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1. OBJETIVOS..............................................................................................................................................................4
2. INTRODUCCIÓN....................................................................................................................................................4
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10. LA SEGURIDAD DEL PACIENTE Y EL ÁREA DEL MEDICAMENTO .................................... 21
10.2. Farmacovigilancia.......................................................................................................................... 23
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1. OBJETIVOS
2. INTRODUCCIÓN
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Sin embargo, en el mundo occidental, los avances en el estado de salud de
sus habitantes en los últimos siglos se han debido a una mejora en la alimentación,
en las condiciones de salubridad, en la práctica de hábitos saludables y en el
control de los factores de riesgo que desembocan en las diferentes enfermedades.
Por otro lado, la AP y los profesionales que trabajan en ella son el primer
peldaño, el primer contacto de la persona enferma con la compleja maquinaria
asistencial. Ya Barbara Starfiel señaló que estos profesionales tienen una cualidad
que es casi exclusiva y que sólo si se llega a aprehender, se comprende uno de
los conceptos claves de la AP: el profesional de MF es un especialista en la
incertidumbre, es un profesional experto, entrenado durante años para adquirir la
pericia suficiente que le permita ser altamente resolutivo frente a la mayor parte de
los problemas de salud, utilizando para ello la habilidad comunicativa, las
exploraciones físicas clásicas y las pruebas complementarias básicas.
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dramáticas, como que entre 44 000 y 98 000 enfermos morían al año −lo que
suponía la octava causa de muerte en Estados Unidos− víctimas de los errores
médicos.
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del sistema sanitario. Finalmente, debemos dar la necesaria relevancia al control de
la polifarmacia, pues es el principal problema cuantitativamente objetivado de SP en
AP.
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profesionales de AP se puede convertir por desconocimiento en un obstáculo
a veces insalvable, ya desde la perspectiva de la ciudadanía, ya desde la
visión de otros ámbitos sanitarios. Sin una adecuada pedagogía dirigida a la
sociedad y al resto de los profesionales sanitarios, el ejercicio efectivo desde
la AP de una atención sanitaria rigurosa y de calidad será constantemente
minado y puesto en tela de juicio. Esta falta de confianza hacia los
profesionales de AP está con frecuencia en la base de supuestos errores
diagnósticos o terapéuticos.
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− Sobre la AP pivota la continuidad asistencial, entendida esta como el flujo de
pacientes/usuarios/ciudadanía entre Atención Primaria-Atención Hospitalaria-
Atención Primaria de nuevo. En los últimos años, una de las mayores
necesidades y −por qué no decirlo− de las mayores demandas de los
profesionales de uno y otro nivel asistencial, se basa justamente en la
necesidad de ordenar este espacio de continuidad. La SP y la gestión clínica
son, desde este punto de vista, las dos herramientas fundamentales para
lograr este objetivo.
La prevalencia del suceso adverso fue de 18,63 por mil, de incidente adverso
de 7,45 por mil y la de EA de 11,8 por mil. Un 6,7 % de los pacientes atendidos
acumuló más de un EA. De los EA, leves fueron el 54,7 %, moderados el 38 %, y
graves el 7,3 %.
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comunicación, en el 13,1 % con el diagnóstico, en el 8,9 % con la gestión, y en el
14,4 % existían otras causas.
Por último, como efectos adversos más frecuentes, en el estudio se citan las
náuseas, los vómitos o la diarrea secundarios a medicación, el prurito o las
lesiones dérmicas reactivas a fármacos o apósitos, la infección de heridas
quirúrgicas o traumáticas y las alteraciones neurológicas secundarias a
medicamentos.
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fácil concluir que es vital llevar a cabo estrategias que disminuyan los posibles
errores, tales como: estandarizar la presentación de la información de los fármacos,
de la industria al profesional y del profesional al paciente, o incluir la prescripción
farmacológica a través de las aplicaciones informáticas asociadas a la historia
clínica digital.
