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CAVIDAD BUCAL
La cavidad bucal, junto con otros órganos asociados, como los músculos masticadores, los
complejos articulares temporomandibulares y las glándulas salivales, forman el
denominado sistema estomatognático. Este sistema es definido como el conjunto de
estructuras anatómicas que intervienen en la recepción, la masticación y la deglución de
los alimentos, así como en otras funciones corporales, como el habla, la respiración y la
succión. La denominación sistema masticatorio, que utiliza la Asociación Dental Americana
(ADA), comprende a todos los componentes anatómicos que participan directamente en
el proceso de masticación y que incluye a la cavidad bucal. El término sistema bucal queda
restringido al continente y al contenido de la cavidad bucal. Los órganos que lo
constituyen son los labios, las mejillas, el piso o suelo de la boca, la lengua, los elementos
dentarios, el periodonto y el paladar duro y blando.
Mucosa oral
Los tejidos blandos que tapizan la cavidad bucal constituyen una membrana denominada
mucosa oral o bucal. Toda mucosa está compuesta por un epitelio y un tejido conectivo
subyacente denominado corion o lámina propia. Ambos tejidos están conectados por la
membrana basal.
La mucosa de la cavidad bucal puede clasificarse de acuerdo con su localización y función
en:
• Mucosa de revestimiento.
• Mucosa masticatoria.
• Mucosa especializada o sensitiva.
Mucosa de revestimiento
Es la que tapiza las mejillas, el paladar blando, las porciones lateral y ventral de la lengua e
interna de los labios.
Mucosa masticatoria
Corresponde a la zona de la encía y paladar duro. Esta mucosa es la que recibe todos los
roces y fuerzas que se realizan durante la masticación.
Mucosa especializada o sensitiva
Se denomina así a la superficie dorsal de la lengua, puesto que la mayoría de las papilas
linguales poseen intraepitelialmente corpúsculos o botones gustativos.
actuar sobre las superficies externas o internas que tapizan el organismo. Los criterios
utilizados para identificar estos epitelios de revestimiento son básicamente dos: el
número de capas, hileras o estratos y la forma geométrica de la célula.
Epitelios secretores o glandulares
Los epitelios secretores o glandulares tienen como función la elaboración y secreción de
sustancias específicas destinadas a satisfacer las necesidades metabólicas del organismo.
Propiedades del tejido epitelial
Las propiedades básicas de las poblaciones epiteliales son tres: la cohesión, la polaridad y
la elaboración de filamentos intermedios específicos.
TEJIDO CONECTIVO
El tejido conectivo es un orden constitutivo supracelular formado por un conjunto de
poblaciones celulares aisladas o muy juntas inmersas en una matriz extracelular
compuesta de sustancia fundamental amorfa y material fibrilar diverso, cuya consistencia
oscila entre la gelatina y la dureza ósea.
El tejido conectivo, originado a partir del mesénquima embrionario, está destinado al
sostén mecánico del organismo, la unión intertisular, el intercambio metabólico y
energético y la defensa y reparación orgánica.
Poblaciones celulares
Se clasifican en tres grupos: intrínsecas o fijas, extrínsecas o migratorias y extrínsecas
transformadas.
Las intrínsecas, fijas o autóctonas son las células que nacen, viven y mueren en el tejido
conectivo. Pertenecen a esta población las estirpes fibroblasto-fibrocito, condroblasto-
condrocito, osteoblastoosteocito y las células adiposas o adipocitos.
Pertenecen a las extrínsecas, migratorias o móviles, las células de la sangre (neutrófilo,
eosinófilo, basófilo, linfocito y monocito) que por diapédesis penetran en la matriz
extracrelular o las que en su migración cruzan el tejido conectivo (melanoblastos).
Pertenecen a las extrínsecas transformadas la célula plasmática, el histiocito-macrófago y
la célula cebada o mastocito que se originan en células no pertenecientes al tejido
conectivo, como el linfocito, el monocito o las células precursoras de la medula ósea y
que, una vez diferenciadas se localizan de forma preferente en el tejido conectivo.
