Está en la página 1de 12

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACION


SECRETARÍA DE EXTENSIÓN
CENTRO DE ORIENTACIÓN VOCACIONAL OCUPACIONAL

“LA COORDINACIÓN EN LOS TALLERES DE ORIENTACIÓN VOCACIONAL”

PSIC. TERESITA CHA


PSIC. CRISTINA QUILES

Introducción.
El trabajo grupal constituye indudablemente uno de los modos de intervención que en
el terreno de la Salud y la Educación, puede producir formas de subjetividad alternativas y
modos de producción alternativos.
Con frecuencia, los abordajes individuales a distintas problemáticas que se presentan
en ámbitos institucionales y comunitarios, resultan insuficientes para su adecuado tratamiento.
Consideramos que el trabajo grupal es una estrategia adecuada para acceder a la resolución de
las mismas ya que favorece procesos participativos de producción de nuevos conocimientos.
Las ideas, opiniones, experiencias y prácticas grupales, que en nuestro medio tienen
vigencia desde hace mucho tiempo, son en general diversas, amplias y en algunos casos
confusas. En este sentido, el trabajo es posible desde más de un punto de vista y susceptible
de más de una respuesta.
Durante los últimos cincuenta años se ha trabajado en diferentes ámbitos con distintas
modalidades o metodologías de trabajo grupal. Los campos de aplicación han sido diversos,
desde el ámbito pedagógico hasta la capacitación de personal en las empresas, pasando por
actividades comunitarias de participación social, programas preventivos en los sistemas de
salud, proyectos de investigación-acción, y también en el campo de la clínica. Sin embargo,
hasta el presente, no se puede hablar de un cuerpo teórico sistemático de lo grupal.
Se pueden encontrar diferentes opciones teórico-técnicas y ciertos perfiles
profesionales que utilizan abordajes grupales en sus respectivos campos de trabajo según los
ámbitos mencionados.
Ana M. Fernández señala tres momentos epistémicos en la constitución de saberes y
quehaceres grupales, estos saberes expresan ciertas formas características de pensar las
legalidades grupales y son los más difundidos en los medios académicos. No tienen
necesariamente un orden cronológico ni son excluyentes ya que se encuentran rasgos de un
momento epistémico en los siguientes.

El primer momento epistémico se organiza a partir de pensar al grupo como un todo.


La influencia de la Gestaltheorie hizo posible afirmar que en un grupo, el “todo es más que la
suma de sus partes”. Se significa lo colectivo como un plus irreductible a la suma de sus
integrantes. Se indaga y se focaliza sobre ese plus. Se delimitan los primeros recortes
disciplinarios entre los que se destaca la Dinámica de los Grupos.( Años 1930 y 1940)
Comienzan a pensarse ciertos “artificios” grupales para resolver problemas o
situaciones de conflicto en las relaciones sociales. Se inventa una nueva tecnología: el
Dispositivo de los Grupos, y un nuevo técnico: el Coordinador de grupos. Los trabajos con
grupos operarán como "espacios tácticos ” a través de los cuales se intentará dar respuesta a
los problemas sociales que surgen con el avance de la modernidad.
1
El segundo momento epistémico se centra en la búsqueda de organizaciones
¿rupales. Nuclea aquellos intentos que buscan dar cuenta de las instancias de determinación
que hacen posibles los movimientos grupales que habían cobrado visibilidad en los
dispositivos que se instituían por doquier. El psicoanálisis hace aquí aportes insustituibles en
el área de la clínica psicoterapéutica, Otro importante aporte lo brindan los grupos operativos
de Pichón Riviére en las áreas de educación, salud, comunidad, etc. Dentro del campo
psicoanalítico la polémica se centrará en dilucidar si los grupos constituyen un campo de
aplicación del saber de la técnica psicoanalítica o si exigirán la elaboración de instrumentos
teóricos y técnicos específicos. Teóricamente se discute si el psicoanálisis podrá dar cuenta de
los aspectos fundantes del campo grupal.

