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Sport and life achievements and success concept. Sporty man raising arms towards beautiful sunset on the road© mixetto
2. No somos constantes
Es uno de los aspectos más difíciles de cambiar. La constancia es una de las cualidades
más valoradas hoy en día, pero muy pocas personas cuentan con ella. Si no lo
hacemos, nuestro camino será más largo y complicado.
Nuestro ritmo debe ser constante, debemos hacer las cosas a su debido ritmo, pero
sin parar en ningún momento. Es como si cuidásemos de una planta: si no la regamos
de forma regular, no podremos ver cómo florece.
3. Miedo al fracaso
Todos tenemos miedo a fallar, incluso quienes más lo niegan. Por ello, muchas veces
nos privamos a nosotros mismos de probar cosas nuevas. Nos olvidamos de que todo
lo bueno siempre empieza con algo de miedo, de incertidumbre y riesgos, y de
que si no probamos algo, estaremos limitando nuestro potencial y desechando
cualquier oportunidad de crecer como personas.
Para paliarlo, podemos dividir dicha tarea en otras más pequeñas para que nos
resulte más sencilla de realizar. Por ejemplo, si tenemos que escribir un artículo,
dividirlo en distintas fases: la elección de un tema, la investigación, el escribirlo y la
revisión. De esta forma, a medida que avancemos, podremos ir tachando cosas de
nuestra lista y sentirnos más productivos y motivados.
5. Falta de planificación
La vida es como un viaje, y cuando no la planificamos, nos suele faltar tiempo,
tenemos que dejar cosas por hacer, o sencillamente no llegamos a nuestro destino
porque no tenemos mapa ni GPS.
6. Demasiadas distracciones
No podemos hacer las cosas bien si estamos constantemente distraídos y perdiendo
la concentración, haciendo que nos olvidemos de lo verdaderamente importante. Las
distracciones pueden ser de distinto tipo: las notificaciones en nuestro móvil, el ruido
externo o nuestras propias ganas de ver una serie en lugar de estudiar.
Si hay distracciones, por mucho que continuemos una tarea, lo cierto es que no la
haremos de una forma tan eficiente como si no las hubiera.
7. Falta de autocuidado
No podemos dejarnos de lado a nosotros mismos. Debemos cuidar nuestro
bienestar para poder ser eficientes y mantener una buena salud física pero, sobre
todo, mental. En el momento en que dejamos de cuidarnos, nos sentimos cansados,
menos motivados y estamos de peor humor, además de que notaremos cómo
empeoran nuestras relaciones con los demás. El autocuidado hace que nuestra
mente y nuestro cuerpo puedan florecer.
Para conseguir tus objetivos, tú mismo debes ser tu prioridad y trabajar con un orden
de forma constante para que, finalmente, llegues a ese destino que tanto deseas.