Fibroblasto-fibrocito
Se denomina fibroblasto a la célula de la estirpe funcionalmente más activa y fibrocito a la
célula menos activa y más madura.
Mastocito, célula cebada
Célula de morfología oval, de 20 a 30 mm de diámetro, que se caracteriza por tener un
núcleo elíptico con un nucleolo prominente y un citoplasma que contiene numerosos
gránulos metacromáticos que a su vez contienen histamina, heparina, triptasa, cinasa y
mediadores quimiotácticos.
Histiocito-macrófago
Célula macrofágica, de 10 a 30 mm de diámetro, que reside en el tejido conectivo. Existen
dos tipos: fijo y móvil. El tipo fijo se denomina histiocito y tiene forma estrellada o
fusiforme. Se localiza junto a las fibras y su citoplasma contiene escasos cuerpos
residuales de la fagocitosis.
Célula plasmática
Célula ovoidea, de 10 a 15 mm de diámetro, de núcleo excéntrico y con cromatina
dispuesta en forma de tablero de ajedrez o de rueda de carro. Su citoplasma es muy
basófilo y rico en RER. Se origina a partir de los linfocitos B y su función consiste en
elaborar anticuerpos.
Tipos y variedades de tejido conectivo
Existen tres grandes variedades de tejido conectivo: tejido conectivo embrionario, tejido
conectivo adulto común y tejido conectivo adulto especializado.
Tejido conectivo embrionario
Está formado por células mesenquimatosas inmersas en una matriz extracelular
hidrofílica, de consistencia gelatinosa. Se localiza en el cordón umbilical. Por su
consistencia se denomina también tejido conectivo mucoso o gelatina de Wharton
Tejido conectivo adulto común
Se distinguen distintos subtipos según la proporción de células, fibras y sustancia
fundamental que exista en cada uno de ellos.
Tejido conectivo laxo: contiene más células que fibras y se localiza en la mucosa y
submucosa de numerosos órganos y músculos, y alrededor de vasos y nervios.
Tejido conectivo denso o fibroso: contiene más fibras que células. Se subdivide en tejido
conectivo denso orientado, cuando las fibras adoptan una disposición regularmente
paralela (tendón, ligamento y córnea) y en tejido conectivo denso no orientado (dermis,
periostio y capsulas de órganos).
Tejido conectivo reticular: subtipo con predominio de fibras reticulares. Constituye el
estroma de los órganos linfoides, hematopoyéticos y del hígado, y cumple la misión de ser
un filtro mecánico.
Tejido conectivo elástico: subtipo con predominio de fibras elásticas. Se organiza
generalmente en láminas.
Tejido conectivo adulto especializado
Se distinguen tres subtipos: tejido adiposo, tejido cartilaginoso y tejido óseo.
Tejido adiposo: variedad que se caracteriza por el predominio de adipocitos. Presenta dos
variedades: el común amarillo o unilocular y el pardo o multilocular. El común es el más
frecuente de los dos y está constituido por células adiposas que contienen una gran
vacuola lipídica de triglicéridos, ácidos grasos libres y carotenoides en su citoplasma.
Tejido cartilaginoso: variedad del tejido conectivo formada por células y matriz
extracelular cartilaginosa de consistencia sólida y firme, constituida por fibras, sustancia
fundamental y agua. El tejido cartilaginoso, que no contiene vasos ni nervios, forma gran
parte del esqueleto tanto en el feto como en el niño.
Células
Células condrogénicas: son células que derivan de las células mesenquimales y dan origen
a los condroblastos.
Condroblastos: son células de morfología redondeada, metabólicamente muy activas, que
contienen un gran núcleo con nucleolos prominentes.
