La paz como valor fundamental para la felicidad de los pueblos.

(Ensayo)

Si bien es cierto, que la paz se considera un conjunto de valores,

actitudes, tradiciones que conllevan a un estado fundamental de la sociedad,
en el que se respetan los derechos humanos básicos, la convivencia social y el
respeto a las leyes. Es decir, que la paz mantiene una connotación de aspectos
muy positivos, en los que el ser humano prioriza la tolerancia y el dialogo.

Ahora bien, para Johan Galtung “La paz positiva es la generación de una
relación armoniosa y ella se consigue cuando dos o más entidades en conflicto
emprenden proyectos juntos y los beneficios que genera ese proyecto son
repartidos equitativamente. Así pues el autor refiere, que sin darle mayor
importancia a los conflictos existentes, la paz positiva puede beneficiar a todos
los entes involucrados de una manera equitativa.

Siguiendo el orden de ideas, es a través de la paz que cada individuo

logra sentirse en armonía consigo mismo y su entorno social; en tal sentido,
Nelson Mandela opina que “La paz no es simplemente la ausencia de conflicto;
la paz es la creación de un entorno en el que todos podemos prosperar”. A tal
efecto, se puede afirmar que la paz no solo se limita a una ausencia en los
conflictos, sino que va mas haya en la propuesta de prosperidad para todos.

Por otra parte, existe una paz social definida por Alfons Banda, quien la
conceptualizó como “La aspiración humana de vivir la propia vida y la de las
comunidades de pertenencia en una atmósfera de tranquilidad y bienestar
razonables, que permitan el libre desarrollo de las capacidades de las personas
de toda índole”. En este punto vale destacar que, cada gobierno legalmente
establecido desempeña un papel mediante un estado de derecho a fin de
concretar y defender la paz social como una meta obligatoria, esto puede ser
alcanzado a través de medidas sistemáticas en materia económica, educativa,
de salud entre otros, con el objetivo de prevenir conflictos internos o externos.

Finalmente, la paz debe convertirse en un valor primordial que tenga

como objetivo el fortalecimiento de los vínculos entre las comunidades y el
desarrollo de sociedades más justas y equitativas, sin importar razas o credos,
atendiendo a la premisa que todos somos seres humanos por igual. De este
modo, la resolución de cualquier tipo de conflicto en forma pacífica, a través del
respeto por los derechos humanos y el dialogo, se estaría llegando a un
entorno social equilibrado, de paz y felicidad para los pueblos.