El tercer momento epistémico surge a partir de las dificultades que presentan las
disciplinas de objeto discreto para abordar ciertas realidades disciplinarias sin caer en
reduccionismos. El campo grupal en la búsqueda de su legitimidad, se despliega hoy en la
compleja labor de desmontar dos ficciones siempre recurrentes: la ficción del individuo, que
impide pensar cualquier plus grupal y la ficción del grupo como intencionalidad que permite
imaginar que el plus grupal radicaría en que ese colectivo -como unidad- posee intensiones,
deseos o sentimientos. El desafío es transitar entre las tensiones que genera un cambio de
paradigmas teóricos y una consecuente revisión de las prácticas grupales instituidas.

Nuestro objetivo no es la apropiación ni la elaboración de discursos teóricos respecto


del campo de lo grupal sino utilizar un criterio de elucidación critica que nos posibilite, como
lo explica J.C. De Brasi en “Elucidaciones sobre el ECRO”, Lo Grupal 4, 1986, “realizar una
labor propositiva, una exploración acerca de...inacabada, sujeta a revisiones y ajustes
provisorios, aunque no por eso menos rigurosos; tratando de pensar sobre lo hecho mientras
se busca conocer con mayor precisión eso que como hecho deberá ser deshecho, para entender
su irradiada composición, otorgando a la actividad de-constructiva un lugar central en la tarea
de elucidación”.
Esta tarea de elucidación crítica intentaremos realizarla y sostenerla en el marco de los
nuevos paradigmas que legitiman provisoriamente los campos disciplinares del conocimiento
científico.
Edgar Morin (1) analiza él problema de la complejidad en tres planos: el plano de las ciencias
físicas, el de las ciencias del conocimiento del hombre y el de la política. Si se incluye este
último punto en el análisis de los problemas complejos, estaremos ante un cambio ético-
epistemológico que dejará de lado el objetivismo científico para que sea la responsabilidad
el eje, fundamento y sostén del desarrollo y avance del pensamiento científico.

El cambio de paradigma en las ciencias tienden cuenta cinco criterios básicos que
darán el soporte al marco de nuestra propuesta:

1.- El cambio de la parte al todo. Las propiedades de las partes sólo pueden
comprenderse a partir de la dinámica del todo. La parte no es más que una configuración en
una red indivisible de relaciones.

2.- El cambio de la estructura al proceso. Cada estructura es tomada como la


manifestación de un proceso subyacente. La red de relaciones es dinámica en sí misma por lo
tanto se constituye como un proceso.

2
3. - El cambio de la ciencia objetiva a la "ciencia epistémica". El viejo paradigma
consideraba que las descripciones científicas eran "objetivas", independientes del observador
y de su proceso de conocimiento.
Hoy la epistemología, es decir la comprensión del proceso del conocimiento debe incluirse en
la descripción de los fenómenos.

4. - El cambio de la construcción a la red como metáfora del conocimiento. Al


percibir la realidad como una red de relaciones, nuestras descripciones también forman una
red interconectada que representa los fenómenos observados.

5.- El cambio de la verdad a las descripciones aproximativas. Se reconoce que


todos los conceptos, teorías y descubrimientos científicos no son absolutos y finales. Hoy se
acepta que las descripciones científicas son descripciones limitadas y aproximativas de la
realidad.

