelho, 1987). y esencialidad, se consideró especial- época, aparece como ejemplo a seguir.
De hecho, la fábula de Esopo (siglo VI un trabajo inmaterial, símbolo de los
a. C.) y sus siguientes versiones, de La valores estéticos. nº 6. 2010
Fontaine (siglo XVII) a Curvo Semedo En la versión de António Botto (siglo
(principios del siglo XIX), presentan XX), la cigarra asume una concien-
la glorificación del personaje de la cia cívica, no solo en la defensa de los
hormiga, cuyo estatus de riqueza, junto valores del patrimonio natural común, 66
con el prestigio social que conlleva, sino también en el incentivo para la
le confieren la autoridad para decidir creación de una conciencia crítica,
sobre la suerte de su antagonista, evi- que se manifiesta en su preocupación
denciando los valores que las socieda- por la educación del gusto de su propia
des occidentales acarician hasta el siglo prole: «Madre cigarra, reprendiéndolas,
XIX: el trabajo, como fuente de riqueza intentaba educarles el gusto, cantado con
material, asociado al sufrimiento que finísima voz de artista varias canciones
le otorga dignidad, ennoblece y redime de sugestiva expresión» (Botto, s/d: 55).
al individuo16. La hormiga, a su vez, comienza a ser
A finales del siglo XIX, esa posición castigada en dos vertientes: ya sea en su
ideológica se vuelve difusa, puesto que vida personal, pasando a estar asociada
denota algún malestar en la condena del a la tristeza y a la soledad, ya sea en su
personaje de la cigarra, comenzando a estatus, que comienza a cuestionarse.
entenderse que el comportamiento de Con Adolfo Simões Müller (siglo
ninguno de los personajes es el ideal. XX), se produce un ligero intento de
De este modo, vemos que en la versión armonizar los valores prácticos con
de Henrique O’Neill (finales del siglo los valores hedonísticos, aunque la
XIX), el narrador presenta una posi- coyuntura política vigente en Portugal,
ción ambigua, ya que condena a ambos el Estado Nuevo, sigue favoreciendo
personajes, manifestando dudas sobre la prevalencia de los primeros, que se
sus actitudes. Sin embargo, la condena encuentran profundamente arraigados
de la cigarra sigue presentándose más en la sociedad de la época.
evidente: «No anduvo bien la hormiga, En la versión de Miguel Torga (1976),
/ pero la cigarra peor» (O’Neill, 2004: la única que no fue destinada al público
v. 44-45). En la versión de João de Deus infantil, nos encontramos ante una
(también de finales del siglo XIX), esta perspectiva de condena de ambos per-
condena es evidente, pero se encuentra sonajes y de los valores que representan:
atenuada, ya que no existe una exalta- a la cigarra la enflaquece el hambre,
ción del valor del trabajo de la hormiga, mientras que su antagonista perece de
presentándose ésta como poseedora de hartura… Esta fábula se apropia de la
bienes, sin que dicha postura esté aso- situación intertextual establecida por 16
Sobre este asunto, recordamos la
expulsión de Adán y Eva del paraíso,
ciada al esfuerzo y a la previsión para el lector para reiterar la necesidad de
condenados a arrancar el sustento de
conseguirlos. adopción de otros valores que conduz- la tierra con el esfuerzo de su trabajo y
A principios del siglo XX, comienza can a la creación de un hombre nuevo, el sudor de su frente, forma encontra-
a esbozarse una empatía relacionada despojado de los valores e ideologías da por Dios para castigar su desobe-
con el personaje de la cigarra, deno- que le han regido hasta entonces. diencia y como forma de expiación de
la propia culpa (Gén.3: v. 17-19).
tándose un reconocimiento y una A mediados del siglo XX, en las ver-
valoración positiva de su intervención siones de Alexandre O’Neill (2005)17 y 17
Cabe destacar que esta versión
artística en la sociedad, al mismo José Paulo Paes (2006)18, se reconoce apareció por vez primera incluida en el
tiempo que se presagia la conciencia la equivalencia de los tres tipos de libro de poesía de este autor titulado
Feira Cabisbaixa, en 1965.
de la necesidad de una redistribución valores –los prácticos, los hedonísti-
de la riqueza, independientemente del cos y los estéticos– enalteciéndose la 18
La versión de esta fábula se editó por
tipo de trabajo realizado. Así, la cigarra contribución canora de la cigarra al vez primera en 1989, fecha a la que
comienza a emerger como símbolo de beneficio de todos: «Mas sin la cantiga/ nos remitimos para su análisis.
de la cigarra/ que distrae de la fatiga, / sociedades que viven «momentos de
nº 6. 2010 sería una gran tortura/ el trabajo de la crisis de los valores tradicionalmente
hormiga» (Paes, 2006: s/p). considerados universales, básicos y
En la última década de este siglo, mínimos para la vida y la convivencia
con la versión de Garner (1996: 27-32), (…) y de predominio de otros que se
67 nos encontramos con la adopción de la derivan del estado de bienestar en el
ideología diametralmente opuesta: se que vivimos, tales como el dinero,
condena abiertamente a la hormiga y el placer y el éxito» (Borda Crespo,
se desprecia el valor material, se enal- 2000: 30).
tece a la cigarra, que se pone al servicio En la fábula que nos ocupa, La cigarra
de los valores asociados a la educación, y la hormiga, así como en sus versiones,
la multiculturalidad y la posibilidad nos encontramos con el binomio adop-
de compartir conocimientos y expe- ción/rechazo de determinadas cate-
riencias. gorías de valores, exaltándose las que
A principios del siglo XXI existe una son consideradas más relevantes para
especie de recuperación de los valores la época en que nació cada una de ellas.
e ideologías vehiculados hasta prin- De este modo, podemos comprobar
cipios del siglo XIX, en la versión de que existe una constancia en la subli-
Maria Alberta Menéres (2002: 12-13). mación de determinados valores como
Pensamos que a este hecho no es ajena los del trabajo, del espíritu de sacri-
la irrupción de la cultura yuppie en ficio y de la constancia, encarnados
la última década del siglo XX, la cual por el personaje de la hormiga en las
considera los valores del trabajo como versiones escritas hasta el siglo XIX.
forma de adquirir relevancia económica Por otro lado, en las versiones del siglo
y estatus social19. No obstante, es aún siguiente, se acentúan los valores de la
de este siglo la única versión recogida, alegría, la felicidad, el placer de com-
la de Vítor Rocha (2004: 23-28), que partir y la solidaridad En pleno siglo
establece el conflicto ideológico dentro XX, los valores propalados consideran
de la misma especie. Se asume así, no sobre todo la tolerancia, la comprensión
solo una crítica clara a toda la especie, y el respeto por el otro, a veces tan dife-
sino también una ruptura con el rente de nosotros, pero cuya diferencia
sistema social vigente. En esta versión, puede constituirse como una comple-
la asunción de una postura que identifica mentariedad de nosotros mismos.
19
Sobre este asunto, señalamos que el
a la hormiga con la cigarra no conduce a Según lo arriba expuesto, podemos
término yuppie es una abreviatura de
la expresión inglesa "Young Urban Pro- la primera al anatema, antes lo recon- concluir en que los textos literarios trans-
fessional", que se refiere a jóvenes pro- figura en un estado de felicidad en el miten, inevitablemente, muchos de los
fesionales entre los 20 y los 40 años, que es ayudada por la solidaridad de sus valores y la ideología dominantes en
que tienen una situación financiera semejantes, que reconocen su coraje la época en que fueron escritos. Con
entre la clase media y la media alta, y
que se caracterizan por un obstinado
y lo acertado de su opción de vida. La el paso del tiempo, las sociedades, los
individualismo, por el éxito profesional versión posterior de Hipólito Clemente grupos y los individuos que las com-
y por el consumo de bienes materiales (2006: 73-75), ideológicamente más ponen, sufren transformaciones, lo
de lujo, especialmente 'el último grito' amena, refleja solo la dimensión soli- que lleva a que la ideología predomi-
de la moda: automóviles de gama
daria entre las especies y la aceptación nante en una determinada época se
alta, ropa 'prêt-à-porter' de modistos
famosos, teléfonos móviles de última plena de otros modos de vida. altere y, por consiguiente, los valores
generación, etcétera De acuerdo con el En la actualidad, las sociedades e ideologías vehiculados por los textos
estereotipo, muestran su nivel de vida occidentales viven una época agitada se modifiquen asimismo. Aquello que
a través de un conjunto de actividades y truculenta. Inmersas en el pro- en una época determinada se entendía
que van desde las vacaciones en la
nieve, a la práctica de deportes como
greso científico y tecnológico, que como un valor a defender y asimilar, se
el squash, el tenis y el golf, la afición se abre a la pluralidad y a diferentes constituye como contravalor, pasando
por la comida japonesa, etcétera. diálogos polifónicos, son también a ser despreciado y condenado en una
época posterior, para volver a ser valo- la educación y formación de sus ciuda-
rado en otro período temporal. De este danos más jóvenes. Bajo este prisma, nº 6. 2010
modo, no constituye factor de extrañeza nos queda constatar, como Maria Tatar
que esa alteración sea perceptible en los (1993: 230), que: «the prominence of
textos de literatura infantil en general, certain stories is in itself symptomatic
y en la fábula La cigarra y la hormiga en of cultural production –of the way in 68
particular, pues son aquellos que las which culture constitutes itself by con-
sociedades consideran adecuados para stituting us».

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Querol Julián, Mercedes
“Análisis contrastivo de las traduccio- Análisis contrastivo de las traducciones
nes al español y catalán de The Giraffe
and the Pelly and Me de Roald Dalh”,
en Revista OCNOS nº 6, 2010, p. 71-86.
al español y catalán de The Giraffe
and the Pelly and Me de Roald Dalh
ISSN 1885-446X.

Mercedes Querol Julián


Universitat Jaume I, Castelló

PALABRAS CLAVE: RESUMEN: ABSTRACT:


Traducción de literatura infantil, En este estudio se hace una propuesta de análi- The present study is a contrastive analysis of two
análisis contrastivo, cambio de sis contrastivo de las traducciones en español y translations into Spanish and Catalan of a children’s
identidad, percepción. catalán de un libro infantil escrito originalmente en book in English. A multidisciplinary approach
inglés. Desde una perspectiva multidisciplinar. Se adopted to analyse both preliminary norms
consideran tanto las normas preliminares (aspectos (external agents to the text), and operational norms
externos al texto), como las operacionales (aspectos (about the text). The study reveals deviations from
relacionados directamente con el texto). El análisis the original which may help to build the characters’
KEYWORDS:
muestra como las desviaciones del original en identify differently in the three books. Furthermore,
Children’s literature translation,
muchos casos ayudan a construir la identidad de los it is foreseen that the perception of the story will
contrastive study, change of identity,
personajes, la cual difiere en los tres libros; por tan- be also different in the three languages.
perception.
to se prevee que la percepción de la historia por sus
lectores también será diferente en las tres lenguas.

