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PREGUNTA 1: Relaciona el texto con el concepto de naturaleza.

“La razón de que el hombre sea un ser social, más que cualquier abeja y que
cualquier animal gregario, es clara. La naturaleza, pues, como decimos, no
hace nada en vano. Sólo el hombre, entre los animales, posee la palabra. La
voz es una indicación del dolor y del placer; por eso la tienen los
otros animales. (Ya que por su naturaleza han alcanzado hasta tener
sensación de dolor y del placer e indicarse estas sensaciones unos a otros.)
En cambio, la palabra existe para manifestar lo conveniente y lo dañino, así
como lo justo y lo injusto. Y esto es lo propio de los humanos frente a los
demás animales:poseer de modo exclusivo el sentido de lo bueno y de lo
malo, lo justo y lo injusto, y las demás apreciaciones. La participación
comunitaria en ésta funda la casa familiar y la ciudad”.

Se nos presenta un fragmento de una de las obras más importantes de la historia de la


filosofía,”política” libro I, concretamente situado en el capítulo II. Este libro reúne los
escritos que Aristóteles (384-322 a. C.), discípulo de Platón, dedicó a la vida en sociedad y la
organización de la convivencia cívica. A continuación este será comentando relacionándolo
con el concepto de naturaleza.

El ser humano es un animal social y racional por naturaleza. Como todo ser, el humano tiene
un fin (télos) propio: la felicidad,que sólo viviendo en sociedad alcanza. Lo que distingue al
hombre de cualquier otro animal gregario (delfines, ovejas, hormigas, abejas) o social, es que
el hombre tiene razón, discurre y habla. Compartimos con otros animales la función del alma
sensitiva, es decir,los sentidos, pero estos poseen solo la voz para expresar, sensorialmente.
Mientras que en nosotros exclusivamente destaca la función pensante, por ello, por naturaleza
poseemos la capacidad de usar el lenguaje, y si nos lo ha brindado es por una finalidad. Es
por ello que quien no tiene esa tendencia comunitaria sólo puede ser un ser superior (Dios) o
inferior (bestia). El hombre es el único animal que sabe distinguir entre lo bueno y lo malo,
lo justo y lo injusto, que lo puede manifestar mediante el lenguaje y que lo puede plasmar
mediante leyes que constituyen la polis (ciudad-estado). Finalmente, es la posibilidad de
compartir en comunidad, la moral de cada uno , es lo que hace posible que se forme la
familia, la aldea y la ciudad.

En conclusión, una ciudad se define por las leyes que la rigen, por su idea de la justicia, la
cual deriva de sus ciudadanos. Este fragmento es un claro ejemplo de la unión entre ética y
política en Aristóteles.
“Es decir, que, por naturaleza, la ciudad es anterior a la casa y a cada uno de
nosotros. Ya que el conjunto es necesariamente anterior a la parte. Pues si se
destruye el conjunto ya no habrá ni pie ni mano, a no ser con nombre
equivocado, como se puede llamar mano a una piedra. Eso será como una
mano sin vida. Todas las cosas se definen por su actividad y su capacidad de
modo que cuando éstas dejan de existir no se puede decir que sean las
mismas cosas, sino homónimas. Así que está claro que la ciudad es por
naturaleza y es anterior a cada uno. Porque si cada individuo, por separado,
no es autosuficiente, se encontrará, como las demás partes, en función a su
conjunto. Y el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada por su
propia suficiencia, no es miembro de la ciudad, sino como una bestia o un
dios”.

Se nos presenta un fragmento de una de las obras más importantes de la historia de la


filosofía,”política” libro I, concretamente situado en el capítulo II. Este libro reúne los
escritos que Aristóteles (384-322 a. C.), discípulo de Platón, dedicó a la vida en sociedad y la
organización de la convivencia cívica. A continuación este será comentando relacionándolo
con el concepto de naturaleza.

