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MEDIDA DE TEMPERATURA

Introducción
La medida de temperatura constituye una de las mediciones más comunes y más
importantes que se efectúan en los procesos industriales. Las limitaciones del
sistema de medida quedan definidas en cada tipo de aplicación por la precisión,
por la velocidad de captación de la temperatura, por la distancia entre el elemento
de medida y el aparato receptor y por el tipo de instrumento indicador, registrador
o controlador necesarios; es importante señalar que es esencial una comprensión
clara de los distintos métodos de medida con sus ventajas y desventajas propias
para lograr una selección óptima del sistema más adecuado.
Los instrumentos de temperatura utilizan diversos fenómenos que son influidos
por la temperatura y entre los cuales figuran:
a) variaciones en volumen o en estado de los cuerpos (sólidos, líquidos o gases);
b) variación de resistencia de un conductor (sondas de resistencia);
e) variación de resistencia de un semiconductor (termistores);
d) f.e.m. creada en la unión de dos metales distintos (termopares);
e) intensidad de la radiación total emitida por el cuerpo (pirómetros de radiación);
f) otros fenómenos utilizados en laboratorio (velocidad del sonido en un gas,
frecuencia de resonancia de un cristal.. .).
De forma general existen tres métodos para realizar las mediciones de
temperatura, los métodos no eléctricos, los métodos eléctricos y los métodos de
radiación.
MÉTODOS NO ELÉCTRICOS PARA LA MEDICIÓN DE TEMPERATURA
Los métodos no eléctricos para la medición de temperatura basan su principio en
el cambio del estado físico de una sustancia pura, en el cambio de las
propiedades químicas de una sustancia pura, o en el cambio de una propiedad
física, generalmente la expansión térmica. En este método el termómetro está en
contacto directo con el cuerpo (o sustancia) del cual se desea conocer la
temperatura.
Entre los instrumentos que basan su principio de funcionamiento en este método
están los termómetros manométricos y dilatométricos (expansión), los cuales son
baratos, versátiles y robustos, existiendo muchos modelos para una gran variedad
de usos, la lectura se realiza de forma fácil y es posible controlar de manera
efectiva y confiable, las variaciones de sus indicaciones en el tiempo.

MÉTODOS ELÉCTRICOS PARA LA MEDICIÓN DE TEMPERATURA


Los métodos eléctricos generalmente son más convenientes para la medición y el
control de la temperatura pues generan señales que pueden ser utilizadas para la
automatización de los procesos productivos.
Aquí también el termómetro está en contacto directo con el cuerpo (o sustancia)
del cual se desea conocer la temperatura.
Existen dos métodos eléctricos para la medición de la temperatura. El primero
basa su principio en el uso de transductores con parámetros de control variables
y el segundo tiene como principio el uso de transductores autogeneradores.

MÉTODOS DE RADIACIÓN PARA LA MEDICIÓN DE TEMPERATURA


Los métodos para la medición de temperatura analizados anteriormente
necesitan que el termómetro esté en contacto físico con el cuerpo (o sustancia)
del cual queremos conocer la temperatura. Esto significa que el sensor debe ser
capaz de soportar dicha temperatura, lo que no siempre es posible, sobre todo
cuando las temperaturas son muy altas.
Todos los objetos se encuentran a temperatura por encima del cero absoluto por
lo que todos emiten radiación electromagnética, la cual está en función de la
temperatura, así la cantidad de radiación electromagnética depende de la
temperatura del cuerpo, por lo que a mayor temperatura más intensa es la
radiación.
Los instrumentos utilizados para medir esta radiación son el pirómetro de
radiación total y el pirómetro óptico y el de radiación parcial.
Termómetro de vidrio
Es el más utilizado, aprovecha el hecho de que las dimensiones de todas las
sustancias cambian con la temperatura. Principio de trabajo: se basa en la
dilatación o contracción térmica de un líquido termométrico (líquido de trabajo).El
termómetro de vidrio (fig.) consta de un depósito de vidrio que contiene, por
ejemplo, mercurio y que al calentarse se expande y sube en el tubo capilar
graduado en unidades señaladas.
Los márgenes de trabajo de los fluidos empleados son:
Mercurio - 35 hasta + 280 °C
Mercurio (tubo capilar lleno de gas) - 35 hasta + 750 °C
Pentano - 200 hasta + 20 °C
Alcohol - 110 hasta + 50 °C
Tolueno - 70 hasta + 100 °C
Keroseno - 60 hasta + 300 °C
Éter de petróleo - 120 hasta +25 °C

Rango de temperatura: -200 hasta 750 °C


Vidrio Termométrico
-Vidrio sodocálcico, vidrio más común: arena silícea, óxido de sodio, piedra caliza
(cal).

-Vidrio de Boro silicato, en él la cal es sustituida por B2O3 (Trióxido de Di boro).


 Reducir el coeficiente de dilatación.
 Resistencia a choques térmicos.

-Vidrio de cuarzo, consistente de Sílice puro o cuarzo (SiO2) al 99.5 %.