Estos criterios Asuran el sentido de realidad y se hace necesario resignificar los


saberes de los campos disciplinares de las teorías fundantes. Es prescindible, como dice
Foucault, “pensar los problemas de otro modo”. /

A cerca del conocimiento de lo grupal

Vamos a iniciar nuestro trayecto diciendo con Deleuze que “importa más una teoría de
lo que hacemos que una teoría de lo que es” y marcando una diferencia: los grupos no son lo
grupal, por lo tanto la preocupación es epistémica, es decir que nos centraremos en las
cuestiones de cómo se construyen los conocimientos sobre lo grupal, y dejaremos las
cuestiones ontológicas a cerca de qué son los grupos.
Dentro de este marco la metodología que se utilizará intenta llevar a la práctica la
teoría, y revisarla a través de un proceso complejo que implica al sujeto de conocimiento a
partir de sus concepciones previas, sus prácticas, expectativas, experiencias, posibilidades y
necesidades.
El criterio propuesto no se sostiene sobre la base de legitimar lo que ya se sabe sino
abrir interrogantes sobre'nuestras propias prácticas intentando pensar los problemas de otro
modo.
Pensar lo grupal desde la complejidad incluye buscar regularidades y al mismo tiempo
distinguir las diferencias reconociendo rasgos singulares propios de cada acontecimiento. No
se trata de homogeneizar en una totalidad sino de dar cuenta del carácter multidimensional de
la realidad y de los fenómenos estudiados sin dejar de lado al observador o sujeto de
conocimiento.

...“Lo grupal interpela a quien intenta conocerlo, muestra la falibilidad, la relatividad


de su conocimiento, rompe sus fantasías de omnipotencia”....”es un campo problemático
compuesto de multiplicidad de dimensiones y variables, cruzado por relaciones diversas,
inscripto en una comunidad, una cultura, una sociedad, surgido en un proceso histórico con
movimientos permanentes adentro-afuera, con tendencias opuestas, con contradicciones.”
..."Conocer lo grupal es implicarse desde el conocimiento, el sentimiento y la acción
en un mundo cambiante, dinámico, complejo, contradictorio, diverso, en un camino
vertiginoso de desórdenes y órdenes zigzagueantes, en entrecruzamientos múltiples. Una
realidad que va surgiendo, sin un cuerpo propio que lo recorte y separe de su entorno, pero

3
que poco a poco, va construyendo formas peculiares, tomando fuerza en configuraciones
cambiantes.
Es sólo a partir del compromiso y de la implicación personal en el devenir grupal que
es posible tener acceso a esa realidad.
Se trata de conocer un campo, un lugar de encuentro sin límites precisos, en el cual
surgirán fenómenos a partir de la interacción que tendrán una historicidad y ciertas
características peculiares surgidas de la interacción.”
...“Nudos que se atan y desatan en la evolución, en el transcurrir histórico de las
interacciones entre sujetos;
...Fusión, reciprocidad, mediación y no seriación; grupalidad no agrupamiento,
relación ternaria y no binaria;
...Espacio de fomentación del imaginario, de comunicación a nivel inconsciente, de
expresión, realización y frustración de deseos;
...Lugar de contradicción, de cambio y también de repetición, espacio de encuentro de
lo individual y lo social, de atravesamientos múltiples;
...Desde lo social propone una doble relación: impone sostiene y mantiene un ajuste
social determinado en sus tendencias a lo instituido, a la vez que genera, crea, provoca
cambios y rupturas en sus fuerzas instituyentes. Desde lo individual, aparece como lugar de
realización del deseo, de la fantasía, provocador de lo imaginario, receptáculo y continente a
la vez que amenaza la propia individualidad.”
“Lo grupal propone un campo, privilegia un ámbito, una realidad, un escenario donde
las prácticas surgen y se contextúan en una trama social.” Párrafos seleccionados del texto de
Marta Souto, “Hacia una didáctica de lo grupal”, (1993).