Aristóteles conserva el modelo organicista de la ciudad heredado de Platón (la ciudad tiene
que ser como un organismo, y hay un un montón de elementos dentro de ese organismo (los
órganos) y esos órganos tienen que funcionar para que funcione todo). La ciudad necesita
diversos elementos para poder desempeñar sus funciones: Labradores, artesanos y
mercaderes (productividad de los bienes materiales), soldados, sacerdotes, jueces y
magistrados. De ahí que compare la polis con un organismo vivo, argumentando que la
ciudad es anterior por orden jerárquico a la familia y a los individuos, pues el todo es anterior
a las partes que lo componen (nacemos ya dentro de una familia). Una mano o un pie son
verdaderamente lo que son mientras pertenezcan a un cuerpo vivo que esté funcionando. En
cuanto ese cuerpo muera, la mano o el pie serán «de mentira». Así, cuando un cuerpo se
destruye ya no podemos llamar “mano” a la mano pues lo que define a algo es su función (su
causa final) y esa función viene determinada por el conjunto, en este caso, el cuerpo. Por
tanto, en el caso de que el cuerpo se destruya sólo podríamos llamar a la mano “mano” de
forma equívoca u homónima. Homónimas son dos cosas de naturaleza totalmente distinta
pero tienen el mismo nombre: en el caso del cuerpo, una mano muerta y una mano viva. Del
mismo modo un hombre que viva fuera del Estado tampoco puede ser llamado hombre a no
ser de forma equívoca. Tal hombre será más bien una bestia (inferior ) o un dios (superior).
En conclusión, la ciudad es anterior (por naturaleza, como finalidad) a cada una de las partes
que la componen, porque es la única autosuficiente, mientras que los miembros que la
componen no lo son. Un ser humano sólo tendría vida si no es en relación con el conjunto,
con la ciudad.

“En todo existe, por naturaleza, el impulso hacia tal comunidad; pero el
primero en establecerse fue el causante de los mayores beneficios.
Pues así como el hombre perfecto es el mejor de los animales, así
también, apartado de la ley y de la justicia, es el peor de todos. La
injusticia es más feroz cuando posee armas, y el hombre se hace
naturalmente con armas al servicio de su sensatez y su virtud; pero
puede utilizarlas precisamente para las cosas opuestas. Por eso, sin
virtud, es el animal más impío y más salvaje, y el peor en su sexualidad
y su voracidad. La justicia, en cambio, es algo social, como que la
justicia es el orden de la sociedad cívica, y la virtud de la justicia
consiste en la apreciación de lo justo”.

Se nos presenta un fragmento de una de las obras más importantes de la historia de la


filosofía,”política” libro I, concretamente situado en el capítulo II. Este libro reúne los
escritos que Aristóteles (384-322 a. C.), discípulo de Platón, dedicó a la vida en sociedad y la
organización de la convivencia cívica. A continuación este será comentando relacionándolo
con el concepto de naturaleza.

Para Aristoteles la tarea del estado consiste, primordialmente, en configurar el mejor marco
posible para que se desarrollen las cualidades humanas. De tal forma, la sociedad no sólo
sirve para la satisfacción de las necesidades primarias , sino también para alcanzar la justicia,
el bien común. El fin de la comunidad política es vivir bien en sociedad, vivir conforme con
la virtud(Areté), vivir conforme a la justicia que es la virtud fundamental y propia de la polis.
Los hábitos pueden ser buenos o malos. Los malos alejan al hombre del cumplimiento de la
función que le corresponde según su naturaleza (VICIOS). Los buenos llevan al hombre a
cumplir bien sus funciones (VIRTUDES). Define virtud como : hábito adquirido (no desde el
nacimiento), deliberado que consiste en el justo medio con respecto a nosotros, tal como
determinaría el buen juicio de un hombre prudente y sensato, juzgando conforme a la recta
razón y a la experiencia.