 Baja expansión a altas temperaturas.
 Resistencia a choques térmicos.
 Resistencia a ácidos.

En termómetros de medición con límite superior a 200 °C el espacio sobre la


columna de mercurio en el capilar se llena de un gas seco (ej. Nitrógeno) bajo
presión motivado por la necesidad de evitar la vaporización del mercurio, 20
kgf/cm2.

Para proteger el bulbo de rupturas a menudo se usan fundas de protección. Esto


no tiene efecto en la exactitud pero si en la velocidad de respuesta.
Lo común es que la unión Bimetal emplee metales con similares módulos de
elasticidad y espesor, de esta manera, el radio es definido por la siguiente relación:

Se puede apreciar entonces que la curvatura es inversamente proporcional al


cambio de temperatura, de esta forma con un sensor de posición o de
desplazamiento es posible medir el cambio de temperatura. Por lo general el
grosor de las placas varía entre los 3 mm y 10 μm.
El ámbito de funcionamiento de estos dispositivos va desde -75°C a 540°C. No solo
se emplean como laminas, también se les dispone en hélice, espiral y otras
configuraciones y se les mide el desplazamiento o la fuerza. Tiras metálicas
empleadas: latón (Cu-Zn), monel mas duro que el cobre y extremádamente
resistente a la corroción (Ni-Cu) o acero y una aleación Fe-Ni o Invar de bajo
coeficiente de dilatación.
Las ventajas al trabajar con termómetros bimetálicos, son:
- Rápida respuesta e indicación exacta de la temperatura.
- Estructura maciza y fuerte para trabajar en condiciones difíciles.
- Fácil lectura.
- Simple y conveniente calibración
- La exactitud de medición no es afectada por los cambios de ambiente en su
cubierta.
- El visor de medición puede instalarse a distancia del punto sensado.
- Se puede aplicar en ambientes corrosivos y de alta presión.
-Precisión de ± 1 %.
Estos transductores también pueden ser empleados como interruptores,
utilizando los movimientos de la cinta para activar o desactivar equipos.
Termómetro de bulbo y capilar (sistemas de llenado)
El sistema generalmente está formado por un
elemento sensitivo a la temperatura (bulbo), un
elemento sensitivo a los cambios de presión o
volumen (muelle manométrico), un medio para
conectar estos elementos (tubo capilar) y un
mecanismo para indicar, registrar o transmitir la
señal relacionada con la temperatura.
Termómetro de bulbo y capilar (sistemas de llenado)
Termómetro de bulbo y capilar (sistemas de llenado)
Los termómetros tipo bulbo consisten esencialmente en un bulbo conectado por
un capilar a una espiral. Cuando la temperatura del bulbo cambia, el gas o el
líquido en el bulbo se expanden y la espiral tiende a desenrollarse moviendo la
aguja sobre la escala para indicar la elevación de la temperatura en el bulbo.
Hay tres clases de este tipo de termómetros:
- Clase I Termómetros actuados por líquido
- Clase II: Termómetros actuados por vapor
- Clase III: Termómetros actuados por gas
- Clase IV: Termómetros actuados por mercurio
Los termómetros actuados por líquido tienen el sistema de medición lleno de
líquido y como su dilatación es proporcional a la temperatura, la escala de
medición resulta uniforme. El volumen del líquido depende principalmente de la
temperatura del bulbo, de la del capilar y de la del elemento de medición
(temperatura ambiente). Por lo tanto, para capilares cortos hasta 5 m, sólo hay
que compensar el elemento de medición para evitar errores debidos a variaciones
de la temperatura ambiente. Para capilares más largos hay que compensar
también el volumen del tubo capilar. Los líquidos que se utilizan son: alcohol y
éter. El campo de medición de estos instrumentos varía entre -200 hasta 750 °C
dependiendo del tipo de líquido que se emplee.
Tipos de líquidos que se emplean
Los termómetros actuados por vapor contienen un líquido volátil y se basan en el
principio de presión de vapor. Al subir la temperatura aumenta la presión de vapor
del líquido. La escala de medición no es uniforme, sino que las distancias entre
divisiones van aumentando hacia la parte más alta de la escala. La presión en el
sistema depende solamente de la temperatura en el bulbo. Por consiguiente, no
hay necesidad de compensar la temperatura ambiente. Si la temperatura del
bulbo es mayor que la temperatura ambiente, el capilar y el elemento de medición
están llenos de líquido (Clase IIA), siendo necesario corregir la indicación en la
diferencia de alturas entre el bulbo y el elemento de medición.
Si la temperatura del bulbo es más baja que la ambiente, el sistema se llena de
vapor (Clase IIB). La clase IIC, opera con la temperatura del bulbo superior e
inferior a la temperatura ambiente, y la clase IID trabaja con la temperatura del
bulbo superior, igual e inferior a la ambiente, empleando otro líquido no volátil
para transmitir la presión de vapor.
Los termómetros actuados por gas están completamente llenos de gas. Al subir la
temperatura, la presión de gas aumenta proporcionalmente y por lo tanto estos
termómetros tienen escalas lineales.
La presión en el sistema depende principalmente de la temperatura del bulbo,
pero también de la temperatura del tubo capilar y del elemento de medición,
siendo necesario compensar la temperatura del ambiente en el sistema de
medición.
Los termómetros actuados por mercurio (clase IV) son similares a los
termómetros actuados por líquidos (clase I). Pueden tener compensación en la
caja y compensación total.
RTD (Detectores de Temperatura Resistivos )
Estos dispositivos cuyas siglas en inglés significan detectores resistivos de
temperatura, han sido usados durante años y aún son muy populares en la
actualidad. Se basan en el aumento de resistencia de un hilo conductor a través
del paso de corriente eléctrica con el incremento de la temperatura. La magnitud
de este cambio con respecto al cambio de temperatura en él, se llama "coeficiente
térmico de resistencia" del material conductor.
La construcción clásica de un RTD consiste en una bobina de alambre fino de
cobre, níquel o platino fijado a un bastidor de soporte (material aislante) y luego
encapsulados dentro de una vaina o tubo metálico que se llena con un polvo
aislante y se sella con cemento para impedir que absorba humedad
También se fabrican depositando una película delgada de platino sobre un
substrato de cerámica. Estos RTDs, requieren menos platino y son más baratos.