Cada centro de salud o unidad clínica de AP, podría hacer una análisis de
situación a través de estos cuatro indicadores: el número de pacientes asignados
que configuran su cupo, el número de pacientes atendidos/profesional/día, la
frecuentación (el número de veces que un mismo paciente acude a la consulta del
médico de familia al año) y el tiempo medio por paciente. Por concretar cifras, el
estándar de oro al que debemos tender, y que es ya realidad en un puñado de
centros/UGC de Andalucía, sería:
− Una media de 1500 pacientes/médico, que haciendo el ajuste por edad sería
equivalente a 2100 TAE (Tarjetas Ajustada por Edad).
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− Un tiempo medio por paciente de 8 a 10 minutos.
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últimos tiempos, y marcan un antes y un después tanto para los profesionales de
AP como para los propios pacientes.
En AP, la HUD debe tener unos contenidos mínimos de calidad que permitan
al paciente caminar por el sistema sanitario público con una garantía básica de
seguridad. Así, a modo de propuesta, los contenidos imprescindibles que
necesariamente deben venir recogidos en la HUD de cualquier paciente, podrían ser
los siguientes: registro de alergias a medicamentos; listado actualizado de
problemas de salud, factores de riesgo relacionados con hábitos (por ejemplo si es
fumador, si padece obesidad, etc.), y la lista actualizada de los medicamentos que
toma.
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7. ESCENARIO DE UNA RENOVADA ATENCIÓN PRIMARIA
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Los profesionales de AP han sido también pioneros en las herramientas de
gestión que les permitían mayor desarrollo clínico, incorporándose a ellas y
desarrollándolas antes incluso que los profesionales de otros ámbitos sanitarios. Así,
la gestión clínica y la cultura de calidad, a través de los sistemas de acreditación
−bien como profesional, bien como unidad clínica−- se encuentra ya sólidamente
implantadas en AP.
Toda esta nueva realidad, forjada a lo largo de más de una década, se debe
conocer y estudiar en sus distintos planos, desde lo general a lo particular, antes
de analizar y planificar cualquier estrategia o actividad de seguridad en alguno de
los centros pertenecientes a AP.
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El panorama descrito permite comprender que existen razones profundas que
dificultan el trabajo conjunto en el espacio de continuidad asistencial, pese a que
han existido siempre instrumentos e iniciativas para mejorarlo. Este espacio, desde
el punto de vista de la SP, es frágil y débil, pero al mismo tiempo la SP puede
convertirse en un potente instrumento que alinee de forma efectiva los intereses de
ambas organizaciones. Justo ahora, la madurez alcanzada por la organización
sanitaria y la excelente cualificación de los profesionales de ambos niveles
(Primaria/hospitales) los coloca en un momento clave para poder resolver las
carencias de la continuidad asistencial.
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estrategia de implantación, deben tenerse en cuenta las características propias de
AP. Desde este punto de vista, la práctica de higiene de manos nunca se ha
perdido del todo en AP. Ha estado siempre presente en mayor o menor medida en
las consultas y en los domicilios de los pacientes, por lo que se tratará de diseñar
actividades que la recuperen y potencien.
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tarjeta suele entrañar alguna dificultad, y al mismo tiempo son grupos con
necesidades sanitarias importantes, al menos durante un período de tiempo.
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cumplan unos requisitos mínimos de seguridad, fundamentalmente dos: formatos de
petición lo más homogéneos posible, y que tanto las peticiones como los
resultados de las pruebas se tramiten vía electrónica.
− Electrocardiogramas.
− Ecografías (muchos centros cuentan con ecógrafos que usan los propios
profesionales de MF).
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− Radiografías de cualquier localización. Se incluyen también las
ortopantomografías (estas últimas solicitadas por los odontólogos de AP
como parte de sus protocolos de coordinación y derivación con los servicios
de Cirugía Máxilo-Facial).
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En la actualidad, una vez que el paciente ha comenzado el tratamiento y ha
sido controlado por el servicio de Hematología del hospital de referencia, se deriva
al centro de salud para continuar sus controles de forma periódica. Este control
periódico se realiza mediante la obtención de una gota de sangre capilar, con la
que se determina el resultado del INR (razón normalizada internacional) para evitar
diferencias entre laboratorios.