En conclusión, la capacidad del hombre en comparación con los animales es tal que si actúa
conforme a la virtud es un ser sublime, porque lo hace con justicia, discerniendo lo bueno y
lo malo, Pero alejado de la virtud de la justicia es el más deplorable y peligroso de los
animales.
“La ciudad es la comunidad, procedente de varias aldeas, perfecta, ya que
posee, para decirlo de una vez, la conclusión de la autosuficiencia total, y que
tiene su origen en la urgencia del vivir, pero subsiste para el vivir bien. Así que
toda ciudad existe por naturaleza, del mismo modo que las comunidades
originarias. Ella es la finalidad de aquéllas, y la naturaleza es finalidad. Lo que
cada ser es, después de cumplirse el desarrollo, eso decimos que es su
naturaleza, así de un hombre, de un caballo o de una casa. Además, la causa
final y la perfección es lo mejor. Y la autosuficiencia es la perfección, y óptima.
Por lo tanto, está claro que la ciudad es una de las cosas naturales y que el
hombre es, por naturaleza, un animal cívico. Y el enemigo de la sociedad
ciudadana es, por naturaleza, y no por casualidad, o bien un ser inferior o más
que un hombre. Como aquel al que recrimina Homero: “sin fratría, sin ley, sin
hogar”. Al mismo tiempo, semejante individuo es, por naturaleza, un
apasionado de la guerra, como una pieza suelta en un juego de damas”.

Se nos presenta un fragmento de una de las obras más importantes de la historia de la


filosofía,”política” libro I, concretamente situado en el capítulo II. Este libro reúne los
escritos que Aristóteles (384-322 a. C.), discípulo de Platón, dedicó a la vida en sociedad y la
organización de la convivencia cívica. A continuación este será comentando relacionándolo
con el concepto de naturaleza.

El hombre es un animal social o un animal político por naturaleza. El insocial es inferior


(bestia) o superior (Dios) al hombre y la polis es la sociedad perfecta. El hombre no vive
aislado necesita la agrupación con sus semejantes y estas agrupaciones tienen diversas
formas: la familia, unidad social básica que comprende el marido, la mujer, los hijos y los
esclavos. Esta cumple la función de satisfacer las necesidades cotidianas; la asociación de
familias crea la aldea, existe con el fin de procurar las necesidades no cotidianas, siendo esta
también por naturaleza; la polis es el resultado de la agrupación de varias aldeas. Esta es la
sociedad perfecta (“y la perfección es lo mejor”), a la que tienden los otros tipos de
comunidad inferior, pues es la única autosuficiencia (autarquía) (“la autosuficiencia es la
perfección y óptima”), siendo el objetivo de su existencia asegurar el “vivir bien” y el ocio.
La ciudad es anterior por orden jerárquico a la familia y a los individuos, pues el todo es
anterior a las partes que lo componen (nacemos ya dentro de una familia). El fin de la
comunidad política es vivir bien en sociedad, vivir conforme con la virtud (Areté), vivir
conforme a la justicia que es la virtud fundamental y propia de la polis.

En conclusión, el ser humano por naturaleza es un ser cívico -social-. De igual modo, la polis,
como la familia y las aldeas, existe por naturaleza, esto es, es finalidad en sí misma (causa
final), demostrando así su teología.
“De tal modo, por naturaleza, están definidos la mujer y el esclavo. (La
naturaleza no hace nada precariamente, como hicieran los forjadores el
cuchillo de Delfos, sino cada cosa con una única finalidad. Así como
cada órgano puede cumplir su función de la mejor manera cuando no se
le somete a varias actividades, sino a una sola). Entre los bárbaros la
mujer y el esclavo ocupan el mismo rango. La causa de esto es que
carecen del elemento gobernante por naturaleza. Así que su comunidad
resulta de esclavo y esclava. Por eso dicen los poetas:

“Justo es que los griegos manden a los bárbaros”, como si por


naturaleza fuera lo mismo bárbaro y esclavo.

De las dos comunidades, la originaria es la casa familiar, y bien lo dijo


Hesíodo en su poema:

“Ante todo, casa, mujer y buey de labranza”

Porque el buey hace las veces de criado para los pobres. La familia es la
comunidad, constituida por naturaleza, para satisfacción de lo cotidiano,
por lo que Carondas llama “compañeros de panera”, y Epiménides de
Creta, “los del mismo comedero”.”

Se nos presenta un fragmento de una de las obras más importantes de la historia de la


filosofía,”política” libro I, concretamente situado en el capítulo II. Este libro reúne los
escritos que Aristóteles (384-322 a. C.), discípulo de Platón, dedicó a la vida en sociedad y la
organización de la convivencia cívica. A continuación este será comentando relacionándolo
con el concepto de naturaleza.