Condrocitos: a medida que los condroblastos van segregando la matriz extracelular, los
condroblastos se transforman en condrocitos, los cuales quedan alojados en unos
espacios o lagunas denominadas condroplasmas o condroceles.
Fibras
En el tejido cartilaginoso existen dos tipos de fibras: colágenas y elásticas.
Tejido óseo: variedad constituida por células y por una matriz extracelular ósea que
contiene 60 % de sustancias minerales, 20 % de agua y 20 % de componentes orgánicos.
La rigidez y dureza del tejido óseo están determinadas por la presencia de compuestos
inorgánicos o minerales, en tanto que los componentes orgánicos y el agua le confieren
cierto grado de elasticidad y resistencia a las fracturas.
Células óseas
Células osteoprogenitoras: existen dos tipos, los preosteoblastos y los preosteoclastos. Los
primeros proceden de células mesenquimales indiferenciadas y se localizan en el tejido
conectivo que forma el periostio, el endostio y el tejido conectivo perivascular. Son células
fusiformes con abundante RER y escaso aparato de Golgi. Estas células dan origen a los
osteoblastos y osteocitos y en ellas se detecta fosfatasa alcalina de forma significativa.
Osteoblastos: son las células encargadas de la síntesis, secreción y mineralización de la
matriz orgánica. Se las encuentra tapizando las superficies óseas a manera de una capa
epitelioide de células conectadas entre sí.
Osteocitos: a medida que los osteoblastos van secretando la sustancia osteoide, que luego
se calcifica, algunos quedan encerrados dentro de ella y se transforman en osteocitos. Las
cavidades que los alojan se denominan osteoplastos, osteoplasmas, lagunas u osteoceles.
Osteoclastos: son las células encargadas de degradar la matriz, es decir, de producir la
resorción ósea. Pueden encontrarse en cualquier área superficial del tejido óseo,
adosados siempre a la matriz calcificada. Los osteoclastos se originan a partir de la fusión
de los preosteoclastos, los cuales proceden de los monocitos sanguíneos.
Tipos de tejido óseo
Las células y la matriz ósea conforman dos variedades de tejido óseo, según su
organización arquitectural: el tejido óseo no laminar (plexiforme, inmaduro o primario) en
el que las fibras de colágena se distribuyen de forma entrecruzada, los osteocitos no
guardan relación específica con los vasos y la matriz está poco mineralizada; y el tejido
óseo laminar (lamelar, adulto o secundario) en el que las fibras de colágena se organizan
en laminillas (una laminilla es la fracción de matriz ósea en el que las fibras de colágena
tienen la misma dirección), los osteocitos se distribuyen entre las laminillas en relación
con los vasos y la matriz está muy mineralizada.
TEJIDO MUSCULAR
El tejido muscular es un orden constitutivo supracelular formado por conjuntos de células
asociadas que se caracterizan por su contractilidad, esto es, por el acortamiento en cuanto
a su dimensión. Las células musculares contienen la proteína mioglobina, cuya función es
almacenar oxígeno, como la hemoglobina de la sangre. Embriológicamente, el tejido
muscular se origina a partir del mesénquima embrionario. Existen dos variedades del
tejido muscular: el tejido muscular liso y el tejido muscular estriado.
Poblaciones celulares del tejido muscular
Célula o fibra muscular lisa
Las células o fibras musculares lisas o leiomiocitos (contracción involuntaria) constituyen
la unidad estructural del tejido muscular liso. Se caracterizan por presentar una
morfología fusiforme y una longitud variable.
Las células musculares lisas se disponen en el organismo humano de forma aislada en el
seno de un tejido conjuntivo, o bien agrupadas al formar túnicas musculares lisas en la
pared de los órganos huecos (vasos sanguíneos, tubo digestivo, vías aéreas, vías urinarias
y genitales) o pequeños músculos lisos (músculos erectores del pelo, músculos
constrictores y dilatadores del iris).
