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Podemos entender que hay una relación de subordinación NORMATIVA, así los
estados provinciales deben adecuarse al sistema propuesta por nuestra constitución
nacional en el art. 5 que propone una serie de exigencias para los estados partes
(forma republicana, división de poderes, asegurar la administración de justicia,
régimen municipal, entre otros).
Esto resulta coherente con el esquema constitucional que hemos adoptado más aún
luego del año 1994 donde se ha consagrado un verdadero bloque de
constitucionalidad asegurando la supremacía constitucional.
Entonces podemos asegurar que el orden provincial no se somete al orden federal sino
por una cuestión de supremacía constitucional con el objeto de dar coherencia al
sistema federal y consolidar un verdadero bloque de constitucionalidad.
Después tendremos una serie de relaciones entre estado nación y provincias que
dependerá ya de lo estipulado constitucionalmente, estas relaciones no se encuentra
tan sistematizadas en la constitución sino que debemos ver su atomización a lo largo
de la carta magna.
Podremos ver relaciones de participación, como claramente se advierte en el congreso
de la nación en la cámara de senadores (donde hay representación de todas y cada
una de las provincias más ciudad de buenos aires).
Las facultades compartidas no deben confundirse con las concurrentes puestos que las
compartidas requieren para su ejercicio de una doble decisión integratoria (consenso):
del estado federal y de cada provincia participante (una o varias). Por ej.: la fijación de
la capital Federal (art.3), la creación de nuevas provincias (arts. 3 y 13), La ley convenio
del régimen de coparticipación federal de impuestos, entre otras.