Para la mayoría de metales puros (conductores), el coeficiente térmico de


resistencia es constante sobre cierto rango de temperatura y positivo.
Por ejemplo, el coeficiente del platino (a) es 0.00392 ohm / (ohm) (°C) sobre un
rango de 0 °C a 100 °C, teniendo una resistencia de 100 ohmios para una
temperatura de 0 °C, por lo que recibe el nombre de Pt -100.
Para detectar cambios de resistencia presentes en los RTDs se emplean puentes
de Wheatstone. La aplicación de este sensor, se realiza en cualquier actividad
industrial y los rangos de temperaturas; según el material utilizado son:
- Platino : -200 a 650 °C
- Cobre : -100 a 260 °C
- Níquel : -100 a 205 °C
- Película de platino : -50 a 550 °C
Los RTDs se caracterizan por tener una excelente linealidad en el rango de
operación. Para trabajos a baja temperatura se emplean resistencias de carbón.
Cuando se necesita bajo costo se emplean cobre y níquel, pero con la desventaja
de una linealidad reducida.
El material que forma el conductor se caracteriza por el llamado «coeficiente de
temperatura de resistencia» que expresa a una temperatura especificada, la
variación de la resistencia en ohmios del conductor por cada grado que cambia su
temperatura.
La relación entre estos factores puede verse en la expresión lineal siguiente:

Si la relación resistencia-temperatura no es lineal la ecuación general pasa a:


o bien:

En la figura pueden verse las curvas de resistencia relativa de varios metales en


función de la temperatura.
Los materiales que forman el conductor de la resistencia deben poseer las
siguientes características:

1. Alto coeficiente de temperatura de la resistencia, ya que de este modo el


instrumento de medida será muy sensible.

2. Alta resistividad, ya que cuanto mayor sea la resistencia a una temperatura


dada tanto mayor será la variación por grado (mayor sensibilidad).

3. Relación lineal resistencia-temperatura.

4. Rigidez y ductilidad, lo que permite realizar los procesos de fabricación de


estirado y arrollamiento del conductor en las bobinas de la sonda, a fin de obtener
tamaños pequeños (rapidez de respuesta).

5. Estabilidad de las características durante la vida útil del material.

Los materiales que se usan normalmente en las sondas de resistencia son el


platino y el níquel.
En la tabla se indican las características de las sondas de resistencia de platino, de
níquel y de cobre.
El platino es el material más adecuado desde el punto de vista de precisión y de
estabilidad pero presenta el inconveniente de su costo. En general la sonda de
resistencia de platino utilizada en la industria tiene una resistencia de 1 00 ohmios
a 0° C.
El níquel es más barato que el platino y posee una resistencia más elevada con una
mayor variación por grado, sin embargo, tiene como desventaja la falta de
linealidad en su relación resistencia-temperatura y las variaciones que
experimenta su coeficiente de resistencia según los lotes fabricados.
El cobre tiene una variación de resistencia uniforme, es estable y barato, pero
tiene el inconveniente de su baja resistividad.
En la tabla siguiente los valores de resistencia de las sondas de Pt 100. A señalar
que la misma tabla es válida para termorresistencias Pt 500 (500 ohmios a O °C) y
Pt 1000 (1,000 ohmios a O °C) multiplicando los valores correspondientes por 5 y
por 10 respectivamente.
Las bobinas que llevan arrollado el hilo de resistencia están encapsuladas y
situadas dentro de un tubo de protección o vaina de material adecuado al fluido
del proceso. Material: acero, acero inox. 304, acero inox. 316, hastelloy (aleación
con predominio de níquel – Co/Cr/Mo/Fe/Mn, etc.), moneI (aleación Ni-Cu
resistente a la corroción, etc.). En la figura pueden verse varios tipos de sondas.