Del concepto de grupalidad a los grupos

Lo grupal surge siempre que haya una pluralidad de individuos en situación de


correspondencia para algo y podrán constituirse desde simples agrupamientos hasta grupos
primarios muy consolidados.
Esta idea de grupalidad como posibilidad de que se produzca un proceso, un espacio
de producción de fenómenos, de configuraciones múltiples, un devenir de potencialidades,
puede dar origen a un encuentro entre personas con cierta auto-organización y los sujetos
podrán tener mayor o menor conciencia de ello.
El grupo surge en ese espacio, no como una totalidad o estructura cristalizada, sino
como “totalidad en curso”, en organización permanente como devenir dialéctico.
Ana M. Fernández hace referencia a la produffción histórica del vocablo grupo, en El
Campo Grupal. Notas para una genealogía. Cap.I., 1992. Tanto el término francés,
"groupe", como "grupo” en nuestro idioma, tienen sus orígenes en el vocablo italiano
“groppo ” o “gruppo ” que aludía a "un conjunto de personas esculpidas o pintadas ”, en el
siglo XVIII este término se divulga refiriéndose a "una reunión de personas ”.
Por otra parte el vocablo italiano refiere sus orígenes al antiguo provenzal "grop" que
significa "nudo ”, y al vocablo germano "kruppa ” que significa "masa redondeada ”. Surgen
de aquí líneas de significación que diferentes autores tomarán a modo de metáforas dando
sentido a sus desarrollos teóricos.

4
Para D. Anzieu, la palabra “nudo ” se asocia al grado de “cohesión necesaria entre los
miembros del grupo”. Para A. M. Fernández, la figura “nudo” remite a subrayar los
“anudamientos-desanudamientos de subjetividades, los enlaces-desenlaces diversos,
puntuales, simultáneos, fugaces o duraderos, de subjetividades que se producen en los
acontecimientos grupales.”
Por otra parte, “masa redondeada” alude a la idea de “círculo" en el sentido de
“reunión de personas”-, reunión en tomo de... forma de rueda, armar una ronda, sentarse
alrededor de..., etc. También se refiere a agrupaciones de distinto tipo: de oficios,
comerciales, políticas, etc. Es significativo el sentido que tiene la disposición circular de las
sillas cuando se trabaja en forma grupal, esto connota algo que trasciende lo espacial, ya que
marca un encuentro en donde el intercambio entre los integrantes cobra una significación
especial.
Todo conjunto o encuentro entre personas tiene la posibilidad de ser grupo. Podemos
decir entonces que esta posibilidad surge en tanto hay pluralidad de individuos reunidos para
algo, es decir que será necesario que ese número de personas se convoquen, se encuentren o
se junten para algo, para hacer alguna cosa, actividad o tarea en común, para lo cual
requerirán ciertas formas organizacionales. Pueden así resultar procesos específicos y
singulares, que al recorrer trayectos o hacer historias más o menos prolongadas en el tiempo,
se constituyen como “grupos

Es pertinente ahora marcar una diferencia: “Los grupos no son lo grupal”. Pichón
Riviére define al grupo como “un conjunto restringido de personas ligadas entre sí por
constantes de tiempo y espacio, y articuladas por su mutua representación interna, que se
propone en forma explícita o implícita una tarea que constituye su finalidad”.
Por otra parte W. R. Bion señala que “un conjunto de personas dentro de una
habitación no agrega nada al individuo o al conjunto de individuos, sólo pone de manifiesto
algo que de otra manera no sería visible”; debemos agregar que para que el acontecer grupal
se haga visible se hace necesario el montaje de “dispositivos técnicos ” que permitan hacer
visibles y observables las conductas de grupo. Estos dispositivos grupales serán diferentes
según el campo disciplinar desde el cual el dispositivo se instrumente.
Por lo tanto llamaremos “dispositivos grupales” a las diferentes modalidades de
trabajos con grupos que. según las características teórico-técnicas elegidas y los campos de
aplicación en donde se han producido, se los definirá como dispositivos grupales
psicoanaliticos, psicodramáticos, de grupo operativo, gestáitico, cognitivo, sistémico, etc. Su
función será la de crear condiciones para la producción de determinados efectos de grupo, y
no otros, podemos decir con A. M. Fernández, que son “artificios locales de los que se espera
determinados efectos” a los fines de que los aconteceres grupales se vuelvan “visibles,
observables, comprobables explicables, teorizables, es decir, enunciables”.

5
Bibliografía:

*W. R. Bion: “Experiencias en grupos". Edit. Paidos, 1974.


