READAPTACIÓN DEPORTIVA

post desgarro muscular grado II en paciente

jugador de futbol soccer.

Paciente masculino de 21 años, jugador de futbol soccer con diagnostico de desgarro
muscular grado II en musculo bíceps femoral del hemicuerpo izquierdo confirmado por
ultrasonografía.

Contracciones y terapia manual muscular

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Se inicia con contracciones isométricas, ejercicio excéntrico y concéntrico y
movilizaciones del tejido a tolerancia, con el fin de aumentar la vascularización
del tejido lesionado, ayudándonos con la regeneración del tejido muscular, , por

Días otra parte ayuda a recuperar las características viscoelásticas y contráctiles del
músculo y evitar la formación de una cicatriz fibrosa.
10 días post lesión, aplicar ejercicios de activación neuromuscular de la cadena
extensora.

Fortalecimiento
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Aplicar ejercicios lumbopelvicos, estiramientos y aumentar la demanda
mecánica con ejercicios isométricos, concéntricos, excéntricos basándonos en

Días el dolor tolerable y el manejo progresivo de la carga.

Iniciar movimientos básicos con técnicas específicas referente al mecanismo de

lesión, así como a la readaptación deportiva, en este caso el futbol soccer.

Terapia manual muscular y/o descarga muscular

Con el objetivo de conseguir que la cicatriz sea funcional, elástica y resistente, se va
a estar trabajando con ejercicio funcional y junto con la integración 80% al deporte
“return to play”.
Pasando los 20 días tras la lesión se da:
Terapia manual con el fin de reducir y eliminar tensiones, aíi como cargas que se
generen durante el proceso.
Ejercicios de fuerza específicos sobre la musculatura isquiotibial, donde el
entrenamiento excéntrico será el de mayor importancia, por el tipo de contracción
que se utiliza en el deporte.
Buscando la progresión de cargas, intensidad y dificultad técnica de los ejercicios,
así como también la flexibilidad de la cadena posterior, ejercicios explisivos y
adaptados al deporte.

Coordinación y propiocepción "return to play"

El deportista va realizando ejercicios más específicos de su deporte y pueden combinarse con
ejercicios de coordinación y trabajo propioceptivo (de ser posible acompañarlo a entrenamiento).
Con el objetivo de que se puedan realizar ajustes en el control y ejecución de los movimientos
durante los entrenamientos, podemos evitar el riesgo de lesión durante la actividad deportiva y
ante mínimos gestos de la vida diaria, es por ello que un buen trabajo propioceptivo va a
mejorar la funcionalidad en el deportista y previene recaídas o futuras lesiones, permitiendo al
paciente una vida normal sin limitaciones y una vuelta deportiva óptima.

PLFT. ALEJANDRA ALFARO TORRES