Las termorresistencias no siempre están en contacto directo con el proceso. A


menudo se emplean elementos protectores que a la vez permiten remover una
termorresistencia sin interrumpir el proceso. Tal es el caso de los termopozos o
vaina.
Ventajas
- Comportamiento lineal en amplio rango de operación.
- Amplio rango de temperatura, aplicación para altas temperaturas.
- Fácil de intercambiar (estándar).
- Mejor estabilidad a altas temperatura.
- Alta relación señal a ruido: mejora la exactitud y permite distancias mayores
entre el sensor y el equipo de medición.

Desventajas
- La magnitud de la fuente de corriente debe ser menor a 5mA para no causar un
aumento de temperatura (1ºC ) en el RTD.
- Baja sensibilidad.
- Alto costo.
- No sensa la temperatura en un punto.
- Afectado por choques y vibraciones.
Las Termocuplas
La termocupla es una de los más simples y comunes métodos usados para
determinar la temperatura de procesos. En 1821 T.J. Seebeck descubrió que
cuando se aplicaba calor a la unión de dos metales distintos (unión caliente), se
generaba una fuerza electromotriz, la cual puede ser medida en otra unión abierta
(fría) de estos dos metales (conductores); estos conductores forman un circuito
eléctrico donde la corriente circula y como consecuencia la f.e.m. generada. Esto
es válido siempre y cuando las temperaturas en las dos uniones sean distintas. Es
decir se produce un pequeño y único voltaje según la temperatura, como se
ejemplifica en la figura

La circulación de corriente obedece a dos efectos


termoeléctricos combinados: el Efecto Peltier y el Efecto
Thomson.

Para una determinada combinación de materiales, el voltaje de salida (en


milivoltios) varía en proporción directa a la diferencia de temperatura entre dichas
uniones o junturas.
La tensión que pasa por el extremo abierto es función de la temperatura de la
unión de los metales utilizados. La unión del termopar nos proporciona una Tx
(temperatura desconocida: unión de medida o unión caliente), en el extremo
abierto se tiene Tref (temperatura fija conocida: unión de referencia o unión fría) y
midiendo el valor de V por medido de un voltímetro, se puede calcular el valor de
Tx mediante la ecuación:
Dado que los voltajes que generan los diferentes tipos de termocuplas, están
estudiadas y documentadas, es posible obtener tablas que asocian un voltaje
determinado con una temperatura, por lo que en aplicaciones prácticas se utilizan
tablas de calibración.
La selección de los alambres para termopares se hace de forma que tengan una
resistencia adecuada a la corrosión, a la oxidación, a la reducción y a la
cristalización, que desarrollen una f.e.m. relativamente alta, que sean estables, de
bajo coste y de baja resistencia eléctrica y que la relación entre la temperatura y la
f.e.m. sea tal que el aumento de ésta sea (aproximadamente) paralelo al aumento
de la temperatura.

A las termocuplas se les designa comúnmente con una letra. Así por ejemplo, una
termocupla tipo J es de hierro/constantán (la barra de separación es para indicar
los materiales de cada hilo) y una de tipo K es de cromel/alumel (el cromel es una
aleación de cromo y níquel y el alumel es de aluminio y níquel).
Las termopares se clasifican de acuerdo a sin son metálicas o no, dentro de las
metálicas se encuentran las de tipo E, J, K y T, se utilizan para temperaturas hasta
de 1000°C, mientras los no metálicos como los tipos S, R, B se utilizan para
temperaturas de hasta 2000°C.
Señalemos que el termopar tipo E, de cromel(+)-constantán(-) puede usarse en
vacío o en atmósfera inerte o medianamente oxidante o reductora. Este termopar
posee la f.e.m. más alta por variación de temperatura, y puede usarse para las
temperaturas entre - 200 a + 900 °C. (constantán, aleación de cobre 55% y níquel
45%)

El termopar tipo T, de cobre(+)-constantán(-), tiene una elevada resistencia a la


corrosión por humedad atmosférica o condensación y puede utilizarse en
atmósferas oxidantes o reductoras. Se prefiere generalmente para las medidas de
temperatura entre - 200 a + 260 °C.

El termopar tipo J, de hierro(+)-constantán(-), es la segunda más utilizada, es


adecuado en atmósferas con escaso oxígeno libre. La oxidación del hilo de hierro
aumenta rápidamente por encima de 550 °C, siendo necesario un mayor diámetro
del hilo hasta una temperatura límite de 750 °C.

