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MEDICION DE TEMPERATURA
Introducción
La medida de la temperatura es una de las más comunes y de las más importantes que
se efectúan en los procesos industriales. Casi todos los fenómenos fisicos están
afectados por ella. La temperatura se utiliza, frecuentemente, para inferir el valor de otras
variables del proceso.
Existen diversos fenómenos que son incluidos por la temperatura y que son utilizados
para medirla:
a) Variaciones en volumen o en estado de los cuerpos (sólidos, líquidos o gases).
b) Variación de resistencia de un conductor (sondas de resistencia).
c) Variación de resistencia de un semiconductor (termistores).
d) La f.e.m. creada en la unión de dos metales distintos (termopares).
e) Intensidad de la radiación total emitida por el cuerpo (pirómetros de radiación).
f) Otros fenómenos utilizados en laboratorio (velocidad del sonido en un gas, frecuencia
de resonancia de un cristal, etc.).
Termómetro de vidrio
Termómetro bimetálico
Con:
Un termómetro bimetálico ti pico contiene pocas parte móviles, sólo la aguja indicadora
sujeta al extremo libre de la espiral o hélice y el propio elemento bimetálico. El eje y el
elemento están sostenidos con cojinetes, y el conjunto está construido con precisión para
evitar rozamientos. No hay engranajes que exijan un mantenimiento.
El uso de termómetros bimetálicos es admisible para servicio continuo de 0 °C a 400 °C.
Para indicación local se usan, preferiblemente, los termómetros bimetálicos de esfera
orientable. De este modo, el operario puede leer la temperatura a distancia desde niveles
distintos, al de la instalación. La exactitud del instrumento es de ± 1% y su campo de
medida es de -200 °C a +500 °C.
Termómetro bimetálico
Los termómetros tipo bulbo y capilar consisten, esencialmente, en un bulbo conectado por
un capilar a una espiral. Cuando la temperatura del bulbo cambia, el gas o el líquido en el
bulbo se expanden y la espiral tiende a desenrollarse, moviendo la aguja sobre la escala
para indicar la elevación de la temperatura en el bulbo.
Los termómetros actuados por vapor (clase II) se basan en el principio de presión de
vapor. Contienen un líquido volátil cuya interface se encuentra en el bulbo. Al subir la
temperatura aumenta la presión de vapor del líquido. La escala de medición no es
uniforme, sino que las distancias entre divisiones van aumentando hacia la parte más alta
de la escala, donde hay mayor sensibilidad. La presión en el sistema solamente depende
de la temperatura en el bulbo, por lo que no hay necesidad de compensar la temperatura
ambiente.
Los termómetros actuados por gas (clase III) están completamente llenos de gas. Al subir
la temperatura, la presión de gas aumenta prácticamente de forma proporcional y, por lo
tanto, estos termómetros tienen escalas lineales. La presión en el sistema depende,
principalmente, de la temperatura del bulbo, pero también de la temperatura del tubo
capilar y del elemento de medición, siendo necesario compensar la temperatura del
ambiente en el sistema de medición.
Los termómetros actuados por mercurio (clase IV) son similares a los termómetros
actuados por líquido (clase l) y se caracterizan por su rápida respuesta, exactitud y
potencia de actuación. La presión interna del mercurio varía de 28 bar a bajas
temperaturas hasta 80 bar a altas temperaturas, lo que elimina los errores de diferencia
de altura entre el bulbo y el tubo Bourdon. El campo de medición de temperaturas varía
entre -40 °C y 650 °C. Pueden tener compensación en la caja y compensación total.
Termómetros de resistencia
La medida de temperatura utilizando sondas de resistencia depende de la variación de
resistencia en función de la temperatura, que es propia del elemento de detección.
En la que:
Los materiales que forman el conductor de la resistencia deben poseer las siguientes
características:
• Alto coeficiente de temperatura de la resistencia, ya que de este modo el instrumento de
medida será muy sensible.
• Alta resistividad, ya que cuanto mayor sea la resistencia a una temperatura dada tanto
mayor será la variación por grado (mayor sensibilidad).
• Relación lineal resistencia-temperatura.
• Rigidez y ductilidad, lo que permite realizar los procesos de fabricación de estirado y
arrollamiento del conductor en las bobinas de la sonda, a fin de obtener tamaños
pequeños (rapidez de respuesta).
• Estabilidad de las características durante la vida útil del material.