1. Introducción original que puedan provocar cambios


En este trabajo se lleva a cabo un en la lectura del libro. En segundo lugar
análisis de la traducción al español y se tratará de identificar en qué sentido
catalán del libro The Giraffe and the Pelly pueden afectar estas diferencias.
and Me de Roald Dahl. La traducción al Se trata de un análisis descriptivo, uti-
español utilizada en el análisis es La lizando para ello un marco teórico poli-
Jirafa, el Pelícano y el Mono (Alfaguara, sistemático, basado principalmente en
2005, 21ª edición); y la traducción al las normas de traducción definidas por
catalán La Girafa, el Pelicà i jo (Alfaguara Toury (1980, 1995). De manera muy sin-
y Voramar, 1997). La edición del texto tética Toury distingue entre las normas
original en inglés es de Puffins Books
preliminares, y las normas operacionales.
(2001). The Giraffe and the Pelly and Me
La descripción de estas normas es el
fue publicada por primera vez en 1985
punto de partida para el análisis con-
(Jonathan Cape, Londres), dos años
trastivo de las traducciones con el texto
más tarde se traduce al español (Altea,
Taurus, Alfaguara) y no es hasta 1994 original. El modelo de análisis que pro-
cuando aparece la traducción al catalán pongo trata de adaptar diversos modelos
(Alfaguara y Voramar). Las ilustracio- ya adoptados en otros estudios y que
nes de los libros son de Quentin Blake, servirán de herramienta para organizar,
como lo fue de la mayor parte del trabajo dentro de las normas preliminares y
de literatura infantil y juvenil de Roald operacionales, los aspectos analizados
Dahl. que proporcionen información relevante
Este trabajo persigue la finalidad de, para el objetivo del trabajo.
en primer lugar, identificar las diver- El estudio no pretende llevar a cabo
* Fecha de recepción: 10/03/2008 gencias (textuales y no textuales) que un análisis exhaustivo de las traduc-
Fecha de aceptación: 16/11/2009 aparecen en las traducciones respecto del ciones, por lo tanto hay muchos aspec-
tos textuales que no son considerados para sustituir el de la lengua origen,
aquí. Se trata de un estudio que sirva la posición del mismo en el texto y la nº 6. 2010
de introducción a este tipo de análisis segmentación textual) y lingüístico-
contrastivo donde, lejos de pretender textuales (se relacionan con la selección
identificar problemas en las traduc- de material para formular el texto meta
ciones, llevo a cabo un análisis global o para sustituir el original). Como ya 72
de los libros adoptando la posición del he apuntado, son varios los estudios
lector infantil e identificando, desde (García de Toro 2002, Marcos 2003,
esta perspectiva, exclusivamente aque- Lluch 2003, Pascua 2003, Ruzicka y
llos elementos con los que se encuentra Lorenzo 2003) que adoptando este
en la lectura que difieren del original marco teórico muestran diferentes
y que puedan contribuir en algún aspectos a considerar dentro de cada
sentido a cambiar la interpretación que norma de traducción. En este sentido,
este hace del libro, la historia o los per- la revisión de estos trabajos, que des-
sonajes. cribo a continuación, y un estudio
preliminar han posibilitado el diseño
2. Modelo de análisis del modelo de análisis que finalmente
El modelo de análisis adopta una he adoptado. La finalidad es crear una
perspectiva multidisciplinar la cual herramienta que permita sacar a la luz
se nutre, como ya he comentado, de aquellos aspectos de las traducciones
diversos modelos empleados por inves- que potencialmente generan en el
tigadores de literatura infantil y juvenil lector una percepción diferente de la
y de traducción literaria articulados lectura del libro original.
en torno a las normas de traducción El punto de partida del estudio será
propuestas por Toury. Por otra parte, descriptivo, con este fin y para facilitar
los trabajos de análisis contrastivo el análisis contrastivo del texto se creó
de traducciones de textos infantiles y un corpus electrónico paralelo en las
juveniles son también un referente en tres lenguas. Tal y como he apuntado,
este estudio. De estos cabe destacar el se llevó a cabo un análisis previo de
trabajo de Pascua (2000) sobre la tra- los aspectos propuestos en la revisión
ducción al español de Alice’s Adventures teórica, con el fin de valorar su contri-
in Wonderland (Lewis Caroll), o el libro bución para identificar posibles dife-
editado por Ruzicka y Lorenzo (2003) rencias en la percepción de los lectores.
donde se describen las traducciones 2.1. Normas preliminares
realizadas en las cuatro lenguas oficia- En relación con las normas preli-
les en España de A Study in Scarlet (sir minares, Marco (2003) adopta en su
Arthur Conan Doyle), y Liebe Susi! Lieber estudio el concepto de norma según
Paul! (Chirstine Nöstlinger). Toury, incluyendo dentro de las normas
Toury (1980, 1995) estableció dos preliminares los siguientes aspectos:
grandes bloques de normas: a) las la colección de la traducción, el lector
normas preliminares, las cuales tienen de la traducción y el traductor dentro
que ver con la existencia y naturaleza de de la colección. Por otra parte Pascua
una política de traducción definida, y la (2003: 71), aunque no utiliza la ter-
tolerancia para traducir de otras lenguas minología de norma, respalda con sus
diferentes de la lengua original del texto; «años de estudio y experiencia» (ver
y b) las normas operacionales que se refie- también Pascua 1998 y 2000) posibles
ren a las decisiones tomadas durante la factores que influyen en el análisis de
traducción. Estas últimas subdivididas las traducciones y que se ajustarían de
a su vez en matriciales (las que rigen el igual modo a las normas preliminares:
material disponible en la lengua meta la relación entre autor original y autor-
traductor meta, el lector original y el otros, un libro ilustrado solo puede ser
nº 6. 2010 autor meta, las funciones del texto ori- decodificado si se consideran tanto las
ginal y del texto meta, la recepción de palabras como las imágenes. Esta deco-
los textos en los respectivos sistemas, dificación la llevará a cabo el lector pero
así como la situación del autor y el tra- previamente lo ha de hacer el traductor
73 ductor en sus sistemas. para ser capaz de elaborar una traduc-
El análisis previo muestra que de los ción completa del libro, ya que «The
aspectos abordados por Marco y Pascua, visual message of a book influences the
los cuales son indudablemente reve- verbal message and vice versa» (Oitti-
ladores en los trabajos desarrollados nen 1993: 330). Pascua (2003) también
por estos autores, para el propósito que considera los paratextos en un sentido
persigue el presente estudio el análisis más amplio, denominándolos elemen-
se debería centrar exclusivamente en la tos extratextuales o macroestructura-
situación del autor en los dos sistemas. les. Se refiere, entre otros elementos,
2.2. Normas operacionales a la portada y contraportada, y las ilus-
Toury distingue dentro de las normas traciones de estas. A este respecto, en
operacionales las matriciales y las lin- un trabajo previo dirigido por Colomer
güístico-textuales. Respecto a las normas (2002), se enfatiza la importancia de
matriciales, Marco (2003) se centra en el estos elementos apuntando: «Portada y
estudio de los paratextos, las omisiones y contraportada son los dos límites físicos
adiciones textuales, y la división del texto de la historia que se contiene en su inte-
en párrafos. Este último aspecto no se rior, pero ambas empiezan ya a darnos
considera en el presente estudio ya que información sobre lo que podemos
las diferencias aparecen únicamente en esperar de ella. Incluso, a veces, sus
los diálogos y derivan de la propia natu- imágenes pueden adquirir protago-
raleza de la lengua y no de la traducción. nismo y colaborar de forma activa con
En relación a los paratextos, Lluch la narración» (ibid.: 22). Los paratex-
(2003) en su propuesta de análisis tos que analizo en este trabajo son de
de narrativas infantiles y juveniles, dos tipos: los de la colección y los de la
incluye a los paratextos como primer narración. De los primeros me centraré
nivel de análisis antes del texto, adop- en la portada, y de los segundos en las
tando la teoría de Genette (1982) más ilustraciones que acompañan al texto.
abierta que aquellas que consideran El análisis de las normas lingüístico-
que los paratextos son sobre todo textos textuales se aborda siguiendo el modelo
escritos (como es el caso del análisis de análisis de García de Toro (2002),
llevado a cabo por Marco). Sin embargo, basado en las propuestas de Hatim y
en el presente estudio se han seguido Mason (1990) y Baker (1992) y aplicado
las directrices de Lluch (ibid.: 37) en el trabajo que la misma autora hace
quien sostiene que: «[…] en el caso de sobre la traducción al español de tres
la literatura infantil consideraríamos novelas catalanas (García de Toro 2005).
también paratextos las manifestacio- Esta autora diferencia tres niveles
nes icónicas como las ilustraciones que de análisis: nivel textual-contextual,
acompañan al texto[…]». Las ilustra- nivel textual y nivel de la palabra. En el
ciones que acompañan al texto según nivel textual-contextual se estudia la
Oittien (2000) interaccionan con este dimensión semiótica, la pragmática y
generando en la mente del lector una la comunicativa. En el nivel textual se
construcción, permitiéndole visualizar aborda la cohesión según la clasifica-
una escena, los personajes y el escenario ción propuesta por Halliday y Hasan
completo de la historia. Por otra parte, (1976), estos autores distinguen entre
de acuerdo con Nodelman (1988), entre los mecanismos de cohesión grama-
tical (ver Querol-Julián 2005) y los 3.1. Normas preliminares
de cohesión léxica. En el nivel de la La contribución de las normas prelimi- nº 6. 2010
palabra se distinguen dos subniveles nares en este estudio se limita a valorar
el que va más allá de la palabra y el de la influencia en el lector de la situación
la palabra. Basándome en el análisis del autor en los dos sistemas, el inglés
previo, el estudio de las normas lin- y el español1. En primer lugar hay que 74
güístico-textuales se llevará a cabo con destacar el reconocimiento que Roald
el análisis de los siguientes aspectos: la Dahl tiene dentro de la literatura infantil
entonación, las formas de tratamiento, y juvenil inglesa. Se trata de un recono-
el registro y el léxico. Los tres primeros cimiento popular del que no goza en
pertenecen al nivel textual-contextual, la sociedad española en el momento
y el último al textual. Dejo fuera del en que se publican las traducciones.
análisis aspectos relacionados con el Sirva como ejemplo de la proximidad
nivel de la palabra ya que los resultados social inglesa el hecho de que se pueda
previos no aportan información signi- visitar la casa donde el escritor vivió y
ficativa para el objetivo del trabajo. trabajó en Aylesbury, convertida ahora
La Figura 1 ilustra de forma esque- en museo «The Roald Dahl Museum and
mática el modelo de análisis que he Story Centre»; además de disponer de
seguido en el trabajo. una página Web oficial (www.roalddahl.
Figura 1. Modelo de análisis. com) que aunque obviamente no es
exclusiva de los lectores ingleses sí que
1. Normas preliminares
limita su visita exclusivamente a aque-
Situación del autor en los sistemas
2. Normas operacionales
llos que conozcan la lengua. Este reco-
2.1. Normas matriciales nocimiento social y cultural precede
Paratextos de la colección y de la narración a la obra de Roald Dahl asegurando de
Omisiones este modo la aceptación de sus libros.
2.2. Normas lingüístico-textuales Los lectores ingleses, por tanto, parten
Entonación de unos antecedentes culturales previos
Formas de tratamiento
a la lectura del libro. Sin embargo, el
Registro
Léxico público de literatura infantil español
(entendiendo aquí padres y niños que
Este modelo de análisis no está no siguen una lectura guiada por un
formado por compartimentos estanco, experto) no parten de estos anteceden-
por tanto aspectos que quedan refleja- tes y se enfrentan al libro en español o
dos en un nivel pueden estar conectados catalán con expectativas diferentes a las
con los de otro nivel. Es el caso del aná- de un lector inglés. Como veremos en el
lisis de las ilustraciones que son consi- análisis de los paratextos de la colección,
deradas paratextos dentro de las normas el nombre del autor se utiliza como un
matriciales, pero que como ya he justifi- argumento de venta en la edición inglesa
cado previamente están intrínsicamente (es el elemento de texto que ocupa más
ligadas al discurso escrito y su análisis, espacio en la portada y contraportada).
al igual que su lectura, no puede hacerse Esta estrategia de venta no ha sido
separado del texto. utilizada en las traducciones donde el
nombre queda relegado a un segundo
3. Análisis de los resultados plano en las ediciones analizadas.
En esta sección paso a describir y Sin embargo, es importante men-
comentar los resultados más relevantes cionar que la publicación en lengua
que he encontrado tras la aplicación española del trabajo de Roald Dahl ha
del modelo de análisis propuesto en la cambiado, sacando a la luz la «invisibi- 1
Considero la traducción española y la
sección anterior. lidad» del autor. La editorial española catalana dentro del mismo sistema.
dispone en estos momentos de una Veamos a continuación la importancia
nº 6. 2010 colección exclusiva del autor, denomi- de estos elementos y la posible influen-
nada Biblioteca Roald Dahl. Esta colec- cia que pueden tener en el lector las
ción visualmente sigue el diseño de la divergencias encontradas en ellos.
portada y contraportada de la edición El primer tipo de paratextos que
75 en inglés antes comentada (se eviden- abordo en el estudio son los paratextos
cia pues una clara conexión entre las de la colección. Este estudio se centra
editoriales que no abordaré aquí). Este en el análisis de las divergencias de los
cambio de situación en la publicación elementos visuales que aparecen en la
española considero que contribuye portada de los libros, así como las de
muy positivamente a cambiar la situa- los elementos textuales y su diseño. La
ción de Roald Dahl dentro del sistema portada y contraportada son relevan-
dando a conocer al lector español su tes en la lectura del libro puesto que,
obra. Esta aproximación modificará en siendo los dos límites físicos de la his-
cierta medida cómo se enfrenta el lector toria, anticipan información sobre lo
al libro de un autor que le es conocido. que el lector puede encontrar en ella;
creando así expectativas que solo se
3.2. Normas operacionales
verán si cumplirán o no al final de la
El análisis de las normas operacio-
lectura. Los elementos que aparecen en
nales nos proporcionará información
la portada, su tamaño y diseño, pueden
inestimable a la hora de valorar cómo
ser más o menos atractivos para los
pueden afectar en el lector las divergen-
niños y generar de este modo mayor o
cias encontradas en las traducciones.
menos interés por comenzar la lectura,
Recordemos en este punto que dentro
o incluso por elegir el libro para ser
de las normas operacionales se distin-
leído.
guen dos tipos de normas, las matri-
Las diferencias más destacables entre
ciales y las lingüístico-textuales. El
las portadas de las traducciones y el libro
resultado del análisis de estas normas
original son las siguientes. En primer
se detalla a continuación.
lugar, el nombre del autor es el elemento
3.2.1. Normas matriciales textual más importante en la edición
El estudio previo de las normas en inglés, ocupando una posición des-
matriciales muestra que los aspectos tacable a lo largo del margen izquierdo.
que pueden aportar mayor claridad al En las traducciones no ocurre esto.
objetivo del trabajo es el análisis de los El nombre aparece debajo del título
paratextos y las omisiones. de forma discreta si se compara con
el tamaño y tipo de letra, y el color del
Los paratextos nombre en inglés, mucho más atractivo
En este trabajo se consideran para- y grande. Como ya se ha comentado,
textos todos los elementos visuales esta diferencia puede ser interpre-
que acompañan al texto y su relación tada del siguiente modo: la edición en
con este. Basándome en esta breve inglés utiliza el nombre del autor como
descripción llevo a cabo el análisis de argumento de venta, aprovechando el
los paratextos que se encuentran en la conocimiento que los lectores tienen de
colección, es decir aquellos que el lector Roald Dahl. Es decir, los lectores ingle-
va a encontrar antes de leer la historia, ses parten con unos antecedentes sobre
y aquellos que aparecen durante la la obra del escritor, previos a la lectura
narración. Considero que tan impor- que pueden condicionar la elección del
tante son los unos como los otros, sin libro. En el caso de existir estos ante-
embargo cumplen funciones diferentes cedentes en los lectores de lengua espa-
en momentos diferentes de la lectura. ñola o catalana, no son tan explotados
en la edición de sus portadas. Podemos en inglés como en catalán, ya en este
decir que la selección de los libros tra- primer contacto con el libro se está invi- nº 6. 2010
ducidos se realiza posiblemente bajo tando al lector a jugar, a desarrollar su
otros criterios no tan obvios a primera imaginación. En lugar de proporcionar
vista como es el nombre del autor. Sin esta asociación, la identidad del tercer
embargo, no se puede hablar solamente personaje se mantiene velada, refirién- 76
de la influencia del autor en la selección dose a él como «Me» o «jo» respecti-
del libro en la edición inglesa. Las refe- vamente. El lector podría seguir aquí la
rencias que puedan tener los lectores siguiente lógica, tenemos una enume-
sobre Roald Dahl, por insignificantes ración de tres personajes y una ilustra-
que sean, generarán de entrada ciertas ción donde aparecen tres animales por
expectativas antes de empezar a leer la tanto el tercer personaje del título es el
historia que no aparecerán el aquellos Mono, como en la edición en español.
lectores que desconocen por completo a Esto podría crear la expectativa de que
este autor. el personaje principal de la historia
Siguiendo con los elementos textuales fuese el Mono, y por tanto el narrador de
de la portada, en general el tipo de letra la historia quien, ya cumpliendo con su
utilizado en la edición inglesa es más función, nos está presentando el libro.
atractiva que la utilizada en las traduccio- Sin embargo, el narrador es el niño. El
nes, tratando de representar una escri- lector tendrá que leer la historia para
tura manual desalineada, imperfecta y encontrar la solución al título. Esta es
personal. Por insignificante que pueda una frase que aparece a las canciones
parecer, el tipo de letra transmite desde que utiliza el Mono en dos momentos de
un primer momento un mensaje en el la historia para presentar el trabajo de
lector diferente. Este carácter personal limpiaventanas que realiza junto a sus
impreso en la edición inglesa puede amigos: «The Giraffe and the Pelly and
transmitir acercamiento al lector y me!», «¡la Jirafa, el Pelícano y yo!», y «¡la
diversión, valores que considero no son Girafa, el Pelicà i jo!».
tan claramente transferidos con el tipo Concluiré el análisis de los paratextos
de letra utilizado en las traducciones. de las portadas comentando las dife-
Otro aspecto textual que me gustaría rencias que encuentro en las imágenes
destacar de las portadas es el título del que pueden ocasionar cambios signi-
libro. El libro en inglés se titula The ficativos en el lector. Señalar en primer
Giraffe and the Pelly and Me, en español La lugar que la ilustración de la portada de
Jirafa, el Pelícano y el Mono, y en catalán las dos traducciones es la misma. Lo más
La Girafa, el Pelicà i jo. Como veremos a destacable en este sentido es que la ilus-
continuación en el comentario de las tración de las traducciones contiene más
ilustraciones, en la portada aparecen información. Mientras que en la edición
cuatro personajes de la historia: tres en inglés aparece una única escena con
animales (una jirafa, un pelícano y un los cinco personajes, en las traducciones
mono), un niño (Billy) y un anciano (el hay dos escenas. El imaginario que crea
Duque). El lector al observar la portada el lector de las traducciones se duplicará
tratará de encontrar una relación entre respecto al del lector de la edición en
las imágenes y el título del libro. En inglés, tratando de imaginar qué sucede
este caso, el título es una enumeración en cada una de las escenas.
de tres de los personajes de la historia. El segundo tipo de paratextos estudia-
En el libro en español la asociación dos son aquellos que el lector encuentra
imagen-título viene hecha, el lector está durante la narración, es decir las imá-
frente a la enumeración de los tres ani- genes que acompañan a la narración
males. Sin embargo, tanto en la edición de la historia. Para llevar a cabo el
análisis propongo una taxonomía de principalmente a motivos editoriales
nº 6. 2010 los diferentes tipos de divergencias más que a aspectos relacionados con la
encontradas en las ilustraciones de las traducción.
traducciones. Con este propósito he Así pues, tras el análisis contrastivo
seguido la terminología utilizada en las de las ilustraciones se identificaron
77 clasificación de las técnicas traducto- siete tipos de divergencias, aunque en
lógicas de textos. No hay que perder de muchos ejemplos estas no aparecen de
vista que, posiblemente, las diferencias manera aislada. En la Tabla 1 se repre-
que encontraremos entre las traduc- senta el resultado del análisis cuanti-
ciones y el libro en inglés se deban tativo.

Tabla 1. Tipo de divergencias en las ilustraciones


Edición en español Edición en catalán
Reducción 19 20
Ampliación 3 3
Omisión 8 8
Adición 3 4
Modificación 27 27
Transposición 3 4
Particularización 2 2
Generalización 4 4