En este fragmento Aristoteles comienza analizando la comunidad más simple, la familia, que
comprende el marido, la mujer, los hijos y los esclavos. Esta cumple la función de satisfacer
las necesidades cotidianas. Hombre y mujer se unen con la finalidad natural de la
reproducción (“generación”) . Pero esta comunidad también conlleva la unión de amo y
eslavo, lo que facilita la supervivencia. El señor es simplemente señor del esclavo, pero no
depende esencialmente de él; el esclavo, por lo contrario, no es sólo esclavo del señor, sino
que depende de éste absolutamente. El que por una ley natural no se pertenece a sí mismo,
sino que, no obstante ser hombre, pertenece a otro, es naturalmente esclavo. Lo que
precisamente le obliga a hacerse de otro, es el no poder llegar a comprender la razón, sino
cuando otro se la muestra, pero sin poseerla en sí mismo. La naturaleza misma lo quiere así,
puesto que hace los cuerpos de los hombres libres diferentes de los de los esclavos. Por otro
lado, excluye el derecho a la ciudadanía no solo a los esclavos sino también a las mujeres. La
distinción entre mujer y esclavo se difumina en los pueblos bárbaros , lo que constituye un
error, pues Aristoteles apela, como es habitual en toda su teoría, a la función específica de
cada ser, a su finalidad, objetivo que se consigue con más perfección cuando se dirige a una
actividad específica.

En conclusión, unos nacen para mandar y otros para obedecer, tras ser dotados, por
naturaleza, de diferentes capacidades que se complementan: las intelectuales, unos, y las
físicas, otros. Además, como cada ser tiene su finalidad, esclavo y mujer no son naturalmente
lo mismo, pues el esclavo no tiene en absoluto la facultad deliberativa; la mujer la tiene, pero
sin autoridad.

“Si uno presta atención desde un comienzo al desarrollo natural de los seres,
podrá observar también este problema, como los otros, del mejor modo. En
primer lugar es necesario que se emparejen los seres que no pueden subsistir
uno sin otro; por ejemplo, la hembra y el macho, con vistas a la generación. (Y
esto no en virtud de una previa elección, sino que, como en el resto de
animales y plantas, es natural el impulso a dejar tras de sí a otro individuo
semejante a uno mismo). O, por ejemplo, lo que por naturaleza domina y lo
dominado, para su supervivencia. Porque el que es capaz de previsión con su
inteligencia es gobernante por naturaleza y un jefe natural. En cambio, el que
es capaz de realizar las cosas con su cuerpo es súbdito y esclavo, también
por naturaleza. Por tal razón amo y esclavo tienen una conveniencia común.”

Se nos presenta un fragmento de una de las obras más importantes de la historia de la


filosofía,”política” libro I, concretamente situado en el capítulo II. Este libro reúne los
escritos que Aristóteles (384-322 a. C.), discípulo de Platón, dedicó a la vida en sociedad y la
organización de la convivencia cívica. A continuación este será comentando relacionándolo
con el concepto de naturaleza.

El hombre no vive aislado necesita la agrupación con sus semejantes y estas agrupaciones
tienen diversas formas: familia, aldea y polis. En este fragmento, Aristoteles se centra en
analizar la familia, la cual es unidad social básica que comprende el marido, la mujer, los
hijos y los esclavos. Esta cumple la función de satisfacer las necesidades cotidianas. Por un
lado, se observa un notable instinto de reproducción , según Aristoeles, hombre y mujer, los
cuales no pueden vivir el uno sin el otro, se unen con la finalidad natural de la procreación
(generación). Pero esta comunidad también conlleva la unión de amo y eslavo, lo que facilita
la supervivencia. El señor es simplemente señor del esclavo, pero no depende esencialmente
de él; el esclavo, por lo contrario, no es sólo esclavo del señor, sino que depende de éste
absolutamente. El que por una ley natural no se pertenece a sí mismo, sino que, no obstante
ser hombre, pertenece a otro, es naturalmente esclavo. Lo que precisamente le obliga a
hacerse de otro, es el no poder llegar a comprender la razón, sino cuando otro se la muestra,
pero sin poseerla en sí mismo. La naturaleza misma lo quiere así, puesto que hace los cuerpos
de los hombres libres diferentes de los de los esclavos, sus cuerpos están hechos para los
trabajos duros.