En la figura pueden verse las curvas de resistencia relativa de varios metales en función
de la temperatura
Las bobinas que llevan arrollado el hilo de resistencia están encapsuladas y situadas
dentro de un tubo de protección o vaina de material adecuado al fluido del proceso (acero,
acero inox. 304, acero inox. 316, hastelloy, monel, etc.).
La forma más simple de medir la temperatura del proceso, mediante una sonda de
resistencia, es hacer pasar una corriente por la sonda, lo que dará lugar a una caída de
tensión. Se disipa calor en la sonda y su calentamiento aumenta la resistencia. Además,
las resistencias de conexión entre el polímetro y la sonda alteran la medida de la
resistencia de la sonda
Método simple de medir la temperatura del proceso con una sonda de resistencia
Por ejemplo, en el caso de que cada hilo de conexión a la sonda de resistencia tiene 1Ω y
la temperatura de la sonda es de 20 °C (107,793Ω).
Luego:
En el montaje de tres hilos la sonda está conectada mediante tres hilos al puente. De
este modo, la medida no es afectada por la longitud de los conductores ni por la
temperatura, ya que ésta influye a la vez en dos brazos adyacentes del puente, siendo la
única condición que la resistencia de los hilos a y b sea exactamente la misma.
En el montaje de cuatro hilos el puente se alimenta con una fuente de corriente constante,
de modo que, independientemente de la resistencia de los hilos de conexión, la misma
corriente circula por el detector. Las resistencias del puente son elevadas, con lo cual la
corriente que circula por los brazos del puente es despreciable y se obtiene la máxima
exactitud. El voltimetro indica la resistencia de la sonda y, por lo tanto, la temperatura del
proceso.
En la tabla puede verse una guía de materiales de aislamiento según las temperaturas del
proceso.
Puente de Wheatstone
Puente de capacidades para sonda de resistencia
La exactitud de las sondas de resistencia con transmisor inteligente es de 0,5 °C, o 0,1%
del span, y su deriva de 0,1 °C/año. La estabilidad es de 0,2 °C después de 10.000 horas
de máxima temperatura.
Los materiales que se usan normalmente en las sondas de resistencia son el platino y el
níquel.
Termistores
En la que:
Los sensores desarrollados en este campo son analógicos y digitales con tensión de
salida proporcional a la temperatura absoluta o a la temperatura en °C o °F, sensibilidad
10 mV/°C y una exactitud de ± 1 °C dentro del intervalo -55 °C a 150 °C. Hay analógicos
con corriente de salida proporcional a la temperatura absoluta y sensibilidad de 1 A/°C a 3
A/°C y termostatos de -40 °C a +125 °C.
• Sensor de temperatura de dos hilos. Se caracteriza porque los dos hilos se encargan de
la alimentación y de la señal de temperatura. La señal de salida es una tensión de c.c. con
una impedancia de 100 kΩ o mayor, mientras que la alimentación es de c.a.
• Transmisor de corriente de 4-20 mA c.c.
• Convertidores multicanal de temperatura a señal digital.
• Convertidores de temperatura a frecuencia.
Estos sensores tienen la ventaja de ser pequeños, exactos y baratos, de modo que se
prevé que aumenten, en el futuro, sus aplicaciones en la industria.
Sensor de temperatura de dos hilos y transmisor de 4-20 mA c.c. Fuente: Nacional
Semiconductors
Termopares
El efecto Thomson puede detectarse en el circuito de la figura b formado por una barra
metálica MN, con un termopar diferencial AB aislado y una bobina H para calentamiento
eléctrico centrada con relación a AB. En régimen, calentando con la bobina H uno de los
puntos, el B por ejemplo, se presentará una diferencia de temperaturas con el A, lo que se
acusará en el galvanómetro; si ahora se hace pasar una corriente por la barra MN, se
notará un aumento o disminución de la temperatura diferencial con el efecto contrario si
se invierte la corriente.
Por estas leyes, se hace evidente que en el circuito se desarrolla una pequeña tensión
continua, proporcional a la temperatura de la unión de medida, siempre que haya una
diferencia de temperaturas con la unión de referencia. Los valores de esta f.e.m. están
tabulados en tablas de conversión con la unión de referencia a 0 °C. En la _ gura 6.19 se
presentan las curvas características de los termopares, que pueden utilizarse como guía
en la selección de los mismos.