Las divergencias encontradas fueron: del Duque de fondo. Esta imagen


a. Reducción, la escena se posiblemente evoque en el lector
representada con menos elementos otras historias de castillos y
que en la edición en inglés. La palacios que no serán evocadas en
reducción puede ser de dos tipos: no las traducciones donde en la escena
se representa algún personaje que únicamente se representan a los
sí que aparece en la escena original, dos personajes (p. 74 en la edición
o no se representa el escenario, o española y p. 53 en la catalana). Sin
detalles del escenario donde ocurre embargo, la reducción de personajes
la acción. En algunos casos se dan también influirá en la lectura de
los dos tipos de reducciones a la la historia, de este modo cuando
vez. Considero que este tipo de se representa una acción, aunque
desviación puede generar pérdidas descrita ya en el texto, la imagen va
considerables en la lectura, sobre a aportar información a la narración
todo la reducción del escenario. normalmente referente a la actitud
El texto de la literatura infantil no que los personajes toman ante la
se caracteriza por tener extensas situación, e.g. sorpresa, agrado,
descripciones, ya que se trata de enfado, que no es descrita en el
lecturas cortas donde se prioriza texto, y que por tanto el lector no
la acción. Es en las ilustraciones conocerá de otra manera. En la
donde estas descripciones cobran ilustración de la página 49 de la
protagonismo, dándole importancia edición inglesa, el Mono con horror
a ciertos aspectos textuales y por está señalando un agujero de bala en
tanto contribuyendo a incrementar el pico del pobre Pelícano mientras
el imaginario del lector. Por la Jirafa, el Duque y Billy miran
ejemplo, en la ilustración de las atónitos. En las traducciones (pp. 64
páginas 58 y 59 de la edición en y 46 respectivamente) únicamente
inglés aparecen el Duque y Billy se representa al Mono y al Pelícano
hablando, y la magnífica mansión pero no al resto de los personajes,
cuya reacción en ese momento desempeña añadiendo información
no está descrita y por tanto los a la historia. Se trata de una escena nº 6. 2010
lectores de las traducciones deberán que ocurre en la mansión del duque.
intuir. La reducción es una de las La duquesa se desmaya y el texto
divergencias más frecuente en las describe la situación del siguiente
traducciones, posiblemente debidas modo: «La Duquesa, de puro 78
a motivos editoriales. alivio, sufrió un desvanecimiento,
b. Ampliación, en la escena se cayéndose al suelo» (pp. 62-63 en
representan más elementos que español, y pp. 45-46 en catalán). Sin
en la edición en inglés. Esta embargo, en la representación de la
divergencia es la opuesta a la escena, la duquesa al desmayarse
reducción, sin embargo únicamente se cae encima del jardinero
nos encontramos con tres ejemplos. aplastándolo. De este modo aquí la
En dos de ellos se amplían los ilustración se utiliza para añadir
personajes y en el otro se representa información que no aparece en
más acción de la escena. En el libro en inglés, ni en el texto
cualquier caso el lector de las ni en la imagen (ya que no hay
traducciones es provisto en estos representación de esta escena).
casos de mayor información para e. Modificación, la ilustración
desarrollar su imaginario. presenta algún cambio respecto
c. Omisión, se elimina una escena del original. En general no
que sí ha sido representada en la suponen cambios relevantes, por
edición en inglés. La pérdida a la ejemplo la representación del
que el lector se enfrenta ante un Pelícano cantando en posturas
caso de omisión es importante. diferentes (p. 9 en el libro en
Partiendo de la idea de que el inglés, pp. 17 en español y 16 en
texto influye a la parte visual así catalán). No considero que este tipo
como lo visual influye al texto, de modificaciones afecten en gran
la representación de las escenas medida a la lectura, sin embargo
de la historia no solo refuerza la existen cuatro ejemplos donde la
creación de imágenes mentales que expresión facial y corporal de los
el lector va construyendo mientras personajes cambia, y por tanto
lee la historia sino, como acabo de también cambiará la interpretación
comentar, también ayuda a expresar que el lector hará de cómo se sienten o
lo que sienten los personajes y a actúan los personajes en ese momento
describir los espacios donde ocurren de la historia (ver pp. 6-7 en inglés, 15
las escenas evocando en el lector en español y 13 en catalán; o 18, 30 y 24
otras lecturas y experiencias. respectivamente). Esto es un ejemplo
d. Adición, se representa una escena más de la importante contribución
que no ha sido ilustrada en la de la representación visual, ya que
edición en inglés. Es la divergencia auque estos ejemplos muestren un
opuesta a la omisión. Al igual que comportamiento diferente de los
las ampliaciones, son escasas en las personajes, debido a que esta parte
traducciones. En cualquier caso, emocional no se expresa en el texto
ayudarán a interpretar la historia la situación no genera ningún tipo de
y a evocar imágenes diferentes de incoherencia entre imagen y texto.
aquellas sugeridas en la lectura Sin embargo, la información visual
en inglés. Nos encontramos un que recibe el lector sigue siendo
ejemplo de adición, que vale la diferente, cambiando por tanto su
pena comentar por la función que interpretación de cómo actúa el
personaje. Aunque la modificación al Duque. De hecho la descripción de la
nº 6. 2010 es la divergencia más frecuente caída ocurre dos páginas antes de que
en estas traducciones, tal y como aparezca la representación visual.
se ha apuntado, la mayoría de las Las ilustraciones de un libro pueden
variaciones no representan cambios desempeñar varias funciones, entre
79 considerables en la lectura de la ellas está la de completar la información
historia. que introduce la narración. En este libro
f. Particularización y generalización, las ilustraciones se utilizan en general
estos dos tipos de divergencias son para reflejar el estado de ánimo de los
comparables al zum de una cámara personajes, su comportamiento ante
de fotografiar cuando se acerca una situación que en ocasiones no se
en el primer caso y al alejarse en cuenta en el texto y así mostrar rasgos de
el segundo. Lo que se consigue es su carácter.
representar más parte de la escena
o menos, excluyendo o incluyendo Omisiones
elementos en la ilustración cuyo En esta sección comentaré brevemente
efecto en el lector que ya he ido el uso de las omisiones textuales que
comentado. No se encuentran aparecen en las traducciones y su posible
muchos ejemplos en las traducciones. influencia en la percepción del lector.
Por otra parte, también cabe destacar Los resultados muestran que la omisión
en relación a los paratextos de la narra- no es una técnica muy empleada en este
ción otro tipo de divergencia, aquella libro. Únicamente se han encontrado
que se da entre la ilustración y el texto cuatro ejemplos, y todos ellos son uti-
traducido. Me refiero a las incoheren- lizados en la traducción al español. Sin
cias, cuando no existe correspondencia embargo, aunque los ejemplos son
entre la narración y su representación. escasos, se observa que estas omisiones
Normalmente la incoherencia sucede pueden influir en la lectura de tal modo
porque hay un desfase espacial entre la que ayuden a construir una identidad
descripción de una acción y su repre- nueva de los personajes, diferente de la
sentación visual. Este tipo de incohe- que estos tienen en el libro original. El
rencias pueden generar confusión al análisis del siguiente ejemplo ayudará
lector. Aunque también se trata de un a comprender la conclusión a la que he
tipo de divergencia no muy usual y que llegado. El libro comienza con la narra-
únicamente ocurre en las traducciones ción de Billy, el niño de la historia, del
(solo se han encontrado cuatro casos) siguiente modo:
Ejemplo 1
considero interesante el análisis de uno
Not far from where I live there is a
de los ejemplos. En esta escena (p. 38 en queer old empty wooden house stan-
español y p. 29 en catalán) Billy, dentro ding all by itself on the side of the
del pico del Pelícano, le está ofreciendo road. I long to explore inside it but
al Duque un puñado de cerezas que ha the door is always locked2, and when I
cogido de uno de los cerezos del Duque. peer through a window all I can see is
Al fondo, debajo del cerezo, se ve como darkness and dust. […] (p. 1)
el jardinero del Duque se acaba de caer No muy lejos de donde vivo hay una
de la escalera. La descripción textual sin casa de madera abandonada, vieja y
misteriosa, que se alza solitaria a un
embargo dice que el jardinero, quien
lado de la calle. Siempre he deseado
estaba intentando coger las cerezas explorar su interior, y cuando curioseo
desde lo alto de una escalera, se cayó por una de sus ventanas todo lo que
al suelo del susto cuando el Pelícano consigo ver es polvo y oscuridad. (p. 9)
se posó en la copa del cerezo y no más No massa lluny d’on visc, tot sol al
2
Mi énfasis. tarde, cuando Billy le ofrece las cerezas peu de la carretera, hi ha un casalot de
fusta vell i deshabitat. Em muir de ganes La entonación
d’explorar-lo per dins, però la porta Existen varios mecanismos para nº 6. 2010
sempre és tancada amb pany i clau, i cada marcar la entonación en los textos
vegada que mire a través de la finestra, escritos. Los más habituales son los
només hi veig pols i foscor. (p. 9) signos de interrogación y de exclama-
En la traducción al español se omite ción. Sin embargo, cuando se trata de 80
la frase «but the door is always locked». reproducir el diálogo que mantienen
La omisión de esta oración adversativa los personajes, en literatura infantil
anula la contraposición que la misma y juvenil se suele utilizar el cambio
hace a la idea que la precede, el deseo de de tipografía. Este recurso encuentra
explorar del narrador, de buscar aven- su máxima explotación en el cómic.
turas dentro de una casa que por la des- Una tipografía diferente a la empleada
cripción podría resultar muy propicia durante la narración y en la repre-
para encontrarlas, «una casa de madera, sentación de los diálogos supone una
vieja y misteriosa». Esta omisión al marca textual cuya interpretación se
principio de la historia, donde el narra- encuentra en el contexto. Un cambio
dor y personaje nos está hablando de él de entonación en un discurso monó-
mismo, de sus deseos, puede resultar tono puede ser muy significativo. El
inconveniente ya que hace que cambie personaje enfatiza parte de su dis-
la descripción de parte de su persona- curso de forma no gratuita, siempre
lidad. En el texto en español, Billy sim- hay un interés subyaciendo en esta
plemente se limita a curiosear a través acción. El significado de este cambio
de las ventanas siendo él mismo quien de tono, de la intención del autor al
pone freno al deseo de explorar en el introducirla, puede tener diferentes
interior, de hacer algo prohibido. Sin motivos pero todos ellos de algún
embargo en el libro en inglés, y en la tra- modo dan muestra del carácter del
ducción al catalán, Billy es un niño más personaje. La omisión de estas marcas
atrevido y lo único que frena sus deseos supondrá le privación al lector de una
de aventura es que la puerta está cerrada manifestación más de la personalidad
con llave, pero no su forma de ser. del personaje, y por tanto de la cons-
trucción de su identidad.
3.2.2. Normas lingüístico-textuales El cambio de tono se representa
En cuanto a las normas lingüístico- con el uso de cursiva, mayúsculas y/o
textuales, el estudio preliminar llevado negrita en estos libros. Los resultados
a cabo determinó que aquellos aspectos muestran que, en general, mientras
cuyo análisis revelaba posibles dife- que en la edición en catalán mantiene
rencias entre la lectura de los libros las marcas tipográficas de la edición en
eran la entonación, las formas de trata- inglés, el libro en español tiende a omi-
miento, el registro, y el léxico utilizado. tirlas. A continuación paso a comentar
De acuerdo con el marco teórico presen- dos ejemplos que ilustrarán cómo la
tado, tanto la entonación como las formas omisión del cambio de entonación
de tratamiento y el registro pertenecen puede ocasionar una percepción de la
al nivel textual-contextual, dentro de las actitud de los personajes en la lectura
dimensiones pragmática y comunicativa en español diferente. La situación que
de la lengua. Por otra parte, los aspectos genera la intervención de la Jirafa en
del léxico considerados en el estudio el Ejemplo 2 es la siguiente. Los ani-
afectan al nivel textual. A continuación males (la Jirafa, el Pelícano y el Mono)
se describen y comentan las diferen- han abierto su propia empresa de lim-
cias encontradas en los cuatro aspectos piaventanas, acaban de conocer a Billy
lingüístico-textuales señalados. y la Jirafa le pide ayuda:
Ejemplo 2 Baix, el duc bramava: –¡L’es-
nº 6. 2010
‘Well, Billy,’ she said, ‘we need your copeta! ¡Porta’m l’escopeta! ¡Un
help and we need it fast. We must have monstre maleït en forma d’ocell em
some windows to clean. We’ve spent roba les millors cireres! ¡Fora d’ací!
every penny we had on buying this ¡Aneu-se’n! ¡Aquestes cireres són
81 house and we’ve got to earn some
more money quickly. […] (p. 17)
meues i no vostres! ¡Us mataré d’un
tir per això que feu! ¿On és la meua
–Bien, Billy. Necesitamos tu ayuda escopeta? (p. 28)
y la necesitamos ahora mismo. El Duque cree que le están robando
Tenemos que conseguir unas cuantas las cerezas y reacciona de forma vio-
ventanas que podamos limpiar. lenta, está muy enfado, y así se entiende
Nos hemos gastado hasta el último
tras la lectura de toda su intervención.
céntimo en comprar esta casa y
tenemos que ganar algún dinero
Sin embargo, hay dos momentos en los
rápidamente. […] (p. 26) que se produce un cambio del tono que
–Molt bé, Billy –va dir–. Necessi- ayuda a recrear en la mente del lector
tem la teua ajuda i la necessitem ara más claramente el estado en el que se
mateix. Ens calen finestres per netejar. encuentra el Duque, quien está com-
Ens hem gastat els últims cèntims en pletamente fuera de sí. En «Those are
la compra d’aquesta casa i hem de gua- my cherries, not yours!» el contraste de
nyar-ne més ben prompte. […] (p. 21) los dos pronombres, «my» y «yours»,
El énfasis que la Jirafa hace al pro- refuerza la imagen del Duque enfadado,
nunciar «must have» o «ens calen» (en vocalizando y subiendo el tono de voz
cursiva) acentúa la urgencia que tienen al pronunciar «my». Son sus cerezas
por trabajar, apremiando a Billy para que y nadie más tiene derecho a cogerlas,
les ayude. Aunque después se explica es un personaje con mucho tempera-
a qué se debe esta urgencia, considero mento y poco generoso, rasgos que son
que en español tiene lugar una pérdida, reforzados con el énfasis en cursiva.
la desesperación e inquietud expresada Por otra parte, el Duque al darse cuenta
por la Jirafa al marcar «must have». de la situación pide que le traigan su
En el siguiente ejemplo, sin aviso escopeta. Así comienza su intervención
previo Billy vuela, dentro del pico del y concluye, reclamando la escopeta
Pelícano, hasta lo más alto de un cerezo «Where is my gun?». La pregunta for-
para recoger las cerezas que el jardinero mulada de este modo refuerza un rasgo
del Duque no puede alcanzar. La reac- más del carácter del Duque, su impa-
ción del Duque a la inesperada visita de ciencia.
Billy y sus amigos es la siguiente: Estos son solo dos ejemplos, de los
Ejemplo 3
diecinueve que se han encontrado en el
Below us, the Duque was shout-
ing, ‘My gun! Get me my gun! Some
análisis, donde ciertas palabras que son
damnable monster of a bird is steal- enfatizadas en los diálogos en inglés y en
ing my best cherries! Be off with you, catalán no lo son en español. La pérdida
sir! Go away! Those are my cherries, que se produce con esta omisión por
not yours! I’ll have you shot for this, pequeña que pueda parecer considero
sir! Where is my gun?’ (p. 26) que es significativa, ya que como trato de
Debajo de nosotros se oyó gritar al demostrar marcar un cambio de entona-
Duque: ción en una frase puede ayudar a reforzar
–¡Mi escopeta! ¡Traedme mi escopeta!
en momentos puntuales de la historia
¡Algún maldito monstruo en forma
rasgos de la identidad de los personajes.
de ave me está robando mis mejores
cerezas! Fuera de aquí! ¡Váyase! ¡Esas
son mis cerezas, no las suyas! ¡Le Las formas de tratamiento
matare de un tiro por esto! ¿Dónde Las formas de tratamiento que uti-
esta mi escopeta? (p. 37) lizan los personajes reflejan cual es
la relación entre ellos. Es especial- En la edición en inglés se utiliza la
mente significativo para este trabajo, forma de tratamiento formal «sir», nº 6. 2010
por tanto, identificar las divergencias mientras que en español se mantiene
que hay con el original, ya que estas la formalidad en el primer ejemplo
podrían reflejar diferencias en las con «caballero», pero en el segundo
relaciones entre los personajes. En este se utiliza el diminutivo «caballerete», 82
sentido, son destacables las formas de más afectivo. Sin embargo, en la edición
tratamiento que utiliza el Duque con los en catalán se omiten los formalismos y
otros personajes (Billy y los animales). el tratamiento en los dos ejemplos es
En relación al pronombre inglés de tú. Esta diferencia de tratamiento es
«you», en ambas traducciones se ha importante ya que en el caso del inglés
optado por la solución más informal y el español el Duque muestra un cierto
«tú / vosotros» en lugar de «usted/es». distanciamiento que no aparece en la
Tratamiento que parece ser el adecuado edición en catalán donde el lector lo
ya que no se detectan incoherencias en puede identificar ya muy cercano a los
este sentido cuando el Duque se dirige otros personajes. Esta proximidad,
de otra manera a los personajes. Veamos sobre todo en un momento tan crítico
en estos casos, cuando no se utiliza el de la historia, puede crear ya sentimi-
pronombre, cómo las diferencias con entos hacia el Duque más afectivos en
el original pueden influir en la inter- el libro en catalán.
pretación de los textos. Los resultados Por otra parte, tanto el Duque, más
del análisis de estas formas de trata- adelante en la historia, como Billy, la
miento muestran una evolución de la Jirafa y el Mono se dirigen de forma
relación entre el Duque y los otros per- afectiva al Pelícano utilizando para
sonajes a lo largo de la historia, desde ello diminutivos y calificativos como
un tratamiento un poco más distante al «my dear Pelly», «mi querido Peli»
principio a una muestra de afectividad, y, «Pelicà bonic» o «estimat Pelicà».
de una relación más cercana al final. Para dirigirse al Mono no se usan dimi-
Sin embargo hay que destacar algunas nutivos, y son muy escasos también
diferencias. En primer lugar nos encon- para hacerlo a la Jirafa. Sin embargo,
tramos con los siguientes ejemplos, se observan diferencias en las traduc-
Ejemplo 4 y 5, los cuales pertenecen a la ciones en el uso de diminutivos para
misma escena. En los dos el Duque está dirigirse al Pelícano a lo largo de todo
hablando al Pelícano quien tiene atra- el libro. Mientras «Pelly» es utilizado
pado en su pico a un ladrón. En el Ejemplo en inglés el 31% de las veces, el diminu-
4, el Duque quiere que el Pelícanos abra tivo español «Peli» se utiliza el 14% de
el pico para enfrentarse al ladrón; en el
las ocasiones, y el catalán «Pelicanet»
Ejemplo 5, le ordena lo contrario al ente-
únicamente un 1%. Considero que estas
rarse de que el ladrón tiene un arma.
diferencias son importantes ya que
Ejemplo 4
[…] Open up, sir! Open up! (p. 41) al utilizar el diminutivo en lugar del
[…] ¡Abra, caballero! ¡Abra, caba- nombre se muestra en cierta medida el
llero, abra! (p. 55) tipo de relación que tienen los otros per-
[…] ¡Obri! ¡Fes el favor d’ obrir! (p. 41) sonajes con el Pelícano. Este diminutivo
puede ser muestra de simpatía, cariño,
Ejemplo 5
confianza, afecto por el Pelícano, que se
[…] Keep that beak closed, sir! […]
(p. 42)
pierde al ser reducido en español y prác-
[…] ¡Mantenga su pico cerrado, ticamente eliminado en catalán. Como
caballerete! […] (p. 55) acabo de apuntar, el nombre también
[…] ¡I que no òbrigues el bec, eh! puede ir acompañado de un calificativo
[…] (p. 41) que cumple un papel similar a los dimi-
nutivos evocando los mismos valores. Por otra parte el libro en español,
nº 6. 2010 Sin embargo, la omisión de diminutivos aunque tiende a mantener el registro
en las traducciones no supone su susti- del libro en inglés, aparecen algunos
tución por el nombre más un califica- ejemplos que muestran una desviación
tivo, lo cual podría mantener la relación no hacia lo coloquial, como en catalán,
83 que se expresa en el libro en inglés. sino hacia un registro más formal.
Esto ocurre en la representación del
El registro discurso del Duque. Considero que de
Considero relevante hacer un breve este modo se está ayudando a construir
apunte en relación al registro utilizado una identidad del Duque diferente de la
en la historia, ya que diferencias en este original en este punto. En el Ejemplo 6,
sentido también pueden contribuir a la mientras en inglés y catalán el registro
construcción de la identidad de los per- utilizado es neutro, en español la tra-
sonajes. No es lo mismo el uso de registro ducción de «is» por «constituye» es
coloquial, formal o neutro. El análisis se más formal.
lleva a cabo tanto en la narración como en Ejemplo 6
los diálogos. En el caso de la narración, es […] Food is no problem around
Billy quien está contando la historia, por here. (p. 52)
[…]Aquí la comida no constituye
tanto es la identidad de este personaje la
ningún problema. (p. 68)
que el lector está descubriendo.
[…]El menjar, ací, no és cap pro-
Los resultados del análisis muestran blema. (p. 48)
que la traducción en catalán tiende a Lo mismo ocurre en el Ejemplo 7,
utilizar un registro más coloquial que donde se representa el discurso del
el libro en inglés. El lenguaje coloquial Mono. Esta escena ocurre al princi-
es más cercano al lenguaje que utilizan pio de la historia. Billy y lo animales
los lectores del libro, en este sentido se acaban de conocerse y es la primera
podría pensar que esta divergencia del vez que el niño habla con el Mono. Por
original genere mayor identificación lo tanto, también es el primer contacto
de los lectores con los personajes de la con los lectores.
historia, ya que los términos les son más Ejemplo 7
familiares. Por ejemplo, en el libro en ‘Now what on earth would that be?’
inglés se utiliza el término «lavatory (p. 10)
pan» que es formal, de uso muy limi- –¿Y qué significa eso? (p. 17)
tado; en español se utiliza «retrete» –¿I què redimonis és això? (p. 15)
dentro del mismo registro que el término En inglés y catalán el registro es colo-
en inglés; sin embargo en catalán la tra- quial mientras que en español es formal.
ducción es «wàter», palabra coloquial En español cambia la interpretación
y que los lectores utilizan cotidiana- que los lectores pueden hacerse de la
mente, por lo tanto mucho más familiar actitud del Mono en esa escena. Ya que
para ellos que el término más formal la expresión inglesa «what on earth» se
«excusat» que hubiese mantenido el utiliza cuando se está muy sorprendido
registro de «lavatory pan». Otro ejemplo o enfadado en un registro coloquial, en
de esta tendencia del libro catalán hacia este caso lo primero. Sin embargo, la
un registro más coloquial es la traduc- expresión en español es simplemente
ción de «brand-new». Esta expresión una pregunta, no denota nada más.
se puede considerar neutra así como su
traducción al español «completamente El léxico
nueva», sin embargo en catalán se utiliza En relación al léxico es interesante
de nuevo una locución más coloquial el análisis de la cohesión. La cohesión
«nova de trinca». léxica observada en el texto en inglés
se lleva a cabo mediante la repetición, modelo de análisis propuesto. A través
en particular de verbos. Sin embargo, de este modelo ha sido posible identifi- nº 6. 2010
esta repetición no se trasfiere a las car divergencias del original en las tra-
traducciones, que optan por el uso de ducciones que pueden generar cambios
sinónimos o casi sinónimos para pre- en la percepción del libro.
cisamente evitarla. Las consecuencias Respecto a los dos grandes niveles de 84
de la solución adoptada en ambas tra- análisis, las normas preliminares han
ducciones es, bajo mi punto de vista, revelado cómo el conocimiento del autor
que los lectores de los libros en español en inglés puede hacer que estos lectores
y catalán van a encontrarse con una comiencen la lectura del libro de un
historia cuya descripción de los actos modo diferente, con unos referentes y
tiene unos matices diferentes a los unas expectativas que no tienen los lec-
del libro en inglés. Estas diferencias tores de las traducciones. Las normas
contribuirán a crear en la mente del operacionales muestran la importancia
lector cómo los personajes llevan a cabo de los paratextos, tanto los de la portada
sus acciones de manera diferente. Por como los de la narración. Hemos visto
ejemplo, para el verbo «screamed» el ejemplos que ilustran cómo diferencias
libro en español utiliza hasta cuatro en las representaciones visuales con-
traducciones: «exclamó, chilló, dando llevan cambios en el imaginario que
gritos, repitió», mientras en catalán construye el lector, evocando imágenes
se utilizan siete: «cridà, grinyolejà, diferentes o reduciéndolas en las tra-
vociferà, va bramar, va amollar, digué, ducciones. También se ha demostrado
exclamà». O para «shouted» se utili- cómo estas diferencias visuales ayudan
zan cinco traducciones en cada lengua, a construir algunos rasgos de identidad
en español: «gritó, exclamó, repitió, de los personajes diferentes a los del
ordenó, dio grandes voces», y en original, como así lo hacen también las
catalán «va bramava, va amollar, vam omisiones textuales, la eliminación de
cridar, exclamà, digué». las marcas de cambio de entonación
Todas estas traducciones no son sinó- (en la traducción al español), el cambio
nimos puros y por tanto van a evocar de registro (más coloquial en general
en la mente del lector de la traducción en catalán), o el uso de sinónimos para
imágenes de rasgos de personalidad de evitar la repetición léxica. Las formas de
los personajes ligeramente diferentes tratamiento, por otra parte, han reve-
de aquellas que evocan la lectura en lado diferencias en las relaciones entre
inglés. No es lo mismo que un perso- los personajes en las traducciones.
naje grite, exclame, repita, ordene o Con este estudio introductorio también
incluso dé grandes voces. El tono de se ha puesto de manifiesto el importante
voz, los gestos, la expresión de la cara, papel que juegan en los libros traducidos
el grado de excitación es diferente. Con aspectos que en ocasiones no se tienen
lo cual es diferente también la actitud tan en cuenta como los textuales, me
que adopta ante una situación, mien- estoy refiriendo a los paratextos y la
tras que en inglés en todo momento tipografía, posiblemente debido a que
el personaje gritaría, ya que este es el en muchas ocasiones están sujetos a
sinónimo más puro para «shout». motivos editoriales. Bajo mi punto de
vista, paratextos y tipografía deberían
4. Conclusiones tenerse en mayor consideración ya que
Tras el análisis contrastivo de The las consecuencias al descuidar estos
Giraffe and the Pelly and Me y sus traduc- aspectos pueden ser igual o más impor-
ciones en español y catalán he consta- tantes que una inadecuada traducción
tado en primer lugar la viabilidad del del texto.
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ción de la lírica popular moderna.
Una antología de coplas y seguidillas
de la Mancha conquense”, en Revista
de la lírica popular moderna.
Una antología de coplas y seguidillas
OCNOS nº 6, 2010, p. 87-110. ISSN
1885-446X.