En conclusión, en cuanto al hombre y la mujer, estos se necesitan mutuamente y está en su


naturaleza el impulso de procrear a un individuo semejante a uno mismo. De igual modo,
unos nacen para mandar y otros para obedecer, tras ser dotados, por naturaleza, de diferentes
capacidades que se complementan: las intelectuales, unos, y las físicas, otros.

PREGUNTA 2: Explica el significado que tienen en Aristóteles 3 de los


siguientes términos: causa, felicidad, sustancia, potencia-acto (escoger
únicamente 3 términos. 3 puntos).

Substancia:

La substancia o sustancia es el elemento central de la metafísica de Aristóteles, es aquello


que es necesariamente. Todas las formas del ser no son sino accidentes de las sustancias
(categorías). Contra Platón la sustancia no se identifica con las ideas, son únicamente los
individuos concretos y se encuentran en el mundo sensible.La sustancia permanece
inalterable a pesar de los cambios en sus propiedades La sustancia se compone de la
substancia primera ,es lo que individualiza al ser, esta subyace a todas las cosas, y la
sustancia segunda es lo que universaliza o generaliza al ser. Esta última no puede existir sin
la primera. Sin embargo, los individuos mueren y solo la especie subsiste, y como la ciencia
se ocupa de lo universal ha de tratar de la segunda sustancia. Aristóteles dota a la
substancia, de materia y forma, una estructura que denomina teoría hilemórfica.
La materia (particular) es pura posibilidad de ser; pura indeterminación y determinable por
forma, mientras que la forma es la esencia de la cosa (universal) , lo que le da su ser. Pero
estas dos no existen independientemente. Los seres físicos, por lo tanto, son un compuesto
hilemórfico inseparable, indisoluble, sujeto a leyes naturales o físicas.

Causa:

Con Aristóteles la física recupera su valor científico, la causa (aitia) es todo elemento que
interviene en la producción de un movimiento o cambio cualquiera. Para él: "conocer algo
científicamente es conocer sus causas", o lo que viene a ser lo mismo: sólo podremos
afirmar que conocemos algo cuando logramos identificar las causas que lo motivaron.
Existen cuatro tipos de causas: la causa material, de lo que están hechas las cosas; la
causa formal, la forma de la primera sustancia; eficiente o motriz, la que ha generado esa
primera sustancia; y la final, es el para que y por que existe esa sustancia. Tanto la causa
material como la formal son intrínsecas, la eficiente y la final son extrínsecas. La que posee
mayor valor explicativo es la última pues la naturaleza todo lo que hace con un objetivo,
nada es casualidad, de todo hay un fin. En última instancia, el movimiento se explica gracias
a la existencia de un primer motor inmovil que lo origina. Y debe ser inmovil porque, de lo
contrario, necesitaría a su vez, otro motor que fuese su causa eficiente, y así hasta el
infinito. El universo físico, a su vez, se ve atraído por ese acto puro o primer motor (causa
final). La física y la metafísica terminan desembocando en una teología, pues recurren a
este primer motor, que puede identificarse como un dios.