Célula o fibra muscular estriada esquelética
Las células musculares estriadas esqueléticas o rabdomiocitos (contracción voluntaria) se
caracterizan por presentar estriaciones transversales, visibles incluso al microscopio
óptico. Presentan una morfología cilíndrica, cuya longitud oscila desde milímetros a varios
centímetros.
Los músculos esqueléticos están formados por agrupaciones de células musculares
estriadas unidas por tejido conectivo. El endomisio es el tejido conectivo que rodea a cada
célula muscular; el perimisio, el que rodea a los haces de células musculares; y el epimisio,
el que rodea al músculo en su conjunto.
TEJIDO NERVIOSO
El tejido nervioso es el sustrato histológico del que está formado el sistema nervioso. Este
último, presenta dos grandes divisiones anatómicas. El sistema nervioso central formado
por el encéfalo y la médula espinal, y el sistema nervioso periférico formado por los
ganglios y los nervios craneales y espinales o raquídeos que se originan en el encéfalo y en
la médula, respectivamente. El tejido nervioso está constituido por dos poblaciones
celulares, neuronas y neuroglia.
Poblaciones celulares del tejido nervioso
Neurona
La neurona es la unidad estructural básica del tejido nervioso. Se caracteriza por presentar
un cuerpo celular o soma, con un núcleo central, neurofilamentos y organelos muy
desarrollados, y dos tipos de prolongaciones: las dendritas, múltiples, ramificadas y cortas;
y el axón o cilindroeje, siempre único, poco ramificado y, a veces, muy largo.
Las neuronas se asocian entre sí mediante uniones o contactos especializados que se
denominan sinapsis, las cuales permiten la transmisión del impulso nervioso en un único
sentido.
Neuroglía
La población de células de neuroglía, destinada al soporte estructural y de barrera y al
mantenimiento de las condiciones locales que hacen posible la función neuronal, está
constituida en el sistema nervioso central por los astrocitos protoplásmicos y fibrosos, la
oligodendroglía, la microglía y la neuroglia epitelial, y en el sistema nervioso periférico por
los anfineurogliocitos y las células de Schwann.
Fibra nerviosa
La fibra nerviosa es la prolongación axónica de la neurona. Las fibras nerviosas de los
centros se organizan en haces y cordones y forman la sustancia blanca. Las fibras
nerviosas periféricas constituyen los nervios. Estructuralmente, las fibras se dividen en
fibras mielínicas y amielínicas según estén rodeadas o no por una vaina de mielina. En las
fibras de los centros nerviosos la vaina de mielina la forma la oligodendroglía y en las
fibras periféricas, la célula de Schwann. Según su diámetro y velocidad de conducción se
clasifican también en fibras A, B y C; las de tipo A son las de mayor diámetro y velocidad
de conducción y las de tipo C, las de menor diámetro y velocidad.
Renovación del tejido nervioso
Las neuronas adultas no poseen la capacidad de división y, por tanto, de renovación. Sin
embargo, estudios experimentales demuestran que el trasplante de células madre
neurales procedentes de distintas fuentes (animal y feto humano) da origen a neuronas
que conectan con las neuronas del huésped y a oligodendroglías que forman vainas de
mielina
SANGRE
La sangre está compuesta por un conjunto de elementos formes y células en suspensión
en un líquido complejo denominado plasma sanguíneo. Los elementos formes y células en
suspensión son los glóbulos rojos o eritrocitos, los glóbulos blancos o leucocitos y las
plaquetas, que son fragmentos o restos celulares de los megacariocitos, células grandes
multinucleadas –de 30 a 100 mm– de la médula ósea.
HIST0LOGIA DEL DIENTE Y SU TEJIDO DE SOSTEN
COMPOSICIÓN QUÍMICA
El esmalte está constituido químicamente por una matriz orgánica (0,36-1 %), una matriz
inorgánica (96 %) y agua (3 %).
Matriz orgánica: el componente orgánico más importante es de naturaleza proteica y
constituye un sistema complejo de multiagregados polipeptídicos que no han sido aún
caracterizados de forma definitiva.