de la Mancha conquense
Ángel Carrasco Sotos
I.E.S. "Fray Luis de León" (Las Pedroñeras)

PALABRAS CLAVE: RESUMEN: ABSTRACT:


Literatura popular, lírica popular, En el artículo se intentan poner sobre la mesa los The article tries state, historical and cultural
poesía popular, folclore. condicionantes culturales e históricos que han constraints that have influenced the discredit and
influido en el descrédito y marginalidad de la poesía isolation of modern oral folk poetry, by, above all,
popular oral moderna, por parte, sobre todo, de literary criticism. These reserves have influenced the
KEYWORDS: la crítica literaria. Tales reservas han servido para mention of this type of lyric, whose literary quality
Popular literature, traditional rhymes, que la mención de este tipo de lírica, cuya calidad is defended here (including through an anthology),
folk poetry, folklore. literaria se defiende aquí (incluso mediante una has disappeared from literature, manuals and
antología), haya desaparecido de manuales de textbooks to use. The claim of consideration, study
literatura y libros de texto al uso. La reivindicación and gathering this folk literature has become an
de la consideración, estudio y recolección de esta li- ignored topic since the nineteenth century, as
teratura del pueblo ha venido siendo un tópico des- the literary canon that was brewing in the wake
oído desde el siglo XIX, pues el canon literario que of the philological studies of early twentieth
se fue fraguando a raíz de los estudios filológicos de century researchers moved his study, collection
principios del siglo XX apartó a los investigadores and dissemination away. The paper considers all
de su estudio, recopilación y difusión. En el artículo the prejudices and causes that causes that have
se consideran todos los prejuicios y causas que han affected so that it has come to accept it.
incidido para que esto mismo haya terminado por
aceptarse.