El termopar tipo K, de cromel(+)-alumel(-), es la más utilizada en la industria debido


a su capacidad de resistir mayores temperaturas que la tipo J. Se recomienda en
atmósferas oxidantes y a temperaturas de trabajo entre 500 y 1250 °C. No debe ser
utilizado en atmósferas reductoras ni sulfurosas a menos que esté protegido con un
tubo de protección.
(el cromel es una aleación de cromo y níquel y el alumel es de aluminio y níquel).
Los termopares tipo R, S y E de Pt-Pt/Rh se emplean en atmósferas oxidantes y
temperaturas de trabajo hasta 1500° C. Si la atmósfera es reductora, el termopar
debe protegerse con un tubo cerámico estanco.
Cuando el termopar está instalado a una distancia larga del instrumento, no se
conecta directamente al mismo, sino por medio de un cable de extensión (figura).
Los cables de extensión son conductores con propiedades eléctricas similares a las
del termopar hasta ciertos límites de temperatura (0-200° C) y son más
económicos. Se suelen utilizar los siguientes:
Conductores tipo J para termopares tipo J
Conductores tipo K o tipo T para termopares tipo K
Conductores tipo T para termopares tipo T
Conductores tipo E para termopares tipo E
Conductores cobre-cobre níquel para termopares tipos R, S o B
Las conexiones entre el termopar y el instrumento deben ser perfectas, sin
empalmes en el cable de compensación, utilizando el hilo correcto y el conjunto de
la instalación debe evitar el paso próximo por fuentes de calor (aparece el efecto
Thomson). Si estas recomendaciones no se cumplen aparecen tensiones térmicas
de corriente continua que dan lugar a un desplazamiento en la calibración del
instrumento.
El termopar es susceptible al ruido eléctrico industrial debido a que durante su
funcionamiento puede generar tensiones de 2 a 50 mV y se encuentra en un
entorno donde las grandes máquinas eléctricas (motores, ... ) pueden crear cientos
de milivoltios en el cable de conexión. Por otro lado, el termopar, trabajando como
una antena, puede recoger radiación electromagnética de radio, TV y microondas.
De aquí que se requiera que los cables de conexión estén torcidos y dentro de una
funda metálica que se pone a tierra, que la unión de medida esté puesta a tierra, y
que el amplificador tenga una buena relación señal/ruido.
En la siguiente figura pueden verse varios tipos de termopares con tubo de
protección. El material del tubo de protección o vaina debe ser el adecuado para el
proceso donde se aplica y suele ser de hierro, acero sin soldadura, acero
inoxidable, inconel, cerámico, carburo de silicio, etc.
(Inconel es una marca de Special Metals Corporation que se refiere a una familia
de superaleaciones austeníticas de base níquel-cromo).
Dentro de las ventajas de las termopares se pueden mencionar: su bajo costo,
rápida respuesta a cambios de temperatura y que poseen un amplio rango para la
medición de la temperatura.
Entre las desventajas, se puede mencionar su baja sensibilidad, generalmente en el
rango de 6.5 a 80μV/°C, además proporcionan voltajes bajos que pueden ser
afectados por ruido y finalmente dado que este es un dispositivo que varía su
comportamiento de acuerdo a su temperatura tiene rangos de operación no-
lineales que pueden ocasionar problemas.
Los termopares se fabrican cortando longitudes adecuadas de los dos alambres; los
extremos se tuercen conjuntamente de manera cuidadosa una dos vueltas, o
algunas veces s unen por sus extremos, y se sueldan para formar una cabeza
redondeada y uniforme (Figura a)

Los alambres del termopar deben estar en contacto eléctrico sólo en la unión
caliente, ya que el contacto en cualquier otro punto generalmente resultará en una
fem medida demasiado baja. Los dos alambres están aislados entre sí por
pequeños cilindros de porcelana o tubos de cerámica (Figura b).

En la mayoría de los casos, los termopares se encuentran en tubos protectores,


que pueden ser de cerámica o metálicos. El tubo protege el termopar contra daños
mecánicos y previene la contaminación de los materiales del termopar por la
atmósfera del horno. Hay disponible una variedad de tubos protectores metálicos,
tales como hierro forjado o hierro fundido, e hierro con 14% de cromo, hierro con
28% de cromo o nicromel. Por encima de 2000 °C los tubos de protección que se
usan son los de porcelana o los de carburo de silicio.
(a) termopares
adecuadamente
soldados.

(b) Diferentes tipos


de separadores de
porcelana.
Verificaci6n de la f.e.m. de un termopar
Sea un termopar tipo J de hierro – constantán a verificar. Conectado el
potenciómetro se lee una f.e.m. de 38,111 mV. El termómetro de mercurio situado
sobre la caja da una temperatura ambiente de 20° C. ¿Qué temperatura debería
indicar?
Termistores
Un termistor es un sensor resistivo de temperatura. Su funcionamiento se basa en
la variación de la resistividad que presenta un semiconductor con la temperatura.
El término termistor proviene de Thermally Sensitive Resistor. Existen dos tipos de
termistor:
NTC (Negative Temperature Coefficient) – coeficiente de temperatura negativo
PTC (Positive Temperature Coefficient) – coeficiente de temperatura positivo
Los termistores NTC son semiconductores electrónicos con un coeficiente de
temperatura de resistencia negativo de valor elevado, por lo que presentan unas
variaciones rápidas y extremadamente grandes para los cambios relativamente
pequeños en la temperatura. Los termistores se fabrican con óxidos de níquel,
manganeso, hierro, cobalto, cobre, magnesio, titanio y otros metales, y están
encapsulados.
Los termistores se conectan a puentes de Wheatstone convencionales o a otros
circuitos de medida de resistencia. En intervalos amplios de temperatura, los
termistores tienen características no lineales. Al tener un alto coeficiente de
temperatura poseen una mayor sensibilidad que las sondas de resistencia
estudiadas y permiten incluso intervalos de medida de 1 °C (span). Son de pequeño
tamaño y su tiempo de respuesta depende de la capacidad térmica y de la masa
del termistor variando de 0.5 a 10 segundos.
La relación entre la resistencia del termistor y la temperatura viene dada por la
expresión

