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Marisol Alburquerque MT-2023-00929

El Diablo se Viste a la Moda


La película "El Diablo se Viste a la Moda" se sumerge en el vertiginoso mundo de la
moda, utilizando la figura de Miranda Presley como un arquetipo demoníaco que
personifica las tentaciones y el poder destructor que pueden emerger en este competitivo
y glamoroso universo. La trama sigue la trayectoria de Andy, una periodista
neoyorquina que, ante la abrumadora competencia en el ámbito periodístico, decide
aventurarse en el mundo de la moda aceptando un trabajo como asistente de Miranda, la
autoritaria y temida editora de la revista Runway.
La narrativa se desenvuelve con Andy, interpretada como la víctima de las artimañas de
Miranda, enfrentándose a un entorno laboral desconocido y desafiante. Miranda, con su
liderazgo autoritario, establece un ambiente de constante temor en el que todos viven
bajo la amenaza de sus decisiones unilaterales. Este estilo de liderazgo, aunque eficaz
en situaciones de crisis, genera tensiones y baja moral en el equipo.
A medida que Andy se adapta a su nuevo entorno, la película destaca la ironía de la
situación: una periodista sin experiencia en moda trabajando para la editora más
influyente del mundo fashion. La falta de conocimiento de Andy se convierte en el
blanco de burlas, especialmente por parte de Emily, la asistente principal de Miranda. El
contraste entre la ingenuidad de Andy y la dureza del mundo de la moda resalta las
distorsiones y presiones que la industria puede imponer.

El liderazgo de Miranda se revela como una autoridad indiscutible que impone un


constante estado de terror. Su capacidad para tomar decisiones drásticas y controlar
estrictamente a su equipo crea un ambiente laboral tenso. La película ilustra cómo este
estilo de liderazgo, aunque puede ser efectivo en momentos críticos, también puede
generar resentimiento y baja moral entre los colaboradores.
A lo largo de la trama, Andy enfrenta el desafío de adaptarse al mundo superficial y
exigente de Runway. La falta de estilo y conocimientos de moda de Andy la convierte
en objeto de burlas y desdén por parte de sus colegas. La película resalta la presión de la
industria de la moda para cumplir con estándares estéticos, evidenciada en escenas
donde Andy es ridiculizada por su talla de ropa.
Miranda, como líder y figura dominante, explota la inexperiencia de Andy, asignándole
tareas desafiantes y exigiendo perfección en cada aspecto. La indiferencia de Miranda
hacia el nombre de Andy simboliza cómo la industria a menudo reduce a los individuos
a funciones, despojándolos de su identidad.
La película explora la transformación gradual de Andy bajo la implacable presión de
Miranda. A través de la ayuda de Miguel, el único colega que ofrece orientación útil,
Andy se adapta al mundo de la moda. Comienza a aprovechar las ventajas del trabajo,
como la obtención de ropa y accesorios de diseñadores, y mejora su desempeño laboral.

La relación de Andy con su novio, Nik, se ve afectada por su compromiso total con el
trabajo y su cambio de imagen. La película destaca la toxicidad del entorno laboral de
Marisol Alburquerque MT-2023-00929

Runway, donde la presión por satisfacer a Miranda lleva a Andy a sacrificar aspectos de
su identidad y relaciones personales. La industria de la moda se presenta como una
fuerza que puede distorsionar la percepción de la realidad y redefinir constantemente los
estándares de belleza.
La trama se intensifica con eventos sociales y la creciente responsabilidad de Andy en el
trabajo. La relación con Nik se ve comprometida, y Andy comienza a ceder a las
tentaciones del mundo de la moda. La película sugiere que la moda, como el diablo,
seduce con promesas tentadoras pero con costos ocultos y a veces devastadores.
La historia da un giro cuando Miranda revela su vulnerabilidad personal al enfrentar un
divorcio. Andy presencia un lado más humano de su jefa, que, a pesar de su poder,
también se ve afectada por las consecuencias personales de sus decisiones profesionales.
Este momento revela capas más profundas en la figura de Miranda y plantea preguntas
sobre el precio del éxito en la industria de la moda.
La película compara astutamente a Miranda con el diablo, destacando similitudes en su
figura autoritaria, capacidad para tentar a otros a comprometer sus valores y la mezcla
de miedo y admiración que inspira. La trama culmina con un evento crucial donde Andy
se ve atrapada en las intrigas de Miranda, enfrentándose a dilemas éticos y a la realidad
de las consecuencias de sus decisiones.
La relación de Andy con su novio Nik llega a su punto de quiebre cuando él descubre la
transformación de Andy y su compromiso total con el trabajo. La película ilustra cómo
la presión por conformarse a las expectativas sociales, especialmente en entornos
altamente competitivos, puede llevar a la pérdida de uno mismo. Andy, que inicialmente
era una forastera en el mundo de la moda, se transforma gradualmente en la imagen de
las personas a las que solía burlarse.
El clímax de la película se desarrolla en un evento donde Andy juega un papel crucial
en el destino de sus colegas. A pesar de las tensiones y traiciones en el entorno de
Runway, la película sugiere que hay límites para lo que una persona está dispuesta a
hacer por el éxito profesional. La historia destaca la sutil peligrosidad de la conformidad
y cómo la presión social puede llevar a una pérdida de identidad.
La trama concluye con Andy reconociendo la importancia de mantener una relación
saludable y consciente con la moda. La película resalta la autenticidad y la libertad en la
elección del estilo personal, instando a una comprensión más profunda del significado y
el valor de la moda. Andy, después de un período de autoexploración, se reconcilia con
sus antiguos colegas, incluida Miranda, a pesar de ser considerada la mayor decepción
de esta última.

El epílogo de la película muestra a Andy despidiéndose simbólicamente del mundo de


Runway y la moda, saludando a Miranda desde lejos mientras se sube a su carro. La
película resalta el mensaje de que el verdadero éxito radica en la autenticidad y la
libertad en la expresión personal, en lugar de ceder a las presiones externas y perder la
conexión con uno mismo. La dualidad entre Andy y Miranda sirve como un
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recordatorio de la lucha constante por encontrar un equilibrio entre la ambición


profesional y la vida personal.

En última instancia, "El Diablo se Viste a la Moda" ofrece una mirada penetrante a las
complejidades de la industria de la moda, destacando no solo los aspectos glamorosos
sino también los peligros ocultos y las consecuencias personales de la búsqueda
desenfrenada del éxito. La película sugiere que el viaje hacia el verdadero éxito implica
mantener la autenticidad y la integridad, incluso en entornos altamente competitivos y
seductores.

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