UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ
Que va
DE CALDAS / INGENIERIA DE SISTEMAS /
CÁTEDRA DEMOCRACIA Y CIUDADANIA /
PROFESOR: Carlos Reina
Estudiantes:
Juan Pablo Pulido Caicedo / 20192020146
● Santiago Martínez González /
20192020150
Brayan Yate / 20192020151
Julián Camilo Rivera Torres / 20192020154
PERSPECTIVAS CULTURALES
● El objetivo de este texto es hacer un
análisis general de las problemáticas
culturales que se derivan del propio
concepto de cultura, y su perspectiva
individual y social, tomando en cuenta la
formación de esta misma.
Es notorio, que, en el día a día de una ciudad por
ejemplo, surjan varios acontecimientos por las
diferencias culturales de las personas, como
pueden ser: el conductor que va con prisa y se
pasa semáforos en luz roja, las personas que se
colan en el transporte público, las que arrojan
basura al piso, personas irresponsables con sus
mascotas; entre un sinfín de ejemplos más.
Es claro que dentro de una sociedad hay
personas que incumplen las normas, que
irrespetan a los demás, y que tienen una
capacidad para relacionarse muy reducida; pero
qué es lo que genera este comportamiento, o
más bien, cuál es la raíz de que surjan tantas
diferencias en la manera de actuar frente
determinadas situaciones de las personas. La
respuesta a ello es la diferencia de culturas. Se
debe empezar por comprender su origen, y de
donde proviene su estructuración.
Cultura es la concatenación de variables que
influyen de manera directa su proceso de
constitución dentro de un individuo y la sociedad,
de ahí que su formación, sea un proceso en
primera instancia, personal.
construyéndose a través de la experiencia propia
del sujeto, por lo que cultura, no es más que la
manera en la que una persona se apropia de una
cadena de valores, de principios y de normas;
que determinan su perspectiva. De lo anterior se
puede dilucidar que todo individuo tiene un
concepto de cultura propio. Pero, ¿cúal es el
factor que vuelve negativa esta diferencia de
conceptos?, evidentemente la ‘relatividad moral’
que la constituye, y de ahí que a nivel social la
cultura sea la asociación de posiciones
subjetivas.
Se puede poner como foco inicial de la adopción
de una cultura a la educación en sus distintas
fases , puesto que esta sería el medio por el cual
se forma una persona a lo largo de su vida, es un
proceso constante, ya que no se hace referencia
particularmente a la época escolar del individuo,
sino a todos los relativos acontecimientos y
escenarios a los que está expuesto, sus espacios
de esparcimiento o donde de cierta manera este
tenga una fuente para apropiarse de ideas y
ciertas costumbres. Y es que es obvio que no
todos viven las mismas experiencias; por
ejemplo, se puede hablar desde el primer
espacio de educación que es la familia o el lugar
donde se desarrollan los primeros años de vida y
que vienen con un alto porcentaje de la
caracterización de una persona, porque
claramente es donde surgen las primeras
nociones de lo correcto e incorrecto, entre
muchas otras cosas. Solo que esto puede variar,
no es predecible, ya que estará directamente
ligado y determinado a la posición que tengan los
padres o personas que guíen la formación
“no solo el conocimiento organizado y
compartimentado de las ciencias y los saberes es
educación: también lo son las tradiciones locales,
las creencias familiares o los modos de conducta
heredados.”
Fuente:
https://concepto.de/educacion-4/#ixzz5zT2N7FsF
Así que esta misma situación se pueda trasladar
de contexto, es decir, no solo es en la familia sino
de hecho en cualquier etapa de la educación.
Siendo esto así, se puede decir que dependerá
de cuáles sean las circunstancias en las que
determinado espacio se vuelva un modelaje del
individuo. Se deduce que a raíz de la
observación del mundo exterior, una persona
será capaz de analizar y de adoptar posiciones,
pero así mismo, las personas al ser dúctiles,
pueden variar la posición o creencia frente a
determinadas cosas. Lo cual incita a pensar bajo
qué estructura están construidas las bases
sociales.

A modo de conclusión, se puede decir que las

desigualdades culturales individuales, que
coaccionan negativamente la estabilidad social,
vuelven a la educación una responsable directa
de este hecho. Y que, ya que el proceso de
formación de la cultura consiste en percibir el
exterior para darle una interpretación, va a estar
directamente vinculado con que la perspectiva
social depende de la perspectiva individual y
viceversa, tanto se complementan como se
conforman la una a la otra. Por lo que si se
plantea una solución hipotética a todos estos
conflictivos acontecimientos, sería tener mayor
rigurosidad en lo lo que se proporciona por medio
de la educación, para no seguir heredando los
errores de las generaciones pasadas y creando
nuevos, sino buscar una manera organizada
donde realmente estuviesen establecidos unos
mínimos de convivencia tolerables, lo cual
limitaría el alcance de la relatividad moral.