Matriz inorgánica: está constituida por sales minerales cálcicas, básicamente de fosfato y
carbonato. Dichas sales, de acuerdo con estudios realizados con difracción de rayos X,
muestran una organización de apatita que responde, al igual que ocurre en hueso, dentina
y cemento, a la fórmula general Ca10 (PO46) (OH)2
ESTRUCTURA HISTOLÓGICA DEL ESMALTE
La estructura histológica del esmalte está constituida por la denominada unidad
estructural básica –el prisma o varilla del esmalte– y por las denominadas unidades
estructurales secundarias que se originan básicamente a partir de la anterior.
Unidad estructural básica del esmalte (UEBE)
La unidad estructural básica del esmalte (UEBE) es el prisma o varilla del esmalte, una
estructura compuesta por cristales de hidroxiapatita.
El conjunto de UEBE (prismas o varillas) del esmalte forma el esmalte prismático o varillar
que constituye la mayor parte de esta matriz extracelular mineralizada.
Esmalte prismático o varillar
Morfología de las UEBE: los prismas o varillas son estructuras longitudinales de 6 mm de
espesor en promedio, que se dirigen desde la conexión amelodentinaria hasta la
superficie del esmalte. En relación con su longitud es mayor que el propio espesor del
esmalte, pues el curso de los prismas o varillas es sinuoso. El diámetro varía entre 4-10
mm; es menor en su punto de origen y aumenta gradualmente a medida que se acerca a
la superficie libre.
GENERALIDADES DEL PERIODONTO
TIPOS DE PERIODONTO
PERIODONTO DE PROTECCION
ENCIA
PERIODONTO DE INSERCCION
CEMENTO
HUESO ALVEOLAR
LIGAMENTO PERIODONTAL
ENCIA
La encía es la parte de la mucosa bucal masticatoria que tapiza los procesos o rebordes
alveolares, rodeando el cuello de las piezas dentarias, a los que se adhiere a través de la
unión dentogingival.
El tejido epitelial de revestimiento deriva del ectodermo que tapiza la cavidad bucal
primitiva o estomodeo y el tejido conectivo subyacente, del mesénquima cefálico o
ectomesénquima.
Encia adherida o fija
Encia libre o marginal
La encía libre tiene un color rosado coral, superficie lisa, brillante y consistencia blanda o
móvil.
La encía adherida tiene un color rosado pálido, consistencia firme y aspecto rugoso, por lo
que se llama de cáscara de naranja, aunque este punteado solo está presente en un 40 %
de los individuos.
Estructura histológica
La encía está compuesta por un revestimiento epitelial de tipo masticatorio y un tejido
conectivo subyacente llamado lámina propia o corion. Estos tejidos tienen características
propias según la región a considerar:
Encía marginal o libre
Epitelio
El epitelio de la encía libre o vertiente externa o bucal está conectado al tejido conectivo
por una interfase sumamente ondulada, debido a las proyecciones papilares que envía
dicho tejido (papilas conectivas) hacia el epitelio y la presencia de crestas epiteliales. Estas
crestas son menos prominentes en las personas de mayor edad y más marcadas en los
individuos jóvenes.
Corion
En esta zona, el tejido conectivo es semidenso y posee una cantidad similar de células y
fibras.
Encía fija, insertada o adherida
Epitelio
El epitelio es de tipo estratificado plano queratinizado; el estrato córneo ofrece distintos
grados de queratinización. Presenta menos cantidad de glucógeno que el epitelio no
queratinizado, por la relación que existe entre esta inclusión citoplasmática y el grado de
queratinización. También suele observarse mayor cantidad de células de Langerhans y
melanocitos.
Corion
Es de tipo denso, sumamente fibroso. Se caracteriza por poseer abundantes papilas
delomorfas que levantan el epitelio que lo reviste; la superficie presenta un aspecto
puntiforme.