Los termopares de superficie (Skin Points) se utilizan para tomar la temperatura de una
superficie (tubería, depósito, horno, etc.). Están embebidos en una lámina que puede
curvarse y que se suelda a la tubería. En la mayoría de ocasiones no es deseable
exponer los termopares (o los sensores de temperatura en general) directamente a las
condiciones de un proceso. Por ello, se utilizan fundas o vainas de protección para evitar
los daños causados por erosión, corrosión, abrasión, y por los procesos de alta presión,
en forma parecida a la sonda de resistencia. Las vainas suelen ser de acero inox. 316.
El sensor debe ajustarse al máximo en la vaina, al objeto de lograr una mínima resistencia
a la transferencia de calor y, por lo tanto, una máxima velocidad de transmisión de la
temperatura. Incluso en los procesos de captación de temperatura de gases se opta,
siempre que sea posible, por tener el sensor en contacto directo con los gases, sirviendo
la vaina, exclusivamente, como elemento de protección mecánica.
Los errores debidos a la conducción del calor del fluido de la vaina se minimizan mediante
la utilización de termopares de pequeño diámetro y mayor longitud (profundidad de
inmersión de diez diámetros de vaina), materiales para la vaina que tengan baja
conductividad térmica o consiguiendo altos coeficientes de convección de transmisión de
calor entre el fluido y el termopar. Cuando los termopares directos convencionales no
proporcionan una adecuada medida de la temperatura del fluido se pueden diseñar
termopares angulados o curvos para mejorar aún más las medidas.
Los termopares de platino, normalmente, precisan de un tubo cerámico que los proteja
contra la contaminación de los gases de los hornos y otros gases reductores.
En la figura pueden verse varios tipos de termopares con tubo de protección. El material
del tubo de protección o vaina debe ser el adecuado para el proceso donde se aplica y
suele ser de hierro, acero sin soldadura, acero inoxidable, inconel, cerámico, carburo de
silicio, etc.
En la tabla puede verse una guía para la selección de tubos o vainas de protección.
Cuando el termopar está instalado a una distancia larga del instrumento, no se conecta
directamente al mismo, sino por medio de un cable de extensión o compensación. Los
cables de extensión son conductores con propiedades eléctricas similares a las del
termopar a las temperaturas límites que pueden encontrarse en el proceso (0-200 °C) y
son más económicos. El uso del cable de extensión es claro en el caso de termopares
tipo R o S, debido al elevado precio del platino que encarecería el coste del hilo desde el
campo hasta el panel.
El conjunto de la instalación debe evitar el paso próximo por fuentes de calor (aparece el
efecto Thomson). El empalme de hilos distintos en el recorrido del cable del termopar va a
formar una nueva unión cuya f.e.m. se va a oponer a la generada por la unión de medida
(caso tipico de la rotura del hilo del termopar en campo y su sustitución por hilo de cobre).
Si estas recomendaciones no se cumplen, aparecen tensiones térmicas de corriente
continua que darán lugar a un desplazamiento en la lectura del instrumento de medida de
la temperatura.
Las tablas estándar de mV de los termopares están referidas con la unión fría a 0 °C,
mientras que las conexiones en panel, o en campo, son variables y difieren de 0 °C. Por lo
tanto, es necesario compensar las variaciones de la temperatura en la unión fría o de
referencia del termopar.
El circuito galvanométrico se basa en la desviación de una bobina situada entre dos polos
de un imán permanente, al pasar la corriente del elemento primario a su través (figura a).
El paso de esta corriente produce un campo magnético que se opone al del imán
permanente, y la bobina móvil gira hasta que el par magnético correspondiente es
equilibrado por el par de tensión del muelle.
Una aguja indicadora, que está unida rígidamente a la bobina móvil, se desplaza a lo
largo de una escala graduada, calibrada en las unidades de medida. Las variaciones de
temperatura pueden influir en la resistencia eléctrica del circuito de medida, y para
anularlas se utiliza una resistencia de coeficiente de temperatura negativo (NTC), llamada
resistencia de compensación. Asimismo, los cables de conexión al termopar pueden
variar de resistencia con la temperatura y afectar a la exactitud de la medida.
Así pues, generando con el potenciómetro una f.e.m. de 38,111 mV, el índice (o el valor
digital) indicador de la temperatura deberá situarse en 700 °C, si está bien calibrado.
Los termopares están expuestos a condiciones del proceso que pueden provocar una
degradación de los materiales metálicos que los forman, por lo que el termopar puede
dejar de cumplir con las tablas de f.e.m. que le correspondan y precisar su sustitución.