Potencia-Acto: Frente a Parménides Aristóteles añade una forma real de no-ser que él
llama la potencia y mediante este concepto explica el devenir de las sustancias. En todo ser
hay lo ese ser ya es (acto) y lo que puede ser pero todavía no es (la potencia). La potencia
(dynamis) distingue dos tipos: activa y pasiva. La activa el poder de producir un efecto en
otra cosa o sustancia. La pasiva es la posibilidad de pasar de un estado a otro y de recibir la
acción de una potencia activa. Si un ser antes no se movía y ahora se mueve, quiere decir
que antes tenía la capacidad o el poder de moverse (tenía la potencia del movimiento), y
cuando ya ha realizado el movimiento decimos que esa potencialidad se ha actualizado
(está en acto). Cuando habla de acto también distingue: energeia y entelequia. Lo primero
es la acción mediante la cual algo pasa de ser una simple posibilidad a su acabamiento
final. Lo segundo es lo que ha sido llevado a término, acabamiento y perfeccionamiento.
Esta teoría junto con la hilemórfica son estructuras paralelas ya que la materia es o está en
potencia pasiva de la forma y la forma es lo que actualiza la materia, la perfecciona y le
confiere al ser su potencia activa para obrar. En definitiva, el cambio se produce al
convertirse en realidad lo que estaba en cada ser como posibilidad. Además, la explicación
última del universo consiste en la existencia de una forma pura libre de materia y siempre
en acto. Esa forma pura son sustancias individuales, dioses que mueven el universo
(teología).

Felicidad: Si la substancia es el elemento fundamental de la metafísica de Aristóteles, la


eudaimonía(que proviene de eu: bueno + daimon: espíritu) o felicidad, es el elemento clave
de su ética. Aristóteles compara al ser humano con un arquero apuntando al blanco, donde,
de la misma forma que el objetivo de aquel es dar en el blanco, el fin del hombre no puede
ser otro que el de ser feliz(cualquier otra finalidad, como el dinero, la salud, etc. no es sino
un instrumento o medio para alcanzar el fin supremo que es la felicidad). El hombre por
naturaleza, busca la felicidad y solo puede ser feliz en la comunidad o polis, donde
desarrolla todas sus potencialidades. Por eso, la ética y la política van unidas. La
eudaimonía tiene que ver con el desarrollo de la virtud o alcanzar el término medio. Así, la
valentía es el término medio entre la cobardía y la osadía. Desarrollar las virtudes implica
practicarlas, no basta con conocer la Justicia (Sócrates) sino que debemos llevarla a cabo
en nuestro día a día.

Necesitamos de los otros, en nuestra condición de zoon politikón, y el Estado, en condición


de regular la vida de todos, podría garantizar esa felicidad con una buena forma de
gobierno. Para ser felices necesitamos también la amistad, o filía, porque no podemos ser
felices sin amistad “aun teniendo las demás cosas”, dice Aristóteles, en la Ética a
Nicómaco. Así, la ética aristotélica eudemonista, se basa en llevar una vida conforme a la
razón y la virtud, donde estén asegurados los bienes materiales mínimos. En conclusión, la
felicidad es el bien, porque todas las cosas tienden a un bien, todo por naturaleza tiene un
fin (causa final) y el fin del ser humano es ser feliz.En Aristóteles, la felicidad es una mezcla
de circunstancias y es un camino que puede durar toda la vida: unir sabiamente la virtud,
la vida contemplativa y los bienes exteriores. Y será deber del Estado garantizar que los
ciudadanos libres accedan a los bienes intelectuales

PREGUNTA 3: Relaciona la filosofía de Aristóteles con 3 de los siguientes autores:


Platón; Kant; Hume; Hobbes (escoger únicamente 3 comparaciones. 3 puntos).

En esta comparación se tratará los siguientes puntos entre los filósofos Platón y Aristóteles:
La ontología, la política, la ética, la antropología, la epistemología y la relación entre ética y
política.

Empezaré hablando de la ontología para ambos: Platón divide la realidad en dos mundos,
en el mundo de las ideas (la verdadera realidad) y en el mundo sensible (la mera
apariencia). En cambio, Aristóteles, considera que solo hay un mundo: el sensible, la
naturaleza, llena de sustancias formadas por materia y forma. Aunque coinciden en que la
ciencia debe estudiar la esencia de las cosas ( lo universal) se distancia de su maestro
porque entiende que dicha esencia no puede estar separada de las sustancias. Además,
para Aristóteles la naturaleza está en acto y en potencia, es decir, todo está cambiando.
Mientras que para Platón lo verdadero no permuta. Cabe añadir que comparten una visión
teleológica de la naturaleza, aunque Platón le confiere un carácter trascendente con la idea
de bien, mientras que Aristóteles le otorga un sentido inmanente.

