Marcos Astudillo Pérez, empresario, está casado en sociedad conyugal
con Lorena Bueno Ortiz, dueña de casa, de esta unión nacieron sus tres hijos de Martina de 14, Florencia de 10 y Gonzalo de 7 años de edad. Marcos y Lorena se encuentran separados de hechos desde hace casi 3 años, luego de que Marcos decidiera irse a vivir a casa de su madre en la comuna de Pirque, debido a los conflictos que mantenía con Lorena por el descuido en que estaban sus hijos, ya que la madre le gustaba salir de noche con amigas y llegar de madrugada algo bebida. Marcos también fue muy bueno para “el carrete”, pero una vez que nacieron sus hijos dice que sentó cabeza y se dedicó a trabajar y el resto del tiempo a velar por su familia. Le ha pedido a su mujer muchas veces que inicie un tratamiento psicológico, pero ésta se ha resistido, argumentado que no está loca. Desde que Marcos se fue del hogar común, las salidas de Lorena han aumentado, ya que, ahora además sale con su pareja, que es menor que ella y llegan a altas horas de la madrugada, por lo que en la mañana no despierta y es la nana la que debe hacerse cargo de enviar a los niños al colegio, siendo Marcos quien los recoge a la salida. Los niños y su madre viven en Lo Barnechea, por lo que el traslado de Marcos desde Pirque constituye un gran sacrificio, pero por sus hijos lo hace con gusto. Lorena no trabaja y es Marcos quien debe proveer todo lo necesario para mantener a esta familia, incluyendo los vicios de su cónyuge, manteniendo así el alto nivel de vida a que están acostumbrados, ya que Marcos tiene buenos ingresos como empresario. La hija mayor de esta pareja ha tenido muchos problemas con su madre, ya que le reprocha el actuar bohemio y negligente, le ha pedido al padre que se la lleve a ella y a sus hermanos a vivir con él. Marcos quiere lo mejor para sus hijos y no quiere perjudicar a Lorena, mal que mal es la madre de sus hijos, a pesar de que Lorena no se mide en los gastos, lo que ha tolerado para no afectar a los hijos con discusiones, pero siente que ya no puede seguir tolerando esta situación, incluso la nana de sus hijos le ha pedido en algunas ocasiones que vaya a la casa porque la madre aún no ha llegado y los niños están preocupados. Decide ir a consultar a su abogado especialista en temas de familia.