La recuperación de nuestro folclore o peores plumas, con mayor o menor


literario, de nuestra poesía popular y rigor filológico, se han volcado en estos
tradicional, con la pretensión de resca- trabajos de búsquedas y encuentros,
* Fecha de recepción: 14/01/2010 tar de un naufragio ya consumado sus aunque, todo hay que decirlo, en mayor
Fecha de aceptación: 21/04/2010 últimos restos, quizá sea más que nunca medida de lo requerido desde postu-
labor de urgencia. En esto se ha insistido ras localistas o regionalistas, y, por lo
1
Creo que de todos es conocido en tantas ocasiones y con tanto énfasis tanto, políticas (no «culturales», que
que las ediciones de las que hablo
que, a fuer de retórica, la cuestión se ha es como suelen venderse abstracta-
en muchos casos no han estado
respaldadas por dinero público, de ido dejando para que la resuelvan otros, mente este tipo de obras). Casi siempre,
modo que se ha tratado las más de las como si el prestigio del crítico fuese a además, ha partido de personas no
veces de ediciones de autor, de corta flaquear si se acogía al estudio de esta especializadas1, más aún de interesados
tirada, mal editadas y distribuidas, y, literatura considerada de segunda (o de en-que-estas-tradiciones-no-se-pier-
habitualmente, de calidad ínfima (no
solo materialmente). Es de alabar, no
tercera), no avalada por, digamos, la alta dan. Ya me entienden: han sido puntales
obstante, este tipo de iniciativas, pues crítica, la que ha ido marcando el canon de ese nacionalismo encubierto del que
el material, aunque mal puntuado de nuestra historia de la literatura desde luego se aprovechan ayuntamientos y
casi siempre y plagado de faltas principios del siglo XX. autonomías para «revivir» e intentar
ortográficas, siempre es valioso. Es
Ciertamente, el rescate de ese pecio consolidar una tradición abandonada
época la nuestra de recopilar y de
teorizar sobre la literatura oral, pero
de la lírica popular se viene defen- (abandonada, claro –y es cuenta en la
sobre todo de lo primero (tiempo habrá diendo casi desde que se comenzó a que no se cae–, por causas que aún per-
para lo segundo). hacer acopio de sus productos, y mejores sisten y persistirán, de todos conocidas
por tantas veces mencionadas), de tal dad, más o menos fluida, más o menos
modo que pueden llegar a convertirla, sufrida, en todo el territorio nacional. nº 6. 2010
sin reparo ni miedo al ridículo, en un Los precedentes eran escasos, no obs-
grotesco, caricaturesco y anacrónico tante, pues, como había ocurrido paralela-
artificio. mente a la arqueología y a otras disciplinas
Como digo, la insistencia en la recupe- análogas, hasta este momento no se había 88
ración de esta lírica ha llegado a conver- observado la importancia del pasado en
tirse en un tópico, y, si no se ha hecho, cuanto objeto de museización y análisis.
o no, al menos, con el rigor o precisión De repente, hacia finales del XVIII,
filológica que demandaba, responde a las clases cultivadas empezaron a
demandar a las que no lo eran algo
2
La imagen “lobesca” la utiliza Francis-
causas que muchos no ignoran, pero co Mendoza Díaz-Maroto (1989:65).
más que el respeto, la obediencia y el
que conviene recordar y así lo haremos.
trabajo que les habían exigido hasta
Tópico, repetido, es el recuerdo de la entonces: ahora querían que, además,
3
Animo a leer, para mayor conoci-
importancia de este rescate de lo popular miento de esta ciencia y su asen-
les suministraran sus pequeños tamiento en España, el artículo de
y en ello volvemos a incidir, pues el lobo, tesoros ocultos, las canciones que Gabriel Núñez (2008:43-58).
¡por fin!, parece que viene de verdad y cantaban, los cuentos que se conta-
es real2. Y aunque puedan resultar de ban al amor de la lumbre, los utensi- 4
Fue en 1878 cuando se creó en
sentido común las causas (clínicas) por lios de factura barata que fabricaban Londres la Folklore Society, y tan solo
para facilitar o adornar sus existen- tres años después, en 1881, Antonio
las que hay que llevarlo a cabo, habre-
cias. Los folcloristas los recogían y Machado y Álvarez fundó la sociedad y
mos también de hacerlas visibles sobre revista Folklore español.
el tapete. los clasificaban: los exponían como
riqueza de todo el pueblo (ahora ellos
La tarea de la recolección de la lírica 5
Cantes flamencos y cantares (1887).
eran también el pueblo) [...] ahora, y
popular fue quehacer que cobró cierto en el marco sacrosanto de la nación, 6
Cuentos y poesías populares an-
crédito sobre todo cuando, nacida también podían enorgullecerse de daluces, coleccionadas por Fernán
aquella entonces incipiente «ciencia» una herencia que pertenecía a todos: Caballero, Sevilla, Impr. de La Revista
del Folk-Lore, en la segunda mitad del lo popular. (Rodríguez Rivero, 2010) Mercantil, 1859.
siglo XIX 3 (fuera de nuestras fronte- Se trataba de una ciencia novedosa,
ras, como último bastión del ya casi
7
Cantos populares españoles reco-
la del folk-lore, nacida de la visión
gidos, ordenados e ilustrados por
apagado Romanticismo, en su vena romántica y su ensalzamiento de las Francisco Rodríguez Marín, 5 vols.,
nacionalista y costumbrista), escri- ruinas, de las tradiciones, de lo que Sevilla, 1882-1883.
tores y críticos españoles de prestigio era definitorio de cada pueblo. De
la acreditaron con sus investigacio- aquellos primeros llantos, estas pasio- 8
Léase, por ejemplo, ese fluido Post-
nes, miméticamente a como se estaba scriptum de “Demófilo” que sirve de
nes de última hora, cabría decir. Tales
epílogo al tomo V de los Cantos de
haciendo en Europa: el trabajo, por obras precursoras en estas faenas de Rodríguez Marín.
tanto, estaba respaldado por la inves- recolección son citadas por Rodríguez
tigación foránea, no cabe desdeñarlo4. Marín en el Prólogo a su magnánima 9
Cancionero popular. Colección esco-
Fue entonces cuando Antonio Machado (y poco citada) obra Cantos populares gida de coplas y seguidillas recogidas
y ordenadas por D. Emilio Lafuente
y Álvarez “Demófilo”5, Fernán Caba- españoles (1882): me refiero a los tra-
Alcántara, de la Real Academia de
llero (Cecilia Böhl de Faber y Larrea)6 o bajos de Emilio Lafuente Alcántara9, la Historia, 2 vols., Madrid, Bailly-
Francisco Rodríguez Marín7, por citar de D. Preciso (Nicolás Zamácola)10 o Baillière, 1865.
nombres reconocidos, hicieron copiosas Tomás Segarra11; no eran muchos, en
compilaciones y se escribieron artículos verdad. De este modo, las nuevas reco-
10
Colección de las mejores coplas de
seguidillas, tiranas y polos que se han
hoy desconocidos, de riqueza y profun- pilaciones y artículos certeros fueron compuesto para cantar a la guitarra,
didad meritoria8, en la línea de otros abriendo caminos y tocando lugares Madrid, Ibarra, 1805.
que, como he indicado, en Europa se no hollados antes por la investigación
estaban también publicando. Sin duda, literaria. De hecho, en cierta medida, 11
Poesías populares colegidas por D.
hubo investigadores que invirtieron estos trabajos iniciaban la crítica y Tomás Segarra, español nativo, pro-
fesor de su lengua maternal en el real
su esfuerzo, literatura y conocimientos estudio literario en España, pese a que instituto el Maximilianeum y lector de
en el estudio de la poesía nacida del aún cargaban con un carácter impre- la universidad de Munique (Baviera),
pueblo, y este trabajo tuvo continui- sionista que, todo hay que decirlo, en Leipzig, F. A. Brockhaus, 1862.
ciertos casos se echó de menos en un Habría que decir que las historias
nº 6. 2010 tipo de crítica aséptica que terminó de las literaturas, habitualmente, se
por consolidarse. han realizado de acuerdo a criterios
La Escuela de Filología Española, con cultos, sin profundizar, salvo conta-
das excepciones, en las manifestacio-
don Ramón Menéndez Pidal a la cabeza,
89 que era la que iba a marcar la pauta a partir
nes literarias populares, y, en general,
en la tradición literaria oral17.
de la época novecentista, sin embargo, si Si había alguna lírica popular o tra-
bien consideró el Romancero (aún sigue dicional que valía la pena estudiar,
trabajando en su documentación, clasifi- compendiar, era solo la medieval o la
cación y estudio el Seminario Menéndez que enraizaba en esta época. Cuando
Pidal, como es sabido), desdeñó casi por Samuel Stern descubre las jarchas
completo la poesía popular menor última, mozárabes y da noticia del hallazgo en
su estudio y su acopio, las dos cosas, e 1948, y la investigación que de éstas
hizo que esos trabajos aún recientes no hicieran Dámaso Alonso (1949) y, más
tuvieran la continuidad que merecían. aún, Emilio García Gómez (1950) las
Esto supuso un lastre o, mejor, una confirmó como primeras manifesta-
12
Cancionero popular de la provincia rémora de la que aún se vive, y apenas ciones líricas romances en Europa;
de Madrid, 3 vols., Barcelona-Madrid, un puñado (o almorzada) de artículos cuando se comprobó que una misma
CSIC, 1951-1960. publicados en la Revista de Dialectolo- línea conceptual y formal comuni-
gía y Tradiciones Populares, junto con caba éstas con las cantigas de amigo
13
Treinta mil cantares populares, 4
vols., Valdepeñas, 1929 [En realidad, no publicaciones de importancia suma y con ciertos villancicos castellanos,
llegan a 9.000, por lo que el título hay como las realizadas por García Matos en la investigación se concentró en esta
que entenderlo de manera simbólica]. la provincia de Madrid12, o, antes, en la época, en la medieval y posteriormente
manchega, de Eusebio Vasco13 o Pedro en la de los Siglos de Oro, tan deudora su
14
Cancionero musical popular man-
chego, Madrid, 1951. De la provincia de
Echevarría Bravo14, en la andaluza de lírica popular de la del período anterior.
Cuenca cabe citar dos obras importan- José Mª Gutiérrez Ballesteros15, o en la Se espigaron con minuciosidad todos
tes: el Cancionero folclórico popular, extinta Castilla la Vieja, Gabriel García aquellos textos cultos que habían dado
de Miguel Martínez Millán (Caja Vergara16, han logrado hasta la fecha amparo a cualquier verso de apariencia
Provincial de Ahorros, Cuenca, 1974) y
maquillar (cuando se recuerdan) su popular, se rastrearon cancioneros,
el Cancionero popular de la provincia
de Cuenca (Diputación Provincial condición marginal. Se podrían citar romanceros, pliegos de cordel, obras de
de Cuenca, 1982), de José Torralba. otras muchas recopilaciones y florile- teatro, refraneros, etcétera, todo, y los
Por último, tiene carácter manchego gios si rastreásemos región por región, artículos y especialistas (gran parte de
también el más reciente Cancionero provincia por provincia, lo publicado en
Musical de Castilla-La Mancha (2001),
ellos hispanistas extranjeros: Daniel
de Fernando J. Cabañas Alamán (Edi-
ellas si bien, en fin, poco conocidas por Devoto, Margit Frenk, Leo Spitzer y
ciones de la Universidad de Castilla-La poco citadas. otros muchos) brotaron por doquier,
Mancha). Con la poesía popular menor –podría- resultando que el producto de sus
mos decir–, cuyos ejemplos más repre- investigaciones hoy en día constituye
15
En títulos como Sal y sol de Andalu-
sentativos desde el siglo XVIII han sido obra fundamental sobre esa nuestra
cía (Madrid, 1935), Al son... de la prima
y el bordón (Madrid, 1945) o Paremio-
las cuartetas asonantadas y las seguidi- lírica tradicional. Desde luego este
logía flamenca (Madrid, 1957). llas que por millares (a modo de plaga de trabajo puntilloso y prolijo dio lugar a
langosta) invadían los aires campesinos, estudios y recopilaciones anotadas de
16
Cantares populares recogidos en di- el canon dijo «¡no!» y la crítica literaria un valor incalculable (para los que cal-
ferentes regiones de Castilla la Vieja y
desdeñó de un plumazo estos cantares culamos con el rigor y el amor que ello
particularmente en Segovia y su tierra,
Madrid, 1912. Cabe citar también de del pueblo. Esto supuso su ausencia merece). Si ese cometido se hubiese
Narciso Alonso-Cortés, Cantares po- absoluta en manuales, en historias de ejercido del mismo modo sobre la
pulares de Castilla. Colección de 4.876 la literatura o en historias críticas de la lírica posterior, no cabe duda de que
cantares, recogidos..., París, 1914.
literatura, y baste con echarle un vistazo hoy en día existirían trabajos memo-
17
Y del mismo modo, literalmente, en
a cualquiera de las que a mano tenga el rables. Pero no se hizo.
su “Presentación” a mi Cancionero po- lector. A este respecto escribe Pedro C. El estudio de la lírica que venía del
pular de la Mancha conquense, p. 12. Cerrillo (2005:18): medievo, aunque solo hubiese sido por
mímesis, podría haber resultado bene- es, puede acarrear un peligro inhe-
ficioso para el estudio de esa misma rente –avanzo–, porque de lo que no se nº 6. 2010
lírica posterior a la Edad de Oro, pero escribe, de lo que no se deja memoria,
no fue así, ya digo. La comparativa, al puede llegar a no haber existido. Como
parecer, no favoreció a las posterio- dije, en el último cuarto del siglo XIX,
res derivaciones que aquélla tuvo. Se siguiendo la estela romántica, comen- 90
entendió, quizá, que si la literatura zaron los folcloristas a interesarse por
escrita en aquellos siglos era dorada, esta poesía del pueblo y se recopiló tanto
también lo era su lírica tradicional. Lo material que a los críticos de esta pos-
que se salía de esa horquilla (por usar terioridad inmediata les pareció quizá
un término estadístico o electoral), de labor de mandarines meter la mano en
esos márgenes, nada valía, formaba él, más aún cuando ciertos prejuicios
parte de una edad de bronce, de una culturalistas habían arrinconado a la
mediocridad que no resistía el paran- poesía popular de este período (tan
gón con la gracia y calidad de la anterior. anodina, tan superficial) en la peri-
Esto creaba unos principios (o prejui- feria de la Literatura, alistándola, por
cios) culturales que, una vez asentados así decirlo, en el pelotón de los torpes,
sus cimientos y pilares, serían de difi- en la subliteratura, junto al folletín y el
cultoso derrumbe. Y así ha sido, y es romancero moderno, por ejemplo.
asunto que nadie podrá poner en duda. Los manuales, las historias y enci-
Con la lírica popular creada y difundida clopedias de la literatura, los libros de
a partir del siglo XVIII la crítica ha texto, con mejor o peor criterio, asu-
actuado con una vileza desmedida, a mi mieron su condición de catalizadores
entender. Se ha estimado sobre todo, de la crítica literaria y ampararon en
como en otros ámbitos, lo antiguo, sus páginas tan solo a las obras a las que
en muchas ocasiones solo por ser tal, la crítica otorgaba el crédito y notorie-
mientras que lo viejo se ha destinado dad suficientes: las jarchas, las cantigas
al fuego del olvido, la desmemoria y de amigo, los villancicos castellanos
el descrédito. Solo ha valido lo añejo o encontraron allí un hueco, un espacio
lo criado en barrica. De las numero- ganado gracias a la alabanza sin fin de
sas recopilaciones de la lírica popular críticos de primera línea. Ya digo, de lo
moderna, ¿no cabía ni una antología que no se hablaba, aquella parte de la
que salvase de la quema tanta produc- literatura popular que no se estudiaba,
ción? Al parecer la respuesta se enten- perdía su condición existencial.
dió, asumió y consensuó negativa, pues Por lo que se refiere a los libros de
no hubo crítico de prestigio que la ela- texto, en fin, la imagen que queda en los
borase: ni siquiera hubo una antología, escolares (más aún cuando esta lírica
como tampoco una producción crítica ha caído prácticamente en desuso) es
al uso de la época. Acaso el bosque no que la poesía popular no es sino un tipo
dejó ver los árboles; ¿quién sabe? de literatura que tuvo lugar en aquel
Margit Frenk (1987), la gran estu- tiempo remoto en que los castellanos
diosa de este tipo de literatura en los convivían con los árabes o España con-
últimos tiempos, recopiladora señera y quistaba América. Como si el pueblo
sagaz, elabora su Corpus –imprescindi- hubiese enmudecido, las últimas pro-
ble, por otro lado– y tan solo llega hasta ducciones que salieron de su boca fueron 18
Apenas anota algunos cantarcillos
el siglo XVII18. El olvido, y, por lo tanto, los villancicos medievales. A lo sumo, se relacionados con la lírica antigua en
la desconsideración, se cierne sobre lo puede ver indicado que la lírica popular los apartados “correspondencias” y
“supervivencias”. Tampoco toca la
que tiene lugar, por lo que respecta a siguió dándose entre el pueblo, pero lírica popular más reciente esta autora
este tipo de lírica, desde este siglo, el ni se habla de sus características ni de en sus Estudios sobre lírica antigua,
XVII, hasta nuestros días. Esto, claro sus formas de difusión (como sí se hace Madrid, Castalia, 1978.
con el romancero), y, por supuesto, ni (deambulando con desconcierto, eso
nº 6. 2010 se reproducen ejemplos de este tipo sí, por la memoria de los abuelos) lo
de lírica ni se redactan ejercicios que desestimamos, entre otras razones
tengan como fin su estudio o recopila- porque a cambio de todo nadie da
ción19. Esto se deja en manos de unos nada. Lo que se ha podido recopilar a
91 cuantos abnegados profesores que, manos llenas, como producto que se
nadando a contracorriente, añadimos vendía a granel, ha sido despojado de
unos apuntes al alumnado para com- todo valor literario. Todo parece que
pletar el tema y pedimos unos trabajos podría reducirse a términos mercan-
de campo complementarios para subir tiles: el excedente de coplas y seguidi-
nota. Los hay, incluso –docentes, digo– llas hacía bajar su precio en el mercado
que se preocupan por publicar el resul- de la crítica literaria.
tado de estas indagaciones escolares Quiero insistir en ese aspecto de lo
(¡cuidado, cada vez menos fiables!) en subliterario como marbete incuestio-
revistas locales o pagadas por el propio nable con que la crítica ha marcado a
centro, o, incluso, en publicaciones que la lírica popular de los últimos siglos,
cobran el formato de libro cuando la al considerar tales productos fáciles y
buena fe de algún concejal o diputado ripiosos, con una generalización que
de cultura estima que se trata de un excede al deber de lo que se espera
trabajo importante y digno20. al menos del historiador de la litera-
Creo que es de justicia la reivindica- tura y del crítico, si es que siguen una
ción al menos del estudio de esta lírica, metodología científica, o positivista sin
pues si partimos de la idea de reinte- más. A nadie escapa que obras de otros
grarla o recuperarla (porque sí) para la tiempos tenidas por subliterarias son
voz del pueblo, que es quien, al fin y al hoy joyas que se recogen con esmero en
cabo decide (siguiendo el albur de las paños de oro. Ocurrió con el Roman-
modas, y no la voz de un crítico o de un cero, como hemos señalado, gracias a
consistorio), nos encontraremos frente la labor, sobre todo, de Menéndez Pidal
a una causa perdida, por no decir en y sus acólitos, y a la mirada elogiosa de
manos de una quimera o una entele- la crítica extranjera. Seguimos bus-
quia. Agotados sus contextos de expre- cando en aquellos productos populares
sión, esta poesía lírica breve se ahoga del antaño renacentista sus virtudes,
en la memoria anciana de los mayores. la fluida rima asonante, su brevedad
Tal vez cuando ya nos sea imposible y recogimiento llenos de valores de
recuperarla y aceche la sombra de su encanto. Cabe apuntar, no obstante,
extinción o ésta se verifique positiva- que la mayoría de los poetas áulicos
mente –y es algo que ocurre con dema- coetáneos de la poseía de cancionero
siada frecuencia por lo que respecta a solo pensaban que no eran sino frutos
cuestiones de intrahistoria, etnología o de una literatura ínfima, menor, un
dialectología, sin ir más lejos– se mag- contrapunto festivo o chusco, a lo
nifique y surjan (quiero desear, en todo sumo, a la que ellos creaban, de alto
caso) los grandes estudios y las «bús- copete, siguiendo los principios de la
quedas preciosas» pero imposibles. galla ciencia. Pero, aun suponiendo que
19
Sobre el “potencial educativo de los
materiales folclóricos”, remito a Pedro Quizá cuando se apaguen definitiva- la poesía popular de raíces medievales
C. Cerrillo (2005:157-161 y 174-175). mente las voces que la amparan, iremos sea un dechado de virtudes, ¿acaso
a desenterrarla de esas publicaciones puede pensar alguien que estos poe-
20
Publicaciones como la “revista de locales no legitimadas por la filología, millas populares de los siglos XIX y XX
folclore” Gerineldo, del I.E.S. “Río
Júcar”, de Madrigueras (Albacete), aún
pero depositarias de un material fun- no tienen también esa gracia virtuosa?
en liza desde el año 2000, son de gran damental. Todo sigue siendo menos, y ¿O es que se entiende como una gracia
mérito en este sentido. ahora que tenemos al menos casi todo inculta, labradora y mellada, de un
pueblo llano que todavía hoy conoce- líricos de aquel tiempo. Para la antropo-
mos y que perdió ese don no sabemos logía o la etnología será importante, por nº 6. 2010
cuándo? ¿A quién ha de caberle en el lo tanto, la totalidad de estos cantarci-
magín que el pueblo medieval o renacen- llos; para la literatura, quizá, parte del
tista, tan analfabeto como el de los siglos conjunto, pasados todos por el tamiz o
posteriores, tuvo una capacidad lírica cedazo adecuado. 92
superior al de épocas recientes? A estos Hablando de los agrupamientos de
cantarcillos, coplas, seguidillas, etcé- material hecha por Rodríguez Marín,
tera, posteriores, el tiempo –y de nuevo escribía Demófilo en el aludido “Post-
la crítica literaria– les añadirá más que scriptum”:
quitarles (si es que se puede quitar algo Cada uno de los grupos aludidos
más a casos tan diezmados), como a los es de un gran interés para los que
castillos medio en ruinas o como a los buscan en las coplas populares, más
que modelos de inigualable belleza,
sillares gastados y negruzcos del romá-
un medio seguro de conocer las cos-
nico, pero también como ocurrió con tumbres, el carácter y el modo de ser
nuestra lírica primitiva. del pueblo que les da vida. (Machado
Sin embargo, creo que es de justicia y Álvarez, 1882-1883: 157)
reconocer el ripio y, por lo tanto, des- Y más adelante:
cartar la hipérbole generalizadora en la Estas canciones, que son, por así
descripción que de estas coplas hay que decirlo, las verdaderas gacetillas de
hacer; porque la hipérbole siempre será cada población, son mucho más inte-
sospechosa: de la mentira o del cobro de resantes, en mi sentir, para conocer
comisiones21. La vida misma también la historia del pueblo, que ésas otras
llamadas históricas, en que se con-
es a veces, o casi siempre, ripiosa, y no
servan los recuerdos y reminiscen-
sublime sin interrupción, como quería
cias de hechos memorables, como la
Baudelaire. Y si alguna poesía es pre- guerra de la Independencia, la civil,
cisamente espejo de esta vida rural, la de África, etcétera. (Machado y
de lo humano y de lo divino de ella, del Álvarez, 1882-1883: 164).
sentimiento y de un cierto modo de Desde la alta crítica –y se trata de otro
razón, es esta. Prescindir de su estudio prejuicio tácito– a los que nos dedica-
significa suprimir sin miramientos una mos a estos asuntos «bajos» de la reco-
parte no solo de la historia literaria en pilación folclórica, del rescate de lo que
lengua castellana, sino de la intrahisto- yo llamo «trastos viejos», se nos mira
ria cultural y humana de mucha gente a un poco con la conmiseración y bene-
la que hemos dado en llamar pueblo. A volencia de sacristía del que viene de
mi modo de ver, un poco de la historia y vuelta, y no deja de parecer cosa de tris-
del pensamiento del pueblo se recoge en tones algo huraños, amigos de la España
estos cantarcillos, palomas mensajeras (negra) de charanga y pandereta. Y casi
o heraldos de otro tiempo y de otro modo nunca es así, aunque algo de ello habrá,
de vida. No podremos, nos guste o no, pero yo reniego de una crítica litera-
hacer una historia cabal de España, o, ria que desacredita para luego alabar
más cercanamente, de la Mancha toda, y no parte de criterios semiológicos,
sin beber en los pensamientos y sentires porque actuando así pierde su crédito
que habitan en estas coplillas, del mismo al terminar ella misma por convertirse
modo que una historia total del siglo XIX –y no es retórica– en puro ejercicio de
ha de contar con los Episodios Nacionales esnobismo, aureolado de conveniente
de Galdós, con la novela realista y con la impostura. 21
No obstante, Demófilo, en su “Post-
de folletín; y la historia imperial de la Dice el académico Francisco Rico que scriptum” a Cantos, habla del ripio
España del XVI, con El Lazarillo de Tormes «la literatura es la historia de la litera- como “casi extraordinario en las coplas
o, a nuestro interés, con los cantarcillos tura». Hacer que esa historia de la lite- realmente populares” (tomo V, p. 165).
ratura acoja de una vez y para siempre Una antología
nº 6. 2010 este predio de los humildes pasa por Una de las causas del rechazo que ha
crear en torno a ella un horizonte de soportado este tipo de poesía popular
perspectivas que, haciendo prescri- hay que identificarla en gran medida
bir ciertos escrúpulos culturalistas, con su modo de publicación, que en
93 arroje sobre estos cantarcillos la muchas ocasiones ha prescindido de una
mirada de nuestros olvidados folclo- clasificación o agrupamiento adecuado
ristas, o de ese puñado de críticos cuya del material allegado23. Quiero decir
pluma se anima por la sensibilidad y con ello que se ha editado en masa sin
el buen gusto, o por criterios estric- seguir criterio alguno en la mayoría de
tamente historicistas sin más. Urge, los casos, cuando más éste lo requería,
por ello, abrir las puertas de nuestros lo que no ha facilitado la labor crítica,
libros de texto y nuestros manuales abrumada por la abundancia de un
a la frescura de estas voces, porque, material sin cribar y no sistematizado.
querámoslo o no, forman parte de A veces, la criba, todo hay que decirlo,
nuestra historia literaria. ha sido excesiva, y no atenta a valoracio-
La pregunta de si es lícito o conve- nes de calidad sino morales, de modo
niente hoy en día seguir recogiendo que un porcentaje muy elevado de estas
coplas populares y romances, o material coplas (quizá casi la mitad) ha quedado
etnográfico, dialectal o tradicional en en la oscuridad, inéditas24. Es otra de las
todos sus modos, especialmente litera- tantas contradicciones que han coadyu-
rios, en definitiva, cobra el sentido que vado a su olvido: se mira con buenos ojos
ha de otorgarle su reconocimiento obli- (con aquiescencia monacal, podríamos
gado. Ha de imponerse como exigencia decir) el material de contenido escato-
ineludible, aunque suponga laboriosa lógico, sexual (aun el velado o picaresco)
tarea, la recuperación de estos pro- o hiriente que llega de épocas pretéritas,
ductos, más aún hoy en día, cuando la mientras que se estima de mal gusto el
desaparición de cada anciano, sobre creado con posterioridad. Demasiados
todo del ámbito rural, significa el final prejuicios contra lo que habría de ser
de una cadena, de un proceso o un ciclo. entendido como inocente si es que la
Sin duda, el sentido de su recuperación crítica debe actuar con la asepsia con la que
parece de lógica importancia histórica, opera un entomólogo, pongamos.
por lo que a nuestra cultura general (y Desde mi punto de vista, la clasifica-
no solo literaria) toca. ción del material tendría que atender
22
El autor de este artículo lo es Hace ya más de un siglo que los folclo- a dos parámetros o razones: la de su
también del recientemente publicado ristas de esa «ciencia» se propusieron función en el canto y la de su temática.
por la Diputación Provincial de Cuenca esta ocupación como labor fundamen- Primero una y luego la otra, pues es
Cancionero popular de la Mancha con-
tal al ver que muchos de estos productos conocido que, por ejemplo, el empleo
quense, 2 vols., presentado en Cuenca
el 19 de diciembre de 2009 por Pedro
se iban perdiendo y no había pluma que de la cuarteta asonantada sigue unas
C. Cerrillo. las recogiese por escrito. Nunca hubie- melodías distintas a las de la seguidilla
ran podido pensar ellos que aún perdu- y otros metros, que actúan a modo de
23
No obstante, sí ofrecen clasificaciones rarían en gran medida durante un largo estribillos entre las estrofas anteriores
de la lírica popular infantil los libros
siglo, más aún en ámbitos rurales, en (al menos en lo que yo conozco en la
de Pelegrín (1996) y Cerrillo (2005).
La clasificación general ofrecida por labores concretas y en fiestas o épocas Mancha). A continuación, como digo,
Rodríguez Marín en Cantos (1882-83), señaladas. Es solo hoy cuando podemos se hace necesaria la clasificación temá-
(véanse índices de los volúmenes I-IV) hablar ya no de moribundia, sino de tica; indudablemente por lo que atañe
se hace, a mi parecer, insuficiente. a las coplas, dado su número, y quizá se
muerte súbita. Así las cosas, es induda-
24
Creo que no miento si digo que algo
ble que cualquier trabajo de campo que pueda excusar hacerla con las seguidi-
parecido está ocurriendo con la reco- acarree esas últimas producciones del llas (y otros metros) por tratarse de una
pilación del folclore infantil. pueblo ha de valorarse positivamente22. cantidad harto menor. Este ha de ser el
camino si no queremos ver malogrado el amante nunca dejará a su amada, regalos
resultado; así lo he hecho yo, al menos, de los amantes, declaración exaltada del nº 6. 2010
en mi Cancionero. amor, el amante canta a la dama, ala-
En primer lugar, las cuartetas las he banza general del amado, alabanza de
separado en cuatro grandes grupos la mujer niña, alabanza de la mujer que
temáticos que he titulado: del triste espera, la gracia de la mujer pequeña, 94
amor, del amor alegre, religiosos y morales alabanza del novio, autoalabanza, el
y, por último, festivas. Y por otro lado he primer amor, el nombre precioso del
considerado lo que he llamado estribi- amante, el cuerpo y talle de la amada, mi
llos, agrupándolos, a su vez, según su niña es como el sol, el moreno de tu cara
estructura métrica: de un verso, seguidi- y pelo, tu color coloradito, los cabellos de
llas de tres versos, seguidillas propiamente la dama, tu cara hermosa, tus dientes, los
dichas y otras estrofas de cuatro versos: ojos, amor de labrador, la mujer de cada
cuartetas de pentasílabos, cuartetas de pueblo y, por último, otros poemas con el
hexasílabos, cuartetas de heptasílabos, amor de fondo.
cuartetas de decasílabos y composiciones Por lo que se refiere a los «religiosos
varias a base de cuartetas de pentasíla- y morales», podríamos diferenciar:
bos y hexasílabos. Un último apartado, poemas ético-morales, caída en el pecado,
menos numeroso, reúne las composi- la muerte, España, el luto, días festivos,
ciones con distintas medidas. Estamos Navidad, los pastores y Cristo, a los que
hablando siempre de lírica menor, pues habría que añadir el largo elenco de vír-
el romancero y otros textos pararro- genes y santos a los que se venera y canta
mancísticos requieren de considera- en cada comarca o localidad.
ciones independientes que exceden las Por último, las «festivas», que
pretensiones de este artículo. son quizá el grupo más numeroso,
Dentro de las cuartetas que yo he podrían clasificarse ateniéndonos a los
llamado genéricamente «del triste amor» siguientes temas: la fiesta, jotas y cantes,
he podido distinguir (aunque no se me despedidas, localidades y comarcas, de
escapa que podrían añadirse otros sub- circunstancias, los molineros, santos, curas
temas y que hay casos en los que los que y otros cantarcillos con la religión de fondo,
enumeraré pueden actuar como vasos la fealdad, insultos, deficiencias y defectos
comunicantes) los siguientes: las cancio- físicos, los novios, casamientos, calabazas,
nes del amante, los suspiros del que ama, las descrédito de la mujer, crítica de la mujer
lágrimas del enamorado, el amor es causa libidinosa, contra los hombres, cuernos,
de la pena del amante, el amor no correspon- la suegra, las viejas, dinero, escatológicas,
dido, quejas por la falsedad del amante, desen- picarescas y procaces y situaciones y medi-
gaño amoroso, altivez del amante, alguien taciones graciosas.
impide el amor de los amantes, dolor por la Ya digo que quizá podrían sumarse
tardanza del otro, dolor porque el amado no otros muchos temas si realizamos una
está presente, dolor porque el ser querido se clasificación más detallada, y, de otro
aleja o queda atrás, el enamorado no puede modo, tal vez también podrían sinteti-
olvidar a su compañero, el despertar sin el zarse algunos de los temas enumerados
amado, los amantes apenas están juntos, para no hacer una categorización exce-
deseo de casarse, dolor por celos, dolor por la sivamente puntillosa. Supongo que
muerte del amante y otros pesares. sería cuestión de gustos, pero cuestión
Y son temas que se desgajan del grupo necesaria de verdad es la de ofrecer el
denominado «del amor alegre» los que material ordenado según los criterios
enumero a continuación: considera- esbozados.
ciones sobre el amor, solicitud de amores, Sabido es que muchas de estas compo-
el amante hará lo indecible por el otro, el siciones responden a patrones estruc-
turales muy repetidos, lo que viene a personal, todos extraídos del reciente
nº 6. 2010 significar que podría partirse de ellos Cancionero popular de la Mancha con-
para elaborar otro tipo de clasificaciones quense (apunto el número específico
en orden a los tales25. En cualquier caso, entre paréntesis), están exentos de
creo que es un trabajo de estudio aún por calidad o gracia. Si la tienen, es que
95 elaborar que requiere de grandes dotes requieren de un estudio, propagación y
de paciencia e interés. realce ineludibles. Así canta el pueblo;
La consideración definitiva del can- oigámoslo intentando convertir en
cionero moderno depende fundamen- música estas letrillas, y juzguemos sin
talmente de determinar si cantarcillos prejuicios (o con los positivos y prove-
populares como estos de los que a con- chosos que se aplicaron en el estudio de
tinuación ofrezco una antología muy nuestra lírica primitiva):