Muchos pacientes que siguen un TAO son enfermos con múltiples patologías
crónicas por las que habitualmente son atendidos y seguidos por los profesionales
de AP. El seguimiento de su tratamiento anticoagulante oral también en AP supone
claras ventajas en términos de atención integral, mayor accesibilidad y comodidad,
mejor situación para recibir educación sanitaria y para detectar EA relacionados con
su TAO o con posibles interacciones medicamentosas.
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Como hemos recogido entre los objetivos de esta unidad didáctica, la
prescripción farmacéutica es una de las actividades más complicadas que a diario
lleva a cabo cualquier profesional que ejerce la medicina, sea cual sea su
especialidad. Sin embargo, no existe una conciencia clara de su complejidad y de
las consecuencias de los posibles errores. De ahí que tampoco exista una exigencia
de los profesionales de recibir una formación de calidad, reglada, dirigida y
continuada.
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almacenamiento de medicamentos especiales, vacunas, medicamentos
especiales, etc.
10.2. Farmacovigilancia
Este apartado solo pretende poner de relieve esta realidad. Las residencias
de ancianos crecen de forma casi exponencial. Al ser entidades fuera de la AP y
del medio hospitalario, debemos tener una visión de presente y futuro, y hacer una
reflexión de cómo queremos que sea atendida nuestra población anciana. Debemos
también reflexionar sobre cuál debe ser el papel de los profesionales de MF en
estas residencias, pese a que en la mayoría de ellas hoy por hoy suelen tener
personal sanitario propio que sin embargo no puede prescribir a través de receta.
La coordinación con los profesionales de AP se hace inevitable en este caso.
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de unos y otros, y por un riguroso trabajo de coordinación entre ellos. La revisión
y valoración clínica y diagnóstica conjunta de cada paciente es una de las mejores
medidas. Así, a través de esta valoración conjunta, se unifican los registros de la
historia clínica, se revisan los tratamientos farmacológicos, se detectan interacciones
medicamentosas y se introducen indicadores de calidad en la prescripción.
Debido al perfil de las personas que están en las residencias, debe darse
prioridad al trabajo coordinado y conjunto que aborde temas tales como:
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La polifarmacia, por su magnitud y consecuencias, es un problema de salud
pública y como tal debe ser abordado. Una vez más, el objetivo de esta unidad es
solo que el profesional que la estudie tome conciencia del problema, y dejaremos a
otras unidades didácticas el abordaje específico y la extensión adecuada que
merece este problema de seguridad.
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12. RECOMENDACIONES PARA LA IMPLANTACIÓN Y EL DESARROLLO DE LA
SEGURIDAD DEL PACIENTE EN ATENCIÓN PRIMARIA
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− Centrar esfuerzos y sincronizar estrategias de trabajo interprofesional (MF y
Enfermería) e interniveles (MF y FEA de consultas externas) para el control de
los polimedicados.
− http://www.msc.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/docs/estudio_apeas.pdf
− http://www.msc.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/ec03_doc.htm
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− http://www.msc.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/docs/Estudio_APEAS_resu
men.pdf
− http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2007/pr22/es/index.html
− http://www.msc.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/docs/siete_pasos_segurid
ad_paciente.pdf
− http://sano-y-salvo.blogspot.com/
− http://sano-y-salvo.blogspot.com/2008/12/recomendaciones-sobre-higiene-de-
las.html
− http://www.ivoox.com/estudio-sobre-seguridad-del-paciente-atencion-audios-
mp3_rf_235798_1.html
14. BIBLIOGRAFÍA
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− Morcillo Ródenas C (ed.). Experiencias novedosas en Atención Primaria sobre
docencia, formación, investigación y clínica. Granada: Universidad; 2009.
− Reyes Santias F, Rubio Vidal MJ. Algunas consideraciones sobre el futuro del
Sistema Nacional de Salud. Rev Adm Sanit 2007;5(2):195-204.
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