en la que:
Rt = resistencia en ohmios a la temperatura absoluta Tt
R0 = resistencia en ohmios a la temperatura absoluta de referencia To
B = constante dentro de un intervalo moderado de temperaturas (2000 a 5000).

El valor de B se puede encontrar midiendo la resistencia del termistor a dos


temperaturas conocidas T1 y T2 si las resistencias respectivas son R1 y R2.
𝑅1
𝑙𝑛 𝑅
2
𝐵=
1 1

𝑇1 𝑇2
Hay que señalar que para obtener una
buena estabilidad en los termistores es
necesario envejecerlos adecuadamente.
La distancia entre el termistor y el
instrumento de medida puede ser
considerable siempre que el elemento posea
una alta resistencia comparada con la de los
cables de unión. La corriente que circula por
el termistor a través del circuito de medida
debe ser baja para garantizar que la
variación de resistencia del elemento sea
debida exclusivamente a los cambios de
temperatura del proceso.
Los termistores encuentran su principal
aplicación en la medición, la compensación
y el control de temperatura, y como
medidores de temperatura diferencial.
• Los de baja precisión son más baratos
que el Pt100
• los de alta precisión, del mismo orden de
precio
• Temperaturas desde –100 a 300 °C, máximo
• típico de –50 a 120 °C

Como inconveniente del termistor es su falta de linealidad. Exigiendo un


algoritmo de linealización para obtener mayores resultados.
Un termistor PTC es un resistor que depende de la temperatura, son fabricados
de titanato de bario y deben elegirse cuando se requiere un cambio drástico en
la resistencia a una temperatura específica o nivel de corriente. Los termistores
PTCs puede operar en los siguientes modos:
-Sensores de temperatura, en temperaturas que oscilan entre 60° C a 180° C, por
ejemplo, para protección de los bobinados de motores eléctricos y
transformadores.

-Fusible de estado sólido de protección contra el exceso de corriente, que van


desde mA a varios A (25° C ambiente) a niveles de tensión continua superior a
600V, por ejemplo, fuentes de alimentación para una amplia gama de equipos
eléctricos.

-Sensor de nivel de líquidos.


Los Pirómetros
Los Pirómetros
La palabra pirómetro se deriva de la palabra griega Pyros, que significa Fuego y
Metron que significa Medida.
La teoría de los pirómetros se basa en el hecho de que todos los cuerpos arriba
del cero absoluto de temperatura irradian energía, de lo cual parten para medir
la temperatura de los cuerpos. La radiación es un modo de propagación de la
energía a través del vacío, de forma análoga a la luz.

Cuando hablamos de la radiación de


los cuerpos nos referimos a la
emisión continua de energía desde
la superficie de dichos cuerpos, esta
energía es radiante y es
transportada por las ondas
electromagnéticas que viajan en el
vacío a una velocidad de 3x108 m/s.
La radiación electromagnética se
extiende a través un ancho rango de
frecuencias, como se ilustra en la
figura.
Los pirómetros de radiación se fundan en la ley de Stefan-Boltzmann, que dice
que la intensidad de energía radiante (en J /s por unidad de área) emitida por la
superficie de un cuerpo, aumenta proporcionalmente a la cuarta potencia de la
temperatura absoluta (Kelvin) del cuerpo, es decir,
W = ET4

Desde el punto de vista de medición de temperaturas industriales, las longitudes


de onda térmicas abarcan desde 0.1 micra para las radiaciones ultravioletas,
hasta 12 micras para las radiaciones infrarrojas.

Puede observarse que la radiación visible ocupa un intervalo entre la longitud de


onda de 0.45 micras para el valor violeta hasta 0.70 micras para el rojo.