COPLAS
No canto porque bien canto Consejillos que me dieron
ni porque sienta mi voz. y yo ninguno tomé.
Canto porque no se junte Pa uno que a ti te dieron
la pena con el dolor. olvidaste mi querer.
(4) Dime lo que te dijeron.
(82)
Suspiritos menuditos
salen de tu cuerpo triste, Como el que muere de sed
y se meten en el mío y busca una fuente clara,
como granitos de alpiste. yo así busqué tu querer,
(5) y me negastes el agua.
(122)
Un corazón de madera
tengo que mandar hacer, En medio del mar salado
que ni sienta ni padezca han hecho una cárcel nueva,
ni sepa lo que es querer. para los enamorados
(32) que dan palabra y la niegan.
(132)
Tu nombre se está borrando
de la proa de mi barca. Un amor tenía yo
¡Ojalá que el mar pudiera que me decía llorando
tomármelo a mí del alma! que nunca me olvidaría,
(35) y ya me estaba olvidando.
(144)
¿Por qué no viniste, amor,
la otra noche y la pasada, Mi corazón tú lo tienes;
estando la noche clara, dámelo si no te sirve.
el caminito andador y Se lo daré a otra paloma
sabiendo que te esperaba? que con su calor se abrigue.
(36) (188)

Quédate con Dios, ventana, Anoche tuve por cena


25
En este sentido, un pequeño intento y dile a la que te cierra dos aceitunillas verdes,
lleva a efecto Fernando Rodríguez de que si se acuerda de mí y se volvieron amargas
la Torre (2000: 23-49) en el apartado como me acuerdo yo de ella. en pensar que no me quieres.
“Las familias-tipo tópicas”. (45) (189)
Cuando me dice mi madre Yo subí a la cruz del cerro
“chiquilla, cierra la puerta”, y me senté en la peana, nº 6. 2010
le doy vueltas a la llave y allí me puse a llorar
y siempre la dejo abierta. la muerte de mi serrana.
(224) (387)

Cuando me decía mi madre Si mi corazón tuviera


96
“chiquilla, venga pa dentro”, ventanillas de cristal,
no se acordaba mi madre te asomarías y verías
cuando era de mi tiempo. lo dolorido que está.
(228) (390)

Mi madre me da de palos Tengo una pena, una pena,


porque quiero al de la gorra. que si esta pena me dura,
Al son de los palos digo ya pueden tocar a muerto
“¡ojalá viniera ahora!” y hacerme la sepultura.
(230) (391)

Dijiste que te esperara; Tengo un padre que me riñe


hasta las dos te esperé, y una madre que me mata,
y, viendo que no venías, y un hermanito que dice
hice cama y me acosté, “sigue tu rumbo, muchacha”.
porque el sueño me vencía. (418)
(252)
Tengo ganas de llorar,
Si oyes doblar las campanas, pero yo me las aguanto;
no preguntes quién murió. que un hombre, cuando es cabal,
En estando de ti ausente, nunca derrama su llanto.
¿quién sería, sino yo? (441)
(261)
Lo que te encargo, mi vida,
Ahora sí que estamos bien, cuando vayas de camino:
tú presa, yo prisionero: no vayas a tomar agua
tú, con cadenas de amor; de los pozos del olvido.
yo, con cadenas de hierro. (446)
(269)
No sé qué cantar echar
El dolor que siente un burro para no ofender a Dios.
cuando le tiran del rabo, Todos los cantares tienen
ése es el que siento yo dos palabritas de amor.
cuando no estás a mi lado. (465)
(284)
El amor es un niñito
Un labradorcito, madre, que exige mucho cuidado.
me tiene robada el alma. Si le da un poco de viento
Si no me caso con él, ya la hemos fastidiado.
morir quiero y llevar palma (467)
si me la quieren poner.
(342) Cuando dos se quieren bien
y se encuentran en la calle,
Dicen que la luna tiene se hacen el disimulillo
amores con un galán, y se miran al desaire.
y los amores que tiene (469)
es que se quiere casar.
(363)
A la escuela de amor fui; Quisiera volverme hiedra
nº 6. 2010
entré tarde y salí presto. y subir por las paredes,
En poco tiempo aprendí y entrar en tu habitación
a darle lección al maestro. y ver el dormir que tienes.
(471) (617)
97 El amor de forastero La guitarra va que rabia;
es como las golondrinas, el tocador bien quisiera
que, en cuanto acaba el verano, dormir contigo una noche,
a su tierra se encaminan. serrana, si tú quisieras.
(484) (619)

Si me quieres, dímelo, Correo, corre corriendo,


y, si no, di que me vaya. lleva la carta a mi novia,
No me tengas al sereno, y dile que, con el tiempo,
que no soy cántaro de agua. lo que se quiere se logra.
(515) (622)

En Sevilla hay una casa, En tu puerta sembré un guindo


y en la casa, una ventana, y en tu ventana, un cerezo.
y en la ventana, una niña Por cada guinda, un abrazo;
que a los marineros llama. por cada cereza, un beso.
(apéndice, pág. 119) (626)

Carta tengo en el correo Las dos hermanitas duermen


y me cuesta medio duro. en una cama de alambre.
Por saber de mi morena, Mucho quiero a la pequeña,
como si costara uno. pero más quiero a la grande.
(559) (651)

Primero que yo te olvide De aquellos cuatro gañanes


ha de echar el olmo peras, que suben por la besana,
y la carrasca, tomates, el de la mulilla torda
bellotas la tomatera. me tiene robada el alma.
(570) (654)

Me despido de tu puerta Cuando dos se quieren bien,


como el sol de las paredes, con mirarse se saludan;
que por las tardes se va que también los ojos hablan
y por las mañanas vuelve. cuando la lengua está muda.
(apéndice, pág. 124) (675)

Para una triste peineta Los chopos de la alameda,


que me diste para el pelo, unidos de siete en siete,
me quieres tener sujeta no tienen tanta firmeza
como el anillo en el dedo. como yo tengo en quererte.
(578) (676)

Después de cien años muerto El querer que puse en ti


y de gusanos comido, tan fino y tan verdadero,
has de encontrar en mis huesos si lo hubiera puesto en Dios,
restos de haberte querido. ya hubiese ganado el cielo.
(585) (685)
Si los besos que te di A la pobrecita novia,
en un callejón oscuro cantares y más cantares, nº 6. 2010
no te los quita tu madre, que ya se va despidiendo
¡ni el Santo Cristo de Burgos! de todas sus mocedades.
(693) (766)

