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- La ley como fuente de las obligaciones: Suprema voluntad del gobernante expresado con
un fin general, impersonal y abstracto dentro de un marco del pacto social, por medio del
cual los ciudadanos ceden a un tercero parte de su libertad con el fin de poder tener una
convivencia pacifica y armoniosa, la ley se considera la fuente indirecta o remota de
toda obligación.
- La ley moderna actúa como fuente de las obligaciones de manera indirecta al contener a las
demás fuentes de las obligaciones o como fuente de obligaciones directas, respecto a la
fijación de tributos fiscales y de alimentos entre parientes. Esto es fue de critica pues se
considera que la ley no es una fuente de las obligaciones, por ser erga omnes, solo tiene la
potencialidad de crear obligaciones en la medida que el ciudadano sujeto de la carga
impuesta cumpla con los presupuestos o hipótesis que la misma ley contemple.
- Al considerar la ley como fuente remota, resulta novedoso para la corriente tradicional,
pues permite ver el panorama de las fuentes de las obligaciones y entender que la ley no
siempre tiene una respuesta para cada caso.
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- El negocio jurídico y el contrato son instituciones jurídicas diferentes. La categorización del
contrato como fuente de obligaciones debe hacerse desde el plano del negocio jurídico e
incluir cualquier manifestación de voluntad bilateral de gestión tendente a generar efectos
en el mundo jurídico.
- Actualmente se prefiere usar el termino hecho ilícito como fuente de las obligaciones, pues
encierra tanto el delito como el cuasi delito.