Los pirómetros de radiación miden, pues, la temperatura de un cuerpo a


distancia en función de su radiación. Los instrumentos que miden la temperatura
de un cuerpo en función de la radiación luminosa que éste emite, se denominan
pirómetros ópticos de radiación parcial o pirómetros ópticos y los que miden la
temperatura captando toda o una gran parte de la radiación emitida por el
cuerpo, se llaman pirómetros de radiación total o parcial.
Pirómetros ópticos
Los pirómetros ópticos se fundan en la ley de distribución de la radiación térmica
de Wien, aunque en la práctica se basan en la Ley de Planck.
Los pirómetros ópticos se emplean para medir temperaturas de objetos sólidos
que superan los 700 °C. A esas temperaturas los objetos sólidos irradian
suficiente energía en la zona visible para permitir la medición óptica a partir del
llamado fenómeno del color de incandescencia. El color con el que brilla un
objeto caliente varía con la temperatura desde el rojo oscuro al amarillo y llega
casi al blanco a unos 1,300 °C. Este tipo de pirómetros utilizan un método de
comparación como base de operación.

Los pirómetros ópticos manuales se basan en la desaparición del filamento de


una lámpara al compararlo visualmente con la imagen del objeto enfocado.
Pueden ser de dos tipos: a) de corriente variable en la lámpara, la corriente a
través del filamento es controlada eléctricamente mediante un ajuste de
resistencia y b) de corriente constante en la lámpara con variación del brillo de la
imagen de la fuente, la radiación aceptada por el pirómetro de la fuente
desconocida es ajustada ópticamente mediante algún aparato absorbente como
un filtro polarizante. En ambos casos el ajuste es requerido para la lectura de la
temperatura. (fig.).
El pirómetro óptico mide la temperatura comparando el brillo de la luz emitida
por la fuente con la de una fuente estándar.
Los pirómetros ópticos automáticos son parecidos a los de radiación infrarrojos
que se estudian más adelante y consisten esencialmente en un disco rotativo que
modula desfasadas la radiación del objeto y la de una lámpara estándar que
inciden en un fototubo multiplicador. Éste envía una señal de salida en forma de
onda cuadrada de impulsos de corriente continua que convenientemente
acondicionada modifica la corriente de alimentación de la lámpara estándar
hasta que coinciden en brillo la radiación del objeto y la de la lámpara. En este
momento, la intensidad de corriente que pasa por la lámpara es función de la
temperatura.
En uso, el pirómetro es puesto en dirección de la fuente u objeto a analizar a una
distancia adecuada para que la lente del pirómetro enfoque la fuente en el plano
del filamento. La ventanilla de enfoque es ajustada de tal forma que el filamento
y la fuente aparezcan uno puesto sobre otro. En general, el filamento aparecerá
más caliente que la fuente o más frío que ella como se muestra en la figura.
Ajustando la corriente en la batería, el filamento debe de hacerse desparecer
como se ejemplifica en la figura. La corriente medida en el indicador conectado a
la lámpara y a la batería es usado para asignar la temperatura de la fuente.
El tipo que más se utiliza en la industria es el de filamento que desaparece. Este
pirómetro consta de dos partes: el telescopio y una caja de control. El telescopio
(figura) contiene un filtro color rojo (generalmente usado para obtener
aproximadamente condiciones monocromáticas) montado en vidrio enfrente del
ocular y una lámpara con un filamento calibrado, sobre cual la lente objetivo
enfoca una imagen del cuerpo cuya temperatura se va a medir. También contiene
un interruptor para cerrar el circuito eléctrico de la lámpara y una pantalla de
absorción es utilizado para que el filamento opere a una intensidad reducida y así
prolongar su vida.
El coeficiente de emisión de
energía radiante (medida de la
característica relativa del
cuerpo para emitir energía
radiante) depende mucho del
estado de la superficie del
cuerpo emisor; para un metal
como el cobre pasa de 0.1 a
0.85 si el metal perfectamente
pulido se recubre
bruscamente con una capa de
óxido, y lo mismo sucede con
un baño metálico líquido. En la
tabla se indican los valores de
los coeficientes de emisión.
El pirómetro dirigido sobre una superficie incandescente no nos dará su
temperatura verdadera si la superficie no es perfectamente negra, es decir, que
absorba absolutamente todas las radiaciones y no refleje ninguna. En los casos
generales es preciso hacer una corrección de la temperatura leída (temperatura
de brillo S) para tener en cuenta el valor de absorción (o de emisión e) de la
superficie.
Las correcciones pertinentes vienen indicadas en la tabla siguiente.
Pirómetro de infrarrojos
El pirómetro de infrarrojos capta la radiación espectral del infrarrojo, invisible al
ojo humano, y puede medir temperaturas menores de 700 °C, supliendo al
pirómetro óptico que sólo puede trabajar eficazmente a temperaturas superiores
a 700 °C, donde la radiación visible emitida es significativa.
En la figura puede verse un esquema del pirómetro de infrarrojos. La lente filtra la
radiación infrarroja emitida por el área del objeto examinado y la concentra en un
sensor de temperatura (termopar o termistor). La distancia focal de la lente varía
entre 500 y 1500 mm.
Análogamente al pirómetro óptico, debe considerarse el coeficiente de emisión
del cuerpo. El aparato dispone de un compensador de emisividad que permite
corregir la temperatura leída, no sólo para la pérdida de radiación en cuerpos con
emisividad menor que uno, sino también cuando hay vapores, gases, humos o
materiales transparentes que se interponen en el camino de la radiación. La
precisión es del ± 0.3%.