Subí al cielo, hablé con Dios; Debajo de tu ventana


98
le dije que te quería; me dio el sueño y me dormí.
me dijo que te olvidara: Me despertaron los gallos
le dije que no podía. cantando el quiquiriquí.
(716) (793)

Estoy ronca, que si no Todas las aguas del mundo


¡dónde llegaría mi eco...! eran dulces, como el mar,
donde está mi amor labrando y se lavó mi morena
la tierra para barbecho. y se volvieron salás.
(723) (824)

En casa tengo un canario ¡Qué bonita está la parra


que canta cuando te nombro. con sus racimos colgando!
Mira si te nombro veces, Más bonitas son las niñas
que mi canario está ronco. de catorce y quince años.
(724) (844)

De garza tienes el cuello, Me dijiste “chiquitica”


garzos tus ojitos son. y se me olvidó decirte
Así tienes engarzado que la mujer chiquitica
tu amor en mi corazón. con menos ropa se viste.
(731) (856)

Si la mar fuera de tinta La niña que tiene novio


y los peces escribanos, y lo tiene en una aldea,
no podrían escribir ¡qué contentilla se pone
lo mucho que yo te amo. cuando el sabadillo llega!
(734) (859)

Es tanto lo que te quiero Los de la gorrilla al lado


que te quisiera llevar nunca me han gustado a mí.
de día en el pensamiento Ahora la lleva mi amante
y a la noche en el soñar. y parece un serafín.
(747) (865)

Una mora me enamora Me gusta el nombre de Pepe


y no es mora de nación, porque se pega en los labios.
que es mora porque ella mora El de Antonio no me gusta
dentro de mi corazón. porque no se pega tanto.
(749) (901)

Bien sé que estás acostada, Cuando venga de la siega,


bien sé que durmiendo, no; asómate a la ventana,
bien sé que estarás diciendo que al segador no le importa
“ése que canta es mi amor”. que le dé el sol en la cara.
(764) (918)
“Morenita resalada” Labradores que labráis,
nº 6. 2010
me llaman los marineros. echad los surcos derechos,
Otra vez que me lo digan, que también las buenas mozas
madre, yo me voy con ellos. se fijan en los barbechos.
(921) (1045)
99 Morena tiene que ser Me gustan los labradores,
la tierra para ser buena, sobre todo en el verano,
y la mujer para el hombre, por la sal que ellos derraman
blanca como la azucena. cuando voltean el grano.
(935) (1060)

El moreno de tu cara Míralas y remíralas,


no es moreno natural: que de Pedroñeras son:
es que llevas ya dos años delgaditas de cintura
con la cara sin lavar. y alegres de corazón.
(937) (1062)

Tienes la cara de rosa; La mujer que se enamora


el pelo, acaracolado; de la ropa y no del hombre
y en cada caracolillo es una loca perdida,
llevas un amor pintado. porque la ropa se rompe.
(947) (1094)

Dame de tu pelo rubio La naranja nació verde


cuerdas para mi vihuela, y el tiempo le dio color.
que se me ha roto la prima, Mi corazón nació libre
la segunda y la tercera. y el tuyo lo aprisionó.
(953) (1103)

Asómate a la ventana, ¿Te acuerdas cuando me dabas


ésa que cae a la vega, azuquíllar de tus labios,
y dirán los labradores y yo, como criatura,
“ya tenemos luna nueva”. la tomaba sin reparo?
(957) (1107)

No te asomes tanto al pozo, Cuando mi niña se pone


que se refleja tu cara, por la mañana a bordar,
y vas a dejar al verla ella borda pajaritos
hasta al agua enamorada. y yo los echo a volar.
(961) (1131)

-¿Con qué te lavas la cara, ¡Qué lunita que hace hoy


que tan colorada estás? para ir a la alameda!
-Me lavo con agua clara, Tápame con tu capote,
y Dios pone lo demás. que mi mantilla blanquea.
(961) (1167)

Labradorcillo lo quiero, Cariño, cariño mío,


aunque tenga que vender no hagas caso de la gente,
las horquillas de mi moño que es más chiquitito el río
para darle de comer. que el rumor de la corriente.
(1042) (1180)
No es más rico el que más tiene, Cuando me pongo a cantar,
que el oro no lava penas. se me olvidan los cantares, nº 6. 2010
Más feliz es quien con menos y cuando voy en mi burro,
en el mundo se contenta. señores, los saco a pares.
(1213) (1396)

Le dijo el sol a la luna: Yo tengo una cantarilla


100
“¡Apártate, traicionera, de coplillas y cantares.
que la que anda de noche, Cuando quiero divertirme
de ciento sale una buena!” tiro de la cuerda y salen.
(1235) (1399)

Buscar buenos sentimientos Una jota en una sala,


en el que nunca los tuvo tocándola con vihuela
es, como en cama de galgos, y sabiéndola bailar,
ponerse a buscar mendrugos. es la flor de la canela.
(1242) (1420)

Un amigo verdadero La zambomba pide pan


ha de ser como la carne, y el que la toca, tocino,
que acude siempre a la herida y el que le ayuda a cantar
sin esperar que la llamen. pide un vasito de vino.
(1255) (1425)

El lucerillo está malo La guitarra pide vino


y la luna llora, llora; y las cuerdas, aguardiente;
y las estrellas del cielo y el músico que las toca,
de luto se ponen todas. muchachas de quince a veinte.
(1276) (1427)

Quítate ese luto negro, Zambombilla, zambombilla,


que tú no tienes perdón; yo te tengo que romper,
que el luto, cuando es sentido, que en la puerta de mi novia
se lleva en el corazón, no quisiste tocar bien.
no en el color del vestido. (1430)
(1277)
Los pastores en el campo
“Ya viene la Nochebuena cantan y bailan a solas.
-a su mujer dijo un sastre-, Le dicen a la retama:
prepara bien la cocina “haga usté el favor, señora”.
y la bota que no falte”. (1437)
(1285)
Subí la cuesta corriendo
Los pastores que supieron por bailar, y no bailé.
que el Niño comía migas, Perdí la cinta del pelo;
hubo alguno que llevó mira qué jornal gané.
arroba y media de harina. (1447)
(1290)
El cuquillo y la zambomba
La zambomba que yo toco no saben mudar su canto:
siente como una persona: el cuquillo, “cu, cu, cu”;
unas veces canta y ríe, la zambomba, “trapo, trapo”.
otras veces gime y llora. (1455)
(1390)
Dale que dale, que dale, Allá arriba no sé dónde,
nº 6. 2010
dale que dale al pandero ; habita no sé qué santo,
mi madre es una gitana se reza yo no sé qué,
y mi padre, un caballero. se gana yo no sé cuánto.
(1461) (1750)
101 Allá va la despedida, San Antón guisó unas gachas
la que echan los de Alconchel, y las guisó con picante.
que echaron el Cristo al río Y San Pedro le decía:
porque no quiso llover. “¡que se joda quien las cate!”
(1489) (1751)

Allá va la despedida, Los curas y taberneros


la que echó Jesús al rastro: son de la misma opinión:
la que no tenga marido cuantos más bautizos hagan,
que se venga a mi camastro. más pesetas al cajón.
(1494) (1782)

Allá va la despedida, Fea soy, no lo niego,


más redonda que una nuez, porque lo llevo en la cara.
que anoche parió una moza Si lo llevara en el pie,
y ya está preñá otra vez. la media me lo tapara.
(1495) (1793)

Nosotros somos de Cuenca, ¡Qué bien que le cae la cresta


no nos metemos con nadie. a la gallina y al gallo,
Si se meten con nosotros, a las mujeres, el moño,
nos cagamos en su padre. y a los hombres, el cigarro!
(1540) (1797)

Los pastores en el campo Cuando una chata va un baile


comen migas a puñados, y la sacan a bailar,
se acuestan en los corrales se le ponen las narices
y duermen con el ganado. como puchero de a rial.
(1653) (1859)

A la puerta de la cárcel -¿Tienes novia? -Novia tengo


no me venga usted con llantos; y vive en el arrabal.
véngame con pesetillas Me la compras, te la vendo.
y cajitas de tabaco. -¿Cuánto quieres? -Dame un rial.
(1674) -Toma dos perras que tengo.
(1882)
Ningún pescador de caña
ni molinero de viento Mi novia no tiene pelo;
podrán discutir sus hijos con el tiempo le saldrá.
al hacer el testamento. Y, si acaso no le sale,
(1740) a mí me gusta pelá.
(1886)
Las reliquias de un gran santo
un borriquillo llevaba, Una seca, seca, seca,
y al venerar las reliquias una seca se casó.
creyó que a él adoraban. Se casó con otro seco;
(1749) secos estaban los dos.
(1918)
Dicen que casar, casar; La mujer que a su marido
yo también me casaría, no le dice dónde va, nº 6. 2010
si la vida del casado no se extrañe que le ponga
fuera como el primer día. caracoles pa cenar.
(1932) (2097)

Me casé con una tonta Más valdría ser vidriero


102
por culpa de unos parientes. y llevar el vidrio a cuestas,
Los parientes en su casa que no mantener mujer
y yo con la tonta siempre. y que otro le haga las fiestas.
(1952) (2100)

El que se casa y enviuda Desde mi ventana veo


y a la iglesia va otra vez, a mi suegra cuando come.
o es tonto de nacimiento No le echo más maldición
o es que se ha vuelto después. que al primer bocao se ahogue.
(1973) (2119)

Tu madre te pone majo; La que maldice a su suegra


tú pretendes a las ricas; debe de considerar:
las ricas te dan a ti si se casa y tiene hijos,
calabazas sin pepitas. que suegra también será.
(1977) (2122)

Me diste las calabazas, Como el alma son las suegras,


me las comí con vinagre. según mi corto entender:
Los besos y los abrazos, todos sabemos que existen
que te los quite tu madre. y nadie las puede ver.
(1991) (2162)

Catorce gallinas tengo Como madre es un cordero,


y no riñen casi nunca. como esposa, un perro fiel,
Si se volvieran mujeres, y un gato muy arisco
no podrían estar juntas. cuando es suegra la mujer.
(2028) (2164)

Cuando yo era mozo curro, Si quieres ser buena suegra


no me dominaba el hierro, y de la nuera alabada,
y ahora viene a dominarme ten la bolsa siempre abierta
una mujer como un huevo. y la boca bien cerrada.
(2049) (apéndice, pág. 335)

“El hombre es un demonio”, Una vieja tiró un pedo


eso dicen las mujeres, en un montón de salvao;
y luego están deseando de cien fanegas que había
que el demonio se las lleve. no quedó más que un puñao.
(2087) (2185)

Para los curas y frailes Una vieja se comió


se crían las buenas mozas, kilo y medio de sardinas,
y para los labradores, y estuvo toda la noche
los cuernos en las alforjas. por el culo echando espinas.
(2088) (2190)
Las solteras son de oro, Boticario generoso,
nº 6. 2010
las casadas son de plata, véndame usted a su hija,
las viuditas son de cobre porque es el mejor jarabe
y las viejas, de hojalata. que tiene usté en la botica.
(2201) (2341)
103 Una vieja fue a los toros, Yo me metí en una huerta
se le cayó el abanico. a comerme una manzana,
Se tuvo que abanicar y me pilló el hortelano
con el rabo de un borrico. comiéndome a la hortelana.
(2206) (2344)

Cuando un hombre llega a viejo, Me casé con un pastor


no piensa más que en rezar, pensando que tonto era,
besarle el culo a los santos, y a media noche me dijo
beber vino y tostar pan. “arrímate aquí, cordera”.
(2112) (2347)

Ya se está poniendo el sol A mí me gustan las viejas


por detrás de aquel cerrete. yo con las viejas me apaño.
Al bolsillo de mi amo A mí me gustan las viejas...
ya le está entrando el tembleque. de catorce a quince años.
(2260) (2350)

El puente tiene tres ojos; Una morena se vino


yo tengo dos en la frente. al abrigo de mi manta.
Si me cuentas el del culo, Yo la recibí con gusto;
tengo los mismo que el puente. la caridad nunca falta.
(2300) (2352)

Ojo del culo le llaman Tienes una peca, Petra,


los valencianos al sol: al lado de la nariz,
Si tus ojos son dos soles, que con esa peca, Petra,
dos ojos de culo son. me haces de pecar a mí.
(2301) (2354)

Un cura me pidió un beso Siempre que voy a buscarte


y no se lo quise dar, suelo encontrar a tu hermana.
que los besos de los curas Eso es al cazador leña;
saben a huevo sin sal. en cambio al leñador, caza.
(2308) (2362)

Por un beso que te di, Desde que te fuiste, Pepe,


hubo demanda ante el juez. el huerto no se ha regado,
No quiero tener demanda; la hierbabuena no crece
dame mi beso otra vez. y el perejil se ha secado.
(2317) (2368)

Arrímate, bailaor, Yo sembré y otro sembró


arrímate, que no pecas. en el tiesto de una niña,
El que baila y no se arrima y luego nació una flor,
es comerse el pan a secas. ¿de cuál de los dos sería?
(2329) (2369)
Como soy gañán de bueyes, Por un caminito alante
me llaman “el Pinchaculos”. van un pobre y una pobra. nº 6. 2010
¡Cuándo querrá Dios, morena, Cuando se cansaba el pobre
que te pinche yo a ti el tuyo! se subía encima la pobra.
(2375) (2495)

Mi novia se subió a un pino -Gitana, ¿por qué vas presa?


104
y yo me puse debajo. -Señor, por causa ninguna:
Lo que le vi no lo digo, porque he robado un ramal
que era más negro que un grajo. y detrás vino la mula.
(2400) (2519)

Una moza fue a lavar Si el amor que puse en ti,


los calcetines de un fraile, lo hubiese puesto en un burro,
y se le metió una rana hubiese subido en él
en el “cállate y no hables”. y hubiera corrido el mundo.
(2417) (2533)

¡Vaya unas sayicas cortas Tu madre tuvo la culpa


que te traes de la ciudad! por dejar la puerta abierta,
Si se encogen al lavarlas, y yo, por meterme dentro,
¿dónde te van a llegar? y tú, por estarte quieta.
(2430) (2566)

Señor maestro albañil, A tu puerta hemos llegado


usted que trabaja en casa, cuatrocientos en cuadrilla.
se le ven los cataplines, Si quieres que nos sentemos,
que paecen dos calabazas. saca cuatrocientas sillas.
(2446) (2569)

Cuando la tierra emborrona Los gallegos en Galicia,


y el árbol se pone en savia, cuando van a trabajar,
es tiempo de buscar novia, llevan en la alforja el vino
que están las mozas que rabian. y en la calabaza, el pan.
(2467) (2576)

El médico me receta Yo me metí a sombrerero


una mujer de cuarenta. por ganar algunos cuartos,
Yo digo que dos de veinte y aquel año iban naciendo
me tienen la misma cuenta. sin cabeza los muchachos.
(apéndice, pág. 367) (2583)

Entre Melín y Melames María, si fueras mía,


se comieron un besugo: te compraría unas abarcas,
Melín se comió la cara; pero, como no eres mía,
Melames, el ojo el culo. te jodes y vas descalza.
(2491) (2588)

Veinticinco policías Si quieres que yo te quiera


con veinticinco escopetas ha de ser con un ajuste:
no pudieron atrapar que tú no hables con nadie
a un viejo con dos muletas. y yo con la que me guste.
(2494) (2595)
Si quieres que te lo diga, El cura manda en la iglesia;
nº 6. 2010
cantando te lo diré: el alcalde, en la ciudad;
tu padre y tu madre son y en mi casa mando yo
un hombre y una mujer. (cuando la mujer no está).
(2597) (2727)
105 ¡Me cago en la pena negra, El que nace pobre y feo,
en la olla sin tocino, se casa y lo hacen cabrón,
en la cama sin mujer se muere y va a los infiernos,
y en la bodega sin vino! ¿qué ha de agradecer a Dios?
(2611) (2734)

Cuando yo te camelaba, Calderero quise ser


te pinabas a menudo, y no quisieron mis padres,
y ahora que no te camelo porque tenía que ir
pareces perro lanudo. tran, volarán por las calles.
(2632) (2743)

El sol le dice a la luna ¡Quítate de esa ventana,


que se vaya a recoger, no me seas ventanera!,
que eso de andar por la noche que las que están en ventanas
no es de mujeres de bien. de ciento sale una buena.
(2643) (2754)

En la mar hay una higuera Las muchachas de este pueblo,


que echa los higos a pares. cuando no tienen qué hacer,
Todo aquél que come higos se arrancan pelos del moño
sin estar preñado pare. y hacen tomiza y cordel.
(2671) (2803)

La mujer que tiene punto Con un corazón que tienes


y no tiene donde coma, y medio que te doy yo,
tiene que vender el punto juntas corazón y medio,
para que del punto coma. y yo, medio corazón.
(2675) (2830)