* Armando Bauleo: “Efectos del proceso Grupal”, en Lo Grupal 3.
EditBúsqueda, 1986.
*J.C. De Brasi: “Elucidaciones sobre el ECRO", en Lo Grupal 4. Ediciones
Búsqueda, 1986.
*Ana M. Fernandez: El Campo Grupal. Notas para una genealogía.
Edit. Nueva Visión. 1989.
*Marta Souto : Hacia una didáctica de lo grupal. Edit.Miño y
Dávila. 1993.
"■Claudio Des Champs: Seminario sobre "Clínica Constructivista" Colegio de
Psicólogos de la ciudad de La Plata, organizado por la Asociación Sistémica de La
Plata, 1995.
*(1) Cita realizada por el Prof. Claudio De Champe durante el curso sobre “Aportes
del Constructivismo a la Teoría Sistémica ”, Asociación Sistémica de La Plata, 1995.

6
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACION
SECRETARÍA DE EXTENSIÓN
CENTRO DE ORIENTACIÓN VOCACIONAL OCUPACIONAL

“LA COORDINACIÓN EN LOS TALLERES DE ORIENTACIÓN VOCACIONAL”

PSIC. TERESITA CHA


PSIC. CRISTINA QUILES

El lugar de la Coordinación. Algunas advertencias.

Esta es una experiencia de formación especialmente diseñada para la


problemática de la coordinación grupal, y pensada para el trabajo con colectivos
en la Orientación Vocacional.
La propuesta de trabajo es interrogarse sobre qué hace la coordinación y,
en relación a ello, qué papel cumplen las consignas de trabajo, la subagrupación
en pequeños grupos, la presentación de los integrantes, el diseño de juegos, las
caminatas de encuentros informales e íntimos, etc.
¿Podemos afirmar que las producciones que de estos dispositivos resultan
son cualitativamente diferentes y más “deseables” que las que se producirían sin
la orientación por parte de la coordinación?
Ana M. Fernández señala que “La complejidad del lugar del coordinador,
como la especificidad teórico-técnica de los dispositivos grupales, hace
necesario un proceso de formación del coordinador, que no siempre suele
visualizarse en su complejidad”. Y agrega: “Para sostener un posicionamiento
de coordinador de grupo es necesaria una formación específica, y no agregar
algunas técnicas o juegos a la formación preexistente. Incluye junto a la
formación teórica multidisciplinaria, una experiencia prolongada en un grupo
terapéutico o de formación; adquirir el oficio de la coordinación supone tanto el
pasaje por experiencias grupales como formación teórica específica”.
&
Otras cuestiones a tener en cuenta.

Tomemos el problema de la dimensión institucional. Toda institución es la


formalización de las prácticas sociales de un social-histórico: lo instituido son
relaciones de trabajo y representaciones sobre estas relaciones. Luego no hay
trabajo espontáneo en situación de grupo.
La idea de consumismo grupal o pasividad de los agrupamientos parece
casi una antigüedad, pero lo cierto es que se observa -casi siempre- la
expectación grupal de recibir desde sus asientos “la tarea misión”.
El “dispositivo institucional” en la experiencia cotidiana disponen esa
expectativa. El deseo se conforma. Las instituciones disponen las figuraciones
en las que ha de moverse. Si la coordinación, no interviene en la situación con
otro dispositivo, (contradispositivo o dispositivo crítico) se naturaliza como
espontánea una modalidad de relación social “dependiente” que la institución
reproduce.

El concepto de dispositivos.