Los pirómetros de
radiación más
empleados actualmente
son los infrarrojos que
por la tecnología digital
Se apunta la posición de
que poseen los hacen
medición con una punta
cada vez más versátiles
indicadora laser o una
que sus predecesores.
vista óptica, se presiona
el disparador y el
resultado de la medida
se lee en un indicador.
Pirómetros de Radiación Total
El pirómetro de radiación total, figura, está formado por una lente de pyrex, sílice
o fluoruro de calcio concentrando la radiación del objeto caliente en una
termopila formada por varios termopares de Pt-Pt/Rh, de pequeñas dimensiones
y montados en serie. La radiación está enfocada incidiendo directamente en las
uniones calientes de los termopares. Su reducida masa los hace muy sensible a
pequeñas vibraciones de la energía radiante, y, además muy resistentes a
vibraciones o choques. La parte de los termopares expuesta a la radiación está
ennegrecida, para aumentar sus propiedades de absorción y proporcionar la
fuerza electromotriz máxima (f.e.m.).
La figura muestra una sección
transversal de un pirómetro de
radiación tipo espejo. La
radiación
del objetivo pasa a través de la
ventana A al espejo B y es
enfocada para formar una
imagen del objetivo en el plano
del diagrama interno J. Esta
imagen es enfocada luego por
el espejo D sobre un grupo de
termopares, llamado termopila
E. Observando el agujero C a
través de la lente H se puede
determinar si la imagen del
objetivo es suficientemente
grande para cubrir el agujero y
si el pirómetro está apuntado
en forma adecuada.
La f.e.m. proporcionada por la termopila depende de la diferencia de
temperaturas entre la unión caliente (radiación procedente del objeto enfocado) y
la unión fría. Esta última coincide con la de la caja del pirómetro, es decir, con la
temperatura ambiente. La compensación de ésta se lleva a cabo mediante una
resistencia de níquel conectada en paralelo con los bornes de conexión del
pirómetro y colocado en su interior para igualar la temperatura de este cuerpo. Al
aumentar la temperatura ambiente aumenta el valor de la resistencia de la bobina
de níquel, compensado la pérdida de la f.e.m. de la termopila para calentar el
cuerpo del instrumento. En los bornes de la termopila va conectado un cable de
cobre llegando hasta el instrumento.

La compensación descrita se utiliza para temperaturas ambientes máximas de 120


°C. A mayores temperaturas se emplean dispositivos de refrigeración por aire o
por agua, disminuyendo la temperatura de la caja en unos 10 a 40 °C por debajo
de la temperatura ambiente. En la medición de bajas temperaturas, la
compensación se efectúa utilizando además una resistencia termostática adicional
manteniendo constante la temperatura de la caja en unos 50 °C, valor mayor a la
temperatura ambiente y lo suficientemente baja como para no reducir
apreciablemente la diferencia de temperatura útil.
La relación entre la f.e.m. generada y la temperatura del cuerpo es independiente
de la distancia entre el cuerpo y la lente si siempre la imagen de la superficie del
cuerpo emisor de la radiación cubre totalmente la unión caliente de la termopila.
El fabricante normaliza la relación entre las dimensiones del objeto y su distancia
al lente, para garantizar buenas condiciones de lectura.
Las lentes de pyrex se utilizan en el campo de temperaturas de 850 a 1750 °C, la
lente de sílice fundida en el intervalo de 450 a 1250 °C y la lente de fluoruro de
calcio, con un ángulo de enfoque ancho para captar la mayor cantidad posible de
energía, de 50 a 200 °C.
Aplicaciones
Los pirómetros, como ya se había mencionado, se utilizan para medir
temperaturas muy elevadas sin la necesidad de contacto físico y dependiendo
del rango deseado se elige uno de los tipos de pirómetros ya que los pirómetros
de radiación total tienen un mayor rango que los ópticos.

El pirómetro de radiación se puede recomendar en lugar del termoeléctrico en


los casos siguientes:
· Donde un par termoeléctrico sería envenenado por la atmósfera de horno.
· Para la medida de temperaturas de superficies.
· Para medir temperaturas de objetos que se muevan.
· Para medir temperaturas superiores a la amplitud de los termopares.
· Cuando se requiere gran velocidad de respuesta a los cambios de temperatura.
-Donde las condiciones mecánicas (vibraciones, choques, etc.) acorten la vida de
un par termoeléctrico caliente.
Algunas ventajas de los pirómetros ópticos y de radiación son:
1. Medición de temperaturas altas,
2. Medición de cuerpos inaccesibles,
3. Medición de cuerpos en movimiento o pequeños.
4. Ninguna parte del instrumento está expuesta a los efectos destructivos del
calentamiento.

Las principales desventajas son:


1. Errores cometidos porque la igualación fotométrica es cuestión de criterio,
2. Errores introducidos por humo o gases existentes entre el observador y la
fuente.

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