A mí me llaman el tonto, La vida es un cigarrillo:


el tonto de mi lugar. humo, ceniza y candela.
Todos comen trabajando, Unos lo fuman deprisa
yo como sin trabajar. y algunos lo saborean.
(2676) (2860)

Veinticinco mujeres, Cuando yo estaba soltero


cincuenta tetas. y mi padre sin casar,
Si las cuentas tres veces, bautizaron a mi abuelo
ciento cincuenta. y yo le llevé la sal.
(2687) (2870)

No te enamores, bien mío, Un zapatero y un sastre


de tocador de vihuelas. se comieron un melón.
Lo que gana a la semana El sastre salió preñado
el domingo lo echa en cuerdas. y el zapatero parió.
(2709) (2876)
SEGUIDILLAS
Consuelo, cuando iba al tenis, ¡Al estribillo! nº 6. 2010
caracolitas llevaba, Más vale media azumbre
y cuando venía del tenis que no un cuartillo.
parecía una gitana. (2942)
(jj, pág. 415)
Otra me queda:
106
prefiero arrancar nabos
que ser cabrera.
(2946)

A las tres de la tarde


merienda Mena;
le sirve de comida,
merienda y cena.
(2965)

Al salir de mi casa
me pongo un gorro.
Las faltas que me ponen
por las que pongo.
(2980)

¿Cómo quieres que tenga


la cara blanca,
si soy carbonerito
de Salamanca?
(3017)

¿Cómo quieres que tenga


el culo quieto,
si me estás apuntando
con un pimiento?
(3020)

De rosas y claveles
y de alhelíes
se te llena la boca
cuando te ríes.
(3056)

Dicen los labradores:


“Vamos con otra.
Si la mañana es larga,
la tarde es corta”.
(3059)

Dicen que los pastores


huelen a sebo.
Pastorcillo es el mío,
huele a romero.
(3061)
El que tiene una huerta No plantes una viña
nº 6. 2010
tiene un regalo: junto al camino,
se acaban los pimientos, porque todo el que pasa
vienen los nabos. corta un racimo.
(3082) (3176)
107 Él ya no va a la iglesia Parece mi morena
porque está cojo, cuando va a misa
pero va a la taberna pajarita de nieve,
poquito a poco. que anda y no pisa.
(3083) (3187)

En el baile los mozos Se va mi madre a misa,


todos son guapos, viene mi novio.
y en llegando a la quinta ¡Si durase la misa
cojos y mancos. todo el otoño!
(3087) (2344)

En lo alto la torre Si te siente mi madre,


sembré cominos; sueno la jarra,
nacieron calabazas, y le digo que vengo
cogí pepinos. de beber agua.
(3099) (3262)

Esta noche te espero, Una pulga saltando


que duermo sola, rompió un ladrillo,
y te atranco la puerta dos cazuelas de barro
con una escoba. y un cuenquecillo.
(3113) (3291)

Estás haciendo media Dicen las monjas


¡quién fuera hilo desde allá adentro:
para estar a la sombra “¡Para tanto tomate
de tu cariño! no hay un pimiento!”
(3115) (v, pág. 464)

Las mulas de mi abuelo,


Dios las bendiga:
corren más cuesta abajo
que cuesta arriba.
(3143)

Los primeros amores


no sé qué tienen:
se meten en el alma,
salir no pueden.
(3148)

No me llames cuñada
mientras no cuñe,
porque las “cuñaditas”
son pa la lumbre.
(3174)
OTRAS ESTROFAS
Titiritanto Que me ponga mala, nº 6. 2010
nació el cordero. que me den el óleo,
Titiritando que no venga el cura,
se lo comieron. que venga mi novio.
(3324) Que venga mi novio, 108
que lo quiero ver,
-Ábreme, querida, porque me parece
que viene lloviendo. que es la última vez.
-Espérate un poco, (3413)
que me estoy vistiendo.
(3332) Zambomba, zambomba,
carrizo, carrizo;
¡Ay, que sí, que sí! los hombres del campo
¡Ay, que no, que no! no comen chorizo.
Casadillas sí, eso sí, Ni comen chorizo
pero monjas no, eso no. ni comen tajadas:
(3344) lo hombres del campo
no comen de nada.
¡Ay, que te lo vi! (3421)
¡Ay, que te lo vi!
Por un agujero Ya te he dicho, morena,
que tenía el mandil. que no comas melón,
(3346) que te va a hacer la panza
chapetín, chapetón.
¿Cómo quieres, niña, (3431)
que te venga a ver,
si vengo del campo En teniendo la botella vino,
al anochecer? el bolsillo que tenga dinero,
(3354) y la niña que sea bonita,
¿quién se acuerda de lo venidero?
Llamo a la ventana (3439)
y no me respondes.
Ésas son las penas
que pasan los hombres.
(3368)

Por pronto que ceno


y avío el ganado,
cuando voy a verte,
ya te has acostado.
(3382)

No te cases, niña,
no te cases, no,
que las casadillas
pierden el color.
Pierden el color,
también la salud.
No te cases, niña,
no te cases tú.
(3410)
Referencias bibliográficas
nº 6. 2010
CARRASCO SOTOS, Ángel (1999). La palabra y el silencio. Libro que contiene refranes, adi-
vinanzas, cantarcillos populares y giros propios de los pueblos de Iniesta y Ledaña, así como una
amplia muestra fotográfica. Iniesta (Cuenca): Ayuntamiento de Iniesta-Adimán.
109 – (2009): Cancionero popular de la Mancha conquense. Cantarcillos de zambomba, jota y corro
recogidos en Las Pedroñeras y otros pueblos comarcanos desde Tarancón hasta Iniesta. El roman-
cero y otros textos pararromancísticos, 2 vols. Tarancón: Diputación Provincial de Cuenca,
2009.
– (2010): Arre moto pito pato. Folclore infantil de Las Pedroñeras (en vías de publicación).
Cuenca: A.D.I El Záncara.
CERRILLO, Pedro C. (2005). “Literatura oral y literatura escrita” y “El cancionero infan-
til en la escuela”, en CERRILLO, Pedro C. La voz de la memoria (Estudios sobre el Cancionero
Popular Infantil). Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.
DEYERMOND, Alan (1980). Edad Media, en RICO, Francisco. Historia y crítica de la litera-
tura española 1. Barcelona: Crítica.
FRENK, Margit (1987). Corpus de la antigua lírica popular hispánica (siglos XV a XVII).
Madrid: Castalia.
MACHADO Y ÁLVAREZ, Antonio (1882-1883): “Post-scriptum”, en RODRÍGUEZ
MARÍN, Francisco. Cantos populares españoles. Sevilla: Francisco Álvarez y Ca.
MENDOZA DÍAZ-MAROTO, Francisco (1989). Introducción al romancero oral en la pro-
vincia de Albacete. Albacete: Instituto de Estudios Albacetenses-Diputación de Albacete-
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NÚÑEZ, Gabriel (2008). “Noticia histórica del folclore: la ‘nueva ciencia”, en CERRILLO,
Pedro C. y SÁNCHEZ ORTIZ, César. La palabra y la memoria (Estudios sobre Literatura Popular
Infantil). Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 43-58.
PELEGRÍN, Ana (1996): La flor de la maravilla. Juegos, recreos, retahílas. Salamanca: Funda-
ción Germán Sánchez Ruipérez.
RODRÍGUEZ DE LA TORRE, Fernando (2000). Dichos, coplas y versos tópicos de la Mancha
y de la provincia de Albacete. Albacete: Instituto de Estudios Albacetenses-Diputación de
Albacete.
RODRÍGUEZ MARÍN, Francisco (1882-1883). Cantos populares españoles recogidos, orde-
nados e ilustrados por Francisco Rodríguez Marín, 5 vols. Sevilla.
RODRÍGUEZ RIVERO, Manuel (2010). “El neandertal listo”, El País, 13 de enero.
ISSN: 1885-446X. nº 5. 2009
Normas para la presentación
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de originales

1) Los originales propuestos para su publicación en la revista deben tener una


extensión máxima de 30 páginas, que se presentarán numeradas, en formato
DIN-A4, escritas a doble espacio, en cuerpo 12 Times New Roman. Los originales
se acompañarán de un resumen de no más de 100 palabras, en español e inglés, así
como de cuatro palabras clave en los dos idiomas. Los trabajos propuestos deben
ser originales; no tienen que haber sido publicados en ninguna otra revista o libro,
en la misma lengua o en otra, ni estar en proceso de revisión por otra revista. La
bibliografía manejada para el trabajo debe aparecer al final, bajo el epígrafe “Refe-
rencias bibliográficas”; los libros o artículos incluidos en ella irán ordenados alfa-
béticamente por el apellido del autor o autores, de la siguiente manera:
a) Libros: APELLIDOS del autor, Nombre o Iniciales (Año). Título del libro. Ciudad
de publicación: Editorial. CARR, W. y KEMMIS, S. (1988). Teoría y crítica de la ense-
ñanza. Barcelona: Martínez Roca.
b) Revistas: APELLIDOS del autor, Nombre o Iniciales (Año). “Título del artículo”,
Nombre de la revista, nº 0, volumen y (número), páginas del artículo en la revista.
HUGHES-FREELAND, Felicia (1997). “Consciousness in performance: A Japanese
theory”. Social anthropology, 5, 55-68.
c) Capítulos o artículos de enciclopedias o Libros.
APELLIDOS del autor, Nombre o Iniciales (Año). “Título del artículo o capítulo”,
en APELLIDOS del autor o editores de la Enciclopedia o libro, Nombre o Iniciales.
Título de la Enciclopedia o libro. Ciudad: Editorial, páginas que comprende el artículo
o capítulo dentro de la Enciclopedia o libro.
GARCÍA PADRINO, Jaime (2003). “Clásicos de la Literatura Infantil Española”, en
CERRILLO, Pedro C. y YUBERO, Santiago. La formación de mediadores para la promo-
ción de la lectura. Cuenca: Cepli, 51-64.
d) Documentos electrónicos en línea (www, ftp, gopher, etc.); monografías, bases
de datos y programas informáticos.
APELLIDOS, Nombre o iniciales. Título. [Tipo de soporte]. Edición. Lugar de
publicación: editor, fecha de publicación. Fecha de revisión. [Fecha de referencia en
la que se consultó el documento]. Disponibilidad y acceso.
CARROLL, Lewis. Alice’s Adventures in Wonderland. [en línea]. Dortmund, Alema-
nia: WindSpiel, Noviembre 1994 [ref. de 10 de febrero de 1995]. Accesible a través de
WWW. http://www.germany.eu.net/books/carroll/alice.html Igualmente accesible
en versiones PostScript y ASCII en Internet: ftp://ftp.Germany.EU.net/pub/books/
carroll
e) Artículos de revistas electrónicas. APELLIDOS, Nombre o Iniciales del autor del
artículo. “Título del artículo”. Título de la revista. [Tipo de documento]. Localización
del documento (año, volumen, número). [Fecha de referencia en la que se consultó el
artículo]. Notas. Disponibilidad y acceso.
MARTÍN FUERTES, José Antonio. “Los orígenes de la imprenta en León. Avance
sobre un trabajo de investigación en curso”. Anales de Documentación: Revista de
Biblioteconomía y Documentación. [en línea]. 1998, vol. 1. [ref. de 16/09/1998]. También
disponible en formato impreso. Accesible en Internet:
http://www.um.es/~eubd/anales/ad0108.html.
nº 6. 2010

112

2) En el texto, estos artículos, libros o contribuciones a libros deben ser seña-


lados mediante el apellido del autor o autores, seguido del año de publicación del
trabajo, dos puntos y la página o páginas relevantes, apareciendo todo ello, o parte
de ello, entre paréntesis, según cual fuera el contexto de la redacción del pasaje.
Ejemplos:
- “Como ha señalado Burley (1979:44), el desarrollo del esqueleto humano...”
- “...la hipótesis ha sido sugerida recientemente por algunos investigadores
(Daniels 1992:24-32; Etkin 1994:3-7), tras comprobar que...”

3) El original del trabajo se entregará en dos copias impresas, acompañadas de


una copia en soporte informático (disquete o CD), especificando en su pegatina
exterior el programa de procesamiento de textos usado (Word o WP) y el entorno
(PC o MacIntosh). Las páginas deben ir numeradas arriba a la derecha.

4) Los trabajos se presentarán del siguiente modo:


-TÍTULO: (Cuerpo 20, centrado y mayúsculas)
-Autor/es: (Cuerpo 12, justificado derecha)
-Resumen en español. (Máximo 100 palabras)
-Resumen en inglés. (Máximo 100 palabras)
-Palabras clave en español e inglés. (4 cada uno)
-Trabajo.
-Referencias bibliográficas.
-Perfil académico y profesional del autor/es (3 o 4 líneas en hoja aparte).
-Dirección completa de uno de los autores (en hoja aparte).

5) Normas para la elaboración del resumen / abstract


El resumen, junto con el título, es la información permanente que queda reco-
gida en las bases documentales y el único contacto que muchos lectores tendrán
con el trabajo publicado, de ahí la importancia de su correcta elaboración. Debe ser
completo (recoger todos los aspectos sustanciales del trabajo), conciso (no redun-
dante o con elementos accesorios), informativo (no evaluativo) y preciso (no añadir
nada que no esté en el trabajo). Máximo 100 palabras.
El estilo debe ser claro, preferentemente con oraciones simples y la voz reflexiva
en castellano (“se realizó un estudio”, “se pasaron N cuestionarios”,…). La infor-
mación ofrecida en ambas lenguas deberá ser idéntica.
Estos son los elementos que debe recoger el resumen:
- El tema del trabajo (en una sola oración)
- La metodología empleada y las tesis sostenidas
- Las fuentes utilizadas
- Las conclusiones
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6) Las notas aclaratorias al texto se harán a pie de página, numeradas correlativamente.

7) Los párrafos citados textualmente dentro del artículo, se reproducirán en


cuerpo menor (11), sangrados, sin entrecomillar y a 1’5 espacio.

8) Se escribirán siempre en cursiva las palabras sueltas en otra lengua. Se deben


poner también en cursiva las abreviaturas latinas: et al. (y otros); ib. (designa la
misma obra); íd. (designa al mismo autor); i.e. (es decir); infra; op. cit.; ss.; supra; v.g.
(verbi gratia). Se exceptúa Cf., en redonda.

9) Las tablas, gráficos o cuadros deberán ir con su correspondiente título y


leyenda y numerados correlativamente, y se enviarán en hojas aparte, indicando
en el texto el lugar y número de la tabla, gráfico o cuadro que deberá insertarse en
cada caso. La calidad de las ilustraciones deberá ser nítida, ya que en caso contra-
rio no será posible reproducirlas. Las imágenes se podrán entregar digitalizadas,
siempre y cuando el autor tenga los equipos que permitan su tratamiento con gran
calidad de resolución (300 dpi). Se recomendará el uso de formatos comunes (.tif,
.jpg, .eps), que se entregarán en archivos independientes al que contiene el texto,
indicando en el interior del mismo el nombre del archivo que corresponde a tal
lugar. No se admitirán fotocopias ni originales de mala calidad.

10) Los trabajos que sean parte o consecuencia de proyectos de investigación


deben hacer referencia a la metodología empleada.

11) Los autores remitirán sus trabajos a la dirección de Ocnos: CEPLI, Facultad
de Ciencias de la Educación y Humanidades. Avenida de los Alfares, 44, 16071 -
Cuenca (España - Spain). Los trabajos serán examinados, en primera instancia,
por el Consejo de Redacción, que verificará los aspectos formales del mismo;
posteriormente, se enviarán a dos especialistas para su evaluación externa, con
carácter anónimo.

12) Ocnos, que tendrá periodicidad anual, se publicará en el mes de noviembre.


La fecha para la entrega de los originales finalizará el 31 de enero de cada año y la
fecha de aceptación de los mismos el 30 de abril. Los autores cuyos trabajos hayan
sido aceptados, recibirán comunicación escrita de dicha aceptación.

13) La Dirección propondrá en qué número se editan los trabajos aceptados, si no


tuvieran cabida en el correspondiente al año de su aceptación.

14) La publicación de trabajos en Ocnos no da derecho a remuneración alguna; los


derechos editoriales de los mismos son de la revista, y es necesario su permiso por
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escrito para cualquier reproducción. El autor/es recibirá 4 ejemplares del número


en que figure su trabajo, teniendo derecho al 50% de descuento en la adquisición
de ejemplares de ese número.

15) El autor/es se compromete a corregir primeras pruebas de imprenta de su


trabajo en un plazo no superior a 15 días desde su recepción, no pudiendo incluir
en las mismas ni texto ni material nuevos, ni modificaciones importantes.

16) La responsabilidad del contenido de los artículos es de sus autores, quienes


deben obtener la autorización correspondiente para la reproducción de cualquier
ilustración, texto, tabla o figura, tomados de otros autores y/o fuentes.

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