Con respecto a la gnoseología, destaca en Platón el racionalismo, pues considera que las
ideas están impresas en el alma y el camino del conocimiento es el del recuerdo o
reminiscencia (ideas innatas). Este camino es el de la ascensión dialéctica desde la
imaginación y la creencia (mundo sensible) pasando por el estudio de las formas
matemáticas (dianoia) hasta llegar al de las ideas puras o conocimiento verdadero (noesis).
Mientras que Aristoteles se caracteriza por el empirismo ya que considera que conseguimos
el conocimiento mediante la abstracción a partir de lo observado o percibido por los
sentidos, acompañado siempre de “Imágenes” (Phantasia). Por lo tanto, Aristoteles opta por
la experiencia, tomando como ejemplo la biología, y Platon enfatiza la razón como fuente de
conocimiento, siguiendo el modelo matemático.
Otro punto a tratar es la política, los dos afirman que el hombre es político o social por
naturaleza y que la educación es fundamental para crear ciudadanos. Platón siendo utópico,
considera que debía de construirse una sociedad ideal en la que cada clase de ciudadanos
debe cumplir su función propia, y de acuerdo con la parte del alma que predomine en su
ser, su virtud propia. Platón propone la aristocracia como Estado ideal. En la República ideal
se da igualdad de derechos y deberes a hombres y mujeres. En cambio, Aristóteles aunque
conserva el modelo organicista de la ciudad de su maestro, es más realista que él.
Considera que hay que estudiar las circunstancias concretas para decidir qué tipo de
gobierno es el más adecuado: todos pueden ser válidos en la medida que respeten el bien
común. El régimen ideal será una mezcla entre oligarquía,monarquía y democracia. Sin
embargo, Aristóteles sólo considera ciudadanos a los hombres libres que no se dedican al
trabajo manual, descontando también a esclavos y mujeres. Finalmente, en cuanto a la
relación entre ética y política, ambos mantienen que la ética está subordinada a la política,
son inseparables.

También se debe de hablar sobre la ética, donde ambas propuestas coinciden con la
centralidad de la racionalidad. Para Platón está el que llega al conocimiento de la idea de
bien, el sabio, es el virtuoso, hará necesariamente acciones buenas. Así , mediante la
razón, cada parte del alma debe conseguir su excelencia o virtud, si cada una de ellas se
cumple el hombre alcanzará el equilibrio, será justo y por lo tanto será feliz. En cambio,
Aristóteles se aleja de ese intelectualismo ético y postula la virtud como un ejercicio de
voluntad y un hábito permanente, hallando el término medio entre dos vicios o dos
extremos. Si se practica el uso de la intelectualidad y la moderación o aplicación de la razón
a las acciones como costumbre, el hombre verá realizado su ser (teologismo) y será feliz
(eudemonismo).

Continuando con la antropología, el dualismo platónico da paso al monismo aristotélico.


Platón afirma rotundamente que la unión entre alma y cuerpo es accidental, porque por su
origen el alma pertenece al mundo inteligible y el cuerpo al sensible. El alma, por tanto, es
inmortal, pero el cuerpo no, y así, cuando llega el momento de la muerte el alma abandona
el cuerpo y va al mundo inteligible, donde permanece hasta una nueva reencarnación si no
se encuentra completamente purificada. Aristóteles, sin embargo, afirma que la unión entre
el cuerpo y el alma o materia y forma (hilemorfismo) es sustancial, o lo que es lo mismo, la
una no podría existir sin el otro y así, cuando el cuerpo muere, muere también el alma.
Recordar que para Platón el cuerpo es un lastre que aleja el conocimiento verdadero,
mientras que para Aristóteles el ser humano necesita al cuerpo y el alma para conocer.
Rechazando la teoría tripartita platónica del alma Aristoteles distingue tres funciones del
alma: nutritiva, sensitiva y pensante. Cabe destacar que como resto de su platonismo
inicial, Aristoeles afirma que hay una función del que él llama intelecto agente: “es algo
separado, inmortal y eterno”.

En conclusión, podemos sacar que a pesar de que Platón fue maestro de Aristóteles
durante unos 20 años, no tienen muchas cosas en común, aunque Aristóteles sí que se
inspiró en él.

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