Los dispositivos grupales, en tanto espacios tácticos, pueden diseñarse y


aplicarse de maneras muy diversas. Cuando los dispositivos grupales trabajan
con montajes de escenas, se vuelve imprescindible un trabajo que evite la escena
como catarsis, expresión de sentimientos y/o exhibición narcisista del
coordinador- mago, o animador grupal.
La preocupación con respecto al montaje de dispositivos grupales eficaces
en disponer condiciones para la gestión y la producción colectiva, versus la
manipulación y la sugestión de los colectivos humanos, se transforma en un
debate teórico-técnico y a su vez ético de fundamental importancia.
De allí la dificultad de crear desde el lugar de la coordinación,
condiciones que posibiliten la producción colectiva sin caer en la sugestión o en
la manipulación, es decir, en la inducción.
La tarea desarrollada en los pequeños grupos , a modo de espacios
virtuales de producción colectiva, favorece el corrimiento del coordinador como
debelador de verdades y lo coloca como interrogador de lo obvio, puede
colocarse, entonces, en el lugar de la provocación a modo de disparador, pero
nunca como el “propietario de las producciones colectivas”.
El coordinador “se implica al abrir condiciones para que, desde el
universo de significaciones que circulan en un grupo, se acceda a diversas
singularidades de sentido ”, (Ana M. Fernández, El Campo Grupal. Notas para
una genealogía. Edit. Nueva Visión, 1989.)

El por qué de la Presentación.

Porque es importante en una situación de formación, que los participantes


puedan identificarse unos a otros. Que conozcan el recorrido de cada uno, es
decir las diferentes etapas de su formación.

2
Identificarse y comenzar a conocerse crea buenas condiciones para el
trabajo grupal. Comienza a generarse un clima de familiaridad, intimidad,
indispensable para favorecer la producción grupal.
La presentación constituye uno de los dispositivos grupales fundamentales
para comenzar cualquier actividad grupal.

La Crónica.

Es la palabra de la singularidad. La palabra tomada y resignifícada según


una visión. Es una perspectiva donde circulan otros registros, otros oídos, otras
palabras. La unidad desde la singularidad, desde la diferencia, desde lo
diferente, lo diverso, que enriquece y recrea, que posibilita y cierra para volver a
abrirse, que sabe o lo sabe de otra manera.
La diferencia con un acta o un informe es que no hay posibilidad de
repetición, no habrá dos crónicas iguales. La crónica tiene que ver con lo de
cada uno, con “lo mío”, “lo tuyo”, “lo de ella”, atreviéndonos, interpretándonos
fragmentariamente hasta concebir la unidad, donde también cabe la
coordinación.
El cronista no es el portavoz del grupo, sino una voz con la capacidad de
afectación tratando de contribuir a la unidad (la producción, el conocimiento de
lo diverso), pero no a la unificación a lo único e inequívoco.
La crónica no es la historia oficial, sino la manera en que mi propia voz se
afecta en la evocación del acontecimiento.
La crónica es también un elemento de producción y cuando el cronista lee
su producción ejerce cierto poder y se produce así un descentramiento o
corrimiento del poder habitado en la coordinación. A su vez, cuando se lee la
crónica se produce úrt acto de “ofrenda” al grupo, una vez que las palabras son
dichas, ya no le pertenecen solo al cronista, sino que pasan a ser de dominio del
colectivo, es decir del grupo.

El sentido del subagrupamiento.

Se achica el espacio para amplificarlo, para que las voces con capacidad
de afectación se escuchen, para que los colectivos más pequeños desplieguen sus
singularidades. Optimiza las condiciones para la discusión y análisis del trabajo
grupal. Facilita la circulación de la palabra, corre el velo de las verdades únicas
y absolutas y aparece la diferencia como posibilidad de confrontación para la
construcción de “lo grupal” como alternativa.