La veriticación de la f.e.m. de un termopar se efectúa de la siguiente forma. En este caso,
el potenciómetro generador de milivoltios está conectado a los bornes del termopar y se
dispone de un instrumento patrón (conectado a un termopar patrón) que mide la
temperatura real (t) del proceso.
Esta es, pues, la temperatura que otro termopar patrón conectado a otro instrumento
patrón debería señalar. De no ser así, el termopar sería defectuoso o estaría envejecido.
Hay que señalar que los razonamientos expuestos en los dos casos están basados en la
ley de las temperaturas sucesivas, expuesta al inicio del estudio de los termopares.
Si el potenciómetro fuera digital con compensación de temperatura, directamente leería
700 °C, con lo que la verificación es mucho más cómoda.
Pirómetros de radiación
PIROMETROS
En aplicaciones industriales y de investigación es necesario a menudo medir la
temperatura de un objeto desde una cierta distancia sin hacer contacto; por ejemplo,
cuando el objeto está en movimiento, como en una línea de montaje; cuando está muy
caliente, como dentro de un horno o cuando es inaccesible. El método usado para
efectuar estas mediciones de temperatura a distancia es conocido como pirometría de
radiación.
Todos los objetos a temperatura por encima del cero absoluto emiten radiación
electromagnética en función de la temperatura. La cantidad de radiación electromagnética
depende de la temperatura del cuerpo, a mayor temperatura más intensa es la radiación
OPERACIÓN
El sistema óptico del termómetro de radiación recolecta parte de la radiación proveniente
de una muestra de la superficie y la dirige al detector. El cual la convierte en una señal
eléctrica. El circuito electrónico convierte la señal eléctrica a una correspondiente a la
temperatura de la superficie.
Principio de operación.
Siendo:
Un cuerpo negro es aquel que absorbe totalmente las radiaciones que recibe y es también
un perfecto emisor. Su emisividad es la unidad. Los cuerpos cuyo coeficiente de emisión
es menor que la unidad se conocen como cuerpos opacos.
El sistema óptico del pirómetro restringe el ancho de onda de 0,65 a 0,66 micras (zona
roja del espectro) y dispone de filtros para reducir la intensidad de la radiación recibida,
permitiendo la medida de un amplio margen de temperaturas. Sin embargo, sólo puede
medirse la temperatura de objetos incandescentes o en fusión.
Pirómetro de infrarrojos
Pirómetro fotoeléctrico
Siendo:
Uno de los métodos clásicos para amplificar la señal es interrumpir la misma mediante un
disco ranurado a varios cientos de Hertz, con lo que se obtiene una señal de corriente
alterna que puede ser amplificada. En aplicaciones de la industria del vidrio, tales como la
medición de la temperatura de las gotas de vidrio en su caída, el instrumento trabaja con
longitudes de onda de 4,8 a 5,6 micras, que dan una mínima interferencia con el vapor de
agua, dióxido de carbono y la luz solar, en el intervalo de 35 °C a 540 °C con una
constante de tiempo de 0,2 a 0,5 segundos.
Un pirómetro de dos colores divide básicamente la radiación del objeto en dos haces
medidos por dos células fotoeléctricas de silicio similares, una de ellas dispone de un filtro
que sólo deja pasar la radiación de longitud de onda más corta (0,65 micras) y la otra en
la zona de 0,9 micras. La relación entre las dos corrientes de salida de la célula es una
medida de la temperatura del objeto.
El pirómetro de radiación total capta una banda amplia de radiación y está formado por
una lente de pírex, sílice o fluoruro de calcio que concentra la radiación del objeto caliente
en una termopila formada por varios termopares de Pt-Pt/Rh, de pequeñas dimensiones y
montados en serie. La radiación está enfocada, incidiendo directamente en las uniones
calientes de los termopares.
Su reducida masa les hace muy sensibles a pequeñas variaciones de la energía radiante
y, además, muy resistentes a vibraciones o choques. La parte de los termopares expuesta
a la radiación está ennegrecida, para comportarse como un cuerpo negro, aumentando
así sus propiedades de absorción de energía y proporcionando la máxima f.e.m.
Las lentes de pírex se utilizan en el campo de temperaturas de 850 °C a 1.750 °C, la lente
de sílice fundida en el intervalo de 450 °C a 1.250 °C y la lente de fluoruro de calcio para
temperaturas inferiores. En la figura pueden verse algunas aplicaciones industriales de
los pirómetros de radiación.