3
Las historias de vida y autobiografías.

Refieren a las experiencias que “marcan” de una manera especial, es


decir, a las situaciones en las cuales cada uno siente que aprendió cosas.
En este punto es pertinente señalar la diferencia entre “acciones de
formación” y “formación”. Las acciones de formación son los diferentes
recorridos que cada uno realiza desde su escolaridad primera. La formación en
cambio tiene que ver con la identificación de lo que fue importante para mí a lo
largo de esos recorridos.
Si se define la formación como un trabajo sobre sí mismo, un trabajo de sí
mismo sobre sí mismo, se puede oponer la formación a las actividades
productivas. En las actividades productivas se trabaja por los otros, para los
otros, por ejemplo un profesor da su clase a los alumnos, él trabaja para y por los
otros, pero si en un momento dado este profesor va a un curso de
perfeccionamiento estará trabajando para sí y sobre sí, trabajará sobre sus
bloqueos sobre sus descubrimientos y aprenderá lo que es él, aprende su devenir.
Descartes antes de escribir el “Discurso del Método” en la ciencia tuvo
que escribir sobre su propia vida.
Formarse es objetivarse y subjetivarse en un movimiento que va mucho
más allá, más lejos.

La relación teoría práctica en la formación.

Se pueden considerar tres niveles para llegar a la unidad de la teoría y la


práctica. Hay gente que trabaja en un nivel empírico, este es un primer nivel que
se llama el nivel de la práctica o el nivel del hacer. Hay trabajadores que se
sitúan en este nivel sin necesitar tomar distancia con respecto a su práctica. Se
puede decir que su manera de ser, su producción es empírica.
Un segundo nivel es cuando surge la pregunta ¿cómo hacer? y se produce
allí un discurso sobre ese hacer, a este nivel se lo denomina nivel técnico, se
produce una reflexión que se despega de la práctica.
Las técnicas son objeto de aprendizaje. muchas de las formaciones
profesionales consisten en transmitir técnicas; es decir responder a la pregunta
de cómo hacer. El que se sitúa en este nivel no es un simple practicante se
convierte en técnico, posee y domina un saber hacer, un saber sobre el hacer,
constituye el primer grado del saber. Estos saberes técnicos son saberes muy
elaborados.
Avancemos ahora a otro nivel, el por qué hacer. En este nivel ya no se
trata de responder simplemente a la pregunta de cómo hacer sino se pregunta
qué hacer y para qué hacer, se puede llamar a este nivel, nivel praxiológico. Es
un nivel que se refiere a la praxis, y la praxis no es solamente práctica, propio
4
del primer nivel, la praxis es la puesta en obra de diferentes operaciones en un
contexto dado que es analizar y en el que habrá que tomar decisiones referentes
al plan de ejecución de lo que se hace.
Es posible pensar que un coordinador más experto no solo tiene que tener
al alcance de la mano técnicas sino adquirir la capacidad de captar cuales son las
expectativas y necesidades del grupo de comprender estas demandas, es decir no
responder mecánicamente a lo que se le pide sino preguntarse sobre la
significación de esta demanda, interpretarla. Luego pensará qué hacer en función
de las interpretaciones, de las preguntas que se le hacen y de otros factores que
intervienen.
Es entonces cuando podemos empezar a hablar de teorización, de teoría
porque no se trata de reproducir de manera idéntica recorridos o desarrollos que
pudo haber practicado anteriormente, sino que se pensará a reflexionar sobre el
sentido de estos trayectos, de estos desarrollos. Para tratar de llegar a este nivel
se tratará de poner la máxima distancia cómo despegarse de su acción a través
de algún tipo de mediación. El encuentro con colegas, el intercambio de
experiencias, la lectura de libros no solo técnicos sino de aquellos que lo lleven
a la reflexión psicológica a la significación social y política de su acción son
formas posibles de mediación, ahí realmente nos encontramos en un proceso de
teorización.
Es decir que son necesarios varios desvíos que pasan por recorrer
conocimientos cada vez más elaborados. Pero hay un cuarto nivel que requiere
un desvío mas largo hacia el conocimiento que va más allá de la acción al que
llamamos nivel científico. Este nivel científico consiste en la respuesta a otra
pregunta que es: ¿qué sucede con los sistemas a los que pertenecemos cuando
emprendemos acciones? ¿cuáles son las estructuras de los sistemas en cuestión,
cuáles son los procesos que se